HABLEMOS UN POQUITO DE LA MESA DEL SEÑOR, PARTE II
LA BIBLIA NOS HABLA:
“De
la misma manera, tomó en sus manos la copa de vino después de la cena, y dijo:
Esta copa es el nuevo pacto entre Dios y su pueblo, un acuerdo confirmado con
mi sangre. Hagan esto en memoria de mí todas las veces que la beban.” (Primera de Corintios 11:25) NTV.
En este día
quisiera comenzar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo:
Gracias
Padre,
Padre, gracias, por permitirnos iniciar este año, que está iniciando sentándonos a Tu mesa a compartir y a impartir Tú santa cena...
La santa
cena, a mi parecer, es un tema muy profundo, en donde se concentra casi todo,
para comenzar: Las 613 ordenanzas del Antiguo Testamento se resumen en dos: En
la santa cena y el bautizo en agua, Y ahí se encuentra la esencia de todo lo
que Dios trasladó a la Torá, al Pentateuco, La ley, pero también
vemos que la santa cena contiene un código genético de lo que nosotros
tendríamos que ser y de lo que nosotros tendríamos que hacer, ¿Y que
tenemos que hacer? Proclamar y promulgar la santa cena, Amén...
Nosotros,
tenemos que anunciar la santa cena,
Y cuando nosotros
los ministros nos subimos a un púlpito a predicar, a profetizar la Palabra más
segura, es decir: A enseñar, vamos adquiriendo varios requisitos y en la medida,
en que vamos llenando esos requisitos vamos adquiriendo la autoridad que nuestro
Señor Jesucristo tenía, porque digamos: Los fariseos enseñaban, pero no tenían
la autoridad de Jesús y esa autoridad que tenía el Señor Jesucristo venia de la
solvencia que Él tenía de la congruencia de sus palabras y sus hechos, es
decir: De lo que decía y hacía, e incluso cuando Jesús habló de los fariseos
los descalificó, cuando dijo: Haced y observad todo lo que os digan; Pero no
hagáis conforme a sus obras, porque ellos dicen y no hacen, ver Mateo 23:3...
Los descalifico, porque decían, y no hacían... Entonces, a
nosotros los predicadores, el Señor Nos pide y nos exige que digamos y que hagamos,
Y esto lo vemos en el libro de Esdras, capítulo 7:10, que dice: Esdras había
dedicado su corazón a estudiar la ley del Señor, y a practicarla, y a enseñar
sus estatutos y ordenanzas en Israel; Claro, que todo el pueblo está de
acuerdo con eso: Que el pastor viva lo que predica, Y ni modo, yo también estoy
muy de acuerdo e incluso hay dichos, que dicen: Hasta el diablo predica, pero
no se convierte, Y tienen razón... Nosotros, tenemos que poner en práctica todo
lo que predicamos... Esto es un requisito... Esto es una batalla que nosotros
los predicadores tenemos que ganar, a tal punto que el perito arquitecto de la
Iglesia de Cristo Jesús, dice: Yo golpeo mi cuerpo, y lo pongo en
servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo, (Predicador), para otros,
yo mismo venga a ser descalificad, o reprobado, o eliminado, ver
Primera de Corintios 9:27. Sin embargo, lo que la Iglesia, es decir: Usted, tal
vez No logre asimilar de la noche a la mañana es que a usted amado hermano,
también le toca ser un heraldo o predicador...
Hermano,
disculpe, yo no puedo, olvídese, SI yo me paro a hablar delante de una multitud
me quedo cayado, No me salen las palabras, me vuelvo tartamudo como Moisés; Pero
la Biblia dice: Que la Iglesia habla, proclama, promulga, publica, anuncia, enseña
y cuando lo hace NO lo hace solamente con palabras, Y a veces arrastra más lo
que uno hace, que lo que uno dice, Algunas personas incluso tienen dichos tan simpáticos,
que dicen: Las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra; Ellos saben Biblia
y sin saberlo... Ejemplo Bíblico de esto: Gedeón, Gedeón era un
juez y líder, que dijo: Cuando lleguemos al otro lado del campamento
enemigo, fíjense en mí y hagan lo mismo que me vean hacer, ver Jueces 7:17
DHH... Él NO dijo: Adelante mis valientes, váyanse ustedes y yo me voy a quedar
orando por ustedes, Aunque en algún momento SI corresponda orar, como en el
caso de Moisés, pues dice la Palabra que mientras Josué peleaba contra
Amalec, Moisés se fue a orar con Aaron y Hur, a la cumbre del collado y sucedía
que mientras Moisés tenía en alto su mano, Israel prevalecía, ver Éxodo
7:10 al 11... Pero ese no es el punto, aunque es muy hermoso, el punto es que a
usted, que es parte de la Iglesia, de la amiga, de la amada y esposa de
nuestro amado Señor Jesucristo, Él, le da la oportunidad de proclamar, de promulgar,
de publicar, de anunciar y de enseñar, ¿El qué? La santa cena...
Y dice la Palabra
en el libro de Primera de Corintios capítulo 11:26 RVR 1960:
Así, pues,
todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del
Señor anunciáis hasta que Él venga... Y la Biblia de
las Américas, dice: Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta
copa, la muerte del Señor proclamáis hasta que Él venga, Amén...
Este es un
versículo que la mayoría de la cristiandad lo conoce de memoria. Y cada vez,
que se ministra la santa cena del Señor este es el texto áureo; Este es el
versículo preferido, pero cuando empezamos a desgranar la palabra que aparece
en la RVR 1960, Anunciáis y la palabra que aparece en la Biblia de las
Américas: Proclamáis, nos damos cuenta, que esas palabras vienen de la
palabra griega Kataggelló (G 2605), y Kataggelló, significa: Proclamar, promulgar,
publicar, anunciar y enseñar... Entonces, cada vez, que nos sentamos a la mesa
del Señor a compartir la santa cena estamos proclamando la muerte de nuestro
Señor, Amén.
...Entonces,
cada vez que tomamos la santa cena, anunciamos la muerte de Cristo...
Entonces, cada
vez que tomamos la santa cena, publicamos la muerte de Cristo,
Entonces,
cada vez que tomamos la santa cena, promulgamos la muerte de Cristo,
...Entonces,
cada vez que tomamos la santa cena, proclamamos la muerte de Cristo...
¿Qué le
quiero decir? Que tanto los ministros como usted amado y amada hermana, tenemos
que proclamar, promulgar, publicar, anunciar y enseñar, No solo del diente al
labio, sino que con la boca y nuestros hechos, la muerte de nuestro Señor
Jesucristo. Así que, aunque usted NO quiera, usted también se convierte en un predicador,
ya sea calificado o descalificado cuando tome la santa cena... Por eso, mejor
leamos los versículos que rodean al versículo 26 del capítulo 11 de Primera de
Corintios, desde el versículo 17 hasta el versículo 31, para que analicemos
algunas cositas... Leámoslo detenidamente:
LA CENA DEL
SEÑOR…
…Note usted,
que comienza con una reprensión:
Pero al
daros estas instrucciones, No os alabo... Permítame: Pablo está
hablando de la santa cena y de una vez les sacó el aire con un golpe al
hígado... Sigamos: Porque no os congregáis para lo bueno, sino para lo malo.
Pues, en primer lugar, oigo que cuando os reunís como iglesia hay divisiones
entre vosotros... Permítame: Nosotros no podemos tomar la santa cena divididos
entre nosotros... Y es más dice la Palabra del Señor: Si estás presentando
tu ofrenda en el altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti,
deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu
hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda, ver Mateo 5:23 al 24... En
otras palabras, Si vas a tomar la santa cena, No puedes estar dividiendo, porque
vas a estar cataggelizando, es decir: Proclamando, promulgando, publicando,
anunciando y enseñando la muerte de nuestro Señor Jesucristo... Esto es como SI
usted digiera con su boca NO y con su cabeza SI... Nosotros, No podemos estar viviendo
como se nos dé la relegada gana; Viviendo en Mesopotamia, es decir: Entre dos
ríos, Entre dos corrientes, Entre dos pensamientos, Entre dos opiniones, ¿Qué
le quiero decir? Definámonos... O seguimos a Cristo o seguimos a
Baal, ver Primera de reyes 18:21 NTV, O servimos al Señor o amamos a las
riquezas, ver Mateo 6:24, O estamos en la luz o estamos en las tinieblas...
Sigamos: Y en parte lo creo. Porque es necesario que entre vosotros haya
bandos, a fin de que se manifiesten entre vosotros los que son aprobados... Permítame:
¿En dónde está diciendo eso el apóstol Pablo? En la mesa del Señor, ¡Esto
es impresionante!… Sigamos: Por tanto, cuando os reunís, esto ya no es comer
la cena del Señor, porque al comer, cada uno toma primero su propia cena; Y uno
pasa hambre y otro se embriaga (Mire que hermanitos tenía la Iglesia de
Corintios... Sigamos: ¿Qué?, ¿No tenéis casas para comer y beber?, ¿O
menospreciáis la iglesia de Dios... Permítame: Hay personas que con
sus hechos menosprecian la mesa del Señor, No con sus dichos, sino con sus
hechos y eso se da, porque no tienen temor de Dios... Sigamos: Y avergonzáis
a los que nada tienen, ¿Qué os diré?, ¿Os alabaré? En esto no os alabaré... Y
es aquí en donde surge la pregunta de los 20 pesos:
¿Por qué no
los alababa el perito arquitecto de la Iglesia de Cristo Jesús?
Porque ellos
eran heraldos... Porque ellos eran predicadores de la muerte del Señor y
estaban descalificados... Sigamos: Porque yo recibí del Señor lo mismo que
os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, y
después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que es para
vosotros; Haced esto en memoria de mí. De la misma manera tomó también la copa
después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; Haced
esto cuantas veces la bebáis en memoria de mí... Y aquí viene la proclamación...
Viene nuestra predicación: Porque todas las veces que comáis este pan y
bebáis esta copa, la muerte del Señor proclamáis, promulgáis, publicáis,
anuncias, y enseñáis hasta que Él venga... Permítame un momento: Entonces,
Tienen que tener bien presente... Tienen que tener la consciencia de que
Dios en esta santa cena los está convirtiendo en un heraldo o predicador
silencioso, y después dice:
De manera
que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del
cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y
entonces coma del pan y beba de la copa. Porque el que come y bebe sin
discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí. Por
esta razón hay muchos débiles y enfermos entre vosotros, y muchos duermen. Pero
si nos juzgáramos a nosotros mismos, no seríamos juzgados...
Entonces,
cada vez que tomamos la santa cena gritamos la muerte de Cristo, Y este tema:
La mesa del Señor, en muy abundante en donde podemos ir aprendiendo y siendo
bendecidos.
Cuando se anunció
la muerte del Mesías,
Cuando se
anunció la muerte de Cristo antes de hacerse carne... Entre
paréntesis, Cristo, significa: Ungido en griego y Mesías, significa: Ungido en
hebreo... Entonces, antes de que se manifestara el Verbo en la tierra, es
decir: Antes de que lo anunciara: La ley, los profetas y los Salmos, pero note
usted, que no anunciaron solamente Su venida, sino que también anunciaron Su
muerte y Su resurrección; Después, en los evangelios leemos, en primer lugar, que
Jesucristo ungido predicaba sobre varios temas, y uno de ellos era: Me
van a entregar a los gentiles, Tal vez habían tenido un día glorioso: Liberaciones,
sanidades y milagros, ¿Y usted necesita un milagro? Pídalo con Fe... Pero, Él les
decía: Está bien, alégrense, gócense, pero tienen que tener bien presente en
sus mentes, lo siguiente: Me van a rechazar, Me van a entregar, Me van a
crucificar y se van a burlar de Mí; Todos tenían una actitud que NO es la
que deberíamos de tener nosotros cuando tomamos la santa cena, porque ese es el
mensaje que usted y yo, tenemos que proclamar, Su muerte... Y, en
segundo lugar: Jesús ya resucitado, No abandonó el mensaje, Él siguió diciendo
lo mismo; Claro, que también enseñó del reino y de un montón de cosas, pero una
de las primeras cosas que dijo, fue: La ley, los profetas y los Salmos
decían, que Yo, el Cristo, tenía que morir y resucitar de entre los muertos al
tercer día, ver Lucas 24:47... Entonces, hasta Jesucristo, Cataggelizo, es
decir: Proclamó, promulgó, publicó y anunció sobre Su muerte... Él decía: El
Hijo del Hombre debe padecer mucho, y ser rechazado por los ancianos, los
principales sacerdotes y los escribas, ver Lucas 9:22: Voy a morir y Voy
a resucitar, Voy a ascender y Voy a regresar. Ese era el mensaje que Jesús predicaba...
Entonces, ahora viene Jesús resucitado, Y ya no lo está diciendo la ley, los
profetas, los Salmos y los ángeles, aunque lo siguen anunciando en la
Escritura, pero el punto es que ahora viene el Señor ya resucitado, Glorioso,
diciéndonos:
Mi Iglesia,
la Iglesia que yo fundé tiene que seguir diciendo: El mensaje primordial,
central, es Mi muerte y Mi resurrección, es Mi ascensión y Mi retorno, ¿Y cómo
lo van hacer? Cada vez, que tomen la santa cena en memoria de Mí, pero con
Fe y dignamente, eso van a estar proclamando, eso van a estar promulgando, publicando,
anunciando y enseñando... Y es por eso que yo, Juan Carlos Bonilla
Guerrero, entiendo que la santa cena, que la sangre que derramó nuestro Señor
Jesucristo, Y que está tipificada en el vino de la santa cena, trae consigo
muchos beneficios y bendiciones... Por ejemplo: La fortaleza, la sanidad y
la vida, ver Primera de Corintios 11:30... Eso lo entiendo, Y yo creo, que
usted también, pero tiene que ser congruente con sus hechos... Esto me recuerda
lo que dijo el hermano Billy, dijo:
Que cuando él
era joven en la Iglesia salía con otros hermanos a predicar a las calles. Y la
gente No les hacía caso, por eso él se tiraba al suelo, y se ponía a gritar: Se
murió, se murió, y la gente se paraba, Y cuando se paraban y había una pequeña
aglomeración se ponían a predicar: Se murió el hombre sin Cristo y va hacia la
perdición eterna, Va camino al infierno, Pero Cristo también se murió para
que usted que me está escuchando no se pierda más tenga vida eterna, ¿Qué
le quiero decir? Que existen muchas personas que predican: Cristo
murió, pero no se tiran al suelo, No viven lo que predican; Enseñan,
pero no hacen, ¿Qué le quiero decir? Que están vivos, pero no ceden al
pecado, ni a los deseos de la carne, ¡No puede ser! Nosotros No podemos celebrar
la santa cena viviendo bajo lo que dicta el mundo como sistema. Eso es
incongruente... Ese no es el mensaje que nos dejó nuestro Señor Jesucristo, por
eso tenemos que aprender del mejor, y el mejor es: Jesús, Definitivamente nosotros
tenemos que aprender de Jesús y Jesús nos envía a hablar de Su muerte para que
nosotros podamos hablar con certeza y convicción de Su resurrección, Y la santa
cena habla de Su muerte y de Su resurrección. Ahora, SI yo como ministro del
Señor le doy a usted solo pan, pregunto: ¿Qué le estoy dando? Muerte... Por
otro lado, SI yo le doy a usted solo el jugo de la sangre de la uva, ¿Qué le
estoy dando? Vida... El vino representa la resurrección y el pan representa la
muerte, ¿Y muerte al qué? La cosa se pone seria, ¿Por qué razón? Porque
nosotros somos seres tripartitos, somos: Espíritu, alma y cuerpo...
Nuestro
espíritu se murió y Cristo lo resucitó, ¿Cuándo? Cuando nacimos de nuevo,
Nuestro
cuerpo a menos que el Señor diga otra cosa, se tiene que morir y nuestro Señor
Jesucristo lo va a resucitar, pero somos tripartitos, falta el alma... Entonces,
nuestra alma está viva y aun el alma de los inconversos, pero el alma de los
inconversos, Lamentablemente, va a morir al final, porque dice la Palabra: El
alma que peque, esa morirá, ver Ezequiel 18:20... Entonces ¿Qué tenemos que
hacer con el alma? Matarla, y matarla todos los días para que resucite a
novedad de vida, Y es por eso que dice la Biblia: El que quiera salvar su
vida, la perderá; Pero el que pierda su vida por causa de mí, la hallará,
ver Mateo 16:25...
Hermano,
disculpe, entonces, ¿Qué tenemos que hacer para matar a nuestra alma? Bueno, lo
primero que tiene que hacer es bautizarse en agua, porque ese es el enganche; Lo
sumergen y su alma está muriendo, porque el cuerpo y el espíritu están vivos...
Cuando está sumergido en el agua está pagando el enganche de la muerte y cuando
sale del agua está resucitando a novedad de vida, Y eso no lo digo yo, lo dice
el apóstol Pablo en el libro de Romanos capítulo 6... Pero recuerde, que el
bautizo en agua es el enganche, porque sigue con vida... Hermano, disculpe. Entonces:
¿Qué tengo que hacer para seguir matando mi alma? Bueno, Tiene que morir y
tiene que resucitar, Tiene que sembrar y tiene que cosechar, Muerte y
resurrección, ¿Y dónde lo puede lograr? En la mesa del Señor, es decir:
Tomando la santa cena con Fe y dignamente... Se come el pan con Fe: Muere,
Se bebe la copa dignamente: Resucita a novedad de vida, Y así va ir
muriendo y resucitando su alma, Y fue por eso que yo le dije al principio,
que el Señor nos está enviando a proclamar, a promulgar, a publicar, a anunciar
y a enseñar Su muerte y nuestra muerte, Y nuestra muerte, ¿Al qué?,
¿A qué tenemos,
que morir?, ¿A qué tenemos, que resucitar?,
¿Cuántos nos
apuntamos a descubrirlo, pero para aplicarlo?
Ahora, leamos
lo que anuncia Jesús de Su propia muerte:
Marcos 8:31
Y comenzó a
enseñarles que el Hijo del Hombre debía padecer muchas cosas, y ser rechazado
por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto, y
después de tres días resucitar...
Y yo creo
que no se los dijo contra viento, caminando: Les cuento que me voy a morir, No,
los sentó, y les enseño diciendo: El Hijo del Hombre debe padecer de muchas
cosas, y va ser rechazado. Yo me imagino a Pedro diciendo: Así es
Señor, y a Juan: Aleluya, y a Felipe: Tremendo... Escuche, el problema es que
cuando uno es rechazado es = a, Así como piensa el tal, eso sentirá, Y
eso lo describió el apóstol Pablo cuando dijo:
En mi
primera defensa nadie estuvo a mi lado, sino que todos me abandonaron; Que no
se les tenga en cuenta. Pero el Señor estuvo conmigo y me fortaleció, a fin de
que por mí se cumpliera cabalmente la proclamación del mensaje y que todos los
gentiles oyeran. Y fui librado de la boca del león, ver Segunda
de Timoteo 4:16 al 17...
Así que,
escuche: Esta santa cena trae liberación... Esta santa cena: Trae fortaleza y te
traerá de nuevo al redil del pastor de pastores, para mostrarle su verdadera
identidad, ¿Quién eres?, ¿De dónde viniste y adonde regresarás? Estar bajo
la influenza del rechazo es tremendo... Cuando rechazaron a Job nadie
estuvo con él para consolarlo ni para apoyarlo; Hasta su familia le dio la
espalda... Y recuerde que usted y yo, hemos sido consolados por el Dios de
toda consolación para que nosotros podamos consolar a los que se
encuentran en cualquier aflicción con el consuelo con que nosotros mismos somos
consolados por Dios, ver Primera de Corintios 1:3 al 4, pero ese no es el
punto, aunque es hermoso, porque Dios nos da el privilegio de consolar a
otros, el punto es que a Job lo rechazaron, Nadie se acercó para consolarlo
cuando estaba devastado, pero cuando Dios lo sanó y le restituyó todo al doble,
Yo me imagino a su familia, porque dice la Palabra que ni un familiar se acercó
a Job cuando él estaba sufriendo en el capítulo 2, 3 y 4... Yo me
imagino a su familia en el capítulo 42, diciendo: Jobsito fíjate que hasta hoy
nos enteramos que te sucedió algo feo, Definitivamente, nosotros tenemos que
lidiar con el rechazo... A mí me van a rechazar, SI no es que ya estoy siendo
rechazado, pero a usted también lo van a rechazar... Renuncio hermano, oí por
ahí; No importa que renuncies, pero te van a rechazar y no importa que te
rechacen, lo que importa es como vas a asimilar y a responder a ese rechazo,
¿Lo vas a responder con tus propias fuerzas?, ¿O lo vas a responder con la
ayuda de Dios? Tal cual, como lo hizo Pablo y Job... Esto está tremendo, pero
se pone más tremendo cuando Jesús dice: Me voy a morir y después de
tres días resucitare... Hemos hablado de matar y de resucitar el alma, pero
quiero hacerle una pregunta: Usted cree de veras, ¿Qué va a resucitar?, ¿Y si
usted cree que va a resucitar, también cree que va a morir SI el Señor no ha
venido en su Parusía o que por lo menos va hacer transformado SI el Señor se
manifestara hoy, en su Parusía?
Hermano;
Hermana, la muerte es temible y sobre todo cuando uno la mira de cerca...
Llevamos
casi dos años de Plan-demia, Y el que no se ha dado cuenta aún que esta época
que estamos viviendo no es común, en donde cada mes sale una nueva mutación
peor que la anterior. Hoy estamos con el Ómicron, pero el punto es que el que
no ha entendido que esta época es una época para reflexionar, está mal, está
muy mal, porque estos tiempos y tiempos de Plan-demia, son tiempos para
reflexionar... Son tiempos para decirnos: Muchas personas han partido con el
Señor, pero otras y muchas han partido hacia el infierno... Preguntémonos:
¿Están limpias mis vestiduras? Pero hoy, gracias a Dios, es día de santa cena,
...Es día de
emblanquecer nuestras vestiduras...
Hoy es el
día que estamos proclamando, promulgando, publicando, anunciando y enseñando,
que Jesucristo murió por nuestros pecados y resucitó, Y resucitará también nuestra
alma. Así que, nuestro mensaje no tiene valor, SI nosotros no nos basamos en la
resurrección. Escuche con atención: Si Cristo no ha resucitado, vana es
entonces nuestra predicación, Y vana también es nuestra Fe, ver Primera de
Corintios 15:14...
Cristo
resucitó, Y está sentado a la diestra del Padre intercediendo por nosotros y esperando
por Su retorno glorioso a la tierra... Cristo resucitó y hay señales, Y hay
hechos históricos que lo comprueban, y es más Él dijo: Me voy y me voy a
preparar un lugar para ustedes, pero vendré otra vez y los tomaré conmigo; Para
que donde yo este, también estén ustedes, ver Juan 14:3, ¿Pero quienes
somos los que vamos a estar con Él? Los que hemos sufrido esta regeneración, los
que hemos sufrido esta redención, es decir: Los que hemos muerto a la carne, Al
yo, es decir: A nuestra alma, Y esto lo logramos en la santa cena.
Ahora, leamos
y analicemos los versículos que están después de Marcos 8:31...
Y les decía
estas palabras claramente... Permítame: No se los dijo en parábolas, se los
dijo claramente, como quien dice: No entienden que me voy a morir. Y Pedro
lo entendió. Por eso, lo llevó aparte... Yo me imagino que Pedrito se lo llevó
aparte, porque él se dijo: No voy avergonzar a mi Señor en público... Sigamos: Lo
llevo aparte y comenzó a reprenderle... Permítame: ¿Cómo se imagina usted a
Pedro reprendiendo al Señor?
Sabía usted,
que la familia de Jesús... SI, su madre y sus hermanos decían, que Jesús se había
vuelto loco, decían: ¡Está fuera de sí!, ver Marcos 3:21 TLA...
Sabía usted,
que Marta, la hermana de Jairo y María regaño, Y le quiso dar órdenes a Jesús...
Señor, ¿No te importa que mi hermana María me deje servir sola? Dile, pues,
que me ayude, ver Lucas 10:40... Y ahora resulta, que este caballero, Pedro,
tremendo hombre, Yo NO voy hablar mal de Pedro, pero no estoy de acuerdo de lo
que hizo... Y escuche lo que le dijo Jesús a Pedro mirando a sus
discípulos: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!, porque no tienes en mente las
cosas de Dios, sino las de los hombres, pero Mateo, en su evangelio lo
explica y lo aclara mejor... Leamos, Mateo capítulo 16:22 al 28:
Y tomándole
aparte, Pedro comenzó a reprenderle, diciendo: ¡No lo permita Dios, Señor! Eso
nunca te acontecerá... Permítame: Ya vio que Mateo lo enriquece
mejor, por eso dicen algunas religiones que Pedro es su líder, pero para mí: Mi
primer y único líder, se llama: Cristo; Claro, que Él, Jesús, delega
funciones, pero Cristo es la Roca en donde está fundada y cimentada Su Iglesia...
Sigamos: Pero volviéndose Él, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí,
Satanás! Me eres piedra de tropiezo; Porque no estás pensando en las cosas de
Dios, sino en las de los hombres. Entonces, Jesús dijo a sus discípulos: Si
alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; Pero el que pierda su vida por
causa de mí, la hallará. Pues, ¿Qué provecho obtendrá un hombre si gana el
mundo entero, pero pierde su alma? O ¿Qué dará un hombre a cambio de su alma?
Porque el Hijo del Hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles,
y entonces recompensara a cada uno según su conducta. En verdad os digo que hay
algunos de los que están aquí que no probarán la muerte hasta que vean al Hijo
del Hombre venir en su reino...
Entonces, tendríamos
que examinar 16 versículos contando los 8 de Mateo y los 8 de Marcos para
comprender las condiciones que implican seguir a Jesús, pero yo me
quiero detener en el versículo 31 del capítulo 8 del libro de Marcos, que
enfatiza que Jesús va a morir y después de tres días resucitará... Entonces,
Cristo murió y resucitó, Y ahora, nos toca a nosotros Cataggelizar, es decir: Proclamar,
promulgar, publicar, anunciar Su muerte y nuestra muerte al yo (Alma), por eso
permítame decirle, que cuando usted y yo, estemos participando de la mesa del
Señor con Fe, tenemos que tener la certeza y la convicción de lo que estamos haciendo,
porque SI no la tenemos nos convertiremos en enemigos de la cruz, ¿Y por qué
digo eso? Por lo que le dijo el Señor a Pedro... ¡Quítate de delante de mí,
Satanás!, Me eres piedra de tropiezo; Porque NO estás pensando en las cosas de
Dios, sino en las de los hombres, ver Mateo 16:23... Claro, que tiempo
después Pedro cambio, ¿Cuándo? En el día de Pentecostés, ¿Cuándo? Cuando
vino sobre él, en el aposento alto, el Espíritu Santo, es decir: El bautizo,
La llenura, ver Hechos 2:1 al 4... Y después de eso Pedro fue un gran apóstol
del Cordero de Dios, pero antes pensaba como los hombres...
Hermano,
Hermana, cuando nosotros estemos enseñando la muerte del Señor Jesucristo, No podemos
meterle mente humana, No podemos pensar cómo los hombres, No podemos
descalificar, minimizar o echar a tierra los evangelios... Las palabras del
Señor Jesucristo son palabras poderosas, que provienen de la mente de Dios. Así
que No las podemos humanizar, No las podemos ver desde el ángulo del humanismo,
porque nos convertimos en enemigos de la cruz, por no decir: En satanás, y que
el Señor lo reprenda... Entonces, ¿Qué nos va a pasar a nosotros SI nosotros
nos negamos a llevar la cruz del Señor? Que no vamos a aceptar ni a cargar
nuestra propia cruz, Y fue por eso, que leímos Mateo capítulo 16 versículo 24,
que dice: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su
cruz y sígame... En otras palabras, lo que nos está diciendo nuestro amado
Señor Jesucristo es: Nadie puede ser mi discípulo, si no toma su propia cruz y
me sigue... Nadie puede ser mi discípulo, si no está dispuesto a morir a sus
pasiones, y a la carne, y al mundo como sistema, y SI no puede morir al
pecado que tan fácilmente los envuelve, No podrán Cataggelizar, es
decir: Proclamar, publicar, anunciar y enseñar Mi muerte, y mucho menos Mi
resurrección, por eso tienen que saber que nosotros tenemos una cruz, No en
el pecho, sino en el corazón, Porque de la abundancia del corazón
habla la boca, ver Lucas 6:45 RVR 1960... Entonces, nosotros llevamos una
cruz, No en el pecho, sino en el corazón y en la boca, por la cual proclamamos:
Muero a esto, a esto o a aquello, e incluso puede ser hasta a un derecho que
nos corresponde... Ayúdeme a predicar: De las cosas buenas,
¿A que murió el apóstol Pablo?, Bueno, él murió a muchas cosas, pero dentro de las muchas murió al derecho de tener una esposa, pues él mismo lo dijo, dijo: ¿Acaso no tenemos derecho a llevar con nosotros una esposa creyente, así como los demás apóstoles y los hermanos del Señor y Cefas?, ver Primera de Corintios 9:5... Pablo tenía ese derecho y se lo entregó al señor;
Y tú, y yo: ¿Qué
derecho le podemos entregar al Señor?,
Será, ¿Qué estamos
dispuesto a hacerlo?
Hoy, nos
vamos a sentar a la mesa con el Señor...
Hoy, vamos a proclamar la muerte y la resurrección de nuestro amado Señor Jesucristo, Y por esa muerte nosotros vamos a morir a nuestro yo, a nuestra alma y a nuestros derechos para que todo lo que nosotros deseamos y queremos, sea derramado por medio de la voluntad del Señor, es decir: Por lo que Él quiere y no por lo que nosotros queremos. Así que, agarremos nuestra cruz y renunciemos antes que participemos de la mesa del Señor a todo aquello, que NO le pertenece a nuestro amado Señor Jesucristo, como: La mentira, la calumnia, la ofensa, la murmuración, los celos, los enojos, los pleitos, la ira, la venganza, la envidia, la idolatría, la altivez, el orgullo, la arrogancia, la soberbia, el ego, la rebeldía y la desobediencia. Así que, sean obedientes, ¿Y obedientes a quién? Primeramente, a Dios... Y en donde dejamos a nuestro cónyuge, y a nuestros padres, y a nuestro pastor, y a nuestros gobernantes, Amén...
08 de enero
de 2022
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