BUSQUEMOS LA REVELACIÓN FAMILIAR

LA BIBLIA NOS HABLA:

“Luego que llegó a donde estaba el varón de Dios en el monte, se asió de sus pies. Y se acercó Giezi para quitarla; pero el varón de Dios le dijo: Déjala, porque su alma está en amargura, y Jehová me ha encubierto el motivo, y no me lo ha revelado.” (Segunda de Reyes 4:27) RVR 1960.

En este día quisiera comenzar esta maravillosa enseñanza del Señor recordando la historia del versículo que acabamos de leer para que podamos entender y comprender la importancia de la revelación familiar… y dice la Palabra de Dios, que en Sunem había un matrimonio muy bendecido, y que un varón de Dios pasaba constantemente por su casa… Y resulta que la esposa, que la mujer distinguida, dijo a su marido: Te ruego que hagamos un pequeño aposento alto, con paredes, y pongamos allí para él una cama, una mesa, una silla y un candelero, para que cuando nos visite ya no se quede solamente a comer sino a descansar... Entre paréntesis, la mujer tuvo una revelación, ¿Y por qué digo eso? Porque dice la Palabra que ella le dijo a su marido: “…ahora entiendo que éste que siempre pasa por nuestra casa, es un hombre santo de Dios.”, ver Segunda de Reyes 4:9, pero el punto es que este matrimonio estaba muy, pero muy bendecido. EN PARTE, aunque tenían casas, empresas, dinero y posesiones, ¿Y por qué digo eso? Porque dice la Palabra que cuando Eliseo tuvo la revelación de lo que le hacía falta a este matrimonio para que pudieran completar la llenura en sus corazones, le dijo a la mujer: “El próximo año, por estas fechas, llevarás en tus brazos un hijo tuyo. La mujer respondió: Usted es un profeta de Dios y yo soy su servidora. Por favor, no me mienta, no me engañe, no juegue conmigo.”, ver Segunda de Reyes 4:16 al 17 TLA, y él le dijo: Cree, pues así lo ha dicho Dios, y “Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta…”, ver Números 23:19, Amén.

Dios le dio la revelación al profeta, “…La mujer quedó embarazada y al año siguiente tuvo un hijo, tal como se lo había dicho Eliseo.”, ver segunda de Reyes 4:17 TLA… Y resulta que pasaron los años, ¿Cuántos? NO LO SÉ… “Y sucedió que cuando el hombre de Dios alzó sus ojos miró a la distancia que venía la sunamita con su semblante entristecido, y dijo a Giezi su criado: Te ruego que corras ahora a su encuentro y le digas: “¿Te va bien a ti? ¿Le va bien a tu marido? ¿Le va bien al niño?” Y ella respondió: Bien, pero resulta que cuando llegó al monte, al hombre de Dios, se arrojó a sus pies. Y Giezi se acercó para apartarla, pero el hombre de Dios dijo: Déjala, porque su alma está angustiada, porque su alma esta amargada, y el Señor me lo ha ocultado y no me lo ha revelado.”, ver Segunda de Reyes 4:25 al 27, ¿Qué le quiero decir? Que la revelación que está debajo de la letra de la Escritura, ¡Es exquisita!… Que la revelación que nos pueda dar el Señor para conocer los eventos de la Escritura, ¡Es maravillosa!... Que la revelación que nos pueda dar el Señor para que podamos comprender el último libro de la Escritura, es decir sus copas, sus sellos, sus truenos, sus trompetas, y al anticristo y el falso profeta… ¡Sería bueno!, pero también sería bueno que nosotros busquemos con ahínco en medio de la revelación de la Escritura “LA REVELACIÓN FAMILIAR”, es decir la revelación para nuestra vida, y para la vida de nuestro cónyuge, y para la vida de nuestros hijos… En otras palabras, pidámosle al Señor que derrame sobre nuestra vida y la vida de nuestra amada familia, SU REVELACIÓN.

Hermano; Hermana, necesitamos un espíritu de revelación para que podamos comprender la Escritura y para que nos haga saber lo que nos está haciendo falta a nosotros y a cada miembro de nuestra familia. ME DI A ENTENDER. Entonces, si me di a entender, ¿Qué dije? Dije: La rueda de la vida de la sunamita y de su esposo de pronto estaba en un problema, ¿Qué le quiero decir? Que necesitamos tener revelación para que la revelación nos muestre la atmosfera que nos esté agobiando… por eso abramos la Biblia en el libro de Segunda de Reyes capítulo 4:18 al 19 LBLA, para que comience esta maravillosa enseñanza del Señor…

“Y cuando el niño creció, llegó el día en que salió al campo adonde estaba su padre con los segadores, y dijo a su padre: ¡Ay, mi cabeza, mi cabeza! Y el padre dijo a un criado: Llévalo a su madre.”

Estos versículos nos muestran dos ángulos…

1.- EL PRIMER ÁNGULO, nos muestra que el problema se encontraba en la cabeza del hogar, es decir que la cabeza del hogar tiene que tener revelación para poder discernir los ataques mentales y las atmósferas que lo rodean… y dice la Palabra: “…la cabeza de todo hombre es Cristo, y la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios.”, ver Primera de Corintios 11:3… Entonces, la cabeza del hogar es el hombre y el hijo le está diciendo: ¡Ay, mi cabeza, mi cabeza! Dos veces... y la Palabra nos deja ver que cuando las frases se repiten dos veces es porque Dios va a actuar rápidamente… En otras palabras, Dios desea y anhela que los padres le pongan solución a los problemas que les estén agobiando su cabeza, pero con urgencia… y ese niño está diciendo: ¡Ay, mi cabeza, mi cabeza! En otras palabras, ¡Mi padre, mi padre! Tiene problemas en su cabeza… y cuando le acercamos la lupa a algunas cabezas familiares en la Biblia nos damos cuenta que nosotros los padres tenemos que buscar con empeño y eficacia la revelación familiar, ¿Qué le quiero decir? Que el Señor nos va a revelar por medio de tres personajes Bíblicos tres problemas que se dan en el hogar, pero antes permítame decirle, que cuando uno se casa tiene que agradar a Dios y a su cónyuge, y cuidar a sus hijos… por otro lado, los solteros solo tienen que agradar a Dios y honrar a sus amados y benditos padres… Recuerden, Hijos, que ustedes, tienen que honrar a su padre y a su madre (que es el primer mandamiento con promesa), para que les vaya bien, y para que tengan larga vida sobre la tierra.”. Ah… y nosotros padres, recordemos, que “…no tenemos que provocar a ira a nuestros hijos, sino criarlos en la disciplina e instrucción del Señor.”, ver Efesios 6:1 al 4, pero el punto hermano, son los tres personajes.

1.- PRIMER PERSONAJE: Moisés, ver Éxodo 18… y Moisés era un siervo de Dios, pero también era una cabeza de familia… y dice la Palabra, que Moisés dejó a su esposa y a sus hijos en la casa de su suegro Jetro para irse a trabajar por un periodo largo en la obra del Señor… Moisés no era un haragán; Moisés trabajaba en la obra del Señor, pero dejó abandonada a su familia… y dice la Palabra, que Jetro agarró a su hija y a sus nietos y se los llevó a Moisés y cuando llegó encontró a Moisés contestando y enviando Whatsaap… es decir atendiendo a las personas que se querían divorciar; Atendiendo a las personas que tenían problemas de violencia doméstica; Atendiendo a los hijos que se encontraban en rebeldía, en desobediencia, es decir atendiendo los problemas familiares, ¿Qué le quiero decir? Que Moisés se estaba desgastando y al verlo Jetro, su suegro, le dijo: Con este tipo de vida te vas a terminar fundiendo y si te fundes tú vas a fundir también al pueblo, y aparte ya tienes fundida a mi hija y te has olvidado de mis nietos, ¿Qué le quiero decir? Que Séfora le dijo a su padre: Moisés solo pasa trabajando y cuando llega a la casa es a dormir, ¡Esta fundido!, ¿Qué le quiero decir? Que los que trabajamos en la obra del Señor tenemos que darle el tiempo necesario a nuestra familia, llámese: Cónyuge e hijos, ¿Para qué? Para que nuestros hijos no nos digan: ¡Ay, mi cabeza, mi cabeza!, ¿Qué le quiero decir? Que los siervos del Señor tenemos que trabajar en la obra del Señor sin dejar de atender a nuestra familia… Entonces, el ataque que le vino a Moisés se llama: Exceso de servir al Señor... Yo Juan Carlos Bonilla Guerrero cometo a veces ese problema, pero no estoy diciendo: Dejemos de servir al Señor, sino sirvamos al Señor de señores sin dejar de atender a nuestra bella y amada familia, porque escrito esta: “…Al Señor tu Dios adoraras, y a Él solo servirás.”, ver Lucas 4:8.

2.- SEGUNDO PERSONAJE: El jefe de los panaderos, ver Génesis 40… y el jefe de los panaderos era el panadero del Faraón… Hermano Juan Carlos, disculpe, ¿Qué tiene que ver el jefe de los panaderos con la cabeza del hogar? MUCHO, pero antes permítame decirle, que el Jefe de los panaderos cometió un error y su error lo llevó a la cárcel y en la cárcel tuvo un sueño que se lo reveló José, el hijo de Jacob, llámese: Israel, pero el punto es que el jefe de los panaderos soñó que “…sobre su cabeza habían tres canastas de pan. La canasta de más arriba tenía los mejores manjares hechos por un panadero para el rey; sin embargo, las aves venían a comérselos.”, ver Génesis 40:17 TLA, ¿Qué le quiero decir? Que la Biblia nos deja ver en el libro de Lucas capítulo 8:4 al 15, y en el libro de Marcos capítulo 4:1 al 20, y en el libro de Mateo capítulo 13:18 al 23, que “El sembrador salió a sembrar; y al sembrar, parte de la semilla cayó junto al camino y vinieron las aves y se la comieron.”, ver Mateo 13:3 al 4, pero cuando el Señor revela la parábola, dice: “El sembrador siembra la palabra. Y éstos que están junto al camino donde se siembra la palabra, son aquellos que en cuanto la oyen, al instante viene Satanás y se lleva la palabra que se ha sembrado en ellos.”, ver Marcos 4:14 al 15, ¿Qué le quiero decir? Que el pan es = a la Biblia y las aves es = a Satanás y Satanás es = a los espíritus inmundos y los espíritus inmundos son los malos pensamientos que comienzan a llegar a nuestra mente a darnos malas ideas, es decir a ponernos fantasías o pensamientos de temor, o de rencor, o de odio, o de venganza, o de adulterio, o de fornicación, ¿Para qué? Para dañar nuestra santidad, ¿Qué le quiero decir? Que las aves que tenía el jefe de los panaderos sobre su cabeza son los malos pensamientos; Que las aves que tenía el jefe de los panaderos sobre su cabeza son las tentaciones que el enemigo nos manda a nuestra cabeza. ENTENDIERON. Entonces, si entendieron, ¿Qué dije? Dije: No le tenemos que permitir a las tentaciones que hagan nido en nuestra cabeza… por eso consejo y no mío sino del apóstol Pablo: ¿Quieren combatir las tentaciones?... Recuerde, que la mente puede ser el taller del diablo o el taller de Dios, pero el punto es que el apóstol Pablo nos dice: Quieren mantener su mente sana y limpia, ¡Hagan higiene mental! ¿Y cómo se hace eso hermano Juan Carlos? Escuche: Dice la Palabra en el libro de Filipense capítulo 4:8 DHH: “Por último, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto, lo justo, en todo lo puro, en todo lo agradable, lo amable, en todo lo que tiene buena fama. Piensen en toda clase de virtudes, en todo lo que merece alabanza.”. ME DI A ENTENDER. Entonces, si me di a entender continuemos.

3.- TERCER PERSONAJE: Juan el Bautista, ver Mateo 14… y Juan el Bautista fue el que anunció la venida del Señor, es decir que fue el último profeta del Antiguo Testamento, ¿Y por qué digo eso? Porque dice la Palabra, que Juan el Bautista “…era aquel a quien se refirió el profeta Isaías, diciendo: Voz del que clama en el desierto: “Preparad el camino del Señor, haced derechas sus sendas.”, ver Mateo 3:3 LBLA, pero el punto es que a Juan el Bautista le cortaron la cabeza en una fiesta, ¿Qué le quiero decir? Que Juan el Bautista podía leer las atmósferas, pero la suya no, ¿Y por qué digo eso? Porque la Palabra nos deja ver claramente, que cuando Juan el Bautista se encontraba en la fiesta de Herodes, el tetrarca, lo encarcelaron y después le cortaron la cabeza. Juan el Bautista NO pudo leer su atmosfera… por eso me pregunto y le pregunto: ¿Sabemos cuál es la atmosfera que nos puede absorber? Las atmósferas pueden ser buenas o malas… En la Iglesia se encuentra la atmósfera de Dios y es hermosa, pero también hay atmósferas de las tinieblas y las tinieblas nos pueden echar a perder… por eso consejo del apóstol Pablo: Alejémonos de las malas amistades, de las malas conversaciones, de las malas compañías, porque “…Las malas compañías corrompen las buenas costumbres.”, ver Primera de Corintios 15:33… En otras palabras, busquemos la revelación, porque la revelación nos mostrará adonde podemos ir y adonde no… Porque la revelación nos mostrará a quién le podemos contestar y a quién no… Porque la revelación nos mostrará con quién podemos chatear y con quien no… Eso se llama: Revelación; Eso se llama: Vida práctica. ENTENDIERON. Entonces, si entendieron, ¿Qué dije? Dije: Necesitamos el espíritu de revelación familiar para que nos diga adonde podemos ir y adonde no, para que nos diga en donde podemos trabajar y en donde no, pero si usted trabaja en una cervecería o en una tabacalera. NO hay problema, el problema es que usted haya sido una chimenea andante… Usted NO podría trabajar ahí, ¿Por qué? Porque esa atmósfera lo ABSORBERÁ.

2.- EL SEGUNDO ÁNGULO, nos muestra que el problema se encuentra en la cabeza del niño o de la niña… Nuestro hijo creció y nuestra hija creció, y al crecer nos dicen: Padre, tengo un problema y el problema está en mi cabeza… y dice la Palabra en el libro de Mateo capítulo 6:22 al 23: “La lámpara del cuerpo es el ojo; por eso, si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará lleno de luz. Pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará lleno de oscuridad.”, ¿Qué le quiero decir? Que los que ya “…escaparon de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y salvador Jesucristo, no se pueden volver a enredar en ellas, porque serán vencidos…”, ver Segunda de Pedro 2:20 RVR 1960, ¿Qué le quiero decir? Que la frase ojo está sano y la palabra enredándose proviene del origen de la palabra En y Plekó, y Emplekó quiere decir: Tejer, entrelazar, enredar, involucrar con, es decir trenzar o hacer una trenza… Hermano Juan Carlos, disculpe, ¿Qué tienen que ver las trenzas con la cabeza? No le entiendo, me lo podría explicar, por favor. CON MUCHO GUSTO. Escuche: La cabeza tiene que ver con los pensamientos, con las estructuras mentales y las trenzas tienen que ver con la cabeza de Sansón… y dice la Palabra en el libro de Jueces capítulo 16:19: que “…Ella lo hizo dormir sobre sus rodillas… Recuerde, que estamos hablando de Dalila y de Sansón, y mandó llamar a un hombre que le rasuró las siete trenzas de su cabellera. Luego ella comenzó a afligirlo y su fuerza lo dejó.”, pero lo tremendo lo encontramos en el versículo 13, que dice: “…Si tomas las siete trenzas de mi cabello y las entretejes entre los hilos de ese telar, y luego sujetas el telar fuertemente al suelo con estacas, perderé mi fuerza y seré como cualquier otro hombre.”, TLA, ¿Qué le quiero decir? Que nosotros somos hijos de Dios y si somos hijos de Dios… Escuche: No tenemos que perder nuestra consagración… En otras palabras, NO le tenemos que permitir a las tentaciones, es decir a los malos pensamientos que hagan nido sobre nuestra cabeza, ¿Por qué razón? Porque nos van a contaminar… y eso fue lo que le sucedió a Sansón, ¿Y qué le sucedió? Que se enredó con una Filistea, ver Segunda de Corintios 6:14 RVR 1960, y al enredarse sus trenzas, es decir sus pensamientos se ataron a la tierra. Entre paréntesis, las siete trenzas representan los siete Espíritus de Dios, es decir “…el Espíritu del Señor, el espíritu de sabiduría y de inteligencia, el espíritu de consejo y de poder, el espíritu de conocimiento y de temor del Señor.”, ver Isaías 11:2… Lo que estoy tratando de decir es que los malos pensamientos nos harán perder la consagración y al perder la consagración perderemos la visión, ¿Y si no tenemos visión? No tendremos revelación, ¿Y si no tenemos revelación? Nuestro cuerpo se llenará de oscuridad… por otro lado, si nuestro ojo está sano, todo nuestro cuerpo estará lleno de luz… por eso consejo: Así “…como piensa el hombre dentro de sí, así es…”, ver proverbios 23:7, ¿Qué le quiero decir? Que los malos pensamientos nos van a contaminar; Que los malos pensamientos nos van obligar a decir: No lo puedo hacer; No lo voy a lograr… por otro lado, la consagración, es decir la visión, es decir la revelación nos hará decir: Lo que comencé lo voy a continuar y a culminar… Yo lo voy a lograr, porque sé que sé, que el que comenzó la buena obra en mí la va a terminar… porque sé que sé, que la unción que tiene mi Padre que está en los cielos yo la puedo tener también, PORQUE SOY SU HIJO, Amén…

Hermano; Hermana, no le tenemos que permitir al enemigo que por medio de las tentaciones, es decir de los malos pensamientos haga nido en nuestra cabeza… por eso me pregunto y le pregunto: ¿Qué quiere el enemigo de nosotros? Robar, matar y destruir, ¿El qué? La gracia, la Fe y a nuestra familia… Recuerde, que nuestro “…adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar.”, ver Primera de Pedro 5:8… En otras palabras, anda al acecho buscando a quien acusar y a quien condenar para separarlo del amor de Cristo, ver Romanos 8:33 al 35, pero como el tema es familiar… Entonces, nuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien acusar y a quien condenar para separarlo del hogar… En otras palabras, para llevárselo al mundo…

Hermano; Hermana, despojémonos del viejo hombre, que se corrompe según los deseos engañosos y vistámonos del nuevo hombre para que nuestros pensamientos estén en paz, ver Efesios 4:20 al 24… y dice la Palabra: “¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti; a todos los que concentran en ti sus pensamientos!”, ver Isaías 26:3 NTV... La Palabra de Dios tiene promesas para nosotros y las promesas son Si y Amén, en Cristo, ¿Qué le quiero decir? Que las promesas de Dios tienen fecha de cumplimiento y NO de vencimiento… y dice la Palabra: “…Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y toda tu casa.”, ver Hechos 16:31 RVR 1960, ¿Qué le quiero decir? Que las bendiciones de Dios están ahí… Que las bendiciones de Dios las recibimos todos los días… “…las misericordias del Señor jamás terminan, pues nunca fallan sus bondades; son nuevas cada mañana.”, ver Lamentaciones 3:22 al 23, ¿Qué le quiero decir? Que todos los días podemos enderezar nuestra vida… Que todos los días le podemos decir al Señor: Señor quiero recibir de Tú revelación para comenzar de nuevo... Hermano; Hermana, tenemos que buscar la revelación con empeño y eficacia, porque la mente puede ser el taller del diablo o el taller de Dios…

Ahora, miremos Segunda de Reyes capítulo 4:27 RVR 1960.

“Luego que llegó a donde estaba el varón de Dios en el monte, se asió de sus pies. Y se acercó Giezi para quitarla; pero el varón de Dios le dijo: Déjala, porque su alma está en amargura, y Jehová me ha encubierto el motivo, y no me lo ha revelado.”

Este versículo nos muestra claramente, que los cónyuges y que los hijos NO se tienen que AMARGAR... “Se pueden enojar, pero no pequen; no dejen que se ponga el sol antes de que se ocupen de su enojo, de otra forma dan lugar a satán.”, ver Efesios 4:26 al 27  Biblia Kadosh Israelita Mesiánica… En otras palabras, Se pueden enojar, pero no se pueden amargar, porque la amargura da lugar al diablo… por eso consejo: Cuando nos sintamos angustiados, o afligidos, o estresados, o preocupados. Entre paréntesis, todos nos podemos angustiar; Todos nos podemos afligir; Todos nos podemos estresar; Todos nos podemos preocupar, pero no le tenemos que permitir a lo antes mencionado, que haga nido en nuestra cabeza, pero ese no es el punto, el punto es que cuando nuestro enemigo nos esté atacando la cabeza tenemos que buscar con perseverancia pensar en el Señor, “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.”, ver Isaías 26:3 RVR 1960… por eso me pregunto y le pregunto: ¿A quiénes le damos nuestros pensamientos?... Recuerde, que cuando pensamos en el Señor; Él nos guarda en completa paz… y paz no es un sentimiento de tranquilidad; Paz es que todo esté en orden conforme a la voluntad de Dios, la cual es buena, agradable y perfecta, ver Romanos 12:2 NTV, pero ese no es el punto, el punto es la amargura y la amargura llega en el momento en que se nos hace una injusticia, pero lo tremendo de esto es que si le dejamos a la amargura que se ponga sobre nuestra cabeza estamos dejando la puerta abierta para que entre el demonio de la amargura, llámese: Merirí, y Merirí significa: Amargo, veneno y el despojador de todo…

Esto me recuerda la historia de Noemí, la placentera… y dice la Palabra que Noemí y su familia abandonó la casa del pan para residir en los campos de Moab y que en los campos de Moab la placentera se amargó, porque el demonio Merirí la despojó de todo… Usted conoce la historia, Noemí perdió a su marido, después perdió a sus hijos, Mahlón y Quelión, ¿Qué le quiero decir? Que NO le podemos permitir a la amargura que haga nido en nuestra cabeza, porque nos podemos enojar con Dios… En otras palabras, vamos a culpar a Dios, “…No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara, porque el trato del Todopoderoso me ha llenado de amargura. Llena me fui, pero vacía me ha hecho volver el Señor.”, ver Rut 1:20 al 21… La placentera se amargó y al amargarse le echó la culpa a Dios por sus malas decisiones, por sus malos pensamientos… En otras palabras, la despojó de todo, ¿Quién? Merirí… por eso me pregunto y le pregunto: ¿Por qué nos podemos amargar? ¿Por qué se puede amargar nuestro cónyuge? ¿Por qué se pueden amargar nuestros hijos?... La sunamita se amargó, en primer lugar, porque había mucha provisión, pero poca atención… y en segundo lugar, porque se murió su hijo en lo literal, ¿Y en lo espiritual? Porque no instruyó ni educó a su hijo en el temor de Jehová… y eso fue lo que le sucedió a Sansón, porque dice la Palabra que cuando le cortaron la última trenza, es decir el espíritu de temor a Jehová; El Señor se apartó de él, ver Jueces 16:20… En otras palabras, no cumplió su comisión, es decir perdió la visión, es decir perdió la revelación y al perder la revelación se convirtió en un payaso… por eso consejo: Esposos atendamos a nuestras esposas y no nos olvidemos de nuestros hijos. Ah… y a los futuros esposos NO se olviden de esta maravillosa enseñanza.

BUSQUEMOS LA REVELACIÓN PARA QUE NO NOS AMARGUEMOS CON DIOS…

Por eso quisiera terminar esta maravillosa enseñanza del Señor leyendo el versículo 26 del capítulo 4 del libro de Segunda de Reyes RVA 1602, que dice: “Ruégote que vayas ahora corriendo a recibirla, y dile: ¿Tienes paz? ¿Y tu marido, y tu hijo? Y ella dijo: Paz.”… En otras palabras, mujer tienes Shalom, ¿Y tu esposo, y tu hijo?... Shalom significa: Paz, dicha, bienestar, seguridad, integridad, prosperidad, pastos delicados y victoria… y fue por eso que el Señor Jesucristo vino a todos los hogares, ¿Qué le quiero decir? Que nosotros tenemos que buscar la revelación familiar… Que nosotros tenemos que buscar esa unción, porque esa unción es como un espíritu de Shalom, ¿Qué le quiero decir? Que el Señor desea y anhela con todo su corazón que nosotros, y cuando digo nosotros me refiero a los padres y a los hijos… Entonces, el Señor desea y anhela con todo su corazón, que nosotros tengamos el espíritu de Shalom, porque por medio del espíritu de Shalom nos hará vivir en paz, en Su Paz, TLA, “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera...”, ver Isaías 26:3 RVR 1960… y fue por eso que el Señor Jesucristo dijo y aun nos sigue diciendo: “La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como el mundo la da...”, ver Juan 14:27, pero ¿Qué significa? Mi Shalom les dejo; mi Shalom les doy, NVI… y que NO es a través de pastillas o de rejas o de guardaespaldas, es decir de cosas superficiales y pasajeras, ¿Qué significa eso? Que el Shalom de Cristo es a través de Su bienestar, de Su seguridad, de Su felicidad, de Su prosperidad y de Su victoria, por eso yo Juan Carlos Bonilla Guerrero me digo y les digo: No hay mayor tragedia que después de esta maravillosa enseñanza del Señor no busquemos la revelación; No busquemos el Shalom y el Shalom de Dios, llámese: Jesucristo, “La paz les dejo; mi paz les doy; Yo no se la doy a ustedes como el mundo la da…”.

La sunamita NO tenía paz… por eso consejo: Busquemos el Shalom del Señor para que no nos pase lo que le pasó a la sunamita… Ella tenía prosperidad, pero no tenía plenitud… En otras palabras, tenía casa, pero no tenía hogar; Tenía risas, pero no tenía felicidad, porque la felicidad la da Cristo… La paz NO solo es quietud, ¿Y porque digo eso? Porque la paz se puede dar en medio de las tormentas; Porque la paz se puede dar en medio de los problemas; Porque la paz se puede dar en medio de la amargura y en medio de las estructuras mentales, es decir de los malos pensamientos, ¿Qué le quiero decir? Que las promesas de Dios no tienen fecha de vencimiento sino de cumplimiento… por eso consejo: Busca al Señor tú Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con todas tus fuerzas, ver Marcos 12:30, para que te bendiga y bendiga a tu hogar con Su revelación; La revelación que nos servirá para atender a nuestra amada y bendita familia, llámese: Cónyuge e hijos…


17 de Febrero de 2019
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo

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