BUSQUEMOS LA REVELACIÓN FAMILIAR
LA
BIBLIA NOS HABLA:
Estos versículos nos muestran dos ángulos…
17 de Febrero de 2019
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo
“Luego que llegó a
donde estaba el varón de Dios en el monte, se asió de sus pies. Y se acercó
Giezi para quitarla; pero el varón de Dios le dijo: Déjala, porque su alma está
en amargura, y Jehová me ha encubierto el motivo, y no me lo ha revelado.” (Segunda de Reyes
4:27) RVR 1960.
En este día quisiera comenzar esta maravillosa enseñanza del Señor recordando
la historia del versículo que acabamos de leer para que podamos entender y comprender
la importancia de la revelación familiar… y dice la Palabra de Dios, que en Sunem había un matrimonio muy
bendecido, y que un varón de Dios
pasaba constantemente por su casa… Y resulta que la esposa, que la mujer distinguida, dijo a su marido: Te ruego
que hagamos un pequeño aposento alto,
con paredes, y pongamos allí para él una cama, una mesa, una silla y un
candelero, para que cuando nos visite ya no se quede solamente a comer sino
a descansar... Entre paréntesis, la mujer tuvo una revelación, ¿Y por qué digo
eso? Porque dice la Palabra que ella le
dijo a su marido: “…ahora entiendo que éste que siempre pasa
por nuestra casa, es un hombre santo de Dios.”, ver Segunda de Reyes 4:9, pero
el punto es que este matrimonio estaba muy, pero muy bendecido. EN PARTE,
aunque tenían casas, empresas, dinero y posesiones, ¿Y por qué digo eso? Porque
dice la Palabra que cuando Eliseo tuvo la revelación de lo que le hacía falta a
este matrimonio para que pudieran completar la llenura en sus corazones, le dijo a la mujer: “El próximo año, por estas fechas, llevarás
en tus brazos un hijo tuyo. La mujer respondió: Usted es un profeta de Dios y
yo soy su servidora. Por favor, no me mienta, no me engañe, no juegue
conmigo.”, ver Segunda de Reyes 4:16
al 17 TLA, y él le dijo: Cree, pues así lo ha dicho Dios, y “Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se
arrepienta…”, ver Números 23:19, Amén.
Dios le dio la revelación al profeta, “…La mujer quedó embarazada y al año siguiente tuvo un hijo, tal como
se lo había dicho Eliseo.”, ver segunda de Reyes 4:17 TLA… Y
resulta que pasaron los años, ¿Cuántos? NO LO SÉ… “Y sucedió que cuando el hombre de Dios alzó sus ojos miró a la
distancia que venía la sunamita con
su semblante entristecido, y dijo a
Giezi su criado: Te ruego que corras ahora a su encuentro y le digas: “¿Te va
bien a ti? ¿Le va bien a tu marido? ¿Le va bien al niño?” Y ella respondió:
Bien, pero resulta que cuando llegó
al monte, al hombre de Dios, se arrojó a sus pies. Y Giezi se acercó para apartarla, pero el hombre de Dios
dijo: Déjala, porque su alma está angustiada, porque su alma esta amargada, y el Señor me lo ha ocultado y no me lo ha
revelado.”, ver Segunda de Reyes 4:25 al 27, ¿Qué le quiero decir? Que la
revelación que está debajo de la letra de la Escritura, ¡Es exquisita!… Que la
revelación que nos pueda dar el Señor para conocer los eventos de la Escritura,
¡Es maravillosa!... Que la revelación que nos pueda dar el Señor para que
podamos comprender el último libro de la Escritura, es decir sus copas, sus
sellos, sus truenos, sus trompetas, y al anticristo y el falso profeta… ¡Sería
bueno!, pero también sería bueno que nosotros busquemos con ahínco en medio de
la revelación de la Escritura “LA REVELACIÓN FAMILIAR”, es decir la revelación para
nuestra vida, y para la vida de nuestro cónyuge, y para la vida de nuestros
hijos… En otras palabras, pidámosle al Señor que derrame sobre nuestra vida y
la vida de nuestra amada familia, SU REVELACIÓN.
Hermano; Hermana, necesitamos un espíritu de revelación para que podamos
comprender la Escritura y para que nos haga saber lo que nos está haciendo
falta a nosotros y a cada miembro de nuestra familia. ME DI A ENTENDER.
Entonces, si me di a entender, ¿Qué dije? Dije: La rueda de la vida de la sunamita y de su esposo de pronto
estaba en un problema, ¿Qué le quiero decir? Que necesitamos tener revelación para
que la revelación nos muestre la atmosfera que nos esté agobiando… por eso
abramos la Biblia en el libro de Segunda de Reyes capítulo 4:18 al 19 LBLA,
para que comience esta maravillosa enseñanza del Señor…
“Y cuando el niño
creció, llegó el día en que salió al campo adonde estaba su padre con los
segadores, y dijo a su padre: ¡Ay, mi cabeza, mi cabeza! Y el padre dijo a un
criado: Llévalo a
su madre.”
1.- EL PRIMER ÁNGULO, nos muestra que el problema se encontraba en la
cabeza del hogar, es decir que la cabeza del hogar tiene que tener revelación
para poder discernir los ataques mentales y las atmósferas que lo rodean… y
dice la Palabra: “…la cabeza de todo
hombre es Cristo, y la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo
es Dios.”, ver Primera de Corintios 11:3… Entonces, la cabeza del hogar es
el hombre y el hijo le está diciendo: ¡Ay,
mi cabeza, mi cabeza! Dos veces... y la Palabra nos deja ver que cuando las
frases se repiten dos veces es porque Dios va a actuar rápidamente… En otras
palabras, Dios desea y anhela que los padres le pongan solución a los problemas
que les estén agobiando su cabeza, pero con urgencia… y ese niño está diciendo:
¡Ay, mi cabeza, mi cabeza!… En otras palabras, ¡Mi padre, mi
padre! Tiene problemas en su cabeza… y cuando le acercamos la lupa a algunas
cabezas familiares en la Biblia nos damos cuenta que nosotros los padres
tenemos que buscar con empeño y eficacia la revelación familiar, ¿Qué le quiero
decir? Que el Señor nos va a revelar por medio de tres personajes Bíblicos tres
problemas que se dan en el hogar, pero antes permítame decirle, que cuando uno
se casa tiene que agradar a Dios y a su cónyuge, y cuidar a sus hijos… por otro
lado, los solteros solo tienen que agradar a Dios y honrar a sus amados y
benditos padres… Recuerden, “Hijos,
que ustedes, tienen que honrar a su padre y a su madre (que es el primer mandamiento con promesa),
para que les vaya bien, y para que
tengan larga vida sobre la tierra.”.
Ah… y nosotros padres, recordemos, que “…no
tenemos que provocar a ira a nuestros
hijos, sino criarlos en la disciplina
e instrucción del Señor.”, ver Efesios 6:1 al 4, pero el punto hermano, son
los tres personajes.
1.- PRIMER PERSONAJE: Moisés, ver Éxodo 18… y Moisés era un siervo de
Dios, pero también era una cabeza de familia… y dice la Palabra, que Moisés
dejó a su esposa y a sus hijos en la casa de su suegro Jetro para irse a
trabajar por un periodo largo en la obra del Señor… Moisés no era un haragán;
Moisés trabajaba en la obra del Señor, pero dejó abandonada a su familia… y dice
la Palabra, que Jetro agarró a su hija y a sus nietos y se los llevó a Moisés y
cuando llegó encontró a Moisés contestando y enviando Whatsaap… es decir
atendiendo a las personas que se querían divorciar; Atendiendo a las personas
que tenían problemas de violencia doméstica; Atendiendo a los hijos que se
encontraban en rebeldía, en desobediencia, es decir atendiendo los problemas
familiares, ¿Qué le quiero decir? Que Moisés se estaba desgastando y al verlo
Jetro, su suegro, le dijo: Con este tipo de vida te vas a terminar fundiendo y
si te fundes tú vas a fundir también al pueblo, y aparte ya tienes fundida a mi
hija y te has olvidado de mis nietos, ¿Qué le quiero decir? Que Séfora le dijo
a su padre: Moisés solo pasa trabajando y cuando llega a la casa es a dormir,
¡Esta fundido!, ¿Qué le quiero decir? Que los que trabajamos en la obra del
Señor tenemos que darle el tiempo necesario a nuestra familia, llámese: Cónyuge
e hijos, ¿Para qué? Para que nuestros hijos no nos digan: ¡Ay, mi cabeza, mi cabeza!, ¿Qué le quiero decir? Que los siervos
del Señor tenemos que trabajar en la obra del Señor sin dejar de atender a
nuestra familia… Entonces, el ataque que le vino a Moisés se llama: Exceso de
servir al Señor... Yo Juan Carlos Bonilla Guerrero cometo a veces ese problema,
pero no estoy diciendo: Dejemos de servir al Señor, sino sirvamos al Señor de
señores sin dejar de atender a nuestra bella y amada familia, porque escrito
esta: “…Al Señor tu Dios adoraras, y a Él
solo servirás.”, ver Lucas 4:8.
2.- SEGUNDO PERSONAJE: El jefe de los panaderos, ver Génesis 40… y el
jefe de los panaderos era el panadero del Faraón… Hermano Juan Carlos,
disculpe, ¿Qué tiene que ver el jefe de los panaderos con la cabeza del hogar?
MUCHO, pero antes permítame decirle, que el Jefe de los panaderos cometió un
error y su error lo llevó a la cárcel y en la cárcel tuvo un sueño que se lo
reveló José, el hijo de Jacob, llámese: Israel, pero el punto es que el jefe de
los panaderos soñó que “…sobre su cabeza habían tres canastas de pan. La
canasta de más arriba tenía los mejores manjares hechos por un panadero para el rey; sin embargo, las aves
venían a comérselos.”, ver Génesis 40:17 TLA, ¿Qué le quiero decir? Que la
Biblia nos deja ver en el libro de Lucas capítulo 8:4 al 15, y en el libro de
Marcos capítulo 4:1 al 20, y en el libro de Mateo capítulo 13:18 al 23, que “El sembrador salió a sembrar; y al
sembrar, parte de la semilla cayó junto al camino y vinieron las aves y se la
comieron.”, ver Mateo 13:3 al 4, pero cuando el Señor revela la parábola,
dice: “El sembrador siembra la palabra.
Y éstos que están junto al camino donde se siembra la palabra, son aquellos que
en cuanto la oyen, al instante viene Satanás y se lleva la palabra que se ha
sembrado en ellos.”, ver Marcos 4:14 al 15, ¿Qué le quiero decir? Que el
pan es = a la Biblia y las aves es = a Satanás y Satanás es = a los espíritus
inmundos y los espíritus inmundos son los malos pensamientos que comienzan a
llegar a nuestra mente a darnos malas ideas, es decir a ponernos fantasías o
pensamientos de temor, o de rencor, o de odio, o de venganza, o de adulterio, o
de fornicación, ¿Para qué? Para dañar nuestra santidad, ¿Qué le quiero decir?
Que las aves que tenía el jefe de los panaderos sobre su cabeza son los malos
pensamientos; Que las aves que tenía el jefe de los panaderos sobre su cabeza
son las tentaciones que el enemigo nos manda a nuestra cabeza. ENTENDIERON.
Entonces, si entendieron, ¿Qué dije? Dije: No le tenemos que permitir a las
tentaciones que hagan nido en nuestra cabeza… por eso consejo y no mío sino del
apóstol Pablo: ¿Quieren combatir las tentaciones?... Recuerde, que la mente
puede ser el taller del diablo o el taller de Dios, pero el punto es que el
apóstol Pablo nos dice: Quieren mantener su mente sana y limpia, ¡Hagan higiene
mental! ¿Y cómo se hace eso hermano Juan Carlos? Escuche: Dice la Palabra en el
libro de Filipense capítulo 4:8 DHH: “Por
último, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto,
lo justo, en todo lo puro, en todo lo
agradable, lo amable, en todo lo que
tiene buena fama. Piensen en toda clase de virtudes, en todo lo que merece
alabanza.”. ME DI A ENTENDER. Entonces, si me di a entender continuemos.
3.- TERCER PERSONAJE: Juan el Bautista, ver Mateo 14… y Juan el Bautista
fue el que anunció la venida del Señor, es decir que fue el último profeta del
Antiguo Testamento, ¿Y por qué digo eso? Porque dice la Palabra, que Juan el
Bautista “…era aquel a quien se refirió el profeta Isaías, diciendo: Voz del que clama
en el desierto: “Preparad el camino del Señor, haced derechas sus sendas.”,
ver Mateo 3:3 LBLA, pero el punto es que a Juan el Bautista le cortaron la
cabeza en una fiesta, ¿Qué le quiero decir? Que Juan el Bautista podía leer las
atmósferas, pero la suya no, ¿Y por qué digo eso? Porque la Palabra nos deja
ver claramente, que cuando Juan el Bautista se encontraba en la fiesta de
Herodes, el tetrarca, lo encarcelaron y después le cortaron la cabeza. Juan el
Bautista NO pudo leer su atmosfera… por eso me pregunto y le pregunto: ¿Sabemos
cuál es la atmosfera que nos puede absorber? Las atmósferas pueden ser buenas o
malas… En la Iglesia se encuentra la atmósfera de Dios y es hermosa, pero
también hay atmósferas de las tinieblas y las tinieblas nos pueden echar a
perder… por eso consejo del apóstol Pablo: Alejémonos de las malas amistades,
de las malas conversaciones, de las malas compañías, porque “…Las malas compañías corrompen las buenas
costumbres.”, ver Primera de Corintios 15:33… En otras palabras, busquemos
la revelación, porque la revelación nos mostrará adonde podemos ir y adonde no…
Porque la revelación nos mostrará a quién le podemos contestar y a quién no… Porque
la revelación nos mostrará con quién podemos chatear y con quien no… Eso se
llama: Revelación; Eso se llama: Vida práctica. ENTENDIERON. Entonces, si
entendieron, ¿Qué dije? Dije: Necesitamos el espíritu de revelación familiar
para que nos diga adonde podemos ir y adonde no, para que nos diga en donde
podemos trabajar y en donde no, pero si usted trabaja en una cervecería o en
una tabacalera. NO hay problema, el problema es que usted haya sido una
chimenea andante… Usted NO podría trabajar ahí, ¿Por qué? Porque esa atmósfera lo
ABSORBERÁ.
2.- EL SEGUNDO ÁNGULO, nos muestra que el problema se encuentra en la
cabeza del niño o de la niña… Nuestro hijo creció y nuestra hija creció, y al
crecer nos dicen: Padre, tengo un problema y el problema está en mi cabeza… y
dice la Palabra en el libro de Mateo capítulo 6:22 al 23: “La lámpara del cuerpo es el ojo; por eso, si tu ojo está sano, todo tu
cuerpo estará lleno de luz. Pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará
lleno de oscuridad.”, ¿Qué le quiero decir? Que los que ya “…escaparon de las contaminaciones del
mundo, por el conocimiento del Señor y salvador Jesucristo, no se pueden
volver a enredar en ellas, porque
serán vencidos…”, ver Segunda de
Pedro 2:20 RVR 1960, ¿Qué le quiero decir? Que la frase ojo está sano y la palabra enredándose
proviene del origen de la palabra En y Plekó, y Emplekó quiere decir: Tejer,
entrelazar, enredar, involucrar con, es decir trenzar o hacer una trenza…
Hermano Juan Carlos, disculpe, ¿Qué tienen que ver las trenzas con la cabeza?
No le entiendo, me lo podría explicar, por favor. CON MUCHO GUSTO. Escuche: La
cabeza tiene que ver con los pensamientos, con las estructuras mentales y las
trenzas tienen que ver con la cabeza de Sansón… y dice la Palabra en el libro
de Jueces capítulo 16:19: que “…Ella lo
hizo dormir sobre sus rodillas… Recuerde, que estamos hablando de Dalila y
de Sansón, y mandó llamar a un hombre
que le rasuró las siete trenzas de su cabellera. Luego ella comenzó a afligirlo
y su fuerza lo dejó.”, pero lo tremendo lo encontramos en el versículo 13,
que dice: “…Si tomas las siete trenzas
de mi cabello y las entretejes entre los hilos de ese telar, y luego sujetas el
telar fuertemente al suelo con estacas, perderé mi fuerza y seré como cualquier
otro hombre.”, TLA, ¿Qué le quiero decir? Que nosotros somos hijos de Dios
y si somos hijos de Dios… Escuche: No tenemos que perder nuestra consagración…
En otras palabras, NO le tenemos que permitir a las tentaciones, es decir a los
malos pensamientos que hagan nido sobre nuestra cabeza, ¿Por qué razón? Porque
nos van a contaminar… y eso fue lo que le sucedió a Sansón, ¿Y qué le sucedió?
Que se enredó con una Filistea, ver Segunda de Corintios 6:14 RVR 1960, y al
enredarse sus trenzas, es decir sus pensamientos se ataron a la tierra. Entre
paréntesis, las siete trenzas representan los siete Espíritus de Dios, es decir
“…el Espíritu del Señor, el espíritu de sabiduría y de inteligencia, el
espíritu de consejo y de poder, el espíritu de conocimiento y de temor del
Señor.”, ver Isaías 11:2… Lo que estoy tratando de decir es que los malos
pensamientos nos harán perder la consagración y al perder la consagración
perderemos la visión, ¿Y si no tenemos visión? No tendremos revelación, ¿Y si
no tenemos revelación? Nuestro cuerpo se llenará de oscuridad… por otro lado, si nuestro ojo está sano, todo nuestro cuerpo estará lleno de luz… por eso
consejo: Así “…como piensa el hombre
dentro de sí, así es…”, ver
proverbios 23:7, ¿Qué le quiero decir? Que los malos pensamientos nos van a contaminar;
Que los malos pensamientos nos van obligar a decir: No lo puedo hacer; No lo
voy a lograr… por otro lado, la consagración, es decir la visión, es decir la
revelación nos hará decir: Lo que comencé lo voy a continuar y a culminar… Yo
lo voy a lograr, porque sé que sé, que el que comenzó la buena obra en mí la va
a terminar… porque sé que sé, que la unción que tiene mi Padre que está en los
cielos yo la puedo tener también, PORQUE SOY SU HIJO, Amén…
Hermano; Hermana, no le tenemos que permitir al enemigo que por medio de
las tentaciones, es decir de los malos pensamientos haga nido en nuestra
cabeza… por eso me pregunto y le pregunto: ¿Qué quiere el enemigo de nosotros?
Robar, matar y destruir, ¿El qué? La gracia, la Fe y a nuestra familia…
Recuerde, que nuestro “…adversario, el
diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar.”, ver
Primera de Pedro 5:8… En otras palabras, anda
al acecho buscando a quien acusar y a
quien condenar para separarlo del
amor de Cristo, ver Romanos 8:33 al 35, pero como el tema es familiar…
Entonces, nuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien acusar y a
quien condenar para separarlo del hogar… En otras palabras, para llevárselo al
mundo…
Hermano; Hermana, despojémonos del
viejo hombre, que se corrompe según los deseos engañosos y vistámonos del nuevo hombre para que nuestros
pensamientos estén en paz, ver Efesios 4:20 al 24… y dice la Palabra: “¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los
que confían en ti; a todos los que concentran en ti sus pensamientos!”, ver
Isaías 26:3 NTV... La Palabra de Dios tiene promesas para nosotros y las
promesas son Si y Amén, en Cristo, ¿Qué
le quiero decir? Que las promesas de Dios tienen fecha de cumplimiento y NO de vencimiento…
y dice la Palabra: “…Cree en el Señor
Jesucristo, y serás salvo, tú y toda
tu casa.”, ver Hechos 16:31 RVR 1960, ¿Qué le quiero decir? Que las
bendiciones de Dios están ahí… Que las bendiciones de Dios las recibimos todos
los días… “…las misericordias del Señor
jamás terminan, pues nunca fallan sus bondades; son nuevas cada mañana.”,
ver Lamentaciones 3:22 al 23, ¿Qué le quiero decir? Que todos los días podemos
enderezar nuestra vida… Que todos los días le podemos decir al Señor: Señor quiero
recibir de Tú revelación para comenzar de nuevo... Hermano; Hermana, tenemos
que buscar la revelación con empeño y eficacia, porque la mente puede ser el
taller del diablo o el taller de Dios…
Ahora, miremos Segunda de Reyes capítulo 4:27 RVR 1960.
“Luego que llegó a
donde estaba el varón de Dios en el monte, se asió de sus pies. Y se acercó
Giezi para quitarla; pero el varón de Dios le dijo: Déjala, porque su alma está
en amargura, y Jehová me ha encubierto el motivo, y no me lo ha revelado.”
Este versículo nos muestra claramente, que los cónyuges y que los hijos
NO se tienen que AMARGAR... “Se pueden
enojar, pero no pequen; no dejen que se ponga el sol antes de que se ocupen de
su enojo, de otra forma dan lugar a
satán.”, ver Efesios 4:26 al 27 Biblia Kadosh Israelita Mesiánica… En otras
palabras, Se pueden enojar, pero no se pueden amargar, porque la
amargura da lugar al diablo… por eso consejo: Cuando nos sintamos angustiados,
o afligidos, o estresados, o preocupados. Entre paréntesis, todos nos podemos
angustiar; Todos nos podemos afligir; Todos nos podemos estresar; Todos nos
podemos preocupar, pero no le tenemos que permitir a lo antes mencionado, que
haga nido en nuestra cabeza, pero ese no es el punto, el punto es que cuando
nuestro enemigo nos esté atacando la cabeza tenemos que buscar con
perseverancia pensar en el Señor, “Tú
guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en
ti ha confiado.”, ver Isaías 26:3 RVR 1960… por eso me pregunto y le
pregunto: ¿A quiénes le damos nuestros pensamientos?... Recuerde, que cuando
pensamos en el Señor; Él nos guarda en
completa paz… y paz no es un sentimiento de tranquilidad; Paz es que todo
esté en orden conforme a la voluntad de Dios, la cual es buena, agradable y perfecta, ver Romanos 12:2 NTV, pero
ese no es el punto, el punto es la amargura y la amargura llega en el momento
en que se nos hace una injusticia, pero lo tremendo de esto es que si le
dejamos a la amargura que se ponga sobre nuestra cabeza estamos dejando la puerta
abierta para que entre el demonio de la amargura, llámese: Merirí, y Merirí
significa: Amargo, veneno y el despojador de todo…
Esto me recuerda la historia de Noemí, la placentera… y dice la Palabra
que Noemí y su familia abandonó la casa del pan para residir en los campos de Moab y que en los campos de Moab la placentera se amargó, porque el demonio
Merirí la despojó de todo… Usted conoce la historia, Noemí perdió a su marido,
después perdió a sus hijos, Mahlón y
Quelión, ¿Qué le quiero decir? Que NO le podemos permitir a la amargura que
haga nido en nuestra cabeza, porque nos podemos enojar con Dios… En otras
palabras, vamos a culpar a Dios, “…No me
llaméis Noemí, sino llamadme Mara, porque el trato del
Todopoderoso me ha llenado de amargura. Llena me fui, pero vacía me ha hecho
volver el Señor.”, ver Rut 1:20 al 21… La placentera se amargó y al
amargarse le echó la culpa a Dios por sus malas decisiones, por sus malos
pensamientos… En otras palabras, la despojó de todo, ¿Quién? Merirí… por eso me
pregunto y le pregunto: ¿Por qué nos podemos amargar? ¿Por qué se puede amargar
nuestro cónyuge? ¿Por qué se pueden amargar nuestros hijos?... La sunamita se
amargó, en primer lugar, porque había mucha provisión, pero poca atención… y en
segundo lugar, porque se murió su hijo en lo literal, ¿Y en lo espiritual?
Porque no instruyó ni educó a su hijo en el temor de Jehová… y eso fue lo que
le sucedió a Sansón, porque dice la Palabra que cuando le cortaron la última
trenza, es decir el espíritu de temor a Jehová; El Señor se apartó de él, ver Jueces 16:20… En otras palabras, no cumplió su comisión,
es decir perdió la visión, es decir perdió la revelación y al perder la
revelación se convirtió en un payaso… por eso consejo: Esposos atendamos a
nuestras esposas y no nos olvidemos de nuestros hijos. Ah… y a los futuros
esposos NO se olviden de esta maravillosa enseñanza.
BUSQUEMOS LA REVELACIÓN PARA QUE NO NOS AMARGUEMOS CON DIOS…
Por eso quisiera terminar esta maravillosa enseñanza del Señor leyendo
el versículo 26 del capítulo 4 del libro de Segunda de Reyes RVA 1602, que
dice: “Ruégote que vayas ahora corriendo
a recibirla, y dile: ¿Tienes paz? ¿Y tu marido, y tu hijo? Y ella dijo: Paz.”…
En otras palabras, mujer tienes Shalom, ¿Y
tu esposo, y tu hijo?... Shalom significa: Paz, dicha, bienestar,
seguridad, integridad, prosperidad, pastos delicados y victoria… y fue por eso
que el Señor Jesucristo vino a todos los hogares, ¿Qué le quiero decir? Que
nosotros tenemos que buscar la revelación familiar… Que nosotros tenemos que
buscar esa unción, porque esa unción es como un espíritu de Shalom, ¿Qué le
quiero decir? Que el Señor desea y anhela con todo su corazón que nosotros, y
cuando digo nosotros me refiero a los padres y a los hijos… Entonces, el Señor desea
y anhela con todo su corazón, que nosotros tengamos el espíritu de Shalom,
porque por medio del espíritu de Shalom nos hará vivir en paz, en Su Paz, TLA, “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera...”,
ver Isaías 26:3 RVR 1960… y fue por eso que el Señor Jesucristo dijo y aun nos
sigue diciendo: “La paz os dejo, mi paz
os doy; no os la doy como el mundo la da...”, ver Juan 14:27, pero ¿Qué
significa? Mi Shalom les dejo; mi Shalom les doy, NVI…
y que NO es a través de pastillas o de rejas o de guardaespaldas, es decir de
cosas superficiales y pasajeras, ¿Qué significa eso? Que el Shalom de Cristo es
a través de Su bienestar, de Su seguridad, de Su felicidad, de Su prosperidad y
de Su victoria, por eso yo Juan Carlos Bonilla Guerrero me digo y les digo: No
hay mayor tragedia que después de esta maravillosa enseñanza del Señor no
busquemos la revelación; No busquemos el Shalom y el Shalom de Dios, llámese:
Jesucristo, “La paz les dejo; mi paz les
doy; Yo no se la doy a ustedes como el mundo la da…”.
La sunamita NO tenía paz… por eso consejo: Busquemos el Shalom del Señor
para que no nos pase lo que le pasó a la sunamita… Ella tenía prosperidad, pero
no tenía plenitud… En otras palabras, tenía casa, pero no tenía hogar; Tenía
risas, pero no tenía felicidad, porque la felicidad la da Cristo… La paz NO
solo es quietud, ¿Y porque digo eso? Porque la paz se puede dar en medio de las
tormentas; Porque la paz se puede dar en medio de los problemas; Porque la paz
se puede dar en medio de la amargura y en medio de las estructuras mentales, es
decir de los malos pensamientos, ¿Qué le quiero decir? Que las promesas de Dios
no tienen fecha de vencimiento sino de cumplimiento… por eso consejo: Busca al Señor tú Dios con todo tu corazón, y con
toda tu alma, y con toda tu mente, y con todas tus fuerzas, ver Marcos
12:30, para que te bendiga y bendiga a tu hogar con Su revelación; La
revelación que nos servirá para atender a nuestra amada y bendita familia,
llámese: Cónyuge e hijos…
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo
Comentarios
Publicar un comentario
Que este tema sea de edificación para tu vida, gracias por tus comentarios!