EL AGUA QUE SACIA
LA BIBLIA NOS HABLA:
“Jesús les respondió: —Yo soy el pan de vida. El
que viene a mí nunca volverá a tener hambre; el que cree en mí no tendrá sed
jamás.” (Juan 6:35) NTV
En este día, hemos
venido a renovar nuestro pacto por medio del cuerpo de nuestro Señor Jesucristo,
es decir a participar de su carne y de su sangre, es decir a participar del pan
y del vino, es decir a participar de la mesa del Señor… y es por eso que yo quisiera
comenzar esta maravillosa enseñanza diciendo, en primer lugar: que antes del
capítulo 6 del libro de Juan, el Señor había hecho muchos milagros, prodigios, liberaciones,
resurrecciones y muchas cosas lindas… y en segundo lugar: que cuando leemos el capítulo
6 del libro de Juan nos damos cuenta que cuando Jesús comenzó a enseñarles a
sus discípulos acerca de la inmortalidad y de la vida eterna muchos de sus
discípulos comenzaron a trastabillar con el mejor de los maestros que ha
existido sobre la tierra, claro que entendemos que el Espíritu Santo también es
un maestro, porque la Palabra dice: que “…cuando
el Padre envíe al Abogado Defensor como el representante de nuestro Señor
Jesucristo —es decir, al Espíritu
Santo—, él nos enseñará todo y nos recordará cada cosa que hemos
aprendido de nuestro Señor Jesucristo.”,
ver Juan 14:26 NTV, pero en quien funcionaba la enseñanza en plenitud era en
nuestro Señor Jesucristo, y yo creo que no ha habido nadie, ni habrá jamás, un
mejor maestro que el Señor Jesucristo sobre la faz de la tierra… y es más hasta
dice la Palabra: que hasta la gente que lo quería capturar terminaba capturada
por Él “…¡Jamás hombre alguno ha hablado
como este hombre habla!, le decían los alguaciles a los
principales sacerdotes y fariseos que los habían enviado a capturar a Jesús.”, ver Juan 7:46. Jesús era el hombre
que cuando se ponía a hablar se le caía la baba a la gente; Jesús era el hombre
que cuando se ponía a hablar la gente pasaba hasta tres días sin comer, tres días
oyéndolo, tres días predicando sin parar y sin comer, pero lo tremendo de esto hermano,
es que cuando Jesús les dice: “En
verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis
su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre,
tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. Porque mi carne es
verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe
mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre que vive me envió, y yo
vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.”, ver
Juan 6:53 al 57, y a causa de eso muchos de sus discípulos decidieron
abandonarlo en ese mismo capítulo, en el versículo 66, es decir en el capítulo
6:66. ESO NO FUE UNA CASUALIDAD ¿Por qué razón? Porque el 666 es el número del
anticristo, es decir que el espíritu del anticristo obró en ellos para que no
pudieran discernir el querer como el hacer de Dios, es decir que el espíritu
del anticristo obró para que no pudieran reconocer que Jesús era el pan que descendió del cielo, el pan
que los haría vivir para siempre,
por eso lo abandonaron, pero el punto es que en ese mismo capítulo “Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida;
el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed.”,
ver Juan 6:35. En la última ministración de la cena del Señor yo les dije que
cuando una persona esta hambrienta espiritualmente, corre el peligro de hacer
cosas malas… Debido al hambre que había en la tierra, Abraham descendió a
Egipto; Debido al hambre que había en la tierra, Isaac quiso descender a
Egipto, pero Dios le dijo que no y por eso se fue a Gerar, es decir que se fue
a la tierra del combate, de la disputa, de la disensión y del peregrinaje; Debido
al hambre que había en la tierra, Elimelec junto a su esposa Noemí y sus hijos Mahlón y Quelión, descendieron a Moab…
Esto quiere decir que en estos tiempos, y que son finales, y que ya los estamos
viviendo, existen muchas personas y entre ellas cristianas que por la falta de
Fe descienden a Egipto, o a Gerar, o a Moab... Lo que yo estoy tratando de
decir es que debido al hambre espiritual que está azotando en esta bendita
tierra existen muchas personas que están haciendo cosas que van en contra de la
voluntad de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, es decir las cosas que abomina y
aborrece Dios Padre… pero, debe tener presente, que la única forma de evitar el
hambre espiritual es comiéndose EL PAN QUE SACIA, llámese el pan de la vida, es
decir Cristo Jesús, porque el que se coma el pan de la vida no va a tener
hambre y como consecuencia no descenderá a Egipto, no descenderá a Gerar, y
mucho menos descenderá a Moab, porque la Palabra dice en el libro de Juan, en
el capítulo 6:35: Yo soy el pan de la
vida; el que viene a mí no tendrá hambre, pero ahora escuche lo que dice la
segunda parte: y el que cree en mí nunca
tendrá sed.” ¿Qué mira usted de nuevo en ese versículo? QUE NO ES LO MISMO
VENIR A ÉL, QUE CREER EN ÉL, “Venid a mí
todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.”, ver
Mateo 11:8 RVR 1960; “venid a mí y sed salvos, todos los términos de la
tierra; porque yo soy Dios y no hay otro.”, ver Isaías 45:22; “venid
a mí a las aguas, todos los
sedientos…”, ver Isaías 55:1. Venid a mi es un llamado que el Señor nos
hace, por eso me pregunto y le pregunto: ¿Qué pasa después del venid? TIENE QUE
VENIR UN CREER, porque después tiene que venir un id, es decir que la sucesión
seria: VENID, CREER PARA PODER IR, porque si usted y yo vamos a cumplir la gran
comisión, lo primero que tenemos que hacer es venir, porque la gran comisión es
ir, pero usted y yo no vamos a poder ir si primero no hemos venido, es decir
que el ENLACE entre VENIR e IR es CREER… Eso quiere decir que el que viene ya
no va a tener hambre, pero no basta con eso, porque ahora hay que beber y no se
puede beber sino se cree, por eso nuestro Señor Jesucristo dijo y nos sigue
diciendo: “El que cree en mí, como ha
dicho la Escritura: “De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva.”,
y dijo esto nuestro Señor Jesucristo del Espíritu que había de venir sobre los
que creían en Él, ver Juan 7:38 al 39. Eso quiere decir que son dos pasos, llámense
venir y creer, es decir comer y beber, ayúdeme a predicar: que haría usted si
un enemigo suyo se quedó perdido en el desierto de Arizona, yo sé que usted va
a orar por él porque usted bendice a sus enemigos, ver Mateo 5:44 RVR 1960,
pero el punto es que su enemigo corre el riesgo de morir de muchas formas, como
ser: de insolación, de la picadura de una serpiente o de un escorpión,
pregunto: ¿Si no estuvieran esos peligros de que moriría primero, de hambre o de
sed? DE SED. Eso quiere decir hermano, que usted y yo podemos pasar varios días
sin comer, pero no podemos pasar los mismos días que pasamos sin comer, sin
beber. Ahora el versículo del libro de Juan capítulo 6:35, dice: Yo soy el pan de la vida; el que come
de mí no tendrá hambre, porque la Palabra dice en Primera de
Corintios capítulo 9:10 RVR 1960: que Dios le da “…pan al que come…”. Eso quiere decir que el que come del PAN QUE
SACIA, jamás tendrá hambre, y en la segunda parte dice: y el que cree en mí nunca tendrá sed ¿Cuántos creen en el Señor
Jesucristo? AMÉN. Por lo tanto, debe tener presente, que ese versículo NO nos
está hablando del agua sino de la sangre, porque cuando concatenamos este
versículo con el capítulo 2:1 al 12 del libro de Juan nos damos cuenta que el
Señor transformó el agua en vino y el vino tipifica la sangre del Cordero,
llámese Jesucristo ¿Entonces que es más
importante, comer o beber? Bueno, los dos son importantes, pero lo más
importante hermano es BEBER, es CREER, por eso mejor abramos nuestra Biblias en
el libro de Juan, en el capítulo 4:14, para que podamos comprender EL AGUA QUE
SACIA…
“pero el que beba del
agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré se
convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna.”
Eso quiere decir que
si usted y yo bebemos el agua que da el Cordero, se convertirá en una fuente para vida eterna ¿Por qué razón? Porque
cuando leemos el capítulo 2:1 al 12 de este mismo libro nos damos cuenta, que
cuando Jesús fue invitado a la boda de Caná y el vino se acabó, él hizo que el
agua se convirtiera en vino cuando el maestresala la probó y al igual que lo
que sucedió con el maestresala, el agua se convertirá en una fuente para vida eterna cuando tomemos del
agua de la vida, llámese vino, por eso me pregunto y le pregunto: ¿Qué es lo
que da de beber el Señor en el versículo que acabamos de leer? AGUA ¿Cuáles son
los elementos de la santa cena? EL PAN Y EL VINO ¿Es lo mismo el agua y el
vino? SI LO ES, porque el agua se convirtió en vino ¿De qué es figura el vino?
DEL AGUA ¿Qué fue lo que dijo Jesús cuando levantó la copa de vino? BEBED TODOS DE ELLA; PORQUE ESTO ES MI
SANGRE, ver Mateo 26:27 al 28. Eso quiere decir que cuando usted y yo nos
tomemos el agua de la vida, llámese vino, ese vino se convertirá en sangre en
nuestro interior y como consecuencia NO TENDREMOS SED, porque en la sangre de
Jesús se encuentra la genética divina ¿Una fuente de agua se
puede ocultar? NO, porque cuando existe un nacimiento de agua el agua brota, no
se oculta, por ejemplo los ríos ¿Usted sabe en donde nace el río Choluteca de
Honduras? Nace en la montaña de hierba buena, municipio de Lepaterique, Departamento
de Francisco Morazán y sigue su cauce por Tegucigalpa y por los departamentos
de El Paraíso y de Choluteca hasta desembocar en el golfo de Fonseca… Lo que
estoy tratando de decir es que una fuente de agua no se puede ocultar, es decir
que cuando usted se tome el agua de la vida, llámese vino, ese vino se
convierte en sangre en su interior y esa preciosa sangre del Cordero se
convertirá en una fuente de vida y esa fuente de vida no permitirá que usted se
quede callado aunque se quiera quedar callado, porque el Espíritu de verdad hará que usted hable de las maravillas, de
las bondades y de las bendiciones que Dios ha derramado sobre su vida ¿Por qué
razón? Porque cuando usted bebió del agua de la vida esa agua se convirtió en
una fuente para dar vida eterna.
El libro de Juan
capítulo 6:35, dice: Yo soy el pan de la
vida; el que viene a mí no tendrá hambre, pero cuando lo concatenamos con
Primera de corintios capítulo 9:10 RVR 1960, dice: Yo soy el pan de la vida; el que come de mí no tendrá hambre, porque
Primera de Corintios capítulo 9:10 RVR 1960, dice: que Dios le da “…pan al que come…”, ¿Por qué cree que
le recordé lo anterior? Porque cuando leemos la segunda parte del libro de Juan
capítulo 6:35, que dice: y el que cree
en mí nunca tendrá sed, y lo concatenamos con el libro de Juan capítulo
4:14, que dice: “pero el que beba del
agua que yo le daré, no tendrá sed jamás...”, y con el libro de Apocalipsis
capítulo 22:17, que dice: “Y el Espíritu
y la esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y
el que desea, que tome gratuitamente del agua de la vida.”, nos damos
cuenta que los que se van a ir en el arrebatamiento son los que comen del pan y
los que beban del agua de la vida ¿Por qué razón? Porque en este versículo el
apóstol Juan está hablando de la
venida del Señor en secreto… Eso quiere decir que cuando el Espíritu y la esposa dicen: Ven, están clamando por el
arrebatamiento... Esto me recuerda que en una predica un pastor comentó que en
una Iglesia X de los Estados Unidos de Norte América existe un pastor que cree
en el arrebatamiento y que le está diciendo al pueblo del Señor que no es justo
que ellos se tengan que ir en el arrebatamiento, porque cuando eso suceda
muchas almas se van a quedar desprotegidas, pregunto: ¿Los está motivando el
Espíritu de Dios? NO ¿Por qué? Porque lo que dice el Espíritu de Dios, es: VEN, pregunto: ¿Ellos son esposa? NO,
porque la esposa dice: VEN, pregunto: ¿Ellos están escuchando?
NO, porque el que oye dice: VEN. Por
lo tanto, deben tener presente, que el único que puede saciar al sediento y al
hambriento es el Señor, y es por eso que decía el salmista: “Den gracias al Señor por su misericordia y
por sus maravillas para con los hijos de los hombres. Porque Él ha saciado al
alma sedienta, y ha llenado de bienes al alma hambrienta.”, ver Salmos
107:8 al 9, Aleluya.
¿Cuántos les pueden
decir a nuestro Señor Jesucristo ven?
Por lo tanto, debemos
tener presente, que cuando uno está hambriento y sediento, el hambre y la sed
nos pueden empujar a hacer cosas que van en contra de la voluntad de Dios, por
eso yo creo que el agua en los últimos tiempos, literalmente hablando, va a ser
el principal motivo de muchas guerras porque se va a ir escanciando ¿Por qué
razón? Porque la población se va a ir multiplicando de manera desordenada… La
población mundial en el año 2000 era de 6000 millones de habitantes, eso quiere
decir que cada año hubo un crecimiento de 3 millones de personas más o menos ¿Cuántas
personas cree usted que había en la tierra en el año 2012? 7000 millones, eso
quiere decir que el crecimiento de la población mundial por año no fue de 3 millones,
es decir que hubo un sobre crecimiento poblacional de 994 millones de personas ¿Cuántas
personas cree usted que tenía la tierra para el mes de diciembre del año 2016?
7400 millones, eso quiere decir que el crecimiento poblacional disminuyó, pero
siguió creciendo más en comparación a los primeros 2000 años… Eso significa que
todos los recursos de nuestro planeta se están agotando y el más importante, que
es el agua, también. Ahora miremos el agua en el sentido espiritual ¿Qué le
pasa a los que no beben del agua de la vida? VAN A TENER SED, por eso me pregunto y le pregunto: ¿A que nos va a
empujar la sed? Bueno, para saber eso tenemos que abrir la Biblia en el
libro de Éxodo, en el capítulo 17:3, para que lo analicemos…
“Pero el pueblo tuvo allí sed, y murmuró el
pueblo contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos has hecho subir de Egipto para
matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a
nuestros ganados?”
¿A que nos puede
empujar la sed? A MURMURAR, es decir a practicar la murmuración, pregunto:
¿Conoce usted a algún sediento? Esto es bien interesante, porque si usted
conoce a algún sediento o usted es un sediento, la Palabra dice, en primer
lugar: que usted está contendiendo y tentando al Señor, ver Éxodo 17:2, y si
usted es de los que lucha y tienta al Señor, debe saber: que el Señor lo oye y
por eso lo puede amonestar y lo puede castigar, así como lo hizo con María la
hermana de Moisés, ver Números 12:1 al 10… y en segundo lugar que la
murmuración es un pecado, ver Levítico 19:16, y que de acuerdo a la experiencia
del pueblo de Israel, le puedo decir con certeza, que la murmuración lo puede
llevar a ser una persona enferma de amnesia, enferma de miopía y con una gran
incredulidad, es decir falta de Fe… Por lo tanto, debemos tener presente, en
primer lugar: que en la Palabra del Señor, la palabra murmuración aparece como:
chismoso, susurro, calumniador, difamador, llevador de cuentos… y en el
diccionario significa: hablarle a una persona en voz baja para que nadie se
entere, en especial manifestando alguna queja o un disgusto por alguna cosa… y
en segundo lugar: que el propósito de la murmuración es para ofender a Dios y
al hermano. Eso pasó con el pueblo de Israel, por eso amado hermano, NO DEJE
QUE ESTO LE SUCEDA A USTED, y si por la casualidad de la casualidad usted se
siente inconforme con alguien, ya sea con su ministro, con sus padres, con su
hermano, con su tío, con su primo, con su jefe, con algún compañero de escuela
o de trabajo… lo que tiene que hacer es ir delante del Señor de señores y Rey
de reyes, para que no caiga en el descontento ¿Por qué razón? Porque la voz
escrita de Dios Padre, dice: que cuando una persona ya no está contenta, lo que
le puede alcanzar es la siguiente faceta que aparece en el libro de Job
capítulo 5:5 DHH, que dice:
“Sus
cosechas se las comen los hambrientos sacándolas de entre los espinos, y los
sedientos
les envidian sus riquezas”
¿Qué hacen los
sedientos? ENVIDIAR ¿Cómo vamos a combatir la envidia? SACIANDO NUESTRA SED
¿Cómo vamos a saciar nuestra sed? CON EL AGUA DE LA VIDA, porque la Palabra
dice: que el que tome del agua de la vida no
tendrá sed jamás… Ahora, quiero que escuche con mucha mayor atención lo que
le voy a decir: hace 83 predicas le enseñé acerca de las amarguras, y yo le
quería poner a ese tema secuencias espirituales ¿Cuáles serían las secuencias?
LO QUE SE NECESITA PARA RECIBIR AL SEÑOR, por eso escuche con mucha mayor
atención, porque lo que voy a explicar va del Nuevo Testamento al Antiguo
Testamento, MARANATA, EL SEÑOR VIENE PRONTO, pero para que usted y yo podamos
estar preparados para la venida del Señor Jesucristo tenemos que estar llenos
de gracia, y esto el apóstol Pedro nos lo afirma diciendo: “…poned vuestra esperanza completamente en la gracia que se os traerá
en la revelación de Jesucristo,”, ver Primera de Pedro 1:13. Entonces viene
la Parusía, la manifestación, pero previo a la manifestación viene la gracia y
antes de que venga la gracia del Señor dice el libro de Hebreos capítulo 12:15:
“Mirad bien, no sea que alguno deje de
alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y
por ella muchos sean contaminados.”. Eso quiere decir que una raíz de
amargura es algo que causa amargura, y fue por eso que el salmista dijo en el
libro de Salmos capítulo 73:2 al 3: recuerde que voy en secuencia hacia atrás,
dijo: “En cuanto a mí, mis pies
estuvieron a punto de tropezar, casi resbalaron mis pasos. Porque tuve envidia
de los arrogantes, al ver la prosperidad de los impíos.”, y en el versículo
21 dice: que “Cuando su corazón se llenó de amargura, y en su interior sentía punzadas, entonces era torpe
y sin entendimiento; era como una bestia delante de ti.”. Entonces, por
esos versículos yo podría decir con certeza que la secuencia seria: EL SEÑOR
VIENE PRONTO, y antes de que venga nuestro Señor Jesucristo va a venir la gracia y es por eso
que satanás quiere derramar Ajenjo, es decir amargura ¿Cómo va a derramar
Ajenjo satanás? PONIENDO RAÍCES DE AMARGURA ¿Cuáles son las raíces de amargura?
SON MUCHAS, pero una de ellas es la envidia ¿Cómo vamos a combatir la envidia?
TOMANDO EL AGUA DE LA VIDA, porque cuando tomemos del agua de la vida, llámese
vino, no tendremos sed jamás, y por eso no vamos a
envidiar las riquezas de nadie ¿Por qué razón? Porque no estaremos SEDIENTOS, por eso me pregunto y le pregunto: ¿Qué nos va a quitar la santa cena hoy? LA SED. Eso quiere decir hermano, que el agua,
que el vino, que la sangre del Cordero es el antídoto para que no seamos
envidiosos… Por lo tanto, debemos tener presente, que al envidioso y al
envidiado le puede ir mal… Por ejemplo: José, el hijo de Jacob, porque dice la
Palabra que sus hermanos lo vendieron y por esa venta fue a parar a Egipto, por
eso si usted se da cuenta de que alguien lo está envidiando pídale ayuda al
Señor para que lo socorra y lo corone de bendiciones como lo hizo con José, porque
dice la Palabra: que “el Señor es la ayuda y el escudo, para
los que confían en Él.”, ver
Salmos 115:11, pero si usted es un envidioso, amado hermano, lo que tiene que
hacer es tomar del agua de la vida dignamente para que el Señor le quite la SED.
Ahora, miremos
Proverbios capítulo 28:15 BIBLIA SEPTUAGINTA.
“León hambriento y
lobo sediento, quien tiraniza, pobre siendo, a gente menesterosa.”
Lo que nos está
diciendo el proverbista, es: el que es pobre y tiraniza a la persona que es más
pobre que él, es como un león hambriento y lobo sediento… Lo que me impresiona
de este versículo es que si le quitan el hambre a una persona, quizás deja de
ser león, y si le quitan la sed a una persona quizás deje de ser un lobo,
porque el proverbista está hablando de una persona y no de la naturaleza de
algún animal. No estoy diciendo que si le quitan el hambre literalmente deja de
ser león y si le quitan la sed literalmente deja de ser un lobo, NO ESTOY
DICIENDO ESO, porque yo estoy hablando en sentido espiritual. Lo que yo estoy
diciendo es que si usted y yo participamos dignamente de la mesa del Señor, el
Señor por su abundante misericordia nos puede cambiar nuestra naturaleza, por
eso que Dios nos ayude, nos guarde, nos proteja, nos bendiga y nos cambie
nuestra naturaleza, porque somos corderos y ovejas...
Ahora, miremos Salmos
capítulo 107:5.
“hambrientos
y sedientos, su alma desfallecía en ellos.”
Note usted lo que dice este versículo: hambrientos y sedientos, carne y sangre, pan y agua, pan y vino.
Eso quiere decir que si usted y yo comemos el pan y tomamos el agua de la vida dignamente
nuestra alma jamás desfallecerá, por eso amado “demos gracias al Señor por
su misericordia, porque nos ha dejado esta ordenanza para que usted y yo podamos saciar al alma sedienta y podamos llenar de bienes al alma hambrienta.”, ver Salmos 107:8 al 9. Por lo
tanto, debe tener presente, que antes de participar del PAN QUE SACIA y del AGUA
QUE SACIA, si tiene algún problema con alguna persona, lo que tiene que hacer
es arreglarlo en su corazón, es decir que debe de PERDONAR. Recuerde, que la
Palabra del Señor dice: que si usted y yo “perdonamos a los otros sus ofensas, también nuestro
Padre celestial nos perdonará a nosotros. Pero si nosotros no perdonamos a los
otros sus ofensas, tampoco nuestro
Padre celestial perdonará nuestras ofensas.”, ver Mateo 6:14 al 15 RVC.
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo
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