EL PAN QUE SACIA
LA BIBLIA NOS HABLA:
“Jesús les respondió: —Yo soy el pan de vida. El
que viene a mí nunca volverá a tener hambre; el que cree en mí no tendrá sed
jamás.” (Juan 6:35) NTV
En este día tan maravilloso,
con la ayuda del Señor quisiera hablarle acerca del PAN QUE SACIA, del pan que
de ninguna manera puede ser literal, porque aunque usted y yo comamos de ese
pan tan delicioso de la panadería el Globo y que algunos dicen que engorda y
otros dicen que el que engorda es uno y no el pan, pero yo creo, que también el
pan engorda, porque cuando el panadero le pone la levadura a la masa, la masa
crece, pero el punto es que ese pan tan delicioso, con el cual usted y yo
tenemos problemas y que nos reconciliamos cada vez que lo tenemos en frente,
ese pan, al final de cuentas nos satisface parcialmente ¿Por qué razón? Porque
nos causa un beneficio parcial, “Nuestros
padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo, les
dio a comer, les dijeron los israelitas a Jesús, Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: no es Moisés el
que os ha dado el pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero
pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo, y da vida al
mundo. Entonces le dijeron: Señor, danos siempre este pan, y Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida;
el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed.”,
ver Juan 6:31 al 35 RVR 1960 y LBLA, por eso me pregunto y le pregunto: ¿Cuántos
ya llegamos a Cristo? ¿Cuántos comemos tres veces al día? ¿Y porque comemos?
PORQUE NOS DA HAMBRE, y si usted y yo ya llegamos a Cristo, entonces ¿Por qué
nos da hambre? si ese maravilloso versículo nos está diciendo: el que ya llegó a Cristo jamás tendrá hambre. Bueno, porque ese
versículo NO está hablando de comida, literalmente ¿Por qué cree usted que hice
esas preguntas? Porque ese versículo necesita una explicación, ya que el Señor
en ese versículo nos está señalando unos misterios impresionantes acerca de la
santa cena, es decir LOS BENEFICIOS DE LA SANTA CENA, por eso, en este día, con
la ayuda del Señor quisiera ministrarle a usted la santa cena, no como una
ordenanza, sino como la ministración que le dará la oportunidad para catapultarlo
a hacer cosas que nunca había podido hacer, pero para eso hay un requisito, y
es: EL QUE COME DEL PAN NO TENDRÁ HAMBRE, porque Jesús dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí
no tendrá hambre. Quizás alguien se esté diciendo: hermano, disculpe, ahí
dice: el que viene a mí, y no el que
come no tendrá hambre, SI, pero la Palabra dice en el libro de Primera de Corintios,
en el capítulo 9:10 RVR 1960: que Dios le da “…pan al que come…”, ¿Entonces a quien le da pan el Señor? AL QUE
COME, y si come de ese pan espiritual tenga la certeza de que se le quitará el
hambre y cuando se le quite el hambre se le quitarán los peligros de su vida,
porque hay hambre y sed de justicia y
porque hay hambre por las cosas espirituales, ver Mateo 5:6, Salmos 107:9, pero
si no se sacia de las cosas espirituales, el hambre del alma lo podría empujar a
engañar, a robar, a matar y a destruir… Lo que yo estoy diciendo es que el
hambre que proviene de la carne nos puede inducir a hacer cosas malas… Esto me
recuerda, que cuando yo estaba estudiando en la universidad, en mi país Honduras,
se suscitó un fatal incidente por el huracán Mitch y la universidad nos obligó
a prestar ayuda a los más necesitados… pero el punto es que cuando mis
compañeros y yo estábamos prestando el servicio social, los helicópteros del
gobierno andaban repartiendo alimento y en el lugar en donde nos encontrábamos
no podían descender, porque las personas se querían aferrar al helicóptero y
por eso desde el cielo les arrojaron la comida… Eso quiere decir que el hambre,
ya sea literal o espiritual, nos pueda inducir a cometer locuras o a hacer
cosas malas ¿Alguna vez usted ha tenido hambre y no ha tenido que comer? Yo recuerdo,
que cuando era un adolescente, que cuando era un Scout, lleno de mañas, el
Señor me dio una tremenda lección, porque en la casa de mis padres, yo decía:
eso no me gusta, esto no me gusta, la leche tiene nata y no me la puedo tomar,
pero el punto es, que cuando yo salía, como Scout, en semana santa, hacia el
mar, los únicos que me podían dar de comer eran los lugareños y que cuando me
sentaba a la mesa a comerme la comida, aquella comida que despreciaba en la
casa de mis padres, me la comía toda, porque yo sabía que ese plato de comida
podría ser el único del día. Ahí aprendí que la comida es un combustible, que
la comida no es un arte, nada que ver con el chefcito de ratatouille ¿Qué cree
usted que hizo el hambre conmigo? ME QUITÓ LAS MAÑAS, pero el punto es que el
hambre espiritual nos puede hacer descender a Egipto, a cometer tonterías, tal
como lo hizo con Abraham y con Israel. Por lo tanto, debemos tener presente
amado hermano, que si en vez de descender a Egipto nos comemos EL PAN QUE SACIA,
ya no vamos a tener ese tipo de hambre y si ya no tenemos ese tipo de hambre ya
no vamos a tener ese tipo de peligro, porque nos estamos comiendo a Jesús ¿Por
qué razón? Porque nuestro Señor Jesucristo dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre. Eso
quiere decir que cuando uno está saciado, uno dice: para que voy a andar
espigando en otro campo si donde yo estoy hay trigo, hay grano, hay harina, hay
pan, hasta para tirar para arriba… Por eso, mejor abramos nuestras Biblias en
el libro de Génesis, en el capítulo 12:10, para que comencemos a ver de qué
peligros nos libra EL PAN QUE SACIA.
“Y
hubo hambre en la tierra; y Abram descendió a Egipto para pasar allí un tiempo,
porque el hambre
era severa en la tierra.”
¿Qué cree que les
pasa a las personas que tienen hambre? DESCIENDEN A EGIPTO ¿Qué significa
Egipto? EL MUNDO ¿Entonces qué les pasa a las personas que tienen hambre
espiritual y no se han comido el pan que sacia? TERMINAN DESCENDIENDO A EGIPTO,
por eso, debe tener presente, que si usted es de los que no participa de la
mesa del Señor, lo que está haciendo es rechazando EL PAN QUE SACIA y por eso va
a pasar hambriento y al pasar hambriento va a descender a Egipto, por eso no
rechace la santa cena, porque la cena del Señor lo va a catapultar a nuevas
dimensiones espirituales… Quizás alguien se esté diciendo: hermano, yo quiero
platicar con usted, platiquemos, mire: yo vengo a la Iglesia, me caen bien los
hermanos, me gusta la alabanza, me gusta la predica, pero tengo un problema
hermano ¿Cuál es su problema? Fíjese que con la persona que estoy viviendo
tenemos un bonito hogar, tenemos cuatro hijos y no nos hemos podido casar ¿Por
qué no se han podido casar? Porque mi pareja se casó hace 32 años y su antigua
pareja se fue a los Estados Unidos de Norte América, se desapareció y por eso sigue
casado, pero el punto es que mi pareja y yo no podemos tener privilegios en ninguna
Iglesia, porque estamos en adulterio, y lo más triste es que no podemos
participar de la mesa del Señor, y fíjese, que cada vez que pasa el pan, se me
sale una lágrima y digo: NO GRACIAS… Mas no sabe ella, que si tomara ese pan,
con un corazón arrepentido, ese pan podría repercutir en ella para que la
situación que está viviendo se termine, porque Dios lo que mira es el corazón
del hombre, ver Primera de Samuel 16:7, se
recuerda de aquella mujer que fue sorprendida cometiendo adulterio y se la
llevaron a Jesús porque la querían matar, porque la ley decía: que a los
adúlteros se le debía de apedrear hasta que murieran, usted sabe la historia, Jesús se inclinó y con el dedo escribía en
la tierra. Pero como ellos insistían
en preguntarle, Jesús se enderezó y les dijo: El que esté libre de pecado, que tire la primera
piedra, no hubo ni uno y el
único que estaba libre de pecados era Jesús, y Él no quería apedrearla, pero el
punto que yo quiero resaltar no es ese, por eso, permítame hacerle la siguiente
pregunta: ¿Según su criterio teológico, la mujer se arrepintió sí o no? Yo creo
que si se arrepintió, porque Jesús dijo: mujer que se hicieron los que te
acusaban, los que te querían apedrear, se fueron Señor. Usted sabe que en todo
el diálogo lo único que dijo esa mujer, fue: Ninguno, Señor ¿Cuál cree usted que fue la respuesta divina? Yo tampoco te condeno. Vete; desde ahora no
peques más. Entonces la pregunta es ¿Por qué la perdonó Jesús? PORQUE LE
CONOCIÓ SU CORAZÓN y por eso le dijo: Vete
y no peques más, por eso déjeme
decirle: que si usted es sincero, puede tomar la santa cena, porque la santa
cena le quitará el hambre y al quitarle el hambre le evitará que baje a Egipto y
al evitarle que baje a Egipto le evitará que se lleve a Agar a su casa, porque eso
fue lo que sucedió con ese tremendo hombre de Dios, llámese Abraham, dice la
Palabra: que Abraham descendió a Egipto y tomó a una egipcia y la metió en su
casa y posteriormente tuvo un hijo que hasta la fecha de hoy ese hijo sigue peleando
con el pueblo de Israel, es decir que los ismaelitas siguen peleando con los
israelitas, es decir que los filisteos siguen peleando con los israelitas, es
decir que los palestinos siguen peleando con los israelitas, ¿Por qué razón? Porque
Abraham bajó a Egipto porque tenía hambre y tenía hambre porque no había descendido
el pan de la vida, pero ahora que ya
descendió el pan de la vida ni usted
ni yo necesitamos bajar a Egipto. Lo único que tenemos que hacer es acercarnos
a la mesa del Señor con un corazón arrepentido, yo no estoy diciendo que si usted
está en pecado, SIGA, lo que yo estoy diciendo es que si usted está en pecado o
tiene alguna limitación, ya sea que no se haya bautizado, porque esta fuera del
alcance de sus manos o que está viviendo en adulterio, porque su pareja no ha
podido encontrar a su cónyuge, tome la santa cena, porque el Señor conoce el
corazón de los hombres, ver Primera de Samuel 16:7.
Por lo tanto, debe tener presente, que el que coma del PAN QUE SACIA, no
tendrá hambre y si no tiene hambre no va a descender a Egipto y si no desciende
a Egipto no va a tomar a Agar y si no toma a Agar no va a meter la disensión a
su hogar y si no mete la disensión a su hogar no va a venir ningún ismaelita. Hermano,
perdone, pero si ya lo hice ¿Qué hago? “Hijitos
míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado,
abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.”, ver Primera de
Juan 2:1 RVR 1960, yo no estoy predicando de no tener temor y temblor de Dios
cuando nos acerquemos a la mesa del Señor, porque la Palabra dice: que nos
acerquemos “…confiadamente al trono de
la gracia, para alcanzar misericordia…”, ver Hebreos 4:16 RVR 1960. Lo que yo
estoy diciendo es que si usted se encuentra en pecado: debe de arrepentirse y
apartarse, y decir: Señor, ayúdame a no seguir pecando y permítele a este pan de la vida, que me voy a comer, que
me ayude a eliminar el hambre que tengo por los deseos mundanos… por eso, cómase
el pan dignamente, pero si por la casualidad de la casualidad se lo come
indignamente, debe saber que le va a ir mal, pero al irle mal de todos modos le
va hacer un bien, porque el Señor lo va a disciplinar ¿Por qué razón? Porque la
voz escrita de Dios Padre, dice: que “…el
Señor disciplina a los que ama, y azota a todo el que recibe como hijo.”,
ver Hebreos 12:6 NTV.
Ahora, miremos
Génesis capítulo 25:32 NVI.
“Me
estoy muriendo de hambre —contestó Esaú—, así que ¿de qué me sirven los derechos de primogénito?”
¿Qué peligro corre la
persona que se está muriendo de hambre? PUEDE PERDER SU PRIMOGENITURA ¿Que
significa vender la primogenitura? SIGNIFICA: DESPRECIAR LAS COSAS
ESPIRITUALES… Acaso no existen personas que dicen: pongamos los pies sobre la
tierra, si yo no trabajo no como… Eso es verdad, parcialmente, porque la
Palabra dice: “…el que no quiera
trabajar, que tampoco coma.”, ver Segunda de Tesalonicenses 3:10, BIBLIA
LATINOAMERICANA 1995, Este versículo nos deja ver que existe un equilibrio y el
equilibrio lo encontramos en el contexto del versículo 32 del capítulo 25 del
libro de Génesis, entre dos hermanos, ya que uno tenía hambre espiritual,
llámese, Jacob y el otro tenía hambre literal, llámese, Esaú, y dice: de que me
sirve a mi estar metido en la Iglesia de Cristo todo el día si soy un
improductivo. No, le decía Jacob, pero es que ahí se siente la unción de Dios, ¿Qué
unción? A mí lo que me interesa es lo que se ve, lo que se toca y lo que se
siente ¿Por qué cree usted que Esaú decía eso? PORQUE ERA UN PROFANO ¿Cuántos
Esaúes cree usted que habrá en las Iglesias de Cristo, que anteponen las cosas
que se ven, es decir lo terrenal, lo material, lo monetario, a lo espiritual? ¿Cuántos?
YO CREO QUE UNA GRAN MULTITUD ¿Habrá algún profano que necesita dejar de estar
hambriento para no ser profano? ¿Por qué cree usted que existen miles de
personas yéndose al Norte, sabiendo que le pueden quitar la vida, ya sean los
zetas o los narcos? POR HAMBRE, y esto no lo digo yo, esto lo dicen ellos cuando
uno le pregunta: ¿Por qué se vino de su país? POR EL HAMBRE ¿No le da miedo que
lo maten? NO ¿Por qué? PORQUE ES PREFERIBLE MORIR EN ESTA CRUZADA A MORIR DE
HAMBRE EN MI PAÍS, como quien dice: usted no sabe lo que es el hambre. Entonces,
el hambre espiritual lo puede conducir a uno a hacer cosas que no son buenas,
por eso si usted y yo, NO saciamos el hambre espiritual con el pan de la vida, y que es Jesús, el
mundo nos puede conducir a seguir doctrinas extrañas en donde nos van a
enfatizar: que las cosas terrenales son más necesarias que las cosas
celestiales e incluso se van a burlar del que diga que no es así, como se
burlaron los fariseos de Jesús cuando Él les hablaba del amor al dinero y del
dios Mammón, por eso “…les dijo:
Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos ante los hombres, pero
Dios conoce vuestros corazones, porque lo que entre los hombres es de alta
estima, abominable es delante de Dios.”, ver Lucas 16:1 al 15. Y por eso el
apóstol Pablo dijo y nos sigue diciendo: “…la raíz de todos los males es el amor al
dinero, por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe y se
torturaron con muchos dolores.”, ver Primera de Timoteo 6:10.
Ahora, miremos
Génesis capítulo 26:1.
“Y
hubo hambre en la tierra, además del hambre anterior que había ocurrido durante
los días de Abraham. Y se fue Isaac a Gerar, a Abimelec, rey de los filisteos.”
No le parece a usted extraño,
que la esposa de Abraham era estéril, que la esposa de Isaac era estéril y que
la esposa de Jacob era estéril. No le parece a usted extraño, que Abraham medio
mintió diciendo que su esposa era su media hermana, que Isaac mintió diciendo que
su esposa era su hermana y que Jacob haya engañado a su hermano, a su padre y a
su suegro, tal como su padre y su abuelo engañaron al Faraón y a Abimelec. No
le parece a usted extraño que en el tiempo de Abraham hubo hambre, que en el
tiempo de Jacob hubo hambre y por eso ellos descendieron a Egipto… Abraham
descendió a Egipto, Jacob descendió a Egipto convertido en Israel con 12 de sus
13 hijos, porque José ya se encontraba viviendo en Egipto como segundo al mando
después del Faraón, pero el punto es que Isaac iba a descender a Egipto, y como
Dios le dijo que no descendiera a Egipto, se fue a Gerar, a Abimelec, rey de
los filisteos, pero lo tremendo de esto hermano, es que Gerar, según el
diccionario Reina Valera 1909, quiere decir: combate, disputa, disensión, grano,
peregrinaje y Abimelec quiere decir mi padre es rey, y si juntamos los dos significados,
quiere decir: el que desciende a Gerar llevara a su hogar, al rey del combate, de
la pelea y de la disensión… Lo que estoy tratando de decir es que si el hambre espiritual
lo hace descender a Gerar, lo que usted obtendrá, será: la disputa, la
disensión y el peregrinaje para que reinen en su hogar… Yo tengo 23 años de
tener el hogar que Dios me dio y no le puedo decir a usted que yo Juan Carlos
Bonilla, nunca he peleado con mi esposa, ha habido peleas y rencillas, pero
Dios ha sido bueno y nos las ha quitado… Yo no me siento viejo, pero le podría
decir a usted, que mi esposa y yo, estamos llegando a viejos, y para la Gloria y
Honra del Señor estamos en el Euodoó (# 2137), es decir en el buen camino o en el
camino bueno del Señor, Gloria a Dios, Aleluya…
La palabra Euodoó,
está compuesta por la palabra EU que es la 2095 y HODOS que es la 3598, siendo
el significado de la primera: buen o bueno, y de la segunda: camino. Esto
quiere decir que al juntar las dos palabras griegas se diría: buen camino o
camino bueno, por lo que podríamos decir que la prosperidad es = al buen camino
o al camino bueno del Señor, Amén.
Ahora, dejemos de
hablar de mí y volvamos al punto, no le parece a usted extraño, que todos los
problemas que tuvo Jacob fueron de origen ancestral… es decir que Jacob tuvo
hambre por sus ancestros, por eso me pregunto y le pregunto ¿No será que hay
personas que tienen hambre y no estoy hablando del hambre literal, no será que hay
personas que por sus ancestros, es decir por sus bisabuelos, o por sus abuelos
y o por sus padres tienen hambre espiritual? ¿No será que ancestralmente están
siendo afectados? Entonces, aquí viene la respuesta: el hambre se le quita con el pan de la vida, y que es Jesús, porque
ese PAN QUE SACIA puede romper todas las maldiciones generacionales que lo venían
agobiando, y si así lo hace tenga la certeza que cuando se coma EL PAN QUE
SACIA, ni usted, ni sus hijos tendrán ese tipo de hambre espiritual, y es por
eso que la Palabra del Señor dice: “…no
he visto al justo desamparado, ni a su descendencia mendigando pan.”, ver
Salmos 37:25. Eso quiere decir que usted y yo nos volvemos justos cuando nos
estamos comiendo al justo, llámese, Cristo Jesús. Lo que
estoy tratando de decir es que si usted se come el pan de la vida, se le eliminara cualquier maldición
generacional, porque se estará comiendo al Cordero, y por eso se le quitara a
usted y a los suyos el hambre espiritual, porque la Palabra dice: Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí nunca volverá a tener hambre, y yo a ese
versículo le añadiría: el que no
tenga hambre no tendrá la maldición de Abraham, de Isaac y mucho menos la de
Esaú, porque lo de ellos realmente fue una maldición.
Ahora, miremos
Génesis capítulo 41:31.
“Y
no se conocerá la abundancia en la tierra a causa del hambre que vendrá,
del hambre que seguirá,
que será muy severa.”
Este versículo nos
deja ver, en primer lugar: que cuando una persona está hambreado de las cosas
espirituales, NO puede ver la abundancia, porque el hambre impide que se dé cuenta
de la abundancia que tiene… y en segundo lugar: que cuando una personas esta hambreado
de las cosas espirituales, NO puede ser agradecido, porque el hambre lo mantiene
segado ¿Cuántos de ustedes tienen abundancia? Por ejemplo: abundancia de amor,
por eso déjeme decirle, que si usted es de los que está hambreado de amor,
nunca lograra sentir la abundancia del amor y por eso andará de Iglesia en
Iglesia diciendo: en esta Iglesia no se siente el amor del Señor ¿Por qué
razón? Porque esta hambreado… Ejemplo Bíblico: allá esta aquella mujer, que
salió de Egipto, que se llama Agar, sentada en el desierto enfrente de su hijo, como a un tiro de arco de distancia, porque
no quería ver morir a su hijo, y en eso la llama el ángel de Dios desde el cielo, y le pregunta: ¿Qué tienes, Agar? No temas, porque Dios
ha oído la voz del muchacho que lloraba.
Levántate, alza al muchacho y sostenlo con tu mano; porque yo haré de él una
gran nación.”, y dice la Palabra:
que cuando termino de hablar el ángel de Dios se le abrieron los ojos a Agar, y vio un pozo de agua, ver Génesis 21:8
al 21 ¿Por qué cree usted que Agar no podía ver el pozo de agua? PORQUE TENÍA
HAMBRE, es decir hambre de justicia social, hambre de justicia humana y por eso
su amargura no la dejó ver el pozo de
agua… Eso quiere decir que existen personas que solo se viven lamentando de
la vida y por eso no se dan cuenta de las cosa que Dios les ha dado, es decir de
las abundancias que Dios les da, pero yo no estoy hablando de las cosas
terrenales, materiales, económicas, sino de las abundancias espirituales que usted
y yo debemos de anhelar, como ser: la abundancia de amor, la abundancia de paz,
la abundancia de gozo, la abundancia de misericordia, la abundancia de verdad,
la abundancia de sabiduría, la abundancia de comprensión, la abundancia de
riquezas, la abundancia de gloria… por eso déjeme decirle, que si usted es de
las personas que no han podido ver la abundancia que Dios le ha dado, es porque
el hambre que tiene es severa,
y yo le tengo el remedio, y se llama EL PAN QUE SACIA, es decir Jesús, porque
Jesús dijo: Yo soy el pan de la vida; el
que viene a mí no tendrá hambre, y si no tiene hambre va a reconocer sus
abundancias…
“La
gente que se les había unido tenía tanta hambre que los mismos israelitas,
contagiados, se pusieron a llorar, gritando: "¡Quién nos diera carne que
comer!”
Cuando usted lee este
versículo en otras versiones, en vez de decir: La gente que se les había unido, dice: el populacho, la gentuza, La chusma que se había mezclado al pueblo, LBLA, NTV, BIBLIA JERUSALÉN 1988. Eso
quiere decir que al pueblo de Dios se le había
mezclado gente de toda clase, DHH, y eso hizo que dejara de ver el mana que
descendía del cielo, pregunto: ¿Qué significa la carne, espiritualmente? CARNE. Eso quiere
decir que las personas que se encuentran con un pie en la Iglesia y con el otro
pie en el mundo, se pueden dejar persuadir por las personas del mundo… En otras palabras, lo que
yo estoy tratando de decir es que las personas cristianas que se mezclen con las
personas del mundo se podrían hacer carnales… Esto es bien tremendo, porque
cuando abrimos la Biblia en el libro de Romanos, en el capítulo 8:1, dice: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para
los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino
conforme al Espíritu.”. Eso quiere decir que el que no anda conforme a la
carne es porque anda conforme al espíritu y el que anda conforme al espíritu es
porque Cristo creció tanto que lo absorbió, es decir Cristo en mí y yo en
Cristo, es decir que si usted y yo nos comemos al Cordero y después dejamos que
el Cordero nos coma a nosotros ya no vamos a tener condenación ¿Por qué razón?
Porque la Palabra dice: que “…Cristo
vive en nosotros, y eso nos da la seguridad de que participamos de su gloria.”, ver Colosenses 1:27
NTV. Entonces, podemos decir que las personas cristianas que se mezclan con las
personas hambrientas del mundo se sienten condenadas ¿Por qué razón? Porque son
carnales y como son carnales no se pueden arrepentir ¿Por qué razón? Porque
ellas mismas se condenan… por eso déjeme decirle hermano, que cuando una
persona se acerque a participar de la mesa del Señor, debe de meditar y de
examinarse en todo lo que ha hecho en la carne y pedir perdón, y luego tome el
pan y la copa, porque ese pan le quitará el hambre y al quitarle el hambre
nunca más deseará la carne ¿Usted cree que eso es posible?
Ahora, miremos
Deuteronomio capítulo 28:48.
“por
tanto servirás a tus enemigos, los cuales el Señor enviará contra ti: en
hambre, en sed, en desnudez y en escasez de todas las cosas; El pondrá yugo de
hierro sobre tu cuello hasta que te haya
destruido.”
Este versículo está
diciendo, que lo primero que entra es el hambre y después la sed, pero Jesús
dijo: SI COMEN DE MI CARNE YA NO VAN A TENER HAMBRE Y SI BEBEN DE MI SANGRE YA
NO VAN A TENER SED. En otras palabras, si participamos de la mesa del Señor nuestros
enemigos ni siquiera cosquillas nos podrán hacer… por eso, comamos DEL PAN QUE
SACIA, porque ese pan no permitirá que usted y yo estemos hambrientos y como no
estamos hambrientos no nos vendrán esas maldiciones y como no nos llegarán esas
maldiciones no vendrán nuestros enemigos, por eso, participemos del pan y de la
copa del Señor, y si tenemos algún problema con alguien arreglémoslo en el corazón, es
decir QUE PERDONEMOS...
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo
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