PERFECCIONEMOS NUESTRA OFRENDA
LA BIBLIA NOS HABLA:
“Traed
íntegramente los diezmos al alfolí para que haya alimentos en mi casa, y
probadme en esto, dice Yahvé de los ejércitos, a ver si no abro yo las esclusas
del cielo y no derramo sobre vosotros la bendición sin medida.” (Malaquías 3:10) NACAR COLUNGA
En este día, el Señor
quiere que usted y yo seamos unos verdaderos conquistadores, que no seamos como
el pueblo de Israel, que se reusó a conquistar la tierra prometida, la tierra
que Josué y Caleb les dijeron que podían conquistar (fue por eso que el Señor los
predestinó a peregrinar en el desierto por cuarenta años)… Esto es más o menos
como si el Señor nos estuviera diciendo: hijito, hijita hoy les envío el tren con
destino al paraíso celestial y dentro de cuarenta años se los volveré a enviar,
es su decisión si lo abordan hoy o lo abordan dentro de cuarenta años ¿Qué haría
usted? Esto me recuerda, en primer lugar: que José Doroteo Arango Arámbula, más
conocido como Francisco Villa o Pancho Villa, un día tenía que trasladar a su
ejército y le encomendó a uno de sus subordinados que le dijera a la tropa que se
tenía que subir al tren; entonces, dice la historia que llegó el subordinado y
le dijo: mi general, le doy parte, que toda la tropa no cabe en el tren, muy
bien le dijo el general: entonces, lo que vas a hacer es fusilar a los que no entraron
al tren, y todos se subieron… Esto quiere decir que el Señor hoy nos está dando
una orden, una orden de conquista, es decir que no seamos evangélicos light
porque seremos fusilados, por eso subámonos al tren… y en segundo lugar,
permítame decirle: que Sansón conquistó a los filisteos, que Sansón no pudo conquistar
su corazón porque su corazón fue conquistado por una filistea, llamada Dalila…
Esto nos deja ver que primero debemos conquistar lo micro para poder conquistar
lo macro, es decir que primero debemos conquistar la gracia de Dios para que
podamos conquistar a nuestro corazón ¿Por qué razón? Porque “El corazón humano es lo más engañoso que
hay, y extremadamente perverso. ¿Quién realmente sabe qué tan malo es?”,
ver Jeremías 17:9 NTV, por eso déjeme decirle, que hoy más que nunca, y que estamos
viviendo los tiempos finales, tenemos que tener una decisión clara de lo que el
Señor quiere hacer por nosotros. Quizás alguien se esté preguntando: ¿Qué
debemos de conquistar hermano Juan Carlos? Bueno, hay muchas cosas que debemos de
conquistar y dentro de ellas se encuentra nuestra billetera, pregunto: ¿Por qué
cree usted que tenemos que conquistar a nuestra billetera? Porque uno de los
problemas más fuertes que nos podemos encontrar en el evangelio es el dinero ¿Por
qué razón? Porque existen muchas personas y entre ellas cristianas, que no
comprenden como se mueve la ofrenda y el diezmo en el mundo espiritual y es por
eso que terminan maldiciendo a la Iglesia de Cristo ¿Por qué razón? Porque “…el hombre animal no percibe las cosas del
Espíritu de Dios; porque para él son necedad; y no las pueden entender, porque eso se discierne espiritualmente.”, ver
Primera de Corintios 2:14 NACAR COLUNGA y LBLA, ¿Por qué cree que sucede eso? Porque
existen muchos ministros del Señor que se ponen a pedir dinero, ya sea por la televisión,
o por la radio, o por el internet a todo el mundo sin ponerse a pensar que la
ofrenda solo se le debe de pedir a los que pertenecen a la casa del Señor,
porque qué sabe el inconverso que hay que llevar el diezmo para los fondos del templo, porque qué sabe el inconverso que
existe un dios con d minúscula, y que es el dios de la riqueza, y que la
Palabra lo declara en el libro de Lucas, en el capítulo 16:13, y en el libro de
Mateo, en el capítulo 6:24 llamándolo Mammón… Lo que estoy
diciendo es que nosotros no deberíamos de ser como los inconversos, en
primer lugar, porque por el engaño de las riquezas nos podríamos ahogar… y en
segundo lugar, porque este mal nos podría ocasionar problemas en el hogar...
Por lo tanto, debemos tener presente, que “…el
amor al dinero es la raíz de todos
los males; el cual codiciando algunos, fueron descarriados de la fe y se
traspasaron a sí mismos con muchos dolores.”, ver Primera de Timoteo 6:10
RVA 2015.
Entonces, viene el
Señor y comienza a darle instrucciones precisas a Su pueblo, de cómo deben
conquistar la tierra que mana leche y
miel, es decir Canaán… y dentro de las instrucciones se encuentra esta, que
dice: la primera ciudad que conquisten me pertenece a mí porque son sus
primicias, por lo tanto, una vez que hayan conquistado la ciudad de Jericó no
se pueden quedar con nada de lo que hay allí porque será considerado anatema… Anatema
es una palabra que quiere decir maldito, pero también quiere decir: que va a ser
preparado, que va a ser consagrado para el Señor… En otras palabras, lo que el
Señor le está diciendo a Su pueblo, es: Jericó es mío y si ustedes tienen Fe y
me dan todo Jericó, Yo, el “YO SOY”,
les daré el resto de las ciudades, pero si no lo hacen así van a sucumbir… Esta
es una enseñanza que el Señor nos ha dejado a nosotros para decirnos: cuando
ustedes reciban lo que es de ustedes, lo que yo les estoy dando, lo primero que
tienen que hacer no es pagar la luz, ni el agua, ni la escuela de sus hijos y
mucho menos la letra de su coche o la letra de su casa… todo eso es básico,
pero si ustedes en verdad tienen confianza en mí, ME VAN A TRAER A MÍ PRIMERO,
es decir la primicia de su trabajo, es decir el diezmo… Acaso, no fue eso lo
que le dijo el profeta Elías a la viuda de Sarepta cuando le dijo: “…Te ruego que me traigas también un bocado
de pan en tu mano. Pero ella respondió: Vive el Señor tu Dios, que no tengo
pan, sólo tengo un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en la
vasija y estoy recogiendo unos trozos de leña para entrar y prepararlo para mí
y para mi hijo, para que comamos y muramos. Entonces Elías le dijo: No temas;
ve, haz como has dicho, pero primero hazme una pequeña torta de eso y tráemela;
después harás para ti y para tu hijo.”, ver Primera de Reyes 17:11 al 13.
Estos versículos nos muestran que la clave para abrir las esclusas de los
cielos ES DARLE AL SEÑOR PRIMERO, pero aquí es donde comienza la batalla,
porque existen muchas personas, personas cristianas que no les gusta darle al
Señor lo que le pertenece, porque dicen: estos ministros quieren enriquecerse a
costa de nosotros ¿Por qué creen que hacen eso? Por falta de conocimiento, pero
yo sé que sé, que yo Juan Carlos Bonilla, en esta hora, estoy hablando
con mentes espirituales y no con mentes animales… La mente animal es la mente
motivada por el ánima, es decir por el alma, y la mente espiritual es la mente
motivada por el espíritu, y es por eso que yo en este día con la ayuda del
Señor he venido a enseñarle a usted respecto a este tema, que se titula: PERFECCIONEMOS
NUESTRA OFRENDA, porque la Palabra del Señor nos deja ver, que usted
y yo, debemos de irnos perfeccionando.
Sabía usted que la alabanza se puede perfeccionar ¿En dónde dice eso? En
el libro de Mateo, en el capítulo 21:16 RVR 1960, que dice: “…De la boca de los niños y de los que
maman perfeccionaste la alabanza?”. Sabía usted que el amor se puede
perfeccionar ¿En dónde dice eso? En el libro de Primera de Juan, en el capítulo
4:18 RVR 1960, que dice: “En el amor no
hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva
en sí castigo…”. Esto quiere decir que existen personas que solo tienen
amor y por eso no pueden echar fuera el temor, ni el miedo, ni el pánico y
mucho menos el terror... Sabía usted que se puede perfeccionar el poder de Dios
¿En dónde dice eso? En el libro de Segunda de Corintios, en el capítulo 12:9
NVI, que dice: “…Te basta con mi gracia,
pues mi poder se perfecciona en la debilidad…”, y fue por eso que el perito
arquitecto de la Iglesia dijo y aun nos sigue diciendo: “Por eso me regocijo en debilidades, insultos, privaciones,
persecuciones y dificultades que sufro por Cristo; porque cuando soy débil,
entonces soy fuerte.”, ver Segunda de Corintios 12:10 NVI, y así hay muchas
cosas que debemos de ir perfeccionando, y dentro de esas cosas se encuentra nuestra
ofrenda, por eso déjeme decirle, que hoy en día existen muchas personas que no
pueden abrir las esclusas de los cielos, porque prefieren aferrarse a las cosas
materiales, porque ellos creen que solo así podrán salir de sus problemas y se
olvidan, o no quieren aceptar que estamos siendo influenciados por un mundo
espiritual y que es más que inminente su existencia… En otras palabras, lo que
estoy tratando de decir, en primer lugar, es que existen personas que están
envueltas en el temor, en el temor por cumplir sus afanes del diario vivir, y
por eso NO ofrendan y mucho menos le entregan al Señor lo que le pertenece, es
decir el diezmo… y en segundo lugar, que existen personas que por la falta de
Fe, no creen lo que profetizó el profeta Malaquías, en su libro, en el capítulo
3:10, que dice: “Traed todo el diezmo al
alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto, dice
el Señor de los ejércitos, si no os abriré las ventanas del cielo, y derramaré
para vosotros bendición hasta que sobreabunde.”. Por lo tanto, debemos tener presente, que
batalla no es batalla sino viene la prueba… Esto nos hace ver, en primer lugar:
que dentro de la batalla habían leyes y dentro de estas leyes había una que
decía: “…Si alguno tiene miedo y le
falta valor, es decir pusilánime, que se vaya a su casa para que no
acobarde también a sus compañeros.”, ver Deuteronomio 20:8 DHH. En otras
palabras, lo que nos está diciendo ese versículo es, si hay algún cristiano
religioso que quiere un evangelio light, un evangelio que no le exija, MEJOR
REGRÉSESE, pero de una vez le tengo que decir: NO SE PUEDE REGRESAR ¿Por qué
razón? Porque le va a suceder lo mismo que le ha de haber sucedido a ese
israelita que se quiso regresar a Egipto, al mundo, pero no pudo ¿Por qué
razón? Porque el mar rojo ya estaba cerrado… y en segundo lugar, déjeme
decirle, que cuando estamos hablando de conquista vamos a encontrar oposición y
si usted es uno de los que dicen: yo no quiero conquistar, entonces quédese
otros cuarenta años más peregrinando en el desierto con los alacranes, con los
escorpiones, con las serpientes y hasta “…con
Og el rey de Basán…”, y con todos los gigantes que habitaban en su reino,
tal como lo hizo el pueblo de Israel, por eso déjeme decirle, que en este día,
el Señor de Señores nos está diciendo: conquisten su enfermedad,
ya sea almática o física, conquisten su pobreza, ya sea espiritual o material, conquisten
su carácter, conquisten su orgullo, su soberbia, su altives, su temor, su Fe...
Ahora, permítame decirle, en primer lugar: que en medio de la conquista vamos a
encontrar oposición y es por eso que debemos de doblar nuestras rodillas y
suplicarle a nuestro “…¡Abba, Padre!”,
en el nombre de Jesús, que nos ayude a avanzar, para que no seamos
como “…la vanguardia de Israel; porque
dice la Palabra que ellos mismos se dispusieron volver hacia atrás.”, ver Génesis 49:19 BIBLIA FÉLIX TORRES AMAT… y
en segundo lugar: que lo que reste de este año, NO debemos permitirle a nuestro
corazón que tome atribuciones en nuestras tomas de decisiones… Lo que estoy tratando
de decir es que nos podemos airar o enojar, ya sea con nuestro cónyuge, o con
nuestros hijos, o con nuestros conocidos… pero no debemos permitirle a nuestro
corazón que por la falta de doctrina nos engañe y por eso “…se ponga el sol sobre nuestro
enojo.”, ver Efesios 4:26 RVR 1960.
Ahora, volviendo al
punto: PERFECCIONEMOS NUESTRA OFRENDA, déjeme decirle, que la ofrenda es una poderosa
herramienta, porque nos permite abrir las ventanas de los cielos para que
nosotros y nuestra familia, seamos bendecidos sobreabundantemente, ya sea en lo
material o en lo espiritual ¿Cree usted que la ofrenda se puede perfeccionar? SI,
y esto lo podemos ver en el contexto del versículo 4, del capítulo 3, del libro
de Malaquías, que dice: “Entonces será
grata al Señor la ofrenda de Judá y
de Jerusalén, como en los días de antaño y como en los años pasados.”, porque
nos deja ver que el pueblo de Israel comenzó a dar, pero solo por dar, es decir
por costumbre… Eso quiere decir que la ofrenda se comenzó a devaluar, no en sí
la cantidad, sino en la forma de dar, porque comenzó a perder la estructura que
el Señor había establecido, y es por eso que el profeta Malaquías en su libro,
en el capítulo 3:3, nos dice: que el Señor se va a sentar como aquel que
purifica la plata para purificar a Su pueblo y después de purificarlo “…los acrisolará como a oro y como a plata para que presenten las ofrendas, las ofrendas gratas delante del Señor…”. Recuerde, que la Palabra nos deja
ver en el libro de Primera de Corintios, en el capítulo 10:6, que todo lo que
le sucedió al pueblo de Israel es “…es
advertencia, es ejemplo, para nosotros...”, ¿Por qué razón?
Porque la Palabra nos dice claramente que “…los
que son nacidos de la fe, éstos son hijos de Abraham…y por
eso somos miembros de la gran familia de Abraham, y herederos según la
promesa.”, ver Gálatas 3:7 y Gálatas 3:29 LBLA y TLA, por eso déjeme
decirle, que todas las ofrendas que se dan por costumbre, son de beneficio para
la congregación, pero para el que la dio NO ¿Por qué razón? Porque esa ofrenda es
inmunda, por eso en este día, yo necesito que usted sea un verdadero conquistador
y que conquiste a través de su ofrenda y de su diezmo, por eso, abramos la
Biblia en el libro de Mateo, en el capítulo 5:23 al 24, para que miremos
algunas ofrendas que son inaceptables para el Señor…
Pero antes permítame
decirle, que a muchos ministros del Señor no les gusta que se hable de este
tema, aduciendo que la ofrenda va a ser tan poderosa que va a santificar hasta
los que estén caminando en tinieblas, es decir haciendo malos negocios… por eso
déjeme decirle, que definitivamente nosotros estamos en las manos del Señor,
pero también debo decirle que yo como ministro tengo un presupuesto, pero mi
presupuesto está en las manos del Señor y si usted después de oír este mensaje
ya no quiere ofrendar y mucho menos diezmar, es su problema, pero es mi
obligación como maestro de la Palabra enseñarle a usted, que cada vez que usted
deposita su ofrenda en el alfolí, tiene que haber cierto tipo de actitud en su
corazón, no sobornando, no comprando, como Simón el Mago, porque dice la Palabra:
que “Cuando vio Simón que por la
imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció
dinero.”, ver Hechos 8:18, sino como la viuda que menciona el Señor
Jesucristo en la Palabra, que dice: “…llegó
una viuda pobre y echó dos pequeñas monedas de cobre, o sea, un cuadrante. Y
llamando a sus discípulos, les dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre
echó más que todos los contribuyentes al tesoro; porque todos ellos echaron de
lo que les sobra, pero ella, de su pobreza echó todo lo que poseía, todo lo que
tenía para vivir.”, ver marcos 12:42 al 44. Estos versículos nos dejan ver,
en primer lugar, que no debemos de ofrendar de mala gana, ni por obligación, ni
por sobornar… y en segundo lugar, nos dejan ver claramente, que a nuestro Padre
celestial le gusta que nosotros traigamos la ofrenda con todo nuestro corazón y
no con hipocresía, por eso abramos la Biblia en el libro de Mateo,
en el capítulo 5:23 al 24, para que miremos algunas ofrendas que son
inaceptables para el Señor de señores, comencemos…
“Por
tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar, y allí te acuerdas que tu hermano
tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve,
reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.”
Este versículo nos
está diciendo que si por la casualidad de la casualidad algún día llevamos al altar del templo una ofrenda para Dios,
y allí nos acordamos que alguien
está enojado con nosotros o que nosotros estamos enojados con alguien, tenemos
que dejar la ofrenda delante del altar,
para ir de inmediato a
reconciliarnos con esa persona, es
decir dejo mi ofrenda, me reconcilio, me regreso, y le digo al Señor: Señor hace
un ratito te traje mi ofrenda al alfolí y me recordó tu Espíritu que había
alguien que se sentía ofendido, entonces fui y me puse a cuentas con ella y
contigo como lo hizo el hijo prodigo, ahora te ruego que aceptes mi ofrenda
¿Por qué que le expuse eso? Porque existen muchas personas que ofrendan sin
saber, o sin tener la consciencia, o sin tener la certeza de que el Señor les
está aceptando su ofrenda… La ofrenda es delicada, porque no fue a la hora de
la alabanza que el Espíritu del Señor mató a Ananías y a Safira, sino a la hora
de la ofrenda, ver Hechos 5:1 al 11, y mucho menos murieron los hijos de Eli
por estarse acostando “…con las mujeres
que servían a la entrada de la tienda de reunión.”, sino que fue porque
ellos menospreciaban las ofrendas que el pueblo de Israel le traían gratamente
al Señor, ver Primera de Samuel 2. Por lo tanto, si usted está airado, es decir
enojado, enfadado, alterado, irritado con alguien, traiga su ofrenda al altar, déjela,
reconcíliese, regrese y preséntela... Esto no lo digo yo. Esto lo dice nuestro
Señor Jesucristo en el libro de Mateo, en el capítulo 5:23 al 24, y además es
un mandamiento.
Ahora, miremos Isaías
capítulo 1:13.
“No
traigáis más vuestras vanas ofrendas, el incienso me es abominación. Luna nueva
y día de reposo, el convocar asambleas: ¡no tolero iniquidad y asamblea
solemne!”
En otras palabras, lo
que el Señor le está diciendo a Su pueblo por medio del profeta Isaías, es: por
sus constantes transgresiones, pecados e iniquidades, ya no quiero sus
sacrificios, ya no quiero nada… por eso, ya no me
traigan más “…la sangre de novillos, de corderos
y de machos cabríos, porque eso no me complace, ya les dije lo que
quiero, misericordia quiero, obediencia quiero.”, por eso me pregunto y le pregunto: ¿Será que el Señor necesita de
nuestro dinero? NO, porque la Palabra dice: que Dios es el dueño del oro y de la
plata… Sabe, el Señor puede hacer un planeta de puro diamante y del tamaño de
Júpiter, y le aseguro que el hombre se mataría por llegar ahí, aunque aún no
haya resuelto como va hacer para traérselo… y es por eso que el Señor
Jesucristo dijo y aún sigue diciendo: “¿…de
qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma? O ¿qué dará un hombre a cambio de su alma?”,
ver Marcos 8:36 al 37, pero el punto es que el Señor ya no quiere aceptar las vanas ofrendas del pueblo de Israel
¿Por qué será?
Abramos la Biblia
nuevamente en el libro de Isaías capítulo 1:2 al 20, para comprenderlo: “Oíd, cielos, y escucha, tierra, porque el
Señor habla: Hijos crié y los hice crecer, mas ellos se han rebelado contra mí, se rebelaron contra el Señor pero le
siguen trayendo ofrenda. El buey conoce
a su dueño y el asno el pesebre de su amo; pero Israel no conoce, mi pueblo no
tiene entendimiento. En otras palabras, el pueblo de Israel es más lento
que el buey y el asno, pero recuerde
que la Palabra dice que todo lo que le pasó al pueblo de Israel es figura, es
ejemplo para nosotros, ver Primera de Corintios 10:6, ¡Ay, nación pecadora, pueblo cargado de iniquidad, generación de
malvados, hijos corrompidos! Han abandonado al Señor, han despreciado al Santo
de Israel, se han apartado de Él. ¿Dónde más seréis castigados? ¿Continuaréis
en rebelión? Toda cabeza está enferma, y todo corazón desfallecido. De la
planta del pie a la cabeza no hay en él nada sano, sino golpes, verdugones y
heridas recientes; no han sido curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite, les ha llovido hasta debajo de la
lengua. Vuestra tierra está desolada,
vuestras ciudades quemadas por el fuego, vuestro suelo lo devoran los extraños
delante de vosotros, y es una desolación, como destruida por extraños. Y la
hija de Sion ha quedado como cobertizo en una viña, como choza en un pepinar,
como ciudad sitiada. Si el Señor de los ejércitos no nos hubiera dejado algunos
sobrevivientes, seríamos como Sodoma, y semejantes a Gomorra. Oíd la palabra
del Señor, gobernantes de Sodoma; escuchad la instrucción de nuestro Dios,
pueblo de Gomorra: ¿Qué es para mí la abundancia de vuestros sacrificios? —dice
el Señor—. Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de ganado cebado;
y la sangre de novillos, corderos y machos cabríos no me complace. Cuando venís
a presentaros delante de mí, ¿quién demanda esto de vosotros, de que pisoteéis
mis atrios?”. Por eso, fue que el Señor les dijo: “No traigáis más vuestras vanas ofrendas…”. Este es el versículo
que acabamos de leer, ahora continuemos leyendo los versículos 14 al 20: “Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas
señaladas las aborrece mi alma; se han vuelto una carga para mí, estoy cansado
de soportarlas. Y cuando extendáis vuestras manos, esconderé mis ojos de
vosotros; sí, aunque multipliquéis las oraciones, no escucharé. Vuestras manos
están llenas de sangre. En otras palabras, lo que nos está diciendo el
Señor, es: pueblo mío, si ustedes se encuentran en rebeldía NO les escucharé
sus oraciones, pueblo mío si ustedes se encuentran en rebeldía NO les recibiré más
sus ofrendas. Lavaos, limpiaos, quitad
la maldad de vuestras obras de delante de mis ojos; cesad de hacer el mal,
aprended a hacer el bien, buscad la justicia, reprended al opresor, defended al
huérfano, abogad por la viuda. En este momento, yo estoy haciendo más o
menos el papel que hizo el profeta Isaías, porque le estoy trayendo una palabra
que nuestro Padre celestial puso hace algunos días en mi corazón para que usted
tome consciencia de la importancia de la ofrenda, pregunto: ¿Cuántas personas llevarán hipócritamente la ofrenda y
/o el diezmo a la casa del Señor, pero son opresores y no le pagan el sueldo
mínimo y mucho menos el aguinaldo justamente a sus empleados? Esto es un mal
testimonio, pero aparte de ser un mal testimonio, el Señor lo sabe, y por eso les
dice el Señor: aprended a hacer el bien,
buscad la justicia, reprended al opresor, defended al huérfano, abogad por la
viuda y después de eso vengan…y razonemos, dice el Señor, aunque
vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque
sean rojos como el carmesí, como blanca lana quedarán. Si queréis y obedecéis,
comeréis lo mejor de la tierra; pero si rehusáis y os rebeláis, por la espada
seréis devorados. Ciertamente, la boca del Señor ha hablado.”. Eso quiere
decir que nosotros debemos de llevar a la casa del Señor las ofrendas y los diezmos
en obediencia y en justicia, es decir con Fe y con agrado. TENEMOS QUE SER
JUSTOS, NO ESTAFADORES. Y es por eso que el proverbista nos dice, en primer
lugar: “El que va tras la justicia y el
amor halla vida, prosperidad y honra.”… y en segundo lugar, nos dice: “El Señor aborrece las balanzas
adulteradas, pero aprueba las pesas exactas.”, ver Proverbios 21:21 y
Proverbios 11:1 NVI, y fue por eso que el perito arquitecto de la Iglesia de
Cristo dijo y aun nos sigue diciendo: “No
se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra.”, por
eso “…Dios le pagará a cada uno según lo que merezcan sus obras.”, ver Gálatas
6:7 y Romanos 2:6 NVI, Amén.
Ahora, miremos Números
capítulo 16:15.
“Moisés
se enojó mucho y dijo al Señor: ¡No aceptes su ofrenda! No he tomado de ellos
ni un solo asno, ni le he hecho daño a ninguno de ellos.”
Este versículo está tremendo,
por eso leamos desde el versículo 8 hasta el versículo 14, para que podamos
comprender, porque Moisés le dijo al Señor que no les aceptara su ofrenda:
“Entonces Moisés dijo a Coré: Oíd ahora,
hijos de Leví. ¿No os es suficiente que el Dios de Israel os haya separado del
resto de la congregación de Israel, para acercaros a sí, a fin de cumplir el
ministerio del tabernáculo del Señor, y para estar ante la congregación para
ministrarles, y que se te ha acercado a ti, Coré, y a todos tus hermanos, hijos
de Leví, contigo? ¿Y pretendéis también el sacerdocio? Por tanto, tú y toda tu
compañía os habéis juntado contra el Señor; pues en cuanto a Aarón, ¿quién es
él para que murmuréis contra él? Entonces Moisés mandó llamar a Datán y a
Abiram, hijos de Eliab, pero ellos dijeron: No iremos Moisés. Se le
rebelaron a Moisés, se le rebelaron al Dios altísimo ¿Por qué razón? Porque se
revelaron en contra de la autoridad que Dios había establecido ¿No es suficiente que nos hayas sacado de
una tierra que mana leche y miel (de Egipto), para que muramos en el desierto, sino que también quieras enseñorearte
sobre nosotros? En verdad, tú no nos has traído a una tierra que mana leche y
miel, ni nos has dado herencia de campos y viñas. ¿Les sacarías los ojos a
estos hombres? ¡No iremos!”, y fue por eso que “Moisés se enojó mucho y le dijo al Señor: ¡No aceptes su ofrenda!...”.
Estos versículos que acabamos de leer nos dejan ver, que los que ofrendan
estando en rebeldía pueden caer bajo una maldición… Por lo tanto, debemos tener
presente, que cuando ofrendemos debemos ofrendar “…como propusimos en nuestro corazón, no de mala gana ni por
obligación...”, ver Segunda de Corintios 9:7,
pregunto: ¿Qué cree usted que le pasó a los que se rebelaron en contra de Moisés y del sacerdote Aarón?
Ahora, miremos Deuteronomio
capítulo 23:18.
“No
traerás la paga de una ramera ni el sueldo de un perro a la casa del SEÑOR tu
Dios para cualquier ofrenda votiva, porque los dos son abominación para el
SEÑOR tu Dios.”
Este versículo nos
muestra, que el Señor NO recibe las ofrendas de aquellas personas que venden su
alma a sí mismo, por eso déjeme decirle, que cuando nos presentemos al alfolí
debemos de llevar nuestras ofrendas como lo hizo aquella viuda pobre que aparece en el libro de Marcos capítulo 12:41 al 44,
es decir de corazón, es decir con Fe... Este punto es importante que lo aclare,
porque hoy en día existen muchas personas y entre ellas teólogos, que dicen que
el Señor recibe la ofrenda de un narco, de un asesino, de un perro, de una
ramera, aduciendo: que la mujer que derramó el perfume, o mejor dicho: que la
mujer que derramó la ofrenda en los pies del Señor Jesucristo era una
prostituta y Él se la aceptó, ver Lucas 7:36 al 47, pregunto: ¿Qué hacemos con el
versículo que acabamos de leer? ¿Será que el versículo que acabamos de leer, lo
dejó el Señor para el pueblo de Israel? ¿Será que el versículo que acabamos de
leer, lo eliminó el Señor para los nacidos de nuevo, es decir que ahora si se
puede ofrendar indignamente? PUES NO, lo que sucede es que la mujer que aparece
en el libro de Lucas, en el capítulo 7, era una ramera, pero cuando llegó a
ungir los pies del Señor Jesucristo, dejó de ejercer ese tipo de trabajo, y por
eso el Señor Jesucristo la perdonó y al perdonarla le recibió su ofrenda… Lo
que estoy tratando de decir es que las personas que hicieron su fortuna por
medio de algunos trabajos ilícitos, como ser: la prostitución, la delincuencia,
la estafa, la usura, la corrupción, el narcotráfico o que se yo… pero se
encontraron con el Señor Jesucristo, o mejor dicho que el Señor Jesucristo dejó
que lo encontraran, ahora pueden aportar, ahora pueden ofrendar ¿Por qué razón?
Porque “…Dios, no desprecias a quien con
sinceridad se humilla y se arrepiente.”, ver Salmos 51:17 TLA, y fue por
eso que el proverbista dijo y nos sigue diciendo: “El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se
aparta alcanzará misericordia.”, ver Proverbios 28:13 RVR 1960, por eso
déjeme decirle, que el Señor no acepta las ofrendas de aquellas personas que se
dedican a hacer dinero mal habido, pregunto: ¿Por qué cree usted que los
ministros oran por las ofrendas y por los diezmos? Porque el ministro del Señor
no le puede preguntar a todas las personas: ¿Usted en que trabaja, usted de
dónde saca su dinero? Por eso y otras causas más, como ser: la hechicería y la
brujería… es que nosotros los ministros del Señor bendecimos las ofrendas y los
diezmos en el nombre de Jesús, Amén.
Ahora, miremos Génesis
capítulo 4:4 al 5.
“También
Abel, por su parte, trajo de los primogénitos de sus ovejas y de la grosura de
los mismos. Y el Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero a Caín y su
ofrenda no miró con agrado.
Y Caín se enojó mucho y su semblante se demudó.”
Y Caín se enojó mucho y su semblante se demudó.”
¿Por qué cree usted
que el Señor miró con agrado la ofrenda de Abel? El libro de Hebreos capítulo
11:4, lo explica, y dice: “Por la fe
Abel ofreció a Dios un mejor sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó el
testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y por la
fe, estando muerto, todavía habla.”. Eso quiere decir que cuando traigamos
nuestras ofrendas al alfolí, tenemos que venir con Fe, por eso déjeme decirle,
que el momento de la ofrenda no es el momento de abrir los dulces, no es el
momento de ponerse a platicar… es un momento sagrado, sino recuerde lo que le
sucedió a Ananías y a Safira.
Ahora, miremos Malaquías
capítulo 1:8.
“Y
cuando presentáis un animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Y cuando presentáis
el cojo y el enfermo, ¿no es malo? ¿Por qué no lo ofreces a tu gobernador? ¿Se
agradaría de ti o te recibiría con benignidad?
—dice el Señor de los ejércitos.”
—dice el Señor de los ejércitos.”
Esto es más o menos
como cuando usted regala en una boda un regalo que le regalaron en su boda,
porque no le gustó, ESO NO ESTÁ BIEN, ahora imagínese hacerle eso al Señor, al
dueño del oro y de la plata… pregunto ¿Por qué existirá ese tipo de persona? Yo
creo que esas personas NO creen que existe un Dios, o no tienen temor de Dios,
mas no saben ellos que la voz escrita de Dios Padre, dice: “No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que
siembra. El que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma
naturaleza cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del
Espíritu cosechará vida eterna, por eso.
No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no
nos damos por vencidos.”, ver Gálatas 6:7 al 9 NVI, por eso quisiera
finalizar esta enseñanza del Señor, preguntando: ¿Por qué cree usted que le
predique este tema, si la semana pasada le prediqué de este tema? Porque si
vamos a ser unos conquistadores, lo primero que tenemos que hacer es
perfeccionar nuestra ofrenda, para que Dios nos bendiga, tal como lo hizo con
Abel, el hijo de Adán, por eso déjeme decirle, en primer lugar: que cuando dé
su ofrenda, NO la dé especulando en que se va a invertir mi dinero, porque el
Señor le va a pedir cuentas a su ministro… y en segundo lugar: que cuando
ofrende debe de ofrendar con un corazón sincero, con un corazón lleno de Fe,
porque “...el Señor no abandonará a su
pueblo, ni desamparará a su heredad.”, ver Salmos 94:14.
Por eso, ¡…Abba Padre!, en el nombre de Jesús, te
suplico, te ruego, por Tu pueblo y por mí, que si hasta ahora no hemos estado
dando adecuadamente Tu ofrenda, que Tu Espíritu nos enamore de tal manera, de
tal manera, de tal manera, para que seamos un macedonio del siglo XXI, aquellos
que dice Tu Palabra en el libro de Segunda de Corintios capítulo 8:1 al 5: que
eran pobres, pero que de su profunda
pobreza ofrendaron con gozo por
medio de la riqueza de su liberalidad,
suplicándole con muchos ruegos al apóstol Pablo, para que les permitiera ser
participantes del sostenimiento de los
santos, Amén, Amén y Amén.
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo
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