CÓMO TENEMOS QUE MANEJAR NUESTRA VIDA CUANDO ESTAMOS ESPIREMENTANDO PÉRDIDAS

Sin lugar a dudas David tiene un mensaje para nosotros...

Hablar de la vida del rey David nos lleva a una jornada de aprendizaje, Y esto es interesante, porque cuando le acercamos la lupa a todas las experiencias de David nos damos cuenta que en las cosas que vivió hay una escuela para nosotros, es decir: De cómo nos tenemos que comportar en nuestra vida, En nuestro diario vivir, Y ese aprendizaje lo vemos reflejado, Bíblicamente, en las fallas de David, En los errores del rey David, pero también lo vemos reflejado en sus victorias, y esto es como un sube y baja porque tanto de las victorias como de las fallas se aprende. Y es ahí cuando nuestra vida se equilibra, y sabe, que el problema se da cuando nosotros pretendemos vivir solo de victoria en victoria, ¿Por qué? Porque cuando vienen los momentos difíciles, Cuando nuestra vida espiritual ha descendido hasta lo más bajo NO sabemos que hacer... Hermano Juan Carlos, disculpe:

 ¿Qué nos quiero decir?

Que el rey David nos enseña y nos da una escuela de qué hacer cuando usted y yo, estamos en nuestro nivel espiritual más bajo, pero también nos enseña como dirigir nuestra vida cuando estamos en los momentos espirituales más altos, porque tanto lo uno como lo otro hay que saberlo vivir, Y esto nos lo afirma el apóstol Pablo cuando dijo:

Sé vivir en pobreza, y sé vivir en prosperidad... La RVA dice: Sé estar humillado, y sé tener abundancia: En todo y por todo estoy enseñado, ver Filipenses 4:12...

Entonces, eso debería de ser para nosotros uno de los principios de la vida, porque la vida que nosotros llevamos está organizada por el mismo Dios del rey David y del apóstol Pablo, Ah... Y está organizado dentro de un panorama de 28 tiempos... Hermano, disculpe, ¿En qué parte de la Biblia dice eso? Bueno, en el libro de Eclesiastés capítulo 3:   

Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo:  

Tiempo de nacer, y tiempo de morir;

Tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;

Tiempo de matar, y tiempo de curar;

Tiempo de derribar, y tiempo de edificar;

Tiempo de llorar, y tiempo de reír;

Tiempo de lamentarse, y tiempo de bailar;

Tiempo de lanzar piedras, y tiempo de recoger piedras;

Tiempo de abrazar, y tiempo de rechazar el abrazo;

Tiempo de buscar, y tiempo de dar por perdido;

Tiempo de guardar, y tiempo de desechar;

Tiempo de rasgar, y tiempo de coser;

Tiempo de callar, y tiempo de hablar;

Tiempo de amar, y tiempo de odiar;

Tiempo de guerra, y tiempo de paz, ver Eclesiastés 3:1 al 8...     

Entonces, hay un tiempo señalado para todo, Y el problema se nos da cuando nosotros escogemos en que tiempo queremos vivir; Nosotros, Siempre queremos escoger lo mejor de lo mejor; Nosotros, Siempre queremos vivir en victoria, Y eso es malo, porque cuando nos llega algo que altera el tiempo de bonanza no sabemos que hacer, porque no sabemos cómo tenemos que dirigir nuestra vida en los tiempos difíciles... Y por eso, y por muchas cosas más, Yo quisiera que platicáramos hoy, con la ayuda del Señor del siguiente tema:

CÓMO TENEMOS QUE MANEJAR NUESTRA VIDA CUANDO ESTAMOS ESPIREMENTANDO PERDIDAS

Es decir: Cuando nuestra vida emocional y sentimental (Alma), y espiritual se encuentre en los niveles más bajos, Así como también cuando nuestra vida espiritual este en el nivel más alto, es decir: De victoria en victoria, ¿Qué le quiero decir amado y amada? Que cuando usted y yo, nos encontremos en los niveles más bajos de nuestra vida el Señor nos dirá: Erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca, ver Lucas 21:28 RVR 1960, pero cuando uno está solo de victoria en victoria se corre el peligro de sacar el pecho... Por eso, abramos nuestras Biblias en el libro de Segunda de Samuel, en el capítulo 30:1 al 6, para que comencemos con esta maravillosa enseñanza del Señor:

Y aconteció que cuando David y sus hombres llegaron a Siclag al tercer día, los amalecitas habían hecho una incursión en el Neguev y contra Siclag, y habían asolado a Siclag y la habían incendiado; Y se llevaron cautivas las mujeres y a todos los que estaban en ella, grandes y pequeños, sin dar muerte a nadie; Se los llevaron y siguieron su camino. Cuando llegaron David y sus hombres a la ciudad, he aquí que había sido quemada, y que sus mujeres, sus hijos y sus hijas habían sido llevados cautivos. Entonces David y la gente que estaba con él alzaron su voz y lloraron, hasta que no les quedaron fuerzas para llorar. Las dos mujeres de David, Ahinoam jezreelita y Abigail, la viuda de Nabal, el de Carmel, habían sido llevadas cautivas. Y David estaba muy angustiado porque la gente hablaba de apedrearlo, PUES TODO EL PUEBLO ESTABA AMARGADO, cada uno a causa de sus hijos y de sus hijas. MAS DAVID... Escuche con mucha atención: MAS DAVID SE FORTALECIÓ EN EL SEÑOR SU DIOS...

¿Y qué fue lo que sucedió ahí? Pregunto...

Bueno, dice la Biblia que cuando David andaba huyendo del rey Saul encontró gracia con un príncipe filisteo, llamado: Aquis, y Aquis le entregó la ciudad de Siclag para que viviera, para que se refugiara con sus 600 hombres y sus mujeres y sus hijos. Entonces, un día los filisteos salieron a pelear en contra del pueblo de Israel y David le dijo al príncipe: Yo y mis hombres queremos apoyarlos en esa batalla, Aquis aceptó, pero los demás príncipes le dijeron que no, porque ellos sabían que David era de la tribu de Judá y pensaban que en medio de la batalla los podía traicionar; David y sus guerreros regresaron a la ciudad y cuando llegaron se dieron cuenta que la ciudad había sido quemada, y que sus mujeres, y sus hijos y sus hijas habían sido llevados cautivos... La vida de David cambió, pues ya no tenía solamente problemas con el rey Saul, pues sus guerreros ahora, al igual que el rey Saul, lo querían matar, pero a pedradas... Pero, ¿Por qué? Porque todo el pueblo estaba amargado, cada uno a causa de sus hijos y de sus hijas. Mas David se fortaleció en el Señor su Dios...

Esto nos deja ver dos grupos de personas y a ambas le pasó lo mismo; Un grupo representa a los derrotados y el otro a los que caminan de victoria en victoria (David), Y esto nos habla de dos grupos de cristianos... Nos habla de dos grupos de personas, que lloraron hasta que se quedaron sin fuerzas, pero David se quedó dormido y sus hombres se amargaron, Y yo creo, que muchos cristianos se encuentran en esa fotografía, y por eso fue que yo le dije a usted al principio: La vida de David es un aprendizaje, porque David nos mostró que en medio de la tempestad, que en medio del huracán o terremoto se puede angustiar, pero NO se tiene que amargar, y eso significa que existen muchos y entre ellos cristianos que no saben llevar su vida en los momentos difíciles, porque todo lo que nosotros queremos es que nos vaya muy bien, que estemos en victoria, que sigamos adelante, que nunca nos quedemos sin fuerza, que todo aquello que se opone se remueva y yo sé que sé, que todos pensamos así en algún momento de nuestra vida, pero la vida de esos personajes que es diferente a lo que nosotros pensemos con lo que nos puede pasar y que Dios muchas veces lo permite... Entonces, David entró en angustia, pero no porque le habían llevado a su gente en cautiverio, sino porque el pueblo lo quería apedrear, David no se amargó, ni tampoco se angustió por su familia, aunque no era insensible, sino que se angustió porque el pueblo lo quería apedrear como apedreaban, Según la ley, a los adúlteros y a los blasfemos, ¿Y quienes lo querían apedrear? Los amargados... Y eso nos deja ver, que a los amargados les gusta, ¿El qué? Ayúdeme a predicar, ¿Qué le gusta a los amargados?: Apedrear,

 ¿Qué le quiero decir?

Que nos tenemos que saber proteger de la amargura, Especialmente en los momentos más difíciles de nuestra vida... Por otro lado, podemos ver que los amargados, Siempre se justifican, es decir: Que les gusta echarle la culpa a los demás de lo que les está pasando, Y dicen los conocedores, que la amargura puede llegar por una pérdida o por una injusticia, pero hasta cierta manera, decir que por una injustica se puede también justificar a la persona que esta amargada por la injusticia que le hicieron, no es aceptable, que se amargue SÍ, pero que se justifique NO, pero ese no es el punto, el punto es que David, es decir: Que usted y yo, Tenemos, que entender que la amargura es una unción diabólica, sea por una injusticia o una perdida, Y nosotros no tenemos que aceptarla, prefiramos la unción y la fortaleza en Dios y busquemos la llenura del Espíritu Santo... En otras palabras, pidámosle al Señor que unja nuestra cabeza con Su aceite... 

 Pero, ¿Qué perdidas nos pueden amargar?

 La económica, la material, la laboral, la sentimental y la pérdida de un ser amado...

Entonces, el pueblo quería apedrear a David, porque por obedecerlo a él, por culpa de David, habían dejado desprotegida a su familia y por eso su familia había sido llevada al cautiverio por los amalecitas, pero ¿Por qué lo querían apedrear? Porque se amargaron, aunque lloraron y el llanto libera, Y esto no lo digo yo, lo dicen los conocedores, y dicen: Medicamente hablando, dicen: El llanto no solo ayuda a limpiar nuestros ojos, sino que provoca un bienestar donde permite que ciertos químicos de nuestro cerebro se recuperen como la oxitocina que es un químico para poder sentir alegría después que se ha llorado. Entonces, el llanto ni siquiera les ayudó a los guerreros de David a liberarse en el diseño natural, ya que dice la Escritura que se amargaron, en cambio, David tenía otra percepción y eso es lo que quiere el Señor para nosotros... Entonces, me pregunto y le pregunto: De ahora en adelante: ¿Cómo vamos a manejar los problemas cuando se nos susciten?  Porque tarde o temprano nos van a llegar y nosotros tenemos que saberlos manejar. Ahora, que podemos sacar de esta historia tan maravillosa que le sucedió al rey David, ¿Cuántos han leído Primera de Samuel capítulo 30? Cuando yo leí ese capítulo bajo esta perspectiva, me dije:

En esta historia veo a fulano, a zutano, a mengano, a perencejo y a mí, porque el hecho de que yo sea un ministro del Señor, No quiere decir que sea un Superman o un Batman; No, yo al igual que usted: Lloro, pataleo, grito y tengo esperanza,

 ¿Qué le quiero decir Iglesia?

Que nosotros, Tenemos, que aprender a manejar nuestra vida cuando estamos en los momentos más bajos espirituales y en los momentos más altos espirituales... Escuche: Cuando uno está pasando por alguna crisis una de las cosas que tenemos que cuidar es: Que voces nos hablan, porque cuando uno se encuentran en medio de una crisis nos puede hablar Dios, el diablo o uno mismo, pero también nos pueden hablar otras voces y dentro de esas voces nos pueden hablar voces de personas que nos animan, es decir: De personas buenas, pero también nos pueden hablar voces de personas malas... Entonces, ¿Qué tenemos que hacer para saber a qué voz vamos a escuchar?... Por eso pregunto:

¿A dónde nos habla Dios, Si es la voz de Dios la que nos habla?

A nuestro espíritu vivificado... Recuerde, que usted y yo, somos seres tripartitos, es decir: Espíritu, alma y cuerpo, y SI nuestra alma esta angustiada y ahí está la mente, Y SI nuestra mente, pensamientos, razonamientos y lógica no están bien nos puede fallar, por eso, Dios, le habla a nuestro espíritu vivificado y es ahí donde tenemos que saber que tenemos que hacer para recuperarnos de lo que nos pasó o nos sucedió...

Ahora, leamos lo que nos dice la Biblia en el libro de Primera de Samuel capítulo 30:9:

Nada de lo que era de ellos les faltó, pequeño o grande, hijos o hijas, botín o cualquier cosa que habían tomado para sí; David lo recuperó todo...

Dos veces nos dice la Biblia: David lo recuperó todo... Y yo sé que sé, que usted quiere eso; Cuando uno tiene una perdida lo que quiere es: Recuperarlo todo; Hermano Juan Carlos, disculpé, Fíjese que hoy tuve una pérdida de dos horas y las quiero recuperar, las quiero de vuelta; Bueno, pero eso requiere de un proceso y el proceso es:

1.- Número uno: Tuvo perdida,

2.- Número dos: Lloro,

3.- Número tres: Se fortaleció,

4.- Número cuatro: Pregunto,

5.- Número cinco: Recuperó

6.- Número seis: Bendijo...

Pero lo que nosotros queremos casi siempre, por no decir: Siempre, es saltarnos el número uno y el número dos, y SI es posible el número tres hasta llegar al número cinco, porque estamos a un saltito del número seis, es decir: De recibir la bendición... Y eso es razonable, Pero el Señor nuestro Dios, que es sabio, que ha trazado nuestro propósito de una manera poderosa, Él, después de nuestra perdida, sea cual sea, No nos la puede devolver después de habernos recuperado. Y sabe, ¿Por qué? Porque eso podría ser un atentado en contra de nuestro futuro, ¿Y por qué digo eso? Porque eso podría marcarnos un patrón de vida y haría que nosotros nos saltemos las otras etapas del proceso y eso nos va a impedir experimentar el conocer esa escuela que es parte de aquello que nos lleva a recuperarnos de todo,

¿Cuántos nos queremos recuperar de todo y todo enmarca el todo?

Entonces, escuche lo siguiente:

Y David estaba muy angustiado porque la gente hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba amargado, cada uno a causa de sus hijos y de sus hijas. Mas David se fortaleció en el Señor su Dios...

Escuche con atención lo que hizo David: David, No se quejó, No murmuró, No se justificó, No le dijo al Señor: Señor: ¿Por qué permitiste eso, si yo soy tu siervo, acaso yo no soy el dulce cantor, acaso no fui yo el que mato a Goliat y ahora me haces esto, mis propios guerreros me quieren apedrear? Pero dice la Biblia que David se fortaleció en el Señor. Entonces, ¿Qué hay que hacer en primer lugar cuando hay pérdidas? Fortalecernos en el Señor... Y esto es interesante, porque esto se parece mucho a lo que dice el apóstol Pablo en el libro de Efesios, en el capítulo 6:10, donde lo integra a la armadura de Dios:

Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza...

Pero, ¿Por qué no dice y lo fortaleció el Señor? Obviamente, eso lo hace Dios, pero lo que nos muestra ese precioso versículo: Mas David se fortaleció en el Señor su Dios... Es que la iniciativa no fue de Dios, sino de David; Claro, que Dios lo permitió, pero David busco, No solo pidió, sino que también busco, ¿El qué? La fortaleza en el Señor su Dios... Me di a entender. Entonces, escuche lo que dice el siguiente versículo:

Escuche lo que dice Hebreos 11:34 RVC, cuando habla de los hombres de la Fe

Apagaron fuegos impetuosos, escaparon del filo de la espada, sacaron fuerzas de flaqueza, o sea que la fuerza la tenían por dentro, llegaron a ser poderosos en batallas y pusieron en fuga a ejércitos extranjeros...

Otras versiones dicen:

La Peshita: Sacaron fuerzas de la debilidad…

La Versión Amplificada: De la debilidad se hicieron fuertes...

La TPT: En su debilidad, su Fe impartió poder para hacerlos fuertes...

Entonces, estas versiones nos dejan ver, que David pudo fortalecerse en el Señor, porque él tenía algo por dentro, Tenía Fe... La Fe, que es capaz de trasladar montañas, ver Primera de Corintios 13:2... Entonces, David tenía Fe, y la Fe le permitió fortalecerse, Fortalecerse en momentos de crisis, ¿Qué le quiero decir? Que SI usted y yo, nos queremos levantar en medio de las perdidas, en medio de la crisis o en medio de los problemas... Pregunto: ¿Qué tenemos que hacer? Fortalecernos en el Señor para recuperarlo todo... Y es aquí amado y amada, en donde surge la famosa pregunta de los 20 pesos:

¿Cómo podemos sacar fuerzas cuando estamos devastados?

David se fortaleció en el Señor, y ni siquiera dice: Señor dame fuerzas, Y no es malo decirlo, de decir: Señor, ¿Qué hago para recuperarme? Y SI lo hubiera hecho no es malo, pero lo que hizo David es lo que nosotros tenemos que hacer después que hemos tenido una perdida... Por eso consejo: Si has sufrido alguna perdida, sea cual sea, has lo que hizo David, busca la fortaleza en nuestro Señor. Ahora, la pregunta es:

¿Qué significa fortalecerse en el señor?

Lo que yo veo en esta historia son dos cosas que nos revelan el secreto para fortalecernos en el Señor... Fortalecernos en el Señor significan dos cosas, que nosotros tenemos que hacer con ahincó para sacar fuerza Y/o fortalecernos en el Señor:

1.- Número uno: Renovar nuestro espíritu humano…

2.- Número dos: Hablarle a nuestra alma...

Entonces, fortalecernos en el Señor, significa: Renovar nuestro espíritu para que nuestro espíritu humano le hable Y/o gobierne a nuestra alma... Cuando uno ha estado en la cima y nuestra vida se viene abajo, es decir: Nos están pasando cosas, Nos cambió el ritmo de vida, ya sea por una enfermedad o que se yo, En ese momento podemos detectar que lo que se nos descendió, fue: Nuestro espíritu, Y nuestra alma en ese momento tomó auge y control, pero SI nuestra alma esta desanimada, angustiada o como la de los 600 guerreros, es decir: Amargada. Entonces, el hombre o la mujer, cometerá el error de vivir de su alma y el alma, aunque es un ente que se intercala en dos dimensiones. Entre la materia, lo físico, lo tangible con lo espiritual, celestial, el alma no tiene sacerdocio, es decir: Que no puede dirigir nuestra vida y nosotros no podemos dejarnos dirigir por el alma,

¿Por qué razón?

Porque SI nuestra alma está emocionalmente mal nos dirige mal, porque SI nuestra alma está sentimentalmente mal nos dirige mal, porque SI nuestra alma intelectualmente está afectada por las emociones y los sentimientos dirigirá mal nuestra forma de pensar y nuestra voluntad; Nuestra alma necesita un sacerdocio y ese es el orden en el cual Dios formó la integración a la que nosotros pertenecemos según Primera de Tesalonicenses capítulo 5:23, que dice: Vosotros sois seres Tripartitos, es decir: Espíritu, alma y cuerpo... Entonces, cuando uno pasa por una tribulación o por un problema, sea cual sea, en vez de tirar piedras, en vez de amargarse, en vez de echarle la culpa a otros, lo que Dios nos está diciendo, es: Hijito mío, te quieres recuperar de tu perdida o de cualquier proceso, sea cual sea. Entonces, renueva tu hombre interior, ¿Y quién es nuestro hombre interior? Es el ente de nuestro ser tripartito, Es nuestro espíritu, Y nuestro espíritu salió de Dios, por eso dice la Palabra: David se fortaleció en el Señor, porque David tenía espíritu, No ha existido otro dios con d minúscula que crea espíritus, el único Dios de dioses y creador de espíritus es el Señor nuestro Dios, y por eso dice la Biblia, que Él es el padre de todos los espíritus, ver Hebreos 12:9...

Cuando Dios nos hizo a nosotros, lo primero que hizo y lo puso dentro de nosotros fue nuestro espíritu humano. Así que, usted y yo, sin ser divinos tenemos una parte divina, como que Dios dijo: Voy a hacer los espíritus de los hermanos de la Iglesia Generación apartada para Cristo y comenzó a soplar y salió usted, usted y usted y yo, pero cuando nos lo dio ya no dependemos de Él, dependemos de nosotros mismos en cierto modo. Así como es la esencia que se empieza a derivar para convertirse en materia... La materia se deriva de la esencia y una vez derivada ya no es responsabilidad de la esencia lo que le suceda a la materia, sino que es asunto de la materia. Entonces, así es cuando nosotros nos separamos de Dios que vamos hacer con nuestro espíritu cuando estamos en los niveles más bajos...

Entonces, nosotros, tenemos que saber que Dios nos va a hablar y le va a hablar, ¿A quién? A nuestro espíritu, pero SI su y mi espíritu está dormido... Pregunto: ¿Qué va a suceder en nosotros? Que nuestra alma va a dirigir y a gobernar a nuestro cuerpo, y es por eso que usted y yo, Tenemos que renovar día a día nuestro espíritu... Y es aquí amado y amada en donde surge nuevamente la pregunta de los 20 pesos:  

¿Cómo renuevo mi espíritu humano?

Bueno, eso lo vamos a ver la siguiente semana, porque lamentablemente el tiempo se nos terminó... Por eso, quisiera terminar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo:

Pidamos y busquemos el entendimiento de la Palabra,

¿Qué quiere Dios de nosotros?,

¿Qué quiere Dios de nuestra vida?

Que evolucionemos, que nos desarrollemos, que crezcamos en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres... Pero, ¿Para qué? Para que demos frutos...

...Hermano; Hermana, renovemos nuestro espíritu...

Ahora, permítame bendecir su vida:

Que el Señor te bendiga

    y te proteja.

Que el Señor sonría sobre ti

    y sea compasivo contigo.

Que el Señor te muestre su favor

    y te dé su paz, ver Números 6:24 al 26 NTV...

Amén, Amén y Amén

 

02 de diciembre de 2023 

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