JESÚS EN LA MESA….

LA BIBLIA NOS HABLA:

 “…He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.” (Apocalipsis 3:20) LBLA.

En este día quisiera comenzar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo, que el Señor desea que le acerquemos la lupa a la santa cena cada vez que participemos de ella, para que comprendamos lo que representa y sus beneficios... A veces, a mí me cuesta entender algo; Pasa el tiempo, y digo: Ahora entiendo… y eso nos pasa a todos los ministros, porque cuando el Señor envió al apóstol Pedro hacia los gentiles para que les hablara del evangelio, dijo: “…Ciertamente ahora entiendo que Dios no hace acepción de personas.”, ver Hechos 10:34, y eso que Pedro tuvo el placer de ver la sanidad de la mujer que había tenido flujo de sangre por doce años, ver Marcos 5:25 al 34, y en donde dejamos la sanidad de la hija de la sirofenicia de nacimiento, Marcos 7:24 al 30, y del siervo de cierto centurión, ver Lucas 7:2 al 10… El Señor le mostró a Pedro que tenía que ir a los gentiles, ver Hechos 10:9 al 16… El Señor le dijo a Pedro: “Tengo otras ovejas que no son de este redil; a ésas también me es necesario traerlas, y oirán mi voz, y serán un rebaño con un solo pastor.”, ver Juan 10:16… El Señor le mostró a Pedro que la salvación era y sigue siendo universal, y Pedro, el apóstol, lo comprendió hasta el capítulo 10:34 del libro de los Hechos, diciendo: “…Ahora entiendo que Dios no hace acepción de personas.”, ¿Qué le quiero decir? Que Dios nos quiere subrayar en el corazón los beneficios que se pueden obtener de la santa cena cuando se toma dignamente… En otras palabras, lo que representa y lo que significa… Por ejemplo:

Cuando el Señor inauguró la santa cena, lo hizo en la fiesta de la Pascua, ver Lucas 22:14 al 20, es decir que los apóstoles celebraban la Pascua o Pésaj como la llaman los hebreos… pero el punto es lo que le dijo el Señor a sus apóstoles en el aposento alto antes de padecer: Les voy a cambiar la pascua, ¿Por qué Señor? Le preguntó Judas... Porque voy a fundar Mi Iglesia sobre una Roca, que se llama: Jesucristo, por eso les voy a cambiar la Pascua por la santa cena, Señor, disculpa, No te entendemos, ¿Nos puedes explicar, por favor?, Con mucho gusto...  Escuchen con atención: Ustedes se comían un cordero en el pasado y de ahora en adelante se van a comer un pan que representa al Cordero vivo que descendió del cielo, y que quita el pecado del mundo, y que Soy Yo, ver Juan 1:29 y Juan 6:51… por otro lado, ya no se tienen que tomar las cuatro copas de vino, sino una, porque eso significa mi sangre, es decir “…El nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por vosotros.”, ver Lucas 22:20… Eso quiere decir que la Pascua se convirtió en una sombra o en una figura de las cosas que le tienen que acontecer a la Iglesia de Cristo Jesús, es decir: A NOSOTROS...

Permítame que se lo explique:

El pueblo de Israel celebró la pascua antes de salir de Egipto…
El pueblo de Israel sigue celebrando la Pascua o la Pésaj, es decir su pasado…
El pueblo de Israel sigue celebrando la pascua calzado, ceñido su lomo y con el bordón…

Egipto es sombra y figura para la Iglesia de Cristo Jesús… Y tiene dos connotaciones:

Pero antes permítame decirle, que la mesa del Señor nos ayuda a salir de Egipto. Entre paréntesis, mundo y tierra… porque no es lo mismo amado hermano, el mundo que la tierra…

El mundo es un sistema (Conjunto de reglas o principios), y…

La tierra es un planeta. ENTENDIERON… Entonces, continuemos:

1.- LA PRIMERA: Nos muestra que la mesa del Señor nos ayuda y nos habilita para salir de Egipto, llámese: Sistema, poco a poco… En otras palabras, para que nos despojemos del sistema y que el sistema salga de nosotros… permítame que se lo explique por medio de un ejemplo: El sábado de la semana pasada tuve que cumplir un compromiso con mi hija por la tarde… Yo pensé que como la mañana fue muy bendecida, por la tarde lo iba a ser también, pero NO fue así… Resulta, que llegamos a la boda y cuando llegamos a la boda, entre paréntesis, cristiana, lo que encontramos fueron muertos en vez de vivos, y en un sistema cristiano… Yo pensaba que estaba viendo una película de terror o de suspenso... Voltee a un lado, y escuché a uno de los salmistas pidiendo bebidas alcohólicas. Entre paréntesis, yo no estoy juzgando y mucho menos condenado a nadie… Yo Juan Carlos Bonilla Guerrero estoy explicando lo que significa Egipto, llámese: Sistema, por medio de un ejemplo... Voltee a otro lado, y miré al hijo del pastor con un arito... Mire al frente, y vi a muchos hermanos bailando y gritando. Entre paréntesis, ¿cómo se llama eso: Libertad en el Espíritu o libertad del alma…? Yo salí escandalizado y hasta el día de hoy, me pregunté: ¿Será que eso es parte de la cultura cristiana?... y en eso escuché una voz del cielo que me dijo: Pareces un saduceo; Estás equivocado, ¿No entendéis las Escrituras ni el poder de Dios?, Porque cuando resuciten de entre los muertos, ni se casarán ni serán dados en matrimonio, sino que serán como los ángeles en los cielos. Y en cuanto a que los muertos resucitan, ¿No habéis leído en el libro de Moisés, en el pasaje sobre la zarza ardiendo, cómo Dios le habló, diciendo: “Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob”? Él no es Dios de muertos, sino de vivos, ver Marcos 12:24 al 27… Juan Carlos, recuerda, que “…Si alguno está en Cristo Jesús, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas.”, ver Segunda de Corintios 5:17… pero ese no es el punto, ¡Aunque es hermoso y precioso! El punto es que cuando íbamos de regreso hacia la casa con mi hija. Ella me comentó en el carro parte de lo que observó... ¡Se escandalizó! ¿Qué le quiero decir? Que existen lamentablemente muchos cristianos que no han salido de Egipto, llámese: Sistema… En otras palabras, se sienten a gusto con el sistema… Y es aquí en donde surge la pregunta que muchos ministros se preguntan: ¿Por qué la Iglesia perdió la influencia en el mundo? Porque Egipto, llámese: Sistema, es decir costumbres y hábitos, ahora influencian a la Iglesia de Cristo Jesús… En otras palabras, Egipto, llámese: Sistema, entró a la Iglesia… pero lo que me llamó a mí la atención es que mi hija NO le sintió gusto al sistema: se salió del sistema… Hermano Juan Carlos, disculpe, NO sea legalista… ¡Bueno, bueno! Lo que sucede es que usted no se quiere salir del sistema, porque el sistema lo absorbió… Entonces, la santa cena nos ayuda a salir de Egipto, llámese: Sistema y a que el sistema salga de nosotros… De tal manera, que vamos aparecer animales raros, y aun en medio del sistema cristiano, Amén…

2.- LA SEGUNDA: Nos muestra que la mesa del Señor nos ayudará a salir de Egipto, llámese: planeta…La Palabra nos muestra escatológicamente, que antes de que se cumpla la profecía de Daniel y del apóstol del amor, el Señor vendrá por su esposa... Él lo prometió... Él dijo en el libro de Juan capítulo 14:3 Biblia Kadosh Israelita Mesiánica: “…Yo regresaré para llevarlos conmigo…”,  ¿Cuántos lo creemos?, ¿Cuántos creemos que Su venida está cerca? Cuando miramos las noticias internacionales es como que estuviéramos leyendo la Biblia… Hasta los predicadores que se burlan de la venida del Señor NO se dan cuanta que ellos mismos son una señal de que el Señor viene pronto… pues escrito esta: “…En los últimos días vendrán burladores, con su sarcasmo, siguiendo sus propias pasiones, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su venida? Porque desde que los padres durmieron, todo continúa tal como estaba desde el principio de la creación.”, ver Segunda de Pedro 3:3 al 4… y es aquí en donde surge la pregunta de los 20 pesos: ¿Estamos preparados para salir de Egipto, llámese: Planeta? O mejor dicho: Para ser arrebatados… ¿Será qué usted está preparado?, ¿Será qué yo estoy preparado? Porque existe un versículo extraordinario, que dice: “…En aquella noche estarán dos en una cama; uno será tomado y el otro será dejado.”, ver Lucas 17:34… Este versículo tiene su explicación y la más corta habla de un matrimonio… por eso me pregunto y le pregunto hermano: ¿Estamos preparados?... Recuerde, que la salvación es personal… Recuerde, que el arrebatamiento es personal y que la santa cena nos permite analizar y evaluar nuestra santidad para que limpiemos nuestra vestidura… pues escrito está: “…Examínese cada uno a sí mismo, y entonces coma del pan y beba de la copa.”, ver Primera de Corintios 11:28, ¿Para qué? Para que nos juzguemos, ya que la santa cena es un juicio, pero personal… pues escrito está: “…Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí.”, ver Primera de Corintios 11:29… La Santa cena nos conduce al arrepentimiento… La Santa cena NO nos condena… Recuerde: “El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.”, ver Proverbios 28:13 RVR 1960, ¿De quién? De Dios, pero ese no es el punto, el punto es que cada vez que participamos dignamente de la mesa del Señor estamos anunciamos nuestra salida de este planeta… Nosotros estamos diciendo: Yo anuncio: Que el Señor regresará… Yo anuncio: Que el Señor me llevará… Yo anuncio: Que estaré con el Señor en las moradas celestiales. ENTENDIERON… Entonces, si entendieron, ¿Qué dije? Dije: La mesa del Señor nos ayudará a salir de Egipto, llámese: planeta, Aleluya.

Por eso: Así nos dice el Señor Dios: Participen de Mi mesa dignamente, porque Mi mesa los prepara... La santa cena prepara a la novia, a la Iglesia… por eso consejo: Participemos de la santa cena dignamente, cuantas veces sean necesarias, porque su mesa nos prepara para el arrebatamiento… Cuando nos acercamos a la mesa del Señor pasa algo extraordinario… Por ejemplo: Algunos se debilitan, otros se enferman, y muchos duermen (Mueren). Ah… y otros se fortalecen o se sanan o son vivificados, ver Primera de Corintios 11:30, pero eso depende de la actitud y de la consciencia de la persona... O mejor dicho: Si nosotros nos acercamos a participar de la mesa del Señor con una consciencia plena de lo que representa vamos a ser vivificados... En otras palabras, el Señor vivificará nuestro espíritu y el espíritu vivificado nos catapultará al arrebatamiento... ¿Qué le quiero decir? Que cada vez que nos acerquemos a la mesa del Señor nos tenemos que pasar el escáner, ¿Y usted se lo pasa?… por eso es que el Señor puso en mi corazón, que cuando vaya a ministrar la santa cena; Primero: Ministre Su Palabra basada en los beneficios de la santa cena para que comprenda lo que representa, ¿Para qué? Para que reflexione… En otras palabras, para que NO coma NI beba juicio sino todo lo contrario, es decir para que coma y beba la bendición del pan vivo que descendió del cielo... En otras palabras, para que viva y NO para que exista... En otras palabras, para que se coma y se beba la genética divina que va a ser de provecho para su vida espiritual… Por eso, mejor abramos nuestras Biblias en el libro de Mateo, en el capitulo 9:10 al 11, para que comencemos con esta maravillosa enseñanza del Señor de señores y Rey de reyes…

 “Y sucedió que estando El sentado a la mesa en la casa, he aquí, muchos recaudadores de impuestos y pecadores llegaron y se sentaron a la mesa con Jesús y sus discípulos. Y cuando vieron esto, los fariseos dijeron a sus discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los recaudadores de impuestos y pecadores? (Mateo 9:10 al 11)

Este versículo nos muestra claramente, que el Señor tiene pegue con los pecadores... Pero, lo tremendo de esto es que los recaudadores de impuestos y pecadores no se escaparon de Él, porque ellos sabían perfectamente bien que no se acercaban a un sistema religioso o a un sistema condenatorio sino al Hijo del Hombre, es decir al Verbo, es decir a Dios… y Él mismo dijo: “Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar.”, ver Mateo 11:28… En otras palabras, Rabí, ¿Quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?, le preguntaron sus amados discípulos… Y en eso alguien, dijo: Este nació ciego, porque en su vida pasada pecó, pero como yo tengo misericordia, porque soy un súper religioso le daré 20 pesos y mañana le pediré cuentas de cómo lo usó… Todos le decían lo mismo, pero Jesús les respondió: Ni éste pecó… ¡Ya lo sabía! Exclamó el ciego; Fueron mis padres… Tampoco fueron tus padres (Era la primera vez que oían esa enseñanza), Señor… Entonces, ¿Quién pecó? Nadie. Lo que sucede es que este nació ciego para que las obras de Dios se manifiesten en él… En la mesa del Señor se sientan pecadores… Hermano Juan Carlos, disculpe, ¿Cómo que pecadores? Sí, pecadores, porque el Señor dijo en esta misma mesa: “…Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos. Mas id, y aprended lo que significa: “Misericordia quiero y no sacrificio”; porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, para que se arrepientan.”, ver Mateo 10:12 al 13, ¿Qué le quiero decir? Que nosotros podemos participar de la mesa del Señor… No por nuestras propias obras, sino porque el Padre nos ve a través del Hijo cuando confesamos nuestros pecados, y en ese preciso momento Él nos toma por dignos ¡Qué bueno es Dios!... por eso consejo: Si por la casualidad de la casualidad algún hermano en Cristo, le dice: Nadie es digno de tomar la santa cena, porque todos somos pecadores… Dígale: Dice la Palabra en el libro de Primera de Timoteo, en el capítulo 1:12 NTV que el apóstol Pablo dijo y aun nos sigue diciendo: “Le doy gracias a Cristo Jesús nuestro Señor, quien me ha dado fuerzas para llevar a cabo su obra. Él me consideró digno, o sea que el apóstol Pablo NO era digno, pero Jesucristo lo consideró digno... Entonces, con todo respeto, si el Señor tuvo misericordia por el apóstol quiere decir que nosotros nos podemos acercar confiadamente a Su mesa a participar del pan y del vino, porque Él nos toma por dignos a través de su Hijo amado…”… Así que todos podemos participar de la mesa del Señor, pero existe un requisito, que se llama: Pruébese cada uno así mismo, RVR 1960… Entonces, ¿A qué nos sentamos a la mesa del Señor? A probarnos, es decir a confesar nuestros pecados y a arrepentirnos…

Ahora, miremos Mateo capítulo 26:7:

“Se le acercó una mujer con un frasco de alabastro de perfume muy costoso, y lo derramó sobre su cabeza cuando estaba sentado a la mesa.”

Este versículo nos muestra que cuando llegó la mujer, el Señor ya estaba sentado a la mesa. Pero, lo interesante de este versículo es que su contexto nos deja ver que los discípulos del Señor comenzaron a criticar a esta mujer como sucedió con los recaudadores de impuestos y pecadores: ¿Para qué este desperdicio? Porque este perfume podía haberse vendido a gran precio, y el dinero habérselo dado a los pobres. Pero Jesús, dándose cuenta, les dijo: ¿Por qué molestáis a la mujer? Pues buena obra ha hecho conmigo. Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis. Pues al derramar ella este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura, ver Mateo 26:8 al 12… Eso quiere decir, que la mesa del Señor está íntimamente ligada con la muerte… La muerte a nuestro yo, a nuestros deseos y a nuestros derechos...

Por eso pregunto: ¿Tenemos derechos?, ¿Tenemos derechos en nuestra casa?

Por ejemplo: Un derecho es el respeto y el respeto está íntimamente ligado a la honra… Y si Dios nos dice: Muere a ese derecho… No hermano, porque la Palabra dice: Que los padres tienen el derecho de ser honrados por sus hijos… Cierto, pero también es cierto que el Señor nos está diciendo en este momento: Mueran a sus derechos, sean cuales sean… permítame ponerle un ejemplo Bíblico: ¿Pablo Tenía derecho a que le dieran ofrendas para mantenerlo? Si o no; SI… pero él dice en una carta: Y vosotros mismos también sabéis, filipenses, que al comienzo de la predicación del evangelio, después que partí de Macedonia, ninguna iglesia compartió conmigo en cuestión de dar y recibir, sino solo vosotros; porque aun a Tesalónica enviasteis dádivas más de una vez para mis necesidades, ver Filipenses 4:15 al 16… En otras palabras, Pablo predicaba… Pablo dejaba su garganta y sus pulmones, y se agarraba con los demonios y cuando se retiraba del lugar se iba sin un centavo, pero él no se quejaba sino que agarraba su derecho, y decía: Padre como no me dieron nada estos bandidos te ofrendo el derecho que me correspondía, porque nadie puede ponerle, “…Bozal al buey cuando trilla, y: El obrero es digno de su salario.”, ver Primera de Timoteo 5:18… ¿Qué le quiero decir? Que a veces es necesario morir a nuestros derechos y la santa cena… Escuche con atención: La santa cena es la herramienta que nos permite entregar nuestros derechos, es decir nuestro yo, es decir nuestro ego, nuestro orgullo, nuestra soberbia, nuestra arrogancia, nuestra prepotencia, nuestra altanería, nuestra altivez… En otras palabras, nos permite alcanzar la humildad y la humildad nos dará la exaltación. Pero, ¿De quién? De Dios… pues escrito esta: “Ha quitado a los poderosos de sus tronos; y ha exaltado a los humildes.”, ver Lucas 1:52… y en público… pues escrito esta: “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”, ver Mateo 6:6 RVR 1960… Gloria a Dios.

Hermano; Hermana, entreguemos nuestros derechos y deseos como ofrenda…

Ahora, miremos Marcos capítulo 16:14:

“Después se apareció a los once mismos cuando estaban sentados a la mesa, y los reprendió por su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado.”

Esta es la mesa de la reprensión; Del regaño... y en este momento nos está diciendo el Señor: Tomen la santa cena dignamente, pero para eso: Entréguenme sus pecados; Arrepiéntanse y entréguenme sus derechos… Esos que ustedes creen que son los verdaderos… Recuerden, que: “Hay caminos que parecen derechos, pero al final de ellos está la muerte.”, ver Proverbios 16:25 DHH… Dios es fiel… Dios es bueno… Dios nos ama y por eso nos está preparando por medio de la santa cena para que nos sentemos en su mesa en el reino de los cielos, pero para eso nos tiene que pasar el tráiler… Por eso, recuerde: Que Dios no tiene despropósitos sino propósitos para nuestra vida y si nos hace pasar por un desierto o por el valle de sombra de muerte, es en primer lugar: Para que aprendamos a depender y a confiar plenamente en Él… y en segundo lugar: Para quitarnos la arrogancia y la rebelión… y la rebelión significa: Desobedecer a Dios, es decir a su pacto, a sus principios o leyes (Biblia), y a su voluntad, pero lo tremendo de esto hermano, es que la santa cena nos permite siempre y cuando nos arrepintamos reconciliarnos con el Señor... y la reconciliación, significa: Limpiar las vestiduras... y limpiar las vestiduras, significa: Alcanzar el arrebatamiento... y alcanzar el arrebatamiento, significa: Sentarnos en la mesa del señor en los cielos de los cielos… pues escrito esta: “…Y os digo que desde ahora NO beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.”, ver Mateo 26:29. Yo no sé cómo lo va hacer el Señor, pero sé que sé, que Dios es el Dios de lo imposible… por eso consejo: Humillémonos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él nos exalte a su debido tiempo.”, ver Primera de Pedro 5.6. ENTENDIERON… Entonces, continuemos...

Ahora, miremos Lucas capítulo 7:49:

“Los que estaban sentados a la mesa con Él comenzaron a decir entre sí: 
¿Quién es éste que hasta perdona pecados?”

Este versículo está tremendo… por eso me pregunto y le pregunto: ¿Quién es el único que puede perdonar pecados? Dios. Claro que Jesús es el Verbo y el Verbo es Dios, pero desde el punto de vista del Hijo del Hombre como ser humano, es decir del Verbo, es decir de Cristo Jesús… Dios le delegó y le derivó esa función y no solo a Él, sino a nosotros también… pues escrito esta: “Y cuando estéis orando, perdonad si tenéis algo contra alguien, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone vuestras transgresiones. Pero si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos les perdonará vuestras transgresiones.”, ver Marcos 11:25 al 26… “Porque si perdonáis a los hombres sus transgresiones, también vuestro Padre celestial os perdonará a vosotros.”, ver Mateo 6:14… El Padre perdona… El Hijo perdona… y ahora resulta, que nosotros también podemos perdonar… ¿Quién es éste que hasta perdona pecados? Ellos no comprendieron, que estaban sentados a la mesa con el mismo Dios, ¿Por qué razón? Porque estaban velados sus ojos, ¿Y por qué estaban velados sus ojos? Porque Egipto, llámese: Sistema, los había absorbido, pero ese no es el punto, el punto es que el Señor hoy ha venido a sentarse a Su mesa con nosotros... Él nos está diciendo: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.”, ver Apocalipsis 3:20… En otras palabras, He aquí, yo estoy sentado en Mi mesa para que confiesen sus pecados y se aparten, porque Yo el gran Yo Soy, les quiero perdonar sus pecados para que ustedes perdonen a otros... Dios perdona pecados en Su mesa para que perdonemos, Amén.

Por eso quisiera terminar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo, que hermosa es la mesa del Señor... ¿A cuántos les gusta la mesa? Pero no la de su casa (Aunque es hermosa), sino la del Señor por lo que representa y significa… Dice la Palabra en el libro de Proverbios capítulo 17:1: “Mejor es un bocado seco y con él tranquilidad, que una casa llena de banquetes con discordia.”, permítame ponérselo en nuestro contexto: Mejor es comer una tortilla dura con limón y sal donde reina la paz, que comer un plato de Birria acompañada de una torta ahogada en donde hay discordia, contienda, rencilla y peleas e insultos… En la mesa del Señor encontramos muchos beneficios, es decir muchas bendiciones para nuestra vida y para la vida de cada miembro de nuestra amada y bendita familia… La mesa del Señor es sagrada y la que tenemos en nuestra casa también… por eso consejo: Si llevan su ipad o su celular a la mesa, o tienen un televisor, quítenlo, porque en ese momento pueda ser que su hijo le quiere abrir su corazón para decirle algo tremendo… Espérate, permíteme escuchar esta noticia, ¡Que lástima!... ¿Qué me estabas diciendo hijo? Nada papá, no te preocupes, no era importante… Se rompió la comunicación, no pudieron dialogar… Hermano Juan Carlos, disculpe, ¿En dónde la pongo? No lo sé, pero en el dormitorio tampoco… Búsquele otro lugar, porque la mesa es extraordinaria… Porque a la mesa se nos acerca nuestro Señor Jesucristo con Su pan y Su copa diciendo: ¿Quieren ser Mí Iglesia y Mí esposa?, ¿Quieren irse en el arrebatamiento?... Entonces, ¿Qué tenemos que hacer? Participar dignamente de la mesa del Señor para que su sangre preciosa fluya en nuestro interior, pero no su sangre humana sino su sangre transformada, llámese: Luz… Lo que estoy tratando de decir es que lo que nos va a hacer Dios Padre en esta maravillosa santa cena es una transfusión, es decir llenarnos de la luz de su Hijo amado para que Su luz empuje nuestras falencias… Las falencias que manchan nuestras vestiduras, pero para eso se necesita, en primer lugar: CREER, es decir TENER FE.

Recordemos, que:

“…Sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” (Hebreos 11:6)


04 de Agosto de 2019
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo

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