EL PAN QUE SACIA


LA BIBLIA NOS HABLA:
“Jesús les respondió: —Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca volverá a tener hambre; el que cree en mí no tendrá sed jamás.” (Juan 6:35) NTV

En este día tan maravilloso, con la ayuda del Señor quisiera hablarle acerca del PAN QUE SACIA, del pan que de ninguna manera puede ser literal, porque aunque usted y yo comamos de ese pan tan delicioso de la panadería el Globo y que algunos dicen que engorda y otros dicen que el que engorda es uno y no el pan, pero yo creo, que también el pan engorda, porque cuando el panadero le pone la levadura a la masa, la masa crece, pero el punto es que ese pan tan delicioso, con el cual usted y yo tenemos problemas y que nos reconciliamos cada vez que lo tenemos en frente, ese pan, al final de cuentas nos satisface parcialmente ¿Por qué razón? Porque nos causa un beneficio parcial, “Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo, les dio a comer, les dijeron los israelitas a Jesús, Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: no es Moisés el que os ha dado el pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo, y da vida al mundo. Entonces le dijeron: Señor, danos siempre este pan, y Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed.”, ver Juan 6:31 al 35 RVR 1960 y LBLA, por eso me pregunto y le pregunto: ¿Cuántos ya llegamos a Cristo? ¿Cuántos comemos tres veces al día? ¿Y porque comemos? PORQUE NOS DA HAMBRE, y si usted y yo ya llegamos a Cristo, entonces ¿Por qué nos da hambre? si ese maravilloso versículo nos está diciendo: el que ya llegó a Cristo jamás tendrá hambre. Bueno, porque ese versículo NO está hablando de comida, literalmente ¿Por qué cree usted que hice esas preguntas? Porque ese versículo necesita una explicación, ya que el Señor en ese versículo nos está señalando unos misterios impresionantes acerca de la santa cena, es decir LOS BENEFICIOS DE LA SANTA CENA, por eso, en este día, con la ayuda del Señor quisiera ministrarle a usted la santa cena, no como una ordenanza, sino como la ministración que le dará la oportunidad para catapultarlo a hacer cosas que nunca había podido hacer, pero para eso hay un requisito, y es: EL QUE COME DEL PAN NO TENDRÁ HAMBRE, porque Jesús dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre. Quizás alguien se esté diciendo: hermano, disculpe, ahí dice: el que viene a mí, y no el que come no tendrá hambre, SI, pero la Palabra dice en el libro de Primera de Corintios, en el capítulo 9:10 RVR 1960: que Dios le da “…pan al que come…”, ¿Entonces a quien le da pan el Señor? AL QUE COME, y si come de ese pan espiritual tenga la certeza de que se le quitará el hambre y cuando se le quite el hambre se le quitarán los peligros de su vida, porque hay hambre y sed de justicia y porque hay hambre por las cosas espirituales, ver Mateo 5:6, Salmos 107:9, pero si no se sacia de las cosas espirituales, el hambre del alma lo podría empujar a engañar, a robar, a matar y a destruir… Lo que yo estoy diciendo es que el hambre que proviene de la carne nos puede inducir a hacer cosas malas… Esto me recuerda, que cuando yo estaba estudiando en la universidad, en mi país Honduras, se suscitó un fatal incidente por el huracán Mitch y la universidad nos obligó a prestar ayuda a los más necesitados… pero el punto es que cuando mis compañeros y yo estábamos prestando el servicio social, los helicópteros del gobierno andaban repartiendo alimento y en el lugar en donde nos encontrábamos no podían descender, porque las personas se querían aferrar al helicóptero y por eso desde el cielo les arrojaron la comida… Eso quiere decir que el hambre, ya sea literal o espiritual, nos pueda inducir a cometer locuras o a hacer cosas malas ¿Alguna vez usted ha tenido hambre y no ha tenido que comer? Yo recuerdo, que cuando era un adolescente, que cuando era un Scout, lleno de mañas, el Señor me dio una tremenda lección, porque en la casa de mis padres, yo decía: eso no me gusta, esto no me gusta, la leche tiene nata y no me la puedo tomar, pero el punto es, que cuando yo salía, como Scout, en semana santa, hacia el mar, los únicos que me podían dar de comer eran los lugareños y que cuando me sentaba a la mesa a comerme la comida, aquella comida que despreciaba en la casa de mis padres, me la comía toda, porque yo sabía que ese plato de comida podría ser el único del día. Ahí aprendí que la comida es un combustible, que la comida no es un arte, nada que ver con el chefcito de ratatouille ¿Qué cree usted que hizo el hambre conmigo? ME QUITÓ LAS MAÑAS, pero el punto es que el hambre espiritual nos puede hacer descender a Egipto, a cometer tonterías, tal como lo hizo con Abraham y con Israel. Por lo tanto, debemos tener presente amado hermano, que si en vez de descender a Egipto nos comemos EL PAN QUE SACIA, ya no vamos a tener ese tipo de hambre y si ya no tenemos ese tipo de hambre ya no vamos a tener ese tipo de peligro, porque nos estamos comiendo a Jesús ¿Por qué razón? Porque nuestro Señor Jesucristo dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre. Eso quiere decir que cuando uno está saciado, uno dice: para que voy a andar espigando en otro campo si donde yo estoy hay trigo, hay grano, hay harina, hay pan, hasta para tirar para arriba… Por eso, mejor abramos nuestras Biblias en el libro de Génesis, en el capítulo 12:10, para que comencemos a ver de qué peligros nos libra EL PAN QUE SACIA.

“Y hubo hambre en la tierra; y Abram descendió a Egipto para pasar allí un tiempo, porque el hambre 
era severa en la tierra.”

¿Qué cree que les pasa a las personas que tienen hambre? DESCIENDEN A EGIPTO ¿Qué significa Egipto? EL MUNDO ¿Entonces qué les pasa a las personas que tienen hambre espiritual y no se han comido el pan que sacia? TERMINAN DESCENDIENDO A EGIPTO, por eso, debe tener presente, que si usted es de los que no participa de la mesa del Señor, lo que está haciendo es rechazando EL PAN QUE SACIA y por eso va a pasar hambriento y al pasar hambriento va a descender a Egipto, por eso no rechace la santa cena, porque la cena del Señor lo va a catapultar a nuevas dimensiones espirituales… Quizás alguien se esté diciendo: hermano, yo quiero platicar con usted, platiquemos, mire: yo vengo a la Iglesia, me caen bien los hermanos, me gusta la alabanza, me gusta la predica, pero tengo un problema hermano ¿Cuál es su problema? Fíjese que con la persona que estoy viviendo tenemos un bonito hogar, tenemos cuatro hijos y no nos hemos podido casar ¿Por qué no se han podido casar? Porque mi pareja se casó hace 32 años y su antigua pareja se fue a los Estados Unidos de Norte América, se desapareció y por eso sigue casado, pero el punto es que mi pareja y yo no podemos tener privilegios en ninguna Iglesia, porque estamos en adulterio, y lo más triste es que no podemos participar de la mesa del Señor, y fíjese, que cada vez que pasa el pan, se me sale una lágrima y digo: NO GRACIAS… Mas no sabe ella, que si tomara ese pan, con un corazón arrepentido, ese pan podría repercutir en ella para que la situación que está viviendo se termine, porque Dios lo que mira es el corazón del hombre, ver Primera de Samuel 16:7,  se recuerda de aquella mujer que fue sorprendida cometiendo adulterio y se la llevaron a Jesús porque la querían matar, porque la ley decía: que a los adúlteros se le debía de apedrear hasta que murieran, usted sabe la historia, Jesús se inclinó y con el dedo escribía en la tierra. Pero como ellos insistían en preguntarle, Jesús se enderezó y les dijo: El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra, no hubo ni uno y el único que estaba libre de pecados era Jesús, y Él no quería apedrearla, pero el punto que yo quiero resaltar no es ese, por eso, permítame hacerle la siguiente pregunta: ¿Según su criterio teológico, la mujer se arrepintió sí o no? Yo creo que si se arrepintió, porque Jesús dijo: mujer que se hicieron los que te acusaban, los que te querían apedrear, se fueron Señor. Usted sabe que en todo el diálogo lo único que dijo esa mujer, fue: Ninguno, Señor ¿Cuál cree usted que fue la respuesta divina? Yo tampoco te condeno. Vete; desde ahora no peques más. Entonces la pregunta es ¿Por qué la perdonó Jesús? PORQUE LE CONOCIÓ SU CORAZÓN y por eso le dijo: Vete y no peques más, por eso déjeme decirle: que si usted es sincero, puede tomar la santa cena, porque la santa cena le quitará el hambre y al quitarle el hambre le evitará que baje a Egipto y al evitarle que baje a Egipto le evitará que se lleve a Agar a su casa, porque eso fue lo que sucedió con ese tremendo hombre de Dios, llámese Abraham, dice la Palabra: que Abraham descendió a Egipto y tomó a una egipcia y la metió en su casa y posteriormente tuvo un hijo que hasta la fecha de hoy ese hijo sigue peleando con el pueblo de Israel, es decir que los ismaelitas siguen peleando con los israelitas, es decir que los filisteos siguen peleando con los israelitas, es decir que los palestinos siguen peleando con los israelitas, ¿Por qué razón? Porque Abraham bajó a Egipto porque tenía hambre y tenía hambre porque no había descendido el pan de la vida, pero ahora que ya descendió el pan de la vida ni usted ni yo necesitamos bajar a Egipto. Lo único que tenemos que hacer es acercarnos a la mesa del Señor con un corazón arrepentido, yo no estoy diciendo que si usted está en pecado, SIGA, lo que yo estoy diciendo es que si usted está en pecado o tiene alguna limitación, ya sea que no se haya bautizado, porque esta fuera del alcance de sus manos o que está viviendo en adulterio, porque su pareja no ha podido encontrar a su cónyuge, tome la santa cena, porque el Señor conoce el corazón de los hombres, ver Primera de Samuel 16:7.

Por lo tanto, debe tener presente, que el que coma del PAN QUE SACIA, no tendrá hambre y si no tiene hambre no va a descender a Egipto y si no desciende a Egipto no va a tomar a Agar y si no toma a Agar no va a meter la disensión a su hogar y si no mete la disensión a su hogar no va a venir ningún ismaelita. Hermano, perdone, pero si ya lo hice ¿Qué hago? “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.”, ver Primera de Juan 2:1 RVR 1960, yo no estoy predicando de no tener temor y temblor de Dios cuando nos acerquemos a la mesa del Señor, porque la Palabra dice: que nos acerquemos “…confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia…”, ver Hebreos 4:16 RVR 1960. Lo que yo estoy diciendo es que si usted se encuentra en pecado: debe de arrepentirse y apartarse, y decir: Señor, ayúdame a no seguir pecando y permítele a este pan de la vida, que me voy a comer, que me ayude a eliminar el hambre que tengo por los deseos mundanos… por eso, cómase el pan dignamente, pero si por la casualidad de la casualidad se lo come indignamente, debe saber que le va a ir mal, pero al irle mal de todos modos le va hacer un bien, porque el Señor lo va a disciplinar ¿Por qué razón? Porque la voz escrita de Dios Padre, dice: que “…el Señor disciplina a los que ama, y azota a todo el que recibe como hijo.”, ver Hebreos 12:6 NTV.

Ahora, miremos Génesis capítulo 25:32 NVI.

“Me estoy muriendo de hambre —contestó Esaú—, así que ¿de qué me sirven los   derechos de primogénito?”

¿Qué peligro corre la persona que se está muriendo de hambre? PUEDE PERDER SU PRIMOGENITURA ¿Que significa vender la primogenitura? SIGNIFICA: DESPRECIAR LAS COSAS ESPIRITUALES… Acaso no existen personas que dicen: pongamos los pies sobre la tierra, si yo no trabajo no como… Eso es verdad, parcialmente, porque la Palabra dice: “…el que no quiera trabajar, que tampoco coma.”, ver Segunda de Tesalonicenses 3:10, BIBLIA LATINOAMERICANA 1995, Este versículo nos deja ver que existe un equilibrio y el equilibrio lo encontramos en el contexto del versículo 32 del capítulo 25 del libro de Génesis, entre dos hermanos, ya que uno tenía hambre espiritual, llámese, Jacob y el otro tenía hambre literal, llámese, Esaú, y dice: de que me sirve a mi estar metido en la Iglesia de Cristo todo el día si soy un improductivo. No, le decía Jacob, pero es que ahí se siente la unción de Dios, ¿Qué unción? A mí lo que me interesa es lo que se ve, lo que se toca y lo que se siente ¿Por qué cree usted que Esaú decía eso? PORQUE ERA UN PROFANO ¿Cuántos Esaúes cree usted que habrá en las Iglesias de Cristo, que anteponen las cosas que se ven, es decir lo terrenal, lo material, lo monetario, a lo espiritual? ¿Cuántos? YO CREO QUE UNA GRAN MULTITUD ¿Habrá algún profano que necesita dejar de estar hambriento para no ser profano? ¿Por qué cree usted que existen miles de personas yéndose al Norte, sabiendo que le pueden quitar la vida, ya sean los zetas o los narcos? POR HAMBRE, y esto no lo digo yo, esto lo dicen ellos cuando uno le pregunta: ¿Por qué se vino de su país? POR EL HAMBRE ¿No le da miedo que lo maten? NO ¿Por qué? PORQUE ES PREFERIBLE MORIR EN ESTA CRUZADA A MORIR DE HAMBRE EN MI PAÍS, como quien dice: usted no sabe lo que es el hambre. Entonces, el hambre espiritual lo puede conducir a uno a hacer cosas que no son buenas, por eso si usted y yo, NO saciamos el hambre espiritual con el pan de la vida, y que es Jesús, el mundo nos puede conducir a seguir doctrinas extrañas en donde nos van a enfatizar: que las cosas terrenales son más necesarias que las cosas celestiales e incluso se van a burlar del que diga que no es así, como se burlaron los fariseos de Jesús cuando Él les hablaba del amor al dinero y del dios Mammón, por eso “…les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos ante los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones, porque lo que entre los hombres es de alta estima, abominable es delante de Dios.”, ver Lucas 16:1 al 15. Y por eso el apóstol Pablo dijo y nos sigue diciendo: “…la raíz de todos los males es el amor al dinero, por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron con muchos dolores.”, ver Primera de Timoteo 6:10.

Ahora, miremos Génesis capítulo 26:1.

“Y hubo hambre en la tierra, además del hambre anterior que había ocurrido durante los días de Abraham. Y se fue Isaac a Gerar, a Abimelec, rey de los filisteos.”

No le parece a usted extraño, que la esposa de Abraham era estéril, que la esposa de Isaac era estéril y que la esposa de Jacob era estéril. No le parece a usted extraño, que Abraham medio mintió diciendo que su esposa era su media hermana, que Isaac mintió diciendo que su esposa era su hermana y que Jacob haya engañado a su hermano, a su padre y a su suegro, tal como su padre y su abuelo engañaron al Faraón y a Abimelec. No le parece a usted extraño que en el tiempo de Abraham hubo hambre, que en el tiempo de Jacob hubo hambre y por eso ellos descendieron a Egipto… Abraham descendió a Egipto, Jacob descendió a Egipto convertido en Israel con 12 de sus 13 hijos, porque José ya se encontraba viviendo en Egipto como segundo al mando después del Faraón, pero el punto es que Isaac iba a descender a Egipto, y como Dios le dijo que no descendiera a Egipto, se fue a Gerar, a Abimelec, rey de los filisteos, pero lo tremendo de esto hermano, es que Gerar, según el diccionario Reina Valera 1909, quiere decir: combate, disputa, disensión, grano, peregrinaje y Abimelec quiere decir mi padre es rey, y si juntamos los dos significados, quiere decir: el que desciende a Gerar llevara a su hogar, al rey del combate, de la pelea y de la disensión… Lo que estoy tratando de decir es que si el hambre espiritual lo hace descender a Gerar, lo que usted obtendrá, será: la disputa, la disensión y el peregrinaje para que reinen en su hogar… Yo tengo 23 años de tener el hogar que Dios me dio y no le puedo decir a usted que yo Juan Carlos Bonilla, nunca he peleado con mi esposa, ha habido peleas y rencillas, pero Dios ha sido bueno y nos las ha quitado… Yo no me siento viejo, pero le podría decir a usted, que mi esposa y yo, estamos llegando a viejos, y para la Gloria y Honra del Señor estamos en el Euodoó (# 2137), es decir en el buen camino o en el camino bueno del Señor, Gloria a Dios, Aleluya…

La palabra Euodoó, está compuesta por la palabra EU que es la 2095 y HODOS que es la 3598, siendo el significado de la primera: buen o bueno, y de la segunda: camino. Esto quiere decir que al juntar las dos palabras griegas se diría: buen camino o camino bueno, por lo que podríamos decir que la prosperidad es = al buen camino o al camino bueno del Señor, Amén.

Ahora, dejemos de hablar de mí y volvamos al punto, no le parece a usted extraño, que todos los problemas que tuvo Jacob fueron de origen ancestral… es decir que Jacob tuvo hambre por sus ancestros, por eso me pregunto y le pregunto ¿No será que hay personas que tienen hambre y no estoy hablando del hambre literal, no será que hay personas que por sus ancestros, es decir por sus bisabuelos, o por sus abuelos y o por sus padres tienen hambre espiritual? ¿No será que ancestralmente están siendo afectados? Entonces, aquí viene la respuesta: el hambre se le quita con el pan de la vida, y que es Jesús, porque ese PAN QUE SACIA puede romper todas las maldiciones generacionales que lo venían agobiando, y si así lo hace tenga la certeza que cuando se coma EL PAN QUE SACIA, ni usted, ni sus hijos tendrán ese tipo de hambre espiritual, y es por eso que la Palabra del Señor dice: “…no he visto al justo desamparado, ni a su descendencia mendigando pan.”, ver Salmos 37:25. Eso quiere decir que usted y yo nos volvemos justos cuando nos estamos comiendo al justo, llámese, Cristo Jesús. Lo que estoy tratando de decir es que si usted se come el pan de la vida, se le eliminara cualquier maldición generacional, porque se estará comiendo al Cordero, y por eso se le quitara a usted y a los suyos el hambre espiritual, porque la Palabra dice: Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí nunca volverá a tener hambre, y yo a ese versículo le añadiría: el que no tenga hambre no tendrá la maldición de Abraham, de Isaac y mucho menos la de Esaú, porque lo de ellos realmente fue una maldición.

Ahora, miremos Génesis capítulo 41:31.

“Y no se conocerá la abundancia en la tierra a causa del hambre que vendrá, del hambre que seguirá
que será muy severa.”

Este versículo nos deja ver, en primer lugar: que cuando una persona está hambreado de las cosas espirituales, NO puede ver la abundancia, porque el hambre impide que se dé cuenta de la abundancia que tiene… y en segundo lugar: que cuando una personas esta hambreado de las cosas espirituales, NO puede ser agradecido, porque el hambre lo mantiene segado ¿Cuántos de ustedes tienen abundancia? Por ejemplo: abundancia de amor, por eso déjeme decirle, que si usted es de los que está hambreado de amor, nunca lograra sentir la abundancia del amor y por eso andará de Iglesia en Iglesia diciendo: en esta Iglesia no se siente el amor del Señor ¿Por qué razón? Porque esta hambreado… Ejemplo Bíblico: allá esta aquella mujer, que salió de Egipto, que se llama Agar, sentada en el desierto enfrente de su hijo, como a un tiro de arco de distancia, porque no quería ver morir a su hijo, y en eso la llama el ángel de Dios desde el cielo, y le pregunta: ¿Qué tienes, Agar? No temas, porque Dios ha oído la voz del muchacho que lloraba. Levántate, alza al muchacho y sostenlo con tu mano; porque yo haré de él una gran nación.”, y dice la Palabra: que cuando termino de hablar el ángel de Dios se le abrieron los ojos a Agar, y vio un pozo de agua, ver Génesis 21:8 al 21 ¿Por qué cree usted que Agar no podía ver el pozo de agua? PORQUE TENÍA HAMBRE, es decir hambre de justicia social, hambre de justicia humana y por eso su amargura no la dejó ver el pozo de agua… Eso quiere decir que existen personas que solo se viven lamentando de la vida y por eso no se dan cuenta de las cosa que Dios les ha dado, es decir de las abundancias que Dios les da, pero yo no estoy hablando de las cosas terrenales, materiales, económicas, sino de las abundancias espirituales que usted y yo debemos de anhelar, como ser: la abundancia de amor, la abundancia de paz, la abundancia de gozo, la abundancia de misericordia, la abundancia de verdad, la abundancia de sabiduría, la abundancia de comprensión, la abundancia de riquezas, la abundancia de gloria… por eso déjeme decirle, que si usted es de las personas que no han podido ver la abundancia que Dios le ha dado, es porque el hambre que tiene es severa, y yo le tengo el remedio, y se llama EL PAN QUE SACIA, es decir Jesús, porque Jesús dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y si no tiene hambre va a reconocer sus abundancias…

 Ahora, miremos Números capítulo 11:4 BIBLIA MARTIN NIETO.

“La gente que se les había unido tenía tanta hambre que los mismos israelitas, contagiados, se pusieron a llorar, gritando: "¡Quién nos diera carne que comer!”

Cuando usted lee este versículo en otras versiones, en vez de decir: La gente que se les había unido, dice: el populacho, la gentuza, La chusma que se había mezclado al pueblo, LBLA, NTV, BIBLIA JERUSALÉN 1988. Eso quiere decir que al pueblo de Dios se le había mezclado gente de toda clase, DHH, y eso hizo que dejara de ver el mana que descendía del cielo, pregunto: ¿Qué significa la carne, espiritualmente? CARNE. Eso quiere decir que las personas que se encuentran con un pie en la Iglesia y con el otro pie en el mundo, se pueden dejar persuadir por las personas del mundo… En otras palabras, lo que yo estoy tratando de decir es que las personas cristianas que se mezclen con las personas del mundo se podrían hacer carnales… Esto es bien tremendo, porque cuando abrimos la Biblia en el libro de Romanos, en el capítulo 8:1, dice: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”. Eso quiere decir que el que no anda conforme a la carne es porque anda conforme al espíritu y el que anda conforme al espíritu es porque Cristo creció tanto que lo absorbió, es decir Cristo en mí y yo en Cristo, es decir que si usted y yo nos comemos al Cordero y después dejamos que el Cordero nos coma a nosotros ya no vamos a tener condenación ¿Por qué razón? Porque la Palabra dice: que “…Cristo vive en nosotros, y eso nos da la seguridad de que participamos de su gloria.”, ver Colosenses 1:27 NTV. Entonces, podemos decir que las personas cristianas que se mezclan con las personas hambrientas del mundo se sienten condenadas ¿Por qué razón? Porque son carnales y como son carnales no se pueden arrepentir ¿Por qué razón? Porque ellas mismas se condenan… por eso déjeme decirle hermano, que cuando una persona se acerque a participar de la mesa del Señor, debe de meditar y de examinarse en todo lo que ha hecho en la carne y pedir perdón, y luego tome el pan y la copa, porque ese pan le quitará el hambre y al quitarle el hambre nunca más deseará la carne ¿Usted cree que eso es posible?

Ahora, miremos Deuteronomio capítulo 28:48.

“por tanto servirás a tus enemigos, los cuales el Señor enviará contra ti: en hambre, en sed, en desnudez y en escasez de todas las cosas; El pondrá yugo de hierro sobre tu cuello hasta que te haya destruido.”

Este versículo está diciendo, que lo primero que entra es el hambre y después la sed, pero Jesús dijo: SI COMEN DE MI CARNE YA NO VAN A TENER HAMBRE Y SI BEBEN DE MI SANGRE YA NO VAN A TENER SED. En otras palabras, si participamos de la mesa del Señor nuestros enemigos ni siquiera cosquillas nos podrán hacer… por eso, comamos DEL PAN QUE SACIA, porque ese pan no permitirá que usted y yo estemos hambrientos y como no estamos hambrientos no nos vendrán esas maldiciones y como no nos llegarán esas maldiciones no vendrán nuestros enemigos, por eso, participemos del pan y de la copa del Señor, y si tenemos algún problema con alguien arreglémoslo en el corazón, es decir QUE PERDONEMOS...


03 de Diciembre de 2016
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo

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