CÓMO LE DEMOSTRAMOS AMOR A NUESTRA MADRE…
LA
BIBLIA NOS HABLA:
12 de Mayo de 2019
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo
“¿Puede una mujer olvidar a su niño de pecho,
sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Aunque ellas se olvidaran, yo no te
olvidaré.” (Isaías 49:15)
En este día quisiera comenzar esta maravillosa enseñanza del Rey de
reyes diciendo, que el Señor Jesucristo siempre se interesó por su madre. Aun
cuando se encontraba a punto de morir, ver Juan 19:26 al 27… Esta es la
expresión más hermosa que yo, Juan Carlos Bonilla Guerrero, conozco de amor por
una madre… por eso me pregunto y le pregunto: ¿Amamos realmente a nuestra
madre?, ¿Sabe ella que la amamos?, ¿Qué hemos hecho para que ella lo sepa?, ¿Se
lo hemos dicho?... y es aquí en donde surge la pregunta de los 20 pesos: ¿Hemos
herido más de alguna vez los sentimientos de nuestra amada y bendita madre?...
Si alguien nos preguntara: ¿Amas a tu madre?, ¿Qué le diríamos?...
Hermano; Hermana, muchos creen que aman a su madre… y otros no saben
cómo hacerlo… y otros estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario para
cuidar de nuestra madre… y yo creo, que el mejor ejemplo de esto nos lo
ejemplifica el Señor Jesucristo en el libro de Juan, en el capítulo 19:25 al 27
RVR 1960, y dice: “Estaban junto a la
cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofas, y
María Magdalena. Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba,
que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al
discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su
casa.”… Estos versículos nos muestran la actitud que nosotros tenemos que
tener hacia nuestra madre… Quizás alguien se esté diciendo: Hermano, ¡Mi madre
ya partió!... NO IMPORTA, ¿Y sabe por qué? Porque NO importa si tu madre se
encuentra en la presencia del Señor, o se encuentre a la distancia, o se
encuentra contigo…
¡Gracias Dios!, por las madres que se encuentra en
el cielo…
¡Gracias Dios!, por las madres que se encuentran a
la distancia…
¡Gracias Dios!, por las madres que se encuentran a
la mano de sus hijos…
Pero yo creo que existen personas que no saben cómo tratar a su madre;
Cómo demostrarle cuanto la aman… Y el mejor ejemplo nos lo muestra, ¿Quién? El
Señor Jesucristo… Quizás alguien se esté preguntando: Si Jesús amaba tanto a su
madre, ¿Por qué le dijo: Mujer, he ahí
tu hijo, en vez de decirle: Mamá, he
ahí tu hijo? Quizás, porque Él quería que no solo lo viera como a su hijo
sino también como el Mesías, el hijo de Dios, ¿Por qué razón? Porque es normal
que ella sufriría como cualquier otra madre que viera a su propio hijo clavado
en una cruz, sangrando y muriendo… Eso es lo más doloroso que una madre no
podría soportar, por eso yo creo que Jesús le dijo: Mujer, he ahí tu hijo, para aliviarle el dolor emocional que ella
sentía, pero sé que sé, que lo que Jesús le estaba diciendo entre líneas era: Mamá
yo soy el Mesías de Dios, recuérdalo aunque soy tu hijo… Yo soy el Mesías de
Dios, y para expresar su eterno amor se volteó a ella, y le dijo: Mujer, he ahí tu hijo, y a Juan le dijo:
He ahí tu madre, pero ¿Qué le quiso
decir Jesús a su madre por medio del apóstol Juan? Mamá te amo mucho, tú lo
sabes, pero moriré y te dejaré, y quiero asegurarme de que alguien te cuide, te
proteja y te provea por el resto de tu vida… Él la dejó en las manos del discípulo que más amaba…Y desde aquella
hora el discípulo la recibió en su casa… No sabemos exactamente que le
sucedió a María la madre de Jesús, hay dos ideas, según los teólogos… La
primera: Juan se la llevó a su casa en Jerusalén donde ella vivió mas o menos
11 años y al fallecer Juan comenzó su ministerio… La segunda: Es que Juan se la
llevó con él a Éfeso en donde él llegó a ser el pastor de esa Iglesia; Ahí vivió
ella con él por varios años, ¿Cuántos? Nadie lo sabe.
El Señor Jesucristo se preocupó por su madre hasta el último momento de
su vida, es decir antes de morir… Esa es la expresión más hermosa que yo
conozco de amor por una madre… por eso me pregunto y le pregunto: ¿Amamos a
nuestra madre?, ¿Y se lo demostramos?... y es aquí en donde comienza esta
maravillosa enseñanza del Señor con la siguiente pregunta:
¿Cómo le podemos demostrar el amor que nosotros sentimos a nuestra
madre?
Por medio de diez maravillosas y preciosas palabras…
1.- PRIMERA: Verbalmente… Tenemos que amarla verbalmente… Tenemos que amarla
por medio de nuestras palabras y gestos, ¿Con que frecuencia? Todos los días,
pero también le tenemos que decir porque la amamos… Mamá te amo, porque eres dedicada,
paciente, consejera, amorosa, cariñosa, honesta, respetuosa, servicial, atenta
y generosa… Las madres necesitan escuchar porqué las amamos; Las madres
necesitan escuchar que son especiales; Las madres necesitan escuchar lo mucho que
significan para nosotros. Por ejemplo: “Mujeres
buenas hay muchas, pero tú Madre eres
la mejor de todas.”, ver Proverbios 31:29 DHH.
2.- SEGUNDA: Físicamente… Tenemos que amarla físicamente, ¿Qué le quiero
decir? Que le tenemos que mostrar afecto físico, ¿Qué le quiero decir? Que la
tenemos que abrazar, besar y consentir, es decir apapacharla emocionalmente…
Las madres necesitan sentirse amadas… Las madres necesitan sentirse correspondidas...
Recuerde, que la primera persona que nos tocó durante los primeros nueve meses
de nuestra vida fue nuestra amada y bendita madre.
3.- TERCERA: Paciencia… Tenemos que amarla con paciencia, porque ella NO
es perfecta… Dios NO la creó para que fuera perfecta… Dios la creó para que la
amemos, la respetemos, la honremos y la obedezcamos en todo y todo es todo
hermano… Recuerde, que la obediencia que nuestra madre nos exige tiene su
origen en lo bueno y en lo justo… Tiene su origen en Dios, ¿Qué le quiero
decir? Que tenemos que buscar el poder de Dios para ser pacientes con otros…
por eso consejo: Seamos pacientes, porque la
paciencia produce carácter probado;
y el carácter probado, esperanza; y la esperanza no desilusiona...”, ver
Romanos 5:4 al 5.
Hermano; Hermana, NO seamos como el famoso dicho: “Candil de la calle y
oscuridad de la casa”… Recuerde, que lo que el mundo necesita es millones de
hogares realmente cristianos que practican, por el poder de Dios, la paciencia
unos con otros en el hogar y con los demás.
4.- CUARTA: Gratitud... Tenemos que amarla con gratitud… Recuerde, que
ella nos dio la vida, ¿Y Cómo le podemos expresar nuestro amor con gratitud?...
Entre paréntesis, la gratitud es externa, porque expresa lo que sentimos
externamente, pero también es interna, porque expresa lo que somos, pero el
punto es: ¿Cómo le expresamos a nuestra madre nuestro amor con gratitud? Por
medio de nuestras palabras y gestos... por eso me pregunto y le pregunto:
¿Somos agradecidos o somos mal agradecidos?, ¿Sera fácil reconocer a un
ingrato?
Cuántas veces hemos llorado y nuestra madre está allí... Cuántas veces
nos hemos lastimado y nuestra madre está allí… Cuántas veces hemos pasado por
tiempos difíciles y ella nos ha escuchado… Quizás alguien se esté diciendo:
Hermano Juan Carlos, disculpe, de que madre nos está hablando… LO ENTIENDO,
porque sé que sé, que existen madres que crecieron en situaciones difíciles y siguieron
el ejemplo, NO de Balaam ni de Jezabel, sino de sus madres que no supieron cómo
tratarlas y amarlas, pero usted hermano puede cambiar... No importa como es nuestra
madre... Nosotros tenemos que ser agradecidos con ella, porque ella nos dio la
vida y nada, pero nada se compara con eso… Amemos a nuestra madre con gratitud,
¿Y cómo se hace eso hermano? Siendo agradecidos, ¿Y cómo se hace eso hermano?
Siendo generosos… Por ejemplo: ¿Qué tenemos nosotros que podemos compartir con
nuestra bendita madre? Nuestro tiempo y nuestra atención, ¿Y qué significa
atención? Escuche: Prestarle mucha mayor atención a lo que ella quiera,
necesita, o le haga falta… Tenemos que mantener nuestra vista y nuestros oídos
atentos a lo que ella quiera, necesita, o le haga falta.
5.- QUINTA: Ternura… Tenemos que amarla con ternura, porque así nos ama
ella…
Pensemos en esto:
Las madres pasan por adversidades…
Las madres NO siempre se sienten competentes…
A veces necesitan que seamos considerados y sensibles a lo que ellas nos
dicen y también a lo que NO nos dicen, ¿Qué le quiero decir? Que nosotros tenemos
que escuchar a nuestra madre tiernamente y tiernamente significa: Ser sensible,
es decir escucharla atentamente y con cuidado, ¿Qué le quiero decir? Que nosotros
tenemos que alentar a nuestra madre por lo que esté pasando en su vida, llámese:
Dificultad o adversidad… En otras palabras, “…que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la
ira.”, ver Santiago 1:19.
6.- SEXTA: Perdón... Tenemos que amarla con nuestro perdón; Existen personas
y entre ellas cristianas, lamentablemente, que ven a sus madres y las culpan de
ciertas cosas que tienen en su mente y en su corazón… Quizás tengan razón, pero
le aseguro que no existe ninguna condición o excusa para no perdonar a nuestra
madre… Escuche con atención lo que dice el apóstol Pablo en cuanto al perdón: “Sopórtense unos a otros, y perdónense si
alguno tiene una queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen
también ustedes. Y sobre todas
estas cosas, revístanse de amor, que es el
lazo de la perfecta unión.”, ver Colosenses 3:13 al 14 DHH… y es aquí en
donde surge nuevamente la pregunta de los 20 pesos: ¿Cuántas veces nos ha
perdonado nuestra madre?... Me pregunto y le pregunto: ¿Qué podría hacer nuestra
madre para que no merezca de nuestro perdón?... y dice la Palabra: “Honra a tu padre y a tu madre (que es el
primer mandamiento con promesa), para que te vaya bien, y para que tengas larga
vida sobre la tierra.”, ver Efesios 6:2 al 3, Aleluya.
Pensemos en lo siguiente:
Todos crecimos en diversas circunstancias y situaciones en la vida; Algunas
personas tienen más dificultades que otras… Por ejemplo: Yo vi a mi madre que a
pesar de que se separó de mi padre hizo hasta lo imposible, en mi niñez, para
verme a mí y a mis amadas hermanas a escondidas, pero ¿Sabe lo que me asombró a
mí de ella? Su sabiduría… Lo sabia que es en muchos asuntos… y una de las cosas
más sabias que me ha dicho, es: Cuando discutas o pelees con Vivian hazlo en
privado; No lo hagas delante de los niños, porque eso les puede afectar… Las
madres pueden sembrar verdades espirituales en la mente y en los corazones de
sus hijos… Una de las tantas cosas que mi bendita madre sembró en mi mente y en
mi corazón fue: Respeta a tu esposa… Y ella en ese momento NO sabía Biblia,
pero ahora yo comprendo y creo que ella también comprendió lo que me dijo, ¿Y
qué me dijo? Lo siguiente: “…Convivid de
manera comprensiva con tu bendita esposa, como con un vaso más frágil, puesto que es mujer, dándole honor como a coheredera de la
gracia de la vida, para que tus oraciones
no sean estorbadas.”, ver Primera de Pedro 3:7… por eso consejo:
Si usted NO ha sido el hijo o hija que debería de ser…
Si usted siente la necesidad de pedirle perdón a su madre…
Espero que después de este precioso mensaje vaya o llame a su madre diciéndole:
Mamá, escuche un mensaje del Señor que me mostró que NO te he expresado mi
amor, llámese: Perdón… y perdón significa: Borrón y cuenta nueva… Significa:
Olvidar, ver Miqueas 7:19.
8.- OCTAVA: Dedicación... Tenemos que amarla con dedicación… y
dedicación significa: Aplicarse, ofrecer, brindar, entregarse y ocuparse, ¿De
qué? Por las cosas que ella tiene y por las cosas que ella no tiene… Lo que
estoy tratando de decir es que usted y yo debemos de preocuparnos y de proveer
el bienestar de nuestra madre… En otras palabras, tenemos que interesarnos
porque se encuentren bien, ¿Y qué es el bien? Protección, provisión y apoyo…
por eso escuche: Nuestra madre tiene que ocupar un lugar en nuestro corazón y
vida, Amén.
9.- NOVENA: Alegría… Tenemos que amarla con alegría… Quizás alguien se esté
diciendo: Hermano Juan Carlos, lo que usted está pidiendo se me hace difícil,
lo trato de hacer, pero no puedo, porque cuando le cuento todos mis problemas a
mi madre se preocupa y se angustia... permítame decirle algo: Cuando tengamos
un problema grave pensémoslo dos veces antes de contárselo para que no se
angustie, para que no se entristezca, para que no se deprima…
Las madres quieren escuchar lo bueno y lo malo de sus hijos, es decir todo
y todo es todo lo que nos sucede, llámese: Alegrías y dolores, pero recuerde,
que nosotros tenemos que amar a nuestra madre con alegría, ¿Qué le quiero
decir? Que le tenemos que hablar de lo bueno… Que la tenemos que hacer reír…
Que la tenemos que hacer feliz… En otras palabras, cuando estemos con nuestra
madre amémosla con gozo, ¿Qué le quiero decir? Que cuando visitemos o hablemos
con nuestra madre por teléfono le tenemos que hablar de nuestra vida y de
recordarle lo que hizo y hace por nosotros... Esto es un regalo para ella...
Esto le encanta y más aún cuando ha envejecido, porque su mente se le llena de maravillosos
recuerdos.
10.- DECIMA: Honra… Tenemos que amarla con honra, ¿Y cómo se hace eso?
Como lo hizo el discípulo del apóstol Pablo, llámese: Timoteo, “Porque tengo presente la fe sincera que
hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice, y
estoy seguro que en ti también.”, ver Segunda de Timoteo 1:5. ENTENDIERON…
Entonces, si entendieron, ¿Qué dije? Dije: Padres, tenemos que concederles a
nuestra madre nietos y nietas con vidas consagradas a Dios… Nietos y nietas
obedientes a Dios… por eso consejo: Padres invirtamos nuestra vida a Dios,
porque eso hará que nuestros hijos se consagren y esa consagración honrará a
nuestra madre, es decir a la abuela… Entonces, nada honra más a nuestra madre
que ver que la influencia de su vida continúa en nuestra generación… por otro
lado, me pregunto y le pregunto: ¿Cómo deshonramos a nuestra madre? Viviendo en
pecado… En otras palabras, desperdiciando nuestra vida… A veces me he puesto a
pensar en las madres que ven a sus hijos drogándose, o emborrachándose, o
viviendo inmoralmente, o viviendo con indiferencia o en descuido, o malgastando
sus vidas, o diciendo vulgaridades… por eso consejo: ¿Queremos honrar a nuestra
madre? COMENCEMOS A EXAMINARNOS…
Por eso quisiera terminar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo,
en primer lugar: Los esposos tenemos que expresar el amor que sentimos por
nuestras esposas... por otro lado, los hijos, ya sean niños o jóvenes o
adultos, tenemos que estar agradecidos por quienes nos han traído al mundo y
nos han dado tanto… y en segundo lugar, permítame decirle, que el amor de nuestra
madre es incomparable e incontable, pero permítame decirle también, que el amor
de nuestra madre solo lo supera el amor incondicional que tiene Dios por
nosotros, ¿Qué le quiero decir? Que el amor de nuestra madre es el ejemplo que
más se asemeja al amor que tiene Dios por cada uno de nosotros, pero aunque su
amor es muy grande hacia nosotros, NO logra llegar al nivel del amor incondicional
que tiene Dios hacia nosotros, sus hijos, “Pero
Dios respondió: Jerusalén, ¿acaso puede una madre olvidar o dejar de amar a su
hijo? Y aunque ella lo olvidara, Yo NO me olvidaré de ti.”, ver Isaías
49:15 TLA…
Sin lugar a dudas, nuestra madre es el mejor regalo que nos ha regalado el
Señor… Su amor hacia nosotros es muy grande por lo cual tenemos que honrarla NO
solo en este día y que es tan especial, llámese: “DÍA DE LAS MADRES”. Sino, que
cada día de su existencia para que podamos agradar a Dios, pues escrito esta: “Hijos, obedezcan a sus padres como agrada
al Señor, porque esto es justo. El primer mandamiento que contiene una promesa
es éste: Honra a tu padre y a tu madre, para que Te vaya bien, y para que tengas larga vida sobre la
tierra.”, ver Efesios 6:1 al 3 DHH.
Ah… y nosotros padres: “…No provoquemos a ira a nuestros hijos, sino criémoslos en
la disciplina e instrucción del Señor.”, ver Efesios 6:4.
El amor de una madre es indetenible… La mejor recompensa, que ella
espera de nosotros es nuestra obediencia y reconocimiento al esfuerzo y a la
dedicación que nos brinda… por eso:
¿Cómo Responderemos a esa clase de Amor?... Me pregunto y le pregunto.
Expresémosle a nuestra esposa cuan agradecido estamos por ser la madre
de nuestros hijos.
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo
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