CONQUISTEMOS Y PERFECCIONEMOS LA OFRENDA

LA BIBLIA NOS HABLA:

“Traed íntegramente los diezmos al alfolí para que haya alimentos en mi casa, y probadme en esto, dice Yahvé de los ejércitos, a ver si no abro yo las esclusas del cielo y no derramo sobre vosotros la bendición sin medida.” (Malaquías 3:10) NACAR COLUNGA

En este día, el Señor quiere que usted y yo seamos unos verdaderos conquistadores, que no seamos como el pueblo de Israel, que por confiar más en el informe de los diez espías, se reusaron, se rebelaron a conquistar la tierra prometida, es decir Canaán, y por eso el Señor los destinó a peregrinar por el desierto durante cuarenta años… Esto es más o menos como si el Señor nos estuviera diciendo: hoy pasa el tren y dentro de cuarenta años volverá a pasar con destino al paraíso celestial, es tu decisión si lo abordas hoy o dentro de cuarenta años… ¿Qué haría usted? Esto me recuerda, en primer lugar: que José Doroteo Arango Arámbula, más conocido como Francisco Villa o Pancho Villa, un día tenía que trasladar a su ejército y le encomendó a uno de sus subordinados que le dijera a toda la tropa que se tenía que subir al tren; entonces, dice la historia que llegó su subordinado y le dijo: mi general, le doy parte, toda la tropa no cabe en el tren, muy bien le dijo el general: entonces, ahora lo que vas a hacer es fusilar a los que no subieron al tren, y todos se subieron… Esto quiere decir que el Señor, hoy nos está dando una orden, una orden de avanzar, una orden de conquista… es decir que no seamos evangélicos light, porque si no seremos fusilados, por eso subámonos al tren… y en segundo lugar: que Sansón conquistó a los filisteos, pero por no conquistar su corazón fue conquistado por una filistea; esto nos deja ver claramente que primero debemos conquistar lo micro, para poder conquistar lo macro, por eso, hoy más que nunca, ya que estamos viviendo en los tiempos finales, tenemos que tener una decisión clara de lo que el Señor va a hacer por nosotros... Quizás alguien se esté diciendo: ¿Qué debemos conquistar? bueno hay muchas cosas, pero dentro de ellas se encuentra nuestra billetera, porque uno de los problemas más fuertes que nos podemos encontrar en el evangelio, es acerca del dinero, porque muchos, ya sean cristianos o no cristianos, no comprenden lo que se mueve en el mundo espiritual y es por eso que terminan maldiciendo a la Iglesia por la ofrenda y por el diezmo ¿Por qué razón? Porque “…el hombre animal no percibe las cosas del Espíritu de Dios; porque para él son necedad; y no las puede entender, porque eso se discierne espiritualmente.”, ver Primera de Corintios 2:14 NACAR COLUNGA y LBLA, ¿Por qué sucede eso? Porque muchos ministros del Señor se ponen a pedir dinero, ya sea por televisión o por el internet a todo el mundo sin ponerse a pensar que esto es algo que solamente se le debe de pedir a los que pertenecen a la casa del Señor y no a los inconversos, porque qué sabe el inconverso que hay que llevar el diezmo al alfolí, porque qué sabe el inconverso que existe un dios con d minúscula que es el dios de la riqueza y que la Palabra lo declara en el libro de Lucas capítulo 16:13, y en el libro de Mateo capítulo 6:24, y que es el dios griego Mammón, que atrapa a las personas, pero en nosotros no debería ser así, en primer lugar, porque por el engaño de las riquezas nos podríamos ahogar… y en segundo lugar, porque este mal nos podría ocasionar problemas en el hogar... Por lo tanto, debemos tener presente, que “…el amor al dinero es la raíz de todos los males; el cual codiciando algunos, fueron descarriados de la fe y se traspasaron a sí mismos con muchos dolores.”, ver Primera de Timoteo 6:10 RVA 2015.

Entonces, viene el Señor y comienza a darle instrucciones precisas a Su pueblo, de cómo deben conquistar la tierra prometida, la tierra que mana leche y miel, es decir Canaán… y dentro de las instrucciones se encuentra esta, que dice: la primera ciudad que conquisten me pertenece a mí, por tanto, una vez que hayan conquistado la ciudad de Jericó no se pueden quedar con nada de lo que hay ahí, porque me pertenece, porque son sus primicias y porque será considerado anatema, anatema es una palabra que quiere decir maldito, pero también quiere decir: que va a ser preparado, que va a ser consagrado para el Señor… En otras palabras, lo que el Señor le está diciendo a Su pueblo, es: Jericó es mío y si ustedes tienen Fe y me dan todo Jericó, yo, el “YO SOY”, les voy a dar el resto de las ciudades, pero si no me dan la ciudad de Jericó van a sucumbir… Esto es una enseñanza que el Señor nos da a nosotros para decirnos: cuando ustedes reciben lo que es de ustedes, lo que yo les estoy dando, lo primero que tienen que hacer, no es pagar la luz, ni el agua, ni la escuela de sus hijos y mucho menos la letra de su carro o la letra de su casa… todo eso es básico, pero si ustedes en verdad tienen confianza en mí, ME VAN A TRAER A MÍ PRIMERO, es decir la primicia de su trabajo, es decir el diezmo. Acaso, no fue eso lo que le dijo el profeta Elías a la viuda de Sarepta cuando le dijo: “…Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano. Pero ella respondió: Vive el Señor tu Dios, que no tengo pan, sólo tengo un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en la vasija y estoy recogiendo unos trozos de leña para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que comamos y muramos. Entonces Elías le dijo: No temas; ve, haz como has dicho, pero primero hazme una pequeña torta de eso y tráemela; después harás para ti y para tu hijo.”, ver Primera de Reyes 17:11 al 13. Estos versículos nos muestran claramente que la clave para abrir las compuertas de los cielos ES DARLE AL SEÑOR PRIMERO, pero aquí es donde empieza la batalla, porque muchas personas, ya sean cristianas o no cristianas, no les gusta diezmar, porque dicen: estos ministros quieren enriquecerse a costa de nosotros ¿Por qué razón? Por falta de conocimiento, pero yo sé que sé, que yo Juan Carlos Bonilla, en esta hora, estoy hablando con mentes espirituales y no con mentes animales… la mente animal es la mente motivada por el ánima, es decir el alma, y la mente espiritual es la mente motivada por el espíritu, y es por eso que yo en este día con la ayuda del Señor he venido a enseñarle a usted respecto a este tema, que se titula: conquistemos y perfeccionemos la ofrenda, porque la Palabra nos dice claramente, que usted y yo, debemos de irnos perfeccionando, pregunto:

¿Cuántos saben que usted y yo debemos ser perfeccionados?

Sabía usted que la alabanza se puede perfeccionar ¿Donde dice eso? En el libro de Mateo, en el capítulo 21:16 RVR 1960, que dice: “…De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza?”. Sabía usted que el amor se puede perfeccionar ¿Dónde dice eso? En el libro de Primera de Juan, en el capítulo 4:18 RVR 1960, que dice: “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo…”. Esto quiere decir que existen personas que solo tienen amor y por eso no pueden echar fuera el temor, ni el miedo, ni el pánico y mucho menos el terror... Sabía usted que se puede perfeccionar el poder de Dios ¿Dónde dice eso? En el libro de Segunda de Corintios, en el capítulo 12:9 NVI, que dice: “…Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad…”, y es por eso que el perito arquitecto de la Iglesia de Cristo Jesús al haberlo comprendido dice: “Por eso me regocijo en debilidades, insultos, privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”, ver Segunda de Corintios 12:10 NVI, y así hay muchas cosas que debemos de perfeccionar… y dentro de esas cosas esta la ofrenda, es decir que nosotros no deberíamos de estar dando hoy de la misma manera como dábamos hace cinco años… deberíamos ser más perfectos en eso. Por lo tanto, debemos tener presente, que por eso es que hoy en día existen muchas personas, que sucumben, es decir que no pueden abrir las compuertas de los cielos, porque prefieren aferrarse a las cosas materiales y ver si así logran salir de sus problemas por sus propios medios y se olvidan o no aceptan que estamos siendo influenciados por un mundo espiritual y que es más que inminente su existencia… En otras palabras, lo que estoy diciendo, en primer lugar, es que existen personas que están envueltas en el temor, en el temor por cumplir sus afanes del diario vivir, y por eso no ofrendan y mucho menos entregan lo que le pertenece al Señor, es decir el diezmo… y en segundo lugar, que por la falta de Fe, no creen lo que profetizó el profeta Malaquías, en su libro, en el capítulo 3:10, que dice: “Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto, dice el Señor de los ejércitos, si no os abriré las ventanas del cielo, y derramaré para vosotros bendición hasta que sobreabunde.”.   

Por lo tanto, debemos tener presente, que batalla no es batalla sino viene la prueba… Esto nos hace ver, en primer lugar: que dentro de la batalla habían leyes y dentro de estas leyes había una que decía: “…Si alguno tiene miedo y le falta valor, es decir pusilánime, que se vaya a su casa para que no acobarde también a sus compañeros.”, ver Deuteronomio 20:8 DHH. En otras palabras, lo que nos está diciendo este versículo es, si hay algún cristiano religioso que quiere un evangelio light, es decir que no le exija, MEJOR REGRÉSESE, pero de una vez le tengo que decir: no se puede regresar ¿Por qué razón? Porque le va a suceder lo mismo que le ha de haber sucedido al israelita que se quería regresar a Egipto, al mundo, pero no pudo, porque el mar rojo ya estaba cerrado… y en segundo lugar hermano: que cuando estamos hablando de conquista vamos a encontrar oposición y si usted es uno de los que dicen: yo no quiero conquistar, entonces quédese otros cuarenta años más peregrinando en el desierto con los alacranes, con los escorpiones, con las serpientes y hasta “…con Og el rey de Basán…”, y con todos los gigantes que habitaban en su reino, tal como lo hizo el pueblo de Israel, pero debe tener presente, que en este día, el Señor de Señores nos está diciendo: conquisten. Entonces, lo que usted y yo tenemos que hacer es, OBEDECER, Amén.

Así que llegó el momento de conquistar, ya sea nuestra enfermedad, sea almática o física, nuestra pobreza, sea espiritual o material, nuestro carácter, nuestro orgullo, nuestra soberbia, nuestro temor, nuestra Fe... Ahora, recuerde que vamos a encontrar oposición y es por eso que debemos doblar rodillas y suplicarle a nuestro “…¡Abba, Padre!”, en el nombre de Jesús, que nos ayude a avanzar, para no ser como “…la vanguardia de Israel; porque dice la Palabra que ellos mismos se dispusieron volver hacia atrás.”, ver Génesis 49:19 BIBLIA FÉLIX TORRES AMAT. Por lo tanto, debemos tener presente, que lo que resta de este año no debemos permitirle a nuestro corazón que tome atribuciones para con los que nos rodeen… En otras palabras, lo que estoy diciendo es que nos podemos airar, nos podemos enojar, sea con nuestro cónyuge, con nuestros hijos y con nuestros conocidos… pero no debemos permitir que por falta de doctrina nos engañe nuestro corazón y por eso “…se ponga el sol sobre nuestro enojo.”, ver Efesios 4:26 RVR 1960, Amén.  

Ahora volviendo al punto: que debemos de perfeccionar la ofrenda, nos damos cuenta, que la ofrenda es un arma, es una herramienta muy poderosa… porque por medio de ella se pueden abrir las ventanas de los cielos para que nosotros y nuestra casa sea bendecida sobreabundantemente, ya sea espiritual o material… ¿De dónde saco yo que se puede perfeccionar la ofrenda? Del libro de Malaquías capítulo 3:4, que dice:

“Entonces será grata al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días de antaño 
y como en los años pasados.”

Al estudiar el contexto de este versículo nos damos cuenta que el pueblo de Israel empezó a dar, pero solo por dar, es decir por costumbre. Esto quiere decir que la ofrenda se comenzó a devaluar, no en sí la cantidad, sino la forma de dar, porque empezó a perder la estructura que el Señor quería que tuviera y fue por eso que el Señor se alejó de Su pueblo, por eso es que el libro de Malaquías capítulo 3:3, nos dice: que el Señor se va a sentar como aquel que purifica la plata para purificar a Su pueblo y después de purificarlos “…los acrisolará como a oro y como a plata para que presenten las ofrendas…”, las ofrendas que van a ser gratas delante del Señor… Esto quiere decir que hay ofrendas que se traen al alfolí y no son gratas. Por lo tanto, debe tener presente, que si usted es de esos que dan por dar la ofrenda, a los ministros le sirve su ofrenda, ya sea para pagar la luz o el agua… pero a usted no le sirve, porque su ofrenda no fue olor fragante delante del Señor, por eso, lo que yo necesito es que usted hermano, sea verdaderamente un conquistador y que conquiste a través de su ofrenda y de su diezmo, entonces, abramos nuestras Biblias en el libro de Mateo, en el capítulo 5:23 al 24, para que miremos algunas ofrendas que son inaceptables para el Señor… 

Pero antes permítame decirle, que existen muchos ministros que no les gusta que se hable de esto, aduciendo que la ofrenda va a ser tan poderosa que va a santificar hasta a los que estén caminando en tinieblas, es decir haciendo malos negocios… por eso, yo quiero decirle que definitivamente nosotros estamos en las manos del Señor, pero también debo decirle que yo como ministro tengo un presupuesto, pero mi presupuesto está en las manos del Señor y si usted después de oír este mensaje ya no quiere ofrendar y mucho menos diezmar, es su problema, pero es mi obligación como maestro enseñarle a usted, que cada vez que usted va a depositar al alfolí, tiene que haber cierto tipo de actitud en su corazón, no sobornando, no comprando, como Simón el Mago, porque dice la voz escrita de Dios Padre: que “Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero.”, ver Hechos 8:18. Si no hay que ser como la viuda que menciona nuestro Señor Jesucristo en la voz escrita de Dios Padre, que dice: “…llegó una viuda pobre y echó dos pequeñas monedas de cobre, o sea, un cuadrante. Y llamando a sus discípulos, les dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos los contribuyentes al tesoro; porque todos ellos echaron de lo que les sobra, pero ella, de su pobreza echó todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir, para su subsistencia.”, ver marcos 12:42 al 44. Este versículo nos deja ver claramente, que a nuestro Padre celestial le gusta que nosotros traigamos la ofrenda con todo nuestro corazón y no hipócritamente, por eso mejor abramos nuestras Biblias en el libro de Mateo, en el capítulo 5:23 al 24, para que miremos algunas ofrendas que son inaceptables para el Señor de señores, comencemos…

“Por tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.”

Esto quiere decir que alguien traía una ofrenda, es decir que yo traía una ofrenda al alfolí, pero cuando estoy dejando la ofrenda me acuerdo que mi esposa está enojada conmigo, entonces dejo mi ofrenda y me voy a disculpar con ella, me reconcilio, luego regreso y le digo al Señor: Señor hace un ratito te traje mi ofrenda al alfolí y me recordó tu Espíritu que había alguien que yo había ofendido o se sentía ofendido, entonces fui y me puse a cuentas con ella y contigo tal como lo hizo el hijo prodigo, ahora te ruego que me aceptes mi ofrenda… ¿Por qué le digo esto? Porque existen personas que ofrendan sin saber, o sin tener la consciencia, o sin tener la certeza de que el Señor les está aceptando su ofrenda… Esto es bien delicado ¿Sabe porque es bien delicado? Porque no fue a la hora de la alabanza cuando mataron a Ananías y Safira, sino a la hora de la ofrenda, ver Hechos 5:1 al 11, y mucho menos el Señor mató a los hijos de Eli porque se estaban acostando “…con las mujeres que servían a la entrada de la tienda de reunión.”, sino que fue porque ellos menospreciaban las ofrendas que el pueblo de Israel le traía gratamente al Señor, ver Primera de Samuel 2. Por lo tanto, si usted está airado, es decir enojado, enfadado, alterado, irritado… con alguien, traiga su ofrenda al altar, y déjela, y reconcíliese con esa persona tal como lo hizo el hijo prodigo. Esto amado hermano, no lo digo yo Juan Carlos Bonilla. Esto lo dice nuestro Señor Jesucristo y es un mandamiento que aparece en la voz escrita de Dios Padre, en el capítulo 5:23 al 24 del libro de Mateo, Amén.

Ahora, miremos Isaías capítulo 1:13.

“No traigáis más vuestras vanas ofrendas, el incienso me es abominación. Luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas: ¡no tolero iniquidad y asamblea solemne!”

En otras palabras, lo que el Señor le está diciendo a Su pueblo por medio del profeta Isaías, es: por sus constantes transgresiones, pecados e iniquidades, ya no quiero sus sacrificios, ya no quiero sus holocaustos, ya no quiero nada… por eso, ya no me traigan más “…la sangre de novillos, de corderos y de machos cabríos porque no me complace.”, yo ya les dije lo que quiero, misericordia quiero, obediencia quiero ¿Será que el Señor necesita nuestro dinero? PUES NO, porque la Palabra dice: que Él es el dueño del oro y de la plata, que Él es el dueño de la leche y de la miel… Sabe, el Señor puede hacer un planeta de puro diamante y del tamaño de Júpiter, y le aseguro que el hombre se mataría por llegar ahí, aunque aún no haya resuelto como va hacer para traérselo… Y es por eso que nuestro Señor Jesucristo dijo y aún sigue diciendo: “¿…de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma? O ¿qué dará un hombre a cambio de su alma?”, ver Marcos 8:36 al 37. Ahora, volviendo al punto:

¿Por qué el Señor no quiere aceptar las ofrendas de Su pueblo?

Abramos la Biblia nuevamente en el libro de Isaías, capitulo 1:2 al 20, para comprenderlo: “Oíd, cielos, y escucha, tierra, porque el Señor habla: Hijos crié y los hice crecer, mas ellos se han rebelado contra mí, se rebelaron contra el Señor pero le siguen trayendo ofrenda. El buey conoce a su dueño y el asno el pesebre de su amo; pero Israel no conoce, mi pueblo no tiene entendimiento. En otras palabras, el pueblo de Israel es más lento que el buey y el asno, pero recuerde que la Palabra dice que todo lo que le pasó al pueblo de Israel es figura, es ejemplo para nosotros, ver Primera de Corintios 10:11, ¡Ay, nación pecadora, pueblo cargado de iniquidad, generación de malvados, hijos corrompidos! Han abandonado al Señor, han despreciado al Santo de Israel, se han apartado de Él. ¿Dónde más seréis castigados? ¿Continuaréis en rebelión? Toda cabeza está enferma, y todo corazón desfallecido. De la planta del pie a la cabeza no hay en él nada sano, sino golpes, verdugones y heridas recientes; no han sido curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite, les ha llovido hasta debajo de la lengua. Vuestra tierra está desolada, vuestras ciudades quemadas por el fuego, vuestro suelo lo devoran los extraños delante de vosotros, y es una desolación, como destruida por extraños. Y la hija de Sion ha quedado como cobertizo en una viña, como choza en un pepinar, como ciudad sitiada. Si el Señor de los ejércitos no nos hubiera dejado algunos sobrevivientes, seríamos como Sodoma, y semejantes a Gomorra. Oíd la palabra del Señor, gobernantes de Sodoma; escuchad la instrucción de nuestro Dios, pueblo de Gomorra: ¿Qué es para mí la abundancia de vuestros sacrificios? —dice el Señor. Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de ganado cebado; y la sangre de novillos, corderos y machos cabríos no me complace. Cuando venís a presentaros delante de mí, ¿quién demanda esto de vosotros, de que pisoteéis mis atrios?”. Por eso, fue que el Señor les dijo: “No traigáis más vuestras vanas ofrendas…”. Este es el versículo que les acabo de leer, ahora continuemos leyendo los versículos 14 al 20: “Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas señaladas las aborrece mi alma; se han vuelto una carga para mí, estoy cansado de soportarlas. Y cuando extendáis vuestras manos, esconderé mis ojos de vosotros; sí, aunque multipliquéis las oraciones, no escucharé. Vuestras manos están llenas de sangre. En otras palabras, el Señor les está diciendo: oíd pueblo mío, no escucharé sus oraciones, porque ustedes están en rebeldía. Esto quiere decir que hay personas que oran, que ofrendan, que diezman, pero están en rebelión y por eso el Señor no los va a escuchar y mucho menos les va a recibir su ofrenda. Lavaos, limpiaos, quitad la maldad de vuestras obras de delante de mis ojos; cesad de hacer el mal, aprended a hacer el bien, buscad la justicia, reprended al opresor, defended al huérfano, abogad por la viuda, yo ahorita estoy más o menos en ese papel, porque yo estoy trayendo una Palabra que nuestro Padre celestial puso hace algunos días en mi corazón y que se las estoy enseñando a ustedes en este día, para que usted tome consciencia de la importancia de la ofrenda… pregunto ¿Cuánta gente llevará hipócritamente la ofrenda y /o el diezmo a la casa del Señor, pero son opresores y no le pagan el sueldo mínimo y mucho menos el aguinaldo justamente a sus empleados? Esto es un mal testimonio, pero aparte de ser un mal testimonio, el Señor lo sabe, por eso dice el Señor: aprended a hacer el bien, buscad la justicia, reprended al opresor, defended al huérfano, abogad por la viuda y después de eso vengan…y razonemos, dice el Señor, aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, como blanca lana quedarán. Si queréis y obedecéis, comeréis lo mejor de la tierra; pero si rehusáis y os rebeláis, por la espada seréis devorados. Ciertamente, la boca del Señor ha hablado.”, Esto quiere decir que nuestro Padre celestial quiere que usted y yo le traigamos lo que le pertenece a Su Casa, es decir la ofrenda y el diezmo, pero siendo obedientes y justos, es decir: con Fe y con agrado. Tenemos que ser justos, no estafadores. Y es por eso que el proverbista nos dice, en primer lugar: “El que va tras la justicia y el amor halla vida, prosperidad y honra.”… y en segundo lugar nos dice: “El Señor aborrece las balanzas adulteradas, pero aprueba las pesas exactas.”, ver Proverbios 21:21 y Proverbios 11:1 NVI. Y fue por eso que el perito arquitecto de la Iglesia de Cristo Jesús dijo: “No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra.”, por eso “…Dios «pagará a cada uno según lo que merezcan sus obras»”, ver Gálatas 6:7 y Romanos 2:6 NVI, Amén.

Ahora, miremos Números capítulo 16:15.

“Moisés se enojó mucho y dijo al Señor: ¡No aceptes su ofrenda! No he tomado de ellos ni un solo asno, ni le he hecho daño a ninguno de ellos.”

Este versículo está cardiaco, por eso leamos desde el versículo 8 hasta el versículo 14, para que podamos comprender, porque Moisés le dijo al Señor que no les aceptara su ofrenda: “Entonces Moisés dijo a Coré: Oíd ahora, hijos de Leví. ¿No os es suficiente que el Dios de Israel os haya separado del resto de la congregación de Israel, para acercaros a sí, a fin de cumplir el ministerio del tabernáculo del Señor, y para estar ante la congregación para ministrarles, y que se te ha acercado a ti, Coré, y a todos tus hermanos, hijos de Leví, contigo? ¿Y pretendéis también el sacerdocio? Por tanto, tú y toda tu compañía os habéis juntado contra el Señor; pues en cuanto a Aarón, ¿quién es él para que murmuréis contra él? Entonces Moisés mandó llamar a Datán y a Abiram, hijos de Eliab, pero ellos dijeron: No iremos, quien te crees Moisés. Se le rebelaron a Moisés… Esto nos deja ver que en estos días existen personas que se rebelan a los siervos genuinos del Señor, a los cuales no se les puede comprobar ni una situación anómala como en el caso de Moisés ¿No es suficiente que nos hayas sacado de una tierra que mana leche y miel (de Egipto), para que muramos en el desierto, sino que también quieras enseñorearte sobre nosotros? En verdad, tú no nos has traído a una tierra que mana leche y miel, ni nos has dado herencia de campos y viñas. ¿Les sacarías los ojos a estos hombres? ¡No iremos!”, y fue por eso que “Moisés se enojó mucho y le dijo al Señor: ¡No aceptes su ofrenda!...”. Estos versículos nos dejan ver claramente, que cuando el Señor no acepta una ofrenda es una maldición… Por lo tanto, debemos tener presente, que no se trata solamente de sacar un billete y traerlo, se trata de tener una actitud de corazón.

¿Qué cree que le pasó a los que se rebelaron contra Moisés?

¿Qué cree que les pasó a los que el Señor de señores no les aceptó su ofrenda?

Dice la Palabra que “…la tierra abrió su boca y se los tragó, a ellos y a sus casas y a todos los hombres de Coré con todos sus bienes.”, ver Números 16:32, pero lo tremendo de esto es que también dice la Palabra: que “…Coré, Datán y Abiram; y Datán y Abiram salieron y se pusieron a la puerta de sus tiendas, junto con sus mujeres, sus hijos y sus pequeños.”. Esto nos deja ver que no debemos rebelarnos contra los ministros del Señor, porque al hacerlo nos estaríamos revelando contra el Señor de señores y Rey de reyes y por eso nos podría pasar lo que le sucedió a Coré, a Datán y a Abiram y a toda su familia… Por lo tanto, debemos tener presente, que dar la ofrenda de manera indigna, que dar la ofrenda de manera irresponsable, ya sea por falta de conocimiento o que se yo, nos puede acarrear severas consecuencias…

Esto me recuerda que en una Iglesia X, un miembro de esa Iglesia por estar peleando con su pastor le retuvo el diezmo, y después de un tiempo vino otro pastor y se le presentó y le dijo: pastor yo tuve un altercado con el pastor que ya se fue y por eso no diezmaba, pero ya que él se fue, se lo quiero entregar a usted ¿Qué cree que le sucedió al rebelde? Tiempo después le vino a él y a su familia un debacle económico ¿Por qué razón? Por estar en rebeldía con su pastor, es decir por estar peleando con el Señor, por falta de conocimiento, por eso es que el profeta Isaías dice: “…mi pueblo es llevado cautivo, porque no tiene conocimiento…”. O mejor dicho como dice el profeta Oseas: “Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento…”, ver Isaías 5:13 RVR 1995 y Oseas 4:6. Esto quiere decir que a esa persona no le sirvió su ofrenda, por eso no retenga lo que es justo, lo que es del Señor... por eso si usted está enojado con su ministro no se le ocurra retener lo que le pertenece al Señor de señores y Rey de reyes, es decir la ofrenda y el diezmo, Amén.

Ahora, miremos Deuteronomio capítulo 23:18.

“No traerás la paga de una ramera ni el sueldo de un perro a la casa del SEÑOR tu Dios para cualquier ofrenda votiva, porque los dos son abominación para el SEÑOR tu Dios.”

Perro se le decía en Deuteronomio a los prostitutos, es decir a los que vendían su cuerpo para vivir de eso, ya sea como masculino a mujeres, o como femenino a hombres… Con esto, yo logro ver, que el Señor no recibe la ofrenda de aquel que vende su alma a sí mismo, ESO NO DEBE DE SER, por eso hay que llevar la ofrenda dignamente a la casa del Señor, tal cual como lo hacía la viuda que aparece en el libro de Marcos, en el capítulo 12, se recuerda. Este punto es importante que lo aclare, porque hoy en día existen muchas personas y entre ellas teólogos, que dicen que el Señor recibe este tipo de ofrenda, aduciendo: que la mujer que le derramó el perfume, es decir la ofrenda en los pies al Señor era una prostituta y Él se la aceptó ¿Entonces, qué quiere decir el versículo que acabamos de leer? Quiere decir que el Señor lo dejó solo para el pueblo de Israel, quiere decir que el Señor lo dejó eliminado para nosotros los gentiles, los nacidos de nuevo, es decir ¿Qué ahora si se puede? PUES NO, lo que sucede es que en verdad esa mujer era una ramera, pero cuando llegó a bendecir, a ungir los pies de nuestro Señor Jesucristo, dejó de ejercer ese tipo de trabajo, y por eso nuestro Señor Jesucristo le recibió su ofrenda… Esto quiere decir que hay personas que hicieron dinero mal habido mientras anduvieron en el mundo, pero se encontraron con el Señor, o mejor dicho el Señor dejó que lo encontraran y ahora aportan… ESTO SÍ LO RECIBE EL SEÑOR ¿Por qué razón? Porque su corazón ha cambiado, porque su mente ha sido renovada. Por lo tanto, debe tener presente, que el Señor no recibe las ofrendas y mucho menos bendice a aquellas personas que se dedican a trabajos ilícitos, como ser: la prostitución, la delincuencia, el narcotráfico, la estafa, la usura, la corrupción... ¿Por qué cree usted que los ministros oran por las ofrendas y los diezmos? Porque uno no le puede preguntar a la persona ¿Usted en que trabaja, usted de dónde saca su dinero? Por eso y otras causas más, como ser: la hechicería y la brujería… es que nosotros los ministros del Señor bendecimos las ofrendas y los diezmos en el nombre de Cristo Jesús.

Ahora, miremos Génesis capítulo 4:4 al 5.

“También Abel, por su parte, trajo de los primogénitos de sus ovejas y de la grosura de los mismos. Y el Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero a Caín y su ofrenda no miró con agrado. Y Caín se enojó mucho y su semblante se demudó.”

¿Por qué cree usted que el Señor no miró con agrado la ofrenda de Caín? El libro de Hebreos capítulo 11:4, lo explica, y dice: “Por la fe Abel ofreció a Dios un mejor sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó el testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y por la fe, estando muerto, todavía habla.”. Esto quiere decir que para traer una mejor ofrenda al alfolí, al altar, tiene que haber Fe. Por tanto, recuerde que el momento de la ofrenda no es el momento de abrir los dulces, no es el momento de ponerse a platicar… es un momento sagrado, sino recuerde lo que le sucedió a Ananías y a Safira.

Ahora, miremos Malaquías capítulo 1:8.

“Y cuando presentáis un animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Y cuando presentáis el cojo y el enfermo, ¿no es malo? ¿Por qué no lo ofreces a tu gobernador? ¿Se agradaría de ti o te recibiría con benignidad? —dice el Señor de los ejércitos.”

Esto es más o menos como cuando usted regala en una boda un regalo que guardó de su boda, porque no le gustó ¡Qué manera más linda de dar! ESO NO ESTÁ BIEN, ahora imagínese hacerle eso al Señor, al dueño del oro y de la plata, al dueño de la leche y de la miel… pregunto ¿Por qué existen personas que hacen eso? Yo creo que las personas que hacen eso creen que NO hay un Dios o no tienen temor de Dios, mas no saben ellos que la voz escrita de Dios Padre dice: “No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra. El que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna, por eso. No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.”, ver Gálatas 6:7 al 9 NVI, Amén.

Ahora, quisiera finalizar esta enseñanza preguntando ¿Por qué presenté estos versículos? Porque si vamos a ser conquistadores, es decir si vamos a conquistar Canaán, la tierra donde mana la leche y la miel, lo primero que tenemos que hacer es perfeccionar nuestra ofrenda, para que Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo nos bendiga, tal como lo hizo con Abel, el hijo de Adán… Pero, deben tener presente, que lamentablemente todavía existen personas y entre ellas cristianas, que aun traen su ofrenda al alfolí dudando, porque dicen: A SABER CÓMO VAN A USAR MI OFRENDA ESTOS MINISTROS, por eso, yo siempre he dicho: que aquí no se trata de justificar en que se usan las ofrendas, el Señor sabe en que se usan… Por lo tanto, debe tener presente, que el Señor es el que va a pedirnos cuentas… por eso, cuando den su ofrenda o su diezmo denlo con un corazón abierto, con un corazón sincero y con un corazón lleno de fe, porque “...el Señor no abandonará a su pueblo, ni desamparará a su heredad, a sus Hijos.”, porque “El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente.”, ver Salmos 94:14 y Salmos 91:1, Gloria a Dios, Aleluya.

Por eso, ¡Abba Padre!, en el nombre de Jesús, te pido que nuestra ofrenda sea perfeccionada y si hasta ahora no la hemos estado dando adecuadamente, que tu Espíritu nos enamore de tal manera para que seamos un macedonio del siglo XXI, aquellos que dice la Palabra: que eran pobres, pero que de su extrema pobreza ofrendaron con gozo por medio de la riqueza de su liberalidad, suplicándole con muchos ruegos al apóstol Pablo, para que les permitieran ser participantes del sostenimiento de los santos, Amén, Amén y Amén, ver Segunda de Corintos 8:1 al 5. 


13 de Agosto de 2016
Ministerio Familiar Bonilla-Velásquez 

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