CÓMO DEBEMOS DE TRASVASARNOS
LA BIBLIA NOS HABLA:
“Reposado
ha estado Moab desde su juventud, ha estado tranquilo sobre su sedimento; no ha
sido vaciado de vasija en vasija, ni ha ido al destierro; por eso retiene su
sabor, y su aroma no ha cambiado.” (Jeremías
48:11)
Este versículo nos
hace ver, que nuestro Padre celestial no es un Dios pasivo, sino más bien que
es un Dios activo, es decir: que siempre está en movimiento y por lo tanto
usted y yo mi hermano, debemos tener presente, que a nuestro Padre celestial: no
le gusta, no le agrada, que la iglesia se acomode y mucho menos que repose como
lo hizo el pueblo de Moab. Esto me recuerda a la iglesia de Éfeso, que fue exhortada
por su ángel, por haber dejado de amar a su primer amor, ver Apocalipsis 2.
Esto nos quiere decir mi hermano, que se quedó pasiva, porque no avanzó a
crecer en amores con el Señor, es decir: con Cristo Jesús.
Es por eso que usted
y yo, como iglesia de Cristo Jesús, debemos de reaccionar, debemos de caminar, debemos
de predicar, debemos de alabar, debemos de orar, debemos de buscar la santidad….
En fin, debemos de hacer todas aquellas cosas que nos ayuden en primer lugar a
agradar a Dios y en segundo lugar, que nos ayuden a trasvasar de vasija en
vasija, es decir: que nos ayuden a avanzar hacia la madures espiritual, es
decir: hacia el Huios de Dios, ya que solo así mi hermano, podremos obtener el
galardón que nos llevará a ese momento tan especial, a ese momento tan
esperado, que es el día del arrebatamiento. Amén.
Pero, que lastima es
encontrar hoy en día a personas que se congregan; que se hacen llamar
cristianas y que se estancan tal cual como lo hizo el pueblo de Moab, aduciendo
a que ya son salvas, entre comillas, por el simple hecho de haber aceptado a
Cristo Jesús como Su Señor y salvador, y por eso dicen: aquí me quedo, no
necesito nada más en mi vida. Pero, si en esta congregación se encuentra alguien
con ese mismo pensar, permítanme que les recuerde, que a nuestro Padre
celestial, este tipo de persona no le agradan, ya que a usted y a mí, mi
hermano, nuestro Padre celestial desde antes de estar en el vientre de nuestra madre,
nos predestinó bajo un propósito o plan divino que debemos de cumplir aquí en
la tierra para la gloria y para la honra de Él. Amén, ver Jeremías 1:5. Y la
palabra nos dice:
“Pero
vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido
para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os
llamó de las tinieblas a su luz admirable.” (Primera de Pedro 2:9)
Por eso,
preguntémonos y evaluémonos.
¿Cuál sería la causa
por la cual uno puede estancarse en este camino cristiano?
Yo no sé cómo está
usted avanzando en su vida cristiana, yo no sé cómo vaya usted en el camino del
Señor, pero, recuerde, que nuestra ruta está marcada por la palabra, es decir:
por la voz escrita de Dios, Padre. Pero, lo que sí sé mi hermano y que te puedo
decir con certeza es lo que el rey Salomón nos dice, escucha: Mas la senda de
los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es
perfecto, ver Proverbios 4:18 RVR 1960.
Al estudiar este
versículo mi hermano, podemos ver, que el camino del cristiano debe de ser de
forma ascendente. Pero, también debemos tener presente mi hermano, que el
camino así como puede subir, también puede bajar y también se puede mantener,
es decir: que se puede estancar. Es por eso que me llamó la atención el pueblo
de Moab, pues dice la palabra, que este era un pueblo que surgió del incesto de
Lot con su hija mayor y a pesar de ello el Señor permitió que se desarrollara.
Pero, de repente se estancó guardando su sabor y su aroma, ya sea porque fue
absorbido por el ocio, o por los problemas de incesto, es decir: por la
práctica del pecado. Pero, más bien, lo que yo creo mi hermano, es que ellos se
estancaron por el simple hecho de que se conformaron y no siguieron trasvasándose,
es decir: que no siguieron vaciándose de vasija en vasija. Entonces, por eso mi
hermano, me di a la tarea de buscar en la escritura y encontré que en la
palabra: ….en una casa grande no solamente hay vasos de oro y de plata, sino
también de madera y de barro, y que unos son para honra y otros para deshonra,
y además, encontré que la palabra nos dice: que si uno se mantiene limpio de
esas faltas, será como un objeto precioso, consagrado y útil al Señor,
apropiado para cualquier cosa buena, ver Segunda de Timoteo 2:20 al 21, LBLA Y
DHH. Esto quiere decir mi hermano, que nosotros, los hijos del Dios altísimo
somos como las vasijas. Por lo tanto, te puedo decir con certeza, que si
tomamos en consideración estas palabras que nos dice el Señor, seremos los receptáculos
de bendición de nuestro Señor Jesucristo. Amén. Y la palabra nos dice:
“Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo
de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho El, y no lo hará?, ¿ha hablado,
y no lo cumplirá?” (Números
23:19)
Por eso, en esta
tarde y noche, el Señor ha puesto en mi espíritu que enseñe, tanto a ustedes
como a mí mismo mi hermano, que para poder alcanzar la estatura del varón
perfecto, ver Efesios 4:13, debemos de ser trasvasados de vasija en vasija.
Por eso les pido, que abran su biblia en el libro de Juan capítulo 2:7.
“Jesús
les dijo: Llenad de agua las tinajas. Y las llenaron hasta el borde.”
Al hablar de agua
estamos hablando de la palabra, de la palabra que limpia (bautismo), de la
palabra que purifica, de la palabra que salva. Por eso, usted y yo mi hermano,
debemos de crecer y de madurar en el estudio de la palabra, es decir: vivir con
la voz escrita de Dios.
Ahora, al estudiar el
contexto de este versículo mi hermano, podemos ver:
- EN PRIMER LUGAR: Que este milagro que se dio allí fue el primero que hizo nuestro Señor Jesucristo y fue en una boda de Canaán, en Galilea y que, entre los invitados se encontraban la madre de Jesús, Jesús y sus discípulos.
- EN SEGUNDO LUGAR: Que el problema se encontraba en las tinajas, ya que estaban vacías, pues como usted y yo podemos ver, no tenían agua. Además, debemos tener presente mi hermano, que en esa época los judíos usaban las tinajas como ceremonias religiosas, es decir: que ellos colocaban las tinajas llenas de agua en la entrada de la casa para la limpieza y para la purificación de sus pies.
- EN TERCER LUGAR: Que se había acabado el vino, el vino que da gozo y alegría.
Esto nos hace ver mi
hermano, que todo cristiano, escuchen bien: que todo cristiano, hoy más que
nunca necesita entrar al proceso de trasvasar, ya que solo así mi hermano las
cosas, ya sean materiales o espirituales, van a mejorar, porque va a ver una
transformación en nuestra vida cristiana. Por lo tanto, debemos tener presente,
que nosotros como tinajas de barro que somos lo primero que debemos hacer, es:
trasvasar al agua para ser limpiados (bautismo); para ser purificados y sobre
todo para ser salvados, y ya una vez salvos usted y yo, debemos de trasvasar al
vino para permanecer con gozo y con alegría en nuestro caminar.
Por eso, me pregunto.
¿Cuántos nos queremos
purificar?
¿Cuántos no queremos
que el gozo se acabe en la vida cristiana?
Bueno, la respuesta
es sencilla mi hermano, ya que lo único que usted y yo, debemos hacer es
comenzar el proceso de trasvasar mi hermano, porque que terrible sería, que en
nuestra vida cristiana se acabe el gozo y la alegría ¿no crees? Es por eso que el apóstol
Pablo nos exhorta, o mejor dicho mí hermano, nos anima diciendo: ¡Vivan con
alegría su vida cristiana! Lo he dicho y lo repito: ¡Vivan con alegría su vida
cristiana!, ver Filipenses 4:4, TLA.
Por lo tanto, deben
tener presente iglesia de Cristo Jesús.
Que el gozo por nada lo
deben de perder; ese gozo de la salvación; ese gozo que da el estilo de vida
del cristiano, que no es más que la alegría. Recuerden, que nuestro Señor
Jesucristo nos dice: ….Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días,
hasta el fin del mundo, ver Mateo 28:20 DHH. Por eso, usted y yo mi hermano, debemos
de estar en gozo, en el gozo de estar con vida, en el gozo de la salvación, en el gozo de estar aquí
sentado saboreando las misericordias de Dios. Y la palabra nos dice:
“Den
gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre.” (Salmos 118:1)
Ahora, miremos Primera
de Reyes capítulo 14:3, RVR 1960.
“Y
toma en tu mano diez panes, y tortas, y una vasija de miel, y ve a él, para que
te declare lo que ha de ser de este niño.”
Al hablar de miel
estamos hablando de revelación, de gozo, de alegría y de victoria.
Ahora, al estudiar el
contexto de este versículo mi hermano, podemos ver:
- EN PRIMER LUGAR: Que en este versículo se está hablando de vasija o de tinaja de barro, y note que eso somos nosotros mi hermano.
- EN SEGUNDO LUGAR: Que en este versículo se está hablando de miel y esta miel que aparece en este versículo mi hermano, es una miel que se dice en hebreo Devash o Davash y se refiere a la miel que se saca del vino, fíjese que cosa más tremenda, ya que el vino al trasvasarse se convierte en miel. Esto quiere decir mi hermano, que el vino al trasvasarse se convierte en revelación, en gozo y en alegría.
Es por eso que usted
y yo mi hermano, necesitamos ser activos y no pasivos como el pueblo de Moab,
es decir: que necesitamos trasvasar para ir transformando de acuerdo al
propósito o plan divino que Dios ha predestinado para nuestra vida. Por eso, es
necesario trasvasar del vino a la miel para poder tener la revelación divina
llena de gozo y de alegría.
Ejemplo de ello lo
podemos ver en el libro de Primera de Reyes capítulo 14, que nos habla del
profeta Ahías, pero deben tener presente, que los ojos del profeta se habían
oscurecido, es decir: que ya no miraba con los ojos terrenales, pero como él
comía miel, tenía los ojos del espíritu listos. Lo que yo quiero que vea aquí
mi hermano, es que en aquel tiempo se había enfermado Abías el hijo der rey
Jeroboam y por eso él envió a su esposa disfrazada ante el profeta para que le
dijera si su hijo se iba a morir, pero cuando la esposa de Jeroboam llegó ante el
profeta Ahías, este le dijo: “mujer de Jeroboam. ¿Por qué finges ser otra
mujer?”; que tremendo es esto, porque lo que yo veo allí mi hermano, es que si
nosotros continuamos en el proceso de trasvasar, Dios nos dará revelación. Pero,
no solo eso, ya que si usted recuerda también mi hermano, la palabra nos dice:
que cuando Jonatán el hijo del rey Saúl andaba en campaña de guerra él se
sentía exhausto y en eso vio un panal de miel y cuando el metió la vara que
andaba en el panal de miel y la saco y comió de esa miel, sus ojos brillaron y
le dio fuerza. Esto mi hermano, nos habla de victoria, ver Primera de Samuel
capítulo 14.
Por lo tanto usted y
yo mi hermano, debemos tener presente, que nosotros, es decir los hijos del
Dios altísimo hemos nacido para ser personas victoriosas. Pero, el único
requisito que necesitamos es seguir bajo el proceso de trasvasar, porque si
usted y yo, no nos trasvasamos y solo nos quedamos con el agua y con el vino y
no trasvasamos a la miel, entonces, vamos a quedar sin revelación, sin gozo,
sin alegría y mucho menos sin victorias. Y la palabra nos dice:
“Lo
que es imposible para los hombres es posible para Dios….” (Lucas 18:27)
Ahora, miremos Jueces
capítulo 4:19.
“Y
él le dijo: Te ruego que me des de beber un poco de agua, porque tengo sed. Y
ella abrió un odre de leche y le dio de beber; entonces lo cubrió.”
Al hablar de leche
estamos hablando de desarrollo, de crecimiento.
Yo no sé cuántos años
lleva en el evangelio y mucho menos sé cuándo vino usted a los pies de Cristo
mi hermano, pero usted debe de saber más que nadie si no se ha detenido o si se
ha quedado estancado, tal cual cómo el pueblo de Moab con su sabor, con su
aroma y con su privilegio. Recuerden, lo que el Señor le dijo a Abraham el
padre de la fe: alza tus ojos mira hacia el norte y hacia el sur, hacia el este
y el oeste y todo lo que alcance a ver tus ojos eso te daré…. ver Génesis 13:14.
Esto implica mi hermano, que a veces nosotros mismos nos limitamos y de eso yo
quiero hablarles, ya que si usted se ha detenido o se ha estancado como el
pueblo de Moab, en este momento lo animo a que trasvase hacia la leche es
decir: hacia el crecimiento, hacia el desarrollo de la doctrina por medio de la
enseñanza de la prédica y del estudio de la palabra, es decir: de la voz
escrita de nuestro Padre celestial, porque solo así mi hermano, usted podrá
alcanzar la madurez y el peso espiritual, que uno como
cristiano necesita para serle útil a nuestro Padre celestial aquí en la tierra.
Por lo tanto, deben
tener presente iglesia de Cristo Jesús.
Que podrán tener el
agua que limpia, el agua que purifica, el agua que salva; podrás tener el vino que
da el gozo y que da la alegría; podrás tener la miel que da la revelación, que
trae la fuerza y que trae la victoria; pero, si no trasvasas a la leche mi
hermano, no podrás tener el crecimiento ni el desarrollo que nuestro Padre
celestial ha predestinado para tu vida.
Ahora, miremos Cantares
capítulo 4:11, RVR 1960.
“Como
panal de miel destilan tus labios, oh esposa; Miel y leche hay debajo de tu
lengua; Y el olor de tus vestidos como el olor del Líbano.”
Al hablar de miel y
leche estamos hablando de abundancia, de prosperidad integral.
Esto quiere decir mi
hermano.
- EN PRIMER LUGAR: Que nuestro Padre celestial nos va a llevar a la tierra donde fluye la leche y la miel, es decir: a la tierra de la abundancia, de la prosperidad.
- EN SEGUNDO LUGAR: Que nuestro Padre celestial a su pueblo no lo ha diseñado para vivir en Egipto, y mucho menos lo ha diseñado para vivir en el desierto.
Pero, sí deben tener
presente iglesia de Cristo Jesús.
Que pasar por el
desierto es parte de la vida cristiana. Pero, esto no quiere decir que nos
quedaremos a vivir allí, porque usted y yo, como hijos del Dios altísimo,
estamos diseñados para vivir en la abundancia. Recuerden, que uno de los
propósitos de Dios es que usted y yo mi hermano, vivamos en la tierra donde fluya
la leche y la miel, y por eso, nosotros como buenos cristianos, debemos seguir
trasvasando como el Señor lo ha predestinado, ya que solo así, lograremos
alcanzar la prosperidad integral, es decir: la prosperidad espiritual y la
prosperidad material, ¿cómo lo va hacer Dios? yo no lo sé, pero lo que sé, que
se, mi hermano, es que el Señor dice: El cielo y la tierra pasarán, mas mis
palabras no pasarán, ver Mateo 24:35. Por eso, usted y yo mi hermano, debemos
seguir con diligencia trasvasando.
Y mi biblia dice:
“….mi
Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas
que tiene en Cristo Jesús.” (Filipenses
4:19)
Ahora, miremos Primera
de Reyes capítulo 17:13 al 14.
“Entonces
Elías le dijo: No temas; ve, haz como has dicho, pero primero hazme una pequeña
torta de eso y tráemela; después harás para ti y para tu hijo. Porque así dice
el Señor, Dios de
Israel: “No se acabará la harina en la tinaja ni se agotará el aceite en la
vasija, hasta el día en que el Señor mande lluvia sobre la faz de la tierra.”
Aquí estamos hablando
de harina y de aceite y al hablar de harina hablamos de provisión y al hablar
de aceite hablamos de unción, es decir: la habilitación divina que Dios da.
Esto me recuerda mi
hermano, a José el hijo de Jacob, es decir: Israel. Recuerden, que la palabra
dice, que él fue vendido como esclavo a Potifar, luego fue encarcelado, luego
fue administrador de la cárcel, luego fue liberado y se convirtió en el
administrador de Egipto y por eso se hizo un hombre próspero, porque él tenía
la harina y la unción, es decir: que él tenía el grano, que él tenía la
habilitación divina para desarrollar algo en Dios, que él tenía la palabra, que
él tenía la revelación, es decir: que José mi hermano, tenia esta información
que el Señor ha puesto en mi espíritu para que yo se las enseñe. Amén.
Por eso, te puedo
decir con certeza mi hermano.
Que el profeta Elías
pudo leer la atmosfera espiritual que se encontraba en esa casa, es decir: que
Elías pudo ver que las esclusas de los cielos de esa casa estaban cerradas, simple
y sencillamente, porque ellos mi hermano, solo se habían acostumbrado a pedirle
a Dios y no a darle a Dios lo que le corresponde.
Por eso, en esta
noche hermano, te exhorto, a que aprendas a darle a Dios primero, aunque te
encuentres en momentos de crisis. Por lo tanto, ten presente mi hermano, que si
lo haces las esclusas de los cielos, escucha bien mi hermano: las esclusas de
los cielos si en este momento las tienes cerradas, se te abrirán y permanecerán
abiertas para ti y para toda tu casa y por lo tanto todos los días de tu vida
tendrás pan, porque has aprendido el principio de la prosperidad, es decir: el de
darle a Dios primero, es decir: el Diezmo y las ofrendas.
Y mi biblia dice:
“No
se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra.” (Gálatas 6:7)
Además, la palabra
nos dice:
“….El
que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que siembra en abundancia,
en abundancia cosechará.” (Segunda
de Corintios 9:6 al 7)
Ahora, miremos Segunda
de Reyes capítulo 2:19 al 20.
“Entonces
los hombres de la ciudad dijeron a Eliseo: He aquí, ahora el emplazamiento de
esta ciudad es bueno, como mi señor ve, pero el agua es mala y la tierra estéril.
Y él dijo: Traedme una vasija
nueva, y poned sal en ella. Y se la trajeron.”
Al hablar de sal
estamos hablando de sanidad, de salud, de darle sabor a la vida.
Por eso, les pregunto.
¿Saben quién es la
vasija aquí? ¿Saben qué tiene la vasija aquí?
Bueno, la respuesta
es sencilla, escuchen con atención: la vasija somos nosotros y la sal también
somos nosotros. Esto quiere decir mi hermano, en el buen sentido de la palabra,
que usted y yo, estamos salados, y esto nuestro Señor Jesucristo nos lo afirma
diciendo: Ustedes son la sal de este mundo…. ver Mateo 5:13 DHH, es decir: lo
que da sabor y esto quiere decir mi hermano, simplemente, que nuestra vida
cristiana la debemos de vivir con pasión.
Además, debemos tener
presente.
1.- PRIMERO: Que la
sal quita la esterilidad de la tierra, es decir: de nuestro cuerpo y por lo
tanto nos sana, nos restaura, devolviéndonos el sabor a la vida. Además, usted y yo,
debemos tener presente, que al trasvasarnos a la vasija de la sal nos sanará de
la esterilidad y por lo tanto mi hermano, daremos frutos y frutos de
arrepentimiento, y mi biblia dice: que nuestro Señor Jesucristo cuando venga en
secreto viene a buscar frutos, ver Lucas 13:9.
2.- SEGUNDO: Que
nuestro Padre celestial nos está diciendo en este momento, que usted y yo mi
hermano, debemos de dar frutos de paz, de gozo, de amor, de perdón, de bondad, de
paciencia, de tolerancia, de fidelidad…. es decir: frutos en nuestro mal
carácter. Es por eso que debemos de trasvasar con diligencia a la vasija de la
sal, para ser sanados y restaurados, porque solo así usted y yo, podremos dar
ese fruto de arrepentimiento. Además, debemos tener presente, que no importa la
edad pues el rey salomón nos lo afirma diciendo: Aun en la vejez darán fruto; estarán
vigorosos y muy verdes, ver Salmos 92:14. Y la palabra nos dice:
“….las
semillas que cayeron en buena tierra representan a los que escuchan el mensaje
y lo aceptan. Esas personas cambian su vida y hacen lo bueno. Son como las
semillas que produjeron espigas con treinta, sesenta y hasta cien semillas.” (Marcos 4:20) TLA
Por lo tanto, deben
tener presente iglesia de Cristo Jesús.
Que ustedes deben de
dar frutos y no deben ser como Abinadab. Recuerden, que él tuvo por veinte años
el arca del pacto en su casa y no hizo nada, en cambio Obed edom tuvo por tres
meses el arca del pacto en su casa y dio frutos y frutos en sobreabundancia,
pues la palabra dice mi hermano, que el prosperó en todo, tanto en lo
espiritual como en lo material. Amén.
Y mi biblia dice:
“Permaneced
en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si
no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí.” (Juan 15:4)
Ahora, miremos Jueces
capítulo 7:16, NTV.
“Así
que dividió a los trescientos hombres en tres grupos y le dio a cada hombre un
cuerno de carnero y una vasija de barro con una antorcha adentro.”
Al hablar de antorcha
estamos hablando de luz y de iluminar a otros por medio de la palabra.
Esto quiere decir mi
hermano, que lo último que va a tener la vasija de barro, es decir: usted y yo
mi hermano, es la antorcha de luz, tal vez algunos se pregunte, ¿Qué es esto?
Bueno, permítanme que les explique. Escuchen con atención: esto quiere decir mi
hermano, que nosotros tenemos que trasvasarnos finalmente a la vasija de barro
con la antorcha para que cuando llegue la venida del Señor y suenen las
trompetas, nuestro cuerpo carnal, que es de barro sea transformado y por lo
tanto esta vasija que somos nosotros mi hermano, se va a quebrar y va a salir
un ser de luz y sabe mi hermano, esto es lo que nuestro Padre celestial ha
predestinado para el final de los tiempos de la humanidad. Y la palabra nos
dice:
“En
un abrir y cerrar de ojos seremos transformados. Esto sucederá al toque final
de la trompeta, pues la trompeta va a sonar, y los muertos serán resucitados
con un cuerpo que nunca se pudre y todos seremos transformados.” (Primera de Corintios 15:52) PDT
Además, la palabra nos dice:
Además, la palabra nos dice:
“….que,
cuando Jesucristo aparezca otra vez, nos pareceremos a él, porque lo veremos
como él es en realidad.” (Primera
de Juan 3:2) TLA
EN CONCLUSIÓN
LA BIBLIA NOS HABLA:
“Por
tanto, he aquí, vienen días —declara el Señor— cuando le enviaré a
trasvasadores que lo trasvasarán; vaciarán sus vasijas y harán pedazos sus
cántaros.” (Jeremías
48:12)
Ahora, podemos
concluir.
Que nosotros, los
hijos del Dios viviente, somos las vasijas de barro y por lo tanto debemos
llenarnos y vaciarnos constantemente, porque al ver esto nuestro Padre
celestial nos dará más crecimiento, es decir: madures y peso espiritual.
Además, debemos tener presente, que este proceso de trasvasar comienza desde el
momento en que nos convertimos y termina hasta que el Señor venga en secreto. Es
por eso que usted y yo mi hermano, nos debemos analizar y evaluar para ver si
nuestro caminar cristiano se ha detenido o se ha estancado en nuestro aroma, en
nuestro sabor y en nuestro privilegio así como al pueblo de Moab.
27 de diciembre de 2014
Ministerio Familiar Bonilla-Velásquez
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