HEREDEROS DEL REINO DE LOS CIELOS….

LA BIBLIA NOS HABLA:


“Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” (Mateo 4:17) RVR 1960.

En este día quisiera comenzar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo, que no todos los creyentes heredarán el reino de los cielos… Ser salvo y heredar el reino de los cielos no es lo mismo, ¿Y por qué digo eso? Porque la salvación se obtiene cuando la persona recibe al Señor Jesucristo como su Señor y Salvador, pues escrito esta: El que confiesa con su boca que Jesús es el Señor, y, cree en su corazón que Dios le levantó, que Dios le resucitó, de los muertos, será salvo; Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.”, ver Romanos 10:9 al 10 RVR 1960… y es por eso que dice la Palabra de Dios en el libro de Efesios capítulo 2:8 al 9 RVR 1960: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”… por otro lado, escuche con atención: Los que quieran heredar el reino de los cielos tienen que nacer de agua y del Espíritu, porque ese nacimiento les permitirá continuar por el proceso de las tres C del cristiano, es decir comenzar, continuar y culminar ¿El qué? La purificación, es decir la santificación, es decir la obediencia, ¿Y por qué digo eso? Porque dice la Palabra en el libro de Primera de Corintios capítulo 15:50: “Y esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni lo que se corrompe hereda lo incorruptible.”… Lo que estoy tratando de decir es que existen muchos creyentes que NO heredarán el reino de los cielos, porque entre ellos se encuentran cristianos, entre comillas: NIÑOS, ver Primera de Corintios 3:2; CARNALES, ver Primera de Corintios 3:1; PERVERSOS, ver Primera de Corintios 5:13, e INMORALES, ver Hechos 21:25. ME DI A ENTENDER. Entonces, si me di a entender, ¿Qué dije? Dije: Los cristianos FIELES, SANTOS y ESPIRITUALES, ver Primera de Corintios 3:2 y Colosenses 1:2 y Hechos 2:42 DHH, heredarán el reino de los cielos y los cielos ya se acercaron aquí, es decir a la tierra, ¿Y por qué digo eso? Porque la Palabra nos deja ver que nosotros podemos habitar en la tierra de los vivientes, ¿Y por qué digo eso? Porque la oración que hizo nuestro Señor Jesucristo por sus discípulos, diciendo: “Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me has dado; porque son tuyos; y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo, mío; y he sido glorificado en ellos. Ya NO estoy en el MUNDO, pero ellos SÍ están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, guárdalos en tu nombre, el nombre que me has dado, para que sean uno, así como nosotros.”, ver Juan 17:9 al 11. Nos deja ver que el Señor Jesucristo habitó en la tierra de los vivientes y sus discípulos NO, por eso me pregunto y le pregunto: ¿A qué grupo pertenecemos? ¿Somos todos igualmente salvos...? ¿Vamos todos al mismo cielo? ¿Tendremos todos las mismas coronas? Las coronas que nos entregará personalmente el Señor Jesucristo en su tribunal, ver Segunda de Corintios 5:10, ¿Y por qué digo eso? Porque dice la Palabra en el libro de Primera de Corintios capítulo 9:24 al 25: “¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos en verdad corren, pero sólo uno obtiene el premio? Corred de tal modo que ganéis. Y todo el que compite en los juegos se abstiene de todo. Ellos lo hacen para recibir una corona corruptible, PERO NOSOTROS, UNA INCORRUPTIBLE.”… Lo que estoy tratando de decir es que los que estemos caminando por el camino estrecho hacia la puerta estrecha recibiremos la corona de justicia, ver Segunda de Timoteo 4:8; Y la corona de gloria, ver Primera de Pedro 5:4; Y la corona de la vida, ver Apocalipsis 2:10… por eso consejo y no mío sino del hermano de nuestro Señor Jesucristo: “Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que le aman.”, ver Santiago 1:12, pero ese no es el punto, el punto es que nosotros tenemos que ser transformados en nuestra forma de pensar para que heredemos el reino de Dios… En otras palabras, para que nos acerquemos al reino de los cielos, porque el reino de los cielos ya está al alcance de nuestras manos, ¿Y por qué digo eso? Porque el primer mensaje que el Señor Jesucristo lanzó a través de aquel que lo estaba precediendo, el cual era Juan el Bautista y que lo prepararon por 30 años para realizar su ministerio, fue: Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado.”, ver Mateo 3:2… En otras palabras, Gloria a Dios, porque el reino de los cielos, llámese: Señor Jesucristo está al alcance de nuestras manos, por eso permítame decirle, que nosotros tenemos que progresar en la santidad para que podamos heredar el reino de Dios ¿Y por qué digo eso? Porque dice la Palabra en el libro de Primera de Corintios capítulo 6:9 al 10: “¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores (maldicientes), ni los estafadores heredarán el reino de Dios.”… Lo que estoy tratando de decir es que los que quieran, escuche con atención: Los que quieran heredar el reino de los cielos se tienen que arrepentir. Entre paréntesis, algunos piensan que arrepentirse es pedir perdón y volver a la carga con sus mismas acciones y actitudes… otros piensan, que arrepentirse es llorar, moquear y ahí cambio todo… La palabra arrepentimiento proviene de la palabra griega Metanoia (# 3341), y significa: el cambio de la mente… En otras palabras, cambien de manera de pensar... En otras palabras, tenemos que atar nuestros pensamientos a los pensamientos de Dios ¿Y por qué digo eso? Porque Dios le dijo al profeta Isaías en su libro: “…mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos…”, ver Isaías 55:8… por eso consejo y no mío sino de Dios: Quieren pensar como Yo pienso, Metanoia, arrepiéntanse, cambia de manera de pensar, obtengan mis pensamientos ¿Y cómo obtenemos los pensamientos de Dios? Bueno existen tres formas, y son: Número uno: Por la mente de Cristo Jesús; Numero dos, entre paréntesis, NO los estoy diciendo en orden de importancia, porque los tres son importantes. Número dos: Por medio de la llenura del Espíritu Santo, ¿Y por qué digo eso? Porque el Espíritu Santo conoce los pensamientos de Dios y si el Espíritu Santo conoce los pensamientos de Dios quiere decir que si nosotros nos llenamos de Él, de repente vamos a sentir como un fogonazo dentro de nuestra espíritu los pensamientos de Dios, por eso es que muchas personas decimos: Dios me habló, ¿Por qué? Porque ya logramos discernir Su voz… y número tres: por medio de la Palabra de Dios, porque en la Palabra está escrito todo y todo es todo hermano… La Palabra es uno de los milagros de Dios, ¿Y por qué digo eso? Porque en los 66 libros está contenida toda la revelación del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo… y aun la revelación que nos venga NO se tiene que salir de ese parámetro, porque en ese bendito libro está REVELADO TODO.

ME DI A ENTENDER... Entonces, si me di a entender ¿Qué estoy diciendo? Que el Señor nos está diciendo: “…Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.”, ver Mateo 4:17, permítame que se lo explique por medio de mi persona, cuando yo llegué a esta bendita tierra, a la tierra de los mariachis y de las tortas ahogadas, cambié culturalmente mi manera de pensar, pero existen personas que siguen hablando como hondureños y comiendo como hondureños, es decir que no quieren cambiar su manera de pensar en el lugar que se encuentran viviendo… Lo que estoy tratando de decir es que existen muchas personas que se acercaron al reino de los cielos, llámese: Señor Jesucristo y NO quieren cambiar su manera de pensar todavía… por eso consejo: Si usted es de esas personas, permítame decirle: cambie de manera de pensar, porque en el reino de Dios todo es distinto, permítame que se lo esplique por medio de un ejemplo, pero antes déjeme decirle, que la Palabra nos deja ver que existen tres pastores, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, pero como el Espíritu Santo no tiene cuerpo utiliza a los hombres para pastorear… Entonces, nosotros como hombres venimos a enseñarle acerca de muchas cosas, pero algunos toman los pensamientos de su compañero de trabajo… Por ejemplo: en lo monetario, los ministros tratamos de enseñar lo que dice el libro de Génesis capítulo 14:17 al 20 y el libro de Malaquías capítulo 3:10, pero el compañero de trabajo que ocupa el trabajo del apóstol, del profeta, del evangelista, del pastor y maestro, le dice: Eres un atarantado, porque lo que quiere ese hombre es tu dinero, si dice el otro. Se dejó guiar por la manera de pensar de afuera, pero cuando uno entra a la Iglesia de Cristo tiene que pensar de otra forma, por eso permítame decirle amado, que cuando nosotros cambiamos de manera de pensar nos estamos arrepintiendo y si nosotros nos arrepentimos somos dignos del reino de los cielos… por otro lado, si nosotros seguimos pensando con los pensamientos del mundo vamos a hacer unos extraordinarios evangélicos religiosos, pero nunca vamos a poder acceder a las bendiciones que Dios nos tiene preparadas en el reino de los cielos ¿Y que nos tienen preparado en los cielos? Bueno, muchas cosas… por eso, mejor abramos nuestras Biblias en el libro de Apocalipsis, en el capítulo 19:14 para que el Señor nos muestre por su bendita misericordia lo que nosotros tenemos al alcance de nuestras manos.

“Y los ejércitos que están en los cielos, vestidos de lino fino, blanco y limpio, le seguían sobre caballos blanco.”

Este versículo nos muestra que en los cielos hay ejércitos… y lo tremendo de esto hermano, es que cuando lo concatenamos con el libro de Hebreos capítulo 1:14 NVI, que dice: “¿No son todos los ángeles espíritus dedicados al servicio divino, enviados para ayudar a los que han de heredar la salvación?”, nos deja ver claramente, que nosotros tenemos que cambiar nuestra manera de pensar, porque en los cielos se encuentra una entidad espiritual que está batallando en contra de nosotros, ¿Y por qué digo eso? Porque dice la Palabra en el libro de Efesios capítulo 6:12: “…nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales.”… y es por eso que en la comunidad no cristiana y cristiana algunas personas no se pueden explicar, ¿Por qué razón pasan cayendo constantemente, ya sea en enfermedades o en problemas, ya sea en el hogar, o en el trabajo, o en la escuela, como ser: Económicos, de actitud, de aptitud…? Entonces, estamos inmersos en un mundo espiritual y si estamos inmersos en un mundo espiritual quiere decir que tenemos que cambiar nuestra manera de pensar para que le podamos hacer frente a los principados, y a las potestades, y a los poderes de este mundo de tinieblas, y a las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales… y lo tremendo de esto hermano, es que pueden ser generacionales y cíclicos… El evangelio NO es una religión y mucho menos es humanismo, “…El evangelio, es poder de Dios en acción para salvar a todos los que creen, a los judíos primero y también a los gentiles.”, ver Romanos 1:16 NTV, por eso permítame decirle, que nosotros tenemos en los cielos ejércitos dispuestos a luchar por nosotros ¿Y por qué digo eso? Porque Jesús dijo: “¿Crees que no puedo acudir a mi Padre, y al instante pondría a mi disposición más de doce batallones de ángeles?”, ver Mateo 26:53 NVI, pero también nos dice: “Y todo lo que ustedes pidan en mi nombre, yo lo haré, para que por el Hijo se muestre la gloria del Padre. Yo haré cualquier cosa que en mi nombre ustedes me pidan.”, ver Juan 14:13 al 14 DHH… Lo que estoy tratando de decir es que los ángeles están a nuestro servicio… Lo que estoy tratando de decir es que nosotros no podemos enviar a los ángeles, pero los podemos pedir cuando nos estén asediando, o amenazando, o extorsionando, pero para eso hermano existe un requisito, que se llama: Cambiar de manera de pensar… Por eso, Jehová de los ejércitos te pedimos en el nombre de Jesús, que envíes a tus ejércitos para que cuide nuestras ENTRADAS y SALIDAS.

Ahora, miremos Primera Pedro capítulo 1:4.

para obtener una herencia incorruptible, inmaculada, y que no se marchitará, reservada en los cielos para vosotros.”

Tenemos que comprender este versículo, por eso permítame decirle, que nosotros tenemos una herencia en los cielos que NO es terrenal. Gloria a Dios, por las herencias terrenales, por las herencias que se destruyen, que se contaminan, que se marchitan y que los ladrones se las pueden robar, ver Mateo 6:19. Gloria a Dios, por la herencia indestructible, incontaminada e inmarchitable que tenemos en los cielos... Los cielos se acercaron a nosotros, entonces cuando yo digo: Los cielos, no me refiero a más allá del infinito, pero también lo es. El punto es que Jesucristo dijo y Él no es como los mortales: no miente ni cambia de opinión, ver Números 23:19 DHH, pero el punto es que Jesús dijo: cambien de manera de pensar, porque el reino de los cielos se ha acercado.”, ver Mateo 4:17, permítame que se lo explique de la siguiente manera: Hace 8 años con cuatro meses y 20 días el Señor encendió en mi corazón una llama como la llama que se le apareció en la zarza ardiendo a Moisés, pero el punto es que comenzó a pasar el tiempo y la zarza no se consumió, sigue ahí. Antes yo lloraba delante de Dios y todavía sigo llorando delante de Él; Antes yo reía delante del Señor y todavía sigo riendo delante del Señor; Antes yo le oraba al Padre en el nombre del Hijo suplicando amor y misericordia y todavía sigo orando suplicándole amor y misericordia. La Palabra se convirtió en mi amigo, en mi aliado y en mi amor… Lo que estoy tratando de decir es que la Palabra sigue palpitando en mi corazón y a veces en mis sueños… Lo que estoy tratando de decir es que la herencia que tenemos reservada en los cielos, llámese: Jesucristo, llámese: Verbo, llámese: Palabra, y que está al alcance de nuestras manos, porque los cielos se acercaron, es lo que tenemos que anhelar, porque no se destruye, ni se corrompe, ni se marchita y si no se destruye, ni se corrompe, ni se marchita quiere decir que es lo único que nos puede ayudar en nuestro diario vivir… Recuerde, lo que dice Jesús: “Yo soy la Vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en Mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de Mí nada podéis hacer.”, ver Juan 15:5, pero también nos dice: “Todo sarmiento que en Mí no da fruto, lo quita mi Padre.”, ver Juan 15:2… por eso consejo: Anhelemos, cuidemos y amemos esa herencia. Ah… y seamos místicos, es bueno ser prácticos, pero es mejor ser MÍSTICOS.

Ahora, miremos Hebreos capítulo 12:23.


a la asamblea general e iglesia de los primogénitos que están inscritos en los cielos, y a Dios, el Juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos ya perfectos.”

Este versículo está hablando de Sion, pero también está hablando de comunión… por eso me pregunto y le pregunto: ¿Cuántos estamos inscritos en los cielos?, pero también hay muchos que NO lo están aún… Por ejemplo: los pecadores, pero el punto es que este versículo nos está hablando de la unidad y de la comunión ¿Con quién? Con los espíritus de los justos hechos ya perfectos… Eso quiere decir que muchos de los que ya partieron nos pueden visitar… Quizás alguien se esté diciendo: Hermano Juan Carlos, disculpe, eso es espiritismo, NO, porque dice la Palabra en el Nuevo Testamento que Moisés, ya se había ido, que Moisés tenía más de mil años de haberse ido y se le apareció a Jesús, a Pedro, a Juan y a Jacobo en el monte de la transfiguración… Hermano eso sucedió porque Jesús era y sigue siendo el Señor. CIERTO, pero también dice en el Antiguo Testamente que Samuel se le apareció al rey Saúl después de muerto… Hermano eso lo hizo la pitonisa. ES VERDAD, pero también nos dice la Palabra que los judíos esperaban a Jeremías, por eso es que había confusión, unos decían: Jesús es Jeremías y otros decían que Jesús era Isaías y otros decían: que Juan el Bautista había resucitado. ME DI A ENTENDER. Entonces, si me di a entender ¿Que dije? Dije… pero antes permítame decirle, que cuando alguien muere en Cristo su espíritu vuelve a Dios que lo dio, ver Eclesiastés 12:7, y su alma vuelve al Hades y en el Hades hay varios compartimientos, ver Lucas 16:19 al 31, uno es el Tartarus, el de los ángeles caídos; otro es el abismo, el de los demonios; otro es del lago de fuego, el de los pecadores, pero el punto es que el Hades, llámese también: Seol e infierno (Gehena # 1067), es el compartimiento donde llegan las almas que aún no han sido juzgadas... Entonces, el cuerpo se va a la tumba, el alma se va al Hades y el espíritu vuelve a Dios que lo dio. Entre paréntesis, el espíritu es indestructible y si el espíritu es inmundo, porque no aceptó a Cristo o porque cometió apostasía irreversible, viene Dios y lo pone en Babilonia, por eso dice la Palabra en el libro de Apocalipsis capítulo 18:2: “…¡Cayó, cayó la gran Babilonia! Se ha convertido en habitación de demonios, en guarida de todo espíritu inmundo y en guarida de toda ave inmunda y aborrecible.”, pero el punto es que nosotros estamos inscritos en los cielos y si nosotros estamos inscritos en los cielos quiere decir que los espíritus de los justos hechos ya perfectos se acercaron a nosotros. ME DI A ENTENDER. Entonces si me di a entender, ¿Que dije? Dije: Cuando un hermano en Cristo o algún miembro de nuestra familia regresó en santidad al Señor, viene Dios y pone su espíritu en Sion, pero lo tremendo es que el versículo que acabamos de leer dice que nosotros nos hemos acercado a Sion y si nosotros nos hemos acercado a Sion quiere decir que los espíritus de los justos hechos ya perfectos se nos puede presentar, porque nosotros estamos inscritos en los cielos, ¿Y por qué digo eso? Porque la asamblea general e iglesia de los primogénitos, somos nosotros, y Dios es el juez de todos, y los espíritus de los justos hechos ya perfectos son todos los obedientes que se encuentran en la presencia del Señor. ¡Este es evangelio extraordinario de DIOS!

Ahora, miremos Hebreos capítulo 8:1.

Ahora bien, el punto principal de lo que se ha dicho es éste: tenemos tal sumo sacerdote, el cual se ha sentado a la diestra del trono de la Majestad en los cielos.”

Este versículo nos muestra claramente en primer lugar: que en los cielos se encuentra el trono del Padre, y dice la Palabra que ese trono es el trono de la gracia… por eso consejo y no mío sino del apóstol Pablo: “...acerquémonos confiadamente al trono de la gracia de nuestro Dios porque Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos.”, ver Hebreos 4:16… y en segundo lugar nos muestra, que en los cielos se encuentra el sumo sacerdote que está sentado a la diestra de Dios intercediendo por nosotros, ver Romanos 8:34. Yo no sé si usted, pero le cuento que yo Juan Carlos Bonilla Guerrero me equivoco con mucha frecuencia y si NO fuera porque en los cielos tengo a mi intercesor sentado a la diestra de nuestro “Abba Padre”, intercediendo por mí, NO sé qué me habría pasado… por eso le pregunto: ¿Usted comete errores? ¿Usted falla de vez en cuándo? ¿Usted ha dicho cosas que no debió decir?, y a los cinco minutos está totalmente arrepentido y quiere aclarar lo que dijo y más se hunde... por eso permítame decirle: Bendito Dios, que en los cielos tenemos a nuestro Sumo Sacerdote, llámese: Señor Jesucristo, ver Hebreos 4:14 al 16, sentado a la diestra del trono de la gracia diciendo por nosotros: Padre no le tomes en cuenta eso… Te lo ruego, acuérdate de Mí sacrificio, y nosotros aquí en la tierra que NO nos cae el garrotazo todavía, pero el Señor nos recuerda por su Espíritu: Estoy intercediendo por usted, por eso no le ha caído el garrotazo aún… Le voy a dar otro año más a su ministro para “…que cave a su alrededor, y le eche abono, y si das fruto el año que viene, bien; y si no, te cortaré.”, ver Lucas 13:6 al 9, pero ese no es el punto, el punto es que nosotros tenemos en los cielos al intercesor que escucha Dios, ¿Y por qué digo eso? Porque dice la Palabra en el libro de Primera de Juan, en el capítulo 2:1 NVI: “Mis queridos hijos, les escribo estas cosas para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos ante el Padre a un intercesor, a Jesucristo, el Justo.”… por eso consejo: Roguémosle a Dios; Roguémosle al intercesor y digámosle al Espíritu Santo, que nos ayude a encontrar las palabras que puedan tocar el corazón de nuestro intercesor para que interceda por nosotros en el trono de la misericordia.

Por eso quisiera terminar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo, que vienen días gloriosos para nuestra vida, pero NO porque lo merezcamos sino porque el Señor nos mira a través del propiciatorio, es decir del sacrificio, y dice: Los voy a bendecir, porque ellos tienen Fe en que el sacrificio de Mí Hijo es el que conmueve Mí misericordia, ¡Gracias Señor por Tu misericordia! Los cielos se acercaron; Los cielos están al alcance de nuestra mano, porque nuestro intercesor está sentado a la diestra de nuestro Padre intercediendo por nosotros… y es por eso que dice la Palabra de Dios que nosotros habitamos en la tierra de los vivientes, ¿Y por qué digo eso? Porque Jesús rogó diciendo: Padre “Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo…Ya no estoy en el mundo, pero ellos SÍ están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, guárdalos en tu nombre, el nombre que me has dado, para que sean uno, así como nosotros.”, ver Juan 17:9 al 11… Eso quiere decir que Jesús habitaba en la tierra de los vivientes y sus discípulos NO… Eso quiere decir que Jesucristo abordó a la tierra de los vivientes y ellos no… y fue por eso que Él dijo y aun nos sigue diciendo: “Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará pasto.”, ver Juan 10:9 RVR... El Hijo quiere que entremos a la tierra de los vivientes y el Padre quiere que entremos en Su reino… El llamado es a entrar en el reino de Dios, por eso dice la Palabra que nos tenemos que bautizar en agua y en el Espíritu, porque si NO nacemos de agua y del Espíritu no podremos entrar en el reino de Dios… Entonces, tenemos que nacer de agua y del Espíritu para que podamos entrar en el reino de los cielos… Esto se da en los cielos y en la tierra, porque los cielos ya nos lo bajaron ¿Y quién nos los bajó? Jesucristo ¿Y por qué digo eso? Porque dice la Palabra en el libro de Lucas capítulo 17:20 al 21 TLA: “…El reino de Dios no es algo que pueda verse. Tampoco se puede decir: “¡Aquí está!” o “¡Allí está!” Porque el reino de Dios ya está entre ustedes. En otras palabras, porque Yo Jesucristo ya estoy entre ustedes.”. Entre paréntesis, este versículo lo dice literal y espiritual ¿Y por qué digo eso? Porque Jesucristo dijo y aun nos sigue diciendo: “...buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”, ver Mateo 6:33 RVR 1960, ¿Y en donde se busca? En los cielos ¿Para qué? Para que lo que encontremos descienda a la tierra... Por ejemplo: dice la Palabra: “Busquen con anhelo los mejores dones…”, ver Primera de Corintios 12:31 Biblia Kadosh Israelita Mesiánica, ¿Para qué? Para que edifiquen su cuerpo en el cuerpo de Cristo Jesús ¿Para qué? Para que alcancen la santidad, porque si no alcanzan la santidad NO verán la venida del Señor, ver Hebreos 12:14, ¿En dónde? En los cielos, en las nubes, ver Primera de Tesalonicenses 4:13 al 18, pero ese no es el punto, el punto es que los cielos se acercaron y si ya se acercaron quiere decir que los tenemos al alcance de nuestras manos, ¿Para qué? Para que pidamos, busquemos y llamemos, porque el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá...  

Por eso, permítame orar por usted y por mí, permítame pedirle al Padre en el nombre del Hijo que nos dé un espíritu de revelación para que nos muestre como se abren los cielos... Esto es por Fe; Esto se obtiene por Fe… y dice la Palabra que por la Fe “…Abraham creyó a Dios,  y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios.”, ver Santiago 2:23 RVR 1960... Amén.

Señor te damos gracias, y basado en lo que dice el libro de los Salmos capítulo 133:1 al 2: “Mirad cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos habiten juntos en armonía. Es como el óleo precioso sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, que desciende hasta el borde de sus vestiduras.”. Te pido en el nombre del Señor Jesucristo, que derrames el aceite que derramaste en mi cabeza sobre Tú amado pueblo… Sobre mi cabeza hay bendiciones y sobre la suya también… y es por eso que la Palabra nos deja ver que nuestras bendiciones sobrepasan las bendiciones de nuestros padres… Sobre la cabeza de nuestros padres habían bendiciones y algunas de ellas no las aprovechamos, por eso, escuche con atención: Sobre la cabeza de nuestros padres habían bendiciones que no las aprovechamos, ya sea por falta de Fe, o porque no hubo revelación, o porque éramos ignorantes… No es vergüenza y mucho menos es egoísmo pedir una bendición, por eso comencemos a pedirle a nuestro Padre en el nombre de nuestro Hermano que nos bendiga, digámosle: Señor en el nombre de Jesús, te suplicamos, que derrames sobre nuestra cabeza las bendiciones que Tú Señor habías pre ordenadas sobre las cabezas de nuestros padres, pero no solo esas sino también las que Tu Señor escribiste para nosotros en Tú bendito Libro, pidámoselas, pero con Fe... Recuerde lo que dice la Palabra en el libro de Mateo capítulo 7:7 y 8: “Pedid, y se os dará…Porque todo el que pide, recibe…”, por eso, digámosle al Señor con todo respeto: NO te suelto si no me bendices por amor a Tú Santo Nombre… Digámosle: yo sé que sé Señor, que en Tú corazón está el anhelo de bendecirme, y ahora te ruego en el nombre de Jesús que bendigas con todas las bendiciones del cielo a mi cónyuge, a mis hijos, a mis nietos, a mis padres, a mis hermanos, a mis tíos, a mis primos y a mis abuelos… Señor bendice nuestra Iglesia, nuestra casa, nuestro trabajo, nuestra escuela, y también bendice nuestras entradas y salidas, por amor a Tu Santo Nombre SEÑOR... Amén, Amén y Amén.


01 de Septiembre de 2018
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo

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