ES TIEMPO DE REFLEXIONAR

LA BIBLIA NOS HABLA:

“Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino.” (Salmos 119:105)

En este día quisiera comenzar esta maravillosa enseñanza del Rey de reyes diciendo, que el Señor dispuso en mi corazón que cambiara Su prédica; Él quiere... Si, nuestro Señor y Dios, desea que nosotros, individualmente, analicemos y evaluemos lo que estamos pensando y haciendo con respecto a lo que está aconteciendo y a nuestro porvenir... por eso pregunto:

¿Qué pensamos de la vida y de nuestra vida? Que somos hijos e hijos dignos de Dios...

¿Qué pensamos de lo que está aconteciendo o sucediendo a nivel mundial?

…Me pregunto y le pregunto: 

¿Por qué permitió Dios, qué suceda lo que está sucediendo, Y no solo lo que está sucediendo a nivel mundial, sino todo lo que está sucediendo a nuestro alrededor (Se activó el cinturón de fuego del pacifico), y lo que está por venir a causa de lo que está aconteciendo, llámese: Pandemia o Covid-19?

Entre paréntesis, lo que está aconteciendo es una señal... Pero, ¿Para quién? Para la Iglesia. Y para que la Iglesia y esposa se dé cuenta que la venida, que la Epifanía, de nuestro Señor Jesucristo está cerca y SI la venida en público de nuestro Señor Jesucristo está cerca quiere decir que el arrebatamiento está tocando la puerta de nuestra casa... Pero, por la casualidad de la casualidad, se ha cuestionado usted lo que está aconteciendo... Se ha preguntado:

¿Qué tiempos estamos viviendo? Serán los tiempos: Del Dolor de parto o cualquier tiempo...

Dolores de parto, Mateo 24:5 al 8...

Cualquier tiempo: Pre tribulación o Tribulación o gran tribulación, Mateo 24:9 al 21...

…Se ha preguntado usted:

Si mi Señor viniera hoy, por la Iglesia y esposa, ¿En dónde despertaré? ¿Será qué me iré en el arrebatamiento?, ¿Y quiénes se van en el arrebatamiento? El hijo Téknon, es decir: El hijo maduro, fiel y digno, ver Apocalipsis 12:5, ¿O será, qué me quedaré en la pre tribulación, y en la tribulación, y en la gran tribulación?, Mateo 24:9 al 21?... Por la casualidad de la casualidad amado hermano: Se ha detenido usted por un instante a ver, a analizar y a evaluar su vida cristiana, y su porvenir eterno... Mi deber como siervo del Rey de reyes no es infligir (Causar o producir un daño)... Mi deber como siervo del Señor de señores es enseñar Su Palabra y de llevar al pleno conocimiento de la verdad a sus hijos... por eso le pregunto:

Usted sabe, ¿Quiénes se van en el arrebatamiento o Harpazó (G 726)?

Hermano Juan Carlos, disculpe, nos vamos a ir todos los que somos hijos de Dios...

¿Y quiénes son los hijos de Dios? Todos los que le recibieron, “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre.”, ver Juan 1:11 al 12; Bendito sea Dios por recibirnos, aunque No lo merecíamos, gracias pueblo de Israel, pero ese no es el punto, el punto es que todos los que recibimos al Señor somos hijos de Dios y somos salvos siempre y cuando no cometamos lo que dice el Señor Jesucristo en el libro de Mateo capítulo 12:31 al 32: No blasfemen; No hablen contra el Espíritu Santo, pero si NO lo hacemos somos hijos e hijos salvos de Dios, pero dentro de los hijos salvos de Dios existen dos grupos:

1.-  Primer grupo: Los llamados y escogidos (Se quedan al periodo tribulacionario)...

2.- Segundo grupo: Los fieles y dignos (Se van en el arrebatamiento)...

¿Y quiénes son los llamados y escogidos?, ¿Y quiénes son los fieles y dignos?

Bueno, los llamados y escogidos, son: Los que no se consagraron... Y los fieles y dignos, son: Los que se consagraron; Son los que buscaron la paz con todos y la santidad, ver Hebreos 12:14... Yo no le quiero sembrar a nadie miedo, o mejor dicho: El Señor Jesucristo quiere que usted sea responsable de su consagración, pero ese no es el punto, aunque es hermoso, el punto es que todos los que nos queremos ir en el arrebatamiento tenemos que ser hijos fieles y dignos... Y dice la Palabra en el libro de Lucas, en el capítulo 21:36 RVR 1960:

“Velad, pues, en todo tiempo orando, que seáis tenidos por DIGNOS de escapar de todas estas cosas que VENDRÁN, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.”

Existe la dignidad de hijo y de esa dignidad podemos hablar del centurión romano, y dice la Palabra: Y cuando Jesús entró en Capernaúm, permítame parafrasear: Cuando Jesús iba caminando sus discípulos le dijeron: Señor detente, porque te quiere hablar alguien... ¿Quién eres tú?, ¿Eres israelita? No Señor, ¿Entonces?; Señor espérate por favor, él es un hombre digno y merece ser escuchado... ah, tiene dignidad; Si Señor y es digno... ¿Y qué hizo?; Señor, edificó una sinagoga para ti... Está bien, lo voy a atender, dime: ¿Qué quieres que haga por ti?; Quiero que sanes a mi criado… Bueno vamos; No Señor, porque yo no soy digno de que entres en mi casa... El centurión era digno para recibir una concesión, para recibir un favor, para recibir un milagro, pero no tenía la suficiente dignidad para recibir al Señor en su casa... La dignidad habla que uno se merece algo que se ganó... Por ejemplo: Nosotros los padres somos dignos para comernos un almuerzo, ¿Por qué? Porque trabajamos, pero SI tomamos la santa cena indignamente nos podemos debilitar, enfermar o dormir (Morir), ver Primera de Corintios 11:30, pero ese no es el punto, el punto es que el centurión dijo: Yo no soy digno; Solo di la palabra y mi criado sanará... Señor yo no soy digno de que entres en mi casa, y aquí nos metemos en líos, porque dice la Palabra que Dios le dijo al rey Ezequías: Pon tu casa en orden, porque morirás y no vivirás (A pesar de que Ezequías hizo todo lo que le agradaba al Señor), ver Isaías 38:1 al 8 y Segunda de Reyes 20:1 al 7… por eso me pregunto y le pregunto: ¿Tenemos en orden nuestra vida?, ¿Y nuestra casa?, pero el punto es que el centurión romano tenía dignidad para algunas cosas y no tenía dignidad para otras cosas... Y dice la Palabra en el libro de Mateo, en el capítulo 10:37 al 38: “El que ama al padre o a la madre más que a mí, no es digno de mí; Y el que ama al hijo o a la hija más que a mí, no es digno de mí. Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.”... En otras palabras, Dios tiene que ser el primero en nuestra vida antes que cualquiera, perdone, antes que papá, antes que mamá, antes que los hijos, antes que el trabajo; Como que nos dijera: Me vas a seguir, está bien, pero Yo tengo que ser el primero, y esta es la dignidad que tenemos que tener todos los que nos queremos consagrar, es decir: La dignidad que habla el libro de Lucas capítulo 21:36, que dice: Velen, pues, y oren en todo tiempo para que sean tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán... Entonces, pregunto:

¿Quiénes se van en el arrebatamiento?

Los que se consagran, es decir: Los hijos fieles que tengan la dignidad de escapar, ¿De qué? De lo que describe el libro de Lucas capítulo 21, es decir: De todas las cosas que vendrán sobre el mundo... Pero, ¿Qué sucederá con los que no tengan dignidad? Lamentablemente, se quedarán al periodo tribulacionario, ver Mateo 24:9 al 21, ¿A qué? A emblanquecer y a lavar sus vestiduras en la sangre del Cordero, pero son hijos e hijos salvos, siempre y cuando no blasfemen contra el Espíritu Santo, ver Apocalipsis 7:14. Entendieron... Entonces, si entendieron, ¿Qué dije? Dije: Los que alcancen la dignidad se van a ir en el arrebatamiento y el arrebatamiento comienza antes de que empiece el periodo tribulacionario y espero con todo mi corazón, que nosotros y los que leen nuestra prédica en nuestro Blog lo alcancemos; Que alcancemos la dignidad para escapar con el Señor... por eso consejo: Velemos, oremos y busquemos la paz con todos y la santidad, es decir: Limpiemos nuestras vestiduras para que no nos suceda lo que le sucedió a Mefiboset figura de la Iglesia y esposa de Cristo Jesús, ¿Y qué le sucedió? Que se quedó en la tribulación y gran tribulación... El rey David es figura de Cristo Jesús y Mefiboset es figura de la Iglesia... Y sucedió: Que cuando David se fue con todos los suyos (Iglesia y novia), por lo que sucedió con su hijo Absalón (Golpe de estado), y regresó con su esposa, le salió al encuentro Mefiboset figura de la Iglesia y novia, y al verlo el esposo (David), le dijo: Mefiboset, ¿Por qué no te fuiste conmigo? Si tú eras de los míos; Si tú eras mi hijo; Si tú eras mi Iglesia y novia, ¿Por qué no se fue?, pregunto: Porque no tuvo dignidad ni se lo enseñaron, ¿Y a nosotros nos lo han enseñado? Nos han enseñado a ser fiel y digno, es decir: A consagrarnos, ver Segunda de Samuel 19:25 al 26... por eso consejo: Busquemos con ahínco (Empeño y eficacia), la consagración para que cuando se manifieste nuestro Señor Jesucristo en su venida en secreto, tengamos confianza y no nos apartemos de Él avergonzados, ver Primera de Juan 2:28 RVR 1960, Amén...

Nosotros tenemos que buscar la dignidad que habla el libro de Lucas capítulo 21:36, y que se resume en la consagración... por eso consejo: Consagrémonos; Nada nos cuesta... No me mal interprete, el evangelio de Cristo no es un evangelio por obras... Nosotros somos salvos gracias a la obra redentora que hizo nuestro Señor Jesucristo en el monte Calvario, pero una vez establecido Su fundamento; Nosotros... Si usted y yo amado, tenemos que sobre edificar; Tenemos que hacer las buenas obras, que nuestro Señor y Dios, preparó para nosotros de ante mano para que las hagamos con dignidad. Entendieron... Entonces, si entendieron, ¿Qué dije? Dije: La dignidad nos ayudará a escapar de todas las cosas que vendrán sobre el mundo... Recuerde, que los que NO se consagren se quedarán en el periodo tribulacionario y los que se queden en dicho periodo NO podrán subir a las bodas del Cordero, aunque logren blanquear y lavar sus vestiduras antes de que se termine el periodo tribulacionario...

¿Qué le quiero decir amado hermano?, escuche con mucha mayor atención: Lo que nosotros hagamos aquí en la tierra en vida, va a definir nuestra estadía y futuro... Va a definir SI somos la esposa del Cordero o nos quedamos en la tribulación y gran tribulación... Va a definir SI somos invitados a las bodas del Cordero... Pero recuerde, que los invitados y que son representados en la Biblia por las diez vírgenes (Cinco prudentes y cinco insensatas), también se quedan en el periodo tribulacionario, ver Mateo 25:1 al 2 Biblia Félix Torres Amat 1825...

Por eso quisiera terminar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo, que nosotros... Sí, que usted y yo, tenemos que alcanzar la dignidad; El poder merecer, y que es complicado... La salvación se obtiene por medio de la gracia, pero la dignidad se alcanza: Desarrollándose como lo que somos: Reyes y sacerdote para Dios, ver Apocalipsis 1:6... En otras palabras, buscando la paz con todos, y la santidad... En otras palabras, limpiando las vestiduras que NO pudo limpiar Mefiboset... y eso amado, se llama: Ser digno, pero también se llama: Ser la Iglesia, novia y esposa... ¡Que el Señor nos conceda la dignidad; El poder merecer!, ¿Por qué? Porque los que se queden a blanquear y a lavar sus vestiduras en la tribulación y gran tribulación no compartirán los mismos galardones de la Iglesia, novia y esposa del Cordero...

Los que se van en el arrebatamiento disfrutarán de las cosas celestiales...

Los que se quedan en el periodo tribulacionario disfrutarán de las cosas terrenales...

Los que se casen con el Cordero serán celestes, ¿Por qué? Porque se unieron al Cordero; Cristo es la cabeza y su Iglesia, novia y esposa es el cuerpo, es decir: En donde se encuentre la cabeza también estará el cuerpo unido a Él... por otro lado, los que se quedan en el periodo tribulacionario serán terrestres y disfrutarán de lo terrenal, ver Apocalipsis 21, ¿Y por qué digo eso? Porque el Señor se lo dijo a Abraham, pero también le dijo a la Iglesia por medio del apóstol Pablo: Las promesas fueron hechas a Abraham y a su descendencia. No dice: Y a las descendencias, como refiriéndose a muchas, sino más bien a una, es decir, Cristo. Y si somos de Cristo, entonces somos descendencia de Abraham, herederos según la promesa, ver Gálatas 3:16 y 29... Pero, ¿Qué le dijo Dios al padre de la Fe? Lo siguiente: “De cierto te bendeciré grandemente, y multiplicaré en gran manera tu descendencia como las estrellas del cielo (Celestes, arrebatados), y como la arena en la orilla del mar (Terrestres), y tu descendencia poseerá la puerta de sus enemigos.”, ver Génesis 22:17...

Yo creo con todo mi corazón, que Dios, en este momento, nos está dando una oportunidad...

Nos está diciendo: Regresen su mirada hacia mí; Vuelquen su mirada hacia mí, porque SI mi Hijo regresa mientras duermen, ¿Qué será de su vida?, ¿En dónde despertarán? Dios nos está dando hoy, en primer lugar: La oportunidad de cambiar nuestro destino, nuestro porvenir, nuestro futuro, nuestro galardón, llámese: Arrebatamiento... Pero, ¿Qué tenemos que hacer para obtener ese galardón?...

1.- Primero: Analizar y evaluar nuestra vida cristiana...

2.- Segundo: Arrepentirnos, es decir: Cambiar nuestra forma de actuar, de pensar y de hablar.

3.- Tercero: Progresar en nuestra santidad... Recuerde, que la santidad es posicional y es progresiva... Posicional: Cristo nos la dio, ¿En dónde? En la cruz del Calvario, ver Hebreos 10:10... Progresiva: Caminar de acuerdo a nuestro llamado, es decir: Lo que somos en Cristo Jesús... Y en segundo lugar, nos está dando la oportunidad, indiscutiblemente, de ver y sentir, es decir: De discernir nuestra vida y todo lo que nos rodea, ya sea lo que está sucediendo y lo que está porvenir desde otra perspectiva, es decir: Desde la perspectiva espiritual y humana... Por eso consejo: Busquemos con empeño y eficacia la presencia y el rostro de nuestro Señor, ¿Para qué? Para que podamos discernir los tiempos proféticos, que estamos viviendo, Amén.

Los tiempos que estamos viviendo amados, son tiempos de Búsqueda... Son tiempos de velar, de orar y de buscar... No son tiempos para adormitarse, o para dormir, o para reposar; Bueno, solo que sea en nuestro Señor... Y recuerde: Que Dios... Si, que nuestro Señor, estará con nosotros siempre, aún en los tiempos difíciles o de mayor necesidad y dificultad, ¿Y por qué digo eso? Porque Él lo dijo, y dijo:

...Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo, ver Mateo 28:20 DHH.

Realmente, ¿Cuántos lo creemos?

Entonces, si lo creemos:

Velemos, pues, en todo tiempo orando para que seamos tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán...”, ver Lucas 21:36 RVR 1960, Amén...


25 de Abril de 2020
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo

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