EL CONOCIMIENTO EL VALOR, PARTE II
LA BIBLIA NOS HABLA:
“Perece
mi pueblo por falta de conocimiento; por haber rechazado tú el conocimiento, te
rechazaré yo a ti de mi sacerdocio; por haber olvidado tú la ley de tu Dios, yo
me olvidaré también de tus hijos.”
(Oseas
4:6) NACAR COLUNGA
La semana pasada,
comenzamos a enseñar acerca del conocimiento que todo buen cristiano debería conocer…
porque si queremos llegar “…a la
condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de
Cristo.”, ver Efesios 4:13, es necesario, es básico, es primordial que alcancemos
la Epignosis… es decir: que debemos trasvasar de la Gnosis a la Epignosis, es
decir: del conocimiento humano a la revelación que va más allá… es decir: de
Betel a Peniel, es decir: DE LA CASA DE DIOS al ROSTRO DE DIOS. Ejemplo de esto
lo podemos ver en Jacob, el hijo de Isaac, el nieto de Abraham, porque dice la
Palabra que en Betel se llamaba Jacob y en Peniel se llama Israel; en Betel él estaba
huyendo de su hermano y en Peniel se reconcilia con su hermano Esaú; en Betel se
encuentra con Dios en su casa, mientras que en Peniel el encuentro es personal,
es un encuentro cara a cara con Dios; en Betel él podía caminar gallardamente,
pero en Peniel ya no puede caminar con elegancia y por eso se tiene que apoyar
en un bastón hasta los días de su muerte, y es más, dice la voz escrita de Dios
Padre, que Israel cuando ya estaba por morir “…bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyado sobre el
extremo de su bordón.”, ver Hebreos 11:21 RVR 1960. Esto es bien impresionante
hermano, porque nos habla de dos etapas, es decir: de nuestro verdor y de nuestra
madurez, o sea de nuestra juventud y de nuestra senectud (vejez, ancianidad),
espiritualmente hablando. En otras palabras, lo que estoy diciendo es que esos
dos estadios no se pueden lograr el uno sin el otro, es decir: que no se puede
llegar a estar maduro si un día no se estuvo verde. Ejemplo de esto lo podemos
ver en primer lugar: en el capítulo uno y en el capítulo ocho del libro del
Cantar de los Cantares con la amada, ya que en el primer capítulo ella no tenía
identidad, ella estaba amargada, ella solo se preocupaba por sí misma y por eso
ella tenía ciertas rivalidades con sus hermanos… en cambió en el capítulo ocho,
ella ya no está amargada, ella ya no tiene rivalidades, porque ya encontró su verdadera
identidad… y es por eso que le dice a su amado: “!!Oh, si tú fueras como un hermano mío Que mamó los pechos de mi
madre!”, porque “Yo soy muro, y mis pechos
como torres…”, y “Mi viña, que es
mía, está delante de mí…”, por eso “Apresúrate,
amado mío…”, ver Cantares 8:1,10, 12 y 14 RVR 1960... y en segundo lugar:
que cuando vemos al padre de la Fe en su primer estadio se llamaba Abram, que
quiere decir: padre enaltecido y fue por eso que él diezmo y por eso Melquisedec,
el rey de Salem, el sacerdote del Dios Altísimo le dio pan, vino y bendición, en
cambio cuando trasvasó a su segundo estadio Dios lo nombró
Abraham, que quiere decir: padre de multitudes… y fue por eso que Abraham dio
en ofrenda a su único hijo, el de la promesa, y por eso el Señor le dio esta
promesa “…por cuanto has hecho esto y no
me has rehusado tu hijo, tu único.”, en este mismo monte yo te voy a dar a ti
y a toda tu descendencia que será como “…las
estrellas del cielo y como la arena en la orilla del mar…”, a mi hijo único,
y por eso todos tus descendientes serán llamados hijos de Abraham, hijos de la
Fe, hijos de Dios, ver Romanos 4:13 al 17 y Gálatas 3:26, ¡Y AQUÍ ESTAMOS NOSOTROS!
Gloria a Dios, Aleluya.
Esto nos deja ver, en
primer lugar: que el conocimiento humano es extraordinario… y en segundo lugar
hermano: que es necesario que continuemos avanzando para alcanzar por la gracia
de Dios, la Epignosis, es decir: el conocimiento que llega más allá… En otras
palabras, lo que estoy tratando de decirle es que nosotros debemos de buscar la
revelación de Dios, porque si no lo hacemos así nos podría suceder lo que les
sucedió a los del libro de Romanos capítulo 1:22 hasta el 28, que hasta cambian
el uso normal de su cuerpo, porque “A
pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron
gracias, sino que se extraviaron en sus inútiles razonamientos, y se les
oscureció su insensato corazón.”, ver Romanos 1:21 NVI. Ejemplo de esto lo
podemos ver en la voz escrita de Dios Padre con nuestros antepasados que no
tuvieron el conocimiento pleno de Dios y por eso terminaron dándole gloria al
sol y si usted se da cuenta del sol proviene toda la vida de la tierra, ya que
por medio de la fotosíntesis las plantas reciben energía y los animales
herbívoros comen de ahí y al comer de ahí están absorbiendo la energía del sol
que dan las plantas y gracias a eso nosotros nos comemos a la vaca que se comió
la energía del sol a través de las plantas… Esto es Gnosis, conocimiento
humano, pero ahora viene la Epignosis, es decir: el conocimiento que va más
allá… es decir: la revelación ¿Cuántos quieren revelación? Esto es necesario,
la revelación es necesaria, por eso no basta solamente con venir al culto a oír
un mensaje medio aburrido o medio alegre para que pasemos un momento religioso
y creyendo que ya cumplimos… Por lo tanto, debemos tener presente, que la
Epignosis nos lleva más allá del desierto, porque hace que nos estremezcamos,
porque hace que cambiemos nuestra vana manera de vivir… yo no sé a quién le
haya pasado esto, pero a mí me pasó, me lo encontré, o mejor dicho me encontró,
porque ya no pude ser igual ¡CRÉAME HERMANO! no se puede ser igual, porque nuestro
Padre celestial siempre hace algo, porque nuestro Señor Jesucristo siempre sale
al encuentro con una revelación, con una Epignosis, que bueno que me encontré
con el Señor, que bueno que el Señor cambió mi vieja naturaleza, que bueno que
tu aceptaste a Cristo Jesús como tu Señor y Salvador, que bueno que lloraste por
dos horas, que bueno que cambiaste, ya sea dejando de robar, de mentir, de
murmurar, de calumniar, de fornicar, de adulterar… pero eso no es el evangelio,
eso no es el nuevo estilo de vida… porque yo conozco a personas que no mienten,
que no murmuran, que no beben, que no mujerean y no son cristianos y por eso se
van a ir bien sanos al infierno… Y fue por eso que nuestro Señor Jesucristo le
dijo a los fariseos: “…De cierto os
digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de
Dios.”, ver Mateo 21:31 RVR 1960, ¿Por qué? Porque tuvieron un encuentro
cara a cara con Dios y se enamoraron tanto de Él, que no se desviaron a la
derecha ni a la izquierda. Esto quiere decir que existen cristianos que
verdaderamente se encontraron con Cristo y han alcanzado un cambio que va de
aumento en aumento. Y por lo tanto, debemos tener presente, que este cambio no
es para que nos detengamos porque el conocimiento de nuestro Padre celestial no
tiene fin y si Él nos permite seguir avanzando en ese conocimiento debemos
estar eternamente agradecidos con nuestro Señor Jesucristo.
Por eso, debemos
tener presente, que una de las de las formas para saber si hemos llegado a la
Epignosis, es manifestada cuando dejamos de hacer discriminación en cualquier
ambiente, es decir: social, racial, sexual, intelectual, religiosa o económica…
porque la Epignosis es el AMOR DE DIOS. Y fue por eso que el apóstol Pablo dijo: “En
esta nueva naturaleza no hay griego ni judío, circunciso ni incircunciso, culto
ni inculto, esclavo ni libre, sino que Cristo es todo y está en todos.”,
ver Colosenses 3:11 NVI.
Entonces, ya que
hemos comprendido que la Epignosis nos ayuda a avanzar más allá en el
conocimiento… Ahora la cuestión está en conseguirla, por eso en esta hora con
la ayuda del Señor yo quiero enseñarle a usted hermano, como la podemos obtener…
Por eso, abramos nuestras Biblias en el libro de Efesios, en el capítulo 1:17
RVR 1960, para continuar…
“para
que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de
sabiduría y de revelación en el conocimiento de él.”
Esto quiere decir que usted y yo debemos conocer la profundidad de Dios, pero esto no se
puede sin un espíritu de revelación… porque solo así podremos comprender todo
lo profundo del espíritu, porque hasta la Torah comienza con una visión
histórica y termina con una visión futurista... En otras palabras, lo que estoy
diciendo es que todo lo que está en la Palabra tiene cuatro
niveles de interpretación según el hebreo, y son:
1.- Peshat, es el
nivel más sencillo, es decir: lo superficial, lo literal, como se lee, y es
para las multitudes… Este nivel aparece en el evangelio de Marcos y ahí aparece
Jesús como siervo.
2.- Remez, es el
nivel analógico, es el nivel en que se comienza a enseñar en alegorías (hablar
figuradamente, es decir: el árbol es = al hombre), y es para los discípulos,
para la nación… Este nivel aparece en el evangelio de Lucas y ahí aparece Jesús
como hombre.
3.- Drosh, es el
nivel parabólico, es el nivel de exploración porque nos habla en alegorías y
escatología, es decir: que nos habla por medio de la revelación de las
parábolas... Y fue por eso que el salmista dijo: “Abriré mi boca en parábolas; evocaré las cosas escondidas (rompecabezas,
enigmas y secretos), del pasado.”,
ver Salmos 78:2 RVA 2015. Y por eso “…habló
Jesús en parábolas a las multitudes…”, ver Mateo 13:34, y por eso es para los reyes… Este nivel aparece en el evangelio de Mateo y ahí
aparece Jesús como rey.
4.- Sod o Shod, es el
nivel más profundo, es lo espiritual, es decir: que este es el nivel que nos
levanta a lugares celestiales, porque nos revela el significado oculto, secreto
o místico de un versículo bíblico, porque nos muestra las profundidades, y es para los sacerdotes… es decir: para usted
y para mi hermano, porque la Palabra dice: que el Señor “…nos ha hecho reyes y sacerdotes para Dios y su Padre…”, ver
Apocalipsis 1:6 RVA. Este nivel aparece en el evangelio de Juan y ahí aparece Jesús
como Dios.
Ahora, volviendo al
punto, podemos ver que es necesario seguir avanzando en la Epignosis, es decir:
en ese conocimiento pleno, es decir: en la revelación divina, en primer lugar,
porque nosotros no ocupamos una explicación humana, es decir: la Gnosis… y en
segundo lugar hermano, porque nosotros necesitamos del conocimiento que va más
allá del que se tiene teológicamente. Es por eso que yo no puedo comprender a los
teólogos que dicen: que para que una doctrina sea genuina debe aparecer en el
Antiguo Testamento, debe haber sido mencionado por nuestro Señor Jesucristo en
los evangelios, debe haberse visto en acción en el libro de los Hechos de los apóstoles
y por ultimo debe ser confirmada en las epístolas… NO LO COMPRENDO, porque cuando
escudriñamos en la voz escrita de Dios Padre nos damos cuenta que la palabra
griega Epignosis no aparece en todo el Antiguo Testamento, no aparece en
ninguno de los evangelios, no aparece en el libro de los Hechos y solo aparece
en las epístolas... Cuatro veces la menciona el apóstol Pedro y el resto las
menciona el apóstol Pablo ¿Entonces dónde quedó el establecimiento de esa
Epignosis? ¡EN NINGÚN LADO! Esto quiere decir hermano, que la Epignosis tiene
que ser por revelación. Claro, los parámetros deben ser los bíblicos, porque si
no podríamos caer en la blasfemia y la blasfemia nos podría conducir a la herejía
y la herejía nos podría conducir a la apostasía, ya sea irreversible o
reversible como la de Pedro, el apóstol, ver Lucas 22:34 y 61. Entonces, es
necesario que “…nuestro Señor
Jesucristo, el Padre de gloria, nos dé
espíritu de sabiduría y de revelación en un mejor conocimiento de Él.”, ver
Efesios 1:17, para poder comprender mejor la voz escrita de Dios Padre. Es por
eso que hoy en día existen muchas personas cristianas, que dicen: que ya leyó
la Palabra y no le sacó nada BUENO ni NUEVO ¿Por qué será? Porque NO tenían el ESPÍRITU
DE REVELACIÓN, es decir: la Epignosis.
Y por lo tanto,
debemos tener presente, que para poder obtener Epignosis, en primer lugar, debemos
conocer la Epignosis de la verdad, ¿Y cómo llegamos a conocerla? Siendo salvos…,
es decir que el que NO ES SALVO solo puede llegar al conocimiento de la Gnosis.
Ahora, imagínese a un Gnóstico conversando de un mismo tema con un Epignóstico,
¿Se puede sí o no? No se puede, porque el conocimiento Gnóstico sólo es un
conocimiento filosófico religioso, en cambio la Epignosis es = al amor y el
amor es = a la edificación, porque la Epignosis es conocer a alguien
profundamente, es como dice la Palabra “Adán
conoció a Eva, su mujer, y ella concibió…”, ver Génesis 4:1 RVC, esto
quiere decir que la conoció en la intimidad, es decir: en lo espiritual y en lo
almático, y que finalizó en el cuerpo… Entonces, la Epignosis está ligada al
amor. Esto me recuerda que en la voz escrita de Dios Padre hay un versículo que
dice: si un hombre diera “…todos los
bienes de su casa por amor, de cierto lo menospreciarían.”, ver Cantares
8:7, como quien dice: si un hombre da porque tuvo una revelación todos les van
a decir Raca, es decir: cabeza hueca, bruto… porque solo estás enriqueciendo a
fulano o a mengano, por eso debemos tener presente, que a las personas que NO
SON SALVAS no les podemos estar hablando de cosas profundas… es decir: de
revelación, por ejemplo: de las ofrendas y del diezmo, porque lo van a mal
interpretar. Esto y otros temas son para los que ya son salvos… y en segundo
lugar hermano: se necesita de un espíritu de revelación. Ejemplo de ello lo
podemos ver en Daniel, ya sé que usted lo sabe pero permítame recordarle, que
cuando Daniel fue llevado cautivo a Babilonia, él fue el único que le dio a
conocer el sueño y su interpretación al rey Nabucodonosor, porque dice la Palabra
que cuando el rey llamó a todos “…los
magos, los encantadores, los hechiceros y a los caldeos, para que le explicaran
al rey sus sueños…”, es decir: a los Gnósticos, ellos le dijeron: “…¡Oh
rey, vive para siempre! Cuenta el sueño a tus siervos, y nosotros te
declararemos la interpretación.”. Esto quiere decir hermano, que usted y
yo, o mejor dicho que toda la Iglesia de Cristo necesita un espíritu de
sabiduría y de revelación, en primer lugar, porque dice la Palabra que nosotros debemos desear, procurar, ambicionar, “…anhelar los mejores dones…”, ver Primera de Corintios 12:31
BIBLIA ISRAELITA NAZARENA 2011… y en segundo lugar, porque el espíritu
de revelación nos hará trasvasar “…a la
condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de
Cristo.”, ver Efesios 4:13, aunque por esa misma causa a veces nos vengan
problemas a nuestra vida, porque nuestra alma nos estará diciendo: “…Despierta, tú que duermes, y levántate de
entre los muertos, y te alumbrará Cristo.”, ver Efesios 5:14.
Ahora, miremos Efesios
capítulo 4:13.
“hasta
que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de
Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la
plenitud de Cristo.”
Al estudiar este
versículo, podemos ver, que la Epignosis precede a la condición del hombre
maduro y la condición del hombre maduro precede “…a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.”, porque la
medida de la plenitud de Cristo es el Cristo resucitado, mientras que “…la condición de un hombre maduro…”, o
de “…un varón perfecto…”, es el
Cristo ungido y para llegar a eso tendríamos que tener Epignosis, es decir: la
revelación, es decir: el conocimiento que va más allá… y no el conocimiento
Gnóstico. Esto está tremendo hermano, porque cuando vemos los versículos
anteriores nos damos cuenta que nuestro Señor Jesucristo nos “…dio a algunos el ser apóstoles, a otros
profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros…”, para que equipemos y capacitemos “…a los santos para la obra del ministerio,
para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que todos lleguemos a la unidad de la Fe…”, ver Efesios 4:11
al 13, ¿Entonces hasta cuándo van a estar vigentes los ministerios? “hasta que todos lleguemos a la unidad de
la Fe…”. En otras palabras: hasta que todos lleguemos a la Epignosis del
Hijo de Dios. Esto quiere decir que si se quitan los cinco ministerios
primarios, es decir: los apóstoles, los profetas, los evangelistas, los
pastores y los maestros, no hay posibilidad para que la Iglesia de Cristo obtenga
Epignosis… porque esta es otra forma que existe para poder obtener la Epignosis,
es decir: para darle el conocimiento que va más allá al pueblo de Dios… Y es
por eso, que existen muchos cristianos que no creen en el arrebatamiento, ver
Primera de Tesalonicenses 4:16 al 18, ¿Por qué razón? Porque NO han alcanzado
el conocimiento que va más allá…
Ahora, miremos Segunda
de Timoteo capítulo 2:25.
“corrigiendo
tiernamente a los que se oponen, por si acaso Dios les da el arrepentimiento
que conduce al pleno conocimiento de la verdad.”
Esto quiere decir hermano,
que no bastó con haber aceptado a Jesús como nuestro Señor y Salvador, aunque
algunos digan: YO ya no necesito arrepentirme de los errores que cometa en mi diario
vivir… porque YO ya me encontré con el Señor, o mejor dicho: porque Él me
encontró a mi o nos encontramos… No es así, porque este versículo, claramente nos
está diciendo: corrígete, “…hazlo con
humildad…”, porque Dios te dará “…la
oportunidad de arrepentirte y de
conocer la verdad…”, TLA. En otras
palabras, lo que estoy tratando de decirle hermano, es que no se trata de
decir: me arrepentí hace años, me arrepentí cuando acepté a Cristo como mi
Señor y Salvador ¡GLORIA A DIOS! si eso pasó, pero tenemos que seguir arrepintiéndonos,
porque cada vez que nos arrepentimos nuestro Padre celestial nos conduce al conocimiento
que va más allá, ¿Por qué razón? Porque la palabra arrepentimiento proviene de
la palabra griega Metanoia, que quiere decir: cambio de mente, cambiar de
opinión… es decir: cambiar la manera de pensar. Y por lo tanto, debemos tener
presente, que si cambiamos nuestros pensamientos, podremos adquirir los
pensamientos de nuestro Padre celestial a través de la revelación, porque estaremos
conociéndolo más allá… es decir: que no lo estaremos conociendo históricamente,
ni de mente a mente, sino que lo estaremos conociendo plenamente... Esto quiere
decir que cada vez que nos arrepentimos tenemos acceso a conocer más
de nuestro Padre celestial… Por eso, arrepintámonos y convirtámonos cada día
para que podamos acceder a un conocimiento más pleno...
Ahora, miremos Colosenses
capítulo 2:2 RVA.
“Para
que sean confortados sus corazones, unidos en amor, y en todas riquezas de
cumplido entendimiento para conocer (Epignosis),
el misterio de Dios, y del Padre, y de Cristo.”
Al estudiar este
versículo, podemos ver en primer lugar: que dice: “…a fin de conocer el misterio de Dios, y del Padre, y de Cristo.”,
pregunto ¿El Padre no es Dios? Entonces, porque dice: de Dios y del Padre y
después habla de Cristo que es el Hijo, quizás alguien se esté diciendo:
hermano, lo que quiere decir es que el primero es el Espíritu santo, el segundo
es el Padre y el último es el Hijo, por tanto, está hablando de la Tri-Unidad
de Dios; está bien, es cierto, pero realmente no es así, porque lo que está
diciendo es que hay un misterio que solo puede ser conocido por la Epignosis,
es decir: por el conocimiento que va más allá… y en segundo lugar hermano,
dice: “…y en todas riquezas de cumplido
entendimiento…”. En donde el entendimiento es = a capacidad de raciocinio,
espiritualmente hablando. Entonces podemos interpretar esa parte como la:
CAPACIDAD DE RACIOCINIO PARA EPIGNOSIS EL MISTERIO DE DIOS, es decir: ¿Cómo es
Dios? ¿Qué hace Dios? ¿Qué anhela Dios? ¿Qué desea Dios? ¿Qué ordena Dios? ¿Por
qué cuando creó al hombre dijo: “…Hagamos
al hombre a nuestra imagen y semejanza…”?... ver Génesis 1:26 BIBLIA NACAR
COLUNGA, ¿Por qué habló en plural? Esto quiere decir que para que podamos
obtener esta Epignosis, necesitamos que nuestros corazones estén confortados,
unidos en amor ¿Por qué unidos en amor? Porque la Palabra dice “…¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es
Habitar los hermanos juntos en armonía!”, y después sigue diciendo: “Es como el buen óleo…”, es decir: el aceite, la unción, la
revelación… “…sobre la cabeza. El cual
desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus
vestiduras.”, ver Salmos 133:1 al 2 RVR 1960. Entonces, cuando hay comprensión,
cuando hay unidad y sobre todo cuando hay amor entre nosotros, el Señor va a
derramar la Epignosis y la vamos a disfrutar. Aleluya.
Por lo tanto, debe
tener presente, que yo no pretendo que usted llegue a ser teólogo, a mí me
basta con que usted sea un discípulo, porque los discípulos siempre estamos
aprendiendo… Gloria a Dios, Aleluya.
Ahora, miremos Colosenses
capítulo 3:10.
“y
os habéis vestido del nuevo hombre, el cual se va renovando hacia un verdadero
conocimiento (Epignosis), conforme a la imagen de aquel que lo creó.”
Al estudiar este
versículo, nos damos cuenta de que para poder obtener Epignosis, necesitamos
despojarnos del viejo hombre y vestirnos del nuevo hombre, porque el nuevo
hombre se va a ir renovando cada día y por eso va a alcanzar el espíritu de sabiduría
y de revelación, es decir: el conocimiento que va más allá... Y por lo tanto,
debemos tener presente, en primer lugar: que si permanecemos arraigados en las
cosas antiguas no vamos a obtener buenos frutos… aunque esas cosas antiguas sean
tradiciones religiosas, como la navidad y la semana santa… por eso desarraiguémonos
del viejo hombre y vistámonos del nuevo hombre, porque solo así podremos
obtener la Epignosis… y en segundo lugar hermano: que si cambiamos nuestra vieja naturaleza
de pensar también cambiará nuestra vana manera de vivir… Es por eso que el
perito arquitecto de la Iglesia de Cristo decía: “…no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación
de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es
bueno, aceptable y perfecto.”, ver Romanos 12:2. Recuerde, que nuestro
Padre celestial que esta en los cielos quiere que usted y yo “…crezcamos
en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo, para que ya
no seamos niños, sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo
viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por las artimañas engañosas
del error.”, ver Efesios 4:15 y Efesios 4:14.
Por eso, desarraiguémonos, despojémonos del viejo hombre y de la vieja manera
de pensar. Amén.
EN CONCLUSIÓN
LA BIBLIA NOS HABLA:
“Hermanos,
no seáis niños en la manera de pensar; más bien, sed niños en la malicia, pero
en la manera de pensar sed maduro.” (Primera
de Corintios 14:20)
Ahora, podemos
concluir.
Que el conocimiento
tiene un valor muy especial para nuestro Padre celestial, y es por eso que Él dice
por medio de los profetas de Israel: “…mi
pueblo fue llevado cautivo, por falta de conocimiento…”, ver Isaías 5:13
RVR 1977, y además dice: “Mi pueblo es
destruido por falta de conocimiento. Por cuanto tú has rechazado el
conocimiento, yo también te rechazaré para que no seas mi sacerdote; como has
olvidado la ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus hijos.”, ver
Oseas 4:6. Esto quiere decir, en primer lugar: que es importante obtener el
conocimiento más pleno, es decir: la Epignosis… y en segundo lugar: que nuestro
Padre celestial desea que avancemos al conocimiento que va más allá… para que
nadie nos desvíe del “…camino, de la
verdad, y de la vida…”, porque si eso sucede, JAMÁS podremos llegar a
nuestro Padre celestial… ver Juan 14:6. Es por eso que usted y yo, hoy más que
nunca, ya que los días finales nos acechan, tenemos que conocer y comprender el
valor del conocimiento, pero no el conocimiento Gnóstico, sino el Epignóstico,
es decir: el conocimiento que va más allá del entendimiento humano… Es por eso
que el proverbista nos dice: “Clama por
inteligencia y pide entendimiento. Búscalos como si fueran plata, como si
fueran tesoros escondidos. Entonces comprenderás lo que significa temer al
Señor y obtendrás conocimiento de Dios. ¡Pues el Señor concede sabiduría! De su
boca provienen el saber y el entendimiento.”, ver Proverbios 2:3 al 6 NTV. Y
es por eso que el apóstol Pablo dijo: “Y
aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor
de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo
considero como basura a fin de ganar a Cristo.”, ver Filipenses 3:8. Amén.
26 de Marzo de 2016
Ministerio Familiar Bonilla-Velásquez
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