EL PARAÍSO QUE ESTAMOS ESPERANDO
LA BIBLIA NOS HABLA:
“Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque
el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe. Y vi la
ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, preparada
como una novia
ataviada para su esposo.” (Apocalipsis 21:1 al 2)
En este día, el Señor de señores puso en mi espíritu este maravilloso tema, para que usted y yo veamos como Su
Padre desde la creación del primer ser humano, llámese Adán, le ha dado al
hombre lo mejor y lo perdió, pero lo interesante de esto amado hermano, es que
Dios desde la primera venida de su Hijo unigénito en carne y sangre, y sangre
divina, no humana, lo está reponiendo para todos los que lo quieran, aunque se tengan
que descartar a algunas personas… porque la voz escrita de Dios padre nos dice claramente: “Y sabemos que para los que
aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son
llamados conforme a su propósito. Porque a los que de antemano conoció, también
los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que Él sea el
primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a ésos también
llamó; y a los que llamó, a ésos también justificó; y a los que justificó, a
ésos también glorificó.”, ver Romanos 8:28 al 30, por eso, antes de
comenzar con el desarrollo de esta maravillosa enseñanza que el Señor puso en mi corazón, es muy importante para mí que le comience
hablando de los entornos que Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo ha preparado para el hombre.
PRIMER ENTORNO O
PRIMER PARAÍSO
La Palabra nos deja ver claramente en el libro de Hebreos, en el
capítulo 2:5 RVC, que el primer paraíso que Dios creo se lo encomendó a los
ángeles, aunque no sabemos si habían otras clases de seres bajo el dominio de
los ángeles, porque dice: que “Dios no
puso el mundo venidero, del cual estamos hablando, bajo la autoridad de los
ángeles, porque le fallaron.”, ¿De
qué cree usted que estaba hecho el primer paraíso? De piedras preciosas ¿En dónde
cree usted que se encontraba el primer paraíso? Yo creo que se encontraba en la tierra y que fue creado específicamente para
Luzbel, porque lo que Dios quería es que Luzbel, el
querubín protector de alas desplegadas, fuera el regente, el que lo gobernara,
el que dirigiera a los espíritus y que eran piedras, porque la Palabra dice:
que “En Edén, en el huerto de Dios
estuviste…Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios,
allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas, y el original
hebreo traduce a las piedras de fuego como espíritus bajo gobierno. Pero, lo
interesante de este paraíso es que Dios lo hizo para Luzbel, porque él era
perfecto en todos los caminos desde el
día que fue creado, hasta que cayó. A
causa de la abundancia de su comercio, porque se llenó de violencia, de maldad, de iniquidad, y pecó, y
por eso fue que Dios lo expulso por
profano.”. En otras palabras, lo
echaron del monte de Dios, por rebelde, por desobediente, y por eso él y los
ángeles nunca más recuperaron ese paraíso ¿Por qué razón? Porque NO tuvieron Fe
y porque NO permanecieron en el camino, en la verdad y en la vida, es decir en
Cristo Jesús, la Roca.”, ver Ezequiel 28:12
al 17 RVR 1960 y LBLA.
SEGUNDO ENTORNO O
SEGUNDO PARAÍSO
Para el hombre y la
Palabra dice: “Entonces el Señor Dios
tomó al hombre y lo puso en el huerto del Edén, para que lo cultivara y lo
cuidara.”, ver Génesis 2:15. Este versículo nos confirma claramente, que el
segundo paraíso, el paraíso de Adán fue hecho para los hombres, probablemente en
el mismo lugar que estuvo el primer paraíso, llámese angélico, pero lo
interesante de este paraíso es que ya no era mineral sino vegetal, es decir con
árboles que dan vida, con árboles que mantienen la vida, con árboles que
prueban a los hombres, es decir el árbol
del conocimiento del bien y del mal.
Esto quiere decir que su dieta era vegetal e incluso les puedo decir con
certeza que ni aun los animales comían carne, solo vegetales, porque la voz
escrita de Dios Padre dice: “Y ordenó el
Señor Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer, pero del
árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él
comas, ciertamente morirás.”, ver Génesis 2:16 al 17, por eso, permítame preguntarle
¿Qué cree usted que comían los del paraíso angélico? ¿Minerales? PUES NO, El
mana que descendía del cielo, pero en el segundo Edén, el hombre no tenía que
matar a los animales y mucho menos las fieras tenían que matar a otra fiera
para subsistir… pero sea lo que sea que haya comido el hombre en el paraíso
vegetal, cayó ¿Por qué Razón? POR FALTE DE FE. Entonces, por eso vino el Señor Dios y lo echó del huerto del Edén diciéndole lo
siguiente: por haber renunciado al propósito que te había trazado, es decir a
la obediencia por culpa de la serpiente antigua, llámese: satanás o diablo, yo el Señor Dios, cambió la bendición que
establecí en el libro de Génesis, en el capítulo 1:28, que dice: “Y los bendijo Dios, y les dijo:
Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla…”, por las
siguientes maldiciones que dicen: a ti serpiente antigua: “…Por cuanto has hecho esto, maldita serás más que todos los animales,
y más que todas las bestias del campo; sobre tu vientre andarás, y polvo
comerás todos los días de tu vida.”, y a ti mujer: “…En gran manera multiplicaré tu dolor en el parto, con dolor darás a
luz los hijos; y con todo, tu deseo será para tu marido, y él tendrá dominio
sobre ti.”, y finalmente le dijo al hombre, llámese Adán: “…Por cuanto has escuchado la voz de tu
mujer y has comido del árbol del cual te ordené, diciendo: “No comerás de él”,
maldita será la tierra por tu causa…”, ver Génesis 3:14 al 17. Esto quiere
decir amado, que el Señor de señores tenía que hacer otro
paraíso para salvaguardar la vida de toda la humanidad, porque la amaba y todavía
la sigue amando más que a todas las creaciones angélicas... porque la voz
escrita de Dios Padre dice: “Cuando veo
tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has establecido,
digo: ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, y el hijo del hombre para
que lo cuides? ¡Sin embargo, lo has hecho un poco menor que los ángeles, y lo
coronas de gloria y majestad! Tú le haces señorear sobre las obras de tus
manos; todo lo has puesto bajo sus pies: ovejas y bueyes, todos ellos, y
también las bestias del campo, las aves de los cielos y los peces del mar,
cuanto atraviesa las sendas de los mares.”, ver Salmos 8:3 al 8. Y fue por
eso que el perito arquitecto de la Iglesia de Cristo dijo en el libro de
Hebreos, en el capítulo 1:13 al 14: “Pero,
¿a cuál de los ángeles ha dicho jamás: Siéntate a mi diestra hasta que ponga a
tus enemigos, por estrado de tus pies? ¿No son todos ellos espíritus
ministradores, que sirven, enviados
para servir por causa de los que heredarán la salvación?”, Gloria a Dios, Aleluya.
¿Cuál cree usted que es
el tercer paraíso que ha creado el Señor?
TERCER ENTORNO O
TERCER PARAÍSO
El de Cristo, PERO
ESTE TERCER PARAÍSO ES PARA EL QUE CREA. Por lo tanto, debe tener presente, que
este paraíso, en primer lugar, lo experimentó Lázaro, el pobre que se
encontraba en el seno de Abraham… y en segundo lugar: que lo vio el apóstol
Pablo cuando fue llevado en el cuerpo o
fuera del cuerpo…Dios lo sabe, ver Segunda de Corintios 12:1 al 5. Este
paraíso no fue creado para los que fallaron en el paraíso de Adán sino para los
que CREEN EN CRISTO, por eso fue que el rico le dijo a Abraham en el paraíso: Te ruego, pues, padre, para que envíes
a alguien a la tierra y prevenga a mis hermanos, para que no vengan a este
lugar donde yo me encuentro, sino para que vayan al paraíso en donde está
Lázaro, y Abraham le dijo: no voy a enviar a nadie a hacer milagros, porque Ellos tienen a Moisés y a los profetas;
si creen a la palabra de Moisés y de los profetas vendrán a donde yo me
encuentro y sino irán al lugar donde tú te encuentras… Esto quiere decir que
los milagros no convierten a las personas sino que van a confirmar la Fe de las
personas… lo que le estoy diciendo es que este tercer
paraíso, llámese de Cristo, está escondido en Él, para todos los que crean en
Él y se mantengan aferrados a Él, a la espera del cuarto paraíso, Aleluya.
¿Cuántos paraísos
llevamos hasta ahora amado hermano?
El de Luzbel, el de
Adán y el de Cristo, y ahora viene el cuarto paraíso ¿Cuál cree usted que es el
cuarto paraíso? EL DE DIOS PADRE ¿Para quién es el cuarto paraíso? Para todos
los salvos que CREAN DE CORAZÓN EN CRISTO ¿Dónde se encuentra este nuevo
paraíso? En la ciudad santa y se va unir con todos los que reservó el Padre para
el cuarto paraíso, llámese Israel, por eso es que la Palabra dice: “Tus muertos vivirán; sus cadáveres
resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual
rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos.”,
ver Isaías 26:19. Por lo tanto, debemos tener presente, en primer lugar: que el
cuarto paraíso, es el paraíso de Dios, es el paraíso eterno, que va a tener árboles
y frutos que se comerán para que tengamos salud… y en segundo lugar: que el
paraíso número cuatro es el que nos espera siempre y cuando usted y yo no apostatemos
de manera irreversible ¿Usted ya sabía, que Cristo ya entró en el cielo a donde
usted y yo vamos a ir para que podamos tomar posesión de ese paraíso eterno? Por
eso fue que Jesús dijo: “En la casa de
mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a
preparar un lugar para vosotros. Y si me voy y preparo un lugar para vosotros,
vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis
también vosotros.”, ver Juan 14:2 al 3, Esto quiere decir que cuando
nuestro Señor Jesucristo resucitó de entre los muertos, rompió el velo, para
entrar al paraíso eterno en donde nos espera para habilitarnos, Gloria a Dios.
Estos cuatro paraísos
nos muestran que Dios Padre recicla paraísos ¿Cuántos irá a arreglar? ¿Irán a haber
más? ¿Irán a haber siete paraísos? ¿Irá a haber un octavo paraíso? Dice la
Palabra: que Jesús le arregló a la samaritana cinco fracasos y un sexto, y que
Él fue el séptimo para llevarla al octavo, es decir al éxito eterno. En otras
palabras ¿No será que el hombre ha estado jugando a arreglar su futuro seis
veces como la samaritana? Por lo tanto, debe tener presente, que el paraíso
familia humana, de esposa y de esposo humano, es una muestra, porque el hogar
que Dios está preparando para usted y para mí, no es el hogar del esposo y de
la esposa de la tierra, sino del esposo del cielo con nosotros los humanos que
CREAMOS EN CRISTO y nos mantengamos en PAZ y en SANTIDAD hasta su venida en
secreto, ver Hebreos 12:14. ESTE VA A SER EL VERDADERO HOGAR, pero el que no haya
realizado su hogar aquí en la tierra, el Señor le dice: espérese lo va a realizar
en el cielo, porque si su ideal es realizarlo todo aquí en la tierra, se queda
corto. Esto quiere decir que usted y yo aquí en la tierra estamos ensayando
para un hogar perfecto, para un esposo divino y una esposa que va a tomar la
naturaleza del esposo, es decir que la esposa, llámese la Iglesia de Cristo, no
va a ser divina, pero va a tomar la naturaleza del esposo y ambos, es decir el esposo
y la esposa, entraremos a la relación de Dios ¿Entonces que estamos esperando?
Un nuevo paraíso, un paraíso familiar en la tierra, en la ciudad santa, la nueva
Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios ¿Quién va a ser el esposo? CRISTO ¿Quién va a ser la esposa? LOS SALVOS DE LA IGLESIA ¿Quién va ser el entorno de ese paraíso? Los salvos de
Dios, porque Dios le dio salvos al Hijo y se reservó a otros para Él, llámese
Israel. Esto quiere decir, en primer lugar: que Dios al final va a juntar a
ambos salvos, para ser el Padre de todos… y en segundo lugar: que todos los
salvos se sujetarán al Padre e inclusive el Hijo, porque solo así usted y yo
seremos una nueva familia, en un nuevo y definitivo Edén… Esto quiere decir que
van a haber rangos, porque en el paraíso eterno estarán los salvos del Hijo y
los salvos del Padre… En otras palabras, lo que le estoy tratando de decir es
que en el paraíso eterno van a existir dos clases de residentes, porque en él
van a habitar las ramas naturales y los injertos que permanecieron unidos a la
raíz original. Y esto el perito arquitecto de la Iglesia de Cristo nos lo
afirma diciendo: “no seas arrogante para
con las ramas; pero si eres arrogante, recuerda que tú no eres el que sustenta
la raíz, sino que la raíz es la que te sustenta a ti. Dirás entonces: Las ramas
fueron desgajadas para que yo fuera injertado. Muy cierto; fueron desgajadas
por su incredulidad, pero tú por la fe te mantienes firme. No seas altanero,
sino teme; porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, tampoco a ti te
perdonará. Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; severidad para con los
que cayeron, pero para ti, bondad de Dios si permaneces en su bondad; de lo
contrario también tú serás cortado. Y también ellos, si no permanecen en su
incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para injertarlos de
nuevo. Porque si tú fuiste cortado de lo que por naturaleza es un olivo
silvestre, y contra lo que es natural fuiste injertado en un olivo cultivado,
¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio
olivo?”, ver Romanos 11:18 al 24, pero lo interesante de esto hermano, es que usted y yo al final vamos a ser una sola familia.
ES POR ESO QUE
DEBEMOS TENER PRESENTE IGLESIA DE CRISTO JESÚS
EN PRIMER LUGAR
Que cuando Cristo no
tenía un cuerpo humano hizo los mundos, es decir la materia. Ahora, cuando
Cristo vino a la tierra trajo un cuerpo humano y dice la Palabra que era de luz
y que nosotros éramos de carne y hueso, y además caídos… por eso vino Él para alumbrarnos, para que
fuéramos hijos de la luz… Esto quiere decir que cuando Jesús vino a la tierra
la humanidad se dividió en hijos de la luz e hijos de las tinieblas, según
escogen las personas… Por lo tanto, debemos tener presente, que los que van a
heredar el cuarto paraíso, no van a ser los hijos de las tinieblas sino los
hijos de la luz, y es por eso que Jesús le decía a los fariseos: “…Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba;
vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Por eso os dije que
moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, moriréis en
vuestros pecados.”, ver Juan 8:23 al 24. Esto quiere decir que el mundo
venidero se volverá luz a causa de los hijos de luz… Y esto nos lo confirma la
Palabra, en primer lugar, porque cuando se sacrificó nuestro Señor Jesucristo
en la cruz del calvario por usted y por mí, toda su sangre fue recogida en una
cofaina por los ángeles… y en segundo lugar, porque cuando Jesús se les
presentó a sus discípulos en el lugar que estaban
reunidos por miedo a los judíos, nos deja ver claramente que Jesús no tenía
sangre, porque le “…dijo a Tomas, llamado Dídimo: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi
costado; y no seas incrédulo, sino creyente.”, ver Juan 20:27 RVR 1960.
Esto quiere decir que cuando nuestro Señor Jesucristo venga en su venida en
secreto, no va a recoger a los hijos de las tinieblas sino a los hijos de la
luz, para que ya no tengamos sangre, sino luz… es decir que nos va a volver
lumínicos. Y esto el perito arquitecto de la Iglesia de Cristo Jesús nos lo
afirma diciendo: “Hermanos míos, lo que
es de sangre y carne no tiene cabida en el reino de Dios, que es eterno. Les
voy a contar algo que Dios tenía en secreto: No todos moriremos, pero todos
seremos transformados. En un abrir y cerrar de ojos, cuando Cristo vuelva, se
oirá el último toque de la trompeta, y los muertos volverán a vivir para no
morir jamás. Y nosotros seremos transformados. Dios cambiará estos cuerpos
nuestros, que mueren y se destruyen, por cuerpos que vivirán para siempre y que
nunca serán destruidos. Cuando esto suceda, se cumplirá lo que dice la Biblia: ¡La
muerte ha sido destruida!”, ver Primera de Corintios 15:50 al 54 TLA. En
otras palabras, lo que estoy tratando de decir es que cuando nuestro Señor
Jesucristo venga con la Iglesia, con su amada, con su esposa, va a venir a
resucitar, en primer lugar, a los que durmieron con Él para levantarlos,
llámese cosecha, ver Apocalipsis 20:4… y en segundo lugar, a los que murieron
sin Él para que sean juzgados mil años después y sean enviados a la muerte
segunda, llámense perdidos, ver Apocalipsis 20:14 al 15. Por lo tanto, debemos
tener presente, que antes que nuestro Señor Jesucristo venga en su venida en
secreto nos va a avisar a los que hemos permanecido en paz con todos y en santidad, para que no seamos sorprendidos en
su venida secreta, ver Primera de Tesalonicenses 5:1 al 11, Gloria a Dios, Aleluya.
Y EN SEGUNDO LUGAR
Que cuando Cristo
anunció que vendría le mandó a decir a su pueblo que debían de sacrificar
corderos, para que pudieran ser salvos… Esto quiere decir que la sangre de los
corderos cubriría sus transgresiones,
pecados e iniquidades, siempre y cuando su Fe fuera el Cordero de Dios, es
decir Jesucristo y fue por eso que Adán, Abel, Noé, Abraham, Isaac, Israel,
Job, David, Daniel, Isaías, Lázaro, sus discípulos y muchos más fueron salvos,
porque creyeron en el Cordero de Dios… Por lo tanto, debemos tener presente,
que usted y yo ya no podemos ser salvos por la sangre de los corderos, porque
el Cordero de Dios se sacrificó por todos nosotros, es decir para los que son llamados conforme a su
propósito. Esto quiere decir que ahora usted y yo somos
salvos por la sangre que derramó en la cruz del calvario nuestro Señor
Jesucristo y por lo tanto, ya no necesitamos sacrificar mas corderos para
que nuestros pecados sean perdonados… solo tenemos que ir con un corazón
contrito y humillado al Cordero que está a la diestra de Su Padre, para que él rocíe
su sangre preciosa sobre nosotros y borre todos nuestros pecados… por eso me
pregunto y te pregunto hermano:
¿Ya estaremos
cubiertos por la sangre de Cristo? ¿Qué sacrificio esperamos?
Por eso déjeme
decirle que hoy en día es muy peligroso pensar en altares ¿Dónde se encuentra nuestro
altar? ¿En la Iglesia o en otro lugar? PUES NO, nuestro altar está en el cielo,
Cristo, el Cordero está en el altar y por consiguiente usted y yo estamos en el
altar en Cristo, por eso ya no necesitamos buscar más un lugar, para tener un
altar ¿Por qué razón? Porque nuestro altar estará donde se encuentre Cristo, si
creemos en Él ¿Dónde va a estar el paraíso eterno? DONDE ESTÉ CRISTO ¿Y dónde
va a estar Cristo? En la nueva ciudad, en la nueva Jerusalén, a donde vamos a
ir todos los que hayamos depositado nuestra Fe y confianza en el Señor de
señores y Rey de reyes. Por lo tanto, debemos tener presente, en primer lugar:
que nada inmundo y sucio entrará al altar ¿Dónde se limpia uno hoy? En la
sangre de Cristo ¿Cómo? Reconociendo su sangre y confesando los pecados. Y es
por eso que el proverbista, nos dice: “El
que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta
alcanzará misericordia.”, ver Proverbios 28:13 RVR 1960… y en segundo
lugar: que todos lo que creemos en el Cordero, en la sangre de Cristo, somos el
nuevo Israel del nuevo paraíso, del eterno ¿Cómo se ingresa al nuevo Israel?
Naciendo otra vez, por eso permítame decirle un misterio: cuando usted nació la
primera vez en el espíritu fue en el cielo. Y esto la Palabra nos lo afirma
diciendo: “entonces volverá el polvo a
la tierra como lo que era, y el espíritu volverá a Dios que lo dio.”, ver
Eclesiastés 12:7, ¿Cuándo se nace por segunda vez? CUANDO CREYÓ EN CRISTO,
entonces he aquí el misterio, escuche con mucha mayor atención: ¿Podrá alguien nacer
una tercera vez? NO. Por lo tanto, debe tener presente, en primer lugar: que si
usted ya nació por segunda vez y llega a perder la comunión con el Señor, es
decir que apostate como lo hizo el apóstol Pedro, volverá ¿Por qué razón?
Porque sigue adherido a Cristo y por eso Cristo lo perdonará, a eso se le llama
apostasía reversible… y en segundo lugar: que si usted ya nació por segunda vez
se debe de adherir a Cristo, porque si no se adhiere voluntariamente a Él, se
va a ir de Cristo y si usted se va de esa forma déjeme decirle con todo
respeto, que NO existe el regreso ¿Por qué razón? Porque ya no existe
sacrificio para ese tipo de pecado. En otras palabras, si usted deja
voluntariamente a Cristo, ya no existe otra víctima, porque el Cordero de Dios
no se puede sacrificar dos veces, a eso se le llama apostasía irreversible, y
fue por eso que el perito arquitecto de la Iglesia de Cristo Jesús dijo y nos
sigue diciendo, en primer lugar: “¿cómo
escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? La cual, después
que fue anunciada primeramente por medio del Señor, nos fue confirmada por los
que oyeron.”, ver Hebreos 2:3… y en segundo lugar: “Porque en el caso de los que fueron una vez iluminados, que probaron
del don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, que gustaron
la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, pero después
cayeron, es imposible renovarlos otra vez para arrepentimiento, puesto que de
nuevo crucifican para sí mismos al Hijo de Dios y le exponen a la ignominia
pública, a la burla publica. Porque la tierra que bebe la lluvia que con frecuencia cae sobre ella
y produce vegetación útil a aquellos por los cuales es cultivada, recibe
bendición de Dios; pero si produce espinos y abrojos no vale nada, está próxima
a ser maldecida, y termina por ser quemada.”, ver Hebreos 6:4 al 8. Esto
quiere decir que NO debemos estar perdiéndonos y salvándonos todos los días… Uno
puede estar perdiendo el paso, es decir que lo alcance la TRANSGRESIÓN, el PECADO
y LA INIQUIDAD, pero se hace de Cristo, pero lo tremendo es que cuando usted
decide ya no aferrarse de Cristo, de volver a la Fe, lamentablemente, NO EXISTE REGRESO.
Ejemplo de esto lo
podemos ver con el hijo pródigo, que regresó al padre ¿Pero si no hubiera regresado
que le hubiera pasado? Se hubiera muerto entre los cerdos, pero la Palabra dice
que volvió y por eso el padre le abrió las puertas nuevamente de su casa… Eso hermano,
se llama conocer a Cristo, se llama adherirse voluntariamente a Cristo, ver Lucas
15:11 al 32.
Por lo tanto, debemos
tener presente, que el paraíso que le ofrecieron al pueblo de Israel fue la
tierra de Canaán, pero que nos dice el libro de Hebreos, en el capítulo 4:1 al
2 RVR 1960: “Temamos, pues, no sea que
permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca
no haberlo alcanzado. Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena
nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir
acompañada de fe en los que la oyeron.”. Estos versículos nos dejan ver
claramente que los que no entraron al paraíso terrenal y los que no entrarán al
cuarto paraíso, son los que no mezclen la Fe, los rebeldes, es decir los que no obedezcan, los que no
se sujeten a Dios. En otras palabras, lo que estoy diciendo es que si usted y
yo NO mezclamos la FE, tampoco entraremos al cuarto paraíso, al paraíso eterno
¿Por qué razón? Porque la salvación es por Fe y no por obras, y la Fe Dios
Padre la da... Y esto el apóstol Pablo nos lo afirma diciendo, en primer lugar:
“Porque por gracia habéis sido salvados
por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; no por
obras, para que nadie se gloríe.”, ver Efesios 2:8 al 9… y en segundo
lugar: “sin embargo, sabiendo que el
hombre no es justificado por las obras de la ley, sino mediante la fe en Cristo
Jesús, también nosotros hemos creído en Cristo Jesús, para que seamos
justificados por la fe en Cristo, y no por las obras de la ley; puesto que por
las obras de la ley nadie será justificado.”, ver Gálatas 2:16. Entonces,
solo se debe de creer, porque si NO se cree, lamentablemente NO se podrá entrar
al cuarto y definitivo paraíso.
¿Qué cree usted que
nos ofrece el cuarto paraíso, el paraíso eterno?
Las llaves para el futuro,
llámese: reino de los cielos o el derecho al paraíso eterno que se ha de
establecer en esta tierra procedente del cielo, ver Apocalipsis 21:1 al 2. Las llaves las ganó
Jesús y se las dio a su apóstol Pedro, ver Mateo 16:19, pero no se las dio para
que se quedara con ellas y mucho menos para que las conservara y las transfiriera
a sus pretendidos sucesores, es decir a los Papas católicos… Más bien, Pedro
usó esas llaves con el apóstol Pablo poco después de que le fueron dadas, para
abrir la puerta a la vida eterna, al paraíso de Dios, tanto para los judíos
como para los gentiles, es decir para nosotros, ver Hechos 3:6 al 12; 4:8 al
12; 5:29 al 32; 10:34 al 43; 13:16 al 41 y Efesios 2:11 al 19. Por lo tanto,
debemos tener presente, que el ofrecimiento de salvación para el PARAÍSO DE
DIOS “Ahora está abierto para todos
los hombres, que confiesen con su boca a
Jesús por Señor, y crean en su corazón
que Dios le resucitó de entre los muertos…porque con el corazón se cree para
justicia, y con la boca se confiesa para salvación.”, ver Romanos 10:9 al
10, Gloria a Dios.
EN CONCLUSIÓN
LA BIBLIA NOS HABLA:
“Buscad lo bueno, y no lo malo, para que
viváis; porque así Jehová Dios de los ejércitos
estará con vosotros, como decís.”(Amós 5:14) RVR 1960
Ahora, podemos
concluir:
Que nuestro Padre
celestial fijó la condición para que Luzbel y Adán pudieran permanecer en sus
respectivos paraísos y se llama: sujeción a Dios, sumisión a Dios… Por lo
tanto, debemos tener presente, que así como el Señor le dio los reglamentos a
Luzbel y a Adán, para que pudieran permanecer en sus respectivos paraísos,
también nos ha fijado a nosotros la condición para que podamos entrar al cuarto
paraíso, y se llama: sujeción a Dios, sumisión a Dios... Ahora, Dios Padre,
Hijo y Espíritu Santo, NO quiere hijos espirituales, que sean rebeldes, es
decir que hagan su voluntad, es decir que hagan las cosas a su manera aquí en
la tierra y mucho menos en su reino, y fue por eso que el Señor le
reveló al apóstol Pablo en Primera de Corintios, en el capítulo 6 y 10 RVR 1960, los límites del cristiano, para
que comprendieran lo que realmente edifica al espíritu, y son:
1.- Todo me es lícito, pero no todo me edifica.
2.- Todas las cosas me son lícitas, más no todas me convienen.
3.- Todas las cosas me son lícitas, más yo no me dejaré
dominar de ninguna.
Por lo tanto, debemos tener presente, que la condición que usted y yo
tenemos, para poder arribar al cuarto paraíso, al paraíso eterno, es
mantenernos adheridos a Cristo hasta el final en la Fe, y si así lo hacemos
tengamos la certeza de que el paraíso eterno será nuestro. Pero, también es muy
importante saber: que si no nos mantenemos en la Fe, es decir, que si usted y
yo apostatamos y no volvemos voluntariamente con la Fe en Cristo, entonces no
podremos entrar al paraíso y por eso nos quedaremos fuera, tal como le sucedió al
rico de la parábola del rico y Lázaro, ver Lucas 16:19 al 31, ¿Por qué razón? Porque el reino venidero
es del Señor, que es el Rey Soberano y Su VOLUNTAD se hará en la tierra tal como
se hace en el cielo, Amén.
Por eso, consejo:
aférrate a Cristo, porque solo así obtendrás la vida eterna, por eso, la
Fe que tienes, la Fe que salva y
que Cristo te la dio, no la desperdicies.
01 de Octubre de 2016
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo
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