CÓMO LEVANTA DIOS DEL POLVO AL POBRE….?

LA BIBLIA NOS HABLA:

“Y plantó el Señor Dios un huerto hacia el oriente, en Edén; y puso allí al hombre que había formado.”
(Génesis 2:8) LBLA.

En este día quisiera comenzar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo, que la palabra FORMAR la podemos conjugar con otras palabras que están íntimamente ligadas al propósito que tiene Dios para nuestra vida…  Por ejemplo: La buena información nos puede llevar a una buena formación… por otro lado: La mala información nos puede llevar a una deformación o a una conformación a los criterios del tiempo presente… y fue por eso que el perito arquitecto de la Iglesia de Cristo Jesús dijo y aun nos sigue gritando a todo pulmón: “No os conforméis a este mundo; más bien, transformaos por la renovación de vuestro entendimiento...”, ver Romanos 12:2 RVA 1989... En otras palabras, NO nos adaptemos a este siglo, sino transformémonos por medio de la Metanoia (G 3341), es decir por medio del cambio de la mente, es decir por medio del arrepentimiento... Y esto, hermano, hermana, lo tenemos que hacer todos los días de nuestra bendita vida... Lo que estoy tratando de decir es que nosotros vamos a tener muchas, pero muchas batallas en nuestra mente, ¿Por cuánto tiempo? Por toda la vida... Lo que estoy tratando de decir es que nosotros tenemos que renovar nuestra mente todos los días de nuestra vida con información, pero la tenemos que filtrar, es decir la tenemos que discernir por medio del Espíritu Santo para que el Espíritu Santo nos ayude a rechazar lo malo así como lo dice el apóstol Pablo en el libro de Primera de Tesalonicenses, capítulo 5:21 al 22: “Antes bien, examinadlo todo cuidadosamente, retened lo bueno; absteneos de toda forma de mal.”... En otras palabras, recibamos y retengamos lo bueno, pero rechacemos lo que no es bueno... y es aquí en donde surge la pregunta de los 20 pesos:

¿Qué tenemos que hacer para comenzar la formación?

La formación, que nos va a ayudar a reconocer la buena información y la mala información, ¿Qué necesitamos? Me pregunto y le pregunto… Dice la Palabra que el Señor Dios puso al hombre que Yatsar (H 3335), es decir que formó del polvo de la tierra en un huerto hacia el oriente, en Edén, ver Génesis capítulo 2:7 al 8. Entre paréntesis, estos versículos nos muestran tres lugares; Primero: Polvo o tierra; Segundo: Edén; Tercero: Huerto, es decir Atrio, Lugar Santo y Lugar Santísimo… Lo que estoy tratando de decir es que cuando el convertido se comienza a formar tiene que evolucionar del polvo o tierra, llámese: Atrio, al Edén, llámese: Lugar Santo y del Lugar Santo, llámese: Edén al Huerto, llámese: Lugar Santísimo… Lo que estoy tratando de decir es que el cristiano que NO se deja formar aunque sea salvo nunca se va a deleitar en el evangelio del Señor Jesucristo… Él se va a salvar, porque nosotros nos salvamos recibiendo al Señor como nuestro salvador personal, ver Romanos 10:9 al 10. Entre paréntesis, se va a salvar siempre y cuando NO cometa un pecado que lleve a muerte y no se arrepienta, ver Mateo 12:31 al 32 y Primera de Juan 5:16 al 17… Ejemplo de un pecado que lleva a muerte: Tratar de engañar al Espíritu Santo… Ejemplo Bíblico: Ananías y Safira, ver Hechos 5:1 al 10… Ejemplo de un pecador que se salvó: El ladrón que se arrepintió cuando estaba en la cruz del calvario, ver Lucas 23:42 al 43, pero ese pecador NO fue formado; Solo se salvó y de él NO podemos decir que obtuvo galardones… por eso consejo: Dejémonos formar para que podamos dar frutos dignos de arrepentimiento… Lo que estoy tratando de decir es que los frutos dignos de arrepentimiento nos harán obtener muchos galardones, y entre ellos el ARREBATAMIENTO, ver Primera de Tesalonicense 4:13 al 18, Gloria a Dios.

Señor... Cuando nosotros llegamos a Cristo, Dios nos Asah, nos hace (H 6213), es decir nacemos de nuevo… por otro lado, cuando el Espíritu Santo nos bautiza, es decir nos llena, Dios nos comienza a Yatsar (H 3335), es decir a formar y cuando estamos siendo formados nos coloca en el Huerto del Edén; Y que a su vez se encuentra aún en esta bendita tierra, ¿Y por qué digo eso? Porque el Señor Jesucristo dijo y aun nos sigue diciendo: “…Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.”, ver Mateo 4:17. Entre paréntesis, el reino se ha acercado a nuestros corazones y no para gobernar la tierra. ME DI A ENTENDER…

Entonces, continuemos… La semana pasada el Señor nos mostró que al hombre de Génesis capítulo 2:7 al 8, lo Yatsar (H 3335), es decir lo formó a partir del polvo de la tierra, y nos dijo de la serpiente, llámese: Satanás: “…sobre tu vientre andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.”, ver Génesis 3:14… Y también nos mostró que de Sus manos nunca sale nada malo… Todas las cosas que hizo y que hace Dios son buenas. Entonces, cuando hace al hombre del polvo de la tierra NO lo hizo malo, por eso lo colocó en un huerto hacia el oriente, en Edén, para que evolucionara a la arena del mar; Estoy hablando de la simiente de Abraham, ver Génesis 22:17, pero el punto es que el hombre de Génesis capítulo 2:7 al 8 tenía que evolucionar del polvo, llámese: Atrio, a la arena del mar, llámese: Lugar Santo y del Lugar Santo, llámese: Arena del mar, a las estrellas del cielo llámese: Lugar Santísimo, ¿Para qué? Para que lo cuidara, ¿De qué? De las razas paralelas, es decir de los habitantes de Nod, es decir de los errantes, ver Génesis 4:16… y es aquí en donde comienza esta maravillosa enseñanza del Señor por medio de las dos preguntas que quedaron en el tintero, es decir:

¿Cómo hace Dios para levantar del polvo al pobre?, y ¿Cuáles son las herramientas que Dios utiliza para levantar del polvo al hombre y del muladar al menesteroso?

Por eso me pregunto y le pregunto: ¿Qué tenemos que hacer para evolucionar?, o mejor dicho: ¿Qué tenemos que hacer para ser levantados del polvo? Dios nos hizo del polvo, pero también nos mostró que tenemos que evolucionar del polvo al Lugar Santo y del Lugar Santo al Lugar Santísimo… Entonces, ¿Qué tenemos que hacer? Bueno, aparte de dejarnos formar, ¿Qué tenemos que hacer? Para eso, abramos nuestras Biblias en el libro de los Salmos, en el capítulo 113:7, para que el Seños nos muestre por Su misericordia lo que tenemos que hacer:

“El levanta al pobre del polvo, y al necesitado saca del muladar.”

La versión de la Reina Valera 1960, dice: Y al menesteroso alza del muladar… Menesteroso es una persona que se considera necesitada dentro de todos los necesitados… me pregunto y le pregunto: ¿Cuál es el significado de pobre? Según Google, significa: persona que no tiene lo necesario para vivir, o que lo tiene con mucha escasez... Eso quiere decir que los pobres son personas que tienen algún tipo de escasez... por eso me pregunto y le pregunto: ¿Somos pobres? Existen personas que mal interpretan esta pregunta… “El Espíritu del Señor está sobre mí, dice Jesús. Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres…”, ver Lucas 4:18 RVR 1960... Hermano, el evangelio NO es para usted… Hermano, disculpe, yo estaba pensando en otra cosa… BUENO. Entonces, escuche: Nosotros en alguna medida tenemos cierto grado de sabiduría y de ignorancia; De luz y de tinieblas… Hermano, disculpe, yo creo que esta vez usted SI se equivocó, porque yo NO habito en las tinieblas... YO CREO QUE SI, porque dice la Palabra en el libro de los Salmos capítulo 18:28: “Tú enciendes mi lámpara, oh Señor; mi Dios que alumbra mis tinieblas.”, pero ese no es el punto, el punto es que nosotros tenemos también cierto grado de riquezas y de pobreza… y yo Juan Carlos Bonilla Guerrero creo que nosotros tenemos que averiguar, ¿En qué somos pobres? para que le pidamos al Señor que nos levante del polvo… ¿No será que tú tienes algún tipo de escasez y no la quieres reconocer?... En otras palabras, ¿No será que eres pobre en cuanto a la alabanza y a la adoración? Porque aunque tengas una Iglesia rica en alabanza y en adoración no alabes ni adores, ¿O no será que eres pobre en cuanto a la oración? Que solo oras de vez en cuando y para bendecir los alimentos, ¿O no será que eres pobre en cuanto al estudio y a la meditación de la Palabra de Dios?... Lo que estoy tratando de decir es que la pobreza no se puede medir solamente en las personas que no tienen lo necesario para vivir, ¿Y por qué digo eso? Porque el Señor le dijo a la Iglesia de Laodisea: “Porque dices: “Soy rico, me he enriquecido y de nada tengo necesidad”; y no sabes que eres un miserable y digno de lástima, y pobre, ciego y desnudo.”, ver Apocalipsis 3:17... Ese personaje desconocía cinco situaciones de su vida y la tercera era la pobreza, pregunto: ¿Por qué cree usted que ese personaje pensaba que era rico? Por el  orgullo… por eso consejo: Lo primero que tenemos que hacer para que el Señor no nos vomite de su boca… Hermano Juan Carlos, porque dijo que el Señor nos puede vomitar de su boca, porque el Señor le dijo a la Iglesia de Laodisea... y recuerde que el Señor le habla Pedro para que lo entienda Juan y nosotros somos Juan, entonces nos dice: “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! ‘Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.”, ver Apocalipsis 3:15 al 16… En otras palabras, tenemos que hacernos un autodiagnóstico para que reconozcamos nuestra pobreza y le podamos pedir al Señor que nos levante del polvo.

Hay cosas en las que uno más o menos se puede hacer un autodiagnóstico… Por ejemplo: Yo he visto anuncios para prevenir el cáncer de mamas, dicen: Mujeres tienen que palparse. No tocarse. Tienen que palparse con las manos cruzadas cada mama una semana después de su ciclo menstrual para ver si no tienen algún tumor. Nota: No lo pueden hacer durante la menstruación, porque las mamas están inflamadas por el movimiento hormonal, por eso lo tienen que hacer una semana después del último día de la menstruación, es decir todos los meses y cada año con el especialista… Ellas se están haciendo un autodiagnóstico. Ahora, si usted no lo quiere hacer hermana, no lo haga, pero después NO esté llorando… por otro lado, NO cree usted que nosotros nos deberíamos de hacer un autodiagnóstico en lo espiritual, es decir que deberíamos de palparnos el corazón preguntándole al Señor: ¿Señor en que soy pobre? ¿Será en el estudio de la Palabra?, ¿O será que he perdido el primer amor? Y por eso NO me congrego constantemente, ¿O será que he perdido el deseo de glorificarte? ¿O será que he perdido el deseo de dialogar contigo? Y por eso solo oro cuando necesito que me apagues el incendio que yo mismo provoqué… por eso consejo: ¿Queremos que el Señor nos levante del polvo? Digámosle: Señor muéstrame en que soy pobre y corrígeme, pero con lazos de amor y con lazos de misericordia… Recuerde, que la serpiente, llámese: Satanás, se alimenta del polvo de la tierra y que nosotros fuimos formados del polvo de la tierra, ME DI A ENTENDER. Entonces, si me di a entender, pregunto: ¿Que tenemos que hacer para que el Señor nos levante del polvo? Analizarnos y evaluarnos por medio del Señor Espíritu Santo, ¿Cada cuánto? Todos los días o por lo menos cuatro veces al año, en la santa cena, Amén.

Ahora, miremos Salmos capítulo 34:6.

“Este pobre clamó, y el Señor le oyó, y lo salvó de todas sus angustias.”

El contexto de este Salmos nos muestra claramente, que nosotros sufrimos de algún tipo de pobreza... y lo tremendo de esto, es que nos muestra ¡Que la tenemos que reconocer!, ¿Y por qué digo eso? Porque el versículo 3 dice: “Engrandeced al Señor conmigo, y exaltemos a una su nombre. Busqué al Señor, y El me respondió, y me libró de todos mis temores.”, por eso le pregunto: ¿De qué padece usted?, y  me pregunto: ¿De qué padezco yo? ¡Usted se ha evaluado!, y ¡Yo me he evaluado!... Por Ejemplo: Padecemos de la falta de consolar o de tranquilizar (Angustia); O padecemos de la falta de alegría o de gozo (Aflicción), ¿O será que padecemos DE AMOR?… y dice la Palabra en el libro de Primera Juan, en el capítulo 4:18 TLA: “La persona que ama no tiene miedo. Donde hay amor no hay temor, porque el perfecto amor echa fuera el temor…”, ¿O será que padecemos de la falta de clamar?, es decir de orar, de hablar, de dialogar, de intimidar… Lo que estoy tratando de decir es que lo que nosotros tenemos que hacer para que el Señor nos muestra nuestra pobreza y nos pueda levantar del polvo es hacernos una autoevaluación por medio del Espíritu Santo, porque el Espíritu Santo amado hermano, nos permitirá reconocer nuestra pobreza y al reconocer nuestra pobreza le podremos clamar al Señor en el nombre de Jesús: que nos levante del polvo, que nos levante de esa pobreza con lazos de amor y con lasos de misericordia, Amén.

ME DI A ENTENDER. Entonces si me di a entender permítame decirle hermano, que nosotros necesitamos ser enriquecidos por medio de Dios en muchas áreas de nuestra vida... Hermano Juan Carlos, ¿Y en lo material? También, pero primero nos tienen que restaurar el alma, ¿Y por qué digo eso? Porque el apóstol Juan dijo y aun nos sigue diciendo: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.”, ver Tercera de Juan 1:2 RVR 1960… En otras palabras, para que NO nos suceda lo que le sucedió al hijo pródigo, ver Lucas 15:11 al 32, pero ese no es el punto, el punto es que nosotros necesitamos depender más de Dios, ¿Para qué? Para que nos ayude a reconocer nuestras pobrezas… Entonces, lo primero que tenemos que hacer es reconocer quienes somos, ¡Soy pobre! Señor clamo a Ti desde el polvo de la tierra para que me ayudes, ¿Y por qué digo eso? Porque el profeta Isaías dijo y aun nos sigue diciendo: “…desde el suelo hablarás, y desde el polvo donde estás postrada saldrá tu habla. Tu voz será también como la de un espíritu de la tierra, y desde el polvo susurrará tu habla.”, ver Isaías 29:4… En otras palabras, desde el polvo de la tierra te humillarás, desde el polvo de la tierra clamarás, y Yo el gran Yo soy, te quitaré la pobreza desde polvo de la tierra... ¿Porque, de donde clamó la mujer que había estado sufriendo de flujo de sangre por doce años? Desde el polvo, “…Si tan sólo toco su manto, sanaré.”, ver Mateo 9:21, y lo tocó y fue sanada, pero ¿De dónde arrancó esa virtud de Cristo Jesús? Desde el polvo. Se arrastró; SE HUMILLÓ.

Hermano, hermana, cuando viene la necesidad nos humillamos... Yo quisiera rechazar eso, pero eso es necesario, por eso es que dice la Palabra de Dios en el libro de Deuteronomio, en el capítulo 8:2 al 3: “Y te acordarás de todo el camino por donde el Señor tu Dios te ha traído por el desierto durante estos cuarenta años, para humillarte, probándote, a fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no sus mandamientos. Y te humilló, y te dejó tener hambre, y te alimentó con el maná que no conocías, ni tus padres habían conocido, para hacerte entender que el hombre no sólo vive de pan, sino que vive de todo lo que procede de la boca del Señor.”… Lo que estoy tratando de decir es que todo lo que nos sucede en nuestra vida, sea bueno o sea malo es porque el Señor lo permite. TODO TIENE UN PROPÓSITO. ¡Hasta nuestras faltas!, y nuestras faltas nos las puede CONVERTIR EN GRANDES VICTORIAS, pero para eso amado hermano existe un requisito, que se llama: Dejarse formar, porque la formación nos permitirá autoevaluarnos por medio del Espíritu Santo, ¿Qué le quiero decir? Que el Espíritu Santo le ayudará a humillarse... Que el Espíritu Santo le ayudará a clamar su pobreza desde el polvo de la tierra al Señor… Me levantaré e iré a la casa de mi padre y le diré: “Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo.”, ver Lucas 15:21… El pródigo se autoevaluó, se levantó… por eso consejo: Tenemos que humillarnos desde el polvo para que el Señor nos levante del polvo.

Ahora, miremos Job capítulo 19:25.

 “Yo sé que mi Redentor vive, y al final se levantará sobre el polvo.”

En este versículo, ¿De quién está hablando Job? De nuestro Señor Jesucristo, porque dice la Palabra en el libro de Mateo, en el capítulo 1:21, que Jesús es nuestro Redentor, ya que dice: “dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados.”, pero el punto es lo que dijo y aun nos sigue diciendo el varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, ver Job 1:8 RVR 1960 ¿Y qué dijo? Yo sé que sé que mi Redentor vive... Yo sé que sé que mi Redentor nunca morirá aunque parezca muerto. Él se levantará del polvo de las cenizas en la resurrección... En otras palabras, el Señor Jesucristo es el único mediador que nos puede ayudar ante Su Padre y que también es nuestro Padre para que nos levante del polvo de la tierra, es decir para que nos redima de todos nuestras faltas y nos ayude a reconocer nuestras pobrezas, que pueden ser espirituales y humanas… En otras palabras, la resurrección del Señor Jesucristo es la base de nuestra restauración, es decir la base que nos levantará del polvo de la tierra, es decir la base que nos hará evolucionar del Atrio, llámese: Polvo de la tierra al Lugar Santo: llámese: Arena del mar y de la arena del mar, llámese: Lugar Santo al Lugar Santísimo, llámese: ESTRELLAS DEL CIELO.

Hermano, hermana, tenemos que reconocer nuestras pobrezas, es decir nuestras faltas y carencias, es decir nuestras necesidades... En otras palabras, tenemos que aferrarnos a la mano de Cristo Jesús… Ejemplo Bíblico: Dice la Palabra que después de que resucitó nuestro Señor Jesucristo el apóstol Pedro se fue a pescar con otros apóstoles en la noche… pasó la noche y no pescaron nada, pasó la madrugada y no pescaron nada. Estaban agotados, y en eso oyeron una voz que les dijo: “…Hijitos, ¿tenéis algo de comer?...”, ver Juan 21:5… y es aquí en donde surge nuevamente la pregunta de los 20 pesos: ¿Jesucristo lo sabe todo, SI o NO? Entonces, ¿Por qué hizo esa pregunta?... Entre paréntesis, ¿Dios lo sabe todo, SI o NO? Entonces, porque le pregunta a Adán: ¿Dónde estás?, ¿Quién te ha hecho saber que estabas desnudo?, ¿Has comido del árbol del cual te mandé que no comieras?, ver Génesis 3:10 al 11, pregunto: ¿Por qué le hizo Dios esas preguntas a Adán si Él ya lo sabía?, para que reflexionara… La reflexión, escuche con atención: La reflexión nos da el tiempo para que nos auto diagnostiquemos, pero el punto, es: ¿Por qué le dijo el Señor a algunos de sus apóstoles: Hijitos, tenéis algo de comer, si Él ya tenía un pescado colocado sobre las brasas, y pan? Jesús tenía que comer… Entonces, ¿Por qué hizo esa pregunta?, para que entendieran que sin Él no pueden hacer nada, ¿Qué le quiero decir? Déjese formar, porque la formación le permitirá que reflexione y la reflexión le permitirá que se autoevalúe… En otras palabras, “Yo soy la vid, y ustedes son las ramas. El que permanece unido a mí, y yo unido a él, da mucho fruto; porque separados de mí nada podrán hacer.”, ver Juan 15:5 DHH… En otras palabras, necesitamos aferrarnos a la mano del Señor, porque Él, porque Él, porque Él, es el único que nos puede redimir, ante el Padre y que también es nuestro Padre, de nuestras pobrezas, de nuestros pecados, de nuestras faltas y de nuestras carencias. Recuerde, que separados de Él nada, y cuando digo nada es nada, Nada podemos hacer…

Ahora, miremos Nehemías capítulo 4:2, SRV-BRG.

“Y habló delante de sus hermanos y del ejército de Samaria, y dijo: ¿Qué hacen estos débiles Judíos? ¿Les han de permitir? ¿han de sacrificar? ¿han de acabar en un día? ¿han de resucitar de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas?”

Este versículo nos muestra claramente, que el Señor nos tiene que restaurar para levantarnos del polvo, pero para eso existe un requisito que se llama: Dejarse formar, porque... pero antes permítame decirle, que la formación es vital y fundamental en la vida del cristiano… y fue por eso que el Señor Jesucristo dijo y aun nos sigue diciendo: “Todo el que viene a mí y oye mis palabras y las pone en práctica, os mostraré a quién es semejante: es semejante a un hombre que al edificar una casa, cavó hondo y echó cimiento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el torrente dio con fuerza contra aquella casa, pero no pudo moverla porque había sido bien construida.”, ver Lucas 6:47 al 48 LBLA… En otras palabras, todo el que viene a mí y se deje formar NO lo moverá nadie, porque lo he formado bien, pero ese no es el punto, el punto es que nos tienen que formar, porque la formación nos permitirá reconocer nuestras carencias y necesidades. Entre paréntesis, ¿Por qué digo eso? Porque la Palabra nos deja ver en el libro de Nehemías capítulo 2:12, que cuando Nehemías llegó a la ciudad de Jerusalén a restaurarla. Salió en la noche en su caballo por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y hacia la puerta del Muladar, a inspeccionar las murallas que estaban derribadas y sus puertas que estaban consumidas por el fuego.”. En otras palabras, salió a evaluar y a diagnosticar en lo secreto las murallas, “…y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”, ver Mateo 6:3 RVR 1960, pero el punto es que la autoevaluación nos hará reconocer las falencias y las falencias nos harán clamar las pobrezas que necesitamos que nos restaure Dios, pero la restauración según el contexto de este versículo es complicada… Por la casualidad usted le ha arreglado el cuarto a alguno de sus amados hijos… Ahora, Imagínese la restauración; Imagínese a esos hombres restaurando las murallas y el templo de Jerusalén… Imagínese como se sentían ellos cuando Sanbalat y Tobías, les decían: ¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿La restaurarán para sí mismos? ¿Podrán ofrecer sacrificios? ¿Terminarán en un día? ¿Harán revivir las piedras de los escombros polvorientos, aun las quemadas?, ver Nehemías 4:2, ¿Qué le quiero decir? Que cuando te encuentres perseguido tienes que recordar esto: Van a venir cosas y personas deprimentes para oponerse a ti y te van a decir: De esta NO sales; Una cosa inmunda cayó sobre tus espaldas; Estas desechado porque el Señor ya se olvidó de ti… Ahí tendrás que decir: No, “Porque si el árbol fuere cortado, aún queda de él esperanza; Retoñará aún, y sus renuevos no faltarán.”, ver Job 14:7 RVR 1960… Yo sé que sé, que existen personas que se sienten destruidas, que se sienten deprimidas, y yo les quiero decir: La restauración es costosa, es dolorosa y ante los ojos de los hombres parece imposible, pero delante de Dios nada es imposible… Dios te puede levantar del polvo de las piedras que fueron quemadas.

Ahora, miremos Salmos capítulo 102:14.

“Ciertamente tus siervos se deleitan en sus piedras, y se apiadan de su polvo.”

Este versículo nos muestra que el Señor envió a sus ministros, además de orar, de capacitar y de edificar; Los envió para que ayuden a levantar a otros... Hermano, nadie cree en mí… Yo te voy a ayudar… No lo creo hermano Juan Carlos, porque la gente dice de mí, que yo ya no tengo remedio. BUENO, eso lo dice el diablo y sus seguidores, pero Dios NO dice eso de ti… Dios te dice: Te voy a levantar del polvo; Te voy a restaurar; Te voy a levantar del muladar, por medio de mis siervos... ¿Y por qué digo eso? Porque dice la Palabra de Dios en el libro de Jeremías capítulo 3:15 TLA, que el Señor enviará a su pueblo en el tiempo final pastores conforme a su corazón, para que los guíen con sabiduría y con inteligencia, Gloria a Dios.

Por eso quisiera terminar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo, que NO es una maldición que Dios nos haya formado del polvo… La maldición sería quedarte como polvo, ¿Por qué razón? Porque formarías parte de la dieta alimenticia de la serpiente, llámese: Diablo, ¿Y por qué digo eso? Porque el Señor dijo de la serpiente: “…sobre tu vientre andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.”, ver Génesis 3:14… por eso consejo: Hay que evolucionar, ¿Cuantos se apuntan a evolucionar del polvo a la arena de la orilla del mar? Y de la arena tendríamos que hablar, porque dice la Palabra en primer lugar, en el libro de Deuteronomio, en el capítulo 33:19, que nosotros vamos a disfrutar de la abundancia de los mares, y de los tesoros escondidos en la arena… y en segundo lugar, porque dice la Palabra en el libro de Primera de Reyes capítulo 4:29, que: “Dios dio a Salomón sabiduría, gran discernimiento y amplitud de corazón como la arena que está a la orilla del mar.”.

Entonces, tienen que evolucionar del polvo a la arena y de la arena a las estrellas... No te puedes quedar simplemente como un nacido de nuevo… Conocer al Señor Jesucristo como tu salvador personal, fue el primer paso, es glorioso, es extraordinario; Te cambiaron la mente y el corazón… Te limpiaron de tus pecados y el diablo ya no te puede seguir acusando… Vas camino al cielo siempre y cuando NO cometas un pecado que lleve a muerte y no lo sepas y por no saberlo no te arrepientas y por eso vayas a parar al infierno… Hermano Juan Carlos, no lo creo, porque yo he escuchado que la salvación no se pierde; BUENO. Si es así, me podrías explicar lo que dijo y aun nos sigue diciendo nuestro Señor Jesucristo, pero antes permítame recordarle que también dijo: “El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán.”, ver Mateo 24:35, pero el punto es que Jesús dijo hablando acerca de la salvación, en primer lugar: “Y a cualquiera que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le perdonará; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este siglo ni en el venidero.”, ver Mateo 12:32… y en segundo lugar dijo: “…el que persevere hasta el fin, ése será salvo.”, ver Mateo 24:13, Marcos 13:13 y Lucas 21:19… y fue por eso  que el perito arquitecto de la Iglesia de Cristo Jesús dijo y aun nos sigue diciendo, pero antes permítame decirle, ¿Por qué digo yo que el apóstol Pablo es el perito arquitecto de la Iglesia de Cristo Jesús?, porque él dijo en Primera de Corintios capítulo 3:10: “Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo, como sabio arquitecto, puse el fundamento, y otro edifica sobre él.”, pero el punto es que el apóstol Pablo dijo y aun nos sigue diciendo en el libro de Hebreos capítulo 2:3: “¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? La cual, después que fue anunciada primeramente por medio del Señor, nos fue confirmada por los que oyeron.”… por eso consejo: Tiene que evolucionar... Tiene que evolucionar del polvo a la arena y de la arena a un cristiano estrella... y la base de eso es la resurrección… Lo que estoy tratando de decir es que si ya nació de nuevo tiene que dejarse formar, porque la formación lo catapultará al bautizo del Espíritu Santo, es decir a la llenura del Espíritu Santo y el Espíritu Santo es la llave que le permite entrar al Lugar Santísimo…

Por eso permítame decirle lo siguiente: Si usted se encuentra derrumbado, ya sea porque no tiene dinero o lo está agobiando alguna angustia, llámese: Enfermedad o asunto familiar o asunto laboral o asunto escolar… Déjeme decirle: Dios lo quiere levantar; Dios tiene algo para usted que se llama: Nueva dimensión… ¡Él te quiere levantar de donde estás, si tú lo quieres!

“Los problemas a veces sirven para que seamos catapultados a una dimensión mayor.”

Hermano, hermana, tenemos que creer como creen los niños, ¿Y en que creen los niños? Creen en lo imposible y creen en lo invisible llámese: Señor Jesucristo, ¡Y sin reservas! Amén.


15 de Diciembre de 2018
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo

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