HAY UN PROPÓSITO DE DIOS PARA TU VIDA

LA BIBLIA NOS HABLA:

“En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.” 

(Efesios 1:11 al 12) RVR 1960

Antes de comenzar con la predica, que el Señor me ha encomendado permítanme recordarles algo que es de mucho gozo para mi vida, y que también deseo que lo sea para su vida.

Escuchen pues.

Cuando nuestro Señor Jesucristo descendió del cielo a la tierra mi hermano, Él tenía bien claro que no había venido a hacer lo que Él quería, sino que traía una misión, un propósito, un plan divino especifico encomendado por nuestro Padre celestial, porque Él sabía que había venido a dar su vida para el perdón de pecados y para el perdón de las maldiciones a todo aquel que creyera en Él y sometiera su voluntad a la voluntad de Dios, ver Juan 3:30. Además, Él sabía que su misión era traer vida y sobre todo vida eterna, al judío primeramente y después a nosotros los gentiles…. Por lo tanto, les puedo decir con certeza, que nuestro Señor Jesucristo vino para reconciliarnos con el Padre Eterno. Amén.

Y mi biblia dice:

“No bajé del cielo para hacer lo que yo quiera, sino para obedecer a Dios mi Padre, pues él fue quien me envió.” (Juan 6:38) TLA                                 

Es por eso que todos los hijos del Dios altísimo debemos saber que hay un propósito o plan divino de Dios para la vida de cada uno de nosotros, desde antes de estar en el vientre de nuestra madre, ver Jeremías 1:5, y que además, debemos de conocerlo para que se cumpla su voluntad que es buena, agradable y perfecta, ver Romanos 12:2. Es por eso que usted mi hermano, debe tener presente, que existe un propósito o plan divino que Dios quiere revelarte y que además es únicamente para ti, no para mí, y que sólo tú lo vas a cumplir mi hermano, porque nuestro Padre celestial que es tan misericordioso y tan lento para la ira te ha dotado de todo lo que necesitas para hacerlo, como ser: tu propia misión y tu propia responsabilidad para con tu vida, ya sea en tu vida presente como en tu vida futura.

También deben saber.

• Que ese propósito que ha establecido nuestro Padre celestial para tu vida excede en mucho a tus propios logros, a tu tranquilidad o incluso a tu felicidad. Además, debes tener presente que es mucho más grande que tu familia, que tu carrera, que tu trabajo, o aún más grande que tus sueños y tus anhelos más vehementes.
• Que el propósito de nuestro Padre celestial para el hombre es que sea su prolongación, es que sea eterno, es que tenga paz, es que tenga gozo y que también sea prosperado y sobre todo que viva en sobreabundancia, reflejando la gloria de Dios.
• Que la manera más fácil de entender el propósito de un invento es preguntarle al inventor. Por lo tanto, debes tener presente mi hermano, que lo mismo ocurre cuando quieres descubrir el propósito o plan divino para tu vida. Esto quiere decir mi hermano, que para poder conocer el plan divino para tu vida lo primero que tienes que hacer es conocer a Dios y en segundo lugar se lo debes de preguntar a Él. Y la palabra nos dice:

"La sabiduría de Dios... proviene de lo profundo de su propósito... No es un mensaje novedoso, es lo que Dios determinó para nuestra gloria desde la eternidad." (Primera de Corintios 2:7) BAD

• Que el motivo principal de nuestro Padre celestial para crearnos fue su amor. Es por eso mi hermano, que usted y yo, debemos tener presente, que somos una creación singular, porque Dios, Padre, pensó en ti y en mí, antes de crear el mundo.

Ejemplo de ello lo vemos en el libro de Génesis. Recuerden, que lo primero que hizo nuestro Padre celestial antes de crear al primer ser humano, es decir: Adán, fue preparar el escenario en el cual habría de vivir. Esto quiere decir mi hermano, que Dios no hizo primero al hombre porque Él no quería que tuviera dificultades o falencias, de tal manera que preparó primero su hogar y después puso al hombre allí, creando un mundo perfecto que supliera todas sus necesidades para ser el dueño y señor, según el plan original de Dios, Padre. 

Esto quiere decir mi hermano, que nuestro Padre celestial primero creó el medio ambiente de este planeta para que nosotros pudiéramos vivir en él. Por lo tanto, te puedo decir con certeza mi hermano, que tanto usted como yo somos el centro de su amor y lo más valioso de todo lo creado en este planeta. Amén. Y la palabra nos dice:

“Dios nos escogió en Cristo desde antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos y sin defecto en su presencia. Por su amor” (Efesios 1:4) DHH

Pero que lastima es ver hoy en día, que existe una infinidad de personas, ya sean cristianas o no cristianas en todo el mundo que no encuentra hoy sentido a su existencia, y esto hace mi hermano, que sus días pasen sin pena ni gloria, haciéndoles que su existencia sea tortuosa e inclusive haciéndoles que sus vidas tengan carencia de metas claras. Es por eso mi hermano, que en la actualidad podemos ver un incremento progresivo de personas infelices, enfermas, estresadas, depresivas y si no fuera trágico seria cómico, hasta personas suicidas en casi todo el mundo, o mejor dicho: en todos los países del globo terráqueo.

Por eso me pregunto.

¿Hay acaso algún fin para cada día?

Ya que cuando vamos a la escritura encontramos que nuestro Padre celestial no hizo nada por accidente, sino con un propósito específico y esto el rey Salomón nos lo afirma diciendo: Todo lo que Dios hace tiene un propósito; ¡hasta creó al malvado para el día del castigo!, ver Proverbios 16:4 TLA. Es por eso que cuando tenemos clara esa perspectiva, entendemos que hay una misión que debemos cumplir y hacia el cumplimiento de ese fin o propósito debemos orientar nuestra relación con Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén. Y la palabra nos dice:

“porque tú eres mi esperanza; oh Señor Dios, tú eres mi confianza desde mi juventud. De ti he recibido apoyo desde mi nacimiento; tú eres el que me sacó del seno de mi madre; para ti es continuamente mi alabanza.” (Salmos 71:5 al 6)

                                 

Es por eso, que en esta tarde y noche mi hermano, me interesa muchísimo:

• EN PRIMER LUGAR: Que cada uno de nosotros podamos conocer cuál es la voluntad de Dios para nuestra vida. Alguien podrá decir: Eso es fácil, porque yo sé que Dios tiene una voluntad buena, agradable y perfecta para mí vida, ver Romanos 12:2; y que además, cumple con todas las promesas que están establecidas en Su palabra. Y eso está muy bien mi hermano. Pero debes tener presente, que esa es la voluntad que está escrita en Su palabra, es decir: en Su voz escrita.
• EN SEGUNDO LUGAR: Que conozcas la razón de tu vida, porque entonces vas a vivir feliz y sabrás que mientras respiras, harás cosas que te lleven a cumplir tu propósito en tu vida secular, es decir: que si tu expectativa para tu vida es ser un profesional, hazlo. Pero no sólo debe de ser eso mi hermano, ya que tienes que pensar en todo lo que involucra a tu profesión, algunos se preguntarán ¿Y para qué? Bueno, la respuesta es sencilla, escúchala con mucha atención, ya que esto mi hermano, abrirá tus ojos, te quitara los velos y será tan maravilloso tanto para ti como para Dios, Padre.

Escuchen pues.

Es importante que conozcas la razón de tu vida terrenal para que seas de beneficio a la humanidad, es decir: para que por medio de tu trabajo o de tus ingresos mi hermano puedas beneficiar a alguien más, y esto mi hermano, el apóstol Pablo nos lo afirma diciendo: …Compartan con libertad y den con generosidad a los pobres. Sus buenas acciones serán recordadas para siempre, ver Segunda de Corintios 9:9, NTV. Además, el rey Salomón nos dice: El alma generosa será prosperada, y el que riega será también regado, ver Proverbios 11:25. Es por eso mi hermano, que “Servir al pobre es hacerle un préstamo al Señor;” por eso “Dios pagará esas buenas acciones”, ver Proverbios 19:17.

Por lo tanto ten presente, mi hermano.

Que “Dios puede darles a ustedes con abundancia toda clase de bendiciones, para que tengan siempre todo lo necesario y además les sobre para ayudar en toda clase de buenas obras. La Escritura dice: Ha dado abundantemente a los pobres, y su generosidad permanece para siempre. Pues es Dios quien provee la semilla al agricultor y luego el pan para comer. De la misma manera, él proveerá y aumentará los recursos de ustedes y luego producirá una gran cosecha de generosidad en ustedes.” (Segunda de Corintios 9:8 al 10) DHH y NTV.

Ahora, debemos saber que hay dos maneras de conocer la perfecta voluntad de Dios, y son:

1.- LA PRIMERA Y MÁS IMPORTANTE MI HERMANO: es leer la palabra, es decir: conocer lo que tiene la voz escrita de Dios establecida para nuestra vida cristiana, y.

2.- LA SEGUNDA: es la que se conoce como el propósito de Dios para mi vida.

Esto quiere decir mi hermano, que el propósito o plan divino de nuestro Padre celestial para nuestra vida la podemos ver desde dos pilares, es decir:

• DESDE EL PROPÓSITO TERRENAL, estos son nuestros afanes presentes y futuros, como ser: que comeremos, que beberemos, que vestiremos, nuestros estudios, con nuestros compromisos, ya sean familiares, de amistad, de noviazgo o de matrimonio, con nuestro trabajo y con quienes vamos hacer un negocio en nuestra vida, es decir: todo lo que involucra nuestra superación y logros personales. Sin embargo debemos tener presente, que nuestro Padre celestial tiene una voluntad al respecto de todo eso y que además esa voluntad es buena, agradable y perfecta. Y la palabra nos dice:

“….no se preocupen por su vida, que comerán o beberán; ni por su cuerpo, como se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa?” (Mateo 6:25)

Además, la palabra nos dice:

 “Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas le serán añadidas.” 
(Mateo 6:33)

• DESDE EL PROPÓSITO DIVINO, es aquí mi hermano, donde se encuentra en buena parte la voluntad de nuestro Padre celestial para nuestra vida, como ser: lo que ÉL quiere hacer y establecer en nosotros, es decir: cómo quiere que vivamos y como quiere que experimentemos en este mundo, como cristianos, nacidos de nuevo.

Ahora bien, en esta congregación podrá haber uno o más personas que se pregunten.

¿Yo sé que la escritura tiene establecida cosas bonitas para mí vida?

Pero sé que se harán en el tiempo del Señor y que a su debido tiempo las voy a conocer. 

Por eso te pregunto: 

¿Cuál era el propósito de María, la madre del Mesías?

Dar a luz, concebir al hijo de Dios, cuidarlo, formarlo para que el Hijo de Dios cumpliera su propósito. Es por eso que cada persona sobre la tierra tiene una razón de ser y de vivir.

Es por eso mi hermano, que lo que quiero trasladarte con este mensaje es que no seas de las personas que viven la vida mientras pasa. O sea, simplemente vivir por vivir, o aprender a subsistir, porque llegarás a viejo o vieja, y dirás: se me pasó la vida, ya pasó. Viví, aguante, ya sea la enfermedad, la escasez, a mi pareja, a mis hijos, a mis suegros…. Esto quiere decir mi hermano, que todos tenemos que tener una razón de existir; no podemos levantarnos y ver qué pasará, ya que si no le dices a la vida lo que va a suceder, la vida te lo va a decir a ti. Es por eso mi hermano, que necesitas saber cuál es la voluntad de Dios para tu vida.

Y esto es lo que me interesa a mí mi hermano, es decir: que conozcas la razón de tu vida, porque entonces vas a vivir feliz y sabrás que mientras respiras, harás cosas que te lleven a cumplir el propósito o plan divino que nuestro Padre celestial ha establecido para tu vida desde antes que estuvieras en el vientre de tu madre, ver Jeremías 1:5.

Ahora, les pregunto.

¿Quieren saber quién no cumplió su propósito o plan divino?

Bueno, podría mencionarles a varios personajes de la escritura. Pero por hoy, les mencionare solamente a tres personajes porque si no nunca terminaría esta enseñanza.

Escuchen pues.

Adán y Eva, y Sansón. Recuerden que Sansón se perdió, es decir: que no usó la oportunidad de vida que tenía y se la perdió, pues murió antes de tiempo. Pero deben tener presente, que esta no era la forma que el Señor había planeado la vida de ese hombre. Recuerden, que el propósito que Dios había predestinado para Sansón era el de ser el justiciero de Israel. Pero, hubo una mujer que logró persuadirlo, engañarlo y por eso perdió su norte, es decir: el propósito o plan divino que nuestro Padre celestial había establecido para su vida y para la vida de su pueblo. Esto quiere decir mi hermano, que cuando los seres humanos sabemos para qué estamos en esta tierra, no habrá nada ni nadie que nos aparte de eso.

Es por eso, que usted y yo mi hermano, debemos tener presente, que nosotros fuimos diseñados para hacer lo que Dios dijo que debíamos hacer, es decir: que fuimos hechos de tal manera que lo que vamos hacer es algo para lo cual Dios nos preparó y nos hizo de esa manera. Recordemos, que esos hombres conocían la voluntad de Dios, pero se salieron de ella. Además, recuerden, que Adán y Eva hicieron que los planes de Dios cambiaran, en el momento que pecaron. Es por eso que cada vez que pecamos, debemos estar conscientes que el rumbo de nuestra vida puede cambiar por el pecado que cometimos. Pero deben tener presente que Dios comenzó haciendo a un hombre y a una mujer y que los plantó en el huerto del Edén y que allí les hizo saber Sus planes y Sus proyectos pero desde que ellos pecaron, nuestro Padre celestial se dedicó a restaurar la vida de ese hombre y de esa mujer, y de las generaciones siguientes. Es por eso, que te pregunto.

¿A dónde estás llevando tu vida?

¿Has leído donde dice: “Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”?

Con esto te quiero decir: que debes pedir que la voluntad de nuestro Padre celestial se establezca en la tierra como en el cielo, solo hazlo mi hermano, que esperas, entrégate al Señor para conocerlo y así podrás pedirle por medio de la oración, que te revele el propósito o plan divino que tiene establecido para tu vida, pues solo así sabrás ¿Dónde estás? ¿Adónde vas? ¿Qué va a ser de tu familia? ¿Qué va a ser de tu vida? Sabías que ¿María sabía cuál era la voluntad de Dios para Jesús? Sabías que ¿Los padres de Sansón sabían cuál era la voluntad de Dios para su hijo? Además, también sabías que ¿Abraham conocía cuál era la voluntad de Dios para Isaac? Sí lo sabían. Es por eso mi hermano, que mi intención de esto es que salgas con la inquietud de saber qué quiere Dios de ti, ya que Él quiere que seas un buen padre, un buen hijo, un buen yerno, un buen trabajador, pero hay más que eso, porque has pasado ciertas circunstancias en la vida que te han preparado para cumplir el propósito que nuestro Padre celestial quiere para ti y no para mí. 

Es por eso mi hermano, que te pido con humildad que busques al Señor, que sometas tu voluntad a la voluntad del Señor, ver Juan 3:30, que dobles rodillas y le pidas al Señor que te muestre tu propósito o plan divino que tiene establecido para tu vida, y no te permitas llegar al momento de terminar tu vida en la tierra sin haberlo cumplido.

Ahora, permítanme darles tres razones por la que fuimos creados, y que vienen a completar lo que es el propósito o plan divino de Dios para nuestras vidas:

1.- PRIMERA RAZÓN: LA SALVACIÓN.

Deben tener presente, que la salvación se da cuando reconocemos nuestros pecados. Esto quiere decir mi hermano, que hemos reconocido que nuestros pecados tienen un perdón por medio de Jesucristo, nuestro redentor, es decir: nuestro autor y consumador de la fe, ver Hebreos 12:2. Además, permítanme recordarles, que para obtener la salvación es necesario cumplir con los siguientes requisitos, como ser: oír el evangelio, arrepentirse de sus pecados, creer en Jesucristo y el más importante, la obediencia, y esto se da mi hermano, cuando confesamos con un corazón genuino que Jesús es nuestro Señor y salvador. Además, deben tener presente, que la  salvación se da por medio de la gracia, es decir: por la fe, no por obra.

Y mi biblia dice:

“Porque tanto amo Dios al mundo, que dio a su hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16)

Además, la palabra nos dice:                                                                                             

“Que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios le levantó de entre los muertos, serás salvo.” (Romanos 10:9)

                                                                                                         

2.- SEGUNDA RAZÓN: LA SANTIDAD.

Deben tener presente mi hermano, que no puede haber santidad sin haber obtenido antes la salvación, y esta se da aceptando a Cristo Jesús en nuestro corazón. Además, deben tener presente, que al estar en santidad hemos sido llamados aparte para ser la luz del mundo, para ser la sal del mundo y para ser el ejemplo en este mundo. Ahora, podrá haber más de alguno en esta congregación que se pregunte ¿Cómo lograré esto? Bueno, la respuesta es sencilla mi hermano, escucha: entregándose a nuestro Señor Jesucristo en plenitud, no a medias, porque solo así el rostro de Cristo Jesús se muestra en nuestro rostro y esto nos lo afirma el apóstol Juan diciendo: Yo conozco tus obras…puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca, ver Apocalipsis 3:15 al 16. Y la palabra nos dice:

“Porque para el Señor tu Dios tu eres un pueblo santo; él te eligió para que fueras su posesión exclusiva entre todos los pueblos de la tierra.” (Deuteronomio 7:6)

Además, la palabra nos dice:

                                                                                             

“Más bien, sean ustedes santos en todo lo que hagan, como también es santo quien los llamo; pues está escrito: sean santos, porque yo soy santo.” (Primera de Pedro 1:15 al 16)

  3.- TERCERA RAZÓN: EL SERVICIO.

Esto quiere decir mi querido hermano.

• EN PRIMER LUGAR: Que desde que llegas a una congregación como oyente debes comenzar a dimensionar en tu caminar, es decir: que de oyente debes pasar a ser oveja y de oveja debes pasar a ser hijo espiritual. Esto quiere decir mi hermano, que debes comenzar a discipularte para llegar a ser un Huios de Dios, es decir: una persona madura espiritualmente, es decir: una persona que tiene facilidad para humillarse y ejemplo de ello lo podemos ver en nuestro Señor Jesucristo. Recuerden, que en una ocasión nuestro Señor Jesucristo se quitó su manto y se puso una toalla en su cintura y comenzó a lavarles los pies a sus discípulos, ver Juan 13:4 al 5.
• EN SEGUNDO LUGAR: Que todos los creyentes o convertidos debemos de servirle a nuestro Señor Jesucristo, ya que esto es parte del propósito o plan  divino que nuestro Padre celestial a establecido desde antes de estar en el vientre de nuestra madre para nuestra vida, ver Jeremías 1:5. Y la palabra nos dice:

“Quien quiera servirme, debe seguirme; y donde yo este, allí también estará mi siervo. A quien me sirva, mi Padre lo honrara.” (Juan 12:26)

Además, la palabra nos dice:                                                                                             

“Que todos nos consideren servidores de cristo, encargados de administrar los misterios de Dios. Ahora bien, a los que reciben un encargo se les exige que demuestren ser dignos de confianza.” (Primera de Corintios 4:1 al 2)

                                                                                                 

AHORA, LES PUEDO ACONSEJAR

A ustedes, cristianos, que busquen en su biblia en el libro de Génesis capítulo 37: 23 al 28, y lo lean,  ya que aquí encontraran lo que le sucedió a José el hijo de Jacob, es decir: Israel.

Mejor permítanme enseñarles, porque quiero que lean esos versículos.

Escuchen pues.

Porque José, el hijo de Israel, es todo un ejemplo del hombre y la mujer que Dios quiere en su ejército, en su iglesia. Además, Dios está buscando hombres y mujeres que como José se mantengan confiando en Él; hombres y mujeres que no les importe donde estén, con quien estén, que no les importe cuán difícil sea su situación o su aflicción; hombres y mujeres que entiendan que esos momentos difíciles son parte del propósito de Dios para su vida.

Por lo tanto, deben tener presente, que nuestro Padre celestial tiene un propósito para sus vidas y lo que puedan estar pasando hoy en día es parte de la preparación para ese propósito, no te rindas, recuerda: si José pudo tú también puedes. Y la palabra nos dice:

“….¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.” (Josué 1:9)

EN CONCLUSIÓN

LA BIBLIA NOS HABLA:

“Pidan a Dios, y él les dará. Hablen con Dios, y encontrarán lo que buscan. Llámenlo, y él los atenderá. Porque el que confía en Dios recibe lo que pide, encuentra lo que busca y, si llama, es atendido.” (Mateo 7:7 al 8) TLA  

                                           

Ahora, podemos concluir.

Que es necesario hoy más que nunca que nosotros los hijos del Dios altísimo identifiquemos, con ayuda de nuestro padre celestial, cuál es nuestro propósito en esta vida, porque de esa manera no caeremos en la dispersión de esfuerzos, ya que cuando estamos bajo Su voluntad, encontramos el norte y por lo tanto mi hermano, todo lo que realicemos en esta vida prosperará y fructificará, tanto en lo material como en lo espiritual. 

Es por eso mi hermano, que es de mucha importancia para nuestra vida el poder movernos alrededor del propósito, o plan divino, o plan original que nuestro Padre celestial tiene establecido para nuestra vida, desde antes de estar en el vientre de nuestra madre, ver Jeremías 1:5. Amén.

Por lo tanto, les pido un favor iglesia de Cristo Jesús.

Cuando lleguen a su casa entren a su Seter, es decir: a su habitación secreta, para tener intimidad, comunión y comunicación con nuestro Padre celestial y estando allí mi hermano, dobla rodillas y pídele de corazón, que te revele cuál es Su voluntad para tu vida, es decir:

• Para qué estás aquí en la tierra.
• Qué misión tiene para ti en esta vida.
• Cuáles son Sus proyectos y Sus planes para tu vida cristiana.

Si ya conoces cuál es tu propósito o plan divino mi hermano, no te preocupes. Pero, si aún no lo tienes mi hermano, pídeselo. Recuerda, que él es un Dios misericordioso.

06 de diciembre de 2014

Ministerio Familiar Bonilla-Velásquez