ORDENEMOS NUESTRA VIDA
LA BIBLIA NOS HABLA:
“…De
modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; Las cosas viejas pasaron;
He aquí todas son hechas nuevas.” (Segunda de Corintios 5:17) RVR 1960.
En este día quisiera
comenzar esta maravillosa enseñanza del Señor con un ejemplo al estilo de
Hollywood: Bruce Willis y Arnold Schwarzenegger le envían un Email a Silvestre
Stallone.
Para: Los
Indestructibles.
Asunto: Código rojo;
Extracción.
Estimado y querido Silvestre
Stallone.
Comunícale: A Dolph
Lundgren, a Jet Li, a Jason Statham, a Terry Crews, a Wesley Snipes y a Randy
Couture (Toll Road), que tienen que ir a los Estados Unidos Mexicanos a
rescatar a 200 estadounidenses que se encuentran cautivos por un grupo de
insurgentes, pero también le tienes que comunicar, que al terminar la operación
se tienen que ir al punto de la extracción y que si no llegan a tiempo se
quedan. Ah... y SI los capturan; Los atrapan, no los conocemos.
Gracias,
Barney Ross.
Por eso me pregunto y
le pregunto amado:
¿Queremos culminar
nuestra carrera cristiana con éxito?
Porque todos tenemos que presentarnos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le corresponda, según lo bueno o lo malo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, ver Segunda de Corintos 5:10 DHH...
El libro de Segunda
de Crónicas desde el capítulo 29 hasta el capítulo 32, nos dejan ver que Ezequías, rey de Judá, hizo por todo Judá:
Lo bueno, lo recto y lo verdadero
delante del Señor su Dios (Restauró las puertas del templo, limpió el
templo y restableció el servicio de la
casa de Dios, de acuerdo con la ley y los mandamientos; Celebró la
pascua que durante mucho tiempo no se había celebrado por culpa de su padre)...
Ezequías buscó a su Dios y lo hizo con todo su corazón y por eso prosperó, ver Segunda de Crónicas 31:20
al 21... Pero lo tremendo de esto es que el rey Ezequías descuido su casa; Su
hogar dulce hogar…
¿Y por qué digo eso amado hermano?
…Escuche: “En aquellos días Ezequías cayó enfermo de
muerte. Y vino a él el profeta Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: Así dice el
Señor: Pon tu casa en orden, porque morirás y no vivirás. Entonces Ezequías volvió
su rostro hacia la pared y oró al Señor, diciendo: Te ruego, oh Señor de
señores, que te acuerdes ahora de cómo
yo he andado delante de ti en verdad y con corazón íntegro, y he hecho lo bueno
ante tus ojos. Y Ezequías lloró amargamente.”, ver Segunda de Reyes 20:1 al
3 LBLA... Por eso me pregunto y le pregunto: ¿Tenemos ordenada nuestra casa?, ¿O
Será, que necesitamos que nuestro Señor Jesucristo nos la ordene? Y la palabra casa en hebreo se dice
Bayith (H 1004), y Bayith significa: Casa y templo... y dice la Palabra de Dios en el
libro de Primera de Corintios capítulo 3:16, y en Primera de Corintios capítulo
6:19, y en Segunda de Corintios, en el capítulo 6:16, que nosotros somos el templo de Dios... Entonces, SI
nosotros somos el templo de Dios,
pregunto: ¿Qué tenemos que hacer para ordenar nuestra casa?, ¿Para ordenar
nuestro templo, y en el templo se encuentra el altar?...
Y dice la Palabra en
el libro de Génesis capítulo 22:9, Biblia Versión Moderna Pratts 1929:
“Y
cuando hubieron llegado al lugar que le dijo Dios, Abraham edificó allí un
altar, y puso en orden la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso sobre el altar, encima de la leña.”
Este versículo nos muestra claramente, que Abraham ordenó la leña para sacrificar a su hijo sobre el altar... La leña era la base del altar y si la leña era la base del altar quiere decir que si nuestro altar, llámese: cuerpo y alma, está desordenado, entonces está sin forma... por eso me pregunto y le pregunto: ¿Cómo se encuentra nuestro altar?, porque la Palabra dice que nosotros somos el templo del Dios vivo, como Dios dijo: Habitare en ellos, y andaré entre ellos; Y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo, ver Segunda de Corintios 6:16, pero ese no es el punto, aunque es hermoso y precioso, el punto es que nosotros tenemos que ordenar nuestro altar... ¿Y qué es altar? El altar: Es el punto de encuentro con Dios, pero por otro lado, la palabra altar según los estudiosos hebreos proviene de la palabra hebrea MZBJ, que se pronuncia Mizbeaj...
En el lenguaje hebreo no se utilizan las vocales para formar una palabra, pero ese no es el punto, el punto es que cada consonante, es decir que la letra M, Z, B y J, tienen un significado:
M es la palabra hebrea Mehilá y Mehilá, significa:
Perdón...
Z, es la palabra
hebrea Zejut y significa: Buenas obras...
B, es la palabra
hebrea Berajá y significa: Bendición...
J, es la palabra
hebrea Jayim y significa: Vida...
Lo que estoy tratando
de decir es que nosotros... Si, que usted y yo, necesitamos poner en orden
nuestro altar para que se ordene nuestra vida, ¿Y cómo lo logramos?... En
primer lugar: Anunciando las buenas nuevas por medio de nuestro ejemplo y de la
Palabra de Dios... y en segundo lugar: Bendiciendo, porque la Palabra dice en
el libro de Génesis capítulo 22:17 RVR 1865: “…Bendiciendo te bendeciré…”... y en tercer lugar: Ayudando a los más
necesitados y eso se llama hermano: Buenas acciones o buenas obras, ¿Y qué son
las buenas obras?...
Dice la Palabra en el
libro de Mateo, en el capítulo 25:31 al 41 (Hablando del arrebatamiento), que cuando venga el Hijo del Hombre en su
gloria, y todos los ángeles con Él, se sentará en el trono de su gloria; Y reunirá
delante de Él todas las naciones; Y
separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Y
pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda. Y dirá a los de
su derecha: Venid, benditos de mi
Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque
tuve hambre, y me disteis de comer; Tuve sed, y me disteis de beber; Fui
forastero, y me recibisteis; Estaba desnudo, y me vestisteis; Enfermo, y me
visitasteis; En la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le
responderán, diciendo: Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer,
o sediento, y te dimos de beber?, ¿Y cuándo te vimos como forastero, y te
recibimos, o desnudo, y te vestimos?, ¿Y cuándo te vimos enfermo, o en la
cárcel, y vinimos a ti? Respondiendo el Rey, les dirá: En verdad os digo que en
cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí
lo hicisteis. Entonces dirá también a los de su izquierda: Apartaos de mí, porque ustedes no hicieron buenas acciones.
Entendieron... Entonces, continuemos... Y en cuarto lugar: Tenemos que
perdonar… por eso me pregunto y le pregunto hermano:
¿Cuántos queremos ordenar
nuestra vida para irnos con el Señor en su Parousía?,
Pongamos en orden
nuestro altar y SI vamos a poner en orden nuestro altar, pregunto: ¿Ya
perdonamos? El perdón se divide: Número uno: En perdonar; Número dos: En ser
perdonado, ¿Y será que ya nos perdonaron a nosotros?, Si, ¿Quién? Dios,
pregunto: ¿Cuál es la antítesis del perdón? La acusación, ¿Y cómo nos va atacar
el enemigo? Por medio de la acusación, ¿Para qué? Para que nuestro altar se
desordene, porque al estar desordenado nuestro altar le va a quitar el puntal, llámese:
Mehilá o perdón... por eso consejo: No le permitamos al diablo y que el Señor
lo reprenda, que nos acuse y que nos condene... Recuerde, que Cristo Jesús murió por nosotros, Sí, y resucitó, para sentarse a
la diestra de Dios a interceder por
nosotros. Entonces, ¿Quién nos
separará del amor de Cristo?, ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o
hambre, o desnudez, o peligro, o espada?...Pero en todas estas cosas somos más
que vencedores por medio de aquel que nos amó, ver Romanos 8:34 y 37... Por
eso consejo: Asimilemos el perdón de Dios para que podamos perdonar a nuestra
familia, familiares, prójimo, enemigos y a los que NO nos han hecho un bien o
un mal... Lo que estoy tratando de decir amado, es que la relación que nosotros
tenemos con el invisible la tenemos que reflejar con el visible, llámese: Familia,
familiares, prójimo, limosneros y enemigos, ¿Y por qué digo eso? Porque el
apóstol del amor y de la revelación dijo y aun nos sigue diciendo:
Si alguno dice: Yo amo a Dios y aborrece a su hermano, es un mentiroso;
Porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a
quien no ha visto,
ver Primera de Juan 4:20, pero también nos dice: “Hijitos míos, os escribo estas cosas para que no pequéis. Y si alguno
peca, Abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo, ver Primera
de Juan 2:1, Amén...
Pero ese no es el
punto, el punto es que SI Dios ya nos perdonó, ahora nos toca perdonar a
nosotros, ¿Cuántas veces pecará mi
hermano contra mí que yo haya de perdonarlo? Será, ¿Qué, hasta siete veces?
Le preguntó Pedro al Señor... No Pedrito, no
te digo hasta siete veces, sino hasta
setenta veces siete; Está bien Señor... “Pero en un día Pedro”,
ver Mateo 18:21 al 22... Nosotros tenemos que perdonar y SI usted amado
hermano, es de los que no puede perdonar, tiene que hacerlo, en primer lugar,
porque ya fue perdonado, ¿Por quién? Por Dios Padre... y en segundo lugar, porque
si no perdona no ordenará su vida y si no la ordena NO se podrá ir en la Paorusía,
en el arrebatamiento, ¿Y por qué digo eso? Porque el perito arquitecto de la
Iglesia de Cristo dijo y aun nos sigue diciendo: “...Buscad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al
Señor.”, ver Hebreos 12:14... por eso consejo: Ordenemos nuestro vida o altar,
es decir: La Mizbeaj, es decir: Los cuatro puntales, es decir:
1.- La Jayin: Nuestra
vida, nuestro caminar,
2.- La Berajá o bendiciones,
3.- La Zejut o buenas
obras,
4.- La Mehilá o
perdón...
Y recuerde, que Dios
nos perdonó primero… Recuerde, que el trabajo del enemigo es acusar a los escogidos de Dios y Dios nos justificó, ver Romanos 8:33...
Recuerde, que el trabajo del enemigo es robar
y matar y destruir, es decir: Robar la gracia; Matar la Fe y destruir a la
Familia, es decir: Destruir al Espíritu;
Matar el alma y robarnos el cuerpo, ver Juan
10:10... Pero, ¿Por qué, y para qué? Bueno, para que no alcancemos lo que nos
anunció el apóstol Pablo en el libro de Primera de Tesalonicenses, en el capítulo
4:13 al 18, que dice:
El Señor mismo descenderá del
cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los
muertos en Cristo se levantarán primero. Entonces nosotros, los que estemos
vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las
nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor siempre...
En el original hebreo
dice: El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel
y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero.
Entonces nosotros, los VIVIENTES, no dice los vivos, dice: Los VIVIENTES, que
hayamos permanecido seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al
encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor siempre...
Entonces, ¿A quiénes se va a llevar nuestro Señor en el arrebatamiento? A los
cristianos vivientes, porque los vivientes ordenaron su altar y su altar ordenó
su vida, y la palabra vida en el griego se deriva de tres raíces griegas, y
son: Zoe (G 2222), Psique o Psuche (G 5590), y Bios (G 979), en donde Bios, se refiere
a la vida física, al cuerpo y de ahí se deriva la Biología... Psique o Psuche,
se refiere a la vida del alma, es decir: A la mente y al corazón, es decir: A
las emociones y a la voluntad, es decir: Al estudio de los problemas del alma y
de ahí se deriva la Psicología... Y finalmente tenemos la palabra griega Zoe que
se refiere a la vida increada, eterna, a la vida divina poseída exclusivamente
por Dios... Entonces, cuando el perito arquitecto de la Iglesia de Cristo,
dice: Los que estemos vivos y que permanezcamos,
seremos arrebatados, nos está diciendo: Los que estemos Zoe y que permanezcamos
seremos arrebatados juntamente con
ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el
Señor siempre, y fue por eso que el apóstol Pablo dijo y aun nos sigue
diciendo hermano: “...Por consiguiente,
no hay ahora condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan
conforme a la carne sino conforme al Espíritu.”, ver Romanos 8:1 RVR 1960,
Gloria a Dios, Aleluya y Amén...
Por eso, quisiera
terminar esta maravillosa enseñanza del Señor de Señores diciendo:
Tenemos que ordenar
nuestra vida...
¿Y cómo vamos a
ordenar nuestro vida y templo que no se ve, si no podemos ordenar aun lo que se
ve?... Me pregunto y le pregunto:
¿Cómo lo vamos a
ordenar?
Bueno, ¡Con la ayuda del
Señor! Indiscutiblemente…
Por eso consejo:
Ordenemos nuestra vida tomados de la mano del Señor... Dios le dijo a Ezequías,
rey de Judá: Ordena tu casa... En
otras palabras, ordena tu templo, para que el Espíritu Santo que habita en ti
gobierne, direccione y guie tu vida, porque solo así Ezequías... Y como nuestro
Señor le habla a Pedro para que lo entienda Juan y nosotros somos Juan... Escuchemos
juanes: Permitámosle al Espíritu Santo que gobierne, direccione y guie nuestro cuerpo
y alma para que ordene nuestra vida... En otras palabras, para que llene
nuestros vacíos, porque podemos poner algo que no sea correcto, algo
desubicado, que lo que va a provocar en nosotros es más vacío en nuestra vida...
Por ejemplo: Lo que estamos viviendo.
El virus es real, la
pandemia es real, el Covid-19 es real, pero el temor, el miedo y el pánico es
opcional... Y yo creo que el peor virus que puede existir en este momento es el
miedo, porque puede abrir muchas puertas a muchos males, ¿Y qué es el miedo? El
miedo es la sensación de que algo malo va a suceder, y no se tienen las
herramientas de cómo enfrentarlo... Pero, ¿Quién nos enseñó a tener miedo? Dice
la Palabra en el libro de Hebreos, en el capítulo 2:14: “Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, Él (Cristo
Jesús), igualmente participó también de
lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el poder
de la muerte, es decir, el diablo.”, Gloria a Dios, Aleluya y Amén...
Jesús vino a
salvarnos de la muerte, pero también
vino a salvarnos del miedo a la muerte...
En este tiempo, muchas
personas y entre ellas cristianas están abriendo puertas y puertas de
preocupación, o de angustia, o de depresión, o de ansiedad e incluso hasta el
grado de sentir esa puerta físicamente... Yo no sé SI a usted le ha pasado, que
de repente estornuda y se dice: Tendré el virus, o que tiene dificultad para
respirar y muchas veces esa dificultad no es por el virus, sino por la
preocupación que lo está llevando y llenando de miedo y de pánico...
Necesitamos
liberarnos del miedo a esta pandemia y a la muerte...
Si nos infectamos,
nos pueden suceder dos cosas: La primera: Que nos enfermemos y que Cristo Jesús
se nos revele como nuestro sanador y nos sane, para que demos testimonio... La
segunda: Que NO nos sane físicamente en el momento, pero SI nos morimos veremos
cara a cara a Cristo Jesús... Este es el momento de replantearnos, y decir: No
puedo ser esclavo del temor; No le tengo que temer más a la muerte... Tanto el temor
como la muerte condicionan nuestra forma de pensar y eso nos puede paralizar en
todas las áreas de nuestra vida...
Nuestro problema no
es el virus, no es la pandemia, no es el Covid-19, nuestro problema es el miedo
y si no lo tratamos de raíz tendremos problemas más graves dentro de dos o tres
meses... Tendremos enfermedades o trastornos, ya sea de angustia, o de
depresión, o de ansiedad, ¿Por qué? Por culpa del miedo y del pánico... La
crisis, sea cual sea, nos conduce al miedo y el miedo nos llena de pánico, pero
SI ponemos nuestra mirada en el autor y
consumador de la Fe veremos oportunidades... Veremos señales, milagros, sanidades,
prodigios, liberaciones y también nos conectaremos con Él en la vida eterna...
por eso consejo: No nos preocupemos por el futuro; Yo sé, que nos puede afectar...
Puede afectar nuestra economía (Finanzas), y nuestras relaciones...
Definitivamente lo que está aconteciendo cambió el mundo... Existe un antes y
existirá un después de esta pandemia o Covid-19... Muchas personas dicen: El
mundo jamás volverá a ser el mismo, pero nosotros... Si, usted y yo, tenemos a
Cristo y Cristo Jesús nos enseñará lo que nosotros tenemos que hacer en el
momento correcto... por eso consejo: No nos dejemos gobernar por el miedo, sino
por el perfecto amor, y que es Cristo, porque con Cristo Jesús todo es
posible... Volvamos a las Escrituras; Volvamos al primer amor; Volvamos a arder
por Cristo Jesús todos los días de nuestra vida para que seamos libres y libres
a la esclavitud del miedo y del pánico... Nosotros no estamos en crisis,
estamos en Cristo Jesús.
Dios quiere ordenar
nuestros vacíos...
Dios quiere traer Su
orden a nuestra vida...
¿Para qué?
Para bendecirnos y
para prosperarnos como prosperó al rey Ezequías...
Dios quiere bendecirnos
con lo que Él preparó para nosotros desde antes de la fundación del mundo, como
ser: Su paz y Su gozo, es decir: Su llenura, es decir: Su plenitud, Amén.
¡Hermanos: Hagámoslo,
ya que nada nos cuesta!
“Porque
yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos
de paz y no de desgracia, para daros un porvenir y una esperanza.” (Jeremías 29:11) RVR 1977.
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