CAMINEMOS CON DIOS….
LA BIBLIA NOS HABLA:
“Hay caminos que al
hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte.”
(Proverbios 14:12) NVI.
En este día quisiera comenzar esta maravillosa enseñanza del Señor
diciendo, que Dios nos quiere llevar vivos al cielo, es decir sin ver muerte…
Hermano Juan Carlos, ¿Cómo me puede decir usted a mí eso si yo padezco de
muchas enfermedades?, ¿En que se sustenta? En el libro de Primera de Corintios
capitulo 15:51, que dice: “He aquí, os
digo un misterio: no todos dormiremos, pero todos seremos transformados.”…
Dios es el Todopoderoso y por ser el Todopoderoso nos puede sanar de todas y
cuando digo de todas me refiero a todas las enfermedades que nos estén
agobiando aquí en la tierra… Lo que estoy tratando de decir es que Dios les va
a sanar a todos los cristianos que caminaron de la mano con Él de todas sus
dolencias antes de llevárselos al cielo… Yo lo creo y lo creo, porque dice la
Palabra de Dios en el libro de Primera de Pedro, en el capítulo 1:3 al 4 RVR
1960: “Bendito el Dios y Padre de
nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer
para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos para
una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible...”, pero ese no
es el punto, el punto es que Dios nos quiere llevar al cielo sin ver muerte… y
es aquí en donde surge la pregunta de los 20 pesos: ¿Qué tenemos que hacer para
irnos al cielo sin ver muerte? Antes de que el Señor me ayude a contestar esta
interrogante, permítame decirle, que el Señor nos está diciendo: “…la siega ha llegado.”, ver Marcos
4:29 RVR 1960, “…ya es tiempo de segar,
pues la cosecha de la tierra está madura.”, ver Apocalipsis 14:15 al 16
NVI, y Yo no tardaré en cumplir esta promesa,
como algunos piensan. Lo
que sucede es que Yo soy paciente porque no quiero que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento, por eso les voy a regalar
unos años más.”, ver Segunda de
Pedro 3:9 PDT, pero el punto es la pregunta: ¿Qué tenemos que hacer para irnos
al cielo sin ver muerte?... por eso me pregunto y le pregunto: ¿Qué tenemos que
hacer? Bueno, para contestar esta interrogante tenemos que abrir nuestras
Biblias en el libro de Génesis, en el capítulo 5:24 RVR 1960, para que el Señor
nos muestre por su bendita misericordia el primer paso que nosotros tenemos que
tomar para irnos con Él sin ver muerte.
“Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció,
porque le llevó Dios.”
Este versículo nos deja ver claramente, que Enoc caminó con Dios y no
que Dios caminó con Enoc, y eso NO es lo mismo, permítame que se lo explique de
la siguiente manera: No es lo mismo que yo lo invite a usted a cenar conmigo a
que usted me invite a mí a cenar con usted, porque si yo lo invito a usted, yo
pago la cuenta, pero si usted me invita a mí, usted paga la cuenta, pero en
ambos casos estamos cenando juntos… Entonces, dice la Palabra en el libro de
Génesis capítulo 5:21 al 22 RVR 1960, que Dios caminó con Enoc 65 años y que
Enoc caminó con Dios 300 años, y esto lo podemos trasladar a la oración, porque
cómo oramos define si Dios está caminando con nosotros o nosotros con Él… Por
ejemplo: Si alguna persona ora diciendo: Señor, me podrías acompañar a la SAT
hoy, por favor, pregunto: ¿Se encuentra caminando en los 65 años, o se
encuentra caminando en los 300 años? En los 65 años, es decir que Dios está
caminando con él… por otro lado, ¿Cómo sería la oración de la persona que está
caminando con Dios? “Abba Padre…”. Me das permiso para acompañarte a la
SAT en este día, por favor. Eso es caminar con Dios... por eso me pregunto y le
pregunto: ¿Será que las personas que emigran a otros países, ya sea legalmente
o ilegalmente antes de salir de su país se arrodillan y le dicen al Señor:
Señor, será Tu voluntad que me monte al avión o la bestia; o será que me tengo
que ir, porque en este país no me está yendo como yo quiero que me vaya?, ¿Será
Señor Tú voluntad, o hago mi voluntad?, ¿Cuántas personas oran así, o emigran
así?, ¿Cuántas personas cambian de trabajo suplicándole a Dios si es Su
voluntad? Y no necesariamente, porque le van a pagar más, ¿De qué le sirve que
le paguen más si ya no lo van a dejar ir a la Iglesia? Porque en ese trabajo se
trabaja hasta los sábados, y los domingos, y los días festivos… pero ese no es
el punto, el punto es que nosotros tenemos que analizar si estamos CAMINANDO
con DIOS, porque ese caminar nos llevará al cielo sin ver muerte... Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció,
pero el libro de los Hebreos nos amplifica un poco más ese relato, en el
capítulo 11:5, y dice: “Por la Fe Enoc
fue trasladado al cielo para que no viera muerte. Entre paréntesis, eso quiere decir que tenemos que caminar
con Fe; y no fue hallado porque Dios lo
traslado; porque antes de ser trasladado recibió testimonio de haber agradado a
Dios.”, y en el siguiente versículo, dice: “Y sin Fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que
se acerca a Dios crea que El existe, y que es remunerador de los que le
buscan.”. Eso quiere decir que si nosotros nos queremos ir al cielo sin ver
muerte como se fue Enoc. Entre paréntesis, Dios se llevó a Enoc al cosmos, es
decir a un planeta y no al cielo, es decir al tercer cielo, porque el contexto
Bíblico nos deja ver claramente, que “Nadie
ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo…”, ver Juan 3:13, ¿Y quién
es el que descendió del cielo? Cristo Jesús… Eso quiere decir que a Enoc y a
Elías se los llevaron a un planeta que estaba poblado por los vivientes que
aparecen en el libro de Génesis capítulo 3:20 RVR 1960… Quizás, alguien se esté
diciendo: ¡A poco!, pero ¿Qué quiere que le predique hermano? De la tierra, NO,
del cielo, “Porque en el cielo está
nuestra esperanza, de donde también ansiosamente esperamos a
un Salvador, el Señor Jesucristo.”, ver Filipenses 3:20, pero el punto es
que SI nosotros nos queremos ir al cielo sin ver muerte tenemos que caminar con
Dios, pero con Fe, porque sin Fe es
imposible agradar a Dios… En otras palabras, tenemos que buscar a Dios
porque Dios es remunerador de los que le
buscan, pero con Fe, ME DI A ENTENDER.
Ahora, miremos Amós capítulo 3:3, Biblia Textual Tercera Edición.
“¿Andarán dos juntos
sin estar de acuerdo?”
Lo que nos está diciendo el profeta, es: ¿Quieren caminar con Dios?
Pónganse de acuerdo con Él… En otras palabras, tenemos que comunicarnos con
Dios, es decir tenemos que conversar con Dios, ¡Y la conversación es mutua! Es
decir yo hablo, Él escucha; Él habla, yo escucho, ¿Sabe que es lo tremendo de
esto? Que existen muchos cristianos y entre ellos ministros que se mofan cuando
alguien dice: Dios me habló… por eso me pregunto: ¿Qué predican? Si la Palabra
dice que Dios nos habla por medio de ella… “Así
que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”, ver Romanos
10:17 RVR 1960. Ah… y también nos dice: “Y
sin fe es imposible agradar a Dios…”, ver Hebreos 11:6, por eso permítame
decirle, que si usted no ha escuchado la voz de Dios, le tiene que decir: Señor
háblame, por favor, aunque sea para regañarme, pero háblame, porque Dios nos
puede hablar de muchas formas… Por ejemplo: dice la Palabra en el libro de
Hebreos, en el capítulo 1:1, que “Dios ha hablado desde hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras
utilizando profetas.”, y en donde
dejamos el Salmos 19:1 al 2 RVR 1960, que dice: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra
de sus manos. Un día emite palabra a otro día, Y una noche a otra noche declara
sabiduría.”… En otras palabras, lo que nos está diciendo el salmista, es:
El firmamento les está diciendo: Dios existe; Dios es grandioso, pero tenemos
que aprender a discernir Su voz, porque la Palabra nos deja ver claramente, que
en el Huerto habían tres voces, es decir la voz de Dios, la voz de la mujer, y
la voz de la serpiente. Entre paréntesis, tenemos que aprender a discernir la
voz de Dios para que no nos suceda lo que le sucedió a Adán ¿Y qué le sucedió a
Adán? “…Por cuanto has escuchado la voz
de tu mujer y has comido del árbol del cual te ordené, diciendo: No comerás de
él, maldita será la tierra por tu causa…”, ver Génesis 3:17. Hermano, es
por eso que yo no escucho la voz de mi mujer, si pero también nos dice la
Palabra que Dios le dijo a Abraham: “…Escucha
la voz de tu mujer…”, ver
Génesis 21:12 Biblia Textual Tercera Edición, así que estamos uno a uno…
Entonces hay que oírla, pero tenemos que filtrar su voz por medio de la Palabra
de Dios… Bienaventurado el hombre que alcanzó
el favor de Adonai, ¿De qué estoy hablando? ¿Quién es el bien y la
benevolencia? La esposa, porque dice la Palabra de Dios en el libro de
Proverbios, en el capítulo 18:22 RVR 1960: “El
que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová.”… por
eso consejo, comencemos a caminar con Dios para que aprendamos a discernir su
voz… Dios nos quiere hablar, pero tenemos que distinguir su voz ¿Y cómo se hace
eso? Primero: Tiene que estar vivificado nuestro espíritu humano; Segundo: Tiene
que estar purificada nuestra alma… Entonces, espíritu vivificado y alma
purificada es = a discernir la voz de Dios… En otras palabras, podremos decir:
Dios me habló, porque NO contradijo Su Escritura, y me dijo: Esto, por eso
Señor háblanos, porque nos queremos poner de acuerdo contigo, y quita de
nuestra vida lo que este interfiriendo para poder OÍR TU VOZ.
Ahora, miremos Génesis capítulo 6:9.
“Estas son las
generaciones de Noé. Noé era un hombre justo, perfecto entre sus contemporáneos;
Noé andaba con Dios.”
Quizás, alguien se esté diciendo: Hermano Juan Carlos, se nos complicó
el caminar con Dios, porque ese versículo está diciendo que el hombre justo es el que camina con Dios,
¿Y quién es justo? NADIE, si la misma Biblia dice: “como está escrito: no hay justo, ni aun uno.”, ver Romanos 3:10.
CIERTO, pero también es cierto, que dice: “Justificados,
pues, por la Fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo.”, ver Romanos 5:1 RVR 1960…Lo que estoy tratando de decir es
que Dios nos ve justos, porque hemos sido justificados por medio de la redención que es en Cristo Jesús, ver
Romanos 3:24… y es por eso que dice la Palabra en el libro de Proverbios
capitulo 24:16 RVR 1960: “Porque siete
veces cae el justo, y vuelve a levantarse; Mas los impíos caerán en el mal.”,
pero lo que me llamó la atención a mí de ese versículo es que Noé era perfecto en sus generaciones,
RVR 1960, y la palabra perfecto es la palabra hebrea Tamiym (H 8549), que habla
de la perfección física y no moral. Entre paréntesis, en esos tiempos casi toda
la población estaba contaminada, ¿Y por qué digo eso? Porque ese capítulo
comienza de la siguiente manera: “Y
aconteció que cuando los hombres comenzaron a multiplicarse sobre la faz de la
tierra, y les nacieron hijas, los hijos de Dios (ángeles), vieron que las hijas (Bath), de los hombres (Adán), eran hermosas, y tomaron para sí mujeres
de entre todas las que les gustaban… y más adelante dice: Había gigantes (Nephiyl), en la tierra en aquellos días, y también
después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les
engendraron hijos. Estos fueron los valientes (Gibborim), que desde la antigüedad fueron varones de
renombre.”… Entonces habían cinco cimientes, es decir los Nephiyl (H 5303),
o gigantes, los Ben (H1121), Elohiym
(H430), o hijos de Dios, los Gibborim
(H 1368), o valientes, y los perfectos
genéticamente, es decir Noé y su
familia, pero ese no es el punto, el punto es que nosotros tenemos que caminar
con Dios para que nuestro ADN trasvase al ADN de Dios, ¿Por qué? Porque Dios
nos va a comparar con nuestros contemporáneos, ¿Y para que nos va a comparar
con nuestros contemporáneos? Entre paréntesis, Dios nos va a comparar con
nuestros contemporáneos porque si nos compara, ya sea con Enoc, o Elías, o el
apóstol Pablo, o el apóstol Juan, nos llevó la Ramona… pero el punto es que a
nosotros nos tienen que comparar con nuestros contemporáneos, y es ahí en donde
nos van a examinar la solvencia moral y ética, porque a todos se nos ha dado la
misma medida, es decir porque a todos se nos ha enseñado lo mismo… por eso
consejo: Busquemos diligentemente caminar con Dios para que nos podamos ir al
cielo como se fue Enoc, ES DECIR SIN VER MUERTE.
Ahora, miremos Apocalipsis capítulo 3:4.
“Pero tienes unos
pocos en Sardis que no han manchado sus vestiduras, y andarán conmigo vestidos
de blanco, porque son dignos.”
Este versículo nos está diciendo claramente, que las personas indignas NO caminarán con el Señor… y
es aquí en donde surge la pregunta de los 20 pesos: ¿Qué es ser indigno? Dice
la Palabra de Dios: Los que coman el pan o beban la copa del Señor indignamente, serán culpables del cuerpo y de la sangre del Señor,
ver Primera de Corintios 11:27... Eso quiere decir hermano… pero antes
permítame decirle, que la palabra indigno proviene de la palabra griega Beliar
(G 955), y de la palabra hebrea Belial (H 1100), que significa: Beliar, un
nombre de Satanás; y Belial, perverso, malo, destrucción, pero el punto es que
nosotros tenemos que ser dignos para caminar con Dios… y dice la Palabra en el
libro de Primera de Samuel, en el capítulo 1 que cuando Ana estaba orando
dentro de su corazón en el templo, Elí, el sacerdote, pensó que Ana estaba
ebria, y le dijo: “¿Hasta cuándo estarás
embriagada? Echa de ti tu vino. Pero Ana respondió y dijo: No, señor mío, soy
una mujer angustiada en espíritu; no he bebido vino ni licor, sino que he
derramado mi alma delante del Señor. No tengas a tu sierva por mujer indigna,
por mujer Belial.”, ver Primera de
Samuel 1:9 al 16… Según estos versículos que acabamos de leer, pregunto: ¿Qué
es ser indigno? Llegar a la Iglesia de Cristo Jesús borracho. Gracias a Dios
hermano que yo no bebo alcohol y por eso no llego borracha a la casa de Dios,
GLORIA A DIOS, pero permítame decirle, que la Palabra también nos deja ver que
los creyentes se pueden embriagar con la estrella llamada Ajenjo, y Ajenjo,
significa: amargura, ver Apocalipsis 8:11… Lo que estoy tratando de decir es
que las personas que llegan a la Iglesia o que pasan amargadas, ya sea en su
casa, o en su trabajo, o en su escuela, o en la calle son personas indignas…
por eso consejo y no mío sino del perito arquitecto de la Iglesia de Cristo
Jesús: “Mirad bien, no sea que alguno
deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os
estorbe, y por ella muchos sean contaminados.”, ver Hebreos 12:15 RVR 1960…
Entonces, ¿Qué tenemos que hacer para caminar con Dios? Echar fuera de nosotros
esa contaminación, llámese: Amargura, es decir aflicción, desconsuelo,
disgusto, sufrimiento, tormento, tristeza… y si por la casualidad de la
casualidad usted ha visitado algún médico para que le quite algún absceso, ponga
su pierna ahí, que lo voy hacer el corte que le sacará todo el material
purulento, pero eso no se queda solamente ahí, porque después le tienen que dar
un antibiótico y un analgésico, me imagino yo… Entonces, ahora viene el Señor y
nos dice: “…los alimentaré con el mejor trigo; y los saciaría con miel silvestre de la Roca
¿Y quién es la Roca? Cristo Jesús.”,
ver Salmos 81:16 NTV… Lo que estoy tratando de decir es que Dios nos quiere
desarraigar de nuestro corazón la amargura, es decir la pena, el tormento, el
desengaño y el dolor por medio de la Roca que emana miel para que comencemos a
caminar de la mano con Él… por eso Señor en el nombre de Jesús, te pedimos, que
envíes Tú miel a nuestras vidas, es decir a nuestros pensamientos, y a nuestros
sueños, y a nuestros corazones para que la amargura y todos sus sinónimos se
alejen de nuestra vida… Señor queremos caminar de la mano contigo.
Ahora, miremos Mateo capítulo 5:25.
“Reconcíliate pronto
con tu adversario mientras vas con él por el camino, no sea que tu adversario
te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel.”
Lo que nos está preguntando ese versículo, es: ¿Quieren caminar con
Dios? Reconcíliate con tu enemigo,
por eso permítame darle una mala noticia: Nosotros vamos a tener enemigos
siempre… Nos van a odiar amistosamente, tenemos un hogar precioso, les va
arder, tenemos un cónyuge hermoso, yo no sé porque los feos se llevan lo mejor…
y hasta un dicho existe, que dice: La suerte de la fea la bonita la desea, pero
eso no es así. Lo que sucede es que esas personas son envidiosas… pero, también
tenemos buenas noticias: “Tú preparás
mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con
aceite; mi copa está rebosando.”, ver Salmos 23:5… Pero, también nos dice
la Palabra: “…Si tu enemigo tiene
hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se
avergüence de su conducta.”, ver Romanos 12:20 NVI… Lo interesante de esto
es que Dios nos deja ver claramente por medio de esos versículos que NO nos
enviará a pedirles nada y nada es nada a nuestros enemigos… por eso consejo:
pongámonos de acuerdo con nuestros enemigos, porque Dios nos quiere bendecir
por medio de ellos… Hermano deje de estar hablando tonterías… yo no estoy
hablando tonterías, yo Juan Carlos Bonilla Guerrero estoy hablando lo que dice
la Palabra, ¿Y qué dice la Palabra? Dice: “por
el Dios de tu padre que te ayuda, y por el Todopoderoso que te bendice con
bendiciones de los cielos de arriba, bendiciones del abismo que está abajo…”,
ver Génesis 49:25… Dios nos quiere bendecir por medio de nuestros adversarios,
pero eso no quiere decir que nosotros nos tenemos que hacer de enemigos, por
eso permítame decirle, que nosotros NO podemos vivir peleando todo el tiempo,
tenemos que reconciliarnos; Tenemos que vivir en paz con todos, ¿Cuántos queremos vivir en paz?, ¿Cuántos queremos
al Dios de paz?, ¿Cuántos queremos que el Dios de paz aplaste a satanás debajo
de nuestros pies? Entonces, ¿Qué tenemos que hacer? Caminar con Dios, porque
sus caminos permitirán que sus pensamientos fluyan en nuestros pensamientos, es
decir pensamiento de bien, de alegría, de gozo, de felicidad y de paz... La paz
que nos hará caminar de la mano con Dios… La Paz que nos hará reconciliar con
nuestros adversarios o enemigos, familiares, amigos, y el prójimo, y con todos
los demás...
Ahora, miremos Isaías capítulo 40:31.
“pero los que esperan
en el Señor renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas,
correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.”
Este versículo nos deja ver claramente, que nosotros tenemos que
depositar nuestras cargas, es decir nuestra confianza, en el Señor, ¿Para qué?
Para que podamos caminar de la mano con Él sobre esta bendita tierra, es decir
para que nos renueve las fuerzas, es decir para que podamos caminar y correr,
es decir para que NO nos cansemos o fatiguemos… Lo que estoy tratando de decir
amado hermano es que nosotros tenemos que esperar en el Señor para que nuestra
caminata sea sin astillo y sin cansancio, es decir para que no nos agotemos…
por eso permítame decirle, que cuando usted mire injusticias, o perversidad, o
perversión, o cosas semejantes. Usted que está caminando de la mano del Señor,
podrá decir: Yo sé que sé que mi redentor vive… yo sé que sé que el Señor ha de
venir y yo lo estoy esperando. La Palabra nos dice que nosotros nos tenemos que
animar, “Por lo tanto, anímense unos a
otros con estas palabras, con estas enseñanzas dice la versión TLA.”, ver Primera de Tesalonicenses 4:18
NVI . Ah… y también nos dice anímense diciendo: Maranatha (palabra aramea), es
decir con los tres tiempos de Cristo, es decir Cristo vino, Cristo está aquí y
Cristo viene, Maranatha.
Por eso quisiera terminar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo,
que nosotros vamos a caminar de la mano del Señor, porque estamos de acuerdo
con Él… Que nosotros vamos a caminar de la mano del Señor, porque tenemos Fe…
Que nosotros vamos a caminar de la mano del Señor, porque somos perfectos entre
nuestros contemporáneos… Que nosotros vamos a caminar de la mano del Señor, porque
somos dignos… Que nosotros vamos a caminar de la mano del Señor, porque nos
sabemos reconciliar con nuestros adversarios, con nuestros familiares, con
nuestros amigos, y con el prójimo, y con todos los demás… Que nosotros vamos a
caminar con el Señor, porque lo estamos esperando ansiosamente… Lo que estoy
tratando de decir es que nosotros tenemos que buscar con ahínco, es decir con
empeño y eficacia los pasos antes mencionados, porque el Señor es remunerador de los que le buscan, de los que lo buscan de verdad, y en
este caso de irnos sin ver muerte… por eso consejo: Caminemos, caminemos,
caminemos de la mano con el Señor, ¡MARANATHA!
Ahora, permítame interceder por usted…
“Abba Padre…” En el nombre de
Jesús ten piedad de nosotros y de nuestro núcleo familiar. Señor en el nombre
de Jesús te suplicamos, te rogamos, por favor, que toques nuestro núcleo
familiar con Tu Santo Espíritu… Señor tócalos para que se conviertan o para que
regresen en pos de Ti, “Atráeme en pos
de ti. ¡Corramos!”, ver Cantares 1:4 RVA 2015… Señor, Señor, Señor,
tócanos, tócanos, tócanos… Toca a nuestros familiares que se han alejado de Ti
y atráelos con lasos de amor y con lasos de misericordia, NO los dejes ir, NO
los dejes ir, NO los dejes ir... Atráelos hacia Ti Señor, por favor… Señor en
el nombre de Jesús te ruego que toques los corazones de las personas que están
presentes, y que todavía no han abierto su corazón en plenitud hacia Ti… Señor
en el nombre del que se doblará toda rodilla que está en el cielo, y en la tierra y debajo de la tierra, enviamos
una palabra de bendición a los que se encuentran leyendo nuestro Blog para que
ellos también sean conmovidos y tocados por Ti…
Señor en el nombre de Jesús, en este momento, ponemos nuestro corazón en
Tus manos para que Tú Señor lo guíes en pos de Ti, por eso te pedimos en el
nombre de Jesús que nos ayudes a no apartarnos de Ti, a no separarnos de Ti…
por eso Señor en este momento te pido, por favor, que bendigas nuestras vidas y
la vida de nuestra familia y la vida de todos los que estén al alcance de mi
voz con esa hermosa bendición que nos dejaste en el libro de los Salmos
capítulo 23, que dice: “El Señor es mi
pastor, nada me faltará. En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a
aguas de reposo me conduce. El restaura mi alma; me guía por senderos de
justicia por amor de su nombre. Aunque pase por el valle de sombra de muerte,
no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden
aliento. Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has
ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la
misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor
moraré por largos días.”… Señor en el nombre de Jesús te ruego, que abras
nuestros corazones, que abras nuestros corazones, que abras nuestros corazones
para que podamos escuchar Tú voz. Esa voz que necesitamos escuchar para poder
seguir Tus pensamientos y Tus caminos y no los nuestro, porque dice Tu Palabra:
“Hay caminos que al hombre le parecen derechos; Pero su fin son caminos de
muerte.”, ver proverbios 14:12 RVR 1960… Señor en el nombre de Jesús te
pedimos y te suplicamos que NO nos dejes ir, Atráenos en pos Ti, por favor Señor NO nos dejes ir nunca, nunca,
nunca de Tú lado y de Tú presencia.
Amén, Amén y Amén.
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo
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