EN BUSCA DEL HUERTO, LAS HOJAS QUE SANAN…

LA BIBLIA NOS HABLA:

“Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.” (Juan 15:5) LBLA.

En este día quisiera comenzar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo, que el año pasado el Señor nos mostró por su bendita misericordia en el libro de Apocalipsis capítulo 2:2 y en el libro de Ezequiel capítulo 47:12, que el árbol de la vida daba frutos y hojas… y los frutos son para comer y las hojas son para sanidad, por eso permítame decirle hermano, que nosotros tendríamos que ser un árbol de vida, porque existe una promesa, que dice: “…Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.”, ver Apocalipsis 2:7 RVR 1960… Esa es una promesa, pero cuando vemos el contexto de esa promesa en la Biblia nos damos cuenta que además de comernos el árbol de la vida nos tenemos que convertir en un árbol de vida, ¿Y por qué digo eso? Porque la Palabra nos deja ver claramente, que lo que hizo, hace y fue el Señor Jesucristo, lo tenemos que emular, lo tenemos que llegar hacer… Por ejemplo: Él nos dice: “Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará pasto.”, ver Juan 10:9, pero cuando el salmista habla de nosotros dice: “Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, Y alzaos vosotras puertas eternas, Y entrará el Rey de gloria, ¿Quién es el Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, Él es el Rey de la gloria.”, ver Salmos 24:7 y 10 RVR 1960… Lo que estoy tratando de decir hermano, es que uno de los propósitos que tiene Dios para nuestra vida es que nosotros seamos sus puertas… Jesús es la puerta y Jesús quiere que nosotros seamos sus puertas para que entremos y salgamos a una nueva dimensión… Ejemplo Bíblico: La transfiguración en el monte; Usted conoce la historia, Jesús llevó a Pedro y a los hermanos Santiago (Jacobo), y Juan hasta un cerro alto, para estar solos. Frente a ellos, Jesús se transformó: Su cara brillaba como el sol, y su ropa se puso tan blanca como la luz del mediodía. Luego los tres discípulos vieron aparecer a Moisés y a Elías, ver Mateos 17:1 al 9 TLA, pero ese no es el punto, el punto es que el Señor quiere que nosotros entremos en Él, ¿Para qué? Para que Él entre en nosotros también y nos convirtamos en sus puertas, ¿Y por qué quiere eso? Porque Él desea con todo su corazón que el Rey de gloria habite en nosotros, ¿Y por qué digo eso? Porque el salmista dijo y aun nos sigue diciendo: alzaos vosotras, puertas eternas, Y entrará el Rey de gloria, ¿Y quién es el Rey de gloria? Según el salmista: Jehová de los Ejércitos… Entonces, Jesús es la puerta, pero también es la luz, ¿Y por qué digo eso? Porque Él dijo y aun nos sigue diciendo: “Mientras estoy en el mundo, yo soy la luz del mundo.”, ver Juan 9:5, pero cuando Él se va nos dice: “Vosotros sois la luz de este mundo.”, ver Mateo 5:14, ¿Qué le quiero decir? Que el Señor desea y anhela, que nosotros nos convirtamos en puertas y en luz, pero no nos podemos convertir en luz si antes no somos iluminados por Él, y no nos podemos convertirnos en puertas si antes no entramos en Él y Él en nosotros… Lo que estoy tratando de decir es que nosotros tenemos que emular, es decir copiar, imitar al Señor Jesucristo en todos los órdenes de la vida, por eso nos dice el perito arquitecto de la Iglesia de Cristo Jesús: “Imítenme a mí, como yo imito a Cristo.”, ver Primera de Corintios 11:1 NVI. ESTÁN ENTENDIENDO. Entonces, continuemos.

Jesús es la puerta… Jesús es la luz… Jesús es el Cordero y si Jesús es el Cordero, ver Juan 1:29, quiere decir que nosotros somos las corderas… Eso quiere decir que la Iglesia tiene que convertirse en cordera, porque el Cordero no se puede casar con una cabrita, por eso es que en el Cantar de los Cantares el Cordero le dice a la cordera que tiene aptitudes de cabrita, le dice: “…apacienta tus cabritas junto a las cabañas de los pastores.”, ver Cantares 1:8, como quien dice: Tu eres cordera y te quieres casar conmigo, pero pareces cabrita, por eso acércate a Mí para que te extirpe las cabritas, pero ese no es el punto, el punto es que Dios quiere que nosotros nos convirtamos en puertas, y en luz, y en corderas; pero también quiere que nos convirtamos en un árbol de vida, ¿Y por qué digo eso? Porque el libro del Cantar de los Cantares dice en el capítulo 4:16 RVR 1960: “…Venga mi amado a su huerto, Y coma de su dulce fruta.”… En otras palabras, comámonos al Cordero para que el Cordero nos coma después a nosotros, ¿Para qué? Para que la promesa que está escrita para la Iglesia de Éfeso. Ah… y recuerde que Dios le habla a Pedro para que lo entienda Juan y nosotros somos Juan. Entonces, nos dice: “…Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.”, ver Apocalipsis 2:7… Ese es el inicio, porque después nos dice en el libro de Apocalipsis capítulo 22:2 y en el libro de Ezequiel capítulo 47:12 “Y cuando volví, he aquí, vi que a ambos lados de la orilla del río había muchísimos árboles, que producen doce clases de frutos, y que sus hojas eran para la sanidad de las naciones.”.

Entonces, ahora resulta que nosotros tenemos que ser árboles que produzcan doce clases de frutos y hojas, ¿Para qué? Para que alimentemos y sanemos a la gente espiritualmente hablando, pero para eso existe un requisito, que se llama: Dejarse formar, ¿Para qué? Para que podamos entrar al Huerto del Edén a comernos el árbol de la vida, llámese: Jesucristo. Entre paréntesis, pregunto: ¿El Señor hizo todos sus milagros perfectos, Si o No?... Hermano Juan Carlos, yo creo que NO, porque la Biblia relata en el libro de Marcos capítulo 8:23 al 24, que el Señor: Tomo de la mano al ciego, lo saco fuera de la aldea; y después de escupir en sus ojos y de poner las manos sobre él, le preguntó: ¿Ves algo? Y él le dijo: Veo a los hombres, pero los veo como árboles que caminan. Entonces el Señor tuvo que poner otra vez las manos sobre sus ojos, para que el ciego mirara con claridad.”. CIERTO, pero yo creo que lo que sucedió ahí amado hermano, es que al Señor se le pasó la mano y por eso el ciego vio de más, ¿Y por qué digo eso? Porque el profeta Isaías dice en su mismo libro: En determinado momento a los seguidores del Señor les van a decir: “…árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.”, ver Isaías 61:3 RVR 1960… Entonces, no será que al darse cuenta el Señor que se le pasó la mano le ajustó la vista al ciego… Esto es tremendo y es tremendo, porque cuando le acercamos la lupa a esta historia nos damos cuenta que nosotros tenemos que alejarnos de las atmósferas que nos puedan contaminar, ¿Y por qué digo eso? Porque Jesús “…envió al ciego a su casa diciendo: Ni aun en la aldea entres.”, ver Marcos 8:26, pero ese no es el punto, el punto es que Cristo Jesús es el árbol de la vida y el árbol de la vida da frutos para alimentar y hojas para sanar, ¿Qué le quiero decir? Que nosotros fuimos llamados para ser árboles que den frutos y hojas, es decir alimento y sanidad.

Hermano; Hermana, tenemos que ser árboles que den frutos y hojas, ¿Para qué? Para sanar el alma de las personas, ver Apocalipsis 22:2. Entre paréntesis, también podemos sanar sus cuerpos por medio de la imposición de manos o de la oración ungiéndolos con aceite en el nombre del Señor, ver Santiago 5:14 al 15, pero ese no es el punto, el punto es que nosotros tenemos que ser árboles para la sanidad de las almas… Las hojas son importantes. Claro, que no es lo más importante, porque también está la raíz, el tronco, las ramas y el fruto, pero la parte que se necesita para oxigenar cualquier ambiente son las hojas… Las hojas agarran el monóxido de carbono y lo convierten en oxígeno, ¿Qué le quiero decir? Que dice la Palabra que nosotros somos árboles de justicia, plantío de Jehová, y si nosotros somos “…árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.”, ver Isaías 61:3 RVR 1960, quiere decir que cuando nosotros entramos a un ambiente que está contaminado, llámese: Iglesia, casa, trabajo o escuela, ya sea por raíces de amargura, o de temor, o de enojo, o de rencor, o de venganza, o de chismes, o de murmuraciones, o de confrontaciones, o de conspiraciones, o de complot, o que se yo… Vamos a ser el pulmón que va a absorber el monóxido de carbono para procesarlo dentro de nosotros para devolverlo después en forma de oxígeno, es decir DE PAZ... Y paz NO es un sentimiento de tranquilidad; Paz es que todo esté en orden conforme a la voluntad de Dios, la cual es buena, agradable y perfecta, ver Romanos 12:2 NTV, Amén.

Entonces, tenemos que ser árboles que den hojas para sanidad en la escuela, en el trabajo, en la casa y en la Iglesia, porque la Iglesia es frecuentada por personas que están llenas de veneno… Si usted es de las personas que andan en la búsqueda de la Iglesia perfecta, déjeme decirle: Que no existe, pero tenemos que caminar en pos de eso… por eso consejo: DÉJESE FORMAR, porque la formación es la llave que permite entrar al Huerto y en el Huerto se encuentra el árbol de la vida… El árbol que da fruto y hojas… El árbol que restaura y que sana, pero siempre existe un pero y el pero es que lamentablemente existen muchos ministros que manipulan la doctrina, ¿Y por qué digo eso? Porque yo los he escuchado... y lo tremendo de eso hermano, es que es Bíblico… En la Biblia podemos encontrar los cinco anti ministerios en diferentes partes y uno de ellos esta descrito en el libro de Judas capítulo único versículo 12 y 13, que dice: “Estos son escollos ocultos, en vuestros ágapes; Falsos maestros… Después dice: son nubes sin agua llevadas por los vientos; Falsos apóstoles, porque tienen cobertura, pero no tienen agua, es decir que no tienen doctrina y al no tener doctrina son llevados por cualquier viento de doctrina… Después dice: árboles de otoño sin fruto; Falsos, dos veces muertos y desarraigados; Falsos pastores… Después dice: son olas furiosas del mar, que arrojan como espuma su propia vergüenza; Falsos evangelistas… y por ultimo dice: estrellas errantes para quienes la oscuridad de las tinieblas ha sido reservada para siempre; Falsos profetas.”. Esto es tremendo y es tremendo, porque existen muchas personas que se oponen a los profetas y a los apóstoles, es más algunos dicen: Los apóstoles solo son doce Bíblicamente, pero ellos ignoran, ya sea por ignorancia o por omisión, que Matías fue el 13 apóstol, ver Hechos 1:26, y que Bernabé fue el 14 apóstol y que Pablo fue el 15 apóstol, ver Hechos 14:14, y que Timoteo fue el 16 apóstol, y que Silvano fue el 17 apóstol, ver Primera de Tesalonicense 2:1 al 6, y que el Señor Jesucristo, es el Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe, ver Hebreos 3:1, pero ese no es el punto, el punto es que existen muchas personas que cacarean en contra del ministerio profético y apostólico, pero no dicen nada del evangelista, del pastoral y magisterial… Cualquiera tiene una tarjeta que diga: Evangelista, pastor o maestro, y lo reciben… Los pastores tienen que tener señales, por lo menos tres: Primera: Dar la vida por las ovejas… Segunda: Tener fruto para darle de comer a la gente cuando lleguen a la Iglesia… y número tres: Tener hojas de sanidad, hojas que sanen el alma, ver Hebreos 13:17… y es aquí en donde comienza esta maravillosa enseñanza del Señor de señores, pero antes permítame decirle, porque le hable de los cinco anti ministerios:

Escuche, con mucha mayor atención: Existen muchos ministros que manipulan la doctrina y si manipulan la doctrina no podrán formarlos y si no los forman no podrán entrar al Huerto y si NO entran al Huerto no podrán dar y llevar frutos… y mucho menos podrán sanarse y sanar a los demás… y el Señor nos dice: Que nosotros somos árboles y los árboles tienen hojas para sanidad, ¿Y cuáles son esas hojas? Bueno, para eso tenemos que abrir la Biblia en el libro de Génesis capítulo 8:11, para que el Señor nos muestre por su misericordia la primera hoja:

“Y hacia el atardecer la paloma regresó a él, y he aquí, en su pico traía una hoja de olivo recién arrancada. Entonces Noé comprendió que las aguas habían disminuido sobre la tierra.”

Este maravilloso versículo nos muestra por lo menos tres beneficios…

1.- PRIMERO: La hoja de olivo sana el alma, es decir la mente y el corazón, porque esa hoja da ENTENDIMIENTO, ¿Y por qué digo eso? Porque Noé comprendió que el diluvio había terminado cuando vio a la paloma que traía en su pico una hoja de olivo, ¿Qué le quiero decir? Que su entendimiento tiene que ser sanado… Yo también le pido a Dios, TLA, decía el apóstol Pablo que les alumbre los ojos de vuestro entendimiento, ver Efesios 1:18 RVR 1960... Hermano; Hermana, cuando uno entiende fructifica, cuando uno entiende NO se le olvidan las cosas... Lo que estoy tratando de decir es que existen personas que vienen a la Iglesia y NO retienen lo que se les está diciendo por la falta de entendimiento... Algunos se vuelven religiosos… Otros, la rechazan… por eso consejo: Déjese formar, porque la formación le da el libre acceso al Huerto y en el Huerto está el árbol de la vida y el árbol de la vida tiene hojas de entendimiento… Lo que estoy tratando de decir es que las personas que tienen entendimiento le podrán ministrar a la mente de las personas que se las esté llevando el rio: Comprensión… La comprensión de que su juicio se terminó… La comprensión de que le viene una nueva etapa para su vida, por eso permítame decirle: Que Cristo Jesús es el fiador de un mejor pacto; Todo lo que nos falte Él lo va a pagar, ¿Qué le quiero decir? Que hay una nueva oportunidad, es decir que el fracaso, la destrucción o la pérdida que esté sufriendo se terminó, es como que Dios le esté diciendo: Estoy en paz contigo aunque estuve enoje por un periodo corto, Yo el gran Yo soy TE JURO que te limpiaré, que te sanaré, que te restauraré, que te retribuiré y que te recibiré y que nunca, pero nunca más me enojaré contigo, ver Isaías 54.

Hermano; Hermana, la Iglesia, o sea nosotros necesitamos trasladarles a las demás personas un mensaje de esperanza genuino… No de motivación; No de decirle: Hermano, tenga Fe en usted mismo, sino lo contrario: Hermano confié en Dios, porque Él es el que va hacer la obra.

2.- SEGUNDO: La paloma y la hoja de olivo representan, en primer lugar: LA PAZ... La paz que se hace con Dios y que es por medio de la Fe, “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.”, ver Romanos 5:1 RVR 1960… Hermano; Hermana, lo más extraordinario que nos puede suceder es llegar a la Iglesia, o a la casa, o al trabajo, o a la escuela a dar y a recibir paz en el corazón y en la mente… Si usted es un árbol de vida tendrá paz en medio de la tormenta... No lo moverá ningún problema, sea de aflicción o de angustia, es decir los tres problemas que se dan en el hogar, llámense: Familiar, económico y salud… y en segundo lugar, es prototipo del ESPÍRITU SANTO, porque después de ser bautizado, Jesús salió del agua e inmediatamente descendió sobre Él el Espíritu de Dios como una paloma y nunca se le apartó ¿Qué le quiero decir? Que el aceite representa la unción del Espíritu Santo, ¿Y de dónde viene el aceite? De las aceitunas, ¿Y de dónde vienen las aceitunas? Del fruto del olivo, ¿Qué le quiero decir? Que si usted quiere ser  verdaderamente un árbol de vida para sanidad de las naciones tiene que tener unción; Tiene que ser lleno del Espíritu Santo, ¿Y cómo se logra eso hermano? Dice la Palabra en el libro de Lucas capítulo 11:13: “…si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?”... por eso consejo: Busca con empeño y eficacia la llenura del Espíritu Santo, porque el Espíritu Santo es el único que te puede dar el discernimiento que se necesita para comprender las sagradas Escritura y las enseñanzas del Señor que imparten sus ministros, ¿Qué le quiero decir? Que el Espíritu Santo lo va a llenar de entendimiento y discernimiento.

3.- TERCERO: La hoja de olivo sana el cuerpo, porque el olivo da aceitunas y las aceitunas dan aceite y el aceite es prototipo del Espíritu Santo y se ponía en el candelero de oro, pero el punto es que el aceite se puede convertir en un aceite emoliente para sanar las heridas del cuerpo... Ejemplo Bíblico: El buen samaritano que le curó las heridas del que cayó en manos de unos ladrones con vino y aceite, ver Lucas 10:25 al 37… Entonces, ahora resulta, que la hoja de olivo nos alimente, nos alumbra y nos sana, ¿Qué le quiero decir? Que el aceite sirve para comer, para iluminar y para sanar el alma, y que el aceite es prototipo del Espíritu Santo.

Ahora, miremos Levítico capítulo 14:49, Biblia Kadosh Israelita Mesiánica.

“Para purificar la casa, él tomará dos aves, madera de cedro, hilo escarlata y hojas de hisopo.”

Este versículo nos muestra claramente, pero antes permítame recordarle, que las hojas del árbol eran para sanidad de las naciones, ver Apocalipsis 22:2… Este versículo nos muestra que la hoja de hisopo sirve para purificar la casa, ¿Qué le quiero decir? Que usted árbol de vida tiene que purificar su bendita casa... Esto está tremendo y está tremendo, porque la casa es el lugar íntimo de cada quien. Entonces, los cristianos llegan con mucho gusto a la Iglesia de Cristo a recibir el mensaje de media hora para que les digan cosas bonitas, pero cuando el ministro se mete por medio del mensaje en su casa, se molestan, porque en su casa MANDA ELLA o MANDA ÉL, pero como ustedes son árboles y los tenemos que sanar, lo primero que tenemos que hacer es convencerlos por medio del Señor de que tienen una enfermedad, ¿Y por qué digo eso? Porque dice la Palabra de Dios que cuando el dulce cantor de Israel reconoció el tremendo pecado que había cometió con la mujer de Urías el hitita... y no solo fue que se acostó con ella sino que le quiso endosar el hijo y al no podérselo endosar lo mandó a matar por medio de una carta que el mismo Urías le entregó a Joab, pero cuando llegó la revelación por medio del profeta Natán pidió perdón y lloró… y cuando se cansó de pedir perdón y de llorar, es decir de humillarse, es decir de arrepentirse, dijo: Señor “Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve.”, ver Salmos 51:7, ¿Qué le quiero decir? Pero antes permítame decirle, que cuando los médicos le tienen que dar el diagnostico a un paciente que se encuentra grave de salud, ellos muestran cuatro pasos: Primer paso: Negación, ¿Qué? Diabético yo, lo reprendo en el nombre de Jesús, yo soy cristiano no soy diabético; Segundo paso: Tristeza, se angustian, se afligen, se deprimen; Tercero paso: Enojo… y cuarto paso: Aceptación, ya entendí, puede ministrarme la insulina...
Ahora, se imagina eso en lo espiritual. Entre paréntesis, ese fue un ejemplo físico, pero estamos hablando del alma y la Biblia dice que el Señor es el sanador de nuestra alma, pues nos dice: “sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas.”, ver Salmos 147:3, y también nos dice: “…Oh Señor, ten piedad de mí; sana mi alma, porque contra ti he pecado.”, ver Salmos 41:4… Hay enfermedades del alma... Entonces, qué tal que yo le diga a alguien: El Señor me muestra que usted está amargado; Lo reprendo en el nombre de Jesús, deje de criticarme; Negación… Hermano, el Señor me muestra que su orgullo, ¿Qué? Mi mayor orgullo es ser humilde… El orgullo es la pared que le impide a la persona reconocer su enfermedad y también le impide al ministro que ministre su enfermedad… por eso consejo: Déjese formar, porque la formación le dará el entendimiento de que usted tiene que dar o tiene que recibir hojas de hisopo, ¿De qué le sirve a usted y a mi hablar de profundidades si no lo llevamos a la práctica en el hogar?, o ¿De qué le sirve a usted y a mí ser teólogo, saber cuántas jerarquías angelicales y potestades hay sino lo llevamos a la práctica en el hogar?

La casa tiene que ser purificada con hojas de hisopo... Cuatro cosas se tienen que purificar en una casa: Primera: El dinero… y dice la Palabra en el libro de Mateo capítulo 6:24: “Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.”; Segunda: La intimidad… y dice la Palabra en el libro de Primera de Tesalonicenses capítulo 4:4 al 5 TLA: “que cada uno de ustedes trate a su propia esposa con mucho respeto. Deben dominar sus malos deseos sexuales, y no portarse como los que no creen en Dios.”; Tercero: Autoridad… y dice la Palabra en el libro de Primera de Corintios capítulo 11:3: “Pero quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo Jesús, y la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios.”… y cuarto: La familia política… y de eso nos dice el Señor: “El hombre tiene que dejar a su padre y a su madre, para casarse y vivir con su esposa. Los dos vivirán como si fueran una sola persona.”, ver Mateo 19:5 TLA, Amén.

El hogar tiene que ser sanado… En el hogar tiene que haber reconciliación entre el esposo y la esposa; Entre el padre y el hijo: Entre la madre y la hija; Entre el padre y el yerno; Entre la madre y la nuera… En el hogar tiene que renacer y retoñar el amor… y dice la Palabra sobre el amor: “Sobre todo, sed fervientes en vuestro amor los unos por los otros, pues el amor cubre multitud de pecados.”, ver Primera de Pedro 4:8… y fue por eso que el perito arquitecto de la Iglesia de Cristo dijo y aun nos sigue diciendo: “El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, y todo lo soporta.”, ver Primera de Corintios 13:7 PDT, Amén.

La casa tiene que ser un oasis de amor, ¿Quieres que tu casa sea bendita? Llénala de amor.

Ahora, miremos Levítico capítulo 14:1 al 4.

“El Señor habló a Moisés, diciendo: Esta será la ley del leproso en los días de su purificación. Será llevado al sacerdote, y el sacerdote saldrá fuera del campamento. El sacerdote lo examinará, y si la infección ha sido sanada en el leproso el sacerdote mandará tomar dos avecillas vivas y limpias, madera de cedro, un cordón escarlata e hisopo para el que ha de ser purificado.”

El capítulo 13 habla acerca de las leyes de la lepra y el capítulo 14 habla de la purificación de los leprosos… Hermano, que tiene que ver la lepra con nosotros. MUCHO, porque la lepra en la Biblia representa el pecado, pero no le voy a hablar del pecado sino del sistema nervioso... Hermano Juan Carlos, disculpe, no le entiendo, ¿Qué tiene que ver el sistema nervioso con nosotros? Escuche con mucha mayor atención: La lepra además de afectar la piel, la mucosa de las vías respiratorias superiores y los ojos, afecta: La sensibilidad en la piel y la debilidad muscular, ¿Qué le quiero decir? Que lamentablemente existen personas que han perdido la sensibilidad para con el Señor… Ejemplo Bíblico: Sansón, ¿Y quién fue Sansón? Uno de los ungidos del Señor, pero: ¿Qué le sucedió a Sansón? Dice la Palabra que Sansón perdió la sensibilidad para con el Señor, pues dice: Esta vez saldré como las otras y escaparé. Pero no sabía que el Señor se había apartado de él.”, ver Jueces 16:20… Yo le aseguro a usted que si usted cierra sus ojos y yo me le acerco muy de cerca. Usted sentirá mi presencia, pues así estaba el Señor con Sansón… Sansón lo sentía y de repente el Señor se va y él no se dio cuenta, ¿Qué le quiero decir? Que si usted es de las personas que ha perdido la sensibilidad para con Dios… Que si usted es de las personas que ha perdido las fuerzas, es decir que ya no tiene fuerzas para pedirle al Señor que lo levante del polvo, es decir de sus aflicciones o de sus angustias, llámense: Familiares, económicos o de salud… Tiene que saber, que el Señor lo quiere limpiar; Que el Señor lo quiere sanar; Que el Señor lo quiere purificar; Que el Señor le quiere dar la certificación de que está sano… En otras palabras, el Señor lo quiere sanar de la insensibilidad para que comprenda que Él está dispuesto a llevar todas sus cargas… por eso consejo: Si usted es de las personas que carece de sensibilidad, es decir que ha perdido la presencia del Señor purifíquese con las hojas de hisopo, porque las hojas de hisopo sanan.

Por eso quisiera terminar esta maravillosa enseñanza del Señor de señores y Rey de reyes diciendo: Hermano; Hermana, DÉJESE FORMAR, porque la formación lo hará entrar en el Huerto del Edén y en el Huerto le darán del árbol de la vida… Del árbol que da doce frutos y hojas… Del árbol que alimenta al Espíritu y sana el alma y el cuerpo… Hermano; Hermana, mientras tengamos vida tenemos esperanza y nuestra esperanza es nuestro Señor Jesucristo, ¿Y por qué digo eso? Porque el perito arquitecto de la Iglesia de Cristo Jesús dijo y aun nos sigue diciendo en el libro de Primera de Timoteo capítulo 1:1 DHH: “Pablo, apóstol de Cristo Jesús, enviado por voluntad de Dios de acuerdo con la promesa de vida que se obtiene por medio de Cristo Jesús.”… En otras palabras, nuestra esperanza de vida no es otra cosa que la expectativa de aquellas cosas que por la Fe que creemos nos han sido claramente prometidas por Dios, ¿Qué le quiero decir? Que para nosotros la esperanza NO produce desesperanza y mucho menos es infructuosa sino que nos motiva y nos guía para vivir confiados en Dios y en sus promesas, y una de sus promesas es que seamos árboles. Árboles que den hojas y frutos, y los doce frutos que provienen del Espíritu Santo, es decir: “…Amor, gozo (Alegría), paz, paciencia, benignidad (Amabilidad), bondad, fidelidad, mansedumbre (Humildad), dominio propio.”, ver Gálatas 5:22. Ah… y también tenemos que ser árboles que alumbren, que alimenten y que sanen el alma y el cuerpo, Amén.

“Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino.” (Salmos 119:105) LBLA.


19 de Enero de 2019
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo

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