HEREDEROS DEL REINO DE LOS CIELOS….
LA
BIBLIA NOS HABLA:
Ahora, miremos Hebreos capítulo 12:23.
01 de Septiembre de 2018
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo
“Desde entonces
comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos
se ha acercado.” (Mateo 4:17) RVR 1960.
En este día quisiera comenzar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo,
que no todos los creyentes heredarán el reino de los cielos… Ser salvo y
heredar el reino de los cielos no es lo mismo, ¿Y por qué digo eso? Porque la
salvación se obtiene cuando la persona recibe al Señor Jesucristo como su Señor
y Salvador, pues escrito esta: “El
que confiesa con su boca que Jesús es el
Señor, y, cree en su corazón que Dios le levantó, que Dios le resucitó, de los muertos, será salvo; Porque
con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para
salvación.”, ver Romanos 10:9 al 10 RVR 1960… y es por eso que dice la
Palabra de Dios en el libro de Efesios capítulo 2:8 al 9 RVR 1960: “Porque por gracia sois salvos por medio de
la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie
se gloríe.”… por otro lado, escuche con atención: Los que quieran heredar
el reino de los cielos tienen que nacer
de agua y del Espíritu, porque ese nacimiento les permitirá continuar por
el proceso de las tres C del cristiano, es decir comenzar, continuar y culminar
¿El qué? La purificación, es decir la santificación, es decir la obediencia, ¿Y
por qué digo eso? Porque dice la Palabra en el libro de Primera de Corintios capítulo
15:50: “Y esto digo, hermanos: que la
carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni lo que se corrompe
hereda lo incorruptible.”… Lo que estoy tratando de decir es que existen
muchos creyentes que NO heredarán el reino de los cielos, porque entre ellos se
encuentran cristianos, entre comillas: NIÑOS, ver Primera de Corintios 3:2; CARNALES,
ver Primera de Corintios 3:1; PERVERSOS, ver Primera de Corintios 5:13, e
INMORALES, ver Hechos 21:25. ME DI A ENTENDER. Entonces, si me di a entender, ¿Qué
dije? Dije: Los cristianos FIELES, SANTOS y ESPIRITUALES, ver Primera de
Corintios 3:2 y Colosenses 1:2 y Hechos 2:42 DHH, heredarán el reino de los
cielos y los cielos ya se acercaron aquí, es decir a la tierra, ¿Y por qué digo
eso? Porque la Palabra nos deja ver que nosotros podemos habitar en la tierra
de los vivientes, ¿Y por qué digo eso? Porque la oración que hizo nuestro Señor
Jesucristo por sus discípulos, diciendo:
“Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me has dado;
porque son tuyos; y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo, mío; y he sido glorificado
en ellos. Ya NO estoy en el MUNDO, pero ellos SÍ están en el mundo, y yo voy a
ti. Padre santo, guárdalos en tu nombre, el nombre que me has dado, para que
sean uno, así como nosotros.”, ver Juan 17:9 al 11. Nos deja ver que el
Señor Jesucristo habitó en la tierra de los vivientes y sus discípulos NO, por
eso me pregunto y le pregunto: ¿A qué grupo pertenecemos? ¿Somos todos
igualmente salvos...? ¿Vamos todos al mismo cielo? ¿Tendremos todos las mismas coronas?
Las coronas que nos entregará personalmente el Señor Jesucristo en su tribunal,
ver Segunda de Corintios 5:10, ¿Y por qué digo eso? Porque dice la Palabra en
el libro de Primera de Corintios capítulo 9:24 al 25: “¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos en verdad corren,
pero sólo uno obtiene el premio? Corred de tal modo que ganéis. Y todo el que
compite en los juegos se abstiene de todo. Ellos lo hacen para recibir una
corona corruptible, PERO NOSOTROS, UNA INCORRUPTIBLE.”… Lo que estoy
tratando de decir es que los que estemos caminando por el camino estrecho hacia
la puerta estrecha recibiremos la corona de justicia, ver Segunda de Timoteo
4:8; Y la corona de gloria, ver Primera de Pedro 5:4; Y la corona de la vida,
ver Apocalipsis 2:10… por eso consejo y no mío sino del hermano de nuestro
Señor Jesucristo: “Bienaventurado el
hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado,
recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que le aman.”,
ver Santiago 1:12, pero ese no es el punto, el punto es que nosotros tenemos
que ser transformados en nuestra forma de pensar para que heredemos el reino de Dios… En otras palabras,
para que nos acerquemos al reino de los cielos, porque el reino de los cielos
ya está al alcance de nuestras manos, ¿Y por qué digo eso? Porque el primer
mensaje que el Señor Jesucristo lanzó a través de aquel que lo estaba precediendo,
el cual era Juan el Bautista y que lo prepararon por 30 años para realizar su
ministerio, fue: “Arrepiéntanse, porque
el reino de los cielos se ha acercado.”, ver Mateo 3:2… En otras palabras,
Gloria a Dios, porque el reino de los cielos, llámese: Señor Jesucristo está al
alcance de nuestras manos, por eso permítame decirle, que nosotros tenemos que
progresar en la santidad para que podamos heredar el reino de Dios ¿Y por qué digo eso? Porque dice la Palabra en el
libro de Primera de Corintios capítulo 6:9 al 10: “¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os
dejéis engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los
afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos,
ni los difamadores (maldicientes),
ni los estafadores heredarán el reino de Dios.”… Lo que estoy tratando de
decir es que los que quieran, escuche con atención: Los que quieran heredar el
reino de los cielos se tienen que arrepentir. Entre paréntesis, algunos piensan
que arrepentirse es pedir perdón y volver a la carga con sus mismas acciones y
actitudes… otros piensan, que arrepentirse es llorar, moquear y ahí cambio todo…
La palabra arrepentimiento proviene de la palabra griega Metanoia (# 3341), y
significa: el cambio de la mente… En otras palabras, cambien de manera de
pensar... En otras palabras, tenemos que atar nuestros pensamientos a los
pensamientos de Dios ¿Y por qué digo eso? Porque Dios le dijo al profeta Isaías
en su libro: “…mis pensamientos no son
vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos…”, ver Isaías 55:8… por
eso consejo y no mío sino de Dios: Quieren pensar como Yo pienso, Metanoia, arrepiéntanse,
cambia de manera de pensar, obtengan mis pensamientos ¿Y cómo obtenemos los
pensamientos de Dios? Bueno existen tres formas, y son: Número uno: Por la
mente de Cristo Jesús; Numero dos, entre paréntesis, NO los estoy diciendo en
orden de importancia, porque los tres son importantes. Número dos: Por medio de
la llenura del Espíritu Santo, ¿Y por qué digo eso? Porque el Espíritu Santo
conoce los pensamientos de Dios y si el Espíritu Santo conoce los pensamientos
de Dios quiere decir que si nosotros nos llenamos de Él, de repente vamos a
sentir como un fogonazo dentro de nuestra espíritu los pensamientos de Dios,
por eso es que muchas personas decimos: Dios me habló, ¿Por qué? Porque ya
logramos discernir Su voz… y número tres: por medio de la Palabra de Dios,
porque en la Palabra está escrito todo y todo es todo hermano… La Palabra es
uno de los milagros de Dios, ¿Y por qué digo eso? Porque en los 66 libros está
contenida toda la revelación del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo… y aun la
revelación que nos venga NO se tiene que salir de ese parámetro, porque en ese
bendito libro está REVELADO TODO.
ME DI A ENTENDER... Entonces, si me di a entender ¿Qué estoy diciendo?
Que el Señor nos está diciendo: “…Arrepentíos,
porque el reino de los cielos se ha
acercado.”, ver Mateo 4:17, permítame que se lo explique por medio de mi
persona, cuando yo llegué a esta bendita tierra, a la tierra de los mariachis y
de las tortas ahogadas, cambié culturalmente mi manera de pensar, pero existen
personas que siguen hablando como hondureños y comiendo como hondureños, es
decir que no quieren cambiar su manera de pensar en el lugar que se encuentran
viviendo… Lo que estoy tratando de decir es que existen muchas personas que se
acercaron al reino de los cielos, llámese: Señor Jesucristo y NO quieren
cambiar su manera de pensar todavía… por eso consejo: Si usted es de esas
personas, permítame decirle: cambie de manera de pensar, porque en el reino de Dios todo es distinto,
permítame que se lo esplique por medio de un ejemplo, pero antes déjeme
decirle, que la Palabra nos deja ver que existen tres pastores, el Padre, el
Hijo y el Espíritu Santo, pero como el Espíritu Santo no tiene cuerpo utiliza a
los hombres para pastorear… Entonces, nosotros como hombres venimos a enseñarle
acerca de muchas cosas, pero algunos toman los pensamientos de su compañero de
trabajo… Por ejemplo: en lo monetario, los ministros tratamos de enseñar lo que
dice el libro de Génesis capítulo 14:17 al 20 y el libro de Malaquías capítulo
3:10, pero el compañero de trabajo que ocupa el trabajo del apóstol, del profeta,
del evangelista, del pastor y maestro, le dice: Eres un atarantado, porque lo
que quiere ese hombre es tu dinero, si dice el otro. Se dejó guiar por la
manera de pensar de afuera, pero cuando uno entra a la Iglesia de Cristo tiene
que pensar de otra forma, por eso permítame decirle amado, que cuando nosotros
cambiamos de manera de pensar nos estamos arrepintiendo y si nosotros nos
arrepentimos somos dignos del reino de los cielos… por otro lado, si nosotros
seguimos pensando con los pensamientos del mundo vamos a hacer unos
extraordinarios evangélicos religiosos, pero nunca vamos a poder acceder a las
bendiciones que Dios nos tiene preparadas en el reino de los cielos ¿Y que nos
tienen preparado en los cielos? Bueno, muchas cosas… por eso, mejor abramos
nuestras Biblias en el libro de Apocalipsis, en el capítulo 19:14 para que el
Señor nos muestre por su bendita misericordia lo que nosotros tenemos al
alcance de nuestras manos.
“Y los ejércitos que
están en los cielos, vestidos de lino fino, blanco y limpio, le seguían sobre
caballos blanco.”
Este versículo nos muestra que en los cielos hay ejércitos… y lo
tremendo de esto hermano, es que cuando lo concatenamos con el libro de Hebreos
capítulo 1:14 NVI, que dice: “¿No son
todos los ángeles espíritus dedicados al servicio divino, enviados para ayudar
a los que han de heredar la salvación?”, nos deja ver claramente, que
nosotros tenemos que cambiar nuestra manera de pensar, porque en los cielos se
encuentra una entidad espiritual que está batallando en contra de nosotros, ¿Y
por qué digo eso? Porque dice la Palabra en el libro de Efesios capítulo 6:12: “…nuestra lucha no es contra sangre y
carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este
mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones
celestiales.”… y es por eso que en la comunidad no cristiana y cristiana
algunas personas no se pueden explicar, ¿Por qué razón pasan cayendo constantemente,
ya sea en enfermedades o en problemas, ya sea en el hogar, o en el trabajo, o
en la escuela, como ser: Económicos, de actitud, de aptitud…? Entonces, estamos
inmersos en un mundo espiritual y si estamos inmersos en un mundo espiritual
quiere decir que tenemos que cambiar nuestra manera de pensar para que le
podamos hacer frente a los principados, y a las potestades, y a los poderes de este mundo de tinieblas, y
a las huestes espirituales de maldad en
las regiones celestiales… y lo tremendo de esto hermano, es que pueden ser
generacionales y cíclicos… El evangelio NO es una religión y mucho menos es
humanismo, “…El evangelio, es poder de Dios en acción para salvar a
todos los que creen, a los judíos primero y también a los gentiles.”, ver
Romanos 1:16 NTV, por eso permítame decirle, que nosotros tenemos en los cielos
ejércitos dispuestos a luchar por nosotros ¿Y por qué digo eso? Porque Jesús
dijo: “¿Crees que no puedo acudir a mi
Padre, y al instante pondría a mi disposición más de doce batallones de
ángeles?”, ver Mateo 26:53 NVI, pero también nos dice: “Y todo lo que ustedes pidan en mi nombre, yo lo haré, para que por el
Hijo se muestre la gloria del Padre. Yo haré cualquier cosa que en mi nombre
ustedes me pidan.”, ver Juan 14:13 al 14 DHH… Lo que estoy tratando de
decir es que los ángeles están a nuestro servicio… Lo que estoy tratando de
decir es que nosotros no podemos enviar a los ángeles, pero los podemos pedir
cuando nos estén asediando, o amenazando, o extorsionando, pero para eso
hermano existe un requisito, que se llama: Cambiar de manera de pensar… Por
eso, Jehová de los ejércitos te pedimos en el nombre de Jesús, que envíes a tus
ejércitos para que cuide nuestras ENTRADAS y SALIDAS.
Ahora, miremos Primera Pedro capítulo 1:4.
“para obtener una herencia incorruptible, inmaculada, y que no se
marchitará, reservada en los cielos para vosotros.”
Tenemos que comprender este versículo, por eso permítame decirle, que
nosotros tenemos una herencia en los cielos que NO es terrenal. Gloria a Dios,
por las herencias terrenales, por las herencias que se destruyen, que se
contaminan, que se marchitan y que los ladrones se las pueden robar, ver Mateo 6:19. Gloria a Dios, por la herencia indestructible,
incontaminada e inmarchitable que tenemos en los cielos... Los cielos se
acercaron a nosotros, entonces cuando yo digo: Los cielos, no me refiero a más
allá del infinito, pero también lo es. El punto es que Jesucristo dijo y Él no es como los mortales: no miente ni
cambia de opinión, ver Números 23:19 DHH, pero el punto es que Jesús dijo: “cambien de manera de pensar, porque el reino de los cielos se ha acercado.”,
ver Mateo 4:17, permítame que se lo explique de la siguiente manera: Hace 8
años con cuatro meses y 20 días el Señor encendió en mi corazón una llama como
la llama que se le apareció en la zarza ardiendo a Moisés, pero el punto es que
comenzó a pasar el tiempo y la zarza no se consumió, sigue ahí. Antes yo
lloraba delante de Dios y todavía sigo llorando delante de Él; Antes yo reía
delante del Señor y todavía sigo riendo delante del Señor; Antes yo le oraba al
Padre en el nombre del Hijo suplicando amor y misericordia y todavía sigo
orando suplicándole amor y misericordia. La Palabra se convirtió en mi amigo,
en mi aliado y en mi amor… Lo que estoy tratando de decir es que la Palabra
sigue palpitando en mi corazón y a veces en mis sueños… Lo que estoy tratando
de decir es que la herencia que tenemos reservada en los cielos, llámese: Jesucristo,
llámese: Verbo, llámese: Palabra, y que está al alcance de nuestras manos,
porque los cielos se acercaron, es lo que tenemos que anhelar, porque no se
destruye, ni se corrompe, ni se marchita y si no se destruye, ni se corrompe,
ni se marchita quiere decir que es lo único que nos puede ayudar en nuestro
diario vivir… Recuerde, lo que dice Jesús: “Yo
soy la Vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en Mí y yo en él, ése da
mucho fruto, porque separados de Mí nada podéis hacer.”, ver Juan 15:5,
pero también nos dice: “Todo sarmiento
que en Mí no da fruto, lo quita mi Padre.”, ver Juan 15:2… por eso consejo: Anhelemos,
cuidemos y amemos esa herencia. Ah… y seamos místicos, es bueno ser prácticos,
pero es mejor ser MÍSTICOS.
Ahora, miremos Hebreos capítulo 12:23.
“a la asamblea general e iglesia de los primogénitos que están inscritos
en los cielos, y a Dios, el Juez de todos, y a los espíritus de los justos
hechos ya perfectos.”
Este versículo está hablando de Sion, pero también está hablando de
comunión… por eso me pregunto y le pregunto: ¿Cuántos estamos inscritos en los
cielos?, pero también hay muchos que NO lo están aún… Por ejemplo: los
pecadores, pero el punto es que este versículo nos está hablando de la unidad y
de la comunión ¿Con quién? Con los
espíritus de los justos hechos ya perfectos… Eso quiere decir que muchos de
los que ya partieron nos pueden visitar… Quizás alguien se esté diciendo:
Hermano Juan Carlos, disculpe, eso es espiritismo, NO, porque dice la Palabra
en el Nuevo Testamento que Moisés, ya se había ido, que Moisés tenía más de mil
años de haberse ido y se le apareció a Jesús, a Pedro, a Juan y a Jacobo en el
monte de la transfiguración… Hermano eso sucedió porque Jesús era y sigue
siendo el Señor. CIERTO, pero también dice en el Antiguo Testamente que Samuel
se le apareció al rey Saúl después de muerto… Hermano eso lo hizo la pitonisa.
ES VERDAD, pero también nos dice la Palabra que los judíos esperaban a
Jeremías, por eso es que había confusión, unos decían: Jesús es Jeremías y
otros decían que Jesús era Isaías y otros decían: que Juan el Bautista había
resucitado. ME DI A ENTENDER. Entonces, si me di a entender ¿Que dije? Dije…
pero antes permítame decirle, que cuando alguien muere en Cristo su espíritu
vuelve a Dios que lo dio, ver Eclesiastés 12:7, y su alma vuelve al Hades y en
el Hades hay varios compartimientos, ver Lucas 16:19 al 31, uno es el Tartarus,
el de los ángeles caídos; otro es el abismo, el de los demonios; otro es del
lago de fuego, el de los pecadores, pero el punto es que el Hades, llámese
también: Seol e infierno (Gehena # 1067), es el compartimiento donde llegan las
almas que aún no han sido juzgadas... Entonces, el cuerpo se va a la tumba, el
alma se va al Hades y el espíritu vuelve a Dios que lo dio. Entre paréntesis,
el espíritu es indestructible y si el espíritu es inmundo, porque no aceptó a
Cristo o porque cometió apostasía irreversible, viene Dios y lo pone en
Babilonia, por eso dice la Palabra en el libro de Apocalipsis capítulo 18:2: “…¡Cayó, cayó la gran Babilonia! Se ha
convertido en habitación de demonios, en guarida de todo espíritu inmundo y en
guarida de toda ave inmunda y aborrecible.”, pero el punto es que nosotros
estamos inscritos en los cielos y si nosotros estamos inscritos en los cielos
quiere decir que los espíritus de los
justos hechos ya perfectos se acercaron a nosotros. ME DI A ENTENDER.
Entonces si me di a entender, ¿Que dije? Dije: Cuando un hermano en Cristo o
algún miembro de nuestra familia regresó en santidad al Señor, viene Dios y
pone su espíritu en Sion, pero lo tremendo es que el versículo que acabamos de
leer dice que nosotros nos hemos acercado a Sion y si nosotros nos hemos
acercado a Sion quiere decir que los
espíritus de los justos hechos ya perfectos se nos puede presentar, porque
nosotros estamos inscritos en los cielos,
¿Y por qué digo eso? Porque la asamblea
general e iglesia de los primogénitos, somos nosotros, y Dios es el juez de todos, y los espíritus de
los justos hechos ya perfectos son todos los obedientes que se encuentran
en la presencia del Señor. ¡Este es
evangelio extraordinario de DIOS!
Ahora, miremos Hebreos capítulo 8:1.
“Ahora bien, el punto principal de lo que se ha dicho es éste: tenemos
tal sumo sacerdote, el cual se ha sentado a la diestra del trono de la Majestad
en los cielos.”
Este versículo nos muestra claramente en primer lugar: que en los cielos
se encuentra el trono del Padre, y dice la Palabra que ese trono es el trono de
la gracia… por eso consejo y no mío sino del apóstol Pablo: “...acerquémonos confiadamente al trono de la gracia de nuestro Dios
porque Allí recibiremos su misericordia
y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos.”, ver
Hebreos 4:16… y en segundo lugar nos muestra, que en los cielos se encuentra el
sumo sacerdote que está sentado a la diestra de Dios intercediendo por
nosotros, ver Romanos 8:34. Yo no sé si usted, pero le cuento que yo Juan
Carlos Bonilla Guerrero me equivoco con mucha frecuencia y si NO fuera porque
en los cielos tengo a mi intercesor sentado a la diestra de nuestro “Abba Padre”, intercediendo por mí, NO
sé qué me habría pasado… por eso le pregunto: ¿Usted comete errores? ¿Usted
falla de vez en cuándo? ¿Usted ha dicho cosas que no debió decir?, y a los
cinco minutos está totalmente arrepentido y quiere aclarar lo que dijo y más se
hunde... por eso permítame decirle: Bendito Dios, que en los cielos tenemos a
nuestro Sumo Sacerdote, llámese: Señor Jesucristo, ver Hebreos 4:14 al 16,
sentado a la diestra del trono de la gracia diciendo por nosotros: Padre no le
tomes en cuenta eso… Te lo ruego, acuérdate de Mí sacrificio, y nosotros aquí
en la tierra que NO nos cae el garrotazo todavía, pero el Señor nos recuerda
por su Espíritu: Estoy intercediendo por usted, por eso no le ha caído el garrotazo
aún… Le voy a dar otro año más a su ministro para “…que cave a su
alrededor, y le eche abono, y si das
fruto el año que viene, bien; y si no, te cortaré.”, ver Lucas 13:6 al 9, pero ese no es
el punto, el punto es que nosotros tenemos en los cielos al intercesor que
escucha Dios, ¿Y por qué digo eso? Porque dice la Palabra en el libro de
Primera de Juan, en el capítulo 2:1 NVI: “Mis
queridos hijos, les escribo estas cosas para que no pequen. Pero si alguno
peca, tenemos ante el Padre a un intercesor, a Jesucristo, el Justo.”… por
eso consejo: Roguémosle a Dios; Roguémosle al intercesor y digámosle al
Espíritu Santo, que nos ayude a encontrar las palabras que puedan tocar el
corazón de nuestro intercesor para que interceda por nosotros en el trono de la
misericordia.
Por eso quisiera terminar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo,
que vienen días gloriosos para nuestra vida, pero NO porque lo merezcamos sino
porque el Señor nos mira a través del propiciatorio, es decir del sacrificio, y
dice: Los voy a bendecir, porque ellos tienen Fe en que el sacrificio de Mí
Hijo es el que conmueve Mí misericordia, ¡Gracias
Señor por Tu misericordia! Los cielos se acercaron; Los cielos están al
alcance de nuestra mano, porque nuestro intercesor está sentado a la diestra de
nuestro Padre intercediendo por nosotros… y es por eso que dice la Palabra de
Dios que nosotros habitamos en la tierra de los vivientes, ¿Y por qué digo eso?
Porque Jesús rogó diciendo: Padre “Yo
ruego por ellos; no ruego por el mundo…Ya no estoy en el mundo, pero ellos SÍ
están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, guárdalos en tu nombre, el
nombre que me has dado, para que sean uno, así como nosotros.”, ver Juan
17:9 al 11… Eso quiere decir que Jesús habitaba en la tierra de los vivientes y
sus discípulos NO… Eso quiere decir que Jesucristo abordó a la tierra de los
vivientes y ellos no… y fue por eso que Él dijo y aun nos sigue diciendo: “Yo soy la puerta; si alguno entra por mí,
será salvo; y entrará y saldrá y hallará pasto.”, ver Juan 10:9 RVR... El
Hijo quiere que entremos a la tierra de los vivientes y el Padre quiere que
entremos en Su reino… El llamado es a entrar
en el reino de Dios, por eso
dice la Palabra que nos tenemos que bautizar en agua y en el Espíritu, porque
si NO nacemos de agua y del Espíritu
no podremos entrar en el reino de Dios… Entonces, tenemos que nacer de agua y del Espíritu para que podamos
entrar en el reino de los cielos…
Esto se da en los cielos y en la tierra, porque los cielos ya nos lo bajaron ¿Y
quién nos los bajó? Jesucristo ¿Y por qué digo eso? Porque dice la Palabra en
el libro de Lucas capítulo 17:20 al 21 TLA: “…El reino de Dios no es algo que pueda verse. Tampoco se puede decir:
“¡Aquí está!” o “¡Allí está!” Porque el reino de Dios ya está entre ustedes. En otras palabras, porque Yo
Jesucristo ya estoy entre ustedes.”.
Entre paréntesis, este versículo lo dice literal y espiritual ¿Y por qué digo
eso? Porque Jesucristo dijo y aun nos sigue diciendo: “...buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas
cosas os serán añadidas.”, ver Mateo 6:33 RVR 1960, ¿Y en donde se busca?
En los cielos ¿Para qué? Para que lo que encontremos descienda a la tierra...
Por ejemplo: dice la Palabra: “Busquen
con anhelo los mejores dones…”, ver Primera de Corintios 12:31 Biblia
Kadosh Israelita Mesiánica, ¿Para qué? Para que edifiquen su cuerpo en el
cuerpo de Cristo Jesús ¿Para qué? Para que alcancen la santidad, porque si no alcanzan
la santidad NO verán la venida del Señor,
ver Hebreos 12:14, ¿En dónde? En los cielos, en las nubes, ver Primera de Tesalonicenses 4:13 al 18, pero ese no
es el punto, el punto es que los cielos se acercaron y si ya se acercaron
quiere decir que los tenemos al alcance de nuestras manos, ¿Para qué? Para que
pidamos, busquemos y llamemos, porque el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá...
Por eso, permítame orar por usted y por mí, permítame pedirle al Padre en el nombre del Hijo que nos dé un espíritu de revelación para que nos muestre como se abren los cielos... Esto es por Fe; Esto se obtiene por Fe… y dice la Palabra que por la Fe “…Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios.”, ver Santiago 2:23 RVR 1960... Amén.
Por eso, permítame orar por usted y por mí, permítame pedirle al Padre en el nombre del Hijo que nos dé un espíritu de revelación para que nos muestre como se abren los cielos... Esto es por Fe; Esto se obtiene por Fe… y dice la Palabra que por la Fe “…Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios.”, ver Santiago 2:23 RVR 1960... Amén.
Señor te damos gracias, y basado en lo que dice el libro de los Salmos
capítulo 133:1 al 2: “Mirad cuán bueno y
cuán agradable es que los hermanos habiten juntos en armonía. Es como el óleo
precioso sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón,
que desciende hasta el borde de sus vestiduras.”. Te pido en el nombre del
Señor Jesucristo, que derrames el aceite que derramaste en mi cabeza sobre Tú
amado pueblo… Sobre mi cabeza hay bendiciones y sobre la suya también… y es por
eso que la Palabra nos deja ver que nuestras bendiciones sobrepasan las
bendiciones de nuestros padres… Sobre la cabeza de nuestros padres habían
bendiciones y algunas de ellas no las aprovechamos, por eso, escuche con
atención: Sobre la cabeza de nuestros padres habían bendiciones que no las
aprovechamos, ya sea por falta de Fe, o porque no hubo revelación, o porque
éramos ignorantes… No es vergüenza y mucho menos es egoísmo pedir una
bendición, por eso comencemos a pedirle a nuestro Padre en el nombre de nuestro
Hermano que nos bendiga, digámosle: Señor en el nombre de Jesús, te suplicamos,
que derrames sobre nuestra cabeza las bendiciones que Tú Señor habías pre
ordenadas sobre las cabezas de nuestros padres, pero no solo esas sino también
las que Tu Señor escribiste para nosotros en Tú bendito Libro, pidámoselas,
pero con Fe... Recuerde lo que dice la Palabra en el libro de Mateo capítulo
7:7 y 8: “Pedid, y se os dará…Porque
todo el que pide, recibe…”, por eso, digámosle al Señor con todo respeto:
NO te suelto si no me bendices por amor a Tú Santo Nombre… Digámosle: yo sé que
sé Señor, que en Tú corazón está el anhelo de bendecirme, y ahora te ruego en
el nombre de Jesús que bendigas con todas las bendiciones del cielo a mi
cónyuge, a mis hijos, a mis nietos, a mis padres, a mis hermanos, a mis tíos, a
mis primos y a mis abuelos… Señor bendice nuestra Iglesia, nuestra casa,
nuestro trabajo, nuestra escuela, y también bendice nuestras entradas y salidas,
por amor a Tu Santo Nombre SEÑOR... Amén, Amén y Amén.
01 de Septiembre de 2018
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