LA SALVACIÓN PARTE II, ES INTEGRAL

LA BIBLIA NOS HABLA:

“Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios.” (Efesios 2:8)

Hoy en día debe saber usted mi hermano, que tiene la opción como iglesia y como novia del Cordero, de irse cuando lleguen los tiempos finales, es decir: en el día del arrebatamiento y que nosotros los ministros primarios los tenemos que ir a dejar. Esto quiere decir mi hermano, que nosotros como ministros tenemos la responsabilidad de ir a presentar a la iglesia delante de nuestro Señor Jesucristo como una novia pura, sin manchas y sin arrugas y después tenemos la responsabilidad de regresar para ayudar al resto de la cimiente que no se pudo ir en la parusía, pregunto ¿Alguien me quiere acompañar como ministro primario a dejar a la novia del Cordero? Bueno, si alguien me quiere acompañar ahí se anota verdad….

Es por esto, que yo, en esta tarde y noche quisiera hablarle a usted acerca de un tema que parecería básico y que ha tenido dividida a la cristiandad por casi dos mil años, y el tema es.

 LA SALVACIÓN

Cuando nosotros hablamos de salvación surgen algunos problemas y algunas preguntas, quizás la primera pregunta que surge, es: ¿Se pierde la salvación? Por eso usted mi hermano,  debe tener presente, que hoy en día existen dos corrientes teológicas de dos respetables ministros con suficiente argumento bíblico en donde uno dice:

• Que si se pierde la salvación (el Arminianismo), y el otro dice:
• Que no se pierde la salvación (el Calvinismo).

Bueno, si los dos tuvieran la razón mi hermano, quiere decir que la que está equivocada es la voz escrita de Dios, Padre, pero esto no es así…. Aunque usted y yo, podemos encontrar en la palabra versículos que de veras lo deja a uno en que pensar, por ejemplo:

Abran su biblia en el libro de Juan capítulo 17:12, y dice:

“Cuando estaba con ellos, los guardaba en tu nombre, el nombre que me diste; y los guardé y ninguno se perdió, excepto el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliera.”  

Esto quiere decir mi hermano, que hay hijos predestinados, es decir: salvos y que también hay hijos de perdición, es decir: que no son salvos, pregunto ¿Hay predestinación para la salvación? Bueno, porque si hay predestinación para la salvación quiere decir mi hermano, que haga lo que haga el cristiano en su vida diaria se va a salvar. Pero, si no hay predestinación para la salvación, entonces, debe de tomarse del evangelio y buscar la manera de cómo ser salvo y por lo tanto, debe preguntarse como el carcelero que le preguntó al apóstol Pablo y a su discípulo Silas ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos respondieron: Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y toda tu casa, ver Hechos 16:25 al 34.  

Además, la palabra nos dice:

“que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo.” (Romanos 10:9)

Estos son textos preciosos y contundentes que deben de tener un orden para que usted y yo mi hermano, comprendamos la salvación, pues la palabra, es decir: la voz escrita de Dios, Padre, en el libro de Primera de Timoteo capítulo 4:16, también nos dice:

“Ten cuidado de ti mismo y de la enseñanza; persevera en estas cosas, porque haciéndolo asegurarás la salvación tanto para ti mismo como para los que te escuchan.”

Al estudiar este versículo, podemos ver, que para obtener la salvación debemos de cuidarnos de nosotros mismos y de la enseñanza que recibamos, porque si no, NO seremos salvos; Sin embargo cuando abrimos la biblia en el libro de Tito capítulo 3:5, nos dice:  

“Él nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo.”

Al estudiar este versículo paralelamente con el versículo anterior podemos ver, que aquí hay una contradicción, ya que aquí dice que Dios nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho. Esto quiere decir mi hermano, que la salvación no depende de las obras que usted y yo podamos hacer en nuestra vida existencial; eso dice allí o no. Pero, el versículo anterior dice: que si usted y yo no nos cuidamos de nosotros y de la enseñanza, no vamos a asegurar la salvación, pregunto ¿la salvación es por obra, o es por gracia?

Ahora, miremos Segunda de Timoteo capítulo 1:9, DHH.

 “Dios nos salvó y nos ha llamado a formar un pueblo santo, no por lo que nosotros hayamos hecho, sino porque ése fue su propósito y por la bondad que ha tenido con nosotros desde la eternidad, por Cristo Jesús.”

Esto quiere decir mi hermano, que usted y yo, venimos salvados desde antes de nacer. Sin embargo, cuando miramos en el libro de Primera de Timoteo capitulo 2:15, nos dice que la mujer se salvará engendrando hijos, si permanece en fe, amor y santidad, con modestia.

Yo no sé si usted mi hermano, se ha dado cuenta, que estos cuatro versículos que le estoy exponiendo provocan una contradicción, pregunto ¿Por qué?

• Bueno, porque el primer versículo nos dice: que si no cuidamos la enseñanza nos podríamos perder y perder a los que nos escuchan.
• El segundo versículo nos dice: que usted y yo mi hermano, fuimos salvados no por obras de justicia que hayamos hecho, sino por la misericordia de Dios.
• El tercer versículo nos dice: que antes de la fundación del mundo nos fue dado una gracia. Por lo tanto, venimos santificados y venimos salvados. Pero, ahora resulta que si una hermana no se ha casado y se muere y no ha tenido hijo entonces se perdió, pregunto ¿Qué pasó? ¿Se pierden las mujeres que nunca tuvieron hijos?

Ahora, miremos Primera de Corintios capítulo 1:21.

 “Porque ya que en la sabiduría de Dios el mundo no conoció a Dios por medio de su propia sabiduría, agradó a Dios, mediante la necedad de la predicación, salvar a los que creen.”

Esto quiere decir mi hermano.

• EN PRIMER LUGAR: Que si no hay predicadores no hay salvos.
• EN SEGUNDO LUGAR: Que la salvación dependería de los predicadores y ya no de nuestro Padre celestial.

Pero, la palabra en el libro de Romanos capítulo 10:13, nos dice: porque: Todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo. Además, la palabra nos dice: que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo, ver Romanos 10:9. Como usted puede ver mi hermano, la salvación no es tan sencilla de explicar cómo la gente cree, pregunto ¿usted cree que Jesús es el Señor? Yo también; ¿usted cree que Jesús es Dios? yo también; ¿usted cree que nuestro Señor Jesús resucitó entre los muertos? Yo también; ¿Jesús vive en su corazón? En el mío también.

Ahora, miremos Primera de Corintios capítulo 3:15.

 “Si la obra de alguno es consumida por el fuego, sufrirá pérdida; sin embargo, él será salvo, aunque así como por fuego.”

Además, la palabra nos dice:

“¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? La cual, después que fue anunciada primeramente por medio del Señor, nos fue confirmada por los que oyeron.” (Hebreos 2:3)

Esto quiere decir, que usted y yo, debemos investigar de qué se trata la salvación, ya que todos los versículos anteriores que hemos leído nos meten en un serio problema. Pero, debemos tener presente mi hermano, que en esta noche con la ayuda del Espíritu Santo vamos a comprender realmente un poquito lo que significa la salvación. Amén.

Pero antes permítanme decirles, que usted y yo, somos un ser trino, es decir: que usted y yo mi hermano, somos espíritu, alma y cuerpo. Es por eso que cuando nosotros hablamos de salvación tenemos que diferenciar.

• EN PRIMER LUGAR: ¿De qué nos están salvando?
• EN SEGUNDO LUGAR: ¿Que nos están salvando? es decir: nos están salvando el espíritu, o nos están salvando el alma, o nos están salvando el cuerpo.

Además usted y yo, debemos tener presente, que para poder comprender estas tres salvaciones, o mejor dicho: esta salvación única dividida en tres facetas, debemos de ir a la palabra original que proviene del griego Sozo, que quiere decir: hacer completo; que quiere decir: sanar; que quiere decir: mantener sano y salvo; que quiere decir: rescatar del peligro de la destrucción; y por último quiere decir: rescatar de heridas o de peligros. 

Por lo tanto, cuando usted y yo, analicemos estas tres facetas de la salvación, entonces, podremos conocer realmente de que nos están salvando, es decir: que parte de nuestro ser tripartito nos están salvando, es decir: que parte de nuestro ser integral nos están salvando.

LA SALVACIÓN DEL ESPÍRITU

Abran su biblia en el libro de Primera de Corintios capítulo 5:5, y dice:

“entregad a ese tal a Satanás para la destrucción de su carne, a fin de que su espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.”  

Como usted puede ver mi hermano, yo no me he inventado que hay salvación para el espíritu solo porque me da la gana decir que nosotros somos seres tripartitos, es decir: espíritu, alma y cuerpo, es por eso que usted y yo, debemos tener presente que si por casualidad de la casualidad cometemos cualquier tipo de pecado que conlleve a manchar a nuestro espíritu, lo podemos contaminar e inclusive lo podemos perder. Por eso, el apóstol Pablo reprendió a la iglesia de Corintios, pregunto ¿Pueden haber cristianos que cometen semejantes pecados? Si o no, y que pasa con ellos, pregunto ¿se van al infierno? No…. porque si analizamos este versículo podemos ver que ese cuerpo lo entregaron aquí en la tierra para que lo destruyeran. Esto quiere decir mi hermano, que hay personas que cometen este tipo de pecado y otros tipos de pecados, como ser: el adulterio, la fornicación, la idolatría, la brujería, el sortílego…. que pueden contaminar el espíritu y llevarlo a la muerte. Pero, que la misericordia de nuestro Padre celestial permite que este pecado sea entregado a satanás aquí en la tierra, para que nuestro espíritu no se contamine y sobre todo para que no se pierda.

Por lo tanto, les puedo decir iglesia de Cristo Jesús.

Que nuestro cuerpo va a ser tratado aquí en la tierra y con nuestro cuerpo, nuestra alma también, para que nuestro espíritu en el día del Señor no tenga que ser un espíritu vagabundo, es decir: un espíritu condenado al infierno, por eso usted y yo mi hermano, debemos tener presente que nuestro espíritu tiene que ser salvado aquí en la tierra.

Es por eso mi hermano, que para mí es muy importante explicarle esto, porque si nosotros lo entendemos vamos a caminar un poco más seguros, incluso no vamos a poder ser desviados.

LA SALVACIÓN DEL ALMA

Abran su biblia en el libro de Santiago capítulo 1:21, y dice:

“Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, recibid con humildad la palabra implantada, que es poderosa para salvar vuestras almas.”  

Al estudiar este versículo, podemos ver, que aquí la salvación no se da por la fe, es decir: que no es por gracia, más bien es por obra y esto el apóstol Pablo nos lo afirma diciendo: Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano, ver Primera de Corintios capítulo 15:1 al 2 RVR 1960. 

Esto quiere decir mi hermano, que hoy en día existen muchas personas que ya aceptaron a Cristo Jesús, es decir: que ya nacieron de nuevo y empezaron el proceso de salvación de su alma. Pero, lastimosamente siguen viviendo bajo las mieles del mundo. Por eso, deben tener presente mis hermanos, que si no retienen con perseverancia la palabra que les fue predicada y que les fue implantada en su alma, no serán salvos…. Perdónenme esto, yo no me lo estoy inventando, pues usted lo ha leído y lo ha escuchado. Por eso, es tan importante vivir bajo el evangelio, es decir: bajo el nuevo estilo de vida que nuestro Señor Jesucristo nos vino a exponer en su primera venida aquí en la tierra, pregunto ¿Qué salva el alma? La palabra.

Lo que yo estoy tratando de subrayar aquí es que hay salvación del espíritu y que hay salvación del alma. Además, la palabra en el libro de Santiago capítulo 5:20, nos dice:

“sepa que el que hace volver a un pecador del error de su camino salvará su alma de muerte, y cubrirá multitud de pecados.”

Pregunto, ¿Hay salvación del espíritu sí o no? Sí. ¿Hay salvación del alma sí o no? Sí. Ahora, al analizar estas dos preguntas podemos ver que al juntarlas surge un problema muy serio, pregunto ¿Por qué? Bueno, porque si juntamos estas dos preguntas podríamos preguntar ¿Y se puede salvar el espíritu y perderse el alma? ya les voy a dar los versículos, por el momento yo les dejo la pregunta en el ambiente. Entonces, como usted puede ver mi hermano, existe la salvación del espíritu, y también existe la salvación del alma.

Además, debe tener presente mi hermano.

Que la palabra dice que nuestro espíritu y nuestro cuerpo pertenecen a Dios pero no habla del alma. Esto quiere decir que el alma es el eslabón perdido.

Que lo que nosotros hagamos aquí en la tierra en nuestra alma, va a repercutir en el cuerpo y esto la palabra nos lo afirma diciendo: El alma que peque, ésa morirá…. ver Ezequiel 18:20

LA SALVACIÓN DEL CUERPO

Abran su biblia en el libro de Romanos capítulo 8:23, y dice:

“Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, aun nosotros mismos gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo.”

Al estudiar este versículo, podemos ver mi hermano, que si no cuidamos nuestro cuerpo aquí en la tierra, lo que cosecharemos en vez de la redención será la consumación en el infierno.

Pero qué triste es ver que hoy en día existen personas en el evangelio moderno que dicen: no hablen del infierno, dejen de meterle miedo a las personas. Pero, si por casualidad en esta congregación hay este tipo de persona permíteme decirte que yo no estoy metiéndole miedo a nadie, pues yo enseño lo que dice la palabra y esto nuestro Señor Jesucristo nos lo afirma diciendo: Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; más bien temed a aquel que puede hacer perecer tanto el alma como el cuerpo en el infierno, ver Mateo 10:28, pregunto ¿Qué es lo que se destruye en el infierno? El alma y el cuerpo.

Y el espíritu…. pregunto ¿Qué le pasa al espíritu? Porque si le mataron el alma y el cuerpo quiere decir mi hermano, según lo que dice nuestro Señor Jesucristo, que el cristiano podría salvar su espíritu. Ejemplo de ello lo podemos ver en la palabra con respecto a la lepra, se recuerda que la lepra es figura del pecado. Además, la palabra en el antiguo testamento nos dice que hay tres cosas que podían estar leprosas, y son:

• Las casas,
• Las vestiduras y
• Los humanos, es decir: los cuerpos.

Esto quiere decir, que las casas son figura de los cuerpos; las vestiduras son figuras del alma y los humanos son figuras del espíritu, la explicación del porque es muy abundante y no quiero detenerme en esto, pues lo que yo quiero mi hermano es que usted comprenda que lo que viene a individualizar nuestra vida es el espíritu, no es nuestra alma, no es nuestro cuerpo. Esto quiere decir mi hermano, que tú no eres lo que se mira por fuera, es decir: que ese cuerpo bien parecido no eres tú, más bien tu eres el que habita adentro, es decir: el espíritu, pregunto ¿Qué les pasaba a las casas leprosas? Las quemaban, pregunto ¿Qué les pasaba a las vestiduras leprosas? Las quemaban, pregunto ¿Qué les pasaba a las personas leprosas? Las aislaban, las sacaban del campamento. Entonces:

• Pregunto ¿Qué hacían con la casa = a cuerpo? La queman.
• Pregunto ¿Qué hacían con las vestiduras = a alma? La destruyen.
• Pregunto ¿Qué hacían con las personas = a espíritu? Lo sacan del campamento.

Pero, deben tener presente, que los humanos a diferencia de las casas y de las vestiduras, podían ser sanados de lepra y cuando eran sanados de lepra volvían a entrar al campamento. Esto quiere decir mi hermano, que los espíritus pueden ser sanados de lepra pero ya no van a tener alma y mucho menos cuerpo, es decir: que se van a quedar en calidad de espíritu.

Ejemplo de ello lo podemos ver en el libro de Primera de Pedro capitulo 3:18 al 23 y 4:1 al 6, y dice: Porque también Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el espíritu, en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados.

Permítanme hacer un breve paréntesis. 

Como usted puede ver mi hermano, nuestro Señor Jesucristo le fue a predicar a los espíritus que estaban encarcelados en el infierno, pregunto ¿Quiénes eran esos espíritus? Los que no se fueron en el arca de Noé, pregunto ¿A quiénes les fue a predicar? A los espíritus que fueron desobedientes, es decir: a los que murieron por culpa del pecado y por la unión de la raza humana con los hijos de los dioses, pues como ustedes saben los únicos que permanecieron puros fueron Noé, su esposa, sus hijos y sus nueras. Pero, deben tener presente mi hermano, que a los que nuestro Señor Jesucristo les fue a predicar fue a los que cuando se cerró la puerta del arca creyeron en el Señor y esto nos lo afirma el discípulo Lucas diciendo: Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y toda tu casa, ver Hechos 16:31.   

Sigamos leyendo…quienes en otro tiempo fueron desobedientes cuando la paciencia de Dios esperaba en los días de Noé, durante la construcción del arca, en la cual unos pocos, es decir, ocho personas, fueron salvadas por medio del agua. Y correspondiendo a esto, el bautismo ahora os salva (no quitando la suciedad de la carne, sino como una petición a Dios de una buena conciencia) mediante la resurrección de Jesucristo,

Paremos aquí…. pregunto ¿Qué salva? El bautismo, pregunto ¿Entonces la salvación es por obra o por gracia? ¿Entonces el creyente que creyó y no se bautizó es salvo? Estas preguntas están complicadas, pero ¿se recuerda que hay una salvación para el espíritu, se recuerda que hay una salvación para el alma, se recuerda que hay una salvación para el cuerpo? Entonces, el bautismo tiene que salvar algo y aquí dice: no quitando la suciedad de la carne, entonces no está salvando al cuerpo, lo que está salvando es una mala conciencia, entonces el bautismo te salva de una mala conciencia, te rescata de una mala conciencia, es decir: te salva el alma.

Sigamos leyendo… quien está a la diestra de Dios, habiendo subido al cielo después de que le habían sido sometidos ángeles, autoridades y potestades…. Por tanto, puesto que Cristo ha padecido en la carne, armaos también vosotros con el mismo propósito, pues quien ha padecido en la carne ha terminado con el pecado, para vivir el tiempo que le queda en la carne, no ya para las pasiones humanas, sino para la voluntad de Dios. Porque el tiempo ya pasado os es suficiente para haber hecho lo que agrada a los gentiles, habiendo andado en sensualidad, lujurias, borracheras, orgías, embriagueces y abominables idolatrías. Y en todo esto, se sorprenden de que no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan; pero ellos darán cuenta a aquel que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos. Porque con este fin fue predicado el evangelio aun a los muertos, para que aunque sean juzgados en la carne como hombres, vivan en el espíritu conforme a la voluntad de Dios.

Pregunto ¿A quiénes les fue predicado el evangelio? A los muertos, pregunto ¿Eran espíritu o eran alma? Alma. Esto quiere decir, que no les van a devolver el cuerpo, pero van a vivir.

Esto quiere decir mi hermano.

• EN PRIMER LUGAR: Que la salvación del espíritu va más allá de lo que nosotros comprendemos. Por eso, permanezcamos bajo el temor y el temblor de la palabra.
• EN SEGUNDO LUGAR: Que la salvación es completa, es decir: que la salvación usted y yo, debemos cuidarla integralmente y esto el apóstol pablo nos lo afirma diciendo: …. y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo, ver Primera de Tesalonicenses 5:23.

Ahora, les voy a leer algunos versículos para ver si nos hemos entendido. Recuerden, que Dios quiere que usted y yo, tengamos una salvación integral. Por eso, Abba, Padre, ayúdame y también ayuda a mis hermanos, dándonos un espíritu de revelación.

Abran su biblia en el libro de Romanos capítulo 5:9, y dice:

 “Entonces mucho más, habiendo sido ahora justificados por su sangre, seremos salvos de la ira de Dios por medio de Él.”  

Esto quiere decir mi hermano, que usted y yo, vamos a ser salvos de la ira de Dios. Pregunto ¿Aquí de que salvación se está hablando? De las tres, pregunto ¿Cómo se va a manifestar la ira de Dios aquí en la tierra? En la gran tribulación y va a ser sobre los hijos del Diablo y sobre todo de aquellos cristianos, entre comillas, que no quisieron participar de la santidad de Dios y se quedaron para la tribulación y para la gran tribulación, ver Apocalipsis 7:13 al 14, pregunto ¿De qué nos salva el Señor Jesucristo? de la ira de Dios en la gran tribulación, de la ira de Dios en las cárceles, de la ira de Dios en la condenación eterna, pregunto ¿Cuántos son salvos?

Abran su biblia en el libro de Hechos capítulo 2:40, y dice:

“Y con muchas otras palabras testificaba solemnemente y les exhortaba diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.”  

Pregunto ¿Aquí de que salvación se está hablando? Aquí se está hablando primariamente del alma. Pero usted y yo, debemos tener presente, que eso se va a reproducir en el cuerpo. Esto quiere decir mi hermano, que cuando la generación perversa influencia nuestra alma entonces nuestro cuerpo es afectado. Por eso, hoy en día vemos en la sociedad a personas peinadas como mohicano, a personas vistiendo con los pantalones debajo de las nalgas, y a personas tatuadas o perforadas o mutiladas asustando a sus padres, a sus hermanos, a sus tíos, a sus  amigos…. pregunto ¿De quienes debemos ser salvos? De la generación perversa.

Por lo tanto, les puedo decir con certeza, que usted y yo mi hermano, debemos alcanzar la estatura del varón perfecto, es decir: el Huios de Dios para que esta generación perversa no pueda contaminar nuestra alma, ya que si no lo hacemos así nos van a contaminar el alma y después el cuerpo y por último el espíritu. Además, recuerda mi hermano, que hemos sido llamados a ser santos, que hemos sido llamados a ser reyes y sacerdotes, que hemos sido llamados a ser ejemplo y por lo tanto usted y yo, debemos de ser la luz y la sal del mundo, pregunto ¿Se pierde la salvación sí o no? 

Abran su biblia en el libro de Mateo capítulo 1:21, y dice:

“Y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque El salvará a su pueblo de sus pecados.”  

Esto quiere decir que Él nos rescatará de nuestros pecados, pregunto ¿Aquí de que salvación se está hablando? De las tres, pregunto ¿Qué debemos de hacer para ser perdonados de nuestros pecados? Bueno, si no has aceptado a Cristo Jesús como tu Señor y salvador debes aceptarlo para que tus pecados puedan morir en la cruz y si ya has nacido de nuevo lo que debes de hacer es arrepentirte delante del trono de la misericordia, arrepentirte delante del trono de la gracia, arrepentirte delante de Dios…. ya que si te arrepientes con un corazón contrito y humillado, el Señor te rescatará de tus pecados y los pecados ya no tendrán poder sobre ti, aunque el pecado te reclame ya no tendrá poder, porque en virtud de lo que nuestro Señor Jesucristo hizo en la cruz mató tu cuerpo para que no tuviera relación con el pecado y esto el rey Salomón nos lo afirma diciendo: El que encubre sus pecados no prosperará, más el que los confiesa y los abandona hallará misericordia, ver Proverbios 28:13. Amén.

Por lo tanto usted y yo, debemos tener presente, que el pecado nos podrá perseguir, pero, nuestro Padre celestial ya nos salvó de nuestros pecados, pero si tú mi hermano, quieres pecar eso ya son otros veinte pesos, pregunto ¿Se puede perder la salvación si o no?   

Abran su biblia en el libro de Mateo capítulo 8:25, y dice:

“Y llegándose a Él, le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos!”  

Pregunto ¿Esta salvación es para el espíritu o es para el alma o es para el cuerpo? Para el cuerpo. Esto quiere decir mi hermano, que a usted y a mí, nos pueden venir tormentas y que estas tormentas nos puedan hacer pedazos nuestra vida. Pero, debemos tener presente que si nos paramos sobre la Roca con fe y decimos: oh Señor tu salvación espero, oh Jehová tu salvación que empezó en mi espíritu y que ha continuado en mi alma por favor llévala hasta mi cuerpo y que cese esta tormenta que me agobia, te aseguro que Él lo cumplirá, pues su palabra nos dice: que Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo a dicho Él, y no lo hará?, ¿ha hablado y no lo cumplirá? ver Números 23:19, pregunto ¿Esta salvación se puede perder si o no? Claro que SI hombre, pues no hay un montón de cristianos atormentados, pero eso no quiere decir mi hermano, que perderán su salvación en el alma y mucho menos en su espíritu, pero su cuerpo si está padeciendo algunas cosas. Por lo tanto, debemos tener presente, que la salvación que nos ofrece Dios es completa, es total, es integral…. es decir: espíritu, alma y  cuerpo. Pero, debemos tener presente, que primero tiene que comenzar en el espíritu. 

EN CONCLUSIÓN

LA BIBLIA NOS HABLA:

“Ten cuidado de ti mismo y de la enseñanza; persevera en estas cosas, porque haciéndolo asegurarás la salvación tanto para ti mismo como para los que te escuchan.” (Primera de Timoteo 4:16)

Ahora, podemos concluir.

Que la salvación debe de ser integral. Pero, primero debe de comenzar por el espíritu, porque solo así podremos alcanzarla, mantenerla y sobre todo no perderla. Es por eso que usted y yo, debemos de trasvasar de tinaja de barro que somos al agua y del agua al vino y del vino a la miel y de la miel a la leche y de la leche a la harina y al aceite y de la harina y el aceite debemos trasvasar a la sal y de la sal finalmente tenemos que trasvasar a la antorcha de la luz, para poder alcanzar la madurez y el peso espiritual, es decir: para alcanzar la estatura del varón perfecto, es decir: para alcanzar el Ginomai, Teknion, Teknon, Huios; Theós, porque solo así usted y yo, podremos obtener la salvación completa, es decir: la salvación integral…. es decir: la salvación del espíritu, del alma y del cuerpo…. Por eso, la palabra nos dice en el libro de Filipenses capítulo 2:12 al 13....ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor; porque Dios es quien obra en vosotros tanto el querer como el hacer, para su beneplácito.  

07 de febrero de 2015

Ministerio Familiar Bonilla-Velásquez