QUEBRANTANDO MALDICIONES
LA BIBLIA NOS HABLA:
“Como
gorrión que vaga, o como golondrina en vuelo, así la maldición nunca viene sin
causa.”
(Proverbios 26:2)
RVR 1995
En este día, el Señor
ha puesto en mi espíritu, que le enseñe acerca de este tema, para que usted pueda
entender la Palabra, para que usted pueda entender el momento que vivimos y
sobre todo hermano, para que podamos entender las cosas negativas que nos pasan
y para que nunca se lo atribuyamos al despropósito del Señor, es decir a una
incoherencia, o a una equivocación o necedad de parte nuestra… porque lo que nuestro
Padre celestial desea para nuestras vidas, es que seamos bendecidos en todo y
todo es todo… En otras palabras, lo que estoy diciendo es que para que nuestro
Padre celestial nos pueda bendecir, en primer lugar, nosotros con la ayuda del
Espíritu Santo vamos a tener que destruir algunas maldiciones… y en segundo
lugar, que los ministros del Señor por medio de las bendiciones nos ayudan a
destruir las maldiciones, porque el Señor desde la creación siempre quiso
bendecir a toda la humanidad… Y esto la voz escrita de Dios Padre nos lo afirma
en el libro de Génesis, en el capítulo 1:28, que dice: “Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la
tierra, y sojuzgadla…”. Esto quiere decir que nadie puede conquistar la
tierra, que nadie puede gobernar la tierra si antes no destruye las maldiciones
que deben de ser destruidas… pero deben tener presente, que cuando una
bendición es derramada, nadie puede maldecirla, porque nadie puede maldecir lo
que nuestro Padre celestial ha bendecido. Esto hasta el adivino Balaam lo
sabía, porque dijo: “¿Cómo maldeciré a
quien Dios no ha maldecido? ¿Cómo condenaré a quien el Señor no ha condenado?”,
es decir como maldeciré a quien Dios ha bendecido, ver números 23:8. Entonces
el diablo, que el Señor lo reprenda, siempre anda metiendo su cola donde no
debe, PORQUE TIENE COLA, pues la Palabra dice en el libro de Apocalipsis, que “Su cola arrastró la tercera parte de las
estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra.” “…el gran dragón, la serpiente antigua que se llama el diablo y
Satanás…”, ver Apocalipsis 12:4 y Apocalipsis 12:9, y es más hasta el
profeta Isaías dice: “…el profeta que
enseña la mentira, es la cola.”, ver Isaías 9:15, Y fue por eso que nuestro
Señor Jesucristo dijo: que el gran dragón, el diablo y satanás “…es un mentiroso. ¡Es el padre de la
mentira!”, ver Juan 8:44 CST, pero esto es otro tema amado hermano.
Ahora volviendo al
punto, el Señor nos quiere bendecir, el Señor quiere bendecir a toda la
humanidad, porque nos convirtió desde la creación en la corona de la creación,
porque dice la Palabra: que Dios dijo: “…Hagamos
al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio
sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre
toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra.”, ver
Génesis 1:26 al 27. Y fue por eso que el salmista dijo: nos “…has hecho poco menor que los ángeles, Y nos coronaste de gloria y de
honra.”. Otra versión dice: “¡Nos
creaste casi igual a ti! Nos trataste como a reyes.”, ver Salmos 8:5 RVR
1960 y TLA, por eso debemos tener presente, en primer lugar: que el enemigo se
encuentra enojado, porque Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, determinaron
bendecir a toda la humanidad… y en segundo lugar, que el enemigo sabe que la
bendición está condicionada a la obediencia y fue por eso que el enemigo al
primer ser humano, llámese Adán y Eva, lo sacó de la obediencia, es decir del
propósito del Señor. Y fue por eso que el Señor, que había bendecido a toda la
humanidad por medio del primer ser humano, cambió la bendición y le dijo a la
serpiente: “…Por cuanto has hecho esto,
maldita serás más que todos los animales, y más que todas las bestias del
campo; sobre tu vientre andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.”,
y a la mujer le dijo: “…En gran manera
multiplicaré tu dolor en el parto, con dolor darás a luz los hijos; y con todo,
tu deseo será para tu marido, y él tendrá dominio sobre ti.”, le proclamó tres
maldiciones… y finalmente le dijo al hombre: “…Por cuanto has escuchado la voz de tu mujer y has comido del árbol
del cual te ordené, diciendo: “No comerás de él”, maldita será la tierra por tu
causa…”, ver Génesis 3:14 al 17, pero como “Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se
arrepienta…”, ver Números 23:19, la bendición sigue latente solo que tenía
que haber alguien que rasgara los cielos para que esa bendición cayera
nuevamente sobre cada cabeza, es decir sobre toda la humanidad… PORQUE LO QUE
EL SEÑOR PROMETIÓ ASÍ VA A SER HECHO. Entonces, viene el Padre y envía a
nuestro Señor Jesucristo para que se haga maldición en un madero por causa de
nosotros, ver Gálatas 3:13, ¿Para qué? Para que seamos bendecidos “…con toda bendición espiritual en los
lugares celestiales en Cristo.”, ver Efesios 1:3. Esto quiere decir que la bendición
del libro de Génesis capitulo 1:28, que dice: “…Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla…”, queda establecida para nosotros, por
eso, debemos tener presente, que lo único que tenemos que hacer es recuperar
todo lo que hemos perdido… Pero debemos comprender, que tenemos un enemigo con
el cual tenemos que batallar y se llama LA DESOBEDIENCIA Y LA MALDICIÓN ¿Cuántos quieren toda la
bendición? ¿Usted está consiente que aunque el Señor lo quiere bendecir hay
alguien que lo quiere maldecir? Esto es bien delicado hermano, porque a veces
nosotros desconocemos como nos quieren maldecir, por eso ¿Qué piensa usted que
es una maldición? La maldición es una expresión o conjunto de palabras con la
que se invoca o se desea el mal para una persona, es decir: un mal decir.
Pero en el hebreo
existen nueve palabras que significan maldición, y son: Alah, Calal, Sheuá, Arar,
Behalah, Ta’ alah, Cherem, Quelalah y Meerah, en donde Meerah, significa:
amargura. Esto quiere decir que cuando alguien está lleno de amargura en su
corazón lo que tiene en su corazón es una maldición, por eso, debe tener
presente, que la amargura es una maldición que deja a la gente sin la capacidad
de dar lo que el Señor quería dar, por eso es que el perito arquitecto de la
Iglesia de Cristo Jesús, en el libro de Hebreos capitulo 12:15, dice: “Mirad bien de que nadie deje de alcanzar
la gracia de Dios; de que ninguna raíz de amargura, brotando, cause
dificultades y por ella muchos sean contaminados.”. Esto quiere decir que
por causa de la maldición, de la amargura, muchos no van a poder alcanzar la
gracia de nuestro Padre celestial, aunque Él se la derrame sobre su cabeza… porque
no la van a poder retener. Por eso, es demasiado importante para mí trasladarle
a usted no solo el conocimiento sino el anhelo por la bendición, el anhelo que
tenía Jacob, el hijo de Isaac, el hijo de Abraham, cuando “…se levantó aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas,
y sus once hijos, y pasó el vado de Jaboc.”, y al quedarse solo luchó con
el ángel de Dios hasta que rayaba el alba y le dijo: “…No te soltaré si no me bendices…”, ver Génesis 32:22 al 26 RVR
1960 y LBLA. Este es el anhelo que tenemos que tener, es decir luchar por la
bendición, amar la bendición, porque si nosotros amamos a la bendición, la
bendición vendrá a nosotros.
Y es por eso, que YO insisto,
en que el propósito de nuestro Padre celestial es destruir la maldición. Y esto
el apóstol Juan nos lo afirma diciendo: en el último tiempo “…ya no habrá más maldición; y el trono de
Dios y del Cordero estará allí, y sus siervos le servirán.”, ver Apocalipsis
22:3. Imagínese como será servir sin las imprecaciones, sin las maldiciones,
sin las cosas que nos han contrariado muchas veces en esos vientos contrarios
que hemos heredado de generación en generación, es decir de nuestros
bisabuelos, de nuestros abuelos y de nuestros padres… tal como sucedía en el
pasado en donde las personas entregaban a sus hijos a los ídolos, para que
fueran prosperados en todo. Ejemplo de esto lo podemos ver con la deidad llamada
Moloc, en donde Moloc era una escultura metálica de un hombre con cabeza de
toro, o de carnero, o de becerro, y que tenía en su vientre un agujero por
donde los padres arrojaban a sus hijos para acallar sus gritos cuando eran arrojados
como ofrenda viviente por sus maldiciones, es decir: para que ese demonio los
bendijera… Entonces analizando esas cuestiones podemos ver que pueden existir
personas sobre los que pesan maldiciones, porque a los abuelos se les ocurrió
en algún momento de su vida, la idea de que para ser bendecidos tenían que
ofrecer a sus generaciones a satanás… ¿Usted cree que hacer pacto con el diablo
solo es simbólico? ¿Qué en el país donde usted vive esto es una leyenda? ¿Que
en la calle donde usted vive esto es una leyenda? Eso de que hacen pacto con el
diablo y se vuelven adinerados y llegan a tener fincas y un montón de cosas… ES
MUY CIERTO, aunque usted no lo crea, pero debe tener presente, que esas
personas que hacen pacto con el diablo viven una vida desdichada, porque ellos
están consientes que su familia (no todos desde luego solo los que no hicieron
pacto con el diablo), y sus generaciones pagarán la consecuencia de ese pacto
que hicieron. Pero, deben tener presente, que cuando esas generaciones vienen rendidas
a los pies de Cristo Jesús, el Señor rompe con esa maldición, porque nuestro
Señor Jesucristo eso y muchas cosas más… se las llevó consigo sobre ese madero
maldito, porque dice la Palabra que Él se llevó todas nuestras maldiciones en la
cruz del calvario, como ser: la pobreza, la enfermedad y la muerte, ver
Deuteronomio 28 y Gálatas 3:13, pero no me quiero detener mucho en eso hermano,
porque el punto central de esta enseñanza es que tenemos que reconocer y
quebrantar las maldiciones… para que las bendiciones que el Señor derramó sobre
nuestras cabezas desde la creación lleguen a nuestra vida… Y por lo tanto,
debemos tener presente, en primer lugar: que muchas veces recibimos muchas
cosas que no queremos de parte de ministros y de creyentes, porque no conocemos
la Palabra, y es por eso que la Palabra nos dice: “…mi pueblo es llevado cautivo, porque no tiene conocimiento…”, ver
Isaías 5:13 RVR 1995, y también nos dice: “Mi
pueblo es destruido por falta de conocimiento…”, y por cuanto has desechado
el conocimiento yo te desecho del sacerdocio y “…como has olvidado la ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus
hijos.”, ver Oseas 4:6. Esto es impresionante, porque estos versículos nos
hacen ver que usted y yo tenemos que tener un conocimiento de la Palabra del
Señor, porque al conocer la Palabra del Señor conocemos sus pensamientos día
con día, porque en la Palabra están contenidos todos Sus pensamientos… y en
segundo lugar: que yo en el nombre de Jesús necesito quebrantar cualquier
maldición que usted tenga ¿Cómo la voy a quebrantar? No con oración, ni con
ayunos, ni con gritos… es decir por medio de la ministración, AUNQUE ESO ES LÍCITO y algunas personas lo hacen, pero deben
tener presente, que hay una herramienta que nuestro Señor Jesucristo nos da, y
se llama: ENSEÑANZA, y que se encuentra en el libro de Juan, en el capítulo
8:32, que dice: “y conoceréis la verdad,
y la verdad os hará libres.”, Gloria a Dios, Aleluya.
Esto quiere decir que
lo que necesitamos es trasladar el conocimiento de la verdad, a través de la
enseñanza, y si esa enseñanza la toma el Espíritu Santo y la introduce en
nuestro ser tripartito, es decir en nuestro interior, se destapará nuestro
entendimiento y cuando nuestro entendimiento sea destapado seremos liberados de
todas las cadenas que nos estén oprimiendo, tal cual como cuando el Señor desató
a Lázaro el hermano de María y Marta.
Por eso, en esta
enseñanza quiero tomar la palabra hebrea Quelalah (# 7045), que significa:
imprecar, e imprecar quiere decir: proferir palabras con que se expresa el vivo
deseo de que alguien sufra mal o daño ¿Usted sabe que muchas veces hemos dicho
imprecaciones? Que el Señor nos perdone. Quizás alguien ya sea dentro o fuera
de esta congregación esté diciendo: hermano disculpe, yo nunca he dicho tan
solo una imprecación, NO LE CREO, por eso, déjeme refrescarle la memoria: porque
me trataste así que te parta un rayo, que Dios tenga misericordia de ti en el
infierno, te veré en el desierto y ni un vasito con agua te daré, pareces caja
fuerte por la maldita combinación que andas, te mueres de hambre, come… bueno y así vienen muchas palabras
que se convierten en maldición, pero lo impresionante de esta palabra Quelalah,
es que aparece en el libro de Deuteronomio capítulo 11:29, cuando el Señor está
diciendo: “Y acontecerá, que cuando el
Señor tu Dios te lleve a la tierra donde entras para poseerla, pondrás la
bendición sobre el monte Gerizim y la maldición sobre el monte Ebal”, es
decir: el monte desnudo, el monte sin cobertura. Esto quiere decir que nuestro
Padre celestial pone delante del pueblo la opción, es decir la bendición o la maldición
¿Cuántos quieren maldición? ¿Cuántos quieren bendición? ¿Entonces para que pone
Dios el monte Ebal? Si todos les iban a dar la espalda a la maldición ¿Sabe
porque? ¿Sabe que nos enseña de esto el Señor? Lo que nos enseña es que existe
mucha gente que no iba a saber lo que era una maldición y es por eso que dice
la Palabra, que “Hay caminos que al
hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte.”, ver
Proverbios 14:12 NBD, además nos dice: dejad de hacer el mal y aprended a ser
el bien, porque no necesariamente tus pensamientos son los pensamientos del
Señor, y esto el mismo nos lo dice en el libro de Isaías, en el capítulo 55:7
al 8, que dice: “Abandone el impío su
camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase al Señor, que tendrá de
él compasión, al Dios nuestro, que será amplio en perdonar. Porque mis
pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos…”,
pero lo interesante de esto hermano, es que hoy en día, existen muchas personas
y entre ellas cristianas… que piensan que están recibiendo una bendición cuando
a veces lo que están recibiendo es una maldición. Ejemplo de ello lo podemos
ver en primer lugar, en la Palabra, en el libro de los Salmos, en el capítulo
69:22, que dice: “Que la mesa delante de
ellos se convierta en lazo, y cuando estén en paz, se vuelva una trampa.”…
y en segundo lugar, lo podemos ver cuando a una persona que el Señor ha
bendecido por medio de su trabajo, ya no se congrega, porque “…el afán de este siglo y el engaño de las
riquezas lo han ahogado…”, ver Mateo 13:22 RVR 1960, ESTO NO ES BENDICIÓN HERMANO, aunque él lo afirme, NO LA
CONFUNDAMOS, y es más hasta la Palabra nos dice: “No
dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos
a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca”, ver
Hebreos 10:25 NBD. Entonces todos queremos las bendiciones del
Señor, pero tenemos que saber cuáles son las bendiciones y quiénes las proclaman,
porque en el libro de Deuteronomio capítulo 11:29, dice: “Y acontecerá,
que cuando el Señor tu Dios te lleve a la tierra donde entras para poseerla,
pondrás la bendición sobre el monte Gerizim y la maldición sobre el monte Ebal (desnudo).”, y más adelante dice: “Y estos estarán en el monte Ebal para
pronunciar la maldición, es decir la
Quelalah: Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan
y Neftalí.”, ver Deuteronomio 27:13 RVA 2015.
Como usted lo pudo
leer y escuchar, seis Tribus de Israel, seis hombres, seis ministros … eran los que iban a pronunciar las maldiciones desde
el monte Ebal al pueblo del Señor, ESE MINISTERIO A MÍ NO ME GUSTA MUCHO HERMANO, pero no se
preocupe, porque yo lo voy a bendecir… y además, porque yo no soy Rubén, ni
Gad, ni Aser, ni Zabulón y mucho menos Dan o Neftalí hermano, aquí hay mucha
tela que cortar, por eso, para esta enseñanza me voy a centrar solo en Gad y en Aser, nada más permítame
hacer un paréntesis.
¿Usted sabía que
Rubén se subió a la cama de su padre y se metió con su mujer? Por eso la
Palabra lo llama: inestable, incontrolable, impetuoso, corriente, presuroso,
ver Génesis 49:4 en varias versiones... Esto es tremendo hermano, porque dice la Palabra que Jacob,
que Israel cuando se iba a morir “…llamó
a sus hijos, y dijo: Reuníos para que os haga saber lo que os ha de acontecer
en los días venideros.”, y dice la Palabra, que a Rubén le dijo: “tú eres mi primogénito, mi poderío y el principio
de mi vigor, prominente en dignidad y prominente en poder. Incontrolable como
el agua, no tendrás preeminencia, porque subiste a la cama de tu padre, y la
profanaste…”, Génesis 49:1 al 4, y después viene y le dice a Simeón y a Levi
“…sus armas instrumentos de violencia.
En su consejo no entre mi alma, a su asamblea no se una mi gloria, porque en su
ira mataron hombres, y en su obstinación desjarretaron bueyes. Maldita su ira
porque es feroz; y su furor porque es cruel.”, ver Génesis 49:3 al 7. Esto
quiere decir que los maldijo, se imagina como se sintió Rubén, Simeón y Levi,
AVERGONZADOS, solo dos se salvaron, es decir que solo a dos de sus doce hijos
los bendijo Israel, y se murió ¿Qué fue lo que hizo Dios? Dice la Palabra en el
libro de Deuteronomio capítulo 33:6 que Moisés bendijo a Rubén y le dijo: “Viva Rubén, y no muera, y no sean pocos
sus hombres.”. Esto quiere decir que el propósito de Dios es bendecir aun a
los que han tenido bajo sus hombros una maldición, por eso te puedo decir con certeza
que nuestro Padre celestial desea destruir las maldiciones y poner su propia
bendición sobre nuestra cabeza, sobre nuestros hombros, sobre nuestro corazón,
sobre nuestras palabras, sobre nuestro cónyuge, sobre nuestros hijos, sobre nuestros
nietos, sobre nuestro hogar, sobre todo lo que nosotros toquemos… Eso es lo que
el Señor quiere, por eso debemos entender que nuestro Padre celestial nos
quiere bendecir, por eso yo como ministro del Señor:
En el nombre de Jesús
te bendigo, porque eso está en el corazón del Señor, aunque alguien ya sean tus
padres u otra persona haya pronunciado, una imprecación, una maldición yo proclamo
una bendición de parte del Señor sobre tu vida, Amén.
Ahora volviendo al
punto, es decir a Gad, quisiera que usted y yo, leyéramos como dice el
versículo 19 del capítulo 49 del libro
de Génesis, en la versión LBLA y RVR 1960.
“A
Gad salteadores lo asaltarán, mas él asaltará su retaguardia”
“Gad,
ejército lo acometerá; Mas él acometerá al fin.”
Sabe que yo creía que
decía este versículo: que era como aquella persona que lo pasan molestando todos
los días y no hacía nada, hasta que ya no aguanta más y los comienza a golpear,
pero en la misericordia del Señor me encontré con esta versión Félix Torres
Amat, que dice: “Gad, armado de todo
punto, irá peleando a la vanguardia de Israel; y él mismo se dispondrá para
volver hacia atrás.”, ver Génesis 49:19, Aleluya.
¿Usted sabe que
quiere decir vanguardia?
Vanguardia es una
palabra que procede del francés Avant-garde el cual es propio del léxico
militar que designa la parte más adelantada de un ejército, es decir la primera
línea, ya sea en exploración o de batalla. Por ejemplo, los doce espías de
Israel así como los dos espías que llegaron a Jericó eran la vanguardia de
Israel, porque iban en una avanzada. Entonces cuando Jacob le está diciendo a
Gad que va a la vanguardia ¿Dónde va? Adelante, pero escuche lo que dice Jacob,
Israel de Gad “…y él mismo se dispondrá
para volverse hacia atrás.”, es decir que va adelante y de repente se
minimiza por temor y se empieza a hacer hacia atrás. Esto quiere decir que los
ministros que proclaman maldiciones son ministros que nuestro Padre celestial
había puesto en primera línea y se vuelven hacia atrás… En otras palabras, lo
que estoy diciendo es que los ministros que se vuelven hacia atrás son como los
diez espías que mandó Moisés a explorar la tierra prometida… aunque sigan
predicando se hicieron para atrás en su convicción de doctrina, en la forma de
vivir y por eso pusieron a la creación en lugar de nuestro Padre celestial y por
eso se llenaron de idolatría, como ser: la avaricia a lo material, al dinero, porque el dinero los
envolvió, ver Colosences 3:5. Y por lo tanto, debe tener presente, que esos ministros nunca
pronunciarán bendiciones sobre el monte Gerizim, porque se volvieron hacia
atrás… Esto me recuerda que en una predica un pastor comentó que un día, cuando
estaba predicando acerca de la fidelidad y de la lealtad, al terminar la
predica se le acercó un hombre robusto llorando y le dijo: yo no sabía, yo no
sabía lo que usted acaba de predicar, hace como un año mi Iglesia se dividió,
la dividió un hombre y yo no supe que problemas tuvo con su pastor pero era
amigo mío y él me dijo que si lo quería apoyar y yo me fui detrás de él y lo
que entró en mi casa ahora lo entiendo, yo no sabía, pero cuándo yo acepté seguirlo por falta de conocimiento lo que entró en mi casa fue un espíritu de división, mi esposa me
abandonó, se fue con otro, mis hijas cayeron en fornicación y se fueron de la
casa, y yo ahora estoy solo ¿Por qué razón? Porque siguió a alguien que lo que daba
eran maldiciones aunque predicaba la Palabra, por eso Jesús dijo: “…las palabras que yo os he hablado son
espíritu y son vida.”, ver Juan 6:63. Esto quiere decir que en una
predicación se puede estar proclamando maldiciones aunque se digan cosas que
estén en la Palabra. Es por eso que en este día el Señor puso en mi espíritu,
que le enseñe acerca de este tema para que usted comprenda y para que usted
logre captar en su espíritu la lealtad, la fidelidad, el honor, el amor, y el
temor que tengo por nuestro Padre celestial, por eso, yo siempre le digo a
usted, que yo no estoy aquí para estarlos motivando y mucho menos para que
usted tenga un evangelio light, es decir ligero, sin compromiso, porque aquí es
todo o nada, pero nosotros vamos por todo, es decir por el conocimiento y por la bendición.
EN CONCLUSIÓN
LA BIBLIA NOS HABLA:
““…yo deseo que tú seas prosperado en todas
las cosas....” (Tercera
de Juan 1:2) RVR 1960
Ahora, podemos
concluir:
Que el evangelio es
de bendición y no para maldición, y que si hay una maldición el Señor dirá como está la cosa, por
eso me permite el privilegio de bendecirlo ¿Sabe porque es un privilegio para mí bendecirlo? Porque
en la medida en que yo lo bendiga a usted el Señor me va bendecir a mí, porque
la voz escrita de Dios Padre dice que cuando el Señor le habló a Abraham le dijo: “Bendiciendo te bendeciré…”, ver
Génesis 22:17 RVA. Quizás alguien se esté diciendo: hermano Juan Carlos Bonilla yo quiero que Dios me
bendiga, SI AMÉN.
Por eso, déjeme leerle
estos versículos que se encuentran en el libro de Números, en el capítulo 6:22
al 27, para que quede bien claro lo que yo les acabo de decir:
“Entonces
habló el Señor a Moisés, diciendo: Habla a Aarón y a sus hijos, y diles: “Así
bendeciréis a los hijos de Israel. Les diréis: El Señor te bendiga y te guarde;
el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; el
Señor alce sobre ti su rostro, y te dé paz. Así invocarán mi nombre sobre los
hijos de Israel,
y yo los bendeciré”
Padre en el nombre de
Jesús te doy gracias por cada uno de los hermanos que están aquí presente y que
están leyendo nuestro Blog. En el nombre de Jesús proclamo una bendición sobre
tu pueblo, porque tú Señor me has levantado como autoridad de ellos
precisamente para capacitarlos, para edificarlos y para bendecirlos… Por eso, yo bendigo sus
hogares, yo bendigo los lomos de los que son padres y de los que van a ser
padres, yo bendigo el trabajo de sus manos y que el trabajo de sus manos sea
próspero, que haya creatividad en las cosas que el Señor quiere que tú hagas… En
el nombre de Jesús, proclamo bendición sobre tu vida, sobre tus hijos, sobre tus
nietos, sobre tus generaciones… yo te bendigo en el nombre de Jesús.
Amén, Amén y Amén
18 de Junio de 2016
Ministerio Familiar Bonilla-Velásquez
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