QUÉ MISTERIO HAY EN EL AGUA….

LA BIBLIA NOS HABLA:

 “Más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.” (Juan 4:14) RVR 1960.

En este día quisiera comenzar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo, que el agua literalmente, es vital para la subsistencia de los seres humanos y de los animales y de las plantas y de las industrias y de la producción energética; Entre otros. “El agua es un misterio”

...Sin agua no podemos vivir.

...Sin agua nos deshidratamos.

...Sin agua hasta nos podemos morimos.

¿Qué secreto se encuentra en el agua?

El agua: Recurso vital para la vida... El agua es una sustancia líquida carente de olor, sabor y color... y que químicamente se formula como H2O, es decir, que una molécula de agua se compone de dos átomos de hidrógeno enlazados covalentemente a un átomo de oxígeno.

“El agua es un misterio en lo físico y también en lo espiritual.”

“El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: Dile a los israelitas que recojan una ofrenda para mí. Deben recogerla entre todos los que quieran darla voluntariamente y de corazón; Y lo que deben recoger es lo siguiente: oro, plata, cobre, tela morada, tela de púrpura, tela roja, lino fino, pelo de cabra, pieles de carnero teñidas de rojo, pieles finas, madera de acacia, aceite para lámparas, perfumes para el aceite de consagrar y para el incienso aromático; Piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y para el pectoral de los sacerdotes. Y háganme un santuario para que yo habite entre ustedes. Conforme a todo lo que te voy a mostrar Moisés, conforme al diseño del tabernáculo.”, ver Éxodo 25:1 al 9 DHH. Y en el Atrio colocarás un lavacro con agua para que los sacerdotes se laven las manos y los pies antes de entrar al Lugar Santo... y es aquí en donde surge la pregunta de los 20 pesos: ¿Por qué se tenían que lavar las manos y los pies los sacerdotes antes de entrar al Lugar Santo, si el piso era de tierra?, ¿Para qué se lavaban los pies? Para limpiarse, para purificarse hermano; Cierto... Pero, ¿Para qué se lavaban las manos?, ¿Usted se lava las manos para comer y si no se las lava se enferma? Los sacerdotes se lavaban las manos para comerse los panes consagrados, los panes de la proposición... Pero, ¿Qué representa el agua? En el atrio: H2O y en el Lugar Santo: La nube de Dios... y la nube de Dios era otro tipo de agua, no era liquida sino gaseosa... Eso quiere decir que los sacerdotes vivían entre LAS AGUAS.

“…El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán 

ríos de agua viva.”

…En el río de Dios; Hay gozo... por otro lado, el H2O: Refresca.

…En el río de Dios; Hay vida... por otro lado, el H2O: Apaga la sed.

…En el río de Dios; Hay libertad y en donde hay libertad se puede alabar y adorar.

Al salir el pueblo de Israel de Egipto, pregunto: ¿Por qué atravesaron el mar rojo, si había otro camino?, ¿Por qué atravesaron el río Jordán para entrar a la tierra prometida (Canaán)?, ver Éxodo 13:17 al 18... El pueblo de Dios se mueve en medio de las aguas... Dice la Palabra en el libro de Primera de Corintios, en el capítulo 3:9 RVA 2015: “Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y ustedes son huerto de Dios; Edificio de Dios.”… Y en el huerto de Dios, ¿Qué había? Un río que regaba el huerto, y de allí se dividía y se convertía en otros cuatro ríos (Pisón, Gihón, Tigris y Éufrates), ver Génesis 2:10, ¿Cómo era el huerto? Dios bajaba al huerto... Dios hablaba con Adán en el huerto... Dios caminaba con Adán en el huerto, pero Adán y Eva lo echaron a perder... Y por eso Dios le preguntó al Hijo: ¿Qué hago con el huerto? Padre, cuando hiciste el huerto creaste un río para que se dividiera en cuatro ríos de bendiciones, pero como Adán y Eva lo echaron a perder te pido en Mí nombre, en el nombre que es sobre todo nombre, que coloques el huerto en cada uno de los que crean en Mí nombre (Hijos), para que de su interior corran ríos de agua viva... El agua es un misterio, ¿Qué misterio hay en el agua?... por eso me pregunto y le pregunto: ¿Por qué le puso Dios a su pueblo de requisito el agua para pasar de una dimensión a otra dimensión? El pueblo de Israel atravesó el mar rojo para salir de Egipto, llámese: Mundo y Tierra, es decir: Sistema (Injerencia; Influencia), y planeta (Harpazó, G 726); pero ese no es el punto, el punto es que el pueblo de Israel atravesó el mar rojo para pasar de una dimensión a otra dimensión... Yo no sé cómo se abrió el mar rojo, SI como lo muestra la película, es decir: Un camino en medio de dos paredes de agua o un camino y una pared de agua, pero sé que sé, que Dios hizo un milagro... Esto me recuerda lo que le dijo una persona del mundo a una persona evangélica, le dijo: Vi a un presentador de Discovery Channel, que dijo: Los israelitas cruzaron el mar rojo, porque en esa época el mar rojo se volvía un charco... Entonces, le dijo: ¡Eso fue sobrenatural! ¿Por qué? Si cruzaron un charco; Porque en ese charco Dios ahogó a los egipcios... El agua es un misterio; El agua protegió al pueblo de Israel; El agua libertó al pueblo de Israel... por otro lado, el agua le dio muerte a los egipcios… Pero, ¿Por qué no les envió fuego Dios en vez del agua? Si Dios quería mostrar su poder, pregunto: ¿Por qué no hizo un puente?, o ¿Por qué no los hizo volar?, o ¿Por qué no los llevó por otro camino?, ¿Por qué utiliza Dios el agua cada vez que hace algo grande? Por ejemplo: El diluvio... El agua es un misterio… y dice la Palabra en el libro de Juan, en el capítulo 7:38 al 39: “El que cree en mí, ¿En quién? En Jesús, como ha dicho la Escritura: De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva. Pero Él decía esto del Espíritu, que los que habían creído en Él habían de recibir; porque el Espíritu no había sido dado todavía, pues Jesús aún no había sido glorificado.”... Esto está tremendo y está tremendo, porque el apóstol Juan, dice: Él, ¿Quién? Jesús, decía esto del Espíritu que los que habían creído en Él habían de recibir… y es aquí en donde surge la pregunta de los 20 pesos: ¿Habita el Espíritu Santo en nosotros? Dice la Palabra en el libro de Efesios, en el capítulo 1:13: Los que escuchamos el mensaje de la verdad, el evangelio de nuestra salvación, y habiendo creído, fuimos sellados en Él con el Espíritu Santo de la promesa... Nosotros ya recibimos a Cristo... Eso quiere decir que nosotros tenemos en nuestro interior al Espíritu Santo de la promesa. Pero, lamentablemente, existen muchos cristianos que no saben que lo tienen, ver Hechos 19:2... En otras palabras, llevan un huerto en su interior y no saben cómo se usa y para qué sirve, pero ese no es el punto, aunque es hermoso y precioso, el punto es que Jesús quiere que comencemos a comprender el misterio del agua por medio del libro de Ezequiel capítulo 47...

A Ezequiel le dieron un recorrido por el templo y le abrieron los ojos espirituales...

Abramos nuestras Biblias en el libro de Ezequiel capítulo 47:1 al 5...

Pero antes permítame decirle, que el libro de Lucas nos deja ver claramente, en el capítulo 16:19 al 31, que cuando muere una persona en desobediencia, su alma se va al Hades (La región de los muertos, llamase: Infierno)... por otro lado, nos deja ver que cuando muere una persona en obediencia, su alma se va al seno de Abraham, pero ese no es el punto, el punto es que cuando muere el pobre es llevado por los ángeles al seno de Abraham; Y cuando muere el rico y es sepultado... Dice la Palabra que el rico: Alzó sus ojos en el Hades, y estando en tormentos, vio a Abraham a lo lejos y a Lázaro en su seno. Y gritando, dijo: “Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, pues estoy en agonía en esta llama.”, ver Lucas 16:22 al 24... Yo no le voy a decir: Que dedo pidió, ni con que ojos vio, ni con que voz habló el rico, pero si le puedo decir que en el infierno hay agua... Hay agua en nuestra dimensión... Hay agua en la dimensión del alma... Mi alma tiene sed de Dios, ver Salmos 42:2. Pero, ¿De qué agua? Según Juan, el apóstol: Del Espíritu Santo de la promesa, ¿Qué le quiero decir? Que usted y yo... Escuche con mucha atención: Usted y yo, no podemos saciar nuestra alma con H2O, ni con vino, ni con adulterio, ni con fornicación, ni con tabaco... Nuestra alma, solo se puede saciar con el agua del Espíritu; Del Espíritu de Dios... Por eso, abramos la Biblia en el libro de Ezequiel, en el capítulo 47:1 al 5, para que comencemos a ver el misterio del agua:

“Después me hizo volver a la entrada del templo; y he aquí, brotaban aguas de debajo del umbral del templo hacia el oriente, porque la fachada del templo daba hacia el oriente. Y las aguas descendían de debajo, del lado derecho del templo, al sur del altar. Me sacó por la puerta del norte y me hizo dar la vuelta por fuera hasta la puerta exterior, por la puerta que da al oriente. Y he aquí, las aguas fluían del lado sur. Cuando el hombre salió hacia el oriente con un cordel en la mano, midió mil codos, y me hizo pasar por las aguas, con el agua hasta los tobillos. Midió otros mil, y me hizo pasar por las aguas, con el agua hasta las rodillas. De nuevo midió otros mil y me hizo pasar por las aguas, con el agua hasta la cintura. Y midió otros mil; y ya era un río que yo no pude vadear, porque las aguas habían crecido... En otras palabras, me sumergió en los ríos de agua viva... Pero, ¿Qué se necesita para estar sumergido?, ¿Cuantas veces le subió el nivel del agua a Ezequiel? Cuatro... Primero: Le llegó hasta los tobillos; Después le llegó hasta las rodillas; Después le llegó hasta la cintura y por ultimo lo sumergió, ¿Qué le quiero decir? Busque la inmersión; Busque la llenura del Espíritu… Hermano Juan Carlos, disculpe, lo que usted está diciendo no se puede, en primer lugar, porque necesitamos un ángel... y en segundo lugar, porque el libro de Ezequiel está hablando del templo de Salomón... BUENO. En parte tienes razón, pero en parte no, porque cuando concatenamos lo que dice la Palabra en el libro de Primera de Corintios capítulo 3:16 RVR 1960: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”, con lo que dijo el Señor Jesús en el libro de Juan capitulo 7:38, que dice: “…El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.”; Nos damos cuenta que el Señor Jesucristo cuando dijo esas palabras se estaba refiriendo a la experiencia que vivió Ezequiel en el templo de Salomón, ¿Qué le quiero decir? Que nosotros somos templo y morada del Espíritu Santo y si nosotros somos templo y morada del Espíritu Santo, entonces en nuestro interior corren ríos de agua viva, llámese: Espíritu Santo, ¿Qué le quiero decir? Que nosotros necesitamos crecer y desarrollar… En otras palabras, tenemos que subir de nivel, tal cual como lo hizo Ezequiel, ¿Qué le quiero decir? Escuche con atención: Usted se llama Ezequiel... Entonces, escucha Ezequiel: Comienza a caminar en los ríos de agua viva para que quedes totalmente sumergido... Midamos quinientos metros, ¿Dónde te llega el agua? Hasta los tobillos... Eso significa: Limpieza... Necesitas limpiarte los pies para caminar en el evangelio... Necesitas limpiarte los pies para seguir avanzado, porque si sigues en pecado, ¿Cómo vas a seguir avanzando?... por eso consejo: Dile al Señor: Señor límpiame, porque necesito que el agua me llegue hasta las rodillas y las rodillas, significan: Rendición, oración y adoración... Señor como Tú digas: A orar se ha dicho… Ahora, midamos quinientos metros más, ¿Dónde te llega el agua? Hasta la cintura y la cintura, llámese: Preocuparse por su generación, es decir: Interceder por su generación lo catapultará a ser bautizado por el Espíritu Santo, es decir: Sumergido en el Espíritu y el Espíritu: Limpia y purifica, es decir: Guía, direcciona e ilumina el alma para que el alma quede saciada... Ahora, pregunto: ¿Dónde te llega el agua?, ¿Quién mide tú compromiso?, ¿Quién es tú termómetro? El Espíritu... Entonces, el primer misterio del agua, se llama: Termómetro y el termómetro mide TÚ EVOLUCIÓN.

¿Sabe cuál es mi deseo?

Que en este hermoso día, comience su proceso, es decir: Que hoy, el agua le llegue: Hasta los tobillos... y que mañana le llegue: Hasta las rodillas... y que el martes le llegue: Hasta la cintura y que el miércoles sea sumergido en la vida del Espíritu para que su Espíritu sacie su alma… Recuerde, que el Espíritu quiere renovarnos, que el Espíritu quiere fortalecernos, que el Espíritu quiere ungirnos y conducirnos al diseño que Dios estableció para NUESTRA VIDA.

Ahora, miremos Salmos capítulo 36:8 al 9:

 “Se sacian de la abundancia de tu casa (De tu templo), y les das a beber del río de tus delicias. Porque en ti está la fuente de la vida; En tu luz vemos la luz.”

El agua, llámese: Ríos de agua viva, nos sacian...

La palabra delicias en el hebreo se dice: Edén (H 5730), y en el Edén se encuentra el huerto y en el huerto encontramos el deleite... En otras palabras, quedamos satisfechos, por eso:

“Si nos encontramos tristes doblemos nuestras rodillas y digámoselo al Señor.”

Cuando el alma del Señor Jesús se encontraba triste, hasta el punto de la muerte, dobló sus rodillas y dijo: “Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú quieras.”, ver Mateo 26:39… En otras palabras, Señor Tú tienes un plan para Mí... Señor Tú no tienes despropósitos para Mí… Señor sé que sé, que Tú oh Señor estás conmigo, “Y sé que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a Tú propósito.”, ver Romanos 8:28, ¿Qué le quiero decir? Que cuando nos encontremos angustiados, afligidos, tristes, es decir: Con problemas e incluso alegres y con gozo tenemos que doblar nuestras rodillas en el huerto del Edén, porque en el huerto del Edén seremos saciados... por eso me pregunto y le pregunto: ¿Quién guía nuestra vida?... Será que ya le diste permiso al Espíritu Santo para que te guie o solo lo utilizas para que te limpie... Señor perdóname; Espíritu Santo perdóname, o será que cuando el Espíritu Santo te dice: Oremos, te doblegas, para que el agua te llegue hasta las rodillas, o será que cuando el Espíritu Santo te dice: Intercede por tu generación, lo haces, para que el agua te llegue hasta la cintura, ¿Qué le quiero decir? Busca la inmersión; Busca la llenura del Espíritu Santo, porque esa llenura no le permitirá al río Nilo que te lleve por las corrientes del mundo (Injerencia)... En otras palabras, te guiará, te direccionará y te llenará de bendiciones, porque en el templo de Dios y que somos nosotros, se encuentran los ríos de agua viva… Se encuentran sus delicias y sus delicias nos sacian… por eso consejo: Si nuestra alma se encuentra triste, hasta el punto de la muerte… Recordemos, que: “Toda arma forjada contra nosotros no prosperará...”, ver Isaías 54:17 Nácar Colunga, y que “Caerán a nuestro lado mil, Y diez mil a nuestra diestra; Mas a nosotros no llegará.”, ver Salmos 91:7 RVR 1960. Nosotros somos los elegidos de Dios y Él nos sacia; Sumerjámonos.

Entendieron... Entonces, si entendieron, ¿Qué dije? Dije: En primer lugar: Los que no han sido bautizados aún con el Espíritu Santo, pídanselo al Señor, pero con Fe, para que comiencen a caminar por los ríos de agua viva, es decir: Por los ríos que salen del huerto del Edén y que significan: Expansión, fruto, visión y bendiciones... y en segundo lugar, dije: Los que ya fueron sumergidos en los ríos de agua viva, llámese: Señor Espíritu Santo, tienen que comenzar a caminar, tal cual como lo hizo Ezequiel para que el Espíritu Santo lo sumerja totalmente en Él.

Ya nos mostraron el caminar que tenemos que seguir: Tobillos, rodillas, cintura e inmersión.

Ahora, abramos la Biblia en el libro de Juan, en el  capítulo 3:4 al 6, porque el Señor nos va a mostrar los beneficios que traen consigo la inmersión, es decir: El bautizo del Espíritu Santo.

“Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo ya viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer? Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios, porque lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.”

El agua es el puente que conduce a otra dimensión... Por ejemplo: Nosotros, antes de respirar vivíamos en otra dimensión... Vivimos durante nueve meses en agua, “El agua es un misterio”.

Cuando su Espíritu se encontraba en el cielo, dijo Dios: Ya va a dar a luz la madre de este hijo mío; Lo envía, ver Eclesiastés 12:7, pero para que su Espíritu entre a esa nueva dimensión necesita un puente y el puente es el vientre de su madre, y el vientre estaba lleno de agua, es decir: De líquido amniótico... por otro lado, el pueblo de Israel tuvo que cruzar el mar Rojo (Agua), para salir de la dimensión de Egipto y para entrar a la dimensión, llámese: Tierra prometida, tuvo que cruzar el Jordán (Agua)... por otro lado; Me pregunto y le pregunto: ¿Por qué el Señor les lavó los pies con agua a sus discípulos, en vez de hacer un milagro... Por ejemplo: Soplarle los pies?... Yo no sé cómo le olían los pies a Judas, pero sé que sé, que el agua es el puente que sirve para entrar a otra dimensión y si el agua es el puente que sirve para entrar a otra dimensión, quiere decir que SI usted quiere entrar a la dimensión del Espíritu necesita agua... ¿Qué misterio se encuentra en el agua? “En verdad, en verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.”... Nicodemo, hablaba hebreo y arameo; Nicodemo, era un maestro; Nicodemo, tenía sabiduría, pero no entendía las cosas terrenales... “Si os hablo de las cosas terrenales, y no creéis, ¿Cómo creeréis si os hablo de las celestiales?”, ver Juan 3:12, pero ese no es el punto, el punto es que SI usted quiere entrar a la dimensión del Espíritu, llámese: Reino de Dios, necesita agua.

Cuando su Espíritu se encontraba en el cielo, dijo Dios: Ya va a dar a luz la madre de este hijo mío; Lo envía, ver Eclesiastés 12:7, pero para que su Espíritu entre a esa nueva dimensión necesita un puente y el puente es el vientre de su madre, y el vientre estaba lleno de agua, es decir: De líquido amniótico... por otro lado, el pueblo de Israel tuvo que cruzar el mar Rojo (Agua), para salir de la dimensión de Egipto y para entrar a la dimensión, llámese: Tierra prometida, tuvo que cruzar el Jordán (Agua)... por otro lado, me pregunto y le pregunto: ¿Por qué el Señor les lavó los pies con agua a sus discípulos, en vez de hacer un milagro, como soplarle los pies?... Yo no sé cómo le olían los pies a Judas, pero sé que sé, que el agua es el puente que sirve para entrar a otra dimensión y si el agua es el puente que sirve para entrar a otra dimensión, quiere decir que SI usted quiere entrar a la dimensión del Espíritu necesita agua... ¿Qué misterio se encuentra en el agua? “En verdad, en verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.”... Nicodemo, hablaba hebreo y arameo; Nicodemo, era un maestro; Nicodemo, tenía sabiduría, pero no entendía las cosas terrenales... “Si os hablo de las cosas terrenales, y no creéis, ¿Cómo creeréis si os hablo de las celestiales?”, ver Juan 3:12, pero ese no es el punto, el punto es que SI usted quiere entrar a la dimensión del Espíritu, llámese al Reino de Dios, necesita agua.

Yo no estoy hablando de la salvación o de traer un sombrero para sacar un conejo... Yo Juan Carlos Bonilla Guerrero, estoy hablando de entrar a la atmósfera donde uno puede extender la mano de la Fe, para agarrar las cosas que NO se ven, es decir: Las bendiciones materiales y espirituales, como ser: La gracia, la Fe, la restauración, la restitución, la unción, la sanidad y el poder. ENTENDIERON... Entonces, si entendieron, ¿Qué dije? Dije: El Espíritu Santo sirve de termómetro y sirve como puente para entrar a otra dimensión, es decir: A otra atmósfera, es decir: A la atmósfera de lo posible, es decir: A la atmósfera de lo que se materializa... Señor te pido por mis padres, que se conviertan, que dejen sus malas costumbres, sus malos hábitos, sus mañas... Señor los entrego en tus manos...y como usted se encuentra en la atmósfera del Espíritu... Así le dice el Señor: Hecho hijo mío; No te preocupes más... Hermano; Hermana, tenemos que tener Fe, porque Dios nos dice: Llamen a las cosas que no existen, como si existieran, ver Romanos 4:17, pero para eso... pregunto: ¿Qué se necesita? Sumergirse en la vida del Espíritu, es decir: Entrar en el reino de Dios, y en su reino Él manda y Él reina.

Ahora, miremos Jueces capítulo 7:4:

“Y el Señor dijo a Gedeón: Todavía el pueblo es demasiado numeroso; hazlos bajar al agua y allí te los probaré. Y será que de quien yo te diga: “Este irá contigo”, ése irá contigo; pero todo aquel de quien yo te diga: “Este no irá contigo”, ése no irá.”

...El pueblo de Israel estaba sometido por los madianitas.

...El pueblo de Israel estaba pasando un tiempo de pobreza; De miseria.

Usted conoce la historia: Ellos hicieron lo malo ante los ojos del Señor, y el Señor los entregó en manos de Madián por siete años… Y cuando clamaron al Señor, el Señor le envió su ángel a Gedeón diciendo: Serás el libertador de mi pueblo... Librarás a mi pueblo de la opresión, de la pobreza y miseria, pero para que no digan que obtuvieron la victoria por ser un pueblo demasiado numeroso, les voy hacer dos filtros... El que tenga miedo y tiemble, que regrese (Veinte dos mil regresaron), después se lo llevó al agua, y le dijo: El que beba agua como lo hace un perro (Lamiendo), lo pones a un lado, pero al que se arrodille, se postre y meta la mano para sacar agua y beba, a este elegirás... y dice la Palabra que fueron 300 y 300 habla de unidad, de trabajar en equipo, ¿Qué le quiero decir? Que el agua, llámese: Espíritu, quiere que usted y yo trabajemos en equipo; En el equipo se encuentra la victoria... ¿Cuántos somos parte del cuerpo de Cristo? Unos son células, otros son sistemas y otros son miembros, como ser: Ojo, pie, mano, nariz, boca... Pero el punto, es que SI nosotros nos sumergimos en los ríos de agua viva, llámese: Espíritu Santo... El Espíritu nos va a probar, ¿Para qué? Para que desarrollemos bendiciones y trabajamos en equipo... En otras palabras, para que extirpemos la vieja naturaleza que tan fácilmente nos envuelve, y que pueden ser tantas situaciones anómalas de nuestra vida, como ser: El chisme, la soberbia, la mentira, la murmuración, la idolatría, la ira, el miedo... por eso consejo: No al sometimiento, no a la opresión, no a la pobreza, no a la miseria, sea Espiritual o material... Recuerde, que el agua nos ayuda a realizar cosas grandes en Dios, como ser: Canales de bendición hacia otros...

El Espíritu Santo quiere que trabajemos en equipo... Todos somos necesarios; Todos somos indispensable y todos tenemos que ser humildes, ¿Qué le quiero decir? Que el misterio del agua, es decir: Del Espíritu, nos hace entender que somos interdependientes. Pero, ¿Para qué sirve el Espíritu? Para que nos respetemos, para que nos necesitemos... Usted me necesita a mí y yo lo necesito a usted hermano... por eso consejo: Trabajemos en unidad, en equipo, “Porque el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos.”, ver Primera de Corintios 12:14... Nosotros tenemos que depender el uno del otro, pero con la unción de Dios.

“Las aguas del Espíritu nos prueban para ver si reconocemos la labor que otros hacen.”

Ahora, miremos Génesis capítulo 26:28 al 29:

“Y ellos respondieron: Vemos claramente que el Señor ha estado contigo, así es que dijimos: Haya ahora un juramento entre nosotros, entre tú y nosotros, y hagamos un pacto contigo, de que no nos harás ningún mal, así como nosotros no te hemos tocado y sólo te hemos hecho bien y te hemos despedido en paz. Tú eres ahora el bendito del Señor.”

Estos versículos hablan de Isaac... Pero, ¿Qué hizo Isaac para que le dijeran: Tú eres ahora el bendito del Señor? “Cavar los pozos de agua que habían sido cavados en los días de su padre Abraham, porque los filisteos los habían cegado después de la muerte de su padre Abraham.”, ver Génesis 26:18... Esto está tremendo y está tremendo, porque dice la Palabra que Isaac cavó tres pozos, porque los filisteos riñeron por los dos primeros, pero al tercero, lo llamó: Rehobot (Lugares amplios), porque dijo: Al fin el Señor ha hecho lugar para nosotros y prosperaremos en la tierra... En otras palabras, seremos multimillonarios... y por eso le dijeron los filisteos: Hagamos un pacto; Hagamos un juramento... No nos harás ningún mal, así como nosotros no te hemos tocado, porque ahora entendemos, que: Tú Isaac, eres ahora el bendito del Señor, pero ese no es el punto, el punto es que, “Cuando los siervos de Isaac cavaron los tres pozos en el valle, dijeron: Este pozo es un pozo de aguas vivas.”, ver Génesis 26:19… y dice la Escritura: “El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva.”, ver Juan 7:38, ¿Qué le quiero decir? Que los ríos de agua viva, nos pueden hacer ricos en buenas obras, en gracia, en Fe, en misericordia, en amor, en paz, en gozo, en alegría, en paciencia, en humildad y hasta en lo material... Nosotros tenemos más que el agua natural, H2O... Nosotros tenemos al Espíritu Santo... por eso consejo: Dejémonos guiar y direccionar por el Espíritu Santo, porque el Espíritu Santo... Escuche con atención: Porque el Espíritu NO decepciona...

Las aguas vivas tienen que fluir en nuestro interior, para que seamos los benditos del Señor.

Ahora, miremos Levítico capitulo 15:13, RVA:

“Y cuando se hubiere limpiado de su flujo el que tiene flujo, se ha de contar siete días desde su purificación, y lavará sus vestidos, y lavará su carne en aguas vivas, y será limpio.”

¿Para qué se purificaban con agua los que padecían de flujo, en el Antiguo Testamento? Para que nosotros entendamos que en el Nuevo Testamento, “El misterio del agua” Es el misterio de la vida en el Espíritu, ¿Cuántos fueron sanados de lepra por Dios? Muchos... Por ejemplo: Naamán... Naamán era el general del ejército del rey de Aram... Naamán era un hombre muy importante y el rey lo quería demasiado, porque por medio de él, Dios le había dado grandes victorias a Siria... Naamán era un guerrero valiente, pero leproso, ver Segunda de Reyes 5:1, pero ese no es el punto, el punto es que Naamán llegó ante el profeta y Eliseo no lo recibió; Le envió un mensajero, diciendo: Ve y lávate en el río Jordán siete veces, y tu carne se restaurará, y quedarás limpio, ¿Qué cree que hizo Naamán? Bueno... Después de renegar, de patalear, de gritar y de que sus amados siervos lo convencieran: Bajó al Jordán, y se sumergió… Imaginémonos a Naamán sumergiéndose en el agua, ¿Y qué representa el agua? El Espíritu de Dios... Se sumergió la primera, la segunda, la tercera, la cuarta, la quinta y la sexta, y al salir del agua, se dijo: Yo creo que esto no me va a funcionar, pero le voy hacer caso a este profeta que ni me quiso recibir... Voy a ser obediente; Voy a ser humilde... Me voy a humillar... Y se sumerge la séptima vez y al salir del agua NO tenía lepra… La piel le quedó tan suave como la de un niño, ¿Qué le quiero decir? Sumerjámonos en las aguas del Espíritu, porque las aguas vivas, nos limpiarán de la lepra que tenemos en nuestro corazón y en nuestra mente... Por ejemplo: La lepra de malos pensamientos; De inmundicias; De vicios; De superioridad... Entre otros... por eso consejo: Sumerjámonos en las aguas del Espíritu para que el Espíritu nos comience a limpiar, ya sea poco a poco, nuestro corazón y mente de todo lo que impide nuestro crecimiento espiritual... Digámosle: No a la sensualidad, a la impureza, a la idolatría, a la hechicería, a las enemistades, a los pleitos, a los celos, a los enojos, a la ira, a las rivalidades, a las disensiones, al sectarismos, a las envidias, sino más bien digámosle: Si al amor, al gozo, a la paz, a la paciencia, a la amabilidad, a la bondad, a la fidelidad, a la mansedumbre, a la humildad y al dominio propio, ver Gálatas 5:19 al 22, Para que cuando menos lo sientas digamos: Gloria a Dios, Aleluya, Amén y Amén.

...Las aguas vivas del Espíritu Santo, nos regeneran.

...Las aguas vivas del Espíritu Santo, nos limpian y purifican.

...Las aguas vivas del Espíritu Santo, nos apartan de los malos hábitos.

Por eso quisiera terminar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo: Sumerjámonos en los ríos de agua viva, porque a la medida en que busquemos más y más de nuestro Padre celestial, nuestros niveles... Escucha: Nuestros niveles de bendición mejorarán, ¿Por qué razón? Porque vamos a estar sumergidos en las cosas de Dios y las cosas de Dios nos van a mantener espirituales y lo espiritual hará que escuchemos lo que Dios nos quiere decir, Amén.

Yo sé que sé amado hermano, que Dios quiere desarrollar grandes cosas en nosotros... por eso consejo: Caminemos, como lo hizo Naamán, el sirio (Siria), para que las aguas vivas del Espíritu Santo comiencen a limpiarnos la lepra que está tan arraigada en nuestro corazón y en nuestra mente... Esto no será fácil; Será, tal cual como SI nosotros comenzáramos a limpiar la tapadera de un bote de tinta china con agua del grifo... A la medida que le vaya cayendo el agua del grifo, H2O, se va a ir limpiando... Pasará de un estado sucio a un estado limpio, es decir: Cristalino, pero ese no es el punto, el punto es que Dios nos quiere limpiar de la lepra... por eso consejo: Dejemos guiar por el Espíritu Santo... O mejor dicho: Sumerjámonos en los ríos de agua viva, llámese: Espíritu Santo, porque ese caminar es el único que nos puede ayudar, realmente, a erradicar la lepra que mora en nuestro corazón y en nuestra mente...

Nuestro Padre celestial quiere instalar su huerto en nosotros, ¿Para qué? Para instruirnos, corregirnos y enseñarnos, es decir: Para hablarnos y caminar de la mano con nosotros... Pero, ¿Para qué? Para bendecirnos con los cuatro ríos que regaban el huerto del Edén, y que significan: Expansión, fruto, visión y bendiciones, es decir: Satisfacción... Por eso, entremos a la dimensión del Espíritu para que dejemos la atmósfera religiosa, legalista e ignorante, Amén.

Recuerde: No importa como iniciamos; Lo importante es cómo vamos a terminar.

Por eso consejo: Busquemos con ahínco, es decir: Con empeño y eficacia el río de Dios... El río que nace de su corazón, porque su río nos acerca al trono de Su Gracia; Al trono de Su Amor... Pero, ¿A qué? A hallar la gracia para la ayuda oportuna, ver Hebreos 4:16, Aleluya.

21 de Septiembre de 2019
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo