HACIENDO FLORECER EL ALMA
LA BIBLIA NOS HABLA:
“Será
como árbol firmemente plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su
tiempo, y su hoja no se marchita; en todo lo que hace, prospera.” (Salmos 1:3)
Antes de comenzar con
la enseñanza que el Señor ha puesto en mí para que le ministre en esta hora,
quisiera comenzar recordándole hermano, que nosotros somos seres trinos, es
decir: Espíritu, alma y cuerpo. Y por lo tanto, debemos tener presente en
primer lugar: que ese espíritu que habitó en un principio en nosotros era
humano, porque al nacer humanamente vino con amnesia Espiritual… ver Segunda de
Pedro 2:4 al 9 BIBLIA FÉLIX TORRES AMAT; y en segundo lugar hermano: que en ese
espíritu humano es donde llega a habitar el Espíritu Santo cuando nacemos de
nuevo. Esto quiere decir que cuando nosotros andábamos en el mundo nuestro espíritu
humano estaba muerto, es decir: que estaba separado del Señor, y esto el
apóstol Pablo nos lo afirma diciendo: “Y Él os dio vida a vosotros, que
estabais muertos en vuestros delitos y pecados,”, ver Efesios 2:1. Esto es
tremendo, porque al estar separado del Señor, el espíritu puede llegar a tener
contacto con un mundo espiritual y que no es el que le pertenece al Señor, por
eso es que nosotros oímos historias de personas no cristianas que se salen en
su espíritu y hacen proyecciones astrales, es decir: que hacen viajes en su
espíritu no en su alma, porque cuando el alma se sale del cuerpo, el cuerpo se
muere, ver Santiago 2:26 y Hechos 20:10. En otras palabras, lo que trato de
decirle amado hermano, es que cuando estábamos distanciados del Dios altísimo, estábamos
del otro lado, o sea influenciados por las tinieblas… y eso hacía que nosotros
mismos nos apartáramos de lo que Dios Padre deseaba ver en nosotros. Pero a
partir del momento que aceptamos a Cristo Jesús como nuestro Señor y Salvador,
Su Espíritu entra en nuestra vida con el propósito que podamos tener
comunicación y comunión con Él nuevamente, como la tuvimos en la eternidad, ver
Eclesiastés 12:7, porque mientras nuestro espíritu estuvo muerto, es decir:
separado del Señor, era nuestra alma la que gobernaba. Mire, si lo vemos desde
la perspectiva del hogar, el espíritu vendría a ser como el hombre, el esposo; el
alma vendría a ser como la mujer, la esposa y el cuerpo vendría a ser como los
niños, los hijos, y cuando el hombre no asume su responsabilidad como cabeza del
hogar; es la mujer la que toma esa responsabilidad pero además junto con eso
toma la autoridad; peor aún hermano, a veces son los hijos los que mandan en el
hogar porque pueden convertirse en manipuladores de sus padres…
También, debemos tener
presente, que en el alma habitan el intelecto, los sentimientos, las
aflicciones y muchas otras cosas… Esto quiere decir que si permitimos que la autoridad
esté delegada en la mujer, es decir: en el alma, eso puede llevar al hogar a un
matriarcado, lo cual tampoco es del agrado de Dios, porque el punto es que
mientras el alma esté gobernando, puede hacer estragos y entre más desviada está
la dirección en el hogar, peor será. Pero independientemente de esto, cuando el
alma era la que gobernaba nuestro ser, el cuerpo a veces le exigía algunos
deleites… y eso hacía que el espíritu, el alma y el cuerpo se fueran juntos a
satisfacer principalmente los deseos de la Sarx, es decir: de la carne, es
decir: del alma. Pero un día entra el Espíritu de Cristo Jesús, con el
propósito de vivificar nuestro espíritu humano y es entonces cuando realmente empiezan
los problemas en nuestra vida cristiana, porque el alma no quiere entregar el dominio
al Espíritu de Dios y eso hace que el alma se entristezca, se enoje, se deprima
y como consecuencia el cuerpo puede verse afectado con una enfermedad a nivel
del cuerpo que puede provenir del alma, tal como le sucedió a Ana, la madre del
profeta Samuel, quien tenía angustia en su espíritu y amargura en su alma y eso
la había convertido en una mujer estéril en su cuerpo, pero cuando salió de su
amargura, ella pudo engendrar hijos… Es por eso que debemos tener cuidado con
nuestro caminar espiritual, porque una vez que nuestro espíritu humano es
vivificado solamente tiene una oportunidad y si de pronto muere porque nuestra
alma sigue gobernando y complaciendo los deseos de la Sarx, es decir: de la carne,
NO puede resucitar, porque pierde la oportunidad de su existencia, porque NO se
puede volver a crucificar a Cristo Jesús solamente para que ellos tengan otra
oportunidad. Y esto amado hermano el apóstol Pablo nos lo afirma diciendo:
“Porque en el caso de los que fueron una vez iluminados,
que probaron del don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,
que gustaron la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, pero
después cayeron, es imposible renovarlos otra vez para arrepentimiento, puesto
que de nuevo crucifican para sí mismos al Hijo de Dios y le exponen a la ignominia
pública. Porque la tierra que bebe la lluvia que con frecuencia cae sobre ella
y produce vegetación útil a aquellos por los cuales es cultivada, recibe
bendición de Dios; pero si produce espinos y abrojos no vale nada, está próxima
a ser maldecida, y termina por ser quemada.” (Hebreos 6:4 al 8)
En otras palabras, lo
que está diciendo el apóstol Pablo es: nacieron vivos y se murieron, luego les
resucitaron su espíritu y si dejan que muera su Espíritu Santo ya no pueden
volver a crucificar al Hijo de Dios para volver a resucitar otra vez. Esto
quiere decir: que la salvación SI se puede llegar a perder, aunque los de
creciendo en gracia digan que NO, aunque los de la súper fe digan que NO,
aunque los de la súper gracia digan que NO… pero este no es el tema hermano, aunque
tengo los versículos necesarios para poder afirmar lo que estoy diciendo, porque
si no fuera así no sería irresponsable de afirmar algo de tan envergadura para
poder refrendar lo que le estoy diciendo, por eso le sugiero que entre en el BLOG
y lea, estudie y medite el tema LA SALVACIÓN PARTE II, ES INTEGRAL. Pero, el
tema aquí es que en medio de nuestro ser, se libra una gran batalla
constantemente y el que gane esa batalla podrá dirigir nuestra vida; a Dios
gracias que nuestros espíritus han sido fortalecidos por el Espíritu Santo,
pero no debemos descuidarnos. Es ahí donde podemos decir que la voz escrita de
Dios Padre tiene muchísima importancia en nuestra vida, por sus diferentes
manifestaciones, siendo una de ellas: la “…espada
de dos filos…”, ver Hebreos 4:12 al 13.
Y por lo tanto,
debemos tener presente en primer lugar: que debemos permanecer en completa
comunión con Dios Padre para que nuestro Espíritu pueda ministrar nuestra alma
y para que las cosas nos vayan bien… y en segundo lugar hermano: que debemos
permitir que esta bendita palabra, es decir: ESPADA, entre a nuestro ser y
discierne la frontera entre el alma y el espíritu; pero para eso es necesario
que el acceso a nuestro ser esté abierto, porque es el principio de nuestra fe:
“…por el oír y el oír, por la la palabra
de Dios.”, ver Romanos 10:17, y es aquí donde el enemigo empieza a atacar
porque utiliza cualquier estorbo para que nuestro ser integral, es decir:
Espíritu, alma y cuerpo, no reciba la palabra de Dios; estos estorbos pueden
manifestarse en el cuerpo por medio del sueño y en el alma por medio de pensamientos
que no deberían estar en el momento cuando estamos recibiendo la palabra o con
estados de ánimo que tampoco son propios del momento cuando estamos recibiendo
el mensaje de la voz escrita de Dios Padre o para mencionar algo más moderno,
podría ser por medio del teléfono celular que suene cuando estamos recibiendo
el mensaje de Dios. Por lo tanto, debemos tener presente, que “…la palabra de Dios es viva y eficaz, y
más cortante que cualquier espada de dos filos…”, ver Hebreos 4:12, por eso
es que de cualquier forma la palabra llega al centro de nuestro ser, para
rasgar el lugar donde está nuestro espíritu humano y para que empiece a gotear
hacia el alma la espiritualidad y es ahí donde se convierte en una gran batalla,
porque en ese preciso momento puede ser que haya una liberación de nuestra alma
y como consecuencia nuestro cuerpo pueda ser sanado. Mire, se lo voy a exponer
o explicar de esta manera: se acuerda que el Señor Jesús sanó a un hombre
paralitico que lo llevaron entre cuatro y lo metieron por el techo de una casa
en Capernaúm, pregunto ¿Qué fue lo primero que le dijo Jesús al paralitico?: “…Hijo, tus pecados te son perdonados.”.
Entonces, al oír eso, los escribas comenzaron a decir en sus corazones “¿Por
qué habla éste así? Está blasfemando; ¿quién puede perdonar pecados, sino sólo
Dios?”, pregunto ¿Dónde estaba el pecado del paralitico? En el alma o en el espíritu,
o en los dos. Por eso Jesús tuvo que ministrar primero lo de adentro, es decir:
el espíritu para que el espíritu una vez restaurado comenzara a gotear hacia el
alma, y una vez ministrado lo de adentro, le dice a los escribas: “¿Por qué
pensáis estas cosas en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir al
paralítico: “Tus pecados te son perdonados”, o decirle: “Levántate, toma tu
camilla y anda”?”, pero para que ustedes miren que Dios me ha dado autoridad
para lo de adentro le digo a lo de afuera:
“…Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.”, entonces el paralitico se
levantó; se sanó. Esto quiere decir, que primero le tuvieron que sanar su
espíritu y después su alma para que por último fuera sanado su cuerpo, ver
Marcos 2:1 al 12.
Ahora, con todo
respeto, quisiera examinar el ser integral de nuestro Señor Jesucristo para
poder comprender mejor lo antes mencionado, escuchen con mucha mayor atención.
Su ser integral:
Espíritu, alma, cuerpo y Su vestidura, porque aun hasta Su ropa sanaba a las personas
que creían en Él… Esto quiere decir que Jesús dejaba que lo que estaba en su
Espíritu pasara al alma y el alma se inundaba; entonces, como Su alma estaba
inundada se trasladaba hasta Su cuerpo y como Su cuerpo estaba tan inundado, Su
ropa se contagiaba. Ejemplo de ello lo podemos ver con la mujer del flujo de
sangre, pues dice la palabra que cuando la mujer tocó Su manto, ella fue
sanada; salvada, porque la santidad de Su Espíritu, trascendía en el alma, en
el cuerpo y aun se reflejaba en Sus vestiduras las cuales tenían una función
como puente de sanidad a los que estaban cerca de Él. Sabe, esto también le
sucedió al apóstol Pablo, ver Hechos 19:11 al 12. Por lo tanto, debemos tener
presente, que eso es lo que debemos de anhelar, es decir: ser llenos de la santidad
de Dios para que podamos ser vasos útiles en Sus manos, como
puentes de sanidad en todo el que crea que el Señor Jesucristo puede sanar toda
dolencia del alma como del cuerpo. Amén.
Una vez que ya le
recordé gracias a nuestro Padre celestial todo lo que usted ya sabía permítame
que ministre lo que el Señor me dio para usted y para mí, y que se titula:
HACIENDO FLORECER EL
ALMA
¿Porque no le voy
hablar del Espíritu y mucho menos del cuerpo? en primer lugar: porque ya le
hablé de esto en la introducción… y en segundo lugar hermano: porque el alma es
el vínculo entre el Espíritu y el cuerpo. Y esto el apóstol Juan nos lo afirma
diciendo:
“Amado,
ruego que seas prosperado en todo así como prospera tu alma, y que tengas buena
salud.”
(Tercera de Juan
1:2)
Este versículo nos
muestra claramente en primer lugar: una oración apostólica; y en segundo lugar
hermano: que el deseo profundo de nuestro Padre celestial es que tengamos tanta
abundancia en lo Espiritual, en lo material, en lo económico, en el dinero… e
incluso para que podamos compartir de esa abundancia a los demás… lo que trato
de decirle amado hermano es que nuestro Padre celestial quiere que usted y yo,
PROSPEREMOS EN TODO e incluso que no estemos dependiendo de las fechas de cada
mes, es decir: de la remuneración de nuestro trabajo para tener en abundancia, pregunto ¿Será eso posible? ¿Cómo puede ser posible eso? La respuesta es
sencilla, pues el mismo versículo la dice: que prospere tu alma.
Esto quiere decir que la clave está en que el alma, en el
nombre de Jesús, debe ser prosperada, por eso, de parte de Dios ministro
PROSPERIDAD PARA SU ALMA y PARA MI ALMA, Y por lo tanto, ten presente que si eso
sucede en tu ser, eso hará que la prosperidad que el apóstol Juan afirma en su
libro de Tercera de Juan, en el capítulo 1:2, pueda tener repercusiones
positivas en tu vida espiritual y secular. Ahora, aquí surgen dos interrogantes, la primera: ¿Cómo se prospera el
alma? y la segunda: ¿Cómo es una alma próspera?...
Entonces, para poder comprender estas dos interrogantes, abramos
nuestras biblias en el libro de Proverbios, en el capítulo 11:25, y comencemos.
“El
alma generosa será prosperada, y el que riega será también regado.”
Esto quiere decir amado hermano, que cuando existe un alma que es
generosa, también es próspera, pero si no es generosa, no será prosperada; Esta
es la fórmula espiritual que debemos aplicar, la cual es como un círculo
virtuoso… de tal manera que nadie puede ser próspero si no es generoso, pero si
es generoso entonces se activará la prosperidad, de tal manera que si alguien
puede dar una ofrenda muy generosa y no le afecta el alma, está siendo activado
en forma automática para ser próspero. Es por eso que el rey Salomón nos dice: Si
ayudas al pobre, le prestas al SEÑOR, ¡y él te lo pagará!, ver Proverbios 19:17
NTV.
Ahora, aquí surge otra interrogante ¿Dónde empieza la prosperidad?
Escuche pues.
“El
alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será
prosperada.”
(Proverbios
13:4) RVR 1960
Al examinar este versículo nos
damos cuenta en primer lugar: que la prosperidad empieza en ser diligente,
porque el que es DILIGENTE hermano, se anticipa en terminar su trabajo secular
y eso mismo le sirve de testimonio delante de los no creyentes. Sin embargo, nuestra
diligencia no solo puede ser en lo secular, sino que también debe de ser en lo
espiritual, es decir: en la búsqueda de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo,
aprovechando todo momento para buscar su rostro y NO solamente en la congregación.
Esto quiere decir amado hermano, que para que el alma sea generosa debemos de
ser diligentes en la búsqueda de nuestro Padre celestial… y en segundo lugar
hermano: que el perezoso, solamente piensa en hacer las cosas y es por eso que
no las llega a realizar, porque busca que alguien las haga por él, lo cual NO
es bíblico bajo ningún punto de vista, porque lo que la voz escrita de Dios
Padre dice y no Juan Carlos Bonilla, es: “…al que tiene mucho se le dará más, y
le sobrará; pero al que no tiene nada, hasta lo poco que tiene se le quitará.”,
ver Mateo 25:29 TLA. Además, la voz escrita de Dios Padre dice: "... “Bien, siervo bueno y
fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu
señor.”", ver Mateo 25:23.
Y por lo tanto, debemos tener presente, que los que buscan estorbar la
paz de los demás… haciendo revoluciones para ganarse la vida en forma gratuita,
no están actuando sabiamente delante del Señor, porque en lugar de invertir su
tiempo en manifestaciones podrían esforzarse en buscar trabajo o en buscar la
forma de reactivar la economía de su país. Por eso, ten presente, que “El alma del perezoso desea, y nada
alcanza; más el alma de los diligentes será prosperada.” Esto quiere decir
que el alma del diligente es prosperada y como es prosperada se vuelve generosa
y como es generosa se vuelve próspera y como se vuelve más próspera, el
diligente prospera en todo… y además tiene buena salud. Aleluya.
Ahora, miremos Salmos
capítulo 25:12 al 13.
“¿Quién
es el hombre que teme al SEÑOR? Él le instruirá en el camino que debe escoger.
En prosperidad habitará su alma, y su descendencia poseerá la tierra.”
Al estudiar estos versículos, podemos ver en primer lugar: que no solamente
prospera el alma del que es generoso, sino que la prosperidad alcanza hasta sus
generaciones… pero todo empieza en que nuestra alma sea generosa para que sea
próspera, porque al ser próspera sobreabunda en generosidad y prospera mucho
más hasta que esa bendición alcanza a nuestros hijos… y en segundo lugar
hermano: que el alma comienza a ser prosperada en el momento en el que nosotros
le damos entrada a nuestro Señor Jesucristo y entonces con él vienen los siete
espíritus de nuestro Padre celestial que están descritos en el libro de Isaías,
en el capítulo 11:2, dentro de los cuales el último que se menciona es el espíritu
“…de temor del Señor.”. En otras
palabras lo que trato de decirle amado hermano es que el diligente es
prosperado y al ser prosperado por su diligencia se vuelve generoso y por eso es
más prosperado, pero todo empieza con el temor del Señor… Por lo tanto, ten
presente, que lo que te puede producir el temor al Señor es: diezmar, ver
Deuteronomio 14:22 al 23, oír la
palabra, ver Deuteronomio 4:9 al 10; leer la palabra, ver Salmos 112:1; el
congregarte… Y por lo tanto, ten presente amado hermano, que el temor al Señor
te produce prosperidad en tu alma y la prosperidad en tu alma te produce la
prosperidad en todo… y buena salud. Aleluya.
¿Cómo es una alma próspera?...
Entonces, abramos
la biblia en el libro de los Salmos, en el capítulo 16:9, y miremos.
“Por
tanto, mi corazón se alegra y mi alma se regocija; también mi carne morará
segura.”
Al estudiar este
versículo, podemos ver en primer lugar: que se manifiesta el ser integral, es
decir: el espíritu, el alma y el cuerpo; y en segundo lugar hermano: que si el
Espíritu de Dios alegró nuestro espíritu y nuestro espíritu regocijó nuestra
alma y nuestra alma repercutió al cuerpo, entonces salimos contentos alabando
el nombre del Señor, morando seguros… Y por lo tanto,
debemos tener presente, que si el corazón y o espíritu se alegra; repercusión
alma regocijada; repercusión carne habita segura, y esto quiere decir amado
hermano: que nuestra alma está siendo prosperada… Es por eso que el salmista
dice: alégrate alma mía, “Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de
sus beneficios.” porque “Él es el que perdona todas tus iniquidades, el que
sana todas tus enfermedades;”, ver salmos 103:2 al 3.
Ahora, miremos Salmos
capítulo 19:7.
“La
ley del SEÑOR es perfecta, que restaura el alma; el testimonio del SEÑOR es
seguro,
que hace sabio al sencillo.”
Este versículo nos
deja ver claramente en primer lugar: que el alma puede ser prosperada con la Torah,
es decir: con la ley del Señor, pero no con la ley que hablan los judaizantes
como religión, sino con la Torah de la ley Olam (palabra Hebrea), que estaba
antes de que existiera Moisés, no de ritos, ni de ceremonias, ni de cortes de cabellos,
ni de adornos en la cabeza… sino que estoy hablando de la ley eterna, es decir:
con principios eternos… y en segundo lugar hermano: que un alma próspera es un
alma restaurada, pero para ser restaurada tuvo que haber sido destruida antes y
cuando llega a ese estado es entonces cuando nuestro Padre celestial la empieza a levantar, hasta
que se cumpla la obra que Él desea ver en esa alma. Es por eso que a las
congregaciones vienen personas en una condiciones que dan pena, como los que
dice el apóstol Pablo: inmorales, idolatras, adúlteros, afeminados, los que se echan con
varón, ladrones, avaros, borrachos, estafadores, maldicientes, difamadores… Ese Pablo sí que tiraba a
matar hermano, lo bueno es que prontamente les ponía el bálsamo, pues les dice:
“…pero fuisteis justificados en el
nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios.”, ver Primera
de Corintios 6:9 al 11.
Y por lo tanto,
debemos tener presente amado hermano, que cuando nuestro Padre celestial sana un alma, ésta es próspera,
y repercute en el cuerpo con sanidad, anulando la ley en nuestros miembros, por
eso debemos recordar la rogativa del Apóstol Juan, que dice: “Amado, ruego que seas prosperado en todo
así como prospera tu alma, y que tengas buena salud.”. Amén, ver tercera de Juan 1:2.
Ahora, miremos Salmos
capítulo 23:3 RVR 1960.
“Confortará
mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.”
Esto quiere decir que
un alma restaurada es prosperada, que un alma prosperada es confortada,
pregunto ¿Qué entiende usted por confortará mi alma? ¿Qué significa
confortar?... Miremos lo que dice el diccionario de la real academia de la
lengua española: dar vigor, espíritu y fuerza. Además nos dice: animar, alentar,
consolar al afligido. Esto quiere decir que podremos estar pasando por
dificultades extremas, por desiertos, por tormentas, por tribulaciones… pero entonces, en ese preciso
momento llegará nuestro Señor Jesucristo como el pastor del Salmo 23 y nos
dirá: anímense amados hijitos, pues vienen cosas lindas para sus vidas…
Por eso amado
hermano, es necesario que le creamos a nuestro Padre celestial todo lo que nos
ha prometido en Su palabra profética y que recordemos lo siguiente para hacerlo
vida en todo nuestro ser: “Entonces el Señor
me respondió: Yo juro que serás feliz el resto de tu vida; que yo te sostendré
al tiempo de la aflicción, y en tiempo de tribulación te defenderé contra tus
enemigos.”,
ver Jeremías 15:11 BIBLIA FÉLIX TORRES AMAT.
Por eso, en esta
ocasión, YO quiero concluir esta enseñanza diciéndole lo siguiente:
YO soy un maestro en
la palabra que el Señor envió y mis ruegos, con todo respeto, tienen que
coincidir con los ruegos del apóstol Pedro, del apóstol Juan y del apóstol
Pablo, por eso yo le ruego a nuestro Padre celestial, en el nombre de Jesús,
que todos los presentes y los que están leyendo esta enseñanza en el internet, sean prosperados en todo así como prospera
su alma y que tengan buena salud, deseo una bendición extraordinaria sobre sus
vidas… porque Dios me levantó como autoridad no para destruir sino para
edificar y para bendecir, por eso YO vengo a bendecir y a proclamar sobre tu
vida: la finalización de los días de batallas de angustias, de sufrimientos y en
lugar de eso, en el nombre de Jesús, desato la bendición sobre tu vida y anulo
las maldiciones que han venido generacionalmente, anulo las maldiciones que han
salido de las bocas de tus padres, de ministros, de cualquier persona que fue
puesta sobre ti y que te maldijo en algún momento, en el nombre de Jesús por el
poder del Santo Espíritu, por la comisión que me ha sido entregada repitiendo
la orden de mando YO anulo esas maldiciones y en su lugar vengo a poner sobre
tu espíritu, sobre tu alma, sobre tu cuerpo, sobre las cosas materiales, sobre
tu esposa, sobre tus hijos, sobre tus nietos, sobre tu familia hasta la cuarta
generación que el Señor te dará, vengo poniendo una bendición sobre abundante y
proclamo bendición para ti, proclamo que el Señor conforta tu alma, proclamo que el Señor restaura tu alma
y que vienen días de inmensa felicidad…
Amén, Amén y Amén.
Y para finalizar
amados hermanos, me gustaría leerles este versículo, que dice:
“Y
llenaré con abundancia el alma de los sacerdotes, y mi pueblo se saciará de
mi bondad declara
el SEÑOR.” (Jeremías
31:14)
La palabra dice en el
libro de Apocalipsis, en el capítulo 1:5 al 6, que nuestro Señor Jesucristo nos
compró con su sangre y nos hizo reyes y sacerdotes para su Dios y Padre, y aquí
dice: “Y llenaré con abundancia el alma
de los sacerdotes, y mi pueblo se saciará de mi bondad declara el SEÑOR.”
pero el versículo anterior a este versículo, dice: “Entonces la virgen se alegrará en la danza, y los jóvenes y los
ancianos a una; cambiaré su duelo en gozo, los consolaré y los alegraré de su
tristeza.” Esto quiere decir que la consecuencia de eso será: que nos llenará
el alma en abundancias, porque estaremos bajo su bondad...
Ministerio Familiar Bonilla-Velásquez
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