IGLESIA HABLEMOS DE DIOS
LA BIBLIA NOS HABLA:
“En el principio existía el Verbo, y el Verbo
estaba con Dios, y el Verbo era Dios.” (Juan 1:1)
En este día quisiera
comenzar esta maravillosa enseñanza del Señor preguntando: ¿Creemos en Dios?, ¿Confiamos
en Dios? Entonces, si creemos en Dios y confiamos en Dios, pregunto: ¿Le obedecemos
a Dios?... y es aquí en donde surge la pregunta de los 20 pesos: Según este
versículo que acabamos de leer, pregunto: ¿Quién es Dios? El Verbo, ¿Y quién es
el Verbo? Jesús, ¿Y qué es Jesús? Dice la Palabra de Dios en el libro de Isaías,
en el capítulo 9:6: “Porque un niño nos
ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre sus hombros;
y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno,
Príncipe de Paz.”... Entonces, según este maravilloso versículo que
acabamos de leer, pregunto: ¿Qué es Jesús? Virtudes, es decir Admirable Consejero, Dios Fuerte, Padre
Eterno, y Príncipe de Paz, RVR
1960… Este versículo nos deja ver claramente, que cuando nosotros nos
encontremos en obediencia podremos reconocer las virtudes de Dios, es decir del
Verbo, es decir de Jesús, y lo tremendo de esto hermano, es que esas virtudes
pueden venir sobre nosotros, es decir que cuando nosotros decimos que el Verbo
es Admirable, sus maravillas vienen
a nosotros; Cuando decimos que el Verbo es Consejero,
sus consejos vienen a nosotros; Cuando decimos que el Verbo es Dios fuerte, su fortaleza viene sobre
nuestras debilidades. Entre paréntesis, fue por eso que el Señor le dijo al
apóstol Pablo, y nos dice a nosotros: “…Te
basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad…”, ver
Segunda de Corintios 12:9… Ahora, volviendo al punto: cuando decimos que el
Verbo es Padre Eterno, Él suple
todas nuestras necesidades, y es aquí amado hermano en donde nos damos cuenta
si la bendición que estamos recibiendo viene directamente de Dios o fue porque
Dios le permitió al diablo que nos bendijera, ver Mateo 4:8 al 10, y por último:
cuando decimos que el Verbo es Príncipe
de Paz, su Paz desciende sobre nosotros… y su Paz NO es como la que el
mundo nos da, y que es a través de pastillas, o de rejas, o de guaruras, es decir
a través de cosas superficiales y pasajeras… Paz no es un sentimiento de
tranquilidad, Paz es que todo esté en orden conforme a la voluntad de Dios.
Entonces, ¿Quién es Dios? El Verbo ¿Y qué espera el Verbo de nosotros? Quizás,
alguien se esté diciendo: Hermano Juan Carlos, yo creo que usted esta vez formuló
mal la pregunta, porque Dios espera muchas cosas de nosotros, PODRÍA SER, por
eso permítame decirle, que las muchas cosas que Dios espera de nosotros las
podemos resumir como lo dice el salmista Marcos Brunet, y que dijo:
Antes que la lámpara
se apague. Antes que los ojos se cierren. Antes que el fuego se acabe. Y todo
esté perdido. Solo en apariencias. Se escucha una voz en el silencio
Samuel, Samuel.
Despiértate, despiértate.
Samuel, Samuel. No
vayas al hombre corre hacia mí. Y yo te mostrare lo que está por venir. Solo
quédate conmigo, quédate conmigo.
Estoy buscando una
generación. Que no juegue con lo santo. Y que no venda mis tesoros.
Estoy buscando una
generación. Que me preste sus oídos. Y se interese en mi corazón.
Gente que crece en el
secreto. Yo recompenso en público.
Samuel, Samuel.
Despiértate. Hay mucho que hacer.
Samuel, Samuel. No vayas
al hombre, corre hacia mí. Y yo te mostrare lo que está por venir. Solo quédate
conmigo, quédate conmigo.
Quédate conmigo,
quédate conmigo. Y hazme oír tu voz. Solo quiero oír tu voz...
Entonces, ¿Qué quiere el Señor de nosotros? ¿Qué espera el Señor de
nosotros? Que NO dejemos caer a tierra ninguna
de sus Palabras, como lo hacía Samuel, ver Primera de Samuel 3:19 RVR 1960.
Entre paréntesis, Samuel fue un profeta, Samuel fue el ultimo juez que tuvo el
pueblo de Israel, y Samuel significa: Aquel que escucha a Dios, pero ese no es
el punto, el punto es que Dios, es decir el Verbo, es decir Nuestro Señor
Jesucristo espera que nosotros crezcamos, “…en
estatura y en gracia para con el Señor y para con los hombres.”, ver
Primera de Samuel 2:26, ¿Para qué? Para “…que
alcancemos la unidad propia de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, ¿Para qué? Para que seamos personas cabales; y para que alcancemos, en madurez y plenitud la talla de Cristo.”, ver
Efesios 4:13 BLP… En otras palabras, para que alcancemos la purificación. Entre
paréntesis, recuerda como nos purifica Dios: Según el libro de Malaquías
capítulo 3:3: con fuego. Quizás alguien se esté diciendo: hermano Juan Carlos
porque nos purifica Dios por medio del fuego… Escuche: porque por medio del fuego el reinicia algo que esté mal en nuestra vida
¿Y por qué digo eso? Porque Él dijo: “…jamás
entrará a la nueva Jerusalén nada
inmundo, ni el que practica abominación y mentira sino sólo aquellos cuyos
nombres están escritos en el libro de la vida del Cordero... y es aquí en
donde surge la pregunta de los 20 pesos:
¿Qué cree usted que quiere el Señor para nuestra vida? Que miremos, que
entremos y que heredemos Su reino.”,
ver Apocalipsis 21:27… Entonces, lo que quiere el Señor es refinar nuestras
inmundicias a través del fuego para que entremos
en Su reino… y esto no lo digo
yo Juan Carlos Bonilla Guerrero, lo dice el apóstol Pablo en el libro de los
Hechos capítulo 14:22, y dice: “…Es
necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.”,
pero ese no es el punto, el punto es que nosotros tenemos que alcanzar diligentemente
la santidad, es decir la OBEDIENCIA ¿Para qué?, en primer lugar, para que
ayudemos en su obra ¿Y por qué digo eso? Porque dice la Palabra de Dios en el
libro de Marcos, en el capítulo 16:15: “…Id
por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.”… y en segundo
lugar, para que alcancemos el arrebatamiento, ver Primera de Corintios 15:51 al
52 y Primera de Tesalonicense 4:13 al 18, ¿Y por qué digo eso?, en primer
lugar, porque dice la Palabra en el libro de Hebreos capítulo 12:14 NTV: “Esfuércense por vivir en paz con todos y
procuren llevar una vida santa, porque los que no son santos no verán al
Señor.”… y en segundo lugar, porque dice la Palabra en el libro de Primera
de Juan capítulo 2:28: “Y
ahora, hijos, permaneced en Él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza
y no nos apartemos de Él avergonzados en su venida.”.
En otras palabras, lo que quiere el Señor es que usted y yo le
entreguemos nuestro corazón, llámese: sentimientos y emociones; Nuestra alma, llámese:
carnalidad, es decir debilidades; Nuestra mente, llámese: pensamientos, y sobre
todo quiere que le entreguemos nuestras fuerzas, llámese: el superyó, es decir
nuestro superego, ver Marcos 12:30 RVR 1960, Amén.
Entendieron, entonces
si entendieron que nos está diciendo el Señor: Nos está diciendo, en primer
lugar, busquen el reino de Dios y su
justicia, ver Mateo 6:33, porque los que buscan el reino de Dios y su
justicia, quieren ser personas intachables y rectas, temerosas de Dios, y apartadas del mal,
ver Job 1:8… y en segundo lugar, nos está diciendo: busquen gloria y honra é inmortalidad, la vida eterna, porque los que buscan
estas cuatro cosas recibirán la honra y la gloria que Dios derramó sobre su
Hijo Unigénito, llámese: Resurrección… y es aquí en donde surge la pregunta de
los 20 pesos: ¿Cómo hacemos para obtener la honra del cielo? BUSCANDO HONRA ¿Y
cómo la buscamos? Como dice el versículo 7 del capítulo 2 del libro de Romanos:
A los que hicieron lo bueno, TLA… En
otras palabras, la honra se busca honrando a Dios, porque Dios es lo bueno, ver Romanos 2:7 RVR 1906… y
en tercer lugar, nos esta diciendo: busquen los mejores dones, porque los que están buscando los mejores dones quieren edificar su
cuerpo en el cuerpo de Cristo, ver Primera de Corintios 12:31 PDT… y en cuarto
lugar, nos está diciendo: busquen la paz
con todos y la santidad, porque los que están buscando la santidad quieren ver la venida del Señor, ver Hebreos 12:14, ¿Qué
venida? La venida en secreto, ME DI A ENTENDER. Entonces, si me di a entender, ¿Que
dije? Dije: nuestra revelación tiene que ser progresiva, ¿Para qué? Para que
nuestra santidad progrese… Lo que estoy tratando de decir es que nosotros
tenemos que pasar del Atrio al Lugar Santo y del Lugar Santo al lugar Santísimo…
permítame, que se lo explique por medio del tabernáculo de Moisés. Escuche: cuando
algún israelita se iba a enfrentar al Señor tenía que ingresar por la puerta
del Atrio al Atrio llevando un animalito para expiar sus pecados en el altar
del holocausto, pero el punto es la revelación progresiva, por eso permítame
decirle, que cuando alguien se quiere convertir al Señor tiene que entrar por
la puerta del Atrio al Atrio para obtener la revelación. Entre paréntesis,
¿Quién es la puerta? Dice la Palabra en el libro de Juan capítulo 10:9: que Cristo
Jesús es la puerta, pero el punto es que el inconverso tiene que entrar al
Atrio, porque en el Atrio se encuentra el altar del holocausto que le va a dar
la revelación de que Cristo, es: “…el
Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”, ver Juan 1:29, pero tiene
que seguir progresando ¿Por qué? Porque necesita llegar a la presencia de Dios,
por eso, del holocausto tiene que pasar a la fuente de bronce, es decir a la
pila del agua, porque eso tipifica el bautizo. Entonces, ya conoció a Cristo y
si ya conoció a Cristo se tiene que bautizar en agua, porque el bautizo en agua
le va a dar la apertura para entrar al Lugar Santo ¿A qué? A que lo ilumine el
candelero, es decir el fuego que provenía del holocausto, es decir el fuego que
provenía del cielo, es decir de Cristo ¿Para qué? Para que le ilumine la mesa
del pan ¿Y quién es el pan? Dice la Palabra en el libro de Juan capítulo 6:35:
que Jesús dijo y aun nos sigue diciendo: “…Yo
soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí
nunca tendrá sed.”, pero el punto es que el candelero le va a iluminar la
mesa del pan ¿Y que representa el pan? La Biblia, porque en la mesa se encuentran
dos grupos de seis panes, y visto desde arriba es 6 y 6, es decir 66 y 66
libros tiene la Biblia, pero el punto es que la revelación que le dé la Palabra
de Dios le va a permitir entrar al altar del incienso, ¿Y que representa el
altar del incienso? Las oraciones de los
santos, ver Apocalipsis 5:8… Lo que estoy tratando de decir es que la Palabra y las
oraciones, o mejor dicho que el bautizo del Espíritu Santo le permitirán al
nacido de nuevo que progrese su revelación, porque el bautizo del
Espíritu Santo lo catapultará al Lugar Santísimo y en el Lugar Santísimo el Señor
le mostrará por medio del Espíritu Santo que puede entrar “…confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y
hallar gracia para el oportuno socorro.”, ver Hebreos 4:16 RVR 1960, ¿Y por
qué digo eso? Porque dice la Palabra de Dios en el libro de Levítico, en el
capítulo 16:2 NTV, que en el Lugar Santísimo se encuentra el arca del pacto y
que sobre el arca del pacto se encuentra la tapadera que se llama kappóreth, ¿Y
qué es la Kappóreth? La Kappóreth es el lugar en donde se sienta Dios, es decir
el propiciatorio, es decir el expiatorio, es decir el lugar del perdón, es
decir The mercy seat… En otras palabras, el asiento de la misericordia, ME DI A
ENTENDER. Entonces, si me di a entender que dije amado hermano. Dije: La
revelación tiene que ser progresiva… En otras palabras, tenemos que “…seguir creciendo en sabiduría y estatura, para que gocemos del favor de Dios y de los hombres.”, ver Lucas 2:52 DHH… Por eso.
Escuche, con mucha mayor atención lo que nos dice el perito arquitecto de la Iglesia
de Cristo Jesús:
“Hermanos, la sangre
que Jesús derramó al morir nos permite ahora tener amistad con Dios, y entrar con
toda libertad en el lugar más santo. Pues cuando Jesús murió, abrió la cortina
que nos impedía el paso. PERO AHORA JESÚS ESTÁ VIVO, y por medio de Él podemos
acercarnos a Dios de un modo nuevo y distinto.”, ver Hebreos 10:19
al 20 TLA. En otras palabras, lo que nos está diciendo el perito arquitecto de
la Iglesia de Cristo Jesús, es: “De modo
que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he
aquí todas son hechas nuevas.”, ver Segunda de Corintios 5:17 LBLA y RVR
1960… La Biblia traducción en Lenguaje Actual, dice: “Ahora que estamos unidos a Cristo, somos una nueva creación. Dios ya
no tiene en cuenta nuestra antigua manera de vivir, sino que nos ha hecho
comenzar una vida nueva. Y todo esto viene de Dios. Antes éramos sus enemigos,
pero ahora, por medio de Cristo, hemos llegado a ser sus amigos, y nos ha
encargado que anunciemos a todo el mundo esta buena noticia: Por medio de
Cristo, Dios perdona los pecados y hace las paces con todos.”… Esto es
tremendo y es tremendo amado hermano, porque el Señor Jesucristo dijo y aun nos sigue
diciendo: “ya no los llamo siervos,
porque el siervo no sabe lo que hace su amo. Los llamo mis amigos, porque les
he dado a conocer todo lo que mi Padre me ha dicho.”, ver Juan 15:15 DHH,
Amén.
Por eso, quisiera
terminar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo, que el Verbo es el camino, y la verdad, y la vida, ver
Juan 14:6; Que el Verbo es la luz del
mundo, ver Juan 8:12; Que el Verbo es
el autor y consumador de la fe, ver Hebreos 12:2 RVR 1960; Que el Verbo es la estrella de la mañana, ver
Apocalipsis 2:28 RVR 1960… y también, es: nuestro Nuevo Amanecer, nuestro
Principio y Fin, nuestro Rey de reyes, nuestra Roca, nuestro Buen Pastor, nuestro
Pan de la Vida y nuestra vid verdadera y nosotros los sarmientos… Entre paréntesis,
tenemos que permanecer injertados a la Vid verdadera, porque separados de Él nada
podemos hacer, ver Juan 15:5 al 6… Lo que estoy tratando de decir es que Dios es el
Gran Yo Soy, es decir el dador de la
vida, ver Éxodo 3:14 y Primera de Timoteo 6:13… Lo que estoy tratando de decir
es que nosotros tenemos que acercarnos al trono de la gracia confiadamente a
pedirle al Señor de Su gracia, porque Su gracia es lo único que nos permitirá
buscarlo y encontrarlo, “Una cosa he pedido
al Señor, y ésa buscaré: que habite yo en la casa del Señor todos los días de
mi vida, para contemplar la hermosura del Señor, y para meditar en su templo.”,
ver Salmos 27:4… Lo que estoy tratando
de decir es que en Dios vamos a encontrar nuestro propósito, nuestro significado
y nuestra satisfacción ¿Y por qué digo eso? Porque la Palabra nos deja ver claramente, que
los seres humanos fuimos creados para relacionarnos con Dios y para relacionarnos
unos con otros… por eso permítame decirle, que nosotros tenemos que buscar a
Dios. Claro, que Dios es el que pone el
querer y el hacer, es decir que Dios es el que permite que lo busquemos y que lo encontremos,
pero el punto es que SI nosotros NO buscamos a Dios, ¿Cómo podremos conocerlo?
¿Cómo vamos a experimentar la vida que nos da? Sin buscarlo a Él, ¿Cómo vamos a
entender su inmenso amor y su propósito?... “Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo CORAZÓN.
“Me dejaré hallar de vosotros”, declara el Señor…”, ver Jeremías 29:13 al
14, por eso permítame decirle hermano, que mis generaciones y yo adoramos y adoraremos
en Espíritu y en Verdad al Señor, porque yo
y mi casa servimos y serviremos a
Jehová, ver Josué 24:15… y esto lo deseo y lo declaro con todo mi corazón
para todos los presentes y para todos los que están leyendo nuestro Blog…
Por eso. Así nos dice
el Señor: Tienen que crear un ambiente de adoración en nuestra Iglesia y en
nuestro hogar… Yo sé que sé que Tú Señor le das hogares a los desamparados, por
eso permítame declarar en este instante por todos nosotros: Señor queremos
hacerte un hogar en nuestros corazones, porque al hacerlo haremos un hogar en
nuestra casa y al hacerlo haremos Tu hogar aquí en la tierra… Hermanos, tenemos
que hacer un hogar en cada una de nuestras casas para que el fuego de Dios NO
se extinga, para que el fuego de Dios permanezca encendido como permaneció
encendido en la zarza en el monte Horeb, en el monte de Dios, ver Éxodo
3:1 al 3, por eso Abba Padre, te
damos gracias, porque el fuego que estás encendiendo en este momento jamás se extinguirá,
jamás se extinguirá, jamás se extinguirá… por eso clamemos: Ven a habitar, no
queremos solo una visita. Ven a disfrutar Tú eres adorado en este lugar. Ven a habitar,
no queremos solo una visita. Ven a disfrutar Tú eres adorado en este lugar…
Señor te pedimos, te suplicamos, te rogamos, que habites en nuestro hogar dulce hogar, Señor Tú nos lo prometiste. Señor
Tú No nos prometiste una visita. Claro, que también sé que sé que Tú nos
dijiste: “He aquí, yo estoy a la puerta
y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él,
y él conmigo.”, ver Apocalipsis 3:20 RVR 1960, pero también sé que sé Señor
que Tú dijiste y nos dijiste: “…el que
comenzó en ustedes la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús.”, ver Filipenses 1:6, y Tú Señor “…no eres hombre para que mienta, Ni hijo de hombre
para que se arrepienta…”, ver Números 23:19 RVR 1960… Entonces, Tú promesa
es habitar entre nosotros. Así que te pedimos con todo respeto Señor: Ven a
cumplir Tú promesa ahora, porque nosotros te necesitamos Papá.
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo
Comentarios
Publicar un comentario
Que este tema sea de edificación para tu vida, gracias por tus comentarios!