CUÁL FUE Y ES LA MISIÓN DEL HIJO, PARTE II
LA
BIBLIA NOS HABLA:
17 de Agosto de 2019
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo
“A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad
de ser hechos hijos de Dios.” (Juan 1:11 al 12)
En este día quisiera comenzar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo,
que nuestro “Abba Padre...”, la
semana pasada, comenzó a abrir por medio de Su bisturí espiritual la primera capa
de la piel, es decir de la Epidermis, es decir de la enseñanza: “Cuál fue y es la
misión del Hijo”, para que nosotros comenzáramos a entender y a comprender, ¿A
qué vino Su Hijo a nuestra tierra?... Este tema, definitivamente, es de suma,
pero de suma importancia, porque este tema no solo lo tenía que comprender el
Hijo, sino que lo tenían que comprender, por el Espíritu, los que iban a hacer
beneficiarios y no solo tenían que ser beneficiarios, sino que tenían que
continuar con ese precioso legado, ¿Qué le quiero decir? Que cuando el Hijo
hizo lo que a Él le correspondía hacer, dijo: Ahora le corresponde a la Iglesia
continuar con la misión que me encomendó Mi Padre, es decir a todos los que nazcan
realmente de nuevo, es decir “…De agua y
del Espíritu.”, ver Juan 3:5… ¿Y por qué digo eso? Porque el Señor dijo: “Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy
del mundo.”, ver Juan 9:5... Él fue muy claro en decir: Mientras tanto que estoy en el mundo… Eso
quiere decir amado hermano, que al irse Él ya no iba a ser la luz del mundo, sino que la iba a
delegar, ¿Y por qué digo eso? Por lo que Él dijo, ¿Y qué dijo? Lo siguiente: “Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede
ocultar.”, ver Mateo 5:14… Jesús entregó el relevo... Jesús entregó la
estafeta. Pero, ¿A quiénes se las entregó? A los que le recibieron, es decir a
los que le creyeron, es decir que a los que se le abrieron los ojos
espirituales, les dijo: Para lo que Yo fui enviado y que ustedes no podían
hacer, ahora vayan y háganlo… De ahí viene lo que nosotros conocemos como la gran comisión, es decir: “…Toda autoridad me ha sido dada en el
cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.”, ver
Mateo 28:18 al 19… Nosotros NO podemos confundir la misión del Verbo...
Nosotros tenemos que anunciar a todo pulmón lo que el Verbo anunciaba: “No he venido a llamar a justos, sino a
pecadores al arrepentimiento.”, ver Lucas 5:32, “…Porque no he venido a
juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.”, ver Juan 12:47, por eso… Escuche
con atención: Por eso tenemos que comprender y conocer: “Cuál fue y sigue siendo la misión del Verbo sobre la tierra”… O mejor dicho: “Cuál es y sigue siendo la misión de la Iglesia de Cristo Jesús sobre
la tierra”… y para que podamos
comprender dicha misión, permítame explicárselo por medio de una sombra o
figura de nuestro Señor Jesucristo, y para eso le pido en el nombre de Jesús,
que abramos nuestras preciosas Biblias en el libro de Primera de Samuel, en el
capítulo 17:28 RVR 1960… Y recuerde, que la misión se la entregaron al Verbo y
el Verbo nos la entregó a nosotros:
“Y oyéndole hablar Eliab su hermano mayor con
aquellos hombres, se encendió en ira contra David y dijo: ¿Para qué has
descendido acá? ¿Y a quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo
conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón, que para ver la batalla has
venido.”
David es figura de nuestro Señor Jesucristo y sus hermanos son figura
del pueblo de Israel……Hermano, disculpe,
¿Por qué dice eso? Por lo que dijo el hermano
mayor de David... y por lo que
dijo el Señor Jesucristo en el libro de Lucas capítulo 15:4… Permítame explicárselo:
Eliab le dijo a David: ¿Con quién
has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto?... y el Señor Jesucristo
le dijo a los judíos: “¿Qué hombre de
vosotros, si tiene cien ovejas y una de ellas se pierde, no deja las noventa y
nueve en el campo y va tras la que está perdida hasta que la halla?”… Y la
perdida era y sigue siendo la gentilidad, ¿Y por qué digo eso? Por lo que dijo
el Señor Jesucristo en el libro de Juan capítulo 10:16, que dice: “Tengo otras ovejas que no son de este
redil; a ésas también me es necesario traerlas y oirán mi voz y serán un rebaño
con un solo pastor.”… Entre paréntesis, esos versículos nos muestran dos
ángulos… El primero: Microscópicamente, es decir que esos versículos se
refieren a los gentiles… El segundo: Macroscópicamente, es decir que esos
versículos se refieren a toda la creación, llámese: Humanidad y Kosmos...
Nosotros representamos individualmente a la oveja perdida... por otro lado, la
humanidad representa macroscópicamente a la oveja pérdida... Eso quiere decir
que nosotros tenemos 99 hermanos que nos están esperando en el cielo, ¿Qué le
quiero decir? Que nuestro Señor Jesucristo, llámese: El buen pastor, ver Juan 10:14, vino a ponerse sobre sus hombros; Vino
a recuperar a la tierra lo que se le había perdido, llámese: Humanidad, para
llevársela a su redil, es decir a Su casa, ¿Y en donde se encuentra Su casa? En
el cielo, porque la Biblia dice en el Salmos 23:6: “…y en la casa del Señor moraré por largos días.”, pero en el
original hebreo dice: A la casa del Señor volveré por la eternidad... Lo que
estoy tratando de decir es que la tierra NO es nuestra cuna NI será nuestra
tumba… Nosotros NO comenzamos en la tierra NI vamos a terminar en la tierra...
La tierra es nuestro peregrinaje; Claro que en la tierra vamos a dejar tirado
nuestro ombligo y vamos a pastear en el
valle de sombra de muerte, pero no
tenemos que temer mal alguno, porque
el señor está con nosotros extendiéndonos
su vara y su cayado para infundirnos aliento,
pero ese no es el punto, aunque es hermoso, el punto es que el cielo es nuestro
destino final… pues escrito esta: “En la
casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho;
porque voy a preparar un lugar para vosotros. Y si me voy y preparo un lugar
para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy,
allí estéis también vosotros.”, ver Juan 14:2 al 3... Nuestra vida no
comenzó en la tierra comenzó fuera de la tierra y tenemos que regresar a donde
salimos, es decir: A la casa de Jehová volveré por la eternidad… Ese es el
evangelio de Cristo, pero ese no es el punto, el punto es lo que le dijo el
malcriado de Eliab a David: ¿Para qué
has descendido acá? ¿Con quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto?...
y lo tremendo de esto es que según Eliab, ya sabía la respuesta: Yo conozco tu soberbia y la maldad de tu
corazón, que has descendido para ver la batalla… Eso nos deja ver
claramente, que cuando uno no averigua ¿A qué vino el Señor Jesucristo a la
tierra? Comienza a especular… Él vino para tal cosa... No, Él vino para esto...
Pues no, Él vino para aquello… por eso me pregunto y le pregunto: ¿A qué vino
el Señor Jesucristo a la tierra? La semana pasada, el Señor, nos mostró la Epidermis,
y hoy nos quiere mostrar la Dermis y para eso tenemos que abrir nuestras
Biblias en el libro de Primera de Timoteo, en el capítulo 1:15, para que el
Señor nos muestre, ¿A qué vino a nuestra tierra?:
“Palabra fiel y digna de ser aceptada por
todos: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, entre los cuales
yo soy el primero.”
Este versículo está tremendo, porque el apóstol Pablo reconoce que el
Señor Jesucristo vino al mundo para salvar a los pecadores… Pero, lo
tremendo de esto es que Pablo, No Saulo de Tarso, sino Pablo, el apóstol, se reconoció
necesitado, se reconoció pecador… Eso quiere decir que mientras nosotros no reconozcamos
nuestras falencias, nuestros pecados, no vamos a comprender a que vino el Hijo
a la tierra… Nosotros tenemos que comprender la misión del Hijo… Nosotros
tenemos que comprender nuestro legado... Nosotros tenemos que comprender que el
Señor nos entregó la estafeta... Nosotros tenemos que comprender que el Señor
nos trasladó Su misión para que la anunciemos
a toda criatura… Esto me recuerda la anécdota que contó un pastor cuando
llegó de África, dice: Cuando llegué a África el gobierno no me dejó predicar
la Palabra, por eso tuve que hacer un trato, que consistía en darle alimento y
medicina a los presos a cambio de enseñar el evangelio de Cristo Jesús... En la
cárcel había diferentes clases de presos como lo es en todas las cárceles… Algunos
tenían televisores y otros no... Otros tenían ciertos privilegios y otros no
recibían ni siquiera nada de atención; No le daban de comer ni de beber ni
medicina; Eran los que literalmente se estaban muriendo, y eran un grupo de
brujos que los habían encarcelado porque eran los que sacrificaban los niños a
sus dioses, es decir eran lo peor de lo peor, y según el gobierno: No merecían
nada, pero el punto es que el pastor comprendió la misión del Hijo… Comprendió,
que el Hijo vino a la tierra por los enfermos y no por los sanos... Comenzó a alimentarlos
y a curarlos a todos, pero a los que atendió de primero fue a los más
necesitados, es decir a los brujos y muchos no se recuperaron, porque estaban
muy deteriorados... Entonces, comenzó a predicar y cuando predicaba le decía a
los brujos: Les han traído un poco de misericordia sus dioses a este lugar… Yo
les quiero predicar de uno que vino por lo peor de lo peor al mundo; Eso captó
la atención de los brujos, y los brujos se comenzaron a convertir y ahora son
nuestros hermanos, ¿Acaso no fue a eso a lo que vino el Señor Jesucristo?...
por eso me pregunto y le pregunto: ¿Nosotros somos pecadores o somos buenos? Pecadores…Hermano
Juan Carlos, disculpe yo soy bueno… El que esté limpio de pecado, que tire la
primera piedra.
Cuando nosotros comprendemos, ¿A qué vino Jesús a la tierra? Comprendemos
lo que nos comisionó... Nosotros tenemos que anunciar el evangelio de Cristo a toda
criatura para que no se sientan acusados ni condenados, ver Romanos 8:33 al 34...
Nosotros NO podemos dejar a un lado a Nínive y mucho menos a Sodoma y Gomorra…
Recuerde, que Cristo Jesús vino a salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el primero,
dijo el apóstol Pablo... Bendito sea Su Santo Nombre, porque sin ese nombre que es sobre todo nombre,
nosotros NO estaríamos aquí, pero hubo un momento cuando nuestra mente se abrió
a la realidad de que nosotros no podíamos justificarnos delante de Dios, sino
era por su bendita misericordia, es decir a través de Cristo Jesús, es decir a
través de su sacrificio, es decir a través de su sangre y por Fe abrimos
nuestro corazón confesando con nuestra boca: Recibo a Cristo Jesús por Señor, y creo que Dios le resucitó de entre los muertos, porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa
para salvación, ver Romanos 10:9 al 10… y en ese preciso momento: Él entro en
nosotros y comenzó nuestro cambio… Hermano Juan Carlos, disculpe, usted lo dice
porque usted se mira que es pacífico, pero yo soy muy impulsivo… yo NO puedo
dominar ni siquiera mis pensamientos… Precisamente para eso vino el Señor; Nosotros
no podemos, pero Él si puede; Déjelo entrar para que Él haga lo que usted no
puede hacer con sus propias fuerzas… Hay personas que pasan peleando con su
propia voluntad contra el alcohol o el tabaco o las drogas, o que se yo, pero
se quitan un vicio y se ponen otro. En cambio, si aceptan a Cristo Jesús y dejan
que Él los guíe, Él les quitará los vicios y cuando menos lo sienta los vicios
se fueron, es decir: Los enemigos que lo estaban persiguiendo, aniquilando y destruyendo…
Pero gracias, ¿A quién? A Cristo Jesús…
por eso consejo: Si todo lo ha probado y todo le ha fallado, ríndase a los pies
de Cristo, porque Él nunca falla…
Ahora, miremos Juan capítulo 18:37:
“Pilato entonces le
dijo: ¿Así que tú eres rey? Sarcástico. ¡Ha... Eres rey! Jesús respondió: Tú dices que soy rey. Para esto yo he nacido y para
esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la
verdad escucha Mí bendita voz.”
En otras palabras, lo que nos está diciendo ese versículo, es: Tienen
que escuchar la voz del Señor
Jesucristo, porque si no la escuchan no van a ser parte de la verdad... Ellos
eran influenciados por la cultura griega y usted sabe que los griegos se
rebanaban los sesos para averiguar de qué se trataba la verdad, y sus diferentes escuelas filosóficas no pudieron
averiguar: Quién o qué era la verdad. Decían cosas impresionantes y confusas, y
que aun la misma Biblia las registra, pero ese no es el punto, el punto es que
nuestro Señor Jesucristo en el último trecho de su misión, nos dice: Para esto yo he nacido y para esto he
venido al mundo, para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad
escucha mi voz... Pilato NO era parte de
la verdad, por eso nosotros tenemos que amar a la verdad, pero la verdad no
solo es una persona, aunque Él dijo: “Yo
soy el camino, y la verdad...”, ver Juan 14:6, sino que también es: Cómo vivimos
nuestra vida diaria... Por ejemplo: ¿La aparentamos? y aparentar, es: Figurar,
fingir, parecer, simular y ocultar… por eso me pregunto y le pregunto: ¿Llevamos
una vida real delante del Señor?… Por ejemplo: ¿Profesamos Su Palabra en la
Iglesia, en la casa, en el trabajo, en la escuela y en la calle o solo lo
hacemos en la Iglesia?, por otro lado, cuando recibimos nuestro salario; Lo que
nos ganamos con el sudor de nuestra frente, lo que es nuestro y lo trabajamos
muy duro… Por ejemplo: Eres Uber e hiciste 800 viajes en el mes y todos de
larga distancia, no sé cómo los hiciste pero al final del mes obtuviste una
jugosa ganancia; Es tuya, te la ganaste y puedes hacer con ella lo que quieras,
pregunto: ¿Qué vas a hacer, vas a vivir una mentira?… Escuche con mucha mayor
atención: Los padres podemos vivir una mentira y hacer que nuestros hijos la vivan
también... Nosotros los podemos poner en las mejores escuelas y la alacena de
nuestra casa vacía… Nosotros podemos tener el mejor auto y nuestra cartera sin
un peso… Nosotros no podemos vivir una mentira, porque la mentira nos llevará a
vivir una irrealidad… Nosotros Tenemos que ser realistas… Los del pulpito y los
que se sientan en las sillas de las Iglesias tenemos que vivir una vida basada
en la verdad y la verdad es teológica, pero también es nuestra realidad, por eso tenemos
que amar a la verdad, llámese: Jesucristo,
porque Jesucristo es el único que
nos hará caminar bajo Su realidad… ¿Seguro que no es usted? No señorita Laura;
Ese no soy yo... y le están mostrando el video; Yo no soy el del video señorita
Laura… Pero, ¿Se parece a usted? Es que es mi hermano gemelo señorita Laura, se
lo juro; Amemos la verdad.
Para esto he venido
al mundo, para dar testimonio de la verdad, ¿Y quién es la verdad?... “Entonces Jesús decía a los judíos que habían creído en Él: Si vosotros
permanecéis en mi palabra, verdaderamente sois mis discípulos; y conoceréis la
verdad, y la verdad os hará libres.”, ver Juan 8:31 al 32… Entonces, ¿Quién
es la verdad? Jesús… Entonces,
busquemos y amemos con diligencia la
verdad, porque LA VERDAD NOS HARÁ LIBRES.
Ahora, miremos Juan capítulo 10:10:
“El ladrón sólo viene
para robar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y
para que la tengan en
abundancia.”
Este versículo nos muestra claramente: El Anti Lugar Santísimo (Robar), y el Anti Lugar Santo (Matar), y el Anti Atrio (Destruir), ¿Qué le quiero decir? Que el
diablo nos quiere robar el Espíritu
(Lugar Santísimo)... y nos quiere matar
el alma (Lugar Santo)... y nos quiere destruir
el cuerpo (Atrio), pero también nos quiere, robar la Gracia, y nos quiere matar
la Fe, y nos quiere destruir a cada
miembro de nuestra amada familia… y es aquí en donde surge la pregunta de los
20 pesos: ¿Falló Jesús? No, porque inmediatamente después, nos dice: Yo he venido para que tengan vida, y para
que la tengan en abundancia… Nosotros tenemos que tener grabado en nuestra
mente y en nuestro corazón la vida,
llámese: Señor Jesucristo, porque “…la
vida…”, ver Juan 14:6, es Él único, que nos puede catapultar a la abundancia material y a la abundancia Espiritual... pues escrito
esta: “…Si permanecéis en mí, y mis
palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho.”,
ver Juan 15:7. ENTENDIERON… Entonces, si entendieron, ¿Qué dije? Dije: La vida, llámese: Señor Jesucristo, nos
quiere hacer prosperar en todo, pero para eso nos tiene que prosperar el alma y
para eso nos tiene que llenar de su abundancia
Espiritual… como ser: De su gracia, porque Su “…poder se perfecciona en la
debilidad.”, ver Segunda de
Corintios 12:9, pero también nos quiere llenar, en primer lugar: De Su Paz... y
paz no es un sentimiento de tranquilidad; Paz es que todo esté en orden
conforme a la voluntad de Dios… y en segundo lugar: Nos quiere llenar de Su
Amor, “…pues el amor cubre multitud de
pecados.”, ver Primera de Pedro 4:8… y por último: Nos quiere llenar de Su
Misericordia, para que usted y yo seamos misericordiosos como Él lo ha sido con
nosotros, pero ese no es el punto, aunque es hermoso y precioso, el punto es
que el Señor vino a la tierra a darnos vida
en abundancia para que nosotros la
prediquemos a todo pulmón… Entonces: Nuestro Señor Jesucristo se manifestó para que tengamos vida, y
también “…para destruir las obras del
diablo.”, ver Primera de Juan 3:8, porque eso es una batalla campal entre
el reino de la luz y el reino de las tinieblas.
Ahora, miremos Mateo capítulo 5:17:
“No penséis que he
venido para abolir la ley o los profetas; no he venido para abolir, sino para
cumplir… La versión Kadosh Israelita Mesiánica, dice: No piensen que he venido a abolir la Toráh o los Profetas. He venido,
no a abolir, sino a completar.”
Según este versículo, podemos ver que el Señor vino a cumplir, y la palabra cumplir es la palabra griega: Pléroó (G
4137), y Pléroó significa: Hacer completo, completar, estar lleno y totalizar… Eso
quiere decir que el Señor vino a totalizar... Pero, ¿a totalizar El qué? La ley
hermano… No, porque ese versículo dice: No
he venido para abolir (La ley o los
profeta), sino para cumplir. Ahora,
si nosotros decimos que el Señor Jesús vino a cumplir la ley o los profetas, será nuestra especulación, pero Él no vino a
eso; Él vino a cumplir, y dentro de los
cumplimientos se encuentra la ley o los
profetas, pero también se encuentran… Por ejemplo: Lo que dicen los
versículos 10 y 11 del capítulo 15 del libro de san Juan: “Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, así como yo he
guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Estas cosas os
he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea perfecto,
y vuestro gozo sea Pléroó.”…
Entonces el Verbo no vino para abolir, sino para Pléroó, y dentro de lo Pléroó se encuentra el gozo… pregunto: ¿Falló el Señor? Ya que
existen muchas personas que no han encajado en ese maravilloso plan del Señor…
Pasan tristes, viven tristes… por eso me pregunto y le pregunto: ¿Cuál es la
antítesis del gozo? La tristeza y la tristeza conduce a la depresión y la
depresión conduce al desánimo y el desánimo te lleva al enojo… y fue por eso que
el apóstol Pablo dijo sabiendo que nosotros somos humanos: “Airaos, pero no pequéis; No se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni
deis oportunidad al diablo.”, ver Efesios 4:26 al 27… En otras palabras, se
pueden enojar, pero no pueden explotar, porque hasta existe un dicho, que dice:
De las aguas mansas líbrame Señor, porque de las turbulentas me libro yo… Yo
creo que cuando uno se enoja aunque sea demasiado manso tiene que tener una
válvula de escape, porque si no podría explotar como explotó Moisés, el hombre
más manso que haya existido sobre la tierra; Bueno sin contar a nuestro Señor
Jesucristo... Usted conoce la historia; Moisés se encontraba con el pueblo de
Israel en el desierto de Zin, y el
pueblo comenzó a murmurar: ¿Por qué
trajiste a la congregación del pueblo del Señor a este desierto para morir,
junto con todos nuestros animales? ¡Esta tierra no tiene grano ni higos ni uvas
ni granadas ni agua para beber!... Moisés no tenía una válvula de escape y
por eso golpeó la roca, y
dos veces, en vez de hablarle a la
roca (Como le indicó el Señor), para que de ella brotara suficiente agua para satisfacer a toda la comunidad
y a sus animales… y por eso Moisés y
Aarón no entraron a la tierra prometida, es decir a la tierra que emana leche y miel, ver Números 20 TLA,
pero ese no es el punto, el punto es que nosotros tenemos que tener una válvula
de escape, llámese: El gozo del Señor, porque si no lo tenemos vamos a explotar.
Pero, ¿Contra quién o quiénes?... por eso me pregunto y le pregunto: ¿TENEMOS
GOZO?...
Cuando alguien está enojado... Lo tienen que ministrar, pero primero: Tenemos
que averiguar: ¿Por qué está enojado?… Ejemplo bíblico: “…Marta, Marta, tú estás preocupada y molesta por tantas cosas; pero
una sola cosa es necesaria, y María ha escogido la parte buena, la cual no le
será quitada.”, ver Lucas 10:41 al 42. Pero, ¿Por qué le permitió Marta al
sol que se le pusiera sobre su enojo? Por el mucho servicio; Por el mucho
trabajo; Por el mucho quehacer ¿Qué le quiero decir? Que las muchas tareas nos
pueden quitar el Pléroó (G 4137). El gozo,
a tal grado que al final del día vamos a rematar, ya sea contra nuestro cónyuge
o contra nuestros hijos… El Verbo vino para que tengamos abundancia de gozo y el gozo puede venir de una
consecuencia externa o de nuestro interior, es decir de lo que fluyen adentro
de nosotros, es decir de nuestro Espíritu… “Alegría
pusiste en mi corazón, mayor que la de ellos cuando abundan su grano y su mosto.”,
ver Salmos 4:7, ¿Qué le quiero decir? Que nosotros… Escuche con atención: Que
nosotros tenemos que permanecer con gozo y felices en cualquiera que sea
nuestra circunstancia… Dice la Palabra en el libro de Hechos capítulo 16:16 al
34: que cuando encarcelaron a Pablo y a
Silas, los dos, oraban y cantaban
himnos a Dios a medianoche, y los presos los escuchaban, y eso que los acababan de azotar... Yo NO sé qué cantaban, quizás
cantaban: Estoy alegre… y Slias: ¿Porque estás alegre?, ¿Cuéntame? Porque
Cristo un día me salvó y mis pecados perdonó, por eso alegre estoy… Los presos
los oían cantar, y yo creo que se decían: Estos quedaron locos de la tunda que les
dieron... y en eso el Señor envía un terremoto particular, destruyó la cárcel y
el carcelero se quiere matar... Pablo tomó el control, y el carcelero aceptó a
Cristo y en esa misma noche se bautizó con toda su familia, pero ese no es el
punto, el punto es que el apóstol Pablo y Silas tuvieron Pléroó; Tuvieron gozo a
pesar de lo sucedido (De la adversidad, de la angustia, de la aflicción y del
temor)… y eso es lo que tiene que venir sobre nosotros, porque Jesús vino para
que tengamos abundancia de gozo; Él NO falla… yo puedo fallar, usted puede
fallar, pero el Señor NO falla… El Señor vino a cumplir Juan 15:11 para que
nuestro gozo sea completo… por eso consejo: Cuando nos sintamos tristes o
desanimados NO nos culpemos NI nos condenemos, mejor hagamos oración, cantemos himnos a Dios y analicémonos, porque según el libro de Segunda de
Corintios capítulo 7:10 LBLA, existen dos tipos de tristezas… La primera: Proviene
del mundo y produce muerte… La segunda: Es
conforme a la voluntad de Dios y produce
un arrepentimiento que conduce a la salvación… y esa salvación permite que probemos el gozo completo del Señor, y si por
la casualidad de la casualidad nos entristecemos… Recuerde, que la tristeza solo
sirve para que nos quite la polilla del pecado.
Hermano; Hermana, el Señor Jesucristo vino a la tierra para que nosotros
tengamos Su gozo y para que anunciemos Su gozo a todo pulmón a los cuatro
vientos, es decir a toda criatura.
Por eso quisiera terminar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo,
que el Señor Dios nos hizo partícipe
de la rica savia de la raíz del olivo,
llámese: Israel, ver Romanos 11:17, para
que avancemos en nuestro caminar cristiano y NO para que volvamos atrás... Recuerde:
“...El que está unido a Cristo Jesús es
una nueva persona. Las cosas viejas pasaron; Se convirtieron en algo nuevo.”,
ver Segunda de Corintios 5:17 DHH… Hermano; Hermana, ya es tiempo de avanzar; Ya
es tiempo de proclamar la Palabra del Señor
Dios... Recuerde, que el Señor Jesucristo nos acercó ante el trono de Su
gracia… Que el Señor Jesucristo nos acercó ante el trono de Su amor… En otras
palabras, nos perdonó, nos levantó y nos abrió los ojos, ¿Para qué? Para que
anunciemos a todo pulmón a que vino Él a la tierra... por eso me pregunto y le
pregunto: ¿A qué vino el Hijo a nuestra tierra? A delegarnos, a facultarnos y a
encargarnos la misión que le encomendó nuestro Padre celestial, es decir: “Id por todo el mundo y predicad el
evangelio a toda criatura (A toda creación).”, ver Marcos 16:15, “...Para
que todo aquel que cree en Él, NO se pierda, mas tenga vida eterna.”, ver
Juan 3:16... Nuestro Señor Jesucristo nos dio vida y salvación, y yo no sé si
usted amado, en este momento, está pasando por algún problema, llámese:
Pobreza, enfermedad, soledad, tristeza, angustia o depresión, pero sé que sé,
que en este momento, el Señor te quiere dar vida… En otras palabras, te quiere
sacar del trauma; Te quiere sacar del laberinto para que encuentres el
propósito por el cual estas aquí en esta maravillosa y bendita tierra... Yo Juan
Carlos Bonilla Guerrero quiero que mi familia alabe, adore y le sirva a Dios, y
que la suya amado hermano lo haga también... Nuestro Señor Jesucristo cambio nuestra vida, por eso tenemos que avanzar; Por
eso tenemos que proclamar la misión del Verbo; Por eso tenemos que proclamar Su
mensaje, porque Su mensaje de salvación puede cambiar el destino de una
generación y una generación apartada para Cristo, la cual somos usted y yo
puede cambiar el destino de una nación… NO importa cómo iniciamos, LO QUE
IMPORTA ES CÓMO VAMOS A TERMINAR.
17 de Agosto de 2019
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