QUÉ EMERGE DE NUESTRO INTERIOR….

LA BIBLIA NOS HABLA:

 “Jesús contestó: Si tan sólo supieras el regalo que Dios tiene para ti y con quién estás hablando, tú me pedirías a mí, y yo te daría agua viva.” (Juan 4:10) NTV.

En este día quisiera comenzar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo, que usted y yo tenemos que seguir el ejemplo que nos dejó el único hombre perfecto que ha existido sobre la tierra, llámese: Señor Jesús... Jesús, es decir: Cristo Jesús, es decir: Jesucristo, es lo más grande que ha caminado sobre la tierra, pero la perspectiva que tenían sobre Él: Los fariseos, los saduceos, los herodianos, los escribas e incluso sus propios discípulos; Era distinta... Por ejemplo: ¿Cómo lo muestra Mateo?, ¿Cómo lo muestra Marcos?, ¿Cómo lo muestra Lucas y cómo lo muestra Juan? Bueno... Mateo: Como Rey (León); Marcos: Como Siervo (Buey); Lucas: Como Hombre (Hombre), y Juan: Como: Espíritu, es decir: Como Dios (Águila)… y Juan nos deja ver claramente, que estaba enamorado de Él... Pero, ¿En dónde dejamos a Pedro?… Cuando Jesús resucitó, dice la Palabra, que cuando María magdalena le comentó a Pedro y al otro discípulo a quien Jesús amaba que el cuerpo de Jesús no se encontraba en el sepulcro. Ambos, corrieron juntos hacia el sepulcro; Juan el discípulo a quien Jesús amaba llegó primero, pero NO entró, ver Juan 20:3 al 9 LBLA... y es aquí en donde surge la pregunta de los 20 pesos: Si Juan llegó primero, ¿Por qué no entró al sepulcro? Porque tenía que entrar primero la decisión… Pedro representaba la madurez... Pedro representaba la autoridad… Pedro representaba la decisión… Nosotros tenemos que respetar y obedecer a nuestras autoridades, porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas, ver Romanos 13:1 al 7, pero el punto es que usted y yo hermano, tenemos que respetar a nuestras autoridades, llámense: Pastor, líder, presidente, gobernador, policía, maestro, jefe, entre otros... pero ese no es el punto, el punto es que Juan y Pedro son los únicos discípulos del Señor que describen la relación entre Jesús y el agua... Pedro nos dice: “Pues cuando dicen esto, no se dan cuenta de que los cielos existían desde hace mucho tiempo, y también la tierra, surgida del agua y establecida entre las aguas por la Palabra de Dios.”, ver Segunda de Pedro 3:5... Lo que interesa de este versículo es la frase, que dice: Surgida del agua y establecida entre las aguas por la Palabra de Dios, porque cuando contextualizamos esa frase con su contexto, es decir con el versículo 1 del capítulo 24 del libro de los Salmos RVR 1960, que dice: “De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan. Porque Él la fundó sobre los mares (Aguas), Y la afirmó sobre los ríos (Aguas).”… Nos deja ver claramente, que la tierra, que la vida, que la creación brotó del agua, ¿Qué le quiero decir? Que el agua esta íntimamente ligada con la vida... y es aquí en donde surge nuevamente la pregunta de los 20 pesos: ¿Qué significa el agua y cómo la ve Juan? Porque el que destapó la botella primero fue Pedro... Pero, ¿Cómo ve Juan, el apóstol, la relación entre Jesús y el agua?, ¿Cómo la vio? Bueno... Para eso, tenemos que abrir nuestras Biblias en el libro de Juan, en el capítulo 1:31 RVR 1960, para que el Señor nos muestre esa asociación, pero antes permítame decirle amado hermano, que esa asociación, llámese: Señor Jesús con el agua, nos evidenciará nuestra evolución... Nos mostrará lo que tiene que fluir y brotar de lo más profundo de nuestro ser... En otras palabras, nos mostrará... Escuche con atención: Nos mostrará lo que tenemos que corregir, buscar, encontrar y seguir.

“Y yo no le conocía, pero para que Él fuera manifestado a Israel, 
por esto yo vine bautizando en agua.”

Juan el Bautista es el que está hablando ahí, pero Juan, el apóstol. Es, el que lo reporta...

Según el Evangelio de Marcos, Jesús fue bautizado en el río Jordán... Marcos, el discípulo del apóstol Pedro lo relata de la siguiente manera: Y sucedió en aquellos días que Jesús salió de Nazaret, que está en la región de Galilea, y Juan el Bautista lo bautizó en el Jordán. En el momento de salir del agua, Jesús vio que el cielo se abría y que el Espíritu bajaba sobre Él como paloma. Y se oyó una voz del cielo, que decía: “Tú eres mi Hijo amado, a quien he elegido.”, ver Marcos 1:9 al 11 DHH... Eso es hermoso, pero ese no es el punto, el punto es que Juan el Bautista bautizaba con agua para que el pueblo de Israel se diera cuenta de quién era Jesús, PDT, pero la prioridad era que el autor de la vida, llámese: Jesús se hiciera uno con el agua... En otras palabras, se humillará, ¿Y por qué digo eso? Porque Jordán, significa: El que desciende... ¿Y quién es el que ha descendido del cielo? Este es un mensaje encriptado, “Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo; es decir, el Hijo del hombre.”, ver Juan 3.13 DHH, ¿Qué le quiero decir? Que el que descendió a las aguas del Jordán es el mismo que descendió del cielo... y cuando vemos su contexto en el libro de Efesios capítulo 4:9 al 10 TLA, nos damos cuenta: Que el que bajo del cielo es el mismo que “...Bajó a las partes más profundas de la tierra para después subir a lo más alto del cielo, para llenar todo el universo.”, pero ese no es el punto, aunque es hermoso, el punto es que el apóstol Juan nos está mostrando desde la óptica del amor que Jesús se humilló en el agua... ¿Usted sabe lo que tuvo que pasar Jesús para ser bautizado? Juan NO lo quería bautizar, le decía: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿Y tú vienes a mí? Y Jesús, le decía: Permítelo ahora; porque es conveniente que cumplamos así toda justicia.”... Allí se libró una batalla de humildades... Pero, ¿Quién le puede ganar a Jesús en humildad? Nadie, pero ese no es el punto, el punto es que el bautizo en agua representa una humillación y la humillación tiene que ser personal... por eso consejo: Despojémonos del yo... Despojémonos de nuestra voluntad, para que el Señor de señores crezca en nosotros, ver Juan 3:30, Amén...

Nosotros tenemos que hablarle a la gente del bautizo en agua; No lo demos por sentado… De vez en cuando comuniquemos lo que representa el bautizo en agua... Por ejemplo: Si usted le dice a la gente, pero con versículos Bíblicos: El bautizo en agua es el enganche de la muerte, porque mata el alma y la resucita para que viva una vida nueva, ver Romanos 6:3 al 4 DHH, le aseguro que se van a bautizar. Entendieron... Entonces, si entendieron, ¿Qué dije? Dije: Nosotros somos seres trinos, es decir que tenemos Espíritu, alma y cuerpo y nuestro Espíritu estaba muerto, “Y Él os dio vida a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados.”, ver Efesios 2:1... Eso quiere decir que nuestro Espíritu estaba muerto y que Cristo lo resucito, por eso es que dice la Palabra: El primer Adán fue hecho alma viviente y el postrer Adán tenía un Espíritu vivificante, es decir: Que da vida, ver Primera de Corintios 15:45... Nuestro Espíritu estaba muerto y cuando aceptamos a Cristo resucitó... por otro lado, desafortunadamente, nuestro cuerpo se va desgastando; Se va muriendo día con día, Amén...

Yo quisiera tener un retrato como el de Dorian Gray en mi casa, pero no existe y no se puede. A veces le pido al Señor en oración, que me regrese el cuerpo cuando tenía 18 años… Nada me hacía daño, comía lo que fuera y a la hora que fuera y no me hacía daño… Me desvelaba hasta tres días seguidos y no me hacía daño... Jugaba todo el día y no me cansaba, pero no se puede; Si el Señor no viene, Su cuerpo y mi cuerpo, que se miran tan hermosos, se van a morir... Seamos realistas, nos vamos a morir, pero nuestro cuerpo no se va a quedar en la tumba... Pero, ¿En dónde queda el alma? Porque el Espíritu, que estaba muerto, resucitó y el cuerpo en algún momento de nuestra vida se va a morir, a menos de que el Señor nos quiera llevar por medio de la Exanastasis (G 1815), pero nuestra alma tiene que morir... Pero, ¿Cuándo? Todos los días; Mientras esté en nuestro cuerpo, porque si se sale se muere nuestro ser integral... y eso no lo digo yo, Juan Carlos Bonilla Guerrero, lo dice la Biblia, ya que dice: Había muchas lámparas en el aposento alto donde estábamos reunidos; y estaba sentado en la ventana un joven llamado Eutico; Y como Pablo continuaba hablando, Eutico fue cayendo en un profundo sueño hasta que, vencido por el sueño, cayó desde el tercer piso y lo levantaron muerto. Entonces Pablo bajó y se tendió sobre él, y abrazándolo, dijo: ¡No os alarméis, que su alma está en él!, ver Hechos 20:8 al 10 Biblia Textual Tercera Edición. En otras palabras, ¡No os alarméis, porque su alma no se salió de su cuerpo!... por otro lado, el Espíritu puede salir del cuerpo sin afectar el alma y el cuerpo... “Conozco a un seguidor de Cristo, que hace catorce años fue llevado al tercer cielo. No sé si fue llevado en cuerpo o en espíritu; Dios lo sabe.”, ver Segunda de Corintios 12:2 DHH... Entonces, el Espíritu puede salir de nuestro cuerpo e ir a un determinado lugar... Pero, ¿A qué? A batallar, a reprender y a aprender… por otro lado, nuestra alma no se puede salir del cuerpo, porque si se sale se nos muere nuestro ser integral, (Espíritu, alma y cuerpo)... ENTENDIERON.

El alma está presa en nuestro cuerpo... y nosotros la tenemos que matar y resucitar, y el enganche es el bautizo en agua, y la continuación es la santa cena y la ofrenda... La ofrenda puede matar el alma y resucitarla... Si el Señor le revela lo siguiente: Hijo mío cuánto traes en tu bolsillo; Señor traigo todo lo del mes, pero ya diezme Señor; Muy bien hijo mío, pero aun así dame todo lo que traes en tu bolsillo; Señor, ¿Cómo voy a subsistir el resto del mes? Dámelo. Hijo mío, ¿Usted cree que esa persona está dispuesta a morir? Yo, NO lo creo. Lo más seguro es que esa persona se va a poner a reprender, en vez de decir: Bueno es el Señor; Voy a morir, ¿Qué le quiero decir? Que la asociación del bautizo en agua, es decir del agua con Jesús es = a humillarse y la humillación es = al ejemplo a seguir, llámese: Señor Jesucristo... por eso consejo: “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte a su debido tiempo.”, ver Primera de Pedro 5:6... Recuerde, que “...el Señor resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes.”, ver Primera de Pedro 5:5, Amén.

Hermano; Hermana, anhelemos esa agua y echemos nuestro pan sobre las aguas…

Ahora, miremos Juan capítulo 2:9:

“Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, y como no sabía de dónde era (Pero los que servían, que habían sacado el agua, lo sabían), el maestresala llamó al novio.”

El contexto de este versículo nos deja ver claramente, que está hablando, en primer lugar: De la obediencia; De ser obedientes... y en segundo lugar: De la transformación... El agua que nace en el corazón del Señor nos puede transformar: La flaqueza, la debilidad, la apatía, la indecisión y el desaliento; En fuerza... El agua viva puede sacar fuerza de donde ya no hay nada, ¿Y por qué digo eso? Porque dice la Palabra que Jesús le dijo a los que servían el vino que llenarán las seis tinajas de barro que servían para el rito de la purificación de agua, porque estaban vacías, ¿Qué problema? No tenían agua ni vino, pero ese no es el punto, el punto es que cuando nosotros nos encontremos vacíos, es decir: Sin fuerzas, tenemos que tener presente, que el agua viva, llámese: Señor Jesucristo, sacará de nuestra flaqueza, la fuerza, ¡En medio de la debilidad¡ ¡En medio de la angustia! ¡En medio de la aflicción! ¡En medio de la prueba!, por eso es que dice la Palabra: “Si eres flojo en el día de trabajo, Tu fuerza será reducida.”, ver proverbios 24:10 RVR 1960… En otras palabras, si dejamos de trabajar en el día del conflicto; Nuestra fuerza disminuirá. Entre paréntesis, cuando nos sintamos sin ganas de trabajar para el Señor, porque “Todo lo que hacemos, lo tenemos que hacer de corazón, como para el Señor y no para los hombres, sabiendo que del Señor recibiremos la recompensa de la herencia...”, ver Colosenses 3:23 al 24, pero el punto es que cuando nos sintamos sin ganas de trabajar, es decir: Débiles o decaídos o desalentados o tristes o deprimidos o enfermos, es decir: Llenos de problemas, nos tenemos que levantar con ánimo... Nos tenemos que sacudir aunque el cuerpo nos diga; Estoy ardiendo en fiebre... Nos tenemos que levantar diciendo, pero con Fe: “...Diga el débil: Fuerte soy.”, ver Joel 3:10, porque el Señor... Escucha con mucha mayor atención: Porque el Señor nos restituirá las fuerzas en el momento que estemos exclamando, pero con Fe: Fuerte soy. CRÉELO, y esto lo digo por experiencia... Cuando me está lloviendo hasta por debajo de la lengua, digo: Padre Santo, ¿Qué hago ahora?, ¿Y quiere saber lo que hago? Lo que dice la Palabra: “Someteos a Dios. Resistid, pues, al diablo y huirá de vosotros.”, ver Santiago 4:7, ¿Y por qué cree, que digo eso? Porque, “...Si Dios es por nosotros, ¿Quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿Cómo no nos dará también con él todas las cosas?”, ver Romanos 8:31 al 32 RVR 1960… por eso consejo: Nos encontremos vacíos, es decir: Sin fuerzas... Levantémonos y no miremos atrás... o como dice el cántico: He decidido seguir a Cristo... He decidido seguir a Cristo... He decidido seguir a Cristo… No vuelvo atrás; No vuelvo a atrás... ¡NO VOLVAMOS ATRÁS!

Ahora, miremos Juan capítulo 3:5:

“Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.”

Este versículo al igual que el versículo 31 del capítulo 1 del libro de Juan nos habla del bautizo en agua, pero bajo la perspectiva de entrar a otra dimensión... Ya no habla de humillarse... Ya no habla de matar el alma... Ya no habla de matar a nuestro yo, sino de entrar a una nueva dimensión, pero antes de entrar se tiene que ver... Nazco de nuevo; Veo, ver Juan 3:3. Nazco de agua y del Espíritu; Entro en el reino de Dios... Y es aquí en donde el Señor nos comienza a despojar del viejo hombre, es decir: De la vieja naturaleza que se corrompe según los deseos engañosos (Y que pueden ser tantas situaciones anómalas de nuestra vida), para que podamos heredar, ver Efesios 4:31... No es lo mismo ver, entrar y heredar… Dice la Palabra en Primera de Corintios capítulo 6:9 al 10: “¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: Ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios.”... y es aquí en donde surge nuevamente la pregunta de los 20 pesos: ¿Podrá entrar al reino de Dios alguna persona de las que enfatizo el apóstol Pablo?, ¿Y se podrá salvar?... ¿Qué se necesita para ver el reino de Dios? Nacer de nuevo (Aceptar a Cristo), ver Juan 3:3... ¿Qué se necesita para entrar en el reino de Dios? Nacer de agua y del Espíritu, y otro montón de cosas, ver Juan 3:5... ¿Y qué se necesita para heredar el reino de Dios? Despojarse del viejo hombre, es decir: Quitarse las mañas... Ahora, las personas que menciona el apóstol Pablo y el apóstol Juan en el libro de Apocalipsis capitulo 22:15 RVR 1960, es decir: Los injustos, los inmorales, los idolatras, los adúlteros, los afeminados, los homosexuales, los ladrones, los avaros, los borrachos, los difamadores, los hechiceros, los homicidas y todos los que aman y practican la mentira... Según los contextos Bíblicos, nacieron de nuevo y fueron bautizados en agua, ver Hechos 2:38, pregunto: ¿Pierden la salvación, o será que estando en esa condición entran en el reino de Dios?, ¿Qué cree usted?... El capítulo 5 del libro de Primera de Corintios nos deja ver claramente, que un cristiano nacido de nuevo y bautizado, se acostaba con la esposa de su padre y en el capítulo 7 lo vemos restaurado... Pero, ¿Qué sufrió para ser restaurado? “Entregad a ese tal a Satanás para la destrucción de su carne, a fin de que su espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.”, ver Primera de Corintios 5:5... CLARO, nosotros NO sabemos cuánto lazo nos da el Señor... Unos lo tienen kilométrico y otros lo tienen en centímetros... Tenemos que tener cuidado, porque el lazo nos puede ahorcar... por eso consejo: Conozcamos lo que le agrada al Señor y lo que aborrece... Por ejemplo: La blasfemia contra el Espíritu Santo, ver mateo 12:31 al 32, pero ese no es el punto, el punto es que cuando uno comete un error, sea cual sea, el Señor, nos entrega a satanás, PERO NO PARA VENGARSE, sino, para arrepentimiento, porque la tristeza que proviene de Dios produce un arrepentimiento que conduce a la salvación; pero la tristeza que proviene del mundo produce muerte, ver Segunda de Corintios 7:10… por eso: Lo peor que le puede pasar a alguien que ha cometido un pecado es que no le pase nada, pero si no le pasa nada quiere decir que no tiene un trato con Dios y no va a tener la capacidad para arrepentirse... Yo creo que más de algún cristiano va a morir en pecado, pero se va a salvar, siempre y cuando no cometa algún pecado que lleva a la muerte, ver Primera de Juan 5:16, pero va a perder galardones y la va a pasar muy mal, ¿Qué le quiero decir? Que el agua viva, llámese: Espíritu Santo, es la única fuente que nos puede ayudar a limpiar las vestiduras para que podamos heredar, es decir: Alcanzar la salvación, es decir: El arrebatamiento... Por eso consejo: Queremos limpiar nuestras vestiduras... Queremos alcanzar el arrebatamiento... Entonces, Busquemos primeramente el reino de Dios y su justicia, ver Mateo 6:33, Amén.

Ahora, miremos Juan capítulo 4:14:

“Pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna.”

Este versículo habla del Espíritu Santo y el Espíritu Santo... Escuche: Nos está invitando a seguir avanzando en el rio del Señor... Si tienes el agua a los tobillos, avanza 500 metros más para que te llegue a las rodillas. Entre paréntesis, SI aún NO has comenzado este camino. Pídeselo al Señor, pero con Fe... Si el agua te llega a las rodillas, avanza 500 metros más para que te llegue a la cintura, y SI ya la tienes a la cintura avanza 500 metros más para que te sumerja completamente en el rio del Señor; En el rio de su corazón, Amén.

El río del Señor, nos acerca al trono de Su gracia.
El río del Señor de señores, nos acerca al trono de Su amor.

¿Qué le quiero decir?

Que el río de Dios, calma toda tempestad.
Que el río de Dios, alumbra nuestra oscuridad.
Que el río de Dios, nos hace libres; Rompe nuestras cadenas.

Por eso consejo: Sumerjámonos en el río de Dios para que el Espíritu Santo obre en nosotros. El Espíritu Santo quiere ganar nuestras batallas; El Espíritu Santo quiere afirmar nuestros pies sobre la Roca, ¿Qué le quiero decir? Que EN EL Espíritu Santo hay victoria en el nombre de Cristo... Y recuerde: Que NO es por vista, sino por Fe, ver Segunda de Corintios 5:7, Amén.

Ahora, miremos Juan capítulo 5:3:

“En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos que esperaban el movimiento del agua.”

Esta agua nos habla de misericordia; De la misericordia que tuvo el Señor Jesucristo por un hombre que tenía treinta y ocho años de estar enfermo, y si lo hizo con él... Me pregunto y le pregunto: ¿Qué hará en nosotros? Todo, y todo es todo hermano, porque Él, es decir Cristo Jesús, nos compró con su sangre, es decir: Nos escogió, nos amó y nos sigue amando, ¿Qué le quiero decir? “Que las misericordias del Señor jamás terminan, pues nunca fallan sus bondades; Son nuevas cada mañana; ¡Grande es su fidelidad!”, ver Lamentaciones 3:22 al 23, ¿Qué le quiero decir? Que el Señor se acuerda de nuestras penas, de nuestro dolor, de nuestro temor, de nuestra aflicción, de nuestra angustia y si Él se acuerda de nuestros problemas, nosotros tenemos que hacer lo mismo por los demás... Recuerde, que el Espíritu Santo nos quiere transformar desde adentro para que nos convirtamos en una fuente de agua viva, ¿Para qué? Para que desbordemos y seamos canales de bendición hacia otros...

Ahora, miremos Juan capítulo 7:37 al 38:

“Y en el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz, diciendo: Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba. El que cree en mí, como ha dicho la escritura: De lo más profundo de su ser brotaran ríos de agua viva.”

Este versículo habla claramente del Espíritu Santo, “Pero Él decía esto del Espíritu, que los que habían creído en Él habían de recibir; porque el Espíritu no había sido dado todavía, pues Jesús aún no había sido glorificado.”, ver Juan 7:39, ¿Qué le quiero decir? Que el Espíritu Santo, nos acerca a Dios... En otras palabras, nos hace tener una buena relación con Dios... y esa relación nos hará vivir bajo Su Gracia, Misericordia y Amor, es decir: En libertad, pero en el Espíritu, y esa libertad nos catapultara a vivir en paz con todos y en santidad, ver Hebreos 12:14... La santidad que necesitamos para alcanzar el arrebatamiento, ver Primera de Tesalonicenses 4:13 al 18... Por eso consejo: ¿Queremos alcanzar el arrebatamiento?... Escuche con mucha atención: Afirmemos nuestros pies sobre la Roca... En otras palabras, comencemos a avanzar en el rio de Dios hasta que no lo podamos cruzar a pie, sino a nado.

Recuerde: No importa como iniciamos; Lo importante es cómo vamos a terminar.

Ahora, miremos Juan capítulo 9:7 al 8:

“Y le dijo: Ve y lávate en el estanque de Siloé (Que quiere decir, Enviado). Él fue, pues, y se lavó y regresó viendo. Entonces los vecinos y los que antes le habían visto que era mendigo, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba?”

Esto es hermoso amado hermano, porque los ríos de agua viva, llámese: Espíritu Santo, nos devuelve la vista, y la vista Espiritual que nos deja ver claramente, que nos podemos acercar confiadamente al trono de la Gracia... Al trono del Amor, “Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia...”, ver Hebreos 4:16, ¿Qué le quiero decir? Que EN EL trono de la gracia hallamos la ayuda oportuna... En otras palabras, sana nuestras heridas y cubre nuestra vergüenza, es decir: Nos da alegría y paz en medio de la tormenta... En otras palabras, derriba nuestras murallas y nos rompe las cadenas, es decir: ¡Nos da la victoria!... por eso consejo: Rindamos nuestra servís al Señor... Rindamos nuestra voluntad al Señor, ya que Su eterno amor nos devolvió la vida y vida eterna, Amén.

Recuerde: Donde se encuentra el Espíritu de Dios, hay libertad.
Recuerde: Donde se encuentra el Espíritu de Dios, se puedo adorar.

¿Qué le quiero decir?

Que en medio de la alabanza y de la adoración se puede quebrantar cualquier enfermedad... Que en medio de la alabanza y de la adoración nos pueden restituir lo que perdimos a causa de la langosta, del pulgón, del saltón y de la oruga, ver Joel 2:25… por eso consejo: Avancemos en el en el rio del Señor, que nace de lo más profundo de su bendito corazón.

En el río de Dios; Hay vida.
En el río de Dios; Hay gozo y somos libres.

Por eso quisiera terminar esta maravillosa enseñanza del Señor de señores diciendo:

Espíritu Santo Bienvenido a este lugar.
Jesucristo bienvenido a este lugar.
Padre omnipotente de gracia y amor bienvenido a este lugar.

Bienvenido Espíritu de Dios, damos gloria solo a ti Señor... Bienvenido Espíritu de Dios, hoy rendimos coronas a tus pies... Bienvenido Espíritu de Dios, damos gloria solo a ti Señor... Bienvenido Espíritu de Dios, hoy rendimos coronas a tus pies (Miel san Marcos)


14 de Septiembre de 2019
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo

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