DIOS QUIERE CONTESTAR NUESTRAS ORACIONES
LA BIBLIA NOS HABLA:
“Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor esta contra los que hacen el mal.” (Primera de Pedro 3:12)
En este día quisiera
comenzar esta maravillosa enseñanza del Rey de reyes preguntando:
¿Por qué Dios a veces No escucha nuestras oraciones?
¿Por qué Dios a veces No responde nuestras oraciones?
¿Cuántos creemos que
Dios es bueno y que sus misericordias son nuevas cada mañana?
Sabía usted amado,
que Dios es tan grande y poderoso, y que Él sabe absolutamente todo lo que pasa
en el mundo, pues sus ojos están en todo
lugar observando a los malos y a los buenos, ver Proverbios 15:3; Los ojos
del Señor están en todas partes y nada se le escapa... Esto lo sabía
perfectamente bien el rey David y por eso escribió en el Salmos 33:13 al 15:
¡Dios mío, Tú bendices al pueblo que te reconoce como
Dios!
¡Tú bendices a la nación que te acepta como dueño!
Desde tu trono en el cielo te fijas en toda la gente;
Desde tu trono vigilas a todos los habitantes del mundo.
Tú creaste la mente humana y sabes bien lo que todos
hacen, TLA...
Como usted escuchó y puede leer, Dios es el único que tiene la capacidad, en todo el Kosmos de escuchar las oraciones y los deseos de todas las personas que existen sobre la faz de la tierra, pero eso NO significa amado hermano que Él va a responder las oraciones de todos... En algunos, Simplemente, las va a ignorar... Dios ignora, a veces, el clamor de la gente y de eso precisamente quiere el Señor que les hable en este hermoso día, ¿Para qué? Para que usted y yo nos evaluemos y NO solo para que nos evaluemos, sino para que cambiemos... Dios quiere que le muestre hoy siete tipos de personas (Puede ser que hayan mas), a las cuales Él No le contesta ni le responde sus peticiones, sus ruegos, sus suplicas y oraciones...
1.- Número uno: La
persona incrédula, leamos lo que dice la Biblia sobre esto:
…Entonces volvisteis y llorasteis delante del Señor, pero
el Señor no escuchó vuestra voz, ni os prestó oído, ver Deuteronomio
1:45...
Leamos el contexto de
este versículo para que podamos comprender lo que sucedió...
El Señor puso delante del pueblo de Israel la tierra prometida para que tomaran posesión de la tierra que Él le juró dar a sus padres Abraham, Isaac
y Jacob, y a ellos, y a su
descendencia después de ellos, ver Deuteronomio 1:8...
Dios le entregó en
las manos al pueblo de Israel la tierra prometida para que la conquistaran.
12 hombres fueron
enviados a la tierra de Canaán (Uno de cada tribu), a reconocer el territorio
que Dios les había entregado, pero 10 de ellos se asustaron, porque el lugar
estaba habitado por los hijos de Anac...
Esos espías se atemorizaron y llevaron
las malas noticias a todo el pueblo, “El
pueblo es más grande y más alto que nosotros; Las ciudades son grandes y
fortificadas hasta el cielo”. Las personas dejaron de creer... Dejaron de
creer en la promesa que el Señor les prometió a sus antepasados y a ellos, y comenzaron
a murmurar en su contra y por causa de eso, Dios les garantizó, que ninguno de ellos,
de esa generación perversa, vería la
buena tierra que Él le juró a sus padres, excepto Caleb, hijo de Jefone, y Josué,
hijo de Num, y los hijos de los
murmuradores, porque esos niños no
tenían conocimiento del bien ni del mal... Entre paréntesis, los murmuradores No creyeron en el
Señor, pero lo tremendo de esto es que la incredulidad los llevó a decir: Nuestro hijos serán presa de los amorreos
y de los cananeos... Por otro lado, Josué
y Caleb, hijo de Jefone creyeron; Se mantuvieron firmes en la promesa del
Señor, ver Deuteronomio 1:35 al 40...
El pueblo de Israel
se arrepintió y trató de reconciliarse con el Señor, pero ya era demasiado
tarde, ver Deuteronomio 1:41 al 44... Dios cerró sus oídos y de la misma forma,
Él cierra sus oídos a nuestras oraciones cuando nosotros perdemos la confianza
en Su poder... Cuando nosotros comenzamos a quejarnos y a murmurar ante las
dificultades que se nos presentan en la vida... Dios cierra sus oídos a esas
oraciones, así que amado, si has permitido que los problemas se vuelvan más
grandes que tu Fe y sigues quejándote y murmurando de la vida y de lo que te
acontece, y que muchas veces es ocasionada por tu falta de sabiduría...
Consejo: Detente ahora, ya que estás en peligro de que el Padre ignore tus
oraciones... El pueblo de Israel no fue perdonado por su falla y pagaron un
precio muy grande, pero con nosotros es diferente, gracias al sacrificio que
hizo Jesucristo en la cruz del Calvario... Nuestros pecados son perdonados, solo
nos tenemos que arrepentir de nuestros errores y pedirle perdón a Dios.
2.- Número dos: Los
que no se arrepienten de sus pecados, leamos lo que dice la Palabra:
Dios tiene poder para salvar y tiene buenos oídos para
oír.
Pero la maldad de ustedes los ha separado de Dios.
Sus pecados han hecho que Dios se tape los oídos y no
quiera escucharlos.
Ustedes tienen las manos llenas de sangre por los crímenes
que han cometido.
Ustedes mienten y maldicen, ver Isaías 59:1 al 3
TLA...
Así como Dios cerró
sus oídos en la época de Moisés, de la misma forma le cerró sus oídos al pueblo
de Israel en la época del profeta; Y eso sucedió porque esas personas prefirieron
vivir una vida de pecado en lugar de permanecer en la presencia del Señor... Ellos
adoraban a otros dioses y vivían de acuerdo a su voluntad y NO a la voluntad
del Señor, por eso, Él se enojó con ellos y decidió darles la espalda... El
pecado separa al hombre de Dios... El pecado es la barrera que impide que
nosotros estemos en comunión con Dios,
¿Qué le quiero decir?, Que cuando nosotros mantenemos vivo el pecado en nuestras vidas... Que cuando nosotros NO lo combatimos... Escuche con atención: Dios deja de responder nuestras oraciones, ¿Por qué? Porque preferimos cumplir los deseos de nuestra carne en lugar de buscar la obediencia y la santidad, pero eso no significa que tenemos que ser perfectos, ¡NO!... Lo que significa es que nosotros tenemos que reconocer que somos pecadores, pero no solo lo tenemos que reconocer, sino que tenemos que abandonar los caminos equivocados y dejar que el Espíritu Santo nos guíe, nos direccione, nos ilumine y nos moldee, Amén...
3.- Número tres: La
persona que ignora a Dios, leamos lo que dice la Biblia:
Me llamarán, y no les responderé; Me buscarán, y no me
encontrarán.
Ustedes no quieren aprender ni obedecer a Dios;
No siguen mis consejos, ni aceptan mis enseñanzas.
Por eso recibirán su merecido:
¡Tendrán problemas de sobra!, ver Proverbios 1:28
al 31 TLA...
En estos versículos,
Salomón nos está declarando que Dios no le responde las oraciones a los que
ignoran sus consejos, desprecian su sabiduría y no tienen temor de Él en su
corazón.
Entonces, ¿Qué tenemos que hacer?, ¿Qué tenemos que hacer para que nuestras oraciones sean contestadas?: Lo primero que tenemos que hacer es voltear nuestros oídos y nuestro corazón a las cosas que el Señor nos dice... Esto lo podemos escuchar leyendo la Biblia, meditando en ella, de día y de noche; Yendo a los servicios de la Iglesia; Escuchando alabanza, viendo sermones y oyendo mensajes... Es extremadamente importante que obedezcamos cuando escuchamos la voz de Dios... El rey Salomón termina este Proverbio declarando que todos los que escuchan y obedecen la voz de Dios permanecerán tranquilos y sin temor alguno...
Pero los que me hagan caso vivirán tranquilos y en paz,
Y no tendrán miedo del mal, ver Proverbios 1:33
TLA, Amén...
4.- Número cuatro: La
persona que no ayuda a su prójimo (Al necesitado)... El rey Salomón nos trae
otra lección importantísima sobre la oración, leamos lo que escribió...
El que cierra su oído al clamor del pobre,
También él clamará y no recibirá respuesta, ver Proverbios
21:13...
Este versículo está
más claro que el agua, No necesita ni de traducción...
Claramente nos está
diciendo:
Si a ti no te gusta
interactuar con las personas y nunca tienes tiempo para acercarte a algún necesitado
puedes estar muy seguro que tus oraciones serán ignoradas por Dios... Nosotros,
podemos leer la Biblia, podemos participar en los servicios, podemos cantar
alabanzas y todo eso... Pero, SI nosotros no somos capaces de ayudar a quienes
lo necesitan, ya sea material, emocional o afectivamente... Escucha con
atención: Dios hará lo mismo con nosotros... En otras palabras, No tendremos
respuesta a nuestras oraciones y eso nos asegura que vamos a pasar por toda la
eternidad lejos de su presencia; Leamos lo que nos dice la Palabra de Dios:
Porque cuando tuve hambre, ustedes no me dieron de comer;
Cuando tuve sed, no me dieron de beber; Cuando tuve que salir de mi país,
ustedes no me recibieron en sus casas; Cuando no tuve ropa, ustedes tampoco me
dieron qué ponerme; Cuando estuve enfermo y en la cárcel, no fueron a verme.” Ellos
me responderán: “Señor, nunca te vimos con hambre o con sed. Nunca supimos que
tuviste que salir de tu país, ni te vimos sin ropa. Tampoco supimos que
estuviste enfermo o en la cárcel. Por eso no te ayudamos.” Entonces les
contestaré: “Como ustedes no ayudaron ni a una de las personas menos
importantes de este mundo, yo considero que tampoco me ayudaron a mí.” Esta
gente malvada recibirá un castigo interminable, pero los que obedecen a Dios
recibirán la vida eterna, ver Mateo 25:42 al 46 TLA...
…Dios es bueno y es
tan bueno con nosotros, que nos dice en Su Palabra: Mientras hay vida hay esperanza...Los vivos sabemos que vamos a morir, pero
los muertos no saben nada, No tienen conciencia de nada y serán olvidados,
ver Eclesiastés 9:4 al 5 PDT...
5.- Número cinco: El
que no honra a su cónyuge; Leamos lo que nos dice el apóstol Pedro:
…En cuanto a ustedes, los esposos, sean comprensivos con
sus esposas. Reconozcan que ellas no tienen la fuerza de ustedes, pero que
también a ellas Dios les ha prometido la vida eterna. Si ustedes lo hacen así,
Dios escuchará sus oraciones, ver Primera de Pedro 3:7 TLA...
Cefas, Pedro, nos está hablando de la importancia de vivir en paz y en armonía, en el hogar... Los cónyuges y los hijos tenemos que vivir en armonía en el hogar... Este versículo no le está hablando solamente al esposo, sino que a ambos; Esposo y esposa,
¿Qué le quiero decir?... Que mientras los cónyuges vivamos bien, en paz y en armonía, Dios escuchará nuestras oraciones, de acuerdo a su bendita voluntad; pero SI el esposo o la esposa se faltan al respeto o se humillan el uno al otro... Escuche: Nuestras oraciones serán interrumpidas, porque para Dios el matrimonio es algo serio, que tiene que ser honrado y respetado, así que SI tu amado, estás casado como yo, tenemos que seguir el consejo del apóstol Pedro... Tenemos que vivir en armonía con nuestro cónyuge, eso, además de ser bueno para nuestra relación, es fundamental para nuestra vida espiritual... Es lógico que tendremos encuentros, peleas, pues somos seres humanos y cometemos errores, pero lo importante de esto es que entre ambos resolvamos nuestras pequeñas diferencias lo antes posible, sin agredirnos y sin faltarnos el respeto... En primer lugar: Para que no le demos oportunidad al diablo, ver Efesios 4:26 al 27... Y en segundo lugar: Para que el Señor responda siempre nuestras oraciones, Amén...
6.- Número seis: La
persona que es falsa con Dios o hipócrita; Leamos lo que nos enseña sobre esta oración
el profeta Isaías:
Dios les advierte: “¿Por qué me traen tantos animales
para presentarlos en mi altar? ¡Ya estoy harto de esas ofrendas; Me da asco ver
tanta sangre de toros, carneros y cabritos! “Yo nunca les he pedido que me
traigan esos animales cuando vienen a adorarme; Sólo vienen para ensuciar mi
templo y burlarse de mí. ¡Váyanse de mi templo! ” ¡Para mí, esas ofrendas no
tienen ningún valor! ¡Ya no quiero que las traigan! Y no me ofrezcan incienso
porque ya no lo soporto. Tampoco soporto sus fiestas de sábado y luna nueva, ni
reuniones de gente malvada. Me resultan tan molestas que ya no las aguanto. “Ustedes
oran mucho, y al orar levantan las manos, pero yo no los veo ni los escucho.
¡Han matado a tanta gente que las manos que levantan están manchadas de
sangre!,
ver Isaías 1:11 al 15 TLA...
Los israelitas vivían
una vida llena de idolatría, de desobediencia y de rebelión e intentaron
recibir el perdón de Dios matando animales, poniendo varas de incienso en el
altar y haciendo reuniones y grandes fiestas... Ellos vivían constantemente en
pecado; Sentían remordimiento, pero no arrepentimiento... Ellos no abandonaron
el pecado, por eso Dios se enojó con ellos; Se enojó por la doble vida que
llevaban... Se enojó, porque eran personas de
doble ánimo... Eran inestables e inconstantes... Eran: Personas hipócritas,
¿Qué le quiero decir hermano?, Que las oraciones de los hipócritas son estorbadas, son ignoradas... Dios no las escucha y mucho menos las responde... Dios no quiso escuchar las oraciones del pueblo de Israel y, al igual que en ese momento, Dios sigue ignorando a los hipócritas, No los escucha... Escuche: Dios no oye a los que dicen ser cristianos y en realidad son unos religiosos... Dios no oye a los que viven de la apariencia; A los que oran en voz alta o se paran frente a la congregación solo para impresionarlos... En otras palabras, Dios escucha las oraciones de las personas que predican la Palabra y los valores del reino de Dios poniéndolos en práctica; Aplicándolos a su vida... Así, que SI nosotros queremos que nuestras oraciones sean respondidas por Dios, ¿Qué tenemos que hacer? Ser sinceros, rectos, honestos e íntegros... En otras palabras, No finjamos ser lo que no somos; Créeme, Jesús prefiere que seamos realmente quienes somos; Con nuestros defectos y errores, pero siendo sinceros y buscando mejorar; Él prefiere eso a que finjamos ser un cristiano santo y ferviente cuando en realidad no lo seamos... Yo, Juan Carlos Bonilla Guerrero, sé que sé, que todos atravesamos momentos de debilidad respecto a nuestra Fe y eso no está mal; Lo malo es ser hipócrita; Es ser falso, que llevemos una doble vida; Una máscara... Hermano, Hermana, eso es lo que desagrada realmente a Dios, Amén...
Y por último tenemos
a la séptima persona que Dios no le responde sus oraciones, y es: La persona codiciosa;
La egoísta... Leamos lo que nos dice el apóstol Santiago:
Codiciáis y no tenéis, por eso cometéis homicidio. Sois
envidiosos y no podéis obtener, por eso combatís y hacéis guerra. No tenéis
porque no pedís. Pedís y no recibís porque pedís con malos propósitos, para
gastarlo en vuestros placeres, ver Santiago 4:2 al 3...
Muchas veces nuestras
oraciones, nuestras peticiones, nuestros ruegos y suplicas no son atendidas por
Dios y nos sentimos frustrados, sin entender porque NO nos responde; pero la
verdad es que la gran mayoría de las veces Dios se queda callado, porque
actuamos egoístamente y pedimos cosas que solo son buenas a nuestros ojos... En
otras palabras, que están fuera de la voluntad de Dios, ¿Por qué? Porque NO son
buenas para nuestra vida... Cuando nosotros le oramos a Dios exigiéndole que
nos libere de algún sufrimiento o por algo que queremos mucho, estamos buscando
a Dios únicamente de una forma superficial, como SI Él existiera solo para
servirnos y eso amado daña nuestra relación y comunión con Él... Así que cuando
vayamos a orar hagamos lo que hizo nuestro Señor Jesucristo en el Getsemaní,
justo antes de ser arrestado y crucificado por todos nuestros pecados... Él
abrió su corazón a Dios, el Padre, hablando de sus deseos, pero puso la
decisión final del asunto en sus manos, después de todo nadie mejor que Dios
sabe perfectamente bien lo que es bueno para nuestra vida y por más que vayamos
en contra de su voluntad entendamos que Él tiene un propósito para todo lo que
acontece en nuestra maravillosa, hermosa y preciosa vida...
Por eso quisiera
terminar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo, que Él nos mostró siete
tipos de personas a las cuales Él no les responde las oraciones: Los incrédulos;
Los que NO se arrepiente de sus pecados; Los que ignoran a Dios; Los que
ignoran al necesitado; Los que NO honran a su cónyuge; Los hipócritas y los
codiciosos...
¿Cuántos queremos,
que nuestras oraciones no sean estorbadas?
¿Cuántos queremos,
que nuestras oraciones sean contestadas por Dios?
...Ayúdeme a predicar: ¿Qué tenemos, qué hacer?, ¿Qué tenemos que hacer, para que Dios responda nuestras oraciones?
Lo que nosotros
tenemos que hacer amado, es eliminar de nuestra vida: Todo obstáculo, que rompa
con la perfecta comunión con Dios... Si nosotros hacemos esto, estoy seguro que
nuestra VIDA ESPIRITUAL SERÁ TRANSFORMADA, y todas nuestras oraciones serán respondidas
en la medida en que nosotros vayamos evolucionando. Pero siempre, en el momento
oportuno y Según la voluntad del Señor, la cual es buena, agradable y perfecta,
ver Romanos 12:2 NTV, ¿Y por qué digo eso hermano? Por lo que nos dice el
salmista en el libro de los Salmos:
...Me llamará y yo le responderé; Estaré con él cuando se
encuentre en dificultades; LO RESCATARÉ y haré que le rindan honores. Haré que
disfrute de una larga vida y LE MOSTRARÉ MI SALVACIÓN, ver Salmos 91:15 al
16 PDT, Amén...
24 de octubre de 2020
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