CUAL ES EL PLAN DE DIOS PARA NUESTRA VIDA
LA BIBLIA NOS HABLA:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio
a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas
tenga vida eterna.” (Juan 3:16)
Antes de comenzar con
la enseñanza, quisiera que leyéramos el versículo 18 del capítulo 16 del libro
de Mateo RVR 1960, porque dice: “...y
sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán
contra ella.”. Otra versión dice: “…y
el poder de la muerte no la conquistará.”, NTV, ¿Por qué cree que le pedí que leyéramos ese versículo? Porque ese
versículo nos enseña, en primer lugar: que la Iglesia ES del Señor Jesucristo,
porque dice: MI IGLESIA… y en
segundo lugar, porque el Señor Jesucristo ha preparado un plan para su Iglesia,
porque dice: EDIFICARE… y en tercer
lugar, porque nos deja ver claramente el Señor Jesucristo que su Iglesia jamás
será vencida, porque dice: LAS PUERTAS
DEL HADES NO PREVALECERÁN CONTRA ELLA… Eso quiere decir que Dios ya tenía trazado
un plan para la Iglesia de Cristo desde antes de la fundación del mundo, y que
ese plan era secreto, y que ese plan lo iba a revelar a su debido tiempo, por
eso me pregunto y le pregunto: ¿De dónde surgió la Iglesia? Bueno, la Iglesia
de Cristo surgió antes de que el evangelio entrara en cualquier país del mundo,
e incluso mucho antes de que alguien conociera el evangelio, porque Dios ya
había preparado un plan desde antes de la creación del mundo… Este plan no
comenzó hace poco, ni siquiera se inició cuando el Señor Jesucristo murió en la
cruz del calvario por sus pecados y por mis pecados... y esto el perito
arquitecto de la Iglesia de Cristo nos los confirma diciendo: Dios “…nos escogió en él antes de la fundación
del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor
habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de
Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.”, ver Efesios 1:3 al 5 RVR
1960, por eso déjeme decirle amado hermano, que cuando se cumplió la plenitud del tiempo, Dios envió a su
Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, ver Gálatas 4:4, en primer
lugar, para que enseñara acerca de la verdad… y en segundo lugar, para que
hiciera muchos milagros, prodigios y liberaciones en el pueblo de Israel… Lo
que estoy tratando de decir es que Dios envió a su Hijo unigénito a exponer el evangelio, es decir el nuevo
estilo de vida para que usted y yo tuviéramos la gracia y la misericordia de
Dios en nuestra vida… Claro que Dios sabía que algunos judíos lo iban a
rechazar hasta el punto de darle muerte y muerte en cruz… pero lo tremendo de
esto es que su Padre lo resucitó y al resucitarlo estableció el fundamento para
su Iglesia… y esto el perito arquitecto de la Iglesia de Cristo nos lo confirma
diciendo: “…en otras generaciones no se
dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos
apóstoles y profetas por el Espíritu: que los gentiles son coherederos y
miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por
medio del evangelio.”, ver Efesios 3:5 al 6 RVR 1960. Eso quiere decir, en
primer lugar: que la Iglesia de Cristo está compuesta por todas las personas
que han creído en el Señor Jesucristo… y en segundo lugar: que por medio del
evangelio usted y yo hemos venido a formar parte de la Iglesia del Señor
Jesucristo ¿Por qué razón? Porque Dios “…levantó
a Cristo de los muertos y lo sentó en el lugar de honor, a su derecha, en los lugares celestiales. Ahora
Cristo está muy por encima de todo, sean gobernantes o autoridades o poderes o
dominios o cualquier otra cosa, no solo en este mundo sino también en el mundo
que vendrá. Dios ha puesto todo bajo la
autoridad de Cristo, a quien hizo cabeza de todas las cosas para beneficio de
la iglesia. Y la iglesia es el cuerpo de Cristo; él la completa y la llena, y
también es quien da plenitud a todas las cosas en todas partes con su
presencia.”, ver Efesios 1:20 al 23 NTV. Eso quiere decir que si la Iglesia
de Cristo, es decir usted y yo, somos el cuerpo del Señor Jesucristo, también
somos la novia, y la esposa, ver Apocalipsis 21:9, y el rebaño de Dios, ver Primera de Pedro
5:1 al 2, y el templo santo en el Señor,
en Cristo… para que allí habite Dios en el Espíritu, ver Efesios 2:21 al
22 RVC, pero el punto es que la Palabra nos deja ver claramente en el libro de
Efesios, en el capítulo 2:11 al 19, “…que en
otro tiempo nosotros los gentiles en la carne…estábamos separados de Cristo, excluidos de la
ciudadanía, de Israel, extraños a los pactos de la promesa, sin tener
esperanza, y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, nosotros, que en otro tiempo estábamos lejos, hemos sido acercados por la sangre de Cristo. Porque El mismo es nuestra
paz, quien de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de
separación, aboliendo en su carne la enemistad, la ley de los mandamientos
expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un nuevo hombre, estableciendo
así la paz, y para reconciliar con Dios a los dos en un cuerpo por medio de la
cruz, habiendo dado muerte en ella a la enemistad… porque por medio de El los unos y los otros tenemos
nuestra entrada al Padre en un mismo Espíritu. Así pues, ya no somos extraños ni extranjeros, sino
conciudadanos de los santos y de la familia de Dios.”. Eso quiere decir que
Dios tenía desarrollado un plan para la Iglesia de Cristo a través del tiempo,
es decir a través de etapas… y esto el medico Lucas nos lo confirma en el libro
de los Hechos, en primer lugar, en el capítulo 2, porque nos muestra como la
Iglesia de Cristo nace para los Judíos… y en segundo lugar, en el capítulo 8:4,
porque nos muestra como la Iglesia nace para los samaritanos, es decir para los
que eran mitad judíos y mitad gentiles… y en tercer lugar, en el capítulo 10:44,
porque nos muestra como la Iglesia nace para los prosélitos, es decir para los
gentiles conversos al judaísmo que respetaban todas las doctrinas y preceptos
de la economía judía… y en cuarto lugar, en el capítulo 19:6 al 7, porque nos
muestra como la Iglesia de Cristo nace para los Goy # 1471 hebreo, es decir
para los gentiles, es decir para las naciones, es decir para las personas, es
decir para las personas ajenas al pueblo judío, es decir para nosotros… pero lo
interesante de esto es que cuando se dan estos cuatro nacimientos de la Iglesia
de Cristo, la Palabra nos deja ver que en la primera, y en la segunda, y en la
tercera y en la cuarta Iglesia de Cristo bautizaban a los creyentes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados, ver Hechos 2:38 y Hechos 8:16 y Hechos 10:48 y Hechos
19:5… y es por eso que existe mucha controversia sobre el bautismo ¿Por qué
razón? Porque algunos teólogos dicen que el bautismo solo se debe hacer en el
nombre del Señor Jesús y no en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo. Quizás alguien se esté diciendo: hermano Juan Carlos
Bonilla, ¿Cómo nos deben de bautizar, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, o en el nombre del Señor Jesús? BUENO, POR LAS DOS
FORMAS, porque la Palabra dice: que Jesucristo dijo y nos sigue diciendo: “Id, pues, y haced discípulos de todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo, hasta la consumación del siglo.”, ver Mateo 28:19 al 20, Gloria a Dios, Aleluya.
¿Por qué cree usted que
le explique cómo se desarrolló la Iglesia de Cristo?
Porque así como Dios creo
el plan perfecto para el desarrollo de la Iglesia de Cristo, de esa misma forma creó el
plan completo para usted y para mí, es decir NUESTRA SALVACIÓN, y es: OÍR + CREER +
ARREPENTIRSE + CONFESAR + BAUTIZARSE + PERSEVERAR = A SER SALVO ETERNAMENTE.
OÍR: ¿El qué? LAS
BUENAS NUEVAS.
¿Por qué cree usted
que el primer paso es oír la Palabra? Bueno, en primer lugar, porque la Palabra
dice: que “…Todo el que ha oído y
aprendido del Padre, llega a Cristo.”, ver Juan 6:45… y en segundo lugar,
porque la Palabra dice: que “…la fe
viene del oír, y el oír, por la palabra de Cristo”, ver Romanos 10:17. Eso
quiere decir que usted amado hermano, necesita oír la Palabra que Dios envía
por medio de los ministros del Señor Jesucristo con una mente dispuesta, es
decir con entusiasmo ver Hechos
17:11 NTV, porque la Palabra dice: que “…los
que recibieron con buena voluntad la palabra fueron bautizados…”, ver
Hechos 2:41, y fue por eso que el Señor Jesucristo dijo y nos sigue diciendo: “…dichosos los que oyen la palabra de Dios
y la guardan.”, ver Lucas 11:28, ¿Por qué razón? Porque la Palabra de Dios nos
hace ver: que “solo el que oye la
Palabra podrá CONFESAR con su boca que Jesús es el Señor y creer en su corazón que Dios le resucitó de
entre los muertos para ser SALVO
¿Por qué razón? Porque ¿Cómo, pues,
invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no
han oído?”, ver Romanos 10:9 al 17, y es por eso que yo Juan Carlos
Bonilla, siempre digo que todos los ministros del Señor debemos enseñar la
verdadera doctrina, es decir que debemos de “Predicar la palabra, o
mejor dicho que debemos de anunciar el mensaje de Dios a tiempo y fuera de tiempo; mostrándole a las personas sus errores,
para corregirlos, y para animarlos y para exhortarlos con mucha paciencia e instrucción.”, ver Segunda de Timoteo 4:2,
¿Por qué razón? Porque “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil
para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin
de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra.”, ver
Segunda de Timoteo 3:16 al 17, y fue por eso que el perito arquitecto de la
Iglesia de Cristo Jesús dijo y nos sigue diciendo: que “el Señor le da a algunos el
ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y a
otros maestros, a fin de capacitar a los
santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta
que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de
Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la
plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños, sacudidos por las olas y
llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, por la astucia de los
hombres, por las artimañas engañosas del error; sino que hablando la verdad en
amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir,
Cristo.”, ver Efesios 4:11 al 15, ¿Por qué razón? Porque nuestro Señor
Jesucristo dijo y aun nos sigue diciendo: que “…la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos. Por eso, pidan
ustedes al Dueño de la cosecha para que
envié obreros a recogerla.”, ver Mateo 9:37 al 38 DHH, pero para eso, usted
tiene que ser capacitado y equipado para la buena obra del Señor.
CREER: ¿En qué? EN EL
EVANGELIO.
¿Por qué razón?
Porque “…sin fe es imposible agradar a
Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que El existe, y que
es remunerador de los que le buscan.”, ver Hebreos 11:6. Por lo tanto, debe
tener presente, que el Señor Jesucristo dijo y nos sigue diciendo: “…que si uno no muere a sus pecados, pues, si no creen que Él es aquel que afirma ser, en sus pecados morirán.
En otras palabras, lo que nos está diciendo el Señor Jesucristo es que si
alguno no cree en Él, NO TIENE ESPERANZA DE SALVACIÓN.”, ver Juan 8:24 NVI, ¿Por qué razón? Porque la Palabra del Señor,
dice: “…que todo aquel que cree con
todo su corazón que Jesucristo es el Hijo de Dios, no se pierde, porque tiene
vida eterna.”, ver Juan 3:16. Eso
quiere decir que la Fe que salva es más que un acuerdo mental, porque la
salvación no es por Fe solamente ¿Por qué razón? Porque la Palabra dice en el
libro de Juan, en el capítulo 12:42 al 43 DHH, que muchos de los judíos que creyeron
en Jesús, incluso algunos de los más
importantes. Pero no lo decían en público por miedo a los fariseos, para que no
los expulsaran de las sinagogas. Preferían la gloria que dan los hombres a la
gloria que da Dios. En otras palabras, que los gobernantes de la sinagoga
eran unos creyentes perdidos.”, por
eso debemos escuchar con mucha mayor atención lo que dice el perito arquitecto de la Iglesia de Cristo:
“¿De qué sirve, hermanos míos, si alguno
dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Acaso puede esa fe salvarlo?”…Así
también la fe por sí misma, si no tiene obras, está muerta. Pero alguno dirá:
Tú tienes fe y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré mí
fe por mis obras, y fue por eso que les dijo y nos dice: ¿No fue justificado por las obras Abraham
nuestro padre cuando ofreció a Isaac su hijo sobre el altar? Ya ves que la fe
actuaba juntamente con sus obras, y como resultado de las obras, la fe fue
perfeccionada; y se cumplió la Escritura que dice: Y Abraham creyó a Dios y le
fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios.”, ver Efesios 2:14
al 26. Eso quiere decir que la Fe salvadora es la Fe que está sujeta a la
obediencia de Dios, es decir que las obras humanas NO PUEDEN SALVAR. Por lo
tanto, debemos tener presente, que cuando usted y yo hacemos por Fe lo que Dios
dice, a eso le llama el Señor Jesucristo: LA
OBRA DE DIOS, ver Juan 6:29. Eso quiere decir que usted y yo debemos de andar
en las obras que Dios nos ha mandado hacer ¿Por qué razón? “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas
obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.”,
ver Efesios 2:10, Gloria a Dios, Aleluya.
ARREPENTIRSE: ¿De
qué? DE NUESTROS PECADOS.
Lo que yo estoy
tratando de decir es que SI usted y yo NO nos alejamos de la vida de pecado o
dejamos de hacerlo, la Palabra nos dice: que usted y yo pereceremos así como
murieron los dieciocho que murieron cuando les cayó la torre de Siloé encima,
ver Lucas 13:3 al 5 NTV, ¿Por qué razón? Porque “En la antigüedad Dios pasó por alto la ignorancia de la gente acerca
de estas cosas, pero ahora él manda que todo el mundo en todas partes se
arrepienta de sus pecados y vuelva a él.”, ver Hechos 17:30 NTV. Por lo
tanto, debemos tener presente, en primer lugar: que no es lo mismo arrepentirse
que sentir remordimiento, porque el que siente remordimiento, es aquel que peca
constantemente, se siente mal, pero sigue practicando el pecado, en cambio el
que se arrepiente es aquel que se corrige… Lo que estoy diciendo es que cuando
una persona se arrepiente, lo que hace es aceptar que cometió un error, UN
PECADO, porque él sabe perfectamente bien, que “El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se
aparta alcanzará misericordia.”, ver Proverbios 28:13 RVR 1960… y en segundo
lugar: que “…la tristeza que es conforme
a la voluntad de Dios produce un arrepentimiento que conduce a una
salvación sin remordimiento; pero la
tristeza del mundo produce muerte.”, ver Segunda de Corintios 7:10, por eso
déjeme decirle, que usted debe de entregar su vida a Cristo y proponerse en su
corazón y en su mente a no vivir como un siervo del pecado, llámese
transgresión, pecado e iniquidad, ver Salmos 32:5, por eso recuerde: “el que está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, todas son hechas nuevas.”, ver Segunda de
Corintios 5:17.
BAUTIZARSE: ¿En
quién? EN JESUCRISTO.
¿Por qué cree usted que
se tiene que bautizar?, en primer lugar, porque el que se bautiza está siendo
bautizado en su muerte, a fin de que
como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también el
bautizado ande en vida nueva, ver
Romanos 6:3 al 4 RVR 1960… y en segundo lugar, porque si se bautiza en Cristo está
sepultando su cuerpo pecaminoso carnal,
ver Colosenses 2:11 al 14… y en tercer lugar, porque si se bautiza en
Cristo será revestido de Cristo,
ver Gálatas 3:27 NVI… y en cuarto lugar, porque si se bautiza en Cristo será
lavado de sus pecados, ver Hechos 22:16. Lo que estoy diciendo es que si usted
y yo ya fuimos bautizados, ya sea en el nombre del Señor Jesús o en el
nombre del Padre, y del Hijo y del
Espíritu Santo, ya fuimos redimidos, ya fuimos perdonados, es
decir que ya fuimos lavados de nuestros pecados y nacidos de nuevo, porque la
Palabra dice: “…En verdad, en verdad te
digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios…En verdad, en
verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el
reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del
Espíritu, espíritu es. No te asombres de que te haya dicho: “Os es necesario
nacer de nuevo, de arriba.”, ver
Juan 3 al 7. Por lo tanto, debemos tener presente, en primer lugar: que la
palabra bautizo viene de la palabra griega Baptizo (#G 907), que quiere decir:
sumergir, inmersión… Eso quiere decir que todos los que hayan sido bautizados
por aspersión o con un chorrito de agua sobre la cabeza, ya sea en el nombre del Señor Jesús o en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, aún no han sido bautizados… Ejemplos
bíblicos: nuestro Señor Jesucristo, ver Mateo 3:13 al 17, y el etíope eunuco
que bautizo el evangelista Felipe, ver Hechos 8:38 al 39… y en segundo lugar: que en el acto
del bautismo recibimos los beneficios de la expiación de la sangre del Señor
Jesucristo, es decir el perdón de nuestros PECADOS...
PERSEVERAR: ¿En quién?
EN DIOS.
¿Qué significa
perseverar? De acuerdo al diccionario, significa: mantenerse firme y constante
en una manera de ser o de obrar, y también significa: insistencia, tenacidad,
empeño... Eso quiere decir que cuando usted y yo decimos que alguien es
perseverante, estamos diciendo que es: constante, tenaz, insistente, firme, es
decir que se empeña en lo que hace… por eso me pregunto y le pregunto: ¿Por qué
debemos perseverar en Dios? Porque solo con Él podremos luchar en contra del
desánimo, de los obstáculos y de las pruebas hasta que lleguemos a la meta
final ¿Por qué razón? Porque “…Lo que es
imposible para los hombres, es posible para Dios.”, ver Lucas 18:27 RVR
1960. Por lo tanto, debemos tener presente, que lo más importante de la perseverancia
en el cristiano es: no cuantas veces podemos tropezar, sino cuantas veces
podemos levantarnos de nuestros tropiezos y seguir hacia adelante, es decir
hasta el fin, es decir hasta el arrebatamiento… por eso, que NO nos importen los
desánimos, los tropiezos, los obstáculos, las pruebas o las tribulaciones,
levantémonos, animémonos y perseveramos hasta el fin… por eso me pregunto y le
pregunto:
¿En qué debemos de perseverar
como Iglesia de Cristo?
Bueno, la Palabra dice
en el libro de los Hechos, en el capítulo 2:41 al 42 RVR 1960: “…que, los que recibieron la palabra del Señor fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y
perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en
el partimiento del pan y en las oraciones.”. En otras palabras, lo que nos
está diciendo el medico Lucas es que si usted y yo ya somos cristianos, ya
somos hijos de Dios, debemos despojarnos de nuestra vieja naturaleza pecaminosa y de nuestra antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el
engaño.”, ver Efesios 4:22, y que para lograr eso lo que debemos hacer es,
en primer lugar, un cambio en la
enseñanza apostólica, es decir un
cambio moral, es decir cambiar nuestros pensamientos… y en segundo lugar, un
cambio en la comunión, es decir un
cambio social, es decir de amistades… y en tercer lugar, un cambio en el partimiento del pan, es decir un
cambio de cultura, es decir de costumbres y de hábitos… y en cuarto lugar, un
cambio en las oraciones, es decir un
cambio de devocional, y al hablar de ese cambio estamos hablando de cambiar la
manera de leer la Palabra, de adorar, de alabar, de edificarnos y de servir al
Señor ¿Por qué cree usted que algunos dejan de perseverar? Porque no les
importa tener comunión con la Iglesia de Cristo y por eso se dejan llevar, ya
sea por su trabajo, o por sus placeres, como la diversión o el entretenimiento,
o por las emociones y los sentimientos de amor que los une como familia, es
decir que prefieren más a sus padres, a sus hijos, a su conyugue que al Señor Jesucristo,
mas no saben ellos que la Palabra dice: “El
que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o
hija más que a mí, no es digno de mí. En otras palabras, lo que nos está
diciendo el Señor Jesucristo es que si usted y yo nos aferramos a nuestra vida, la perderemos, pero si usted y yo
somos de los que nos despojamos de nuestra vieja naturaleza pecaminosa y de
nuestra antigua manera de vivir por Él, hallaremos vida, salvaremos nuestra
vida.”, ver Mateo 10:37 al 39 RVR
1960. Eso quiere decir que para que usted y yo podamos lograr la salvación
debemos ser personas temerosas de Dios, es decir que debemos de ser FIELES a
DIOS, Por eso déjeme decirle, que usted y yo debemos ser cristianos fieles
hasta la muerte ¿Por qué razón? Porque la Palabra dice, en primer lugar: que “…el diablo echará a algunos de nosotros en la cárcel para que seamos probados, y si permanecemos fieles hasta la muerte, el Señor nos dará la corona de la vida.”, ver Apocalipsis 2:10… y en segundo lugar,
porque la Palabra dice: que usted y yo “…
seremos odiados de todos por causa del
nombre de Jesús, pero el que persevere
hasta el fin, ese será salvo.”, ver Marcos 13:13 y Mateo 24:13, Por eso
déjeme decirle: “El fin de todo el
discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es
el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda
cosa encubierta, sea buena o sea mala.”, ver Eclesiastés 12:13 al 14 RVR
1960. Por eso quisiera terminar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo:
el que deposite la confianza en el Señor estará
seguro, estará a salvo, estará protegido, estará fuera de peligro, es decir que será exaltado y por eso
saldrá bien librado, ver Proverbios 29:5 LBLA, PDT, DHH, TLA, RVR 1960 y NVI, ¿Por qué razón? Porque “…el que confía en el Señor prospera.”,
ver Proverbios 28:25 NVI. Eso quiere decir que “El hombre y la mujer que es fiel
abundará en bendiciones.”, ver Proverbios 28:20, ¿Por qué razón? Porque “Dios no es hombre, para que mienta, ni
hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho El, y no lo hará?, ¿ha
hablado Él, y no lo cumplirá?”,
ver Números 23:19, ¿Por qué razón? “porque
todas las promesas de Dios en Él, en el Cristo, son sí, y por tanto, por medio
de Él nosotros damos el amén para la gloria de Dios.”, ver Segunda de Corintios
1:20 BIBLIA PESHITA, ¿Por qué razón? Porque “…DIOS ES AMOR, y el que permanece en
amor permanece en Dios y Dios permanece en él.”, ver Primera de Juan
4:16, y fue por eso que nuestro Padre celestial para demostrar el inmenso amor para
con el mundo “…dio a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna.”,
ver Juan 3:1, Gloria a Dios.
Por eso déjeme
decirle: alentémonos y comencemos a perseverar hasta el fin, EL CUAL ES LA VIDA
ETERNA. No deje que el enemigo lo desanime, no deje que el enemigo lo confunda,
no deje que el enemigo lo distraiga, no deje que el enemigo lo engañe… En otras
palabras, NO dejemos que el enemigo nos robe nuestra corona por volvernos unos
perezosos, porque la pereza nos puede hacer involucionar, es decir a lo que éramos
antes de conocer a Cristo Jesús… por eso recordemos que las cosas que verdaderamente
valen tienen un precio caro, tal vez no monetario, pero si un precio que
debemos pagar con el esfuerzo por alcanzar lo que vale tanto para nosotros,
llámese amor, gozo (alegría), paz, paciencia, benignidad
(amabilidad), bondad, fidelidad (Fe),
es decir VIDA Y VIDA ETERNA, ver Gálatas 5:22, por eso le pregunto:
¿Vale algo para usted
la vida eterna? O ¿No vale nada?
Por eso déjeme
decirle: “No dejemos de asistir a
nuestras reuniones, a la Iglesia de
Cristo como algunos han hecho una
costumbre, sino animémonos unos a otros;
y tanto más cuanto que vemos que
el día del Señor se acerca.”, ver Hebreos 10:25 DHH.
el día del Señor se acerca.”, ver Hebreos 10:25 DHH.
28 de Enero de 2017
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo
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