¿CÓMO ES TU CASA?
LA BIBLIA NOS HABLA:
“Si
el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican...” (Salmos 127:1)
En este día, antes de
comenzar con la enseñanza que el Señor puso en mi espíritu, quisiera comenzar preguntando
y preguntándome ¿Quién nos enseñó a conducir nuestros hogares? ¿Nuestros
padres? ¿Y a nuestros Padres quien les enseñó? ¿Sus padres? ¿Y a sus padres
quien les enseñó? Quizás, algunos de los que están aquí presente obtuvieron la enseñanza
por medio de la voz escrita de Dios Padre. Esto es impresionante, porque una de
las primeras preguntas que el Señor le hizo al primer Adán, fue: “…¿Quién te enseñó...”, ver Génesis
3:11 RVR 1960, ¿Entonces quién nos enseñó a conducir nuestros hogares? Por eso,
usted y yo, debemos tener presente, que las primeras palabras que se mencionan
en la voz escrita de Dios Padre y que usted las ha leído muchas veces, son: “En el principio creó Dios los cielos y la
tierra. Y la tierra estaba sin orden y vacía…”, ver Génesis 1:1 al 2. Si lo
vemos en el hebreo esto se escribe Berashit Bara Elohim Shamayim Erets, y si
sacamos la primer palabra, es decir Berashit, vemos que a su primer letra los
hebreos le dan el significado de Bayith y esta palabra Bayith quiere decir casa
o templo; ahora, en nuestras biblias Bayith se traduce de diferentes maneras, ya
que se le puede decir Beth o Bet, y es de donde surge la palabra compuesta
Bet-Lejem (1035), cuyo significado es: la casa del pan; pero recuerde que
dijimos que esa primer letra significa literalmente casa, entonces esto es lo
impresionante hermano, porque quiere decir que desde el inicio lo que Dios
planificó como ADN de la genética, es decir el génesis del Génesis, es decir la
genética del Génesis, es la idea de tener una casa, una casa para Él, o sea que
Dios pensó: quiero una casa para mí, quiero una casa en donde Yo habite con
ustedes, Aleluya, es por eso que el Señor dijo: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay…”, ver Juan 14:2 RVR
1960, ver Juan 14:2 RVR 1960. Esto quiere decir, en primer lugar: que nuestro
Señor Jesucristo tenía una casa en el cielo, por otro lado nuestro Señor
Jesucristo nos está diciendo que su Padre quiere que usted y yo
repliquemos Su casa en la tierra… y en segundo lugar: que en el cielo hay
familias… Y esto el apóstol Pablo nos lo afirmo cuando
doblo sus “…rodillas ante el Padre de
nuestro Señor Jesucristo.”, y dijo: “de
quien recibe nombre toda familia en el cielo y en la tierra.”, ver Efesios 3:15. Esto quiere
decir que el concepto de casa, que el concepto de familia, no es nuevo, es
eterno (Olam, hebreo o Ayón griego). En otras palabras, lo que estoy diciendo es que el concepto de casa no es un concepto chapado a la antigua.
Y por lo tanto,
debemos tener presente, en primer lugar: que todos nosotros queramos o no, tenemos
una casa… Quizás alguien, ya sea dentro o fuera de esta Iglesia, se esté
diciendo: hermano, yo alquilo; quizás otro se esté diciendo: hermano, yo vivo
arrimado… ¿PERO TIENEN DONDE PASAR LA NOCHE?… y en segundo lugar: que lo que Dios
desea es que usted y yo, analicemos que clase de casa es la que tenemos, para
que logremos distinguir, es decir discernir, si nuestra casa es buena o mala, porque
en la Palabra nos aparecen antítesis de lo que es una buena casa, digamos que una
buena casa sería: Belén, la casa del pan; Betel, la casa del Señor, la casa de
Dios; Betsaida, la casa de la pesca o la casa del creador; Betania, la casa de
la armonía, la casa del pobre, la casa de la misericordia… En otras palabras lo
que estoy diciendo es que nuestro Padre celestial desea que nosotros revisemos
el campamento en que estamos viviendo, porque Él no desea que usted y yo
vivamos encarcelados… en angustias, en aflicciones, en enojos, en engaños, en
divisiones, y mucho menos escapándonos de nuestras responsabilidades… porque lo
que Él desea es que usted y yo vivamos en un oasis lleno de alegría, de paz, de
gozo, de amor, de esperanza, de Fe, de júbilo… para que se cumpla, en primer
lugar, lo que el salmista dijo en el libro de los Salmos, en el capítulo 118:15,
que dice: “Voz de júbilo y de salvación
hay en las tiendas de los justos...”… y en segundo lugar, para que se
cumpla lo que el profeta Hageo profetizo: “…y
llenaré de gloria esta casa…”, ver Hageo 2:7 RVR 1960. Por eso, mejor
abramos la Biblia en el libro de Primera de Crónicas, en el capítulo
2:51, y comencemos…
“Salma, padre de Belén, y Haref, padre de Bet-gader.”
Al estudiar este
versículo, nos damos cuenta, que aparecen dos casas, es decir: Bet-Lejem y Bet-gader,
pero nos vamos a centrar en Bet-gader, porque Bet-gader quiere decir: la casa
de la pared, la casa de la división, la casa de la falta de comunicación… y
esto es la antítesis de lo que nuestro Padre celestial desea para nuestros
hogares… es decir para que haya una buena armonía y comunicación en el hogar.
En otras palabras, lo que estoy diciendo es que los que habitan en la casa de
Bet-gader son familias que han levantado muros entre sí, son familias que no se
comunican entre ellos, es decir que cada uno de sus miembros está por su lado. Y
por lo tanto, padres, familias, debemos tener presente, que la era tecnológica
en que estamos viviendo en la actualidad, puede crear una pared entre nosotros
y nuestros hijos… o mejor dicho una brecha generacional, porque eso será una
siembra y como usted sabe la Palabra dice: “…Dios
no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará.”,
ver Gálatas 6:17 RVR 1995, por otro lado, debemos tener presente, que si
sembramos esa semilla en nuestra familia en estos tiempos, esa siembra no
permitirá que nuestra familia tenga una buena comunicación, porque eso no
permitirá que hablemos el mismo idioma o el mismo lenguaje, por eso nosotros
como padres responsables de nuestros hogares, debemos ir limitando o mejor
dicho, ir formando a nuestros hijos con respecto a este tema, porque eso se
podría convertir en un vicio para su vida… Ejemplo de esto lo podemos ver cuando
vamos a un restaurante, por eso permítame aconsejarle que cuando usted visite
un restaurante con su familia, se tome un tiempo para observar detenidamente a alguna
de las familias y se dará cuenta que mientras ellos comen están
conversando con otros por medio de sus celulares, en vez de estar conversando
entre ellos… ¿Por qué le cuento esto? ¿Para que murmure? ¿Para que chismee?
PUES NO, para que tome conciencia, para que se analice y se evalué con su
familia, para ver si ese muro existe en su hogar, porque esa pared lo único que
le puede acarrear es falta de comunicación y la falta de comunicación le puede
acarrear división y esa división le puede crear una brecha generacional… entre
paréntesis: ¿Sabía usted, que cuando se hizo un análisis con respecto al
teléfono celular se descubrió que este es una de las cosas más sucias que existen?…
porque cuando los analistas analizaron a un grupo de personas, notaron que llevaban
sus celulares a todos lados e incluso hasta al baño a hacer del uno o a hacer del
dos y para colmo dicen los analistas y no YO, que cuando ellos salían del baño
le decían al que tenía a su lado: toma que te quieren hablar. Por lo tanto,
debemos tener presente, que el celular, el iPad, e incluso el
televisor y el trabajo, ya sea secular o espiritual, pueden crear una pared en
la casa.
Y por lo tanto, debe
tener presente hermano, que el objetivo de este tema no es para venir a juzgar
a nadie, sino para que usted y su familia analicen si en su hogar existe esta
pared, es decir: la falta de comunión y comunicación, y si eso existiere debe
tener presente, que la voz escrita de Dios Padre dice: que nuestro Señor
Jesucristo derribó la pared intermedia de enemistad que había entre los judíos
y los gentiles, ver Efesios 2:14. Esto quiere decir que si Cristo Jesús pudo
derribar esa pared intermedia para que Su Iglesia se unificara, cuanto más Él
puede derribar la pared de falta de comunicación en su casa y en mi casa. Por
eso, en este instante, te exhorto a ti amado hermano, que le pidas a nuestro Señor
Jesucristo, que quieres tener mejor comunicación en tu hogar, con tu familia,
es decir: con tu esposa y con tus hijos, dile: Padre celestial yo quiero dejar de
ver la televisión para ponerle mucha mayor atención a mi familia...
¿Cómo es tu casa? ¿Es la casa de la comunicación o es la casa
de la pared?
Ahora, miremos Josué
capítulo 15:27.
“Hazar-gada,
Hesmón, Bet-pelet.”
Beth-pelet es una
palabra compuesta hebrea, que quiere decir: la casa del escape y la casa del
escape, en primer lugar, es la casa de las peleas y de los problemas… Esto me
recuerda que en mi país honduras, una joven, todos los días en su casa solo
miraba problemas y peleas… por eso un día se dijo: ya no aguanto más, me voy a
escapar, voy a formar mi propia casa, entre comillas, porque resultó que a los
pocos días que se escapó con X persona se dio cuenta que era casado, por eso,
ya no podía regresar a su casa ¿Por qué le cuento esto? Para que usted hermano
junto a su cónyuge analicen y evalúen si su casa es la casa del escape y si ese
es el caso, trate diligentemente de cambiar la atmosfera, porque aunque usted
no lo crea, existen hijos que al ver estas situaciones en el hogar piensan que
lo que está sucediendo en casa es por culpa de ellos… y por eso ellos quieren
escapar de su hogar, pero no necesariamente como el ejemplo que le comenté,
sino por medio de las maras, del alcohol, de las drogas… e incluso hay algunos
que llegan a pensar hasta en la muerte, ¿Y esto por qué se da? Porque no hay
comunión, porque no hay comunicación en el hogar… y en segundo lugar, la casa
del escape es la casa que evade las responsabilidades, ya sean de buena
enseñanza, económicas, de liderazgo y de buen juicio… y es más, hasta llegan a
decir algunos: yo confío en tu buen juicio, toma tú las decisiones, mas no
saben ellos que cuando están escapando a una responsabilidad lo que pueden
ocasionar en el hogar son problemas tal como le sucedió a Gedeón, ya sé que
usted lo sabe pero permítame recordarle, que Gedeón después que liberó al
pueblo de Israel de los madianitas, “…los
hombres de Israel…”, le dijeron: gobiérnanos tú, “…Reina sobre nosotros, tú y tus hijos, y también el hijo de tu hijo,
porque nos has librado de la mano de Madián”, claro no era tiempo de los
reyes, pero el punto es que yo creo hermano, que lo que Gedeón les tenía que
haber dicho era: yo no puedo ser su rey, porque el Señor no me lo ha dicho, pero
sí los voy a gobernar, pero como usted sabe lo que él les dijo fue: no los
gobernaré y mucho menos “…reinaré sobre
vosotros, ni tampoco reinará sobre vosotros mi hijo; el Señor reinará sobre vosotros.”,
lo único que necesito es “…que cada uno
de ustedes me dé un zarcillo de su botín…”, para hacerles un efod, y dice
la voz escrita de Dios Padre y no Juan Carlos Bonilla, que por no tomar la responsabilidad que le correspondía, es decir de
gobernar, eso fue motivo de corrupción, de ruina, de lazo, de trampa, de
tropiezo para la casa de Israel y para la casa de Gedeón, ver Jueces 8:22 al 27.
Y por lo tanto, deben
tener presente, que dentro del hogar, es decir en los matrimonios, todos los
problemas se derivan de cuatro pilares básicos, que son: la familia política y
sobre todo si son metiches, la relación íntima, el reconocimiento de autoridad y
el más problemático de los cuatro, el económico. Por eso, debemos tener
presente, que para evitar tener problemas económicos en nuestro hogar, lo óptimo
es hacer un presupuesto de los ingresos de ambos para meterlos a un fondo común
y de ahí empezar a descontar todos los gastos básicos de la casa y de la
familia, de forma que al final lo que queda se pueda prever para otros gastos
no tan básicos pero sí importantes o necesarios; en este punto es importante
considerar que si el presupuesto queda en rojo entonces se debe empezar a ver
que gastos se podrían eliminar o reducir… Quizás alguien se esté diciendo:
hermano yo no trabajo, ¿PERO EN TU CASA TRABAJAS O NO? Solo que no te lo están
remunerando, pero el punto es que los sueldos o el sueldo se debe de poner en
un fondo común, después se deben de sentar ambos, es decir esposo y esposa, para
comenzar a hacer el presupuesto del hogar… yo sé que algunos van a pensar
erróneamente de lo que les voy a decir en este instante, pero los principios
bíblicos son los principios bíblicos y por lo tanto, deben tener presente, en
primer lugar: que el Señor castigó a los israelitas, porque la primera ciudad
que conquistaron en Canaán era de Él y “…Acán,
hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó de las
cosas dedicadas al anatema…”, y por eso Acán y toda su familia fueron
apedreados y después quemados, ver Jueces capítulo 6 y 7… y en segundo lugar: que el
profeta Malaquías dice: “Traigan íntegro
el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa.
Pruébenme en esto dice el Señor Todopoderoso, y vean si no abro las compuertas
del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde.”, ver
Malaquías 3:10 NVI, por otro lado el libro de Génesis, en el capítulo 14:17 al
20, nos muestra que Abram aun siendo gentil, después de derrotar “…a Quedorlaomer y a los reyes que estaban
con él…”, le entrego a Melquisedec, rey de Salem, el diezmo de todo… y esto
el apóstol Pablo en el libro de Hebreos, en el capítulo 7, habla de lo mismo y
es más hasta dice: que en la tierra los “…hombres
mortales reciben el diezmo…”. Esto quiere decir que al momento de hacer el
presupuesto, lo primero que el matrimonio tiene que hacer es apartar el diezmo,
aunque alguno de ellos no sea cristiano, por eso es que la Palabra nos dice: “No formen yunta con los incrédulos. ¿Qué
tienen en común la justicia y la maldad? ¿O qué comunión puede tener la luz con
la oscuridad?”, ver Segunda de Corintios 6:14 NVI, bueno pero este es otro
tema; Entonces una vez que apartan el diezmo pueden comenzar a ver los gastos, pero
ahí tiene que haber un orden, porque hay gente que quiere vestir solo de marca
y vivir en lugares ostentosos y por eso no les queda ni para la comida… Es por
eso que el apóstol Pablo dijo: “…si
tenemos qué comer y con qué cubrirnos, con eso estaremos contentos.”, ver
Primera de Timoteo 6:8. Eso quiere decir que primero debemos de preocuparnos
por lo de adentro y después por lo de afuera. Esto me recuerda a una persona
muy cercana a mi familia extensa en mi país Honduras, que ella se preocupaba
más por vivir en una buena casa, en una buena zona, en tener a sus hijos en
buenos colegios, en conducir buenos coches, en mal gastar al dinero… pero su
refrigeradora permanecía vacía ¿Por qué le cuento esto? Para que usted no
escape de sus responsabilidades y para que no se acostumbre tanto a las cosas superficiales,
porque al final de cuentas, así como usted vino a la tierra así se va a ir con
el Señor, por eso amado hermano recuerda en buscar “…primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas.”, ver Mateo 6:33 RVR 1960, Amén.
Consejo: no escapes a
los problemas y a las responsabilidades del hogar… hazle frente a lo que tienes
que hacerle frente, aunque te den ganas de escapar… por eso pídele al Señor que
te llene de un espíritu de consejo, de discernimiento, de inteligencia, de
entendimiento, de conocimiento y de sabiduría… ver Proverbios 2:3 al 6.
Recuerda, que la Palabra nos dice: “Todo
lo podemos en Cristo que nos fortalece.”, ver Filipenses 4:13 NVI, Gloria a
Dios, Aleluya.
Ahora, miremos Números
capítulo 32:36.
“Bet-nimra
y Bet-arán, ciudades fortificadas, y apriscos para las ovejas.”
En este versículo
podemos ver dos casas, es decir: Bet-nimra, que quiere decir la casa del agua, clara,
cristalina o dulce… por eso nos vamos a centrar en Bet-arán, porque Bet-arán
quiere decir la casa del altanero, la casa del que vuela alto, es decir: la casa
del orgullo y de la soberbia… y es por eso que el que habita en esta casa dice:
todo lo que tengo y todo lo que logré en mi vida es producto de mi esfuerzo… mas
no saben ellos, que la Palabra dice: “El
SEÑOR derribará la casa de los soberbios…”, y además les dice: que “El orgullo del hombre lo humillará…”,
y fue por eso que nuestro Señor Jesucristo dijo: “Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille
será ensalzado.”, ver Proverbios 15:25; Proverbios 29:23 y Lucas 14:11. Y
por lo tanto, debemos tener presente, que esta casa no es del agrado de nuestro
Padre celestial… Por eso, debemos tener presente, que todo lo que nosotros
hacemos es porque Él nos ayudó, pero si hemos hecho algo malo, eso si lo
hicimos nosotros, Él no nos ayudó. En otras palabras, lo que estoy diciendo es
que todo lo bueno que tenemos y que está por venir, es porque nuestro Padre
celestial nos lo regaló sin merecerlo, por eso a Él sea la Gloria y solo a Él
le debemos de agradecer y no a nosotros mismos y mucho menos a ningún santito o
a su madre, y si así lo haces, ten presente, que te sucederá lo mismo que le
sucedió al rey Nabucodonosor… Recuerda, que la Palabra nos dice claramente, en
primer lugar: “Toda buena dádiva y todo
don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no
hay cambio ni sombra de variación.”, ver Santiago 1:17… y en segundo lugar:
“…hay un solo Dios, y también un solo
mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre.”, ver Primera de
Timoteo 2:5, Amén.
Ahora, miremos
Primera de Reyes capítulo 9:17.
“Y
Salomón reconstruyó Gezer y Bet-horón de abajo.”
Bet-horón es una
palabra compuesta hebrea, que quiere decir la casa de la caverna, la casa de la
falsedad, es decir: la casa de la falta de verdad, de autenticidad o de sinceridad,
o mejor dicho la casa de la mentira. Y por lo tanto, debemos tener presente,
que la Palabra dice: “Seis cosas hay que
odia el Señor, y siete son abominación para Él: ojos soberbios, lengua
mentirosa, manos que derraman sangre inocente, un corazón que maquina planes
perversos, pies que corren rápidamente hacia el mal, un testigo falso que dice
mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos.”, ver Proverbios 6:16
al 19. Esto quiere decir que existen prácticas pecaminosas que continuamente
las personas realizan… Y es por eso que nuestro Padre celestial nos muestra por
medio de su Palabra, lo que Él desea que evitemos para que nuestra vida sea
exitosa, ya sea en nuestro hogar, en nuestra Iglesia, en nuestro trabajo, en
nuestra escuela, con nuestros familiares y con nuestras amistades… ¿Por qué razón?
Porque la mentira puede destruir a una persona y esta persona una vez
contaminada puede llegar a destruir a su familia o a su congregación o a sus
amistades… Es por eso que Santiago dijo: “…la
lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros
miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella
misma es inflamada por el infierno.”, ver Santiago 3:6 RVR 1960. Y por lo
tanto, debemos tener presente, que en el seno familiar es donde se debe
comenzar a atacar esta costumbre que se aparta de la verdad, de lo honesto y de
lo lícito… y si no lo haces así, ten presente, en primer lugar: que este mal se
enquistará en el núcleo familiar, ya sea en los hijos o en los cónyuges… y en
segundo lugar: que la mentira hará que el matrimonio pase por
momentos dramáticos de tensión, de dolor y desesperanza, porque destruirá la
comunión, la comunicación y el clima de fe, de paz, de gozo, de amor y de
unidad… Además, deben tener presente, que si la mentira se siembra en el seno
familiar, allí estará el diablo, porque el diablo es el padre de la mentira...
Y esto nuestro Señor Jesucristo nos lo afirma claramente en el libro de Juan,
en el capítulo 8:44 NVI, que dice: “Ustedes
son de su padre, el diablo, cuyos deseos quieren cumplir. Desde el principio
éste ha sido un asesino, y no se mantiene en la verdad, porque no hay verdad en
él. Cuando miente, expresa su propia naturaleza, porque es un mentiroso. ¡Es el
padre de la mentira!”. Y por lo tanto, debemos tener presente, padres y
madres, en primer lugar: que cuando nuestros hijos nos confiesen una mala
acción, no los debemos de regañar. En lugar de eso lo que debemos de hacer es agradecerles
por haber sido honestos al respecto, y llegar juntos a una consecuencia que sea
educativa y favorable para ambos… y en segundo lugar: que en el matrimonio no debe
haber lugar para las mentiras, porque las mentiras destruyen los hogares.
Ahora, miremos Josué
capítulo 15:6.
“Entonces
el límite subía hasta Bet-hogla y seguía al norte de Bet-arabá y subía hasta la
piedra
de Bohán, hijo de Rubén.”
Este versículo nos
muestra claramente dos casas… que son: Bet-hogla, o casa de la perdiz y Bet-arabá,
la casa del desierto, la casa de la infertilidad o del caos (Tohú), porque en
ella habita la dificultad y la desolación o vacío, que provoca el alma, como
ser: la angustia, el dolor y la tristeza… Por lo tanto, debemos saber, que así
como existe un desierto en el sentido físico, así también existe un desierto en
el sentido espiritual ¿Qué es el desierto espiritual? La falta de dinero, de
amor y de las múltiples derrotas y fracasos… Es por eso que nuestro Padre
celestial organiza nuestras vidas cuando nos encontramos en el desierto, pero,
debe tener presente, que el desierto es indispensable para todo aquel que busca
a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque el Señor como buen Padre, lo que
desea es que su hijo se despoje del yo. Ahora ¿Qué nos hace llegar al desierto?
Nuestras actitudes, porque a nuestro Padre celestial le importan nuestras
acciones y nuestras actitudes… como ser: la tolerancia, la gratitud, la sinceridad,
la desconfianza, la hostilidad, la murmuración y las quejas… Y por lo tanto,
debemos tener presente, en primer lugar: que debemos reconocer las malas
actitudes y después de reconocerlas debemos reemplazarlas con las actitudes que
nuestro Padre celestial ha diseñado para que podamos vivir en la Tierra
Prometida… y en segundo lugar: que si no cambiamos las malas actitudes y
preferimos continuar con las murmuraciones y las quejas, el Señor nos mantendrá
en el desierto tal cual como lo hizo con el pueblo de Israel…
Consejo: si tú te has
identificado con esta casa, lo que tienes que hacer es desechar todas las malas
actitudes… y prontamente identificar una buena actitud y adoptarla, porque si
no lo haces así, ten presente hermano, en primer lugar: que siempre estarás
peregrinando como el pueblo de Israel peregrinó por el desierto por cuarenta años…
ver Primera de Corintios capítulo 10… y en segundo lugar hermano: que no existirá una
armonía plena en tu hogar. ¿Y ESO QUIERES?
EN CONCLUSIÓN
LA BIBLIA NOS HABLA:
“…¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!” (Mateo 14:27) RVR 1960
Ahora, podemos
concluir:
Que en este día todos necesitamos escudriñar nuestra casa, nuestro
caminar, para ver si por la casualidad de la casualidades estamos viviendo en
alguna de estas casas, que el Señor por su infinita misericordia nos ha
revelado... y si así fuese el caso, lo que debemos hacer es poner en las manos
del Señor la obra, porque el trabajo de nosotros es mantener la calma y el trabajo del
Señor es hacerla. Es por eso que el salmista dijo: “Echa sobre el Señor tu carga, y Él te sustentará; El nunca permitirá
que el justo sea sacudido.”, Y fue por eso que el apóstol Pedro dijo: “…pongan sus preocupaciones en las manos de
Dios, pues él tiene cuidado de ustedes.”, ver Salmo 55:22 y Primera de
Pedro 5:7 TLA. Por eso, permíteme decirte, que si en este momento las
cosas no están marchando bien en tu hogar, lo lamento y te acompaño en tu dolor,
pero debes saber que el final de la historia no es así, ya que si tú te
conservas en la integridad con el Señor, entonces tu final va a ser de alegría,
tu final va a ser de triunfo, de victoria y de éxito… por eso consérvate fiel
delante del Señor, porque Él jamás ha abandonado o avergonzado a ninguno de los
que confían en Él, Amén.
04 de Junio de 2016
Ministerio Familiar Bonilla-Velásquez
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