¿CÓMO ES TU CASA?

LA BIBLIA NOS HABLA:

“Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican...” (Salmos 127:1)

En este día, antes de comenzar con la enseñanza que el Señor puso en mi espíritu, quisiera comenzar preguntando y preguntándome ¿Quién nos enseñó a conducir nuestros hogares? ¿Nuestros padres? ¿Y a nuestros Padres quien les enseñó? ¿Sus padres? ¿Y a sus padres quien les enseñó? Quizás, algunos de los que están aquí presente obtuvieron la enseñanza por medio de la voz escrita de Dios Padre. Esto es impresionante, porque una de las primeras preguntas que el Señor le hizo al primer Adán, fue: “…¿Quién te enseñó...”, ver Génesis 3:11 RVR 1960, ¿Entonces quién nos enseñó a conducir nuestros hogares? Por eso, usted y yo, debemos tener presente, que las primeras palabras que se mencionan en la voz escrita de Dios Padre y que usted las ha leído muchas veces, son: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba sin orden y vacía…”, ver Génesis 1:1 al 2. Si lo vemos en el hebreo esto se escribe Berashit Bara Elohim Shamayim Erets, y si sacamos la primer palabra, es decir Berashit, vemos que a su primer letra los hebreos le dan el significado de Bayith y esta palabra Bayith quiere decir casa o templo; ahora, en nuestras biblias Bayith se traduce de diferentes maneras, ya que se le puede decir Beth o Bet, y es de donde surge la palabra compuesta Bet-Lejem (1035), cuyo significado es: la casa del pan; pero recuerde que dijimos que esa primer letra significa literalmente casa, entonces esto es lo impresionante hermano, porque quiere decir que desde el inicio lo que Dios planificó como ADN de la genética, es decir el génesis del Génesis, es decir la genética del Génesis, es la idea de tener una casa, una casa para Él, o sea que Dios pensó: quiero una casa para mí, quiero una casa en donde Yo habite con ustedes, Aleluya, es por eso que el Señor dijo: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay…”, ver Juan 14:2 RVR 1960, ver Juan 14:2 RVR 1960. Esto quiere decir, en primer lugar: que nuestro Señor Jesucristo tenía una casa en el cielo, por otro lado nuestro Señor Jesucristo nos está diciendo que su Padre quiere que usted y yo repliquemos Su casa en la tierra… y en segundo lugar: que en el cielo hay familias… Y esto el apóstol Pablo nos lo afirmo cuando doblo sus “…rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo.”, y dijo: “de quien recibe nombre toda familia en el cielo y en la tierra.”, ver Efesios 3:15. Esto quiere decir que el concepto de casa, que el concepto de familia, no es nuevo, es eterno (Olam, hebreo o Ayón griego). En otras palabras, lo que estoy diciendo es que el concepto de casa no es un concepto chapado a la antigua.

Y por lo tanto, debemos tener presente, en primer lugar: que todos nosotros queramos o no, tenemos una casa… Quizás alguien, ya sea dentro o fuera de esta Iglesia, se esté diciendo: hermano, yo alquilo; quizás otro se esté diciendo: hermano, yo vivo arrimado… ¿PERO TIENEN DONDE PASAR LA NOCHE?… y en segundo lugar: que lo que Dios desea es que usted y yo, analicemos que clase de casa es la que tenemos, para que logremos distinguir, es decir discernir, si nuestra casa es buena o mala, porque en la Palabra nos aparecen antítesis de lo que es una buena casa, digamos que una buena casa sería: Belén, la casa del pan; Betel, la casa del Señor, la casa de Dios; Betsaida, la casa de la pesca o la casa del creador; Betania, la casa de la armonía, la casa del pobre, la casa de la misericordia… En otras palabras lo que estoy diciendo es que nuestro Padre celestial desea que nosotros revisemos el campamento en que estamos viviendo, porque Él no desea que usted y yo vivamos encarcelados… en angustias, en aflicciones, en enojos, en engaños, en divisiones, y mucho menos escapándonos de nuestras responsabilidades… porque lo que Él desea es que usted y yo vivamos en un oasis lleno de alegría, de paz, de gozo, de amor, de esperanza, de Fe, de júbilo… para que se cumpla, en primer lugar, lo que el salmista dijo en el libro de los Salmos, en el capítulo 118:15, que dice: “Voz de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los justos...”… y en segundo lugar, para que se cumpla lo que el profeta Hageo profetizo: “…y llenaré de gloria esta casa…”, ver Hageo 2:7 RVR 1960. Por eso, mejor abramos la Biblia en el libro de Primera de Crónicas, en el capítulo 2:51, y comencemos…

“Salma, padre de Belén, y Haref, padre de Bet-gader.”

Al estudiar este versículo, nos damos cuenta, que aparecen dos casas, es decir: Bet-Lejem y Bet-gader, pero nos vamos a centrar en Bet-gader, porque Bet-gader quiere decir: la casa de la pared, la casa de la división, la casa de la falta de comunicación… y esto es la antítesis de lo que nuestro Padre celestial desea para nuestros hogares… es decir para que haya una buena armonía y comunicación en el hogar. En otras palabras, lo que estoy diciendo es que los que habitan en la casa de Bet-gader son familias que han levantado muros entre sí, son familias que no se comunican entre ellos, es decir que cada uno de sus miembros está por su lado. Y por lo tanto, padres, familias, debemos tener presente, que la era tecnológica en que estamos viviendo en la actualidad, puede crear una pared entre nosotros y nuestros hijos… o mejor dicho una brecha generacional, porque eso será una siembra y como usted sabe la Palabra dice: “…Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará.”, ver Gálatas 6:17 RVR 1995, por otro lado, debemos tener presente, que si sembramos esa semilla en nuestra familia en estos tiempos, esa siembra no permitirá que nuestra familia tenga una buena comunicación, porque eso no permitirá que hablemos el mismo idioma o el mismo lenguaje, por eso nosotros como padres responsables de nuestros hogares, debemos ir limitando o mejor dicho, ir formando a nuestros hijos con respecto a este tema, porque eso se podría convertir en un vicio para su vida… Ejemplo de esto lo podemos ver cuando vamos a un restaurante, por eso permítame aconsejarle que cuando usted visite un restaurante con su familia, se tome un tiempo para observar detenidamente a alguna de las familias y se dará cuenta que mientras ellos comen están conversando con otros por medio de sus celulares, en vez de estar conversando entre ellos… ¿Por qué le cuento esto? ¿Para que murmure? ¿Para que chismee? PUES NO, para que tome conciencia, para que se analice y se evalué con su familia, para ver si ese muro existe en su hogar, porque esa pared lo único que le puede acarrear es falta de comunicación y la falta de comunicación le puede acarrear división y esa división le puede crear una brecha generacional… entre paréntesis: ¿Sabía usted, que cuando se hizo un análisis con respecto al teléfono celular se descubrió que este es una de las cosas más sucias que existen?… porque cuando los analistas analizaron a un grupo de personas, notaron que llevaban sus celulares a todos lados e incluso hasta al baño a hacer del uno o a hacer del dos y para colmo dicen los analistas y no YO, que cuando ellos salían del baño le decían al que tenía a su lado: toma que te quieren hablar. Por lo tanto, debemos tener presente, que el celular, el iPad, e incluso el televisor y el trabajo, ya sea secular o espiritual, pueden crear una pared en la casa. 

Y por lo tanto, debe tener presente hermano, que el objetivo de este tema no es para venir a juzgar a nadie, sino para que usted y su familia analicen si en su hogar existe esta pared, es decir: la falta de comunión y comunicación, y si eso existiere debe tener presente, que la voz escrita de Dios Padre dice: que nuestro Señor Jesucristo derribó la pared intermedia de enemistad que había entre los judíos y los gentiles, ver Efesios 2:14. Esto quiere decir que si Cristo Jesús pudo derribar esa pared intermedia para que Su Iglesia se unificara, cuanto más Él puede derribar la pared de falta de comunicación en su casa y en mi casa. Por eso, en este instante, te exhorto a ti amado hermano, que le pidas a nuestro Señor Jesucristo, que quieres tener mejor comunicación en tu hogar, con tu familia, es decir: con tu esposa y con tus hijos, dile: Padre celestial yo quiero dejar de ver la televisión para ponerle mucha mayor atención a mi familia...

¿Cómo es tu casa?   ¿Es la casa de la comunicación o es la casa de la pared?

Ahora, miremos Josué capítulo 15:27.

“Hazar-gada, Hesmón, Bet-pelet.”

Beth-pelet es una palabra compuesta hebrea, que quiere decir: la casa del escape y la casa del escape, en primer lugar, es la casa de las peleas y de los problemas… Esto me recuerda que en mi país honduras, una joven, todos los días en su casa solo miraba problemas y peleas… por eso un día se dijo: ya no aguanto más, me voy a escapar, voy a formar mi propia casa, entre comillas, porque resultó que a los pocos días que se escapó con X persona se dio cuenta que era casado, por eso, ya no podía regresar a su casa ¿Por qué le cuento esto? Para que usted hermano junto a su cónyuge analicen y evalúen si su casa es la casa del escape y si ese es el caso, trate diligentemente de cambiar la atmosfera, porque aunque usted no lo crea, existen hijos que al ver estas situaciones en el hogar piensan que lo que está sucediendo en casa es por culpa de ellos… y por eso ellos quieren escapar de su hogar, pero no necesariamente como el ejemplo que le comenté, sino por medio de las maras, del alcohol, de las drogas… e incluso hay algunos que llegan a pensar hasta en la muerte, ¿Y esto por qué se da? Porque no hay comunión, porque no hay comunicación en el hogar… y en segundo lugar, la casa del escape es la casa que evade las responsabilidades, ya sean de buena enseñanza, económicas, de liderazgo y de buen juicio… y es más, hasta llegan a decir algunos: yo confío en tu buen juicio, toma tú las decisiones, mas no saben ellos que cuando están escapando a una responsabilidad lo que pueden ocasionar en el hogar son problemas tal como le sucedió a Gedeón, ya sé que usted lo sabe pero permítame recordarle, que Gedeón después que liberó al pueblo de Israel de los madianitas, “…los hombres de Israel…”, le dijeron: gobiérnanos tú, “…Reina sobre nosotros, tú y tus hijos, y también el hijo de tu hijo, porque nos has librado de la mano de Madián”, claro no era tiempo de los reyes, pero el punto es que yo creo hermano, que lo que Gedeón les tenía que haber dicho era: yo no puedo ser su rey, porque el Señor no me lo ha dicho, pero sí los voy a gobernar, pero como usted sabe lo que él les dijo fue: no los gobernaré y mucho menos “…reinaré sobre vosotros, ni tampoco reinará sobre vosotros mi hijo; el Señor reinará sobre vosotros.”, lo único que necesito es “…que cada uno de ustedes me dé un zarcillo de su botín…”, para hacerles un efod, y dice la voz escrita de Dios Padre y no Juan Carlos Bonilla, que por no tomar la responsabilidad que le correspondía, es decir de gobernar, eso fue motivo de corrupción, de ruina, de lazo, de trampa, de tropiezo para la casa de Israel y para la casa de Gedeón, ver Jueces 8:22 al 27.

Y por lo tanto, deben tener presente, que dentro del hogar, es decir en los matrimonios, todos los problemas se derivan de cuatro pilares básicos, que son: la familia política y sobre todo si son metiches, la relación íntima, el reconocimiento de autoridad y el más problemático de los cuatro, el económico. Por eso, debemos tener presente, que para evitar tener problemas económicos en nuestro hogar, lo óptimo es hacer un presupuesto de los ingresos de ambos para meterlos a un fondo común y de ahí empezar a descontar todos los gastos básicos de la casa y de la familia, de forma que al final lo que queda se pueda prever para otros gastos no tan básicos pero sí importantes o necesarios; en este punto es importante considerar que si el presupuesto queda en rojo entonces se debe empezar a ver que gastos se podrían eliminar o reducir… Quizás alguien se esté diciendo: hermano yo no trabajo, ¿PERO EN TU CASA TRABAJAS O NO? Solo que no te lo están remunerando, pero el punto es que los sueldos o el sueldo se debe de poner en un fondo común, después se deben de sentar ambos, es decir esposo y esposa, para comenzar a hacer el presupuesto del hogar… yo sé que algunos van a pensar erróneamente de lo que les voy a decir en este instante, pero los principios bíblicos son los principios bíblicos y por lo tanto, deben tener presente, en primer lugar: que el Señor castigó a los israelitas, porque la primera ciudad que conquistaron en Canaán era de Él y “…Acán, hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó de las cosas dedicadas al anatema…”, y por eso Acán y toda su familia fueron apedreados y después quemados, ver Jueces capítulo 6 y 7… y en segundo lugar: que el profeta Malaquías dice: “Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto dice el Señor Todopoderoso, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde.”, ver Malaquías 3:10 NVI, por otro lado el libro de Génesis, en el capítulo 14:17 al 20, nos muestra que Abram aun siendo gentil, después de derrotar “…a Quedorlaomer y a los reyes que estaban con él…”, le entrego a Melquisedec, rey de Salem, el diezmo de todo… y esto el apóstol Pablo en el libro de Hebreos, en el capítulo 7, habla de lo mismo y es más hasta dice: que en la tierra los “…hombres mortales reciben el diezmo…”. Esto quiere decir que al momento de hacer el presupuesto, lo primero que el matrimonio tiene que hacer es apartar el diezmo, aunque alguno de ellos no sea cristiano, por eso es que la Palabra nos dice: “No formen yunta con los incrédulos. ¿Qué tienen en común la justicia y la maldad? ¿O qué comunión puede tener la luz con la oscuridad?”, ver Segunda de Corintios 6:14 NVI, bueno pero este es otro tema; Entonces una vez que apartan el diezmo pueden comenzar a ver los gastos, pero ahí tiene que haber un orden, porque hay gente que quiere vestir solo de marca y vivir en lugares ostentosos y por eso no les queda ni para la comida… Es por eso que el apóstol Pablo dijo: “…si tenemos qué comer y con qué cubrirnos, con eso estaremos contentos.”, ver Primera de Timoteo 6:8. Eso quiere decir que primero debemos de preocuparnos por lo de adentro y después por lo de afuera. Esto me recuerda a una persona muy cercana a mi familia extensa en mi país Honduras, que ella se preocupaba más por vivir en una buena casa, en una buena zona, en tener a sus hijos en buenos colegios, en conducir buenos coches, en mal gastar al dinero… pero su refrigeradora permanecía vacía ¿Por qué le cuento esto? Para que usted no escape de sus responsabilidades y para que no se acostumbre tanto a las cosas superficiales, porque al final de cuentas, así como usted vino a la tierra así se va a ir con el Señor, por eso amado hermano recuerda en buscar “…primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”, ver Mateo 6:33 RVR 1960, Amén.

Consejo: no escapes a los problemas y a las responsabilidades del hogar… hazle frente a lo que tienes que hacerle frente, aunque te den ganas de escapar… por eso pídele al Señor que te llene de un espíritu de consejo, de discernimiento, de inteligencia, de entendimiento, de conocimiento y de sabiduría… ver Proverbios 2:3 al 6. Recuerda, que la Palabra nos dice: “Todo lo podemos en Cristo que nos fortalece.”, ver Filipenses 4:13 NVI, Gloria a Dios, Aleluya.

Ahora, miremos Números capítulo 32:36.

“Bet-nimra y Bet-arán, ciudades fortificadas, y apriscos para las ovejas.”

En este versículo podemos ver dos casas, es decir: Bet-nimra, que quiere decir la casa del agua, clara, cristalina o dulce… por eso nos vamos a centrar en Bet-arán, porque Bet-arán quiere decir la casa del altanero, la casa del que vuela alto, es decir: la casa del orgullo y de la soberbia… y es por eso que el que habita en esta casa dice: todo lo que tengo y todo lo que logré en mi vida es producto de mi esfuerzo… mas no saben ellos, que la Palabra dice: “El SEÑOR derribará la casa de los soberbios…”, y además les dice: que “El orgullo del hombre lo humillará…”, y fue por eso que nuestro Señor Jesucristo dijo: “Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille será ensalzado.”, ver Proverbios 15:25; Proverbios 29:23 y Lucas 14:11. Y por lo tanto, debemos tener presente, que esta casa no es del agrado de nuestro Padre celestial… Por eso, debemos tener presente, que todo lo que nosotros hacemos es porque Él nos ayudó, pero si hemos hecho algo malo, eso si lo hicimos nosotros, Él no nos ayudó. En otras palabras, lo que estoy diciendo es que todo lo bueno que tenemos y que está por venir, es porque nuestro Padre celestial nos lo regaló sin merecerlo, por eso a Él sea la Gloria y solo a Él le debemos de agradecer y no a nosotros mismos y mucho menos a ningún santito o a su madre, y si así lo haces, ten presente, que te sucederá lo mismo que le sucedió al rey Nabucodonosor… Recuerda, que la Palabra nos dice claramente, en primer lugar: “Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación.”, ver Santiago 1:17… y en segundo lugar: “…hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre.”, ver Primera de Timoteo 2:5, Amén.

Ahora, miremos Primera de Reyes capítulo 9:17.

“Y Salomón reconstruyó Gezer y Bet-horón de abajo.”

Bet-horón es una palabra compuesta hebrea, que quiere decir la casa de la caverna, la casa de la falsedad, es decir: la casa de la falta de verdad, de autenticidad o de sinceridad, o mejor dicho la casa de la mentira. Y por lo tanto, debemos tener presente, que la Palabra dice: “Seis cosas hay que odia el Señor, y siete son abominación para Él: ojos soberbios, lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente, un corazón que maquina planes perversos, pies que corren rápidamente hacia el mal, un testigo falso que dice mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos.”, ver Proverbios 6:16 al 19. Esto quiere decir que existen prácticas pecaminosas que continuamente las personas realizan… Y es por eso que nuestro Padre celestial nos muestra por medio de su Palabra, lo que Él desea que evitemos para que nuestra vida sea exitosa, ya sea en nuestro hogar, en nuestra Iglesia, en nuestro trabajo, en nuestra escuela, con nuestros familiares y con nuestras amistades… ¿Por qué razón? Porque la mentira puede destruir a una persona y esta persona una vez contaminada puede llegar a destruir a su familia o a su congregación o a sus amistades… Es por eso que Santiago dijo: “…la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.”, ver Santiago 3:6 RVR 1960. Y por lo tanto, debemos tener presente, que en el seno familiar es donde se debe comenzar a atacar esta costumbre que se aparta de la verdad, de lo honesto y de lo lícito… y si no lo haces así, ten presente, en primer lugar: que este mal se enquistará en el núcleo familiar, ya sea en los hijos o en los cónyuges… y en segundo lugar: que la mentira hará que el matrimonio pase por momentos dramáticos de tensión, de dolor y desesperanza, porque destruirá la comunión, la comunicación y el clima de fe, de paz, de gozo, de amor y de unidad… Además, deben tener presente, que si la mentira se siembra en el seno familiar, allí estará el diablo, porque el diablo es el padre de la mentira... Y esto nuestro Señor Jesucristo nos lo afirma claramente en el libro de Juan, en el capítulo 8:44 NVI, que dice: “Ustedes son de su padre, el diablo, cuyos deseos quieren cumplir. Desde el principio éste ha sido un asesino, y no se mantiene en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, expresa su propia naturaleza, porque es un mentiroso. ¡Es el padre de la mentira!”. Y por lo tanto, debemos tener presente, padres y madres, en primer lugar: que cuando nuestros hijos nos confiesen una mala acción, no los debemos de regañar. En lugar de eso lo que debemos de hacer es agradecerles por haber sido honestos al respecto, y llegar juntos a una consecuencia que sea educativa y favorable para ambos… y en segundo lugar: que en el matrimonio no debe haber lugar para las mentiras, porque las mentiras destruyen los hogares.

Ahora, miremos Josué capítulo 15:6.

“Entonces el límite subía hasta Bet-hogla y seguía al norte de Bet-arabá y subía hasta la piedra 
de Bohán, hijo de Rubén.”

Este versículo nos muestra claramente dos casas… que son: Bet-hogla, o casa de la perdiz y Bet-arabá, la casa del desierto, la casa de la infertilidad o del caos (Tohú), porque en ella habita la dificultad y la desolación o vacío, que provoca el alma, como ser: la angustia, el dolor y la tristeza… Por lo tanto, debemos saber, que así como existe un desierto en el sentido físico, así también existe un desierto en el sentido espiritual ¿Qué es el desierto espiritual? La falta de dinero, de amor y de las múltiples derrotas y fracasos… Es por eso que nuestro Padre celestial organiza nuestras vidas cuando nos encontramos en el desierto, pero, debe tener presente, que el desierto es indispensable para todo aquel que busca a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque el Señor como buen Padre, lo que desea es que su hijo se despoje del yo. Ahora ¿Qué nos hace llegar al desierto? Nuestras actitudes, porque a nuestro Padre celestial le importan nuestras acciones y nuestras actitudes… como ser: la tolerancia, la gratitud, la sinceridad, la desconfianza, la hostilidad, la murmuración y las quejas… Y por lo tanto, debemos tener presente, en primer lugar: que debemos reconocer las malas actitudes y después de reconocerlas debemos reemplazarlas con las actitudes que nuestro Padre celestial ha diseñado para que podamos vivir en la Tierra Prometida… y en segundo lugar: que si no cambiamos las malas actitudes y preferimos continuar con las murmuraciones y las quejas, el Señor nos mantendrá en el desierto tal cual como lo hizo con el pueblo de Israel…

Consejo: si tú te has identificado con esta casa, lo que tienes que hacer es desechar todas las malas actitudes… y prontamente identificar una buena actitud y adoptarla, porque si no lo haces así, ten presente hermano, en primer lugar: que siempre estarás peregrinando como el pueblo de Israel peregrinó por el desierto por cuarenta años… ver Primera de Corintios capítulo 10… y en segundo lugar hermano: que no existirá una armonía plena en tu hogar. ¿Y ESO QUIERES? 

EN CONCLUSIÓN

LA BIBLIA NOS HABLA:

 “…¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!” (Mateo 14:27) RVR 1960

Ahora, podemos concluir:

Que en este día todos necesitamos escudriñar nuestra casa, nuestro caminar, para ver si por la casualidad de la casualidades estamos viviendo en alguna de estas casas, que el Señor por su infinita misericordia nos ha revelado... y si así fuese el caso, lo que debemos hacer es poner en las manos del Señor la obra, porque el trabajo de nosotros es mantener la calma y el trabajo del Señor es hacerla. Es por eso que el salmista dijo: “Echa sobre el Señor tu carga, y Él te sustentará; El nunca permitirá que el justo sea sacudido.”, Y fue por eso que el apóstol Pedro dijo: “…pongan sus preocupaciones en las manos de Dios, pues él tiene cuidado de ustedes.”, ver Salmo 55:22 y Primera de Pedro 5:7 TLA. Por eso, permíteme decirte, que si en este momento las cosas no están marchando bien en tu hogar, lo lamento y te acompaño en tu dolor, pero debes saber que el final de la historia no es así, ya que si tú te conservas en la integridad con el Señor, entonces tu final va a ser de alegría, tu final va a ser de triunfo, de victoria y de éxito… por eso consérvate fiel delante del Señor, porque Él jamás ha abandonado o avergonzado a ninguno de los que confían en Él, Amén.


04 de Junio de 2016
Ministerio Familiar Bonilla-Velásquez                        

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