ASÍ COMO HABÉIS HABLADO, ASÍ HARE, DICE EL SEÑOR…

LA BIBLIA NOS HABLA:

 “Y he aquí, te quedarás mudo, y no podrás hablar hasta el día en que todo esto acontezca, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo.” 
(Lucas 1:20) LBLA.

El contexto de este versículo habla de una familia sacerdotal; Habla de una pareja sacerdotal; Habla de Zacarías y de Elisabet... Y dice que ellos: “…Eran justos delante de Dios, y que se conducían intachablemente en todos los mandamientos y preceptos del Señor… Pero, tenían un gran problema... Y yo creo amado, que era de salud: No podían tener hijos, porque Elisabet era estéril, y ambos eran de edad avanzada.”, ¡Pareciera que el Señor se había olvidado de ellos!... Pero, NO fue así, porque dice la Palabra que cuando Zacarías estaba ejerciendo su ministerio sacerdotal delante del Señor según el orden indicado a su grupo (Abías), conforme a la costumbre del sacerdocio, fue escogido por sorteo para entrar al templo del Señor y quemar incienso… y que cuando estaba quemando incienso recibió una manifestación y en esa manifestación recibió una maravillosa y bendita promesa, pero NO creyó y al NO creer el Malak (H 4397), es decir el ángel, es decir el embajador o mensajero de Dios, le dijo: “Yo soy Gabriel, que estoy en la presencia de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte estas buenas nuevas. Y he aquí, te quedarás mudo, y no podrás hablar hasta el día en que todo esto acontezca, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo.”, ver Lucas 1:5 al 20… y es aquí en donde surge la pregunta de los 20 pesos: ¿Por qué no le creyó Zacarías al ángel? Porque se asustó; Entró en Shock… ¿Cómo se sentiría usted al estar en su casa, en su cuarto y solo, y de repente se le aparece un ángel a su lado? No se cómo esté vestido, pero de repente le toca el hombro cuando está orando, y le dice: Hola, ¿Cómo estás?, ¿Qué te sucede?, ¿Te puedo ayudar?... Solo de pensarlo yo creo que más de alguno se asustaría… Note: No era un enemigo; No era un vecino y mucho menos era un amigo, era un ser, era un extraterrestre, era un ser fuera de esta tierra, era un ángel de Dios y Dios lo había enviado a decirle a Zacarías... (Conoce su nombre), le dice: No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido oída, LBLA, porque tu oración ha sido oído por Dios, DHH... La versión Félix Torres Amat 1825, dice: Tu oración ha sido bien despachada... Zacarías, tú pediste ver al Mesías y lo vas a ver, pero también vas a tener un hijo y tu hijo: Será grande delante del Señor, será del que profetizó el profeta Malaquías en su libro, en el capítulo 3:1: “He aquí, yo envío a mi mensajero, y él preparará el camino delante de Mí.”… Le comenzó a dar todo el itinerario de Juan el bautista… Le comenzó a decir: Zacarías, NO le cortarás nunca el cabello a tu hijo, porque desde la eternidad ha sido predestinado, ha sido consagrado… Su propósito existencial será ser un Nazareo... Zacarías, tu hijo: Te traerá mucho, pero mucho gozo y alegría, y muchos se regocijarán por su nacimiento. Porque él será grande delante del Señor; no beberá ni vino ni licor (Le dio la dieta alimenticia), y será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre. Y él hará volver a muchos de los hijos de Israel al Señor su Dios. E irá delante de Él en el espíritu y poder de Elías para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y a los desobedientes a la actitud de los justos, a fin de preparar para el Señor un pueblo bien dispuesto.”, ver Lucas 1:14 al 17 y Malaquías 4:5 RVR 1960.

El ángel le mostró las credenciales del Señor a Zacarías y Zacarías dudó; No creyó... Dudó de que fuera Dios el que le estaba hablando... por eso consejo: Si Usted es de las personas que le ha estado orando al Señor por un trabajo o porque le mejore su trabajo… O porque tiene problemas con su suegra, porque su suegra no es cristiana o se ha alejado del Señor… O porque tiene algún problema de salud, llámese: Respiratorio o circulatorio o que se yo… y después de algunos años se le aparece un ángel del Señor diciéndole: Yo vengo de parte de Dios y Dios me ha enviado arreglarte todos y cada uno de tus problemas, pregunto: ¿Qué tenemos que hacer? Dudar o creer... Yo creo, que lo que nosotros tenemos que hacer, es decir: Gracias Señor y Amén. Pero, ¿Qué hizo Zacarías? Dudó… Por eso, el ángel del Señor se dijo: Señor le voy a llevar Tu Palabra… Le voy a llevar las buenas nuevas; Le voy a dar la Palabra que Tú le has enviado, que Tú. Oh… Señor, has escuchado en sus oraciones… Y dice la Palabra que el ángel se las llevó y Zacarías NO le creyó… Zacarías dudó y en su incredulidad, le dice: “…¿Cómo podré saber esto? Porque yo soy anciano y mi mujer es de edad avanzada.”, ver Lucas 1:18... Zacarías dudó, y por eso el ángel del Señor, le dijo: Yo he sido enviado de parte del Señor para traerte una comisión, pero te vas a quedar mudo, y no podrás hablar hasta el día en que todo esto acontezca, porque no creíste a la Palabra del Señor… y es aquí hermano, en donde surge nuevamente la pregunta de los 20 pesos:

Si el ángel del Señor se molestó, pregunto: ¿Por qué no lo dejó ciego o en cama?

El mundo espiritual es delicado y por eso el ángel lo dejó mudo, ¿Y por qué digo eso? Porque Zacarías era un sacerdote... Porque Zacarías tenía autoridad, y el ángel sabía perfectamente bien que si lo dejaba ciego o en cama, iba a pronunciar palabras de incredulidad… Iba a estropear el plan que Dios le había enviado... Hermano; Hermana, las palabras que salgan de nuestra boca tienen que ser buenas y no malas… En otras palabras, NO tenemos que hablar en contra de las promesas de Dios, porque podemos echar a perder el plan que Dios ha predestinado desde la eternidad para nuestra vida... y vida en abundancia, es decir ricos económicamente, ricos en amor, ricos en sabiduría, ricos en misericordia, ricos en Fe y ricos en paz… Recuerde, que “…Las palabras que salen de nuestra boca nos pueden enredar o nos pueden atrapar.”, ver Proverbios 6:2... Las palabras que salen de nuestra boca a veces nos amarran para decir cosas buenas y a veces nos amarran para decir cosas malas, ¿Y por qué digo eso? Porque dice la Palabra que el poder de la muerte y la vida se encuentra en la lengua, ver Proverbios 18:21… Eso quiere decir que todo lo que sale de nuestra boca puede bendecir o maldecir, por eso tenemos que abstenernos de toda especie de mal; Tenemos que abstenernos de hablar en contra de lo que Dios dice… De lo que Dios nos ha prometido en Su hermosa y bendita Palabra, porque si Dios nos dice: Te voy a sanar; Hay que decir Amén…

Hermano, disculpe, mi enfermedad está avanzada; Cuidado, ¿Cuántos somos sacerdotes? Según el libro de Apocalipsis capítulo 1:6 TODOS… Entonces, si todos los que aceptamos a Cristo Jesús como a nuestro Señor somos sacerdotes, quiere decir que con los malos dichos de nuestra boca podemos echar a perder el plan que Dios a trazado para nuestra vida desde antes de la fundación del mundo… En otras palabras, Dios le va a decir: Yo quiero bendecirte pero tú con tu boca confiesas lo contrario… Y Recuerde, que en el mundo espiritual la palabra de un sacerdote pesa… y por eso fue que el ángel le dijo a Zacarías: Por cuanto NO creíste, té quedarás mudo… Te voy a poner un bozal, porque si NO te lo pongo vas a estropear con los dichos de tu boca el plan que tiene Dios para tu vida y para la vida de toda la humanidad… Por eso abramos nuestras Biblias en el libro de Números, en el capítulo 14:28, para que el Señor por su bendita misericordia nos comience a edificar con esta maravillosa enseñanza:

“…'Vivo yo'--declara el Señor-- 'que tal como habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros.”

En otras palabras, los oídos que están en el cielo están abiertos, ¿Para qué? Para escuchar a los sacerdotes; Para escuchar lo que nosotros pronunciamos con nuestra boca, sea bueno o sea malo... Esta tos que tengo no me dejará llegar a los 50 años; Cuidado. Se está enterrando antes de tiempo, pero nadie lo está matando sino que usted se está condenando…  por eso permítame explicarle esta historia: Dice el capítulo 13 de este mismo libro, que Moisés envió doce espías a espiar la tierra prometida para que trajeran la información, pregunto: ¿Eso se lo pidió Dios a Moisés? No, pero SI le dijo: En esta tierra emana leche y miel… Pero, ¿Cómo comenzó el germen? Con lo que dijo Moisés, ¿Y qué dijo Moisés? Voy a enviar doce espías, doce líderes; Uno de cada tribu para que revisen la tierra prometida… Esto es como que Dios me dijera a mí: Juan Carlos ese trabajo es para ti solo para ti… Y yo saliera a revisarlo para ver si es para mí, ¡Si Dios ya me lo dijo!… Los doce espías salieron a revisar la tierra y vieron que estaba llena de frutos, de animales y de grandes edificaciones, pero habían gigantes y eso les dio miedo, y por eso al regresar le dijeron al pueblo: La tierra es buena; Hay buenos frutos; Hay grandes edificaciones, pero nos va a tragar vivos, porque hay muchos gigantes…

Yo creo que los que somos hijos de Dios somos líderes... A algunos se nos ha manifestado y a otros todavía NO, pero todos tenemos liderazgo, y ser un líder es tener: Libertad, ideales, determinación, enfoque y responsabilidad, pero ese no es el punto, el punto es que cuando regresaron los doce espías de Canaán, diez de ellos echaron a perder al pueblo, ¿Cómo? Diciéndoles: La tierra es hermosa, es preciosa, es bonita, es bella, pero hay muchos gigantes y los gigantes nos van a destruir como nosotros destruiríamos a las hormigas… Les podemos decir algo: Entre ustedes y nosotros: Yo no sé, ¿Por qué? Dios nos trajo aquí… En lugar de decirles: En esta tierra se encuentra nuestra bendición; Se encuentra nuestra promesa… La promesa que Dios nos prometió desde que salió nuestro padre Abram de entre sus parientes y de la casa de su padre, ver Génesis 12:1, por eso: ¿Qué nos van hacer esos incircuncisos? “…Si Dios está por nosotros, ¿Quién estará contra nosotros?”, ver Romanos 8:31… Si “El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen, y los rescata.”, ver Salmos 34:7. Pero, ¿Qué le dijeron los 10 espías al pueblo? No lo vamos a lograr; Seremos una presa fácil… La gente se desilusiono; La gente se desalentó. Pero, ¿Qué decían Josué y Caleb? Decían: Eso es pan comido. Lo que hay que hacer es agradar a Dios y Él se va a encargar de ellos, porque les quito su cobertura… Hermanos: Salgamos a poseer esta tierra, porque Dios nos lo prometió y si Él nos lo prometió le tenemos que creer, porque sé que sé, que Él que está con nosotros es mayor que el que está con ellos… Pero, ¿Qué hizo el pueblo de Israel? Murmuraron contra Moisés y Aarón, diciéndoles: ¡Ojalá hubiéramos muerto en la tierra de Egipto! ¡Ojalá hubiéramos muerto en este desierto!, ver Números 14:2, ¿Qué le quiero decir? Que nosotros NO nos tenemos que contaminar ni contaminar a otros… porque: Así nos dice el Señor: Tal como habéis hablado a mis oídos, así haré… Sabe, que cuando yo leí el versículo 3 del Salmos 23 LBLA, que dice: “El restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de su nombre.”… Entendí, que el Señor está diciendo: Mi prestigio está en juego… Escuche: Si el Señor dijo: “…Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.”, ver Mateo 28:20 DHH… ya NO es nuestro problema, sino de Él… El Señor lo ató, lo amarró con los dichos de su boca, pues escrito esta: “…El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús.”, ver Filipenses 1:6, ¿Qué le quiero decir? Que Dios nos quiere prosperar… Que Dios hizo un pacto desde la eternidad con nosotros para prosperarnos; Para darnos riquezas, pero cuando uno habla de riqueza la gente cree que la riqueza abarca solo lo económico; Lo material… y no es así, porque: Riqueza es dormir en paz. No importando si la cama es de madera o si tiene un resorte salido... Riqueza es tener hijos obedientes... Riqueza es comerse una tortilla tiesa con sal y sentirse satisfecho y contento… Riqueza es que lo que hagamos nos lo gozamos, por eso permítame decirle, que Dios nos regaló muchas promesas en Su Palabra y si ya nos las regaló solo tenemos que decir: Amén… El Señor le dijo a Zacarías: Te voy a dar un hijo y no le creyó, por eso el ángel lo dejo mudo para que NO se comportara como se comportó el pueblo de Israel con Moisés, ¿Y cómo se comportaron? Murmurando y quejándose, por eso NO a la murmuración; No a la queja… Hermano; Hermana, para Dios NO hay nada imposible… Él lo puede hacer todo, pero es necesario que usted y yo entendamos que la bendición que Él nos quiere dar es que nos aferremos a la Biblia y que creamos las cosas grandes que tenemos que hacer en Su nombre.

Ahora, miremos Salmos capítulo 39:1:

“Yo dije: Guardaré mis caminos, para no pecar con mi lengua; guardaré mi boca como con mordaza, mientras el impío esté en mi presencia.”

Este versículo nos muestra claramente, que el rey David sabía que “La lengua tiene poder para dar vida y para quitarla…”, ver Proverbios 18:21 TLA… David sabía que en su boca se encontraba el poder. Pero, ¿El poder de quién? De Dios… pues escrito esta: “En verdad os digo: todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. Además os digo, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan aquí en la tierra, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.”, ver Mateo 18:18 al 19... David dijo: No voy a pecar con mi lengua; No voy a pecar con mis palabras… Le voy a poner una mordaza; Le voy a poner un freno… Me voy a tapar la boca... Mi boca estará cerrada; Mi boca estará tapada. Estará con candado. David no quería echar a perder las promesas que Dios le había prometido… David no quería echar a perder los planes que Dios había establecido para su preciosa vida. Por eso, la Biblia nos muestra como aprendió a pelear el rey David… Escuche: Cuando el pueblo de Israel salía a la batalla, decían: Ahí está el gigante; Ahí está Goliat. Pero, ¿Qué decía David? Que gigante; No lo vez David… Ese, incircunciso… Hermano; Hermana, tenemos que aprender a hablar en el mundo espiritual… Yo le pido, en el nombre de Jesús, que comencemos a disciplinarnos… Digamos en nuestra casa: “…Diga el débil: Fuerte soy.”, ver Joel 3:10; Diga el pobre: Rico soy… En mi casa mora la bendición: Mis hijos van hacer obedientes y nunca se van a separar del Señor… En mi casa habita la paz, la unidad y la armonía… Nosotros vamos a crecer y vamos a desarrollar nuestro sacerdocio… El Señor habita en mi casa; El Espíritu Santo habita en mi casa… Mis oraciones son escuchadas; Mi boca pronuncia bendiciones, ¿Qué le quiero decir? Que nosotros tenemos que cambiar nuestra manera de hablar, Amén…

Recuerde, que de nuestra boca pueden salir cosas buenas y cosas malas…

Por eso, me pregunto y le pregunto:

¿Cuántas cosas estamos viviendo mal, porque no vino un ángel a dejarnos mudo?

Ahora, miremos Segunda de Reyes capítulo 4:19 al 20:

“y dijo a su padre: ¡Ay, mi cabeza, mi cabeza! Y el padre dijo a un criado: Llévalo a su madre. Y tomándolo, lo llevó a su madre, y estuvo sentado en sus rodillas hasta el mediodía, y murió.

Este versículo nos habla de la sunamita y la sunamita al igual que Elisabet, esposa de Zacarías y padre de Juan el Bautista, no podía tener hijos… y dice la Palabra que Eliseo acostumbraba a pasar por su casa y que un día ella, le dijo a su esposo: Mira, yo sé que este hombre que nos visita cuando pasa por el pueblo, es un profeta de Dios. Te ruego amado, que hagamos un pequeño aposento alto, con paredes, y pongamos allí para él una cama, una mesa, una silla y un candelero, para que el profeta se quede cada vez que venga a visitarnosY aconteció que un día Eliseo (Como la mujer distinguida lo atendía muy bien), le preguntó a su criado: Giezi: ¿Qué, pues, se puede hacer por ella?, ¿Qué le hace falta a esta mujer? Un hijo; Le contestó… Entonces Eliseo le dijo: Llámala. Y el sirviente la llamo, y cuando ella llego, se quedó en la puerta, y Eliseo le dijo: El próximo año por estas fechas, llevarás en tus brazos un hijo tuyo… y ella le respondió: Usted es un profeta de Dios y yo soy su servidora. Por favor, no me mienta, ver Segunda de Reyes 4:8 al 16, pero como para Dios NO hay nada imposible al siguiente año se cumplió la promesa, por eso permítame decirle con temor y temblor: Cuando yo le diga a usted algo de parte de Dios tiene que decir con Fe: Amén… pero el punto, es que cuando el niño creció y se encontraba en el campo con su padre, le grito diciendo: ¡Ay! ¡Mi cabeza! ¡Me duele la cabeza! El padre lo envió a donde estaba su madre, y el niño murió sobre sus rodillas… Entonces, dice la Palabra que la sunamita, subió al aposento alto y lo puso sobre la cama del hombre de Dios, y cerró la puerta detrás de él y salió. Luego llamó a su esposo, y le dijo: Te ruego que me envíes a uno de los criados y una burra, para que yo vaya corriendo al hombre de Dios y regrese. Y él dijo… permítame explicarle la historia en nuestro contexto: Amor envíame un auto con un chofer, porque necesito ir a ver al hombre de Dios… y el esposo le dice: Mujer, no es día de culto, ¿Por qué quieres ir a la Iglesia? Note: No le dijo: Se murió nuestro hijo; Ella se amarro a la promesa… Recuerde, que el niño era una promesa cumplida; Que el niño era un milagro; Que el niño era un don que Dios le había dado a ella, ¿Qué le quiero decir? Que cuándo Dios decida darnos algo nos lo va a dar, le duela a quien le duela, siempre y cuando lo obedezcamos y lo agrademos, pero el punto es que la sunamita le dijo a su esposo: Envíame un carro con chofer, porque necesito ir a ver a Eliseo, al hombre de Dios; No te preocupes, quédate en paz… Escuche  como habló esta mujer… Entonces, dice la Palabra que el chofer la llevó ante Eliseo y que Eliseo al verla de lejos le dijo a su criado: Giezi allá viene la sunamita. Te ruego que corras ahora a su encuentro y le digas: ¿Te va bien a ti?, ¿Le va bien a tu marido?, ¿Le va bien al niño? Y ella le respondió: Bien, pero cuando llegó a donde estaba el hombre de Dios, se arrojó a sus pies, y Giezi se acercó para apartarla, pero Eliseo le dijo: ¡Déjala!, porque su alma está angustiada, y el Señor me lo ha ocultado… Note: La sunamita amarro sus labios... La sunamita cuido sus labios ante Eliseo y su criado… por eso consejo: Cuidemos nuestros labios… Cuidemos los dichos que salen de nuestra boca, porque en nuestra lengua se encuentra la vida y la muerte.

Hermano zutano, disculpe, ¿Cómo se encuentra su hijo?, ¿Cuál? El necio; El rebelde, o el desobediente y desordenado… A veces nosotros nos ponemos a contar lo que no tenemos que contar… Hermano; Hermana, tenemos que ser prudentes, porque el mundo espiritual, es: Así como habéis hablado a mis oídos, así haré... Claro, que alguien puede decir; Mi hijo está enfermo, pero no me voy a preocupar, porque sé que sé, que el Señor lo va a sanar, pero ese no es el punto, el punto es que nosotros tenemos que aprender a hablar en el mundo espiritual… Que nosotros tenemos que seguir el ejemplo de la sunamita, ¿Qué le quiero decir? Que si ese niño, ya sea literal o espiritual es un don que Dios nos dio… Es un regalo que Dios nos dio, es decir una casa, o un carro, o un trabajo, o un estudio, o que se yo... No tenemos que dejar que se nos muera… No dejemos que se muera el ministerio que Dios nos dio… No dejemos que se muere el don que Dios nos dio… No dejemos que se mueran los talentos que Dios nos dio… No dejemos que se muera espiritualmente la familia que Dios nos dio, ya sea el cónyuge o los hijos… ¿Y sabe qué? Si estamos atravesando situaciones difíciles, o adversas o complicadas, tenemos que seguir el ejemplo de la sunamita, y decir: Todo está bien, porque si Dios me lo dio sé que sé, que mi vida y la vida de cada miembro de mi amada familia le pertenece a Él, por eso voy a confesar con mis labios: Victoria todos los días de mi vida, ya sea que me encuentre en abundancia o en escases, ¿Qué le quiero decir hermano? Que cuando el niño estornudo siete veces y abrió los ojos. Revivió… por eso:

Revive, el don que Dios te dio…
Revive, el talento que Dios te dio…
Revive, el hermoso hogar que Dios te dio…
Revive, la maravillosa empresa que Dios te dio...
Revive, el gozo, la alegría y la paz que el Señor te dio...

Revive el deseo de servir a Dios... Revive tu primer amor, ver Apocalipsis 2:4 al 6, ¿Por qué? Porque necesitas aprender a hablar como hablo la sunamita, de decir: Bien; Todo está bien, porque Tú Señor estás conmigo y sé que Tu mano me va a dar vida y vida en abundancia.

¡Que lección la que me dejó esta madre!
¡Que lección la que me dejó esta mujer y espero que a usted también!

Cuando el Señor me reveló esta enseñanza, entendí, que nosotros somos los preferidos de Él, porque sus oídos están atentos a lo que decimos nosotros y NO a lo que dice el mundo… Y dice la ley en el libro de Números capítulo 14:28: Así como habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros… Declara el Señor, ¿Qué le quiero decir? Que nosotros tenemos que enmendar y decirle al Señor: Señor recoge las palabras que salieron de mis labios… Las palabras que me han traído dolor, tristeza, amargura, enfermedad, depresión, corrupción, división; Palabras con las cuales yo mismo me he descalificado y he descalificado a mi familia.

¡Hoy Dios nos está prestando Su oído y nosotros somos sacerdotes; No dudemos; Creamos!

Por eso quisiera terminar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo, que las palabras que salen de nuestra boca tienen poder… Así como habéis hablado a mis oídos, así haré… Pero, ¿Qué murmuraron los murmuradores de Israel?: “…¡Ojalá hubiéramos muerto en la tierra de Egipto! ¡Ojalá hubiéramos muerto en este desierto!, ver Números 14:2, ¿Y qué les sucedió? Dice la Palabra que el Señor le pregunto a Moisés, ¿Cuántos días anduvieron investigando? 40 días; Esta bien… Entonces, dile a los murmuradores: Andarán peregrinando por el desierto 40 años, porque así como anduvieron investigando 40 días peregrinaran 40 años… Un día por año… y dice la Palabra en el libro de Judas, en el capítulo 1:5: A los que no creyeron, es decir a los que murmuraron en el desierto los destruyó… ¿Cuántos no creyeron?, ¿Cuántos lograron entrar a Canaán? Dos, Josué y Caleb… Nosotros tenemos que ser la congregación de Josué y Caleb… El pueblo de Israel vio el poder de Dios en Egipto; Vio la sobrenaturalidad de Dios cuando abrió el mar rojo y lo cruzaron en seco, y cuando lo cerro... Eso es imposible, pero para Dios no existe lo imposible, ver Mateo 19:26 y Lucas 18:27… Ellos lo vieron, pero cuando le dice Moisés en el nombre del Señor: Les voy a dar una vida en abundancia y lo único que tienen que hacer es creerme a mí, porque yo soy el instrumento del Señor; No creyeron… Eso quiere decir que usted amado hermano debe de seguir el ejemplo de Josué y de Caleb, es decir que cuando yo le diga algo a usted de parte de Dios usted tiene que decir con certeza y convicción: Amén… por eso me pregunto y le pregunto: ¿Qué palabras habremos dicho de nuestra vida? Yo no sé para que nací, solo para sufrir, ¿Qué palabras hemos dicho con respecto a nuestro futuro?, ¿Qué palabras han salido de nuestra boca en medio de una enfermedad?, ¿Qué palabras le habremos dicho a nuestros hijos? Eres bruto, eres necio, eres desordenado, eres un bueno para nada… ¿Usted quiere que su hijo sea bruto? Entonces, recuerde: Así como habéis hablado a mis oídos, así haré.

El mundo espiritual es tremendo… y cuando uno entiende su sacerdocio, y espero que usted, amado hermano, lo haya entendido, pero cuando uno entiende su sacerdocio se da cuenta del poder que tiene la lengua… Hay momentos que uno cree, que no lo va hacer… Que no lo va a lograr… Entonces, recordemos lo que dice el libro de Filipenses, en el capítulo 4:13: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”, ¿Qué le quiero decir? Escuche con mucha atención: Es importante que la Palabra de Dios este en nuestra labios… Nosotros tenemos que decir: No importa como esté o como me encuentro, porque sé que sé, que lo puedo lograr… Porque sé que sé, que el Señor me está llenado de Su gracia… Porque sé que sé, que el Señor me está llenando de Su fortaleza… Porque sé que sé, que el Señor me está llenando de Su paz… y paz no es un sentimiento de tranquilidad; Paz es que todo esté en orden conforme a la voluntad de Dios la cual es buena, agradable y perfecta, ver Romanos 12:2 NVI… Porque sé que sé, que “…Todas las cosas son posibles para el que cree.”, ver Marcos 9:23, Amén…

Entonces… ¿Qué tenemos que hacer amado hermano?

Hablar bien, Hablar cosas buenas… Proclamar bendiciones, y para eso tenemos que creer, es decir: Leer, estudiar y meditar la Palabra de Dios para ponerla por OBRA.


29 de Junio de 2019
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo

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