SANIDAD EN LOS HUESOS PARA PODER CRECER
La semana pasada dije, que Dios es bueno, Y dentro de Su bondad desea y anhela, con todo Su corazón, que nosotros nazcamos de arriba, es decir: Crezcamos... Dios desea, que usted y yo, nazcamos de arriba... En otras palabras, que seamos reengendrados,
¿Y por qué tenemos que hacerlo?
O, ¿Por qué quiere Dios, que nazcamos de arriba?
Para que alcancemos la meta, ¿Y cuál es la meta? La que nos manifiesta el apóstol Pablo para que podamos optar al Harpazo, y que se encuentra en el libro de Efesios capítulo 4:13, que dice: Hasta que todos lleguemos a la unidad de la Fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo... Son varias cosas, Primero: Tenemos que llegar a la unidad de la Fe y del conocimiento, y NO de un conocimiento a medias, sino pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro... Y aquí me quiero detener: “A la condición de un hombre maduro”, ¿Y por qué me quiero detener ahí? Escuche con atención: En la escuela nos enseñaron, que los seres vivos: Nacen, crecen, se reproducen y mueren; Es un ciclo, pero me quiero detener en nacen y crecen, Y cuando uno llega a los pies de Cristo nace de nuevo, ¿Y cuál es nuestra responsabilidad? Crecer, y crecer: A la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo... En otras palabras, lo que nos está diciendo el apóstol Pablo, es: Amados, amadas, ya nacieron de arriba. Entonces tienen que crecer, No se pueden quedar estáticos, No se pueden estancar y mucho menos pueden involucionar, Y fue por eso que el apóstol Pablo les dijo a los hebreos, y como Pablo le habla a Pedro para que lo entienda Juan... Escuchen Juanes:
Pues, aunque
ya debierais ser maestros, otra vez tenéis necesidad de que alguien os enseñe
los principios elementales de los oráculos de Dios, y habéis llegado a tener
necesidad de leche y no de alimento sólido. Porque todo el que toma solo leche,
no está acostumbrado a la palabra de justicia, porque es niño, ver Hebreos
5:12 al 13...
En otras
palabras, lo que nos está diciendo Pablo, es: Nuestra obligación como Iglesia,
como novia que se va a casar con el Señor, es: Crecer; Es evolucionar... Y
esto nos lo ratifica Salomón cuando dice: Tenemos una hermana pequeña, que
no tiene pechos, ver Cantares 8:8... Refiriéndose a la Iglesia, que sigue
siendo inmadura, que no ha desarrollado, que no ha crecido, Y para
crecer tenemos que evolucionar... Recuerde, que estoy hablando en sentido
espiritual, pero SI quiere, permítame explicárselo, por medio de un ejemplo
carnal: Cuando nosotros éramos bebes... Pregunto: ¿Comimos Nestum? Amen...
Ahora, en nuestra adultes, ¿Cuántos de nosotros seguimos comiendo Nestum?
Ninguno, aunque habrá más de alguna excepción, pero ese no es el punto, el
punto es que el Nestum fue diseñado para un niño en crecimiento. Aunque usted se
lo puede comer; Pero, No está diseñado para usted y lo mismo pasa en lo
espiritual. Hay alimento, hay Palabra que está diseñada para los recién
convertidos para los bebes espirituales, pero yo creo que aquí ya no hay bebes
espirituales, pues usted ya camina, ya habla; Tiene otras responsabilidades y
obligaciones, Y su obligación como Iglesia, como novia que se va a casar con el
Señor, es: Crecer, y para explicarle el crecimiento, me quiero apoyar en
algo que investigue, porque esa investigación me mostro que así como en lo
literal en lo espiritual existen enfermedades que estorban el crecimiento, Y
una de ellas es la enfermedad en los huesos, llamada: Óseas... Escuche lo que
dicen:
Los huesos
nos ayudan a movernos, le dan forma y apoyan el cuerpo. Son tejidos vivos que
se regeneran constantemente durante su vida, durante la infancia y la
adolescencia. El cuerpo agrega huesos nuevos más rápido de lo que elimina los
antiguos; Después de los 20 años de edad, puede perder huesos más rápido de los
que produce.
Pero note
usted, que es durante la niñes y la adolescencia que se desarrollan los huesos,
Y qué SI usted o yo, nos lastimáramos algún hueso tardaría más en regenerase que
un niño porque no es adulto, pero ese no es el punto, el punto es que existe
una enfermedad en los huesos que me llamo mucho la atención, y que se llama:
Osteogénesis imperfecta, llamada comúnmente: Enfermedad de los Huesos de Cristal...
¿Y de qué trata esa enfermedad?
Escuche con
mucha mayor atención: La Osteogénesis imperfecta es un trastorno genético
permanente poco común, que impide la formación de huesos fuertes; Los niños,
que sufren este trastorno se fracturan con facilidad y pueden tener huesos
deformados; La Osteogénesis imperfecta también puede provocar fragilidad
dental, curvatura en la columna vertebral, o pérdida de audición y debilidad
muscular...
Lo que me
impactó a mí de este texto... En primer lugar, es: Enfermedades de los Huesos
de Cristal... Hoy en día hay un término a la que se le denomina: Generación de
Cristal, y cuando leemos los síntomas dice: Que los huesos se fracturan con
facilidad, No hay huesos fuertes y cuando vemos a la Generación de Cristal
vemos que a dicha Generación le gusta escuchar un evangelio motivacional, Un
evangelio que se acomode a su vida, Y NO buscan acomodar su vida al
evangelio... El evangelio muchas veces es incómodo, porque el evangelio es
Cristo y Cristo es la única verdad... Cuando nos predican la verdad
somos confrontados, y esta Generación dice: Me ofendieron, están hablando mal de
mí; Se van y se van quejando... Pero, ¿Por qué? Porque tienen una enfermedad en
los huesos que evita su crecimiento, pero ahora, dejemos de molestar a la Generación
de Cristal, ¿Cuántas personas dentro de la Iglesia se ofenden cuando se predica
la verdad? El evangelio es incómodo, pero es la verdad y la verdad es
Cristo. Y esto no lo digo yo, lo dice nuestro Señor Jesucristo: Yo soy
el camino, y la verdad, y la vida, ver Juan 14:6... Escuche: Todos
los que predicamos a Cristo predicamos por medio y en base a la luz, Y la
luz alumbra a las tinieblas y en este caso alumbra lo imperfecto, Alumbra lo
malo que hay en nosotros, y nuestra obligación, perdone que use esta
palabra, Nuestra obligación es cambiar,
El evangelio
cambia a aquel que se acerque a él,
...Perdone: Jesús
cambia a todo aquel que se acerque a Él...
¿Qué diría
usted, SI yo le digo lo que le dijo un pastor a su congregación hace tiempos?
...Él les dijo:
Antes de
venir a predicar me atropelló un carro; Se quedaron callados. Entonces, les dijo:
Si usted me cree esta más loco que yo, porque lo primero que tendría que decirme
es: Disculpe, hermano pastor usted es un mentiroso, porque yo le lo miro y veo
que su ropa está intacta, No tiene la ropa rota, No tiene golpes ni moretes.
Entonces, escuchen: Así se mira un cristiano, que dice que tuvo un encuentro
con el Señor, pero su vida no cambia porque cuando tenemos un encuentro con Cristo
Jesús nuestra vida tiene que cambiar...
2.- En
segundo lugar: Lo que me impactó a mí de esta enfermedad, Osteogénesis
imperfecta, es que dicha enfermedad produce pérdida de audición, Y
esto lo podemos relacionar con aquellas personas que no les gusta escuchar o
que están perdiendo la capacidad de escuchar a su pastor. No... A la Palabra
del Señor, Amén...
3.- En
tercer lugar: Lo que me impactó a mí de esta enfermedad, Osteogénesis
imperfecta, es que dicha enfermedad es producida por una mala
nutrición o por factores genéticos, es decir: Porque un familiar muy
cercano se la transmitió, Y esto es Bíblico, pues dice la Palabra en el libro
de Segunda de Samuel capítulo 3:29, que cuando se enteró el rey David, que Joab
mato a sangre fría a Abner, le dijo: Caiga la sangre de Abner sobre ti Joab
y sobre toda la casa de tu padre, y que nunca falte en tu casa Joab un hombre
de cada generación que padezca de flujo o de lepra, o que camine con muletas, o
que muera a espada o que mendigue comida, pero ese no es el punto, aunque
no lo tenemos que obviar, ¿El qué? Derramar sangre inocente, el punto es
que dicha enfermedad, es producida por una mala nutrición o por factores
genéticos... Y dicen muchos especialistas, que para este tipo de enfermedad
en su mayoría NO hay cura; Hay tratamientos, pero no hay cura, y
cuando a alguien le dan un diagnóstico de esta índole. Yo creo, que el mundo
entero, le cae encima, porque es muy diferente, con todo respeto, que
alguien que tenga gripe a alguien que tenga una enfermedad que le digan: No hay
cura, y tal vez, la condición de ese hermano o hermana, o de ese amigo o amiga
es la de Jeremías capítulo 30:13, RVR 1960...
No hay quien
juzgue tu causa para sanarte; No hay para ti medicamento eficaz...
Pero
nosotros, No predicamos un evangelio de enfermedad, No predicamos un evangelio
de muerte, porque Escrito está en el libro de Isaías capítulo 53:5:
Mas Él, Cristo, fue
herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El
castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él, y por sus heridas hemos sido sanados...
Nosotros creemos
en un Cristo, que murió y resucitó, Y que por sus heridas somos sanados y es más
dice la Palabra en el libro de Jeremías capítulo 33:6:
He aquí, yo
le traeré salud y sanidad; Los sanaré y les revelaré abundancia de paz y de
verdad, pero
también nos dice respecto a las enfermedades de los huesos:
Entonces yo,
el Señor, te guiaré por siempre, y en tiempos de sequía satisfaré tu sed; Infundiré
nuevas fuerzas a tus huesos, y serás como un huerto bien regado, como un
manantial cuyas aguas nunca faltarán, ver Isaías 58:11, RVC...
Nosotros, usted
y yo, No estamos solos...
Nosotros,
tenemos esperanza en aquel que es nuestra esperanza, y se llama: Cristo
Jesús, pero para alcanzar dicha esperanza, Tenemos, que evolucionar,
y para evolucionar tenemos que crecer, y para crecer tenemos que nacer de
arriba, y para nacer de arriba tenemos que creer y creer en el que sana, porque
lo peculiar de esta enfermedad en los huesos, aunque se evidencia rápidamente
está bien adentro de nosotros... Y fue por eso que el apóstol Pablo dijo y aun
nos sigue diciendo: La palabra de Dios es viva y poderosa, y es más cortante
que cualquier espada de dos filos, penetra tan profundo que divide el alma y el
espíritu, las coyunturas y los huesos, y juzga los pensamientos y sentimientos
de nuestro corazón, ver Hebreos 4:12, PDT... Pero ese no es el punto,
aunque no lo tenemos que obviar, el punto es que el Señor nuestro Dios, quiere,
que su Iglesia, es decir: Usted y yo, evolucionemos para darnos
salud y sanidad, y de eso quiero hablarle hoy con la ayuda del Señor, es
decir: De nuestro tercer ser tripartito, llamado: Cuerpo, y como sub
título:
SANIDAD EN
LOS HUESOS PARA PODER CRECER
Y Dios
anhela, que usted y yo, crezcamos, Y la misma Palabra lo dice:
Amado, yo deseo
que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como
prospera tu alma, ver Tercera de Juan 1:2, RVR 1960...
Dios es un
Dios de sanidad... Y para poder decirle: Señor, sáname, primero
lo primero, y lo primero es, que nos tienen que diagnosticar y para poderle
diagnosticar tendría que explicarle por medio de las Escrituras lo primero y lo
primero que le tendría que explicar es que la Biblia nos muestra que existen
dos tipos de enfermedades:
1.- Número
uno: Existe la enfermedad a la manera de Juan capítulo 9:2 al 3, y sus
discípulos le preguntaron diciendo: Rabi, ¿Quién pecó, este o sus padres, para
que naciera ciego? Jesús respondió: Ni este peco, ni sus padres; Sino que está
ciego para que las obras de Dios se manifiesten en él... Entonces, existen
enfermedades, que Dios permite para que Su nombre sea glorificado, para que
cuando Él provea la sanidad le demos la gloria a Él, y las naciones vean que
tenemos un Dios sanador; Claro, que esto, para muchos enfermos resulta
difícil de asimilar, pero tenemos que entender la voluntad de Dios... Dios
es un Dios de proceso y durante el proceso se puede ver que vale la pena...
Ejemplo Bíblico: Job... Y yo veo en la Palabra, que Dios nunca le explico a
Job, ¿El por qué? Yo permití esto, por esto, por esto y por esto, ¿Y cómo fue
el postrer estado de Job? Mucho mejor que el primero...
2.- Número
dos: Existe la enfermedad, con todo respeto, a la manera de Lucas capítulo 5:18
al 20, He aquí, unos hombres trajeron en una camilla a un hombre que estaba
paralítico; Y trataban de meterlo y ponerlo delante de Jesús. Y no hallando
cómo introducirlo debido a la multitud, subieron a la azotea y lo bajaron con
la camilla a través del techo, poniéndolo en medio, delante de Jesús. Viendo
Jesús la fe de ellos, dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados...
Entonces, existen enfermedades, Y lo podemos ver a luz de las Escrituras, que
vienen a consecuencia de un fallo, de un pecado, por eso pidámosle al
Espíritu Santo que nos ayude a discernir lo que hay en nosotros, ¿Para qué?
Para que nos ayude a evolucionar, porque nosotros tenemos que anhelar
crecer, pero NO podemos crecer y mucho menos evolucionar SI estamos enfermos,
Amén...
Y dice la Palabra
en el libro de los Salmos capítulo 6:1 al 2:
Señor, no me
reprendas en tu ira, ni me castigues en tu furor. Ten piedad de mí, Señor, pues
languidezco; Sáname, Señor, porque mis huesos se estremecen...
Y en los
versículos del 3 al 4, dice:
Mi alma
también está muy angustiada; Y tú, oh Señor, ¿Hasta cuándo? Vuélvete, Señor,
rescata mi alma; Sálvame por tu misericordia...
Lo que me
llamó a mí la atención de esos versículos es que dice: No me reprendas en tu
ira, ni me castigues... Note usted, que en ese momento al rey David, No le había
llegado el castigo, porque estaba clamando misericordia; Ten piedad de mí,
Señor, pues languidezco; Sáname; Sáname, Señor, porque mis huesos se estremecen.
Entonces, las enfermedades pueden llegar a nuestra vida como una advertencia...
Y yo creo, que el Espíritu Santo siempre nos da alertas, siempre nos habla,
siempre nos confronta cuando estamos a punto de decir o de hacer algo, que es
incorrecto... El Espíritu Santo nos para, nos pone freno, porque tiene
misericordia... Entonces, la enfermedad puede venir a nuestra vida como una
advertencia, Y por eso, Nosotros, Tenemos, que analizar y revisar nuestro
campamento, Amén...
Ahora,
leamos el Salmos capítulo 138:3...
No hay nada
sano en mi carne a causa de tu indignación; En mis huesos no hay salud a causa
de mi pecado...
Nosotros, Tenemos
que reconocer nuestro interior, nuestras fallas, nuestra carencia, nuestro
pecado, y el salmista lo reconoció, pues dice: No hay nada sano en mi carne;
En lo externo, en lo que se puede ver, pero en mis huesos, En lo que está
adentro de mí no hay salud a causa de mi pecado... Esto es interesante,
porque esto nos deja ver, que nosotros tenemos que dejar a un lado nuestro
orgullo para que podamos reconocer nuestros pecados, tal cual como lo hizo el
profeta Isaías, ver Isaías 6:1 al 7... Isaías, reconoció su falta, su pecado, Y
lo lamentable de esto es que existen muchos cristianos, que se niegan a
reconocer su pecado: Le echan la culpa a los demás... Yo peque por culpa de
fulano, yo peque por culpa de zutano, yo peque por culpa de mengano... Pero Isaías
no dijo eso, él dijo: Yo soy un hombre de labios inmundos y en medio de gente
de labios inmundos habito... En otras palabras, yo reconozco mi pecado,
¿Qué le quiero decir? Que cuando el Señor ve, que usted y yo, somos humildes, que
somos honestos delante de Él, Él tiene misericordia... Dios, conoce
nuestra condición y espera que se la expongamos... Dios desea, que nosotros nos
ubiquemos, tal cual como se lo hizo ver a Adán cuando le pregunto: ¿Dónde estás?
Entonces, Dios conoce nuestra condición y desea que se la expongamos, ¿Para
qué? Para derramar Su misericordia, porque el que se acerca a Él con un corazón
humilde encuentra misericordia, Amén...
Ahora,
leamos el Salmos capítulo 22:14, NBD...
Mi fuerza se
escurrió como agua y tengo todos los huesos descoyuntados. Mi corazón se
derrite como será...
La palabra
descoyuntado en hebreo se dice: Parad (H 6504), y Parad quiere decir, en primer
lugar: Desviar... Entonces, SI alguien se desvía tiene los huesos
dislocados... Y, en segundo lugar, significa: Dividir... Y los que
dividen, ya sea una casa o una Iglesia, tienen los huesos dislocados... Y, en
tercer lugar, significa: Separar o separase... Por eso consejo: Dejemos a un
lado a nuestro orgullo; Y vuelvo a la carga: La generación de cristal son
expertos en todo y cuando se presenta alguien con la verdad, llámese: Señor
Jesucristo... Se ofenden y lo apedrean; No lo dejan hablar, y ese es
un síntoma que tienen los huesos dislocados... En otras palabras, se quieren
desviar o dividir, o separarse de Dios... Y recuerde, que nosotros, Separados
de Dios, nada somos y nada podemos hacer, Amén...
Tenemos, que
tener cuidado, ¿Y cómo va su examen?
Ahora,
leamos Isaías capítulo 38:13, Biblia Kadosh Israelita Mesiánica...
Trato de ser
fuerte como un león hasta la mañana, pero aun mi enfermedad rompe todos mis
huesos – Entre el día y la noche Tú me puedes terminar...
Este
versículo habla del contesto de la oración que hizo el rey Ezequías cuando cayó
enfermo de la enfermedad, que el Señor permitió que le cayera... Pero, ¿Cuál
fue la palabra, que Dios le envió a Ezequías por medio de Isaías para ser
sanado? Pon en orden tu casa... Entonces, la enfermedad le llego al
rey Ezequías por tener desordenada su casa... Y es aquí,
amado y amada, en donde surge la famosa pregunta de los 20 pesos:
¿Qué tan
ordenada esta nuestra vida delante del Señor?
Dios utiliza
a los huesos quebrados para que pongamos en orden nuestra casa... Pongamos en
orden nuestra casa, Pongamos en orden nuestra vida... Y recuerde, que el
Señor, desea y anhela con todo Su corazón, que nosotros crezcamos, es decir:
Evolucionemos, Amén...
Ahora,
leamos Job capítulo 30:17, NBD...
Mis noches
fatigosas están llenas de dolor, como que algo me perforara implacablemente los
huesos...
La prueba es
difícil... Estar delante de la prueba y tener esperanza es difícil, Y Job lo
expresa diciendo: La prueba es como que algo me perforara implacablemente
los huesos, pero la prueba es necesaria, Y el libro de Primera de Corintios
capítulo 10:13, BDA, nos dice:
Ninguna
prueba han tenido que sobrepase lo soportable, y pueden confiar en que Dios no
permitirá que sean puestos a prueba por encima de sus fuerzas; Al contrario,
con la prueba, recibirán fuerzas suficientes para superarla...
...Y por eso
quisiera terminar con esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo como le dije
al principio de esta maravillosa enseñanza del Señor:
Nosotros, No
predicamos un evangelio fatalista, De malas noticias... Nosotros, predicamos
un evangelio, que se basa en Cristo y Cristo es nuestra esperanza... La
esperanza de gloria, y SI Él nos prometió que habría sanidad, puede haber
sanidad... Por eso consejo:
No seas
sabio a tus propios ojos, teme al Señor y apártate del mal. Será medicina para
tu cuerpo y refrigerio para tus huesos, ver Proverbios 3:7 al
8...
Así que,
Teme al Señor, Teme al Señor... Aunque te pongan el pecado enfrente,
aunque la oportunidad laboral depende de que traiciones tus principios, Teme
al Señor y apártate del mal, porque eso será medicina para
tu cuerpo y refrigerio para tus huesos, Amén...
Hermano;
Hermana, nosotros, tenemos esperanza en nuestro Señor Jesucristo, Y esa es
la buena nueva que nosotros predicamos, por eso permítame decirle con
certeza y convicción que, SI nosotros creemos en Él (Dios), Se alegrara nuestro
corazón, y nuestros huesos se renovaran como la hierba; Y la mano del Señor
nuestro Dios se nos dará a conocer y se enojara contra nuestros enemigos,
ver Isaías 66:14, RVR 2009...
Cuando yo
leí ese versículo me regocijé y me reí, porque recordé lo que nos dice el
profeta Isaías en su libro en el capítulo 40:29 al 31, permítame leérselo:
El da
fuerzas al fatigado,
Y al que no
tiene fuerzas, aumenta el vigor.
Aun los
mancebos se fatigan y se cansan,
Y los
jóvenes tropiezan y vacilan,
Pero los que
esperan en el Señor renovarán sus fuerzas;
Se
remontarán con alas como las águilas,
Correrán y
no se cansarán,
Caminarán y
no se fatigarán...
Y la promesa
del Señor, nos dice: Yo les traeré medicina y sanidad. Yo los sanaré y les revelaré
tiempos de paz y de verdad, ver Jeremías 33:3, RVA 2015...
¿Cuántos lo
creen? Entonces, démosle un Amén a Dios...
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