LA PROSPERIDAD SUS ENEMIGOS
LA BIBLIA NOS HABLA:
“Será
como árbol firmemente plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su
tiempo, y su hoja no se marchita; en todo lo que hace, prospera.” (Salmos 1:3)
Hoy en día muchas
personas no cristianas y peor aún cristianas, piensan que la prosperidad se
circunscribe únicamente a lo material, a lo económico, al dinero… pero eso no
es así. Ejemplo de ello lo podemos ver en el libro de Génesis, en el capítulo
24:21 RVR 1960, cuando Eliazar, el siervo de Abraham, se quedó observando en
silencio a la doncella, es decir: a Rebeca “…para
saber si Jehová había prosperado su viaje, o no.”, y cuando vemos otra
versión, dice: “…para ver si el Señor había coronado su viaje con el éxito.” NVI.
Entonces, la prosperidad habla de éxito, pero cuando miramos qué es el éxito,
otra vez tenemos el mismo problema, porque las mismas personas piensan… otra
vez, que tener éxito es tener cosas materiales solamente… Es por eso, que el médico
Lucas en el libro de los Hechos de los apóstoles, en el capítulo 13:19, nos dice:
“…arrepentíos y convertíos, para que
vuestros pecados sean borrados, a fin de que tiempos de refrigerio vengan de la
presencia del Señor,”. Pero, cuando vemos este versículo en la versión
antigua de la Concordancia Strong dice: Andrónikos, que significa: el hombre de
la victoria, hombre de éxito. Esto quiere decir que el hombre de éxito es el
que se logra arrepentir, porque cambió su mente (Metanoia). En otras palabras
lo que trato de decirle es que ha cambiado su manera de pensar y por eso
se convierte a Cristo y por eso sus pecados son borrados… y es entonces cuando
se convierte en un hombre de éxito, o mejor dicho: en un hombre verdaderamente
próspero…
Ahora, si yo le
dijera a usted: hágame un dibujo de un hombre próspero, lo más seguro es que
usted lo dibujaría bien vestido, con muchas joyas, con un buen coche, con
dinero… porque ese es el concepto que las
personas tienen de la prosperidad, y claro, la prosperidad también abarca las cosas
materiales… Pero, dentro de las cosas que YO quiero enseñarle a usted, cuando
hablo de la prosperidad, es de como nuestro Padre celestial transforma la
maldición en bendición y como Él toma el número 13, el número de rebelión, de
maldición, de apostasía… y lo transforma en un día de alegría, de gozo, de júbilo,
de gloria, de luz… porque dice la voz escrita de Dios Padre, que en ese día Amán
hijo de Hamedata, iba a cumplir un decreto real, ya sé que usted lo sabe pero
permítame recordarle, que cuando el rey Asuero honró a Amán ascendiéndolo a un
puesto más alto que el de todos los demás… todos los servidores del palacio
asignados a la puerta del rey se tenían que arrodillar ante él, pero Mardoqueo
no lo hacía, por eso Amán se enfureció, por eso Amán le dijo al rey Asuero: “Hay
cierto pueblo disperso y diseminado entre los pueblos de todas las provincias
del reino,” y que “…¡No obedecen las leyes del reino, y a Su Majestad no le
conviene tolerarlos! Si le parece bien, emita Su Majestad un decreto para
aniquilarlos…Entonces el rey se quitó el anillo que llevaba su sello y se lo
dio a Amán hijo de Hamedata…” Entonces Amán tomó el sello e hizo un decreto,
que decía: en “…el día trece del mes
duodécimo, el mes de adar.”, todos los judíos deben ser exterminados… pero
el punto central de esto hermano es que cuando un rey de aquellas naciones
antiguas, es decir: de Babilonia, de Persia… firmaban, emitían un decreto,
nadie lo podía cambiar, ni siquiera el mismo rey. Recordemos, que cuando Daniel
fue metido al foso de los leones, el rey llamó a todos sus consejeros para que
lo ayudaran a buscar legalmente la manera de cancelar el decreto que ya había
firmado, porque no lo podía cambiar, porque era una ley. Sin embargo, al día
siguiente cuando el rey llega a visitar a Daniel para ver si estaba vivo y
confirma que así era, comprendió que Dios lo había librado… Pero, volviendo al
libro de Ester, vemos, que cuando el rey Asuero se enteró de las pretensiones
de Amán, descendiente de Agag, lo destituye y le entrega el anillo real a
Mardoqueo, y le dice: “…escribid acerca
de los judíos como os parezca bien, en nombre del rey, y selladlo con el anillo
del rey; porque un decreto que está escrito en nombre del rey y sellado con el
anillo del rey no puede ser revocado.” Entonces, Mardoqueo hizo un nuevo
decreto en el cual decía: tomen las armas, defiéndanse, porque el decreto de
Amán no se puede revocar y porque solo dice: que nos atacarán, que nos matarán.
Esto quiere decir en primer lugar: que Amán es figura del devorador y Mardoqueo
es figura de Cristo Jesús; y en segundo lugar hermano: que Amán, siendo figura
de nuestro enemigo, hizo un decreto en contra nuestra para que no seamos
prósperos… Y por lo tanto, debemos tener presente, que el diablo quizá se
levante para batallar, pero nosotros tenemos que pelear nuestra bendición, porque
no se trata solamente de esperar a que venga la bendición, sino que debemos
esforzarnos por alcanzarla, porque nuestro Padre celestial ha decretado
bendición por medio de Su Hijo. Ahora, depende de nosotros si la alcanzamos o
no; recuerden, que nuestro Padre celestial nos quiere hacer prosperar, pero Él no
prosperará a una persona que sea perezosa, es decir: que no quiera trabajar, porque
estaría violando un principio bíblico, que dice: “…Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma.”, ver Segunda de
Tesalonicenses 3:10. Y esto amado hermano también es un decreto. Es por eso que
el Señor al profeta Ageo, le dice: ve a mi pueblo y diles: “¡Pero ánimo, Zorobabel! ¡Ánimo, Josué, jefe de los sacerdotes! Y
animaos todos vosotros, gente del país. Trabajad, que yo estoy con vosotros.
Yo, el Señor todopoderoso, lo afirmo.” En otras palabras lo que el Señor
nos está diciendo, es: no solamente estoy con ustedes, por eso trabajen,
esfuércense… para que puedan prosperar en todo, así como prospera su alma y que
tengas buena salud. Amén, ver Tercera de Juan 1:2. Esto quiere decir que para poder alcanzar la prosperidad que el Señor nos quiere dar tendremos
que eliminar algunas cosas de nuestra vida, de nuestra forma de ser, de pensar,
de hablar, de caminar… Tenemos que analizar esto, aunque después le tendré que
explicar qué es la prosperidad, porque lamentablemente la mayoría de las
personas no saben qué es la prosperidad en realidad, porque según ellos la
prosperidad es tener mucho dinero y esto no es así, no es eso, es parte de…
pero cuando yo digo LA es un absoluto. Entonces, en este día, YO quiero
hablarle con la ayuda del Espíritu Santo acerca del tema, que se titula.
LA PROSPERIDAD SUS ENEMIGOS
Porque tenemos que
eliminarlos con la ayuda del Señor, para poder salir adelante y porque
realmente existen esos estorbos, como ser: el desorden, la desorganización, la
pereza, la negligencia; porque si somos negligentes no vamos a participar de la
prosperidad plena. Por eso, tenemos que ser diligentes y levantarnos y
animarnos una vez más, si hemos caído, si hemos fracasado, si hemos puesto un
negocio y no lo hemos logrado; por eso, analicemos cómo está nuestra vida,
analicemos cómo están nuestros gastos… Tenemos que ser mesurados y organizados,
porque nuestro Padre celestial premiará eso, y porque el desorden, la
desorganización, la negligencia y la pereza… son enemigos de la prosperidad.
Y por lo tanto, debemos
tener presente en primer lugar, que hay una promesa, una orden de Cristo que
vale por sobre todos los demás decretos que el diablo haya hecho… es más,
Cristo Jesús quitó todo decreto contrario y lo clavó en la cruz del calvario y
ahora nosotros tenemos que hacer lo que nos corresponde, es decir: caminar en
pos de las promesas del Señor. Recuerden, que “…todas las promesas de Dios en Él, en el Cristo, son sí, y por lo
tanto, por medio de Él damos el amén para la gloria de Dios.”, ver Segunda
de Corintios 1:20 PESHITTA; y en segundo lugar amado hermano: que si vamos en
pos de las promesas del Señor, eso repercutirá en una buena relación en la casa,
porque muchos hogares tienen problemas porque no han sabido administrar bien
sus finanzas… pero ten presente, que Dios Padre, tiene una promesa, tiene un
decreto, tiene un pacto, tiene una orden a nuestro favor. Entonces, no más
desorden, no más desorganización, no más pereza, no más negligencia… Tenemos
que cambiar nuestra conducta, nuestra manera de pensar y ser transformados por
medio de la voz escrita de Dios Padre, que es la que transforma nuestra alma,
por eso es necesario que a diario busquemos al Señor Jesucristo leyendo,
escuchando y enseñando la Palabra, recuerde que Él dice: “…Mi Padre nunca deja de trabajar, ni yo tampoco.” ver Juan 5:17
TLA, por eso YO pienso que usted y yo hermano, debemos de trabajar, a MÍ en lo
que me corresponde, es decir: en la obra del Señor y a usted, en lo que le
corresponde. Pero recuerden amados... que la mies es mucha y los obreros somos pocos.
Aleluya. Gloria a Dios, ver Mateo 9:38.
Entonces hay
enemigos… y ya les mencioné algunos, pero además de esos también existen otros,
por eso abramos nuestras biblias en el libro de Génesis, en el capítulo 26:22, y
comencemos…
“Y
se trasladó de allí y cavó otro pozo, y no riñeron por él; por eso lo llamó
Rehobot, porque dijo: Al fin el SEÑOR ha hecho lugar para nosotros, y
prosperaremos en la tierra.”
En este versículo,
podemos observar claramente que cuando dejaron de reñir, pudieron prosperar. Esto
quiere decir que la riña es otro enemigo de la prosperidad, por eso debemos
dejar de pelear, porque se gasta mucha energía en estar peleando. ¿Cuántos
pensamientos productivos se van porque estamos pensando cómo vengarnos y cómo
hacerle daño al que nos lastimó o habló mal de nosotros? Sabe, esto me recuerda
que hace algunos años atrás un hermano se acercó a mí y me dijo: hermano, están
hablando mal de usted, entonces vine YO y le dije: déjalos que hablen, no
pelees, no te preocupes, no me quites la bendición… porque escrito esta: “Bienaventurados seréis cuando os insulten
y persigan, y digan todo género de mal contra vosotros falsamente, por causa de
mí.”, ver Mateo 5:11. Esto quiere decir hermano, que mejor utilicemos
nuestra energía para trabajar, porque al no estar en riña llegará el pozo de
Rehobot a nuestra alma, y Rehobot quiere decir: ampliación del corazón. Y por
lo tanto, debemos tener presente, que si así lo hacemos el Señor llenará
nuestros corazones, pero si en nuestro corazón no tenemos mucho espacio, porque
está lleno de contienda, de rencor, de amargura… será poco lo que recibamos. Por
eso, debemos desechar todos las cosas que estén haciendo estorbo en nuestro
corazón, para que nuestro Padre celestial ensanche nuestro corazón y cuando ya esté
ensanchado, los pensamientos de Él lo llenarán, pero para eso hermano, primero
tiene que haber un corazón ensanchado.
Consejo: no pelee,
sea diligente, quítese los malos hábitos porque tal vez esos hábitos le está
costando un montón de cosas… y dentro de ellas puede que le esté costando su
prosperidad, por eso mejor trate de hacer bien las cosas para que el Señor lo
bendiga abundantemente…
Ahora, miremos Deuteronomio
capítulo 28:29.
“y
andarás a tientas a mediodía como el ciego anda a tientas en la oscuridad, y no
serás prosperado en tus caminos; más bien serás oprimido y robado
continuamente, sin
que nadie te salve.”
En el sentido
espiritual andar en tinieblas es no amar al hermano, y esto el apóstol Juan nos
lo afirma diciendo: “…el que aborrece a su hermano, está en tinieblas y anda en
tinieblas, y no sabe adónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.”, ver
Primera de Juan 2:11. Esto quiere decir que cuando vienen las tinieblas… es
decir: que si andas en tinieblas, no puedes ser prosperado en todo… Y esto es otro
enemigo de la prosperidad. Por eso, debemos saber perdonar a nuestros hermanos,
tanto en lo natural como en lo espiritual, en primer lugar: porque nosotros
también hemos ofendido… y en segundo lugar, porque de lo contrario no podemos
ser prosperados… Además recuerda, que la palabra dice: “…todo lo que el hombre siembre, eso también segará.”, ver Gálatas
6:7, y por lo tanto ten presente amado, que “El que siembra maldad, cosechará
calamidades; ¡el Señor lo destruirá con el cetro de su furia!”, ver Proverbios
22:8 DHH. Es por eso que mejor debemos caminar en obediencia, en luz y sobre
todo debemos perdonar a los hermanos, debemos vivir una vida de perdón, y si
por la casualidad de la casualidad alguien, ya sea dentro o fuera de la
congregación habla mal de nosotros, no debemos permitir que esa amargura se
enraíce en el corazón, porque de otra forma se llenará de odio, de rencor, de amargura....
Por eso, no hay que tolerar que alguien lo quiera contaminar a uno por medio de
una murmuración, es decir: que no debemos permitir que ninguna persona nos
profane, por lo tanto no debemos dejarnos profanar amado hermano.
Ahora, miremos Salmos
capítulo 1:3 al 4.
“Será
como árbol firmemente plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su
tiempo, y su hoja no se marchita; en todo lo que hace, prospera. No así los
impíos, que
son como paja que se lleva el viento.”
Esto quiere decir que
el impío no prospera, que el impío es otro enemigo de la prosperidad, quizás
alguien me cuestione diciendo: hermano Juan Carlos Bonilla, ahí sí se equivocó
usted, porque yo conozco personas impías que tienen riquezas… Por eso, una vez
más permítame recordarle, que tener riqueza, dinero… no es ser próspero, porque
si así fuera, los hombres más prósperos de la tierra entonces serían Carlos
Slim, Donald Trump, Bill Gates, los jeques árabes que adoran a Alá… y estamos hablando de
negocios lícitos, porque si fueran ilícitos hace muchos años atrás el más
próspero hubiera sido el colombiano Pablo Escobar, pero no es así, tal vez sean
los que más dinero tienen… pero NO los más prósperos, porque próspero en primer
lugar es el hombre que aunque tenga mucho o poco no vive con temores en la
calle, en su trabajo o en su casa… es decir: que no necesita andar con guarda
espaldas para que estén cuidando sus entradas o sus salidas… y en segundo lugar hermano:
que próspero es la persona a quien el Señor ha bendecido de tal manera que lo
enriquece primeramente en lo espiritual y cuando lo asimila, entonces viene lo
material porque no dañará su alma. Es por eso que el proverbista dice: “La
bendición del SEÑOR es la que enriquece, y El no añade tristeza con ella.”, ver
Proverbios 10:22. Además, la palabra nos dice: “Amado, ruego que seas
prosperado en todo así como prospera tu alma, y que tengas buena salud.”, ver
Tercera de Juan 1:2.
Ahora, miremos Proverbios
capítulo 28:13.
“El
que encubre sus pecados no prosperará, mas el que los confiesa y los abandona hallará misericordia.”
Sabe, a veces uno
puede discernir en el espíritu que alguien está en pecado pero cuando uno le
pregunta, la persona lo niega todo… Es por eso que a veces me digo: como me
gustaría ponerle el polígrafo, es decir: el detector de mentiras, no para
reírme sino para demostrarle a esa persona que no me está engañando y que no
puede engañar ni siquiera a la máquina hermano. Por eso, si tienes pecados ocultos y
quieres prosperar, confiésalos; lo primero que tienes que hacer es doblar
rodillas delante del trono de la gracia y ministrarte con el Señor, arrepentirte
y apartarte, y después ir con el ministro o con el anciano a confesar tus
pecados, para que te ayude a sanar tu corazón y tu alma, aunque te de mucha
vergüenza. Entonces el que encubre sus pecados no prospera, pero el que los
confiesa y se aparta alcanza misericordia, y además prospera… Aleluya.
Ahora, miremos Jeremías
capítulo 10:21.
“Porque los pastores se han entorpecido
y no han buscado al SEÑOR; por tanto, no prosperaron,
y todo su rebaño se ha
dispersado.”
Este versículo nos
muestra claramente, que uno no puede prosperar cuando deja de buscar al Señor. Por
eso, debemos tener presente, que no se trata solamente de venir a la iglesia
los domingos… porque si aun llegando a la iglesia constantemente a tener
comunión, a escuchar los menajes, a leer la Palabra, a exponerse ante la
Palabra… aun así a veces es difícil tener una verdadera vida espiritual ¿Cuánto
más difícil será dejando de congregarnos? Es por eso que debemos perseverar en
buscar al Señor… lo que trato de decirte en otras palabras es que busquemos al
Señor por la mañana, por la noche, al medio día, a toda hora y si así lo
hacemos tengamos la certeza que vamos a ser prosperados… es decir, seamos como
Josué que buscaba la palabra de Dios tanto en el día como en la noche y creo
que hasta en sus sueños la buscaba hermano, ver Josué 1:8. Entonces, tengamos
presente que si así lo hacemos vamos a ser prosperados en todo, así como
prospera el alma y además tendremos buena salud, y dice la voz escrita de Dios
Padre y no Juan Carlos Bonilla, que un rey “…en
los días de Zacarias quien tenía entendimiento por medio de la visión de
Dios:…mientras buscó al SEÑOR, Dios le prosperó.”, ver Segunda de Crónicas
26:5.
Ahora, miremos Segunda
de Timoteo capítulo 3:8 al 9 Pheshita
“Porque
tal como Janes y Jambres se opusieron a Moisés, de la misma manera también
éstos se oponen a la verdad; hombres de mente corrupta, reprobados en cuanto a
la fe. Pero no prosperarán, porque su insensatez será evidente a todos, como
también fue evidente la de aquellos.”
En estos versículos,
podemos observar claramente que los que se oponen a la verdad NO prosperan, por eso hermano
no te opongas a la verdad, es decir: al camino, a la verdad y a la vida, o sea
a Cristo Jesús “…el autor y el consumador de la fe…”, ver Hebreos 12:2, para
que nuestro Padre celestial por su misericordia te pueda prosperar. Pero, debes tener presente
que “…no depende del que quiere ni del
que corre, sino de Dios que tiene misericordia.”, ver Romanos 9:14 al 16.
Ahora, miremos Primera
de Pedro capítulo 3:10 BIBLIA DEL PEREGRINO.
“Si
uno quiere vivir y pasar años prósperos, guarde su lengua del mal y sus
labios de la falsedad.”
Estos también son
enemigos de la prosperidad, es decir: la lengua malvada y la mentira, por eso
en el nombre de Jesús hay que extirparlos de nosotros… y YO te aseguro que si
así lo hacemos, seremos prosperados en todo, porque la voz escrita de Dios
padre nos dice: “Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para
que se arrepienta. ¿Lo ha dicho El, y no lo hará?, ¿ha hablado, y no lo
cumplirá?” ver números 23:19. Además, la palabra nos dice: “…todas las promesas de Dios en Él, en el Cristo, son sí, y por lo
tanto, por medio de Él damos el amén para la gloria de Dios.”, ver Segunda
de Corintios 1:20 PESHITTA.
Ahora, miremos Hechos
capítulo 15:29 BIBLIA NUEVO MUNDO (T. J.).
“que
sigan absteniéndose de cosas sacrificadas a ídolos, y de sangre, y de cosas
estranguladas, y de fornicación. Si se guardan cuidadosamente de estas cosas,
prosperarán. ¡Buena salud a ustedes!”
La idolatría y la
fornicación son enemigos de la prosperidad… pero deben tener presente, que cuando
estoy hablando de fornicación no solo le estoy hablando a los solteros sino
también a los casados… porque cuando un casado hace cosas que en el mundo se practican
y que a su amada o a su amado le incomodan, lo que están haciendo es
fornicando y NO haciendo EL AMOR, lamentablemente hermano, por eso me pregunto y te pregunto ¿Cuantos quieren ser
prósperos?... Entonces, ya sabemos qué hacer… Amén.
Ahora, miremos Habacuc
capítulo 2:4 al 5 BIBLIA DEL SIGLO DE ORO.
“Aquel
cuya alma no es recta se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá”. »Además,
el que es dado al vino es traicionero, hombre orgulloso, que no prosperará;
ensancha como el seol su garganta y es insaciable como la muerte, aunque reúna
para sí todas las naciones y
acapare para sí todos los pueblos.”
El orgullo es otro
enemigo de la prosperidad, Es por eso que debemos desarraigarlo de nuestra vida
con la ayuda de nuestro Padre celestial, para que Él nos haga prosperar el alma y después las añadiduras...
EN CONCLUSIÓN
LA BIBLIA NOS HABLA:
“Todo
lo puedo en Cristo que me fortalece.” (Filipenses
4:13)
Ahora, podemos concluir.
Que
el Señor
desea que nosotros desarraiguemos de nuestro corazón todos los estorbos que
estén interfiriendo con la prosperidad que Él ha proclamado en su Palabra
profética a favor de nosotros, sus hijos, a través de las promesas que ha
predestinado desde antes de estar en el vientre de nuestra madre, ver Jeremías
1:5. Por eso, le debemos permitir al Cordero Santo, que nos ensanche
el corazón para estar llenos de amor, de paz, de misericordia... es decir: de prosperidad, que como hijos tenemos que tener en el alma.
Y por lo tanto,
debemos tener presente, que si logramos extirpar estos enemigos y otros… de
nuestro corazón, podremos alcanzar la prosperidad que el apóstol Juan en el
libro de tercera de Juan, en capítulo 1:2, nos dice: “Amado, ruego que seas prosperado en todo así como prospera tu alma, y
que tengas buena salud.”. Esto quiere decir amado hermano, que nuestra alma
será prosperada, que nuestro interior será prosperado, que nuestra economía
será prosperada, sin que sea lazo para nuestra vida cristiana. Aleluya. Gloria
a Dios.
07 de Noviembre de 2015
Ministerio Familiar Bonilla-Velásquez
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