EN DÓNDE INICIA EL REPOSO….?
LA BIBLIA NOS HABLA:
“Venid a mí, todos los que estáis cansados y
cargados, y yo os haré descansar. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de
mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras
almas. Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera.” (Mateo 11:28 al 30)
En este día quisiera
comenzar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo, que la Palabra nos deja
ver en el libro de Hebreos capítulo 4:11, que “Nosotros debemos de esforzarnos
por entrar en el reposo del Señor ¿Para qué?,
para que no caigamos al seguir aquel
ejemplo de desobediencia.”… Este versículo es tremendo y es tremendo
hermano, porque la palabra Esforcémonos
nos da a entender que el reposo es más profundo de lo que nosotros lo hemos
entendido, permítame que se lo explique de la siguiente manera: Dice la Palabra
en el libro de Génesis capítulo 2:2: “Y
en el séptimo día completó Dios la obra que había hecho, y reposó en el día
séptimo de toda la obra que había hecho.”, y más adelante dice: “Seis días trabajarás, pero el séptimo día
dejarás de trabajar, para que descansen tu buey y tu asno, y para que el hijo
de tu sierva, así como el extranjero renueven sus fuerzas.”, ver Éxodo
23:12… Estos versículos nos dejan ver que Dios reposó y que Dios le estipuló en
la ley al pueblo de Israel el día de reposo semanal, pero el punto es que el
día de reposo como día, con todo respeto, ES SIMPLISTA, porque es reducir la
profundidad que Dios le ha dado a la palabra reposó… y es por eso que en este día el Señor me ha encomendado que
le hable a usted acerca del reposo… En otras palabras, Dios quiere que iniciemos ese reposo… por eso permítame decirle,
que el reposo es un proceso y que el proceso lo comienza Dios en la planta de los
pies ¿Por qué digo eso? Porque el libro de Deuteronomio nos deja ver en el
capítulo 28:1 al 35, que las bendiciones y las maldiciones comienzan en las
plantas de los pies, pues dice: “Y sucederá
que si obedeces diligentemente al Señor tu Dios, cuidando de cumplir todos sus
mandamientos que yo te mando hoy, el Señor tu Dios te pondrá en alto sobre
todas las naciones de la tierra. Y todas estas bendiciones vendrán sobre ti y
te alcanzarán, si obedeces al Señor tu Dios: Bendito serás en la ciudad, y
bendito serás en el campo…Pero sucederá que si NO obedeces al Señor tu Dios,
guardando todos sus mandamientos y estatutos que te ordeno hoy, vendrán sobre
ti todas estas maldiciones y te alcanzarán:..”, pero lo tremendo lo
encontramos en el versículo 35 de este mismo libro, y dice: “Te herirá el Señor en las rodillas y en
las piernas con pústulas malignas de las que no podrás ser sanado, desde la
planta de tu pie hasta la coronilla.”… Quizás alguien se esté diciendo:
hermano Juan Carlos, usted se equivocó al decir que las bendiciones y las
maldiciones comienzan en las plantas de los pies, porque la Palabra nos deja
ver en el libro de los Salmos capítulo 133:1 al 2 NTV: que el aceite de la unción, es decir que la habilitación, es decir que
las bendiciones comienzan en la cabeza y terminan en el borde de las
vestiduras, ESO ES CORRECTO EN PARTE, PERO EN PARTE NO ¿Por qué digo eso?, en
primer lugar, porque dice la Palabra en el libro de Deuteronomio capítulo
28:35: “…desde la planta de tu pie hasta
la coronilla.”… y en segundo lugar, porque dice la Palabra en el libro de
Segunda de Samuel capítulo 14:25 NVI: “En
todo Israel no había ningún hombre tan admirado como Absalón por su hermosura; era
perfecto de pies a cabeza.”… Lo que estoy tratando de decir es que Dios
comienza el proceso del reposo en las plantas de los pies y lo termina en la
cabeza… Esto es tremendo y es tremendo hermano, porque el versículo 65 del
capítulo 28 del libro de Deuteronomio dice: “Y entre esas naciones no hallarás descanso, y no habrá reposo para la
planta de tu pie, sino que allí el Señor te dará un corazón temeroso,
desfallecimiento de ojos y desesperación de alma.”... permítame que se lo
explique de la siguiente manera: Si usted se encuentra muy cansado ¿Qué hace?
Bueno, si usted se encuentra rodeado o rodeada de muchas personas lo que hace
es buscar un lugar para sentarse, por otro lado si se encuentra en su casa se
quita los zapatos y se acuesta y al acostarse coloca sus pies en lo alto por
medio de sus almohadas… Dicen los médicos que cuando uno camina le ayuda al
corazón a que no se esfuerce mucho, porque en las plantas de los pies se
encuentra un segundo corazón… Lo que estoy tratando de decir es que cuando
caminamos por medio de las arterias y de las arteriolas que se encuentran en
las plantas de nuestros pies le ayudamos al corazón a bombear la sangre por
todo el cuerpo… Lo que estoy tratando de
decir es que SI los pies son importantes en lo físico lo tienen que ser también
en lo espiritual… Lo que estoy tratando de decir es que Dios nos quiere dar en
las plantas de los pies un reposo extraordinario, mejor del que nos podría dar
el pedicurista o el podiatra, es decir el médico especialista de los pies…por
eso permítame darle una buena noticia, el Señor ya comenzó el reposo en nuestra
vida, pregunto: ¿Cuántos somos cristianos? Escuche: “…Jesús nos dice: Vengan a
mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré
descanso.”, ver Mateo 11:28 NTV, pregunto: ¿Cómo nos hará descansar el
Señor Jesucristo? Bueno, para eso debemos de abrir nuestras Biblias en el libro
de los Salmos, en el capítulo 40:2 para que el Señor de señores nos muestre por
su bendita misericordia como podemos ALCANZAR su REPOSO.
“Me sacó
del hoyo de la destrucción, del lodo cenagoso; y asentó mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos.”
Este versículo nos
muestra que nosotros estábamos hundidos en el lodo cenagoso cuando nuestros pies se encontraban alejados de la Roca…
En otras palabras, estábamos hundidos, en la desesperación, en la angustia, en
la aflicción, en la vanidad, en la mentira, en la calumnia, en el orgullo, es
decir en la inmundicia de la carne, es decir en el pecado… Lo que estoy
tratando de decir es que nosotros estábamos muertos en nuestros delitos y
pecados… Lo que estoy tratando de decir es que nosotros nos encontrábamos sin
esperanza y que un día el Padre de toda la creación nos levantó del hoyo de la destrucción con lasos de amor y de misericordia por medio de
su Hijo amado… Eso me sucedió a mí y yo creo que también le sucedió a usted,
por eso permítame decirle hermano, que cuando la Roca llega a nuestra vida se nos
terminan las arenas movedizas, se termina la seguridad que nos da el mundo,
aunque tengamos cosas materiales… por eso consejo y no mío sino de Marcos
Brunet: Si usted es de las personas que cree que la verdadera paz proviene de
guardaespaldas, o de pastillas, o de rejas, es decir de cosas superficiales y
pasajeras, déjeme decirle: Paz no es un sentimiento de tranquilidad. Paz es que
todo esté en orden conforme a la voluntad de Dios, es decir “…lo que es bueno, lo que le es grato, y lo que es perfecto.”, ver Romanos 12:2
DHH… Lo que estoy tratando de decir es que la seguridad verdadera la vamos a
obtener realmente cuando el Espíritu de Dios habite en nosotros… Lo que estoy
tratando de decir es que cuando nosotros tenemos los pies sobre la Roca, que se
llama: Señor Jesucristo podemos decir, en primer lugar: “…si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor
morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.”, ver
Romanos 14:8 RVR 1960… y en segundo lugar diremos: “…para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.”, ver
Filipenses 1:21 RVR 1960… por eso consejo: mantengamos las plantas de nuestros
pies sobre la Roca, para que nuestro ser tripartito, es decir espíritu, alma y
cuerpo tenga REPOSO.
Ahora, miremos Isaías
capítulo 52:7.
“¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del
que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz, del que trae las buenas nuevas
de gozo, del que anuncia la salvación, y
dice a Sion: Tu Dios reina!.”
Este versículo nos
habla de cinco cosas y lo interesante de esto es que nos está diciendo: Los voy
a cambiar de base y de bendición… En otras palabras es necesario que trasvasen
de la Roca a los montes para que puedan
anunciar el evangelio de la paz, del gozo y de la salvación ¿Para
qué?, para que su vida, y la vida de los suyos, y de su familia encuentren en Sion: el reposo de Dios… y es aquí en donde surge la pregunta de los 20 pesos: ¿Quién
quiere entrar en el reposo de Dios? Anuncie el evangelio del Señor Jesucristo, NO
se quede callado… por eso le pregunto: ¿Qué ha hecho Dios en su vida, y lo
cuenta? ¿Usted comparte su testimonio?, para testificar no se necesita ser un
teólogo o saberse toda la Biblia, lo que se necesita es saber que era ciego y
que ahora ve, es saber que era sordo y que ahora oye, y que cuando se le acabe
la teología, porque el otro le resultó más pilas… Entonces dígale: sígueme y lo
trae a la Iglesia para que lo agarramos entre todos… Lo que estoy tratando de
decir es que no se necesita ser un teólogo para anunciar el evangelio, lo que
se necesita es tener los pies sobre la Roca y sobre los montes, es decir nacer de nuevo, es decir resucitar de entre
los muertos ¿Por qué digo eso? Porque dice la Palabra en el libro de Jonás capítulo
2:1 al 2 que Jonás oro en su angustia al Señor desde el seno del Seol…
La versión Moderna Pratts 1929, dice: “…¡Desde
lo más hondo del infierno le pedio auxilio
Jonás a Jehová y Él oyó su voz!”, cuando leo el libro de Jonás,
mis respetos para Jonás, pero cuando leemos el libro de Jonás nos damos cuenta
que Jonás no predicó nada, porque solo dijo por tres días: “…Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada.”, ver Jonás 3:4, pregunto:
¿Qué diría usted si yo le predicara este mensaje por cuarenta días?, otra vez
lo mismo, mejor busco otra Iglesia, pero el punto es que Jonás tuvo que
resucitar de entre los muertos para anunciar el evangelio de la paz, del gozo y de la salvación… Lo tremendo de esto es
que dice la Palabra en el libro de Jonás capítulo 3:6 al 9: “Cuando llegó la noticia al rey de Nínive,
se levantó de su trono, se despojó de su manto, se cubrió de cilicio y se sentó
sobre ceniza. E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por decreto del rey y de
sus grandes, diciendo: Ni hombre ni bestia, ni buey ni oveja prueben cosa alguna;
no pasten ni beban agua, sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen
a Dios con fuerza, y vuélvase cada uno de su mal camino y de la violencia que
hay en sus manos. ¡Quién sabe! Quizá Dios se vuelva, se arrepienta y aparte el
ardor de su ira, y no perezcamos.”… En otras palabras, “todos los habitantes de
Nínive creyeron en Dios, y proclamaron ayuno y se vistieron de cilicio desde
el mayor hasta el menor ellos.”, ver
Jonás 3:5… Lo que estoy tratando de decir es que si queremos entrar en el
reposo de Dios debemos de anunciar el evangelio de la paz, del gozo y de
la salvación, es decir debemos de nacer de nuevo, es decir debemos de
resucitar de entre los muertos… por eso consejo y no mío sino del perito
arquitecto de la Iglesia de Cristo Jesús: “…Despierta,
tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo.”,
ver Efesios 5:14… En otras palabras, plantemos los pies sobre la Roca que se
llama: Señor Jesucristo, para que Dios nos trasvase a los montes y en los montes
podamos anunciar con autoridad y poder el evangelio del Señor Jesucristo…
Recuerda, que el evangelio de la paz, que
el evangelio del gozo y que el evangelio de
la salvación nos hace reposar en Sion,
es decir EN EL REPOSO DE DIOS.
Ahora, miremos Salmos
capítulo 122:2.
“Plantados están nuestros pies dentro de tus
puertas, oh Jerusalén.”
Al contextualizar
este versículo con el libro de Génesis nos damos cuenta, que las plantas de los
pies del pueblo de Israel permanecían en el barro cuando eran esclavos de los egipcios,
pero dice la Palabra que cuando sus pies se plantaron en la tierra prometida,
llámese: Canaán, permanecían dentro del lagar, es decir sobre la sangre de la
uva y la sangre de la uva se convierte en vino y el vino se convierte en gozo…
Lo que estoy tratando de decir es que las plantas de los pies del pueblo de
Israel trasvasaron del luto de Egipto a la tierra de Jerusalén, es decir a la
ciudad de la paz… Esto es tremendo y es tremendo hermano, porque nos deja ver
que si nosotros queremos alcanzar el reposo de Dios debemos de trasvasar como lo
hizo pueblo de Israel… En otras palabras, necesitamos trasvasar del lodo
cenagoso a la Roca y de la Roca a los montes y de los montes
a la ciudad de Jerusalén ¿Para qué?,
para que podamos alcanzar el Shalom de Dios, es decir el reposo de Dios… Dice
la Palabra en el libro de Hageo capítulo 2:9 RVR 1960: “La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho
Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.”…
según este versículo, pregunto: ¿Cuál es la gloria postrera? LA PAZ ¿De quién?
De Dios Padre, de Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo, por eso permítame
decirle, que nosotros necesitamos caminar dentro de la ciudad de la paz para
que estemos sumergidos en el reposo de Dios, es decir en la paz de Dios, y es
por eso que el Señor Jesucristo dijo y aun nos está diciendo: “¡Gloria a Dios en las alturas! ¡Paz en la
tierra entre los hombres que gozan de su favor!”, ver Lucas 2:14 DHH… por
eso consejo: Evolucionemos hacia el camino de la paz, porque Dios nos quiere trasvasar
Su paz como lo hizo con todos los
hombres de Israel por medio de Josué cuando les dijo: “…Acercaos, poned vuestro pie sobre el cuello de estos reyes. Ellos se
acercaron y pusieron los pies sobre sus cuellos.”, ver Josué 10:24… Lo que
estoy tratando de decir es que Dios quiere poner bajo las plantas de nuestros
pies a nuestros enemigos como lo hizo con Josué, y que es la imagen de Jesús… y
fue por eso que el perito arquitecto de la Iglesia de Cristo Jesús dijo y aun
nos sigue diciendo: “Muy pronto el Dios
de paz aplastará a Satanás bajo los pies de ustedes, pero no de cualquiera convertido,
porque algunos se encuentran al revés…”,
ver Romanos 16:20 NVI… por eso consejo: ¿Quiere tener a las naciones y a sus adversarios
bajo sus pies?, saque sus pies del lodo cenagoso y póngalos sobre la Roca, sobre
los montes y sobre la ciudad de la paz, Amén.
Ahora, miremos Josué
capítulo 3:13.
“Y sucederá que cuando las plantas de los pies
de los sacerdotes que llevan el arca del Señor, el Señor de toda la tierra, se
asienten en las aguas del Jordán, las aguas del Jordán quedarán cortadas, y las
aguas que fluyen de arriba se detendrán en un montón.”
Antes de que el Señor
me ayude a desarrollar este tremendo versículo permítame decirle, que las aguas del Jordán separaban el
desierto de la tierra prometida, es decir a la muerte de la vida, es decir a la
incredulidad de la Fe… Eso quiere decir que el pueblo de Israel cruzó de la tierra
de la infertilidad, llámese: desierto, a la tierra de las bendiciones, llámese:
Canaán… Lo que estoy tratando de decir es que nosotros debemos de plantar nuestros
pies en las aguas del Jordán para
que nuestra Fe aumente, es decir para que nuestra Fe le ayude a aquellas
personas que deben alcanzar la estatura que es necesaria para entrar a la
tierra prometida, a la tierra que mana leche y miel, a la tierra de las
señales, a la tierra de los prodigios, a la tierra de las liberaciones, es
decir a la tierra de la abundante Fe… Eso es lo que quiere decir este versículo
¿O por qué cree usted que los cuatro amigos que aparecen en el libro de Marcos
capítulo 2:1 al 12 metieron por el techo a su amigo paralítico para que lo
sanara el señor? ¿Será que lo hicieron así por así? NO, lo hicieron por su Fe…
Eso quiere decir que hoy en día existen muchas personas y entre ellas cristianas
que no tienen suficiente Fe… En otras palabras, que son incrédulas, por eso
permítame decirle, que si usted es de esas personas dígale a nuestro Padre
celestial: Señor ayúdame a salir de mi incredulidad, Señor ayúdame a aumentar
mi Fe… Quizás alguien se esté diciendo: hermano Juan Carlos, disculpe lo que
usted está diciendo en teoría se escucha fácil pero en la realidad es muy difícil,
y más aún cuando la persona se encuentra caminando por el desierto, CIERTO,
pero permítame decirle que Dios permite que sus hijos pasen por caminos
difíciles para que su Fe aumente, para que su Fe le sirva a otras personas a
encontrar el reposo de Dios, es decir el reposo de la bendición… por eso
consejo: Si usted es de las personas que se encuentra en el desierto en este
momento y si el Señor se tarda en venir, ya sea 20 años o que se yo, porque eso
solo Él lo sabe, permítame decirle, que cuando usted haya atravesado su
problema le ministrará a los que se encuentran en problemas: Yo al igual que
usted estuve sumergido en problemas y el Señor me hizo reposar, y así como Él me
hizo reposar lo hará reposar a usted. Eso yo lo sé, créalo, porque Él lo hará…
Recuerda, lo que declara el dulce cantor de Israel en el Salmo del capítulo 23:4
al 6 LBLA: “Aunque pase por el valle de
sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu
cayado me infunden aliento. Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis
enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente
el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa
del Señor moraré por largos días.”, Gloria a Dios.
Ahora, miremos Éxodo
capítulo 3:5.
“Entonces Él dijo: No te acerques aquí; quítate las sandalias de los pies, porque el lugar donde estás parado es tierra santa.”
Hagamos un resumen,
sacaron nuestros pies del lodo cenagoso para pararnos sobre la Roca, para pararnos sobre los montes, para pararnos sobre la ciudad de la paz, para pararnos
sobre el rio Jordán, para pararnos
sobre la tierra santa ¿Para qué?, para
cambiarnos la misión, “…he visto la
aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he escuchado su clamor a causa de
sus capataces, pues estoy consciente de sus sufrimientos, Escucha Moisés: es necesario que
trasvases del pastor de ovejas al libertador de mi pueblo.”, ver Éxodo 3:7… Lo que estoy tratando de decir hermano, es que
cuando las plantas de nuestros pies entren a la tierra santa, es decir al Lugar Santísimo. Dios cambiará la misión
de nuestro llamamiento ministerial ¿Pero, qué es lo que determina eso? REPOSAR
EN DIOS, Amén.
Ahora, miremos Salmos
capítulo 31:8.
“y no me has entregado en manos del enemigo; tú
has puesto mis pies en lugar espacioso.”
El Señor nos deja ver por medio de este versículo, que lo que no
pudieron hacer nuestros padres y nuestros abuelos por nuestra vida, llámese: Ensancharnos,
el Señor lo hará, en primer lugar, hacia la unidad, hacia la armonía, hacia la
salud, hacia la paz, es decir hacia la prosperidad en lo espiritual… y en segundo
lugar, a extender el reino de los cielos, a nuestros hogares, a nuestros
familiares, a nuestro vecinos, a nuestra ciudad, y hasta lo último de la tierra,
por eso permítame decirle, que lo que estoy diciendo proviene del corazón de
Dios... y es más dice la Palabra en el libro de los Salmos capítulo 18:33: “El hace mis pies como de ciervas, y me
afirma en mis alturas.”… En otras palabras, plantemos nuestros pies en el
lugar espacioso para que el Señor nos haga caminar sobre las aguas y en las
alturas… Lo que estoy tratando de decir es que si nosotros logramos reposar en el lugar espacioso nos llevará Dios a las alturas a evolucionar de una
manera gloriosa nuestro ser integral espíritu, alma y cuerpo, permítame decirle
algo, yo creo que cuando el Señor venga a llevarse a todos los vivientes…
¿Cuántos somos vivientes? Bueno, pero el punto es que cuando el Señor venga a
llevarse a los vivientes que hayamos permanecido antes de que nos transformen
nos va a perfeccionar el espíritu, el alma y el cuerpo… Por ejemplo: cuando el
Señor venga y encuentre a una persona que está batallando contra el cáncer,
antes de que lo transforme lo va a sanar ¿Sabes para qué? Para que le ponga los
pies en el cuello al enemigo que lo estuvo avergonzando. Esto no lo digo yo.
Esto lo dice el salmista, y dice: “El somete pueblos debajo de nosotros, y
naciones bajo nuestros pies.”, ver Salmos 47:3… por eso consejo: “busquemos primeramente el reino de Dios y su justicia para que la
justica de Dios Padre nos haga reposar en el lugar espacioso, es decir en las
alturas.”, ver Mateo 6:33, Aleluya…
Por eso quisiera terminar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo,
que el Señor quiere que nosotros vivamos en Su reposo, pero para eso existe un
requisito, que se llama: “...Creer que
Él existe y que Él recompensa a los que lo buscan con sinceridad.”, ver
Hebreos 11:6 NTV… En otras palabras, el que cree en el Señor Jesucristo cree en
el reposo de Dios, y Él lo recompensará liberándolo del exceso de razonamiento,
del miedo, de las luchas internas y
externas, de las preocupaciones, de las aflicciones y de las frustraciones… Lo
que estoy tratando de decir es que el reposo del Señor nos hace reposar de las
actividades almáticas y físicas que provienen de nuestro diario vivir… Lo que
estoy tratando de decir es que el reposo del Señor nos hace descansar el alma,
la mente y la voluntad, es decir de las emociones y de los sentimientos que
emanan de nuestro corazón… por eso consejo: Si usted se encuentra cansado y
agobiado, entre al reposo de Dios para qué Él controle todo y todo es todo… En
otras palabras, permítale a Dios que haga por usted lo que usted no puede hacer...
Esto no lo digo yo... Esto lo dice nuestro Señor Jesucristo, pues dice: “Venid a mí, todos los que estáis cansados
y cargados, y yo os haré descansar.”, ver Mateo 11:28, Amén, Amén y amén.
26 de Mayo de 2018
Ministerio Familiar Generación Apartada para Cristo
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