LA GRACIA EN LA VIDA FAMILIAR
LA BIBLIA NOS HABLA:
“Mirad bien de que nadie deje de alcanzar la
gracia de Dios; de que ninguna raíz de amargura, brotando, cause dificultades y
por ella muchos sean contaminados.” (Hebreos 12:15)
En este día quisiera comenzar esta maravillosa enseñanza del Señor de
señores y Rey de reyes diciendo, que existen muchas evidencias alrededor de
nosotros que nos advierten que la familia se está muriendo lentamente ante
nuestros propios ojos, ya sea por medio del amor libre, o por medio de la
liberación femenina, o por medio de la esterilización, o por medio de los
derechos de los niños, o por medio de la violencia intrafamiliar, o por medio
de la infidelidad, o por medio del divorcio, o por medio de la liberación
sexual, o por medio de los homosexuales, o por medio de los matrimonios homosexuales…
En otras palabras, estamos viendo la formación de la soga que ahorcará a la
familia… En otras palabras, estamos viendo que se está cavando su tumba y la
mayoría de nosotros parece que lo aprobamos y estamos contentos… por eso me
pregunto y le pregunto: ¿Si la familia llegara a desaparecer? ¿Quién criara a
los hijos? ¿Quién les enseñará a socializar? ¿Quién les enseñará los valores
morales y espirituales? ¿Quién lo hará?... por otro lado, me pregunto y le
pregunto: ¿Se podrá salvar a la familia aun? SI ¿Cómo? Por medio de Dios, es
decir por medio de su bendita Palabra y de su bendita gracia. La gracia que nos
hará… pero antes permítame decirle, que la gracia del Padre nos fue dada en la
eternidad, ver Segunda de Tesalonicenses 2:16 NTV, y como teníamos que seguir
creciendo en gracia luego nos fue dada la gracia del Hijo cuando se manifestó
en la tierra la gracia salvadora. La gracia por la cual somos salvos, ver Lucas
2:11 y Efesios 2:8 al 9, y luego vino la gracia del Espíritu Santo que se le conoce
como la gracia futura, o mejor dicho como la gracia presente que nos traerá la
revelación de nuestro Señor Jesucristo, es decir la revelación que transformará
nuestra vida y la vida de nuestra amada familia, ver Primera de Pedro 1:13 NVI…
Lo que estoy tratando de decir hermano, es que la gracia del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo tiene que repercutir en nuestros hogares y para eso tenemos que
ser llenos de Su gracia. “Por tanto,
ceñid vuestro entendimiento para la acción; sed sobrios en espíritu, poned
vuestra esperanza completamente en la gracia que se os traerá en la revelación
de Jesucristo.”, ver Primera de Pedro 1:13… Este versículo nos deja ver
claramente, que nosotros tenemos que ser llenos de la gracia del Espíritu Santo
para que se manifieste en nuestra vida, porque al manifestarse en nuestra vida
se manifestará en cada miembro de nuestra bendita familia, por eso permítame
decirle, que nosotros tenemos que hallar gracia ante Dios y ante los hombres ¿Por
qué digo eso? Porque dice la Palabra en el libro de Proverbios capítulo 3:4 RVR
1960: “Y hallarás gracia y buena opinión
Ante los ojos de Dios y de los hombres.”… Ejemplo Bíblico, dice la Palabra
en el libro de Nehemías capítulo 2:1 al 8, que Nehemías halló gracia delante del
rey Artajerjes para que lo enviara a Judá, a la ciudad de los sepulcros de sus
padres, a reedificar las puertas de la fortaleza que está junto al templo, y la
muralla de la ciudad, y la casa que él iba a HABITAR.
Los cristianos
estamos obligados a tener una vida sobrenatural, si no lo logramos, corremos el
peligro de tener una vida religiosa, es decir legalista… Lo que estoy tratando
de decir es que SI en nosotros comienza a fluir la gracia del Padre, y la
gracia del Hijo, y la gracia del Señorío del Espíritu Santo habrá una
espontaneidad en nuestra vida, y en nuestras oraciones, y en el culto racional hacia
el Señor Dios… Lo que estoy tratando
de decir hermano, es que la rutina y la religiosidad son algunos enemigos que pueden
habitar en nuestro hogar… Lo que estoy tratando de decir amado hermano, es que
nuestra casa tiene que ser atendida de una manera sobrenatural, y sin lugar a
dudas, en el Señor Jesucristo hay oportunidad para tener un hogar sobrenatural,
un hogar lleno de Su gracia… por eso, mejor abramos nuestras Biblias en el
libro de Primera de Samuel, en el capítulo 2:26, para que el Señor nos muestre por
su bendita misericordia la gracia que debe de habitar, que debe de morar en
NUESTRA VIDA FAMILIAR.
“Y el niño Samuel crecía en estatura y en gracia
para con el Señor y para con los hombres.”
Este versículo nos muestra por lo menos ocho gracias, que le debemos de pedir y de suplicar al Padre
en el nombre de su Hijo unigénito para que las derrame en NUESTRA VIDA FAMILIAR:
1.- PRIMERA GRACIA: ANTE EL YERNO… y la Palabra nos
dice:
“Pero Labán le respondió: Si ahora he hallado
gracia ante tus ojos, quédate conmigo; me he dado cuenta de que el Señor me ha
bendecido por causa tuya.” (Génesis 30:27)
Seguramente, nosotros
los casados tuvimos que hallar gracia ante nuestros suegros, pero de la misma
forma, escuchen padres: tenemos que hallar gracia ante nuestros yernos… Padres,
tenemos que aceptar que nuestros hijos y que nuestras hijas se van a ir de nuestra
casa el día que contraigan matrimonio, ver Génesis 2:24… El desprendimiento de
nuestros hijos, tanto hombres como mujeres, es muy difícil de afrontar, por eso
permítame decirle con todo respeto a nosotros los padres: Tenemos que encontrar
la gracia ante el Señor, porque la gracia de Dios nos ayudará, en primer lugar, a aceptar a la nueva persona
que formará parte de nuestra familia… y en segundo lugar, porque la gracia de Dios nos ayudará a desprendernos
de nuestros hijos e hijas… Lo que estoy tratando de decir es que usted y yo tenemos
que crecer en gracia ante los hombres y que la gracia se tiene que manifestar
en dos vías, es decir que los padres tenemos que hallar gracia ante los yernos,
y que los yernos tienen que suplicarle al Señor, para que les ayude a encontrar
gracia ante los ojos de sus suegros ¿Para qué? Para que puedan ser aceptados y
reconocidos como parte de la familia.
2.- SEGUNDA GRACIA: ANTE EL HERMANO… y la Palabra nos
dice:
“Tengo bueyes, asnos y rebaños, siervos y
siervas; y envío a avisar a mi señor, para hallar gracia ante tus ojos.” (Génesis 32:5)
Padres tenemos que buscar y vivir bajo la gracia del Señor para que podamos resolver todas las
diferencias familiares. Hermanos tenemos que hallar gracia ante cada miembro de
nuestra familia, ¿Cómo? Escuchándolo, hablando, aceptándolo, perdonándolo y pidiéndole
perdón, porque la falta de perdón le permite al resentimiento que habite en el
hogar. Entre paréntesis, perdón significa: borrón y cuenta nueva… Existen familias
que se encuentran divididas, ya sea porque no han aprendido a medir bien sus
palabras, o porque no han aprendido a escuchar antes de responder, o porque no
han aprendido a respetar los atributos o las características propias de cada
miembro de su familia… Dios quiere que por medio de su gracia encontremos la
reconciliación... Dice la Palabra que Esaú se resintió con su hermano Jacob,
pero también dice que Jacob con regalos conmovió el corazón de Esaú hallando
gracia en su hermano, ver Génesis 33:4 al 11… Lo que estoy tratando de decir es
que si por la casualidad de la casualidad llegamos a pelear con algún miembro
de nuestra familia, llámese: padre o madre, hermano o hermana, o con otro miembro
familiar, llámese: extenso o extendido, a tal grado que nos enemistemos, escuche:
tenemos que reconciliarnos como lo hizo Jacob con su hermano Esaú para que
podamos hallar gracia delante de Dios y delante de los hombres, y eso fue lo
que le sucedió a Daniel, porque dice la Palabra en el libro de Daniel capítulo
1:1 al 9, que cuando Daniel se propuso
en su corazón NO contaminarse con los
manjares del rey ni con el vino que el rey bebía, le pidió al jefe de
los oficiales que le permitiera no contaminarse, pero lo tremendo se
encuentra en el versículo 9, y dice: “Dios
le concedió a Daniel hallar favor y
gracia ante el jefe de los oficiales.”… Lo que estoy tratando de decir es
que si nosotros nos peleamos con algún miembro de nuestra familia nos tenemos
que reconciliar, porque si no nos reconciliamos NO hallaremos gracia ante Dios y ante los hombres, ¿Y por qué digo eso? Porque dice la Palabra, en
primer lugar, en el libro de Mateo capitulo 6:14 DHH: “…Si ustedes perdonan a otros el mal que les han hecho, su Padre que
está en el cielo los perdonará también a ustedes.”… y en segundo lugar, nos
dice en el libro de Proverbios capítulo 17:9 NVI: “El que perdona la ofensa cultiva el amor; el que insiste en la ofensa
divide, separa, aparta a los amigos o
a los hermanos.”, Amén.
3.- TERCERA GRACIA: ANTE EL HIJO… y la Palabra nos
dice:
“Cuando a Israel se le acercó el tiempo de
morir, llamó a su hijo José y le dijo: Si he hallado gracia ante tus ojos, por
favor, pon ahora tu mano debajo de mi muslo y trátame con misericordia y
fidelidad: Por favor, no me sepultes en Egipto.” (Génesis 47:29)
Este versículo es
tremendo y es tremendo amado hermano, porque nos deja ver claramente a los
padres, que nosotros posiblemente NO logremos algunas cosas que anhelábamos
hacer y quienes las van a terminar son nuestros hijos… por eso consejo:
Busquemos diligentemente la gracia del Señor
Dios, porque al encontrar su gracia hallaremos gracia ante nuestros hijos y
nuestros hijos hallarán gracia en sus hijos… Sabía usted que en los Estados
Unidos de Norte América existe una estadística que dice que la tercera
generación pierde la fortuna que heredó de la primera generación, y es por eso,
que los ministros del Señor tenemos que hallar gracia ante nuestros hijos
espirituales para continuar en la misma línea de trabajo espiritual.
4.- CUARTA GRACIA: PARA AYUDAR A LOS SUEGROS… y la Palabra nos
dice:
“Y Rut la moabita dijo a Noemí: Te ruego que me
dejes ir al campo a recoger espigas en pos de aquel a cuyos ojos halle gracia.
Y ella le respondió: Ve, hija mía.” (Rut 2:2)
Al estudiar el capítulo
anterior de este capítulo, nos damos cuenta que Rut se pudo haber quedado en su
país, porque sus padres aún vivían... Sin embargo, ella decidió quedarse con su
suegra Noemí quien era una hija de Dios para evitarle que pasara la vergüenza de
recoger las espigas en los campos de trigo... En otras palabras, para trabajar
por el sostén de las dos. Entre paréntesis, Rut halló gracia ante Dios y ante su
suegra por lo que hizo… Lo que estoy tratando de decir es que los yernos y las
nueras tenemos que ayudar a nuestros suegros en el sustento económico y
espiritual, porque al ayudarlos hallaremos gracia ante Dios y delante de los
hombres cuando se manifieste nuestro sacrificio… y recuerde, lo que dice la Palabra
en el libro de Segunda de Samuel capítulo 2:30 NVI: “…Yo, el Señor, Dios de Israel, lo afirmo. Yo honro a los que me
honran, y humillo a los que me desprecian.”, pero también recuerde lo que
nos dice el Señor Jesucristo: “…cuando
des a los necesitados, que no se entere tu mano izquierda de lo que hace la
derecha.”, ver Mateo 6:3 NVI, por eso escucha: “…cuando ores o ayudes a alguien, lo tienes que hacer en
secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”, ver
Mateo 6:6 RVR 1960… Gloria a Dios.
5.- QUINTA GRACIA: ANTE EL CÓNYUGE… y la Palabra nos
dice:
“Ella
bajó su rostro, se postró en tierra y le dijo: ¿Por qué he hallado gracia ante
tus ojos para que te fijes en mí, siendo yo extranjera?” (Rut 2:10)
Este versículo es
tremendo y es tremendo hermano, porque al concatenar este versículo que
acabamos de leer con el versículo 22 del capítulo 18 del libro de Proverbios RVR
1960: que dice: “El que halla esposa
halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová.”, nos deja ver
claramente, que… pero antes permítame decirle, que este versículo le está hablando
a las personas que se encuentran solteras, pero la Biblia Traducción en
Lenguaje Actual le habla a las personas que se encuentran casadas, porque dice:
“Si ya tienes esposa, ya tienes lo
mejor: ¡Dios te ha demostrado su amor!”, pero ese no es el punto, el punto
es que el cónyuge tiene que hallar diligentemente gracia ante su cónyuge, en
primer lugar, para obtener la felicidad, la armonía y la paz en la vida de
ambos ¿Y por qué digo eso? Porque dice la Palabra que cuando el hombre deja su
casa para unirse a su mujer se hacen una
sola carne, ver Génesis 2:24… y en segundo lugar, para recibir el favor, la
benevolencia y el amor del Señor Dios,
por eso recuerde, que el que halla gracia ante Dios, halla gracia ante su cónyuge
y el que halle gracia ante su cónyuge halla la bendición del Señor, Gloria a Dios.
6.- SEXTA GRACIA: PARA CONCEBIR… y la Palabra nos
dice:
“Y ella dijo: Halle tu sierva gracia ante tus
ojos. Y la mujer se puso en camino, comió y ya no estaba triste su semblante.” (Primera de Samuel
1:18)
Este versículo es
tremendo y es tremendo hermano, porque su contexto nos deja ver que cuando Ana,
la mujer de Elcana, le oró al Señor por su angustia, llámese: Tener un hijo, no
le pidió al Señor que derramara su gracia sino que se la pidió al sacerdote Elí,
ver Primera de Samuel 1:17, ¿Por qué razón? Porque el Señor les entregó a sus
ministros la llave que abre puertas de bendición, y en el caso de Ana fue la
puerta para concebir… En otras palabras, al Señor Dios le agrada bendecir de ésta manera ¿Y por qué digo eso?,
en primer lugar, porque dice la Palabra en el libro de Mateo capítulo 18:18: “En verdad os digo: todo lo que atéis en la
tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será
desatado en el cielo.”… y en segundo lugar, porque dice la Palabra en el
libro de Génesis capítulo 22:17 RVA: “Bendiciendo
te bendeciré, y multiplicando multiplicaré tu simiente como las estrellas del
cielo, y como la arena que está a la orilla del mar; y tu simiente poseerá las
puertas de sus enemigos.”… Lo que estoy tratando de decir hermano, es que
nosotros podemos alcanzar la gracia de Dios por medio de las autoridades que el
Señor ha puesto a dirigir en sus Iglesias de la misma forma que lo hizo con Ana…
Ana, logró concebir no sólo a Samuel, sino a cinco hijos más y Samuel llegó a
constituirse en el enlace entre los profetas y también ungió al primer rey de
Israel… por eso consejo: Si como Familia, aun no has logrado tener hijos, debes
de hallar gracia ante los ojos del Señor
Dios para engendrar o concebir.
7.- SÉPTIMA GRACIA: PARA HALLAR TRABAJO… y la Palabra nos dice:
“Y Saúl envió a decir a Isaí: Te ruego que David
se quede delante de mí, pues ha hallado gracia ante mis ojos.” (Primera de Samuel
16:22)
David halló gracia ante
los ojos del Señor, y esa gracia le permitió encontrar gracia en los ojos del
rey Saúl, y esa gracia le permitió matar a un gigante... Lo que estoy tratando
de decir es que nosotros tenemos que hallar gracia ante los ojos del Señor.
Entre paréntesis, pregunto: ¿Cómo podemos hallar gracia ante los ojos del Señor?
Acercándonos a Él con un corazón contrito y humillado, es decir reconociendo Su
gloria, es decir aceptando nuestra condición humana, es decir nuestras
debilidades… y el Señor nos dice: “…Te
basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad…”, ver
Segunda de Corintios 12:9, pero ese no es el punto, el punto es que nosotros
tenemos que hallar gracia en los ojos del Señor para que la persona que nos esté
entrevistando vea en nosotros a la persona idónea que tiene que ocupar la plaza
que estamos solicitando… En otras palabras, para que vean en nosotros al David
que está dispuesto a pelear la buena batalla en obediencia, en disciplina, y en
orden en el trabajo que nos servirá para llevar el sustento a nuestro hogar
dulce hogar… por eso permítame decirle, que nosotros tenemos que comprender que
Dios nos ha dado diferentes llaves para que abramos diferentes puertas de
bendición, y si Dios nos regaló esas llaves las tenemos que aprender a usar... Dios
nos está regalando de Su gracia, es decir de su favor, por eso tenemos que
tratar bien su gracia, y la tenemos que saber usar, y para qué usarla.
8.- OCTAVA GRACIA: PARA HALLAR EN DONDE VIVIR… y la Palabra nos
dice:
“Y David dijo a Aquis: Si he hallado ahora
gracia ante tus ojos, que me den un lugar en una de las aldeas en el campo
para que habite allí; pues, ¿por qué ha de morar tu siervo contigo en la ciudad
real?”
(Primera de Samuel 27:5)
Hermano y hermana, tenemos
que hallar gracia ante los ojos del Señor
para que nos dé un buen lugar en donde podamos convivir con nuestra
familia… Lo que estoy tratando de decir es que cuando estemos buscando algún
lugar para vivir con nuestra amada familia tenemos que doblar nuestras rodillas
para pedirle y suplicarle al Señor en el nombre de Jesús que derrame Su gracia
donde Él nos quiera tener, y cuando nos la haya dado se la tenemos que dedicar
a Él para que sea Él el que gobierne nuestra casa… En otras palabras, para que se
manifieste Su luz, porque cuando se manifiesta Su luz se ordena todo, ¿Y que es
todo? TODO ES TODO… Lo que estoy tratando de decir es que en nuestra casa, entre
paréntesis, cuando digo nuestra casa me refiero a que Dios Padre, Dios Hijo,
Dios Espíritu Santo y mi familia y yo habitamos en la misma casa, pero el punto
es que nosotros tenemos que dedicar nuestra casa a Dios para que Dios instruya, corrija, discipline y castiga en nuestra casa, por eso gracias,
gracias, gracias, Dios por
permitirle: “…a mi familia y a mí SERVIRTE.”, y “…ADORARTE, en espíritu y en
verdad...”, ver Josué 24:15 NVI, y Juan 4:23 al 24, Amén.
Por eso quisiera
terminar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo, que existen familias de
todos los sabores, es decir de diferentes colores… Aun NO existe la familia
perfecta, pero sé que sé, que el Señor Dios
está trabajando y que la perfeccionará hasta
el día en que Jesucristo vuelva, ver Filipenses 1:6 TLA… Las dificultades y
los conflictos son inevitables en nuestro hogar. Tendremos roces, pero sobre
todas las cosas, tenemos que buscar la paz y la armonía, porque la familia es
lo que nos sostiene, nos hace crecer y nos hace vivir a plenitud… Recuerde, que
el Señor nos quiere dar de Su gracia para que habitemos juntos en armonía, ver Salmos 133:1, es decir para que encontremos
un buen lugar en donde vivir, para que encontremos un buen trabajo, para que
podamos procrear y criar a nuestros hijos en
la disciplina e instrucción del Señor, es decir para que NO los provoquemos
a ira, pero ustedes “Hijos, tienen
que obedecer a sus padres en todo,
porque esto agrada al Señor.”, ver Colosenses 3:20 NVI… En otras palabras, “honren a su padre y a su madre que es el primer mandamiento con
promesa, para que les vaya bien y disfruten de una larga vida en la tierra.”,
ver Efesios 6:2 al 4 NVI… El Señor Dios
desea que manifestemos Su gracia ante nuestro cónyuge, ante nuestros hijos,
ante nuestros suegros y ante nuestros yernos y nueras. Ah… y recuerde, que el
Señor le ha delegado a sus ministros en sus Iglesias el poder para atar y
desatar en la tierra; y para atar y desatar TODO lo que quieran desatar en el
nombre de Jesús en el cielo, ver Mateo 16:19 y 18:18, ¿Y porque digo eso?, en
primer lugar, porque dice la Palabra en el libro de Juan capítulo 14:12: “En verdad, en verdad os digo: el que cree
en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores que éstas
hará, porque yo voy al Padre.”… y en segundo lugar, porque dice la Palabra
en el libro de Marcos capítulo 16:17 al 18: “Estas señales acompañarán a los que han creído: en mi nombre echarán
fuera demonios, hablarán en nuevas lenguas; tomarán serpientes en las manos, y
aunque beban algo mortífero, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán las
manos, y se pondrán bien.”… por eso consejo: Busquemos diligentemente la
gracia del Señor para que podamos crecer y manifestar la gracia que necesitamos
que habite, que more, que permanezca en nuestra vida familiar, es decir en
nuestro BENDITO HOGAR.
Hoy podemos marcar el
comienzo de un cambio radical en NUESTRO HOGAR, pero para que se lleve a cabo
ese cambio, tenemos que hacer un compromiso con el Señor como familia...
Digámosle: Padre celestial,
a partir de ahora nos comprometemos a venir ante Tú presencia y a tener
comunión contigo, como Familia, Familia de Dios…
Por eso, cerremos
nuestros ojos…
ABBA PADRE, en el nombre de nuestro hermano mayor, ver
Hebreos 2:11. Te pedimos y te suplicamos que derrames de Tu gracia para que Tu
gracia nos ayude a sembrar, a cultivar y a cuidar un ambiente de gracia, y de paz,
y de santidad en nuestro hogar, con el deseo de que hagas Tu morada entre
nosotros… Señor muéstranos lo que esté impidiendo que Tú puedas llenar todo nuestro
hogar con Tu bendita presencia… Señor danos la dicha de que seas TÚ el CENTRO de
nuestra familia. Padre celestial en el nombre de Tu hijo unigénito te lo
pedimos.
Amén, Amén y Amén.
21 de Julio de 2018
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo
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