HABLEMOS UN POQUITO DE LA MESA DEL SEÑOR, PARTE II

 LA BIBLIA NOS HABLA:

“De la misma manera, tomó en sus manos la copa de vino después de la cena, y dijo: Esta copa es el nuevo pacto entre Dios y su pueblo, un acuerdo confirmado con mi sangre. Hagan esto en memoria de mí todas las veces que la beban.” (Primera de Corintios 11:25) NTV.

En este día quisiera comenzar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo:

Gracias Padre,

Padre, gracias, por permitirnos iniciar este año, que está iniciando sentándonos a Tu mesa a compartir y a impartir Tú santa cena...

La santa cena, a mi parecer, es un tema muy profundo, en donde se concentra casi todo, para comenzar: Las 613 ordenanzas del Antiguo Testamento se resumen en dos: En la santa cena y el bautizo en agua, Y ahí se encuentra la esencia de todo lo que Dios trasladó a la Torá, al Pentateuco, La ley, pero también vemos que la santa cena contiene un código genético de lo que nosotros tendríamos que ser y de lo que nosotros tendríamos que hacer, ¿Y que tenemos que hacer? Proclamar y promulgar la santa cena, Amén...

Nosotros, tenemos que anunciar la santa cena,

Y cuando nosotros los ministros nos subimos a un púlpito a predicar, a profetizar la Palabra más segura, es decir: A enseñar, vamos adquiriendo varios requisitos y en la medida, en que vamos llenando esos requisitos vamos adquiriendo la autoridad que nuestro Señor Jesucristo tenía, porque digamos: Los fariseos enseñaban, pero no tenían la autoridad de Jesús y esa autoridad que tenía el Señor Jesucristo venia de la solvencia que Él tenía de la congruencia de sus palabras y sus hechos, es decir: De lo que decía y hacía, e incluso cuando Jesús habló de los fariseos los descalificó, cuando dijo: Haced y observad todo lo que os digan; Pero no hagáis conforme a sus obras, porque ellos dicen y no hacen, ver Mateo 23:3... Los descalifico, porque decían, y no hacían... Entonces, a nosotros los predicadores, el Señor Nos pide y nos exige que digamos y que hagamos, Y esto lo vemos en el libro de Esdras, capítulo 7:10, que dice: Esdras había dedicado su corazón a estudiar la ley del Señor, y a practicarla, y a enseñar sus estatutos y ordenanzas en Israel; Claro, que todo el pueblo está de acuerdo con eso: Que el pastor viva lo que predica, Y ni modo, yo también estoy muy de acuerdo e incluso hay dichos, que dicen: Hasta el diablo predica, pero no se convierte, Y tienen razón... Nosotros, tenemos que poner en práctica todo lo que predicamos... Esto es un requisito... Esto es una batalla que nosotros los predicadores tenemos que ganar, a tal punto que el perito arquitecto de la Iglesia de Cristo Jesús, dice: Yo golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo, (Predicador), para otros, yo mismo venga a ser descalificad, o reprobado, o eliminado, ver Primera de Corintios 9:27. Sin embargo, lo que la Iglesia, es decir: Usted, tal vez No logre asimilar de la noche a la mañana es que a usted amado hermano, también le toca ser un heraldo o predicador...

Hermano, disculpe, yo no puedo, olvídese, SI yo me paro a hablar delante de una multitud me quedo cayado, No me salen las palabras, me vuelvo tartamudo como Moisés; Pero la Biblia dice: Que la Iglesia habla, proclama, promulga, publica, anuncia, enseña y cuando lo hace NO lo hace solamente con palabras, Y a veces arrastra más lo que uno hace, que lo que uno dice, Algunas personas incluso tienen dichos tan simpáticos, que dicen: Las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra; Ellos saben Biblia y sin saberlo... Ejemplo Bíblico de esto: Gedeón, Gedeón era un juez y líder, que dijo: Cuando lleguemos al otro lado del campamento enemigo, fíjense en mí y hagan lo mismo que me vean hacer, ver Jueces 7:17 DHH... Él NO dijo: Adelante mis valientes, váyanse ustedes y yo me voy a quedar orando por ustedes, Aunque en algún momento SI corresponda orar, como en el caso de Moisés, pues dice la Palabra que mientras Josué peleaba contra Amalec, Moisés se fue a orar con Aaron y Hur, a la cumbre del collado y sucedía que mientras Moisés tenía en alto su mano, Israel prevalecía, ver Éxodo 7:10 al 11... Pero ese no es el punto, aunque es muy hermoso, el punto es que a usted, que es parte de la Iglesia, de la amiga, de la amada y esposa de nuestro amado Señor Jesucristo, Él, le da la oportunidad de proclamar, de promulgar, de publicar, de anunciar y de enseñar, ¿El qué? La santa cena...

Y dice la Palabra en el libro de Primera de Corintios capítulo 11:26 RVR 1960:

Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que Él venga... Y la Biblia de las Américas, dice: Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor proclamáis hasta que Él venga, Amén...

Este es un versículo que la mayoría de la cristiandad lo conoce de memoria. Y cada vez, que se ministra la santa cena del Señor este es el texto áureo; Este es el versículo preferido, pero cuando empezamos a desgranar la palabra que aparece en la RVR 1960, Anunciáis y la palabra que aparece en la Biblia de las Américas: Proclamáis, nos damos cuenta, que esas palabras vienen de la palabra griega Kataggelló (G 2605), y Kataggelló, significa: Proclamar, promulgar, publicar, anunciar y enseñar... Entonces, cada vez, que nos sentamos a la mesa del Señor a compartir la santa cena estamos proclamando la muerte de nuestro Señor, Amén.

...Entonces, cada vez que tomamos la santa cena, anunciamos la muerte de Cristo...

Entonces, cada vez que tomamos la santa cena, publicamos la muerte de Cristo,

Entonces, cada vez que tomamos la santa cena, promulgamos la muerte de Cristo,

...Entonces, cada vez que tomamos la santa cena, proclamamos la muerte de Cristo...

¿Qué le quiero decir? Que tanto los ministros como usted amado y amada hermana, tenemos que proclamar, promulgar, publicar, anunciar y enseñar, No solo del diente al labio, sino que con la boca y nuestros hechos, la muerte de nuestro Señor Jesucristo. Así que, aunque usted NO quiera, usted también se convierte en un predicador, ya sea calificado o descalificado cuando tome la santa cena... Por eso, mejor leamos los versículos que rodean al versículo 26 del capítulo 11 de Primera de Corintios, desde el versículo 17 hasta el versículo 31, para que analicemos algunas cositas... Leámoslo detenidamente:

LA CENA DEL SEÑOR…

…Note usted, que comienza con una reprensión:

Pero al daros estas instrucciones, No os alabo... Permítame: Pablo está hablando de la santa cena y de una vez les sacó el aire con un golpe al hígado... Sigamos: Porque no os congregáis para lo bueno, sino para lo malo. Pues, en primer lugar, oigo que cuando os reunís como iglesia hay divisiones entre vosotros... Permítame: Nosotros no podemos tomar la santa cena divididos entre nosotros... Y es más dice la Palabra del Señor: Si estás presentando tu ofrenda en el altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda, ver Mateo 5:23 al 24... En otras palabras, Si vas a tomar la santa cena, No puedes estar dividiendo, porque vas a estar cataggelizando, es decir: Proclamando, promulgando, publicando, anunciando y enseñando la muerte de nuestro Señor Jesucristo... Esto es como SI usted digiera con su boca NO y con su cabeza SI... Nosotros, No podemos estar viviendo como se nos dé la relegada gana; Viviendo en Mesopotamia, es decir: Entre dos ríos, Entre dos corrientes, Entre dos pensamientos, Entre dos opiniones, ¿Qué le quiero decir? Definámonos... O seguimos a Cristo o seguimos a Baal, ver Primera de reyes 18:21 NTV, O servimos al Señor o amamos a las riquezas, ver Mateo 6:24, O estamos en la luz o estamos en las tinieblas... Sigamos: Y en parte lo creo. Porque es necesario que entre vosotros haya bandos, a fin de que se manifiesten entre vosotros los que son aprobados... Permítame: ¿En dónde está diciendo eso el apóstol Pablo? En la mesa del Señor, ¡Esto es impresionante!… Sigamos: Por tanto, cuando os reunís, esto ya no es comer la cena del Señor, porque al comer, cada uno toma primero su propia cena; Y uno pasa hambre y otro se embriaga (Mire que hermanitos tenía la Iglesia de Corintios... Sigamos: ¿Qué?, ¿No tenéis casas para comer y beber?, ¿O menospreciáis la iglesia de Dios... Permítame: Hay personas que con sus hechos menosprecian la mesa del Señor, No con sus dichos, sino con sus hechos y eso se da, porque no tienen temor de Dios... Sigamos: Y avergonzáis a los que nada tienen, ¿Qué os diré?, ¿Os alabaré? En esto no os alabaré... Y es aquí en donde surge la pregunta de los 20 pesos:

¿Por qué no los alababa el perito arquitecto de la Iglesia de Cristo Jesús?

Porque ellos eran heraldos... Porque ellos eran predicadores de la muerte del Señor y estaban descalificados... Sigamos: Porque yo recibí del Señor lo mismo que os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que es para vosotros; Haced esto en memoria de mí. De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; Haced esto cuantas veces la bebáis en memoria de mí... Y aquí viene la proclamación... Viene nuestra predicación: Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor proclamáis, promulgáis, publicáis, anuncias, y enseñáis hasta que Él venga... Permítame un momento: Entonces, Tienen que tener bien presente... Tienen que tener la consciencia de que Dios en esta santa cena los está convirtiendo en un heraldo o predicador silencioso, y después dice:

De manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y entonces coma del pan y beba de la copa. Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí. Por esta razón hay muchos débiles y enfermos entre vosotros, y muchos duermen. Pero si nos juzgáramos a nosotros mismos, no seríamos juzgados...

Entonces, cada vez que tomamos la santa cena gritamos la muerte de Cristo, Y este tema: La mesa del Señor, en muy abundante en donde podemos ir aprendiendo y siendo bendecidos.

Cuando se anunció la muerte del Mesías,

Cuando se anunció la muerte de Cristo antes de hacerse carne... Entre paréntesis, Cristo, significa: Ungido en griego y Mesías, significa: Ungido en hebreo... Entonces, antes de que se manifestara el Verbo en la tierra, es decir: Antes de que lo anunciara: La ley, los profetas y los Salmos, pero note usted, que no anunciaron solamente Su venida, sino que también anunciaron Su muerte y Su resurrección; Después, en los evangelios leemos, en primer lugar, que Jesucristo ungido predicaba sobre varios temas, y uno de ellos era: Me van a entregar a los gentiles, Tal vez habían tenido un día glorioso: Liberaciones, sanidades y milagros, ¿Y usted necesita un milagro? Pídalo con Fe... Pero, Él les decía: Está bien, alégrense, gócense, pero tienen que tener bien presente en sus mentes, lo siguiente: Me van a rechazar, Me van a entregar, Me van a crucificar y se van a burlar de Mí; Todos tenían una actitud que NO es la que deberíamos de tener nosotros cuando tomamos la santa cena, porque ese es el mensaje que usted y yo, tenemos que proclamar, Su muerte... Y, en segundo lugar: Jesús ya resucitado, No abandonó el mensaje, Él siguió diciendo lo mismo; Claro, que también enseñó del reino y de un montón de cosas, pero una de las primeras cosas que dijo, fue: La ley, los profetas y los Salmos decían, que Yo, el Cristo, tenía que morir y resucitar de entre los muertos al tercer día, ver Lucas 24:47... Entonces, hasta Jesucristo, Cataggelizo, es decir: Proclamó, promulgó, publicó y anunció sobre Su muerte... Él decía: El Hijo del Hombre debe padecer mucho, y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, ver Lucas 9:22: Voy a morir y Voy a resucitar, Voy a ascender y Voy a regresar. Ese era el mensaje que Jesús predicaba... Entonces, ahora viene Jesús resucitado, Y ya no lo está diciendo la ley, los profetas, los Salmos y los ángeles, aunque lo siguen anunciando en la Escritura, pero el punto es que ahora viene el Señor ya resucitado, Glorioso, diciéndonos:

Mi Iglesia, la Iglesia que yo fundé tiene que seguir diciendo: El mensaje primordial, central, es Mi muerte y Mi resurrección, es Mi ascensión y Mi retorno, ¿Y cómo lo van hacer? Cada vez, que tomen la santa cena en memoria de Mí, pero con Fe y dignamente, eso van a estar proclamando, eso van a estar promulgando, publicando, anunciando y enseñando... Y es por eso que yo, Juan Carlos Bonilla Guerrero, entiendo que la santa cena, que la sangre que derramó nuestro Señor Jesucristo, Y que está tipificada en el vino de la santa cena, trae consigo muchos beneficios y bendiciones... Por ejemplo: La fortaleza, la sanidad y la vida, ver Primera de Corintios 11:30... Eso lo entiendo, Y yo creo, que usted también, pero tiene que ser congruente con sus hechos... Esto me recuerda lo que dijo el hermano Billy, dijo:

Que cuando él era joven en la Iglesia salía con otros hermanos a predicar a las calles. Y la gente No les hacía caso, por eso él se tiraba al suelo, y se ponía a gritar: Se murió, se murió, y la gente se paraba, Y cuando se paraban y había una pequeña aglomeración se ponían a predicar: Se murió el hombre sin Cristo y va hacia la perdición eterna, Va camino al infierno, Pero Cristo también se murió para que usted que me está escuchando no se pierda más tenga vida eterna, ¿Qué le quiero decir? Que existen muchas personas que predican: Cristo murió, pero no se tiran al suelo, No viven lo que predican; Enseñan, pero no hacen, ¿Qué le quiero decir? Que están vivos, pero no ceden al pecado, ni a los deseos de la carne, ¡No puede ser! Nosotros No podemos celebrar la santa cena viviendo bajo lo que dicta el mundo como sistema. Eso es incongruente... Ese no es el mensaje que nos dejó nuestro Señor Jesucristo, por eso tenemos que aprender del mejor, y el mejor es: Jesús, Definitivamente nosotros tenemos que aprender de Jesús y Jesús nos envía a hablar de Su muerte para que nosotros podamos hablar con certeza y convicción de Su resurrección, Y la santa cena habla de Su muerte y de Su resurrección. Ahora, SI yo como ministro del Señor le doy a usted solo pan, pregunto: ¿Qué le estoy dando? Muerte... Por otro lado, SI yo le doy a usted solo el jugo de la sangre de la uva, ¿Qué le estoy dando? Vida... El vino representa la resurrección y el pan representa la muerte, ¿Y muerte al qué? La cosa se pone seria, ¿Por qué razón? Porque nosotros somos seres tripartitos, somos: Espíritu, alma y cuerpo...

Nuestro espíritu se murió y Cristo lo resucitó, ¿Cuándo? Cuando nacimos de nuevo,

Nuestro cuerpo a menos que el Señor diga otra cosa, se tiene que morir y nuestro Señor Jesucristo lo va a resucitar, pero somos tripartitos, falta el alma... Entonces, nuestra alma está viva y aun el alma de los inconversos, pero el alma de los inconversos, Lamentablemente, va a morir al final, porque dice la Palabra: El alma que peque, esa morirá, ver Ezequiel 18:20... Entonces ¿Qué tenemos que hacer con el alma? Matarla, y matarla todos los días para que resucite a novedad de vida, Y es por eso que dice la Biblia: El que quiera salvar su vida, la perderá; Pero el que pierda su vida por causa de mí, la hallará, ver Mateo 16:25...

Hermano, disculpe, entonces, ¿Qué tenemos que hacer para matar a nuestra alma? Bueno, lo primero que tiene que hacer es bautizarse en agua, porque ese es el enganche; Lo sumergen y su alma está muriendo, porque el cuerpo y el espíritu están vivos... Cuando está sumergido en el agua está pagando el enganche de la muerte y cuando sale del agua está resucitando a novedad de vida, Y eso no lo digo yo, lo dice el apóstol Pablo en el libro de Romanos capítulo 6... Pero recuerde, que el bautizo en agua es el enganche, porque sigue con vida... Hermano, disculpe. Entonces: ¿Qué tengo que hacer para seguir matando mi alma? Bueno, Tiene que morir y tiene que resucitar, Tiene que sembrar y tiene que cosechar, Muerte y resurrección, ¿Y dónde lo puede lograr? En la mesa del Señor, es decir: Tomando la santa cena con Fe y dignamente... Se come el pan con Fe: Muere, Se bebe la copa dignamente: Resucita a novedad de vida, Y así va ir muriendo y resucitando su alma, Y fue por eso que yo le dije al principio, que el Señor nos está enviando a proclamar, a promulgar, a publicar, a anunciar y a enseñar Su muerte y nuestra muerte, Y nuestra muerte, ¿Al qué?,

¿A qué tenemos, que morir?, ¿A qué tenemos, que resucitar?,

¿Cuántos nos apuntamos a descubrirlo, pero para aplicarlo?

Ahora, leamos lo que anuncia Jesús de Su propia muerte:

Marcos 8:31

Y comenzó a enseñarles que el Hijo del Hombre debía padecer muchas cosas, y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto, y después de tres días resucitar...

Y yo creo que no se los dijo contra viento, caminando: Les cuento que me voy a morir, No, los sentó, y les enseño diciendo: El Hijo del Hombre debe padecer de muchas cosas, y va ser rechazado. Yo me imagino a Pedro diciendo: Así es Señor, y a Juan: Aleluya, y a Felipe: Tremendo... Escuche, el problema es que cuando uno es rechazado es = a, Así como piensa el tal, eso sentirá, Y eso lo describió el apóstol Pablo cuando dijo:

En mi primera defensa nadie estuvo a mi lado, sino que todos me abandonaron; Que no se les tenga en cuenta. Pero el Señor estuvo conmigo y me fortaleció, a fin de que por mí se cumpliera cabalmente la proclamación del mensaje y que todos los gentiles oyeran. Y fui librado de la boca del león, ver Segunda de Timoteo 4:16 al 17...

Así que, escuche: Esta santa cena trae liberación... Esta santa cena: Trae fortaleza y te traerá de nuevo al redil del pastor de pastores, para mostrarle su verdadera identidad, ¿Quién eres?, ¿De dónde viniste y adonde regresarás? Estar bajo la influenza del rechazo es tremendo... Cuando rechazaron a Job nadie estuvo con él para consolarlo ni para apoyarlo; Hasta su familia le dio la espalda... Y recuerde que usted y yo, hemos sido consolados por el Dios de toda consolación para que nosotros podamos consolar a los que se encuentran en cualquier aflicción con el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios, ver Primera de Corintios 1:3 al 4, pero ese no es el punto, aunque es hermoso, porque Dios nos da el privilegio de consolar a otros, el punto es que a Job lo rechazaron, Nadie se acercó para consolarlo cuando estaba devastado, pero cuando Dios lo sanó y le restituyó todo al doble, Yo me imagino a su familia, porque dice la Palabra que ni un familiar se acercó a Job cuando él estaba sufriendo en el capítulo 2, 3 y 4... Yo me imagino a su familia en el capítulo 42, diciendo: Jobsito fíjate que hasta hoy nos enteramos que te sucedió algo feo, Definitivamente, nosotros tenemos que lidiar con el rechazo... A mí me van a rechazar, SI no es que ya estoy siendo rechazado, pero a usted también lo van a rechazar... Renuncio hermano, oí por ahí; No importa que renuncies, pero te van a rechazar y no importa que te rechacen, lo que importa es como vas a asimilar y a responder a ese rechazo, ¿Lo vas a responder con tus propias fuerzas?, ¿O lo vas a responder con la ayuda de Dios? Tal cual, como lo hizo Pablo y Job... Esto está tremendo, pero se pone más tremendo cuando Jesús dice: Me voy a morir y después de tres días resucitare... Hemos hablado de matar y de resucitar el alma, pero quiero hacerle una pregunta: Usted cree de veras, ¿Qué va a resucitar?, ¿Y si usted cree que va a resucitar, también cree que va a morir SI el Señor no ha venido en su Parusía o que por lo menos va hacer transformado SI el Señor se manifestara hoy, en su Parusía?

Hermano; Hermana, la muerte es temible y sobre todo cuando uno la mira de cerca...

Llevamos casi dos años de Plan-demia, Y el que no se ha dado cuenta aún que esta época que estamos viviendo no es común, en donde cada mes sale una nueva mutación peor que la anterior. Hoy estamos con el Ómicron, pero el punto es que el que no ha entendido que esta época es una época para reflexionar, está mal, está muy mal, porque estos tiempos y tiempos de Plan-demia, son tiempos para reflexionar... Son tiempos para decirnos: Muchas personas han partido con el Señor, pero otras y muchas han partido hacia el infierno... Preguntémonos: ¿Están limpias mis vestiduras? Pero hoy, gracias a Dios, es día de santa cena,

...Es día de emblanquecer nuestras vestiduras...

Hoy es el día que estamos proclamando, promulgando, publicando, anunciando y enseñando, que Jesucristo murió por nuestros pecados y resucitó, Y resucitará también nuestra alma. Así que, nuestro mensaje no tiene valor, SI nosotros no nos basamos en la resurrección. Escuche con atención: Si Cristo no ha resucitado, vana es entonces nuestra predicación, Y vana también es nuestra Fe, ver Primera de Corintios 15:14...

Cristo resucitó, Y está sentado a la diestra del Padre intercediendo por nosotros y esperando por Su retorno glorioso a la tierra... Cristo resucitó y hay señales, Y hay hechos históricos que lo comprueban, y es más Él dijo: Me voy y me voy a preparar un lugar para ustedes, pero vendré otra vez y los tomaré conmigo; Para que donde yo este, también estén ustedes, ver Juan 14:3, ¿Pero quienes somos los que vamos a estar con Él? Los que hemos sufrido esta regeneración, los que hemos sufrido esta redención, es decir: Los que hemos muerto a la carne, Al yo, es decir: A nuestra alma, Y esto lo logramos en la santa cena.

Ahora, leamos y analicemos los versículos que están después de Marcos 8:31...

Y les decía estas palabras claramente... Permítame: No se los dijo en parábolas, se los dijo claramente, como quien dice: No entienden que me voy a morir. Y Pedro lo entendió. Por eso, lo llevó aparte... Yo me imagino que Pedrito se lo llevó aparte, porque él se dijo: No voy avergonzar a mi Señor en público... Sigamos: Lo llevo aparte y comenzó a reprenderle... Permítame: ¿Cómo se imagina usted a Pedro reprendiendo al Señor?

Sabía usted, que la familia de Jesús... SI, su madre y sus hermanos decían, que Jesús se había vuelto loco, decían: ¡Está fuera de sí!, ver Marcos 3:21 TLA...

Sabía usted, que Marta, la hermana de Jairo y María regaño, Y le quiso dar órdenes a Jesús... Señor, ¿No te importa que mi hermana María me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude, ver Lucas 10:40... Y ahora resulta, que este caballero, Pedro, tremendo hombre, Yo NO voy hablar mal de Pedro, pero no estoy de acuerdo de lo que hizo... Y escuche lo que le dijo Jesús a Pedro mirando a sus discípulos: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!, porque no tienes en mente las cosas de Dios, sino las de los hombres, pero Mateo, en su evangelio lo explica y lo aclara mejor... Leamos, Mateo capítulo 16:22 al 28:

Y tomándole aparte, Pedro comenzó a reprenderle, diciendo: ¡No lo permita Dios, Señor! Eso nunca te acontecerá... Permítame: Ya vio que Mateo lo enriquece mejor, por eso dicen algunas religiones que Pedro es su líder, pero para mí: Mi primer y único líder, se llama: Cristo; Claro, que Él, Jesús, delega funciones, pero Cristo es la Roca en donde está fundada y cimentada Su Iglesia... Sigamos: Pero volviéndose Él, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás! Me eres piedra de tropiezo; Porque no estás pensando en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. Entonces, Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; Pero el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Pues, ¿Qué provecho obtendrá un hombre si gana el mundo entero, pero pierde su alma? O ¿Qué dará un hombre a cambio de su alma? Porque el Hijo del Hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces recompensara a cada uno según su conducta. En verdad os digo que hay algunos de los que están aquí que no probarán la muerte hasta que vean al Hijo del Hombre venir en su reino...  

Entonces, tendríamos que examinar 16 versículos contando los 8 de Mateo y los 8 de Marcos para comprender las condiciones que implican seguir a Jesús, pero yo me quiero detener en el versículo 31 del capítulo 8 del libro de Marcos, que enfatiza que Jesús va a morir y después de tres días resucitará... Entonces, Cristo murió y resucitó, Y ahora, nos toca a nosotros Cataggelizar, es decir: Proclamar, promulgar, publicar, anunciar Su muerte y nuestra muerte al yo (Alma), por eso permítame decirle, que cuando usted y yo, estemos participando de la mesa del Señor con Fe, tenemos que tener la certeza y la convicción de lo que estamos haciendo, porque SI no la tenemos nos convertiremos en enemigos de la cruz, ¿Y por qué digo eso? Por lo que le dijo el Señor a Pedro... ¡Quítate de delante de mí, Satanás!, Me eres piedra de tropiezo; Porque NO estás pensando en las cosas de Dios, sino en las de los hombres, ver Mateo 16:23... Claro, que tiempo después Pedro cambio, ¿Cuándo? En el día de Pentecostés, ¿Cuándo? Cuando vino sobre él, en el aposento alto, el Espíritu Santo, es decir: El bautizo, La llenura, ver Hechos 2:1 al 4... Y después de eso Pedro fue un gran apóstol del Cordero de Dios, pero antes pensaba como los hombres...

Hermano, Hermana, cuando nosotros estemos enseñando la muerte del Señor Jesucristo, No podemos meterle mente humana, No podemos pensar cómo los hombres, No podemos descalificar, minimizar o echar a tierra los evangelios... Las palabras del Señor Jesucristo son palabras poderosas, que provienen de la mente de Dios. Así que No las podemos humanizar, No las podemos ver desde el ángulo del humanismo, porque nos convertimos en enemigos de la cruz, por no decir: En satanás, y que el Señor lo reprenda... Entonces, ¿Qué nos va a pasar a nosotros SI nosotros nos negamos a llevar la cruz del Señor? Que no vamos a aceptar ni a cargar nuestra propia cruz, Y fue por eso, que leímos Mateo capítulo 16 versículo 24, que dice: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame... En otras palabras, lo que nos está diciendo nuestro amado Señor Jesucristo es: Nadie puede ser mi discípulo, si no toma su propia cruz y me sigue... Nadie puede ser mi discípulo, si no está dispuesto a morir a sus pasiones, y a la carne, y al mundo como sistema, y SI no puede morir al pecado que tan fácilmente los envuelve, No podrán Cataggelizar, es decir: Proclamar, publicar, anunciar y enseñar Mi muerte, y mucho menos Mi resurrección, por eso tienen que saber que nosotros tenemos una cruz, No en el pecho, sino en el corazón, Porque de la abundancia del corazón habla la boca, ver Lucas 6:45 RVR 1960... Entonces, nosotros llevamos una cruz, No en el pecho, sino en el corazón y en la boca, por la cual proclamamos: Muero a esto, a esto o a aquello, e incluso puede ser hasta a un derecho que nos corresponde... Ayúdeme a predicar: De las cosas buenas,

 ¿A que murió el apóstol Pablo?, Bueno, él murió a muchas cosas, pero dentro de las muchas murió al derecho de tener una esposa, pues él mismo lo dijo, dijo: ¿Acaso no tenemos derecho a llevar con nosotros una esposa creyente, así como los demás apóstoles y los hermanos del Señor y Cefas?, ver Primera de Corintios 9:5... Pablo tenía ese derecho y se lo entregó al señor;

Y tú, y yo: ¿Qué derecho le podemos entregar al Señor?,

Será, ¿Qué estamos dispuesto a hacerlo?

Hoy, nos vamos a sentar a la mesa con el Señor...

Hoy, vamos a proclamar la muerte y la resurrección de nuestro amado Señor Jesucristo, Y por esa muerte nosotros vamos a morir a nuestro yo, a nuestra alma y a nuestros derechos para que todo lo que nosotros deseamos y queremos, sea derramado por medio de la voluntad del Señor, es decir: Por lo que Él quiere y no por lo que nosotros queremos. Así que, agarremos nuestra cruz y renunciemos antes que participemos de la mesa del Señor a todo aquello, que NO le pertenece a nuestro amado Señor Jesucristo, como: La mentira, la calumnia, la ofensa, la murmuración, los celos, los enojos, los pleitos, la ira, la venganza, la envidia, la idolatría, la altivez, el orgullo, la arrogancia, la soberbia, el ego, la rebeldía y la desobediencia. Así que, sean obedientes, ¿Y obedientes a quién? Primeramente, a Dios... Y en donde dejamos a nuestro cónyuge, y a nuestros padres, y a nuestro pastor, y a nuestros gobernantes, Amén... 

 

08 de enero de 2022

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