ES NECESARIO QUE CRISTO CREZCA EN MI
LA BIBLIA NOS HABLA:
“...Mi
antiguo yo ha sido crucificado con Cristo. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive
en mí. Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, quien
me amó y se entregó a sí mismo por mí.” (Gálatas 2:20) NTV.
En este día quisiera
comenzar esta maravillosa enseñanza del Rey de reyes preguntando:
El Señor Jesucristo, ¿Crece
en ti?...
¿Tú vives o existes?,
¿Y qué es el vivir y qué es existir?
Por ejemplo: Los
arboles existen... Pero,
¿Qué es el vivir; Y
vivir en Cristo?
Vivir: Es levantarse por la mañana, orar, bañarse, desayunar, salir de la casa, tomar el camión o el coche para irse al trabajo, o a la escuela, o a visitar a un hermano o de compras; Vivir es Ir de un lado a otro, volver a la casa, comer, relacionarse con la familia; Estar con los hijos o el cónyuge, ver la televisión, ver lo que hace falta en la casa, cenar, orar y acostarse... Eso es el vivir... En otras palabras, el vivir es todo lo que hacemos a diario... Ahora, ¿Qué es vivir en Cristo? Esta frase suena simple, pero su contenido es muy profundo, porque vivir en Cristo es tener revelado en el corazón a nuestro Señor Jesucristo... No estoy hablando de los que se conforman con el formalismo religioso externo, ya sea entre semana o fines de semana, es decir: De reuniones, de ser espirituales en los retiros, de magnificar a Cristo en los grandes eventos y nada más; Pues NO, yo estoy hablando de los que tenemos revelado y confesado a Cristo Jesús en nuestro corazón, es decir: A los que nos gloriamos en Cristo y SEGUIMOS SU EJEMPLO; Tan simple como esto es vivir en Cristo... Y es por eso que el apóstol Pablo decía: “Pues para mí, el vivir es Cristo y el morir es ganancia.”, ver Filipenses 1:21. Por lo tanto, “…Para el Señor vivimos, y SI morimos, para el Señor morimos; Por tanto, ya sea que vivamos o que muramos, del Señor somos.”, ver Romanos 14:8. Gloria a Dios, Aleluya...
Por eso me pregunto y
le pregunto:
¿Mora Cristo en ti?...
¿Y tú vives en Cristo?
…Porque no es lo mismo vivir con Cristo, que vivir en Cristo…Porque no es lo mismo que Cristo esté en nosotros a que nosotros estemos en Cristo, por eso es que dice la Palabra del Señor en el libro de Apocalipsis:
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; Si alguno oye mi
voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo, ver Apocalipsis
3:20...
¿Qué le quiero decir amado hermano?, Escuche: Dios quería poblar el mundo; Se lo voy a explicar por medio de una sombra y figura al estilo del cineasta George Lucas... Escuche: Dios quería poblar el mundo y por eso envió una nave y esa nave se llamaba Adán... Entonces, Adán abrió la compuerta de su costado, porque dice la Biblia que del costado de Adán le sacaron una costilla y de su costilla salió toda la humanidad, ver Génesis 2:22... Bueno: Salió Eva, pero de Eva salió: Caín, Abel y Set, y dice la Biblia que Set engendró a Enós, y Enós engendró a Cainán, y Cainán engendró a Mahalaleel, y Mahalaleel engendró a Jared, y Jared engendró a Enoc, y Enoc engendró a Matusalén, y Matusalén engendró a Lamec, y Lamec engendró un hijo. Y le puso por nombre: Noé, y Noé engendró a Sem, a Cam y a Jafet, es decir: A toda la humanidad, ver Génesis 5:1 al 32, pero ese no es el punto amado, el punto es que la nave se echó a perder, pero nuestro destino era conquistar el Kosmos... La nave se quedó varada, porque se dañó, Se descompuso... Entonces, el humanismo se inventó la religión y muchas cosas más para componer la nave, es decir: Para que la nave volviera a volar, pero como la nave ya estaba inservible, Dios envió otra nave que se llama: El postrer Adán y el postrer Adán bajó a la tierra, y en la cruz del Calvario cuando le hirieron el costado, le abrieron la compuerta para que los de la primera nave, llamada La descendencia de Adán, es decir: Usted y yo, nos metamos en la segunda nave y nos vayamos, Primeramente, con Él, en el arrebatamiento, pero como siempre existe el pelo en la sopa... Houston, tenemos un problema y el problema es que para que nosotros nos podamos meter en la segunda nave, es decir: En el postrer Adán, llámese; Cristo Jesús, para que nos podamos ir en el arrebatamiento juntamente con Él, en primer lugar: Se tiene que meter la genética de la postrera nave, llamase: Cristo Jesús, en nosotros para que usted y yo No seamos rechazados cuando nos metamos en Él… Y en segundo lugar: Que la genética de la postrera nave tiene que crecer tanto en nosotros para que NO nos diferenciemos en nada, es decir: Para que seamos exactamente la misma molécula, es decir: Para que tengamos el mismo ADN de la nave del postrer Adán, es decir: De nuestro amado Señor Jesucristo, ver Primera de Corintios 15:45 RVR 1960, Amén...
¿Será importante que
Cristo entre en nosotros y que nosotros vivamos en Cristo, Sí o No?
Hermano; Hermana, Tenemos
que evolucionar, Indiscutiblemente.
¿Y cómo lo vamos a
lograr? Me pregunto y le pregunto...
Dice la Palabra en el
libro de san Juan:
Es necesario que Él crezca, y que yo disminuya, ver Juan 3:30...
¿Quién está hablando ahí?, ¿De quién está hablando Juan el Bautista?, ¿Y por qué dijo eso Juan el Bautista de Jesús?
Porque los fariseos
le querían sembrar envidia a Juan por medio de sus discípulos: Maestro, ¿Recuerdas a aquel de quien nos
hablaste, el que estaba contigo al otro lado del río Jordán? Pues bien, ahora Él
está bautizando y todos lo siguen, aunque no era Jesús el que bautizaba, sino
sus discípulos, ver Juan 3:22 al 26 TLA...
El hombre más grande
que ha estado sobre la faz de la tierra, que no era del reino, que era de entre
los nacidos de mujer, dijo: Él,
¿Quién? Cristo, debe tener cada vez más importancia,
y yo tenerla menos, TLA... Permítame decirle algo: Yo creo con todo mi
corazón que el orden de los factores en la Biblia SI altera el producto, en la
Matemática: El orden de los factores no altera el producto en la suma y en la
multiplicación... Por ejemplo: El resultado de 4 x 8 y de 8 x 4, es el mismo
así como el resultado de 4 + 8 y de 8+4, pero en la división y en la resta SI
se altera, pero el punto es que en la Biblia el orden de los factores SI altera
el producto, porque no es lo mismo decir: Es necesario que yo disminuya, y que
Él crezca, a decir: Es necesario que Él
crezca, pero que yo mengüe, ver RVR 1960... Permítame ponerle un ejemplo:
Cuantos han o tenemos algún hijo adolescente, y tal vez vemos que el muchacho o
la muchacha están bajitos, y uno dice: Pobrecito, Dios este hijo mío nunca va a
crecer y cuando menos lo sentimos se pegan una estirada, y decimos: Y este o
esta de donde me salió tan alto; Los pantalones le empiezan a quedar como SI
fuera a cruzar un rio: y va de bajarle el ruedo, y va de bajarle el ruedo, y va
de bajarle el ruedo, hasta que tenemos que comprarle pantalones; ¿Y en dónde dejamos
los zapatos?, Se empiezan a poner los del papá y después ya no le quedan los
del papá; El papá logró llegar a calzar 9 y él ahora calza 11; Le dicen: Pie
grande... Pero, ¿Por qué se dio ese fenómeno? Será que la ropa se encogió para
que creciera nuestro hijo o hija, o fue al revés; Él o ella crecieron y la ropa
le quedó pequeña, la tuvimos que regalar o tirar; Bueno, así es esto...
Nosotros le tenemos que pedir al Señor que le permita a nuestro Señor
Jesucristo: QUE CREZCA EN NOSOTROS...
…Por eso Señor: permítele
a Cristo que crezca en mí, que crezca, para que eche fuera de nosotros todo lo
que no le gusta, todo lo que no sirve, que lo eche fuera, que lo eche fuera...
Esto me recuerda lo
que me comentó un hermano hace muchos años, me dijo: Hermano, tengo un
problema; Cuénteme... Escuche: Fíjese que tengo un año de estarle predicando a
unos jóvenes todos los miércoles y aún no se han convertido; Ellos nunca fallan
y hace unas semanas me dijeron: Disculpe, sería bueno que recolectáramos
ofrendas; Tenga ya llevamos siete semanas recolectando ofrendas, pero el punto
hermano es que cada vez que yo termino de predicar, les digo: Quieren aceptar a
Cristo Jesús como su Señor y salvador personal, No me dicen... Entonces, el los
confronta, porque son pocos; Tu ¿Por qué no quieres aceptar a Cristo? Porque es
una decisión muy seria, ¿Y tú? Dime, No por tal cosa, ¿Y tú?; No porque; Se
queda cayado... Ahora, tú Barjesús, dime:
¿Por qué no quieres aceptar a Cristo como tu Señor y salvador personal? Escuche
lo que le dijo, porque es muy interesante, le dijo: Yo no acepto a Cristo
porque no voy a poder dejar de hacer las cosas malas que yo hago, entonces
mejor me quedo así... Esto no se trata de que usted y yo, arreglemos nuestra
vida para que Cristo entre en nosotros y nosotros en Él; Esto no es así...
Entre paréntesis, Dios no llama a los capacitados, sino que Él capacita a los
que llama y esto no lo digo yo lo dice la Biblia, dice:
...Considerad, hermanos, vuestro llamamiento; No hubo
muchos sabios conforme a la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; Sino
que Dios ha escogido lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios; Y Dios
ha escogido lo débil del mundo, para avergonzar a lo que es fuerte; Y lo vil y
despreciado del mundo ha escogido Dios; Lo que no es, para anular lo que es;
Para que nadie se jacte delante de Dios, ver Primera de Corintios 1:26 al 29... En
otras palabras, Dios llama: A los bloqueados, llama: A los enfermos y sin
fuerzas, Dios llama: A lo insignificante, llama a lo que no tiene valor, pero
también llama para capacitar a lo que no
es, es decir: A lo que NO existe... Entendieron, continuemos:
Volviendo al punto,
entonces yo le dije al hermano: Hermano esto no se trata de que uno tiene que
arreglar su vida para que Cristo entre en nosotros, por eso lea Primera de Juan
capítulo 4:6, ahí dice: Nosotros somos
de Dios; El que conoce a Dios, nos oye; El que no es de Dios, no nos oye, o
sea que los jóvenes que te escuchan ya son de Dios, aunque ellos no lo acepten,
lo que sucede es que ellos aún no lo saben, de aquí se desprende el ejemplo
Bíblico:
Llega el Señor y le
dice a Zaqueo: Zaqueo es necesario que hoy me quede a tu casa, Amén le dijo
Zaqueo al Señor, y en eso se pregunta: ¿Qué hago? Ah... Ya sé, le voy a enviar
un texto a mi amada: Amorcito, prepárate, porque aquí viene conmigo el Maestro
con doce discípulos que comen más que el chavo del ocho, y además trae una
multitud; Prepara la mesa... Manda a comprar unos 40 kilos de birria (Carne de
res o de chivo para comer como tacos)... Y en eso llegan a la casa, permítame
usar mi imaginación, pero esto sucedió en la Biblia, ver Lucas 19:1 al 10; Mi
imaginación es la salsa, porque hay tacos... Escuche: Entro el Señor a la casa
de Zaqueo y empieza a ver las paredes: Zaqueo que linda tu mona liza, aunque
todavía no la había pintado Leonardo, Zaqueo que linda tu mona liza y Zaqueo
sabía que era robada; ¡Guau, que televisor zaqueo! ¿Es Led? Si Maestro, ¿Y es
de pantalla múltiple? Sí Señor, pero Zaqueo sabía que la había obtenido por
medio de un soborno; En eso llegan a la cocina, y le dice el Señor: Zaqueo, que
refrigeradora más bonita tienes. Ah... y es de tres puertas, y con Ice Maker;
Zaqueo ya no aguantaba, porque él sabía perfectamente bien que la refrigeradora
también la había obtenido defraudando a
alguien... Señor: He aquí Señor,
SI le he robado a alguien, se lo
restituiré cuadruplicado, como lo dice la ley, y la mitad de mis vienes que
me he ganado honradamente y que no son muchos, pero que me los he ganado
honradamente, se los daré a los pobres, ¿Quién lo obligo? Jesús,
No; Jesús no le dijo nada, Él solo entro, miro y se sorprendió... Entonces,
¿Qué lo redarguyo? El Espíritu Santo... Entonces, cuando el Espíritu Santo
entra y habita en nosotros comienza a cambiar todo, todo, ¿Por qué? Porque
llego la luz y la luz es Cristo, ver Juan 8:12... Sabía usted, que cuando Dios
dijo: Sea la luz, la tierra estaba desordenada y vacía, y el Padre estaba introduciendo a Cristo que ordena
todo Y QUE LLENA TODO VACÍO, y lo mismo pasa cada vez que nosotros dejamos que
el Señor Jesucristo entre en nosotros y nosotros en Él... Comienza a venir el
orden, comienza a venir la llenura, comienza a ver plenitud, plenitud,
plenitud... Por eso comienza a declarar:
Sea la luz en mi
bendita casa...
Sea la luz en mi
mente y en mi corazón...
…Sea la luz en mi
nación, trayendo orden, trayendo vida, trayendo plenitud, plenitud…
Dios quiere ordenar
nuestra vida...
Dios le está permitiendo a Cristo que crezca en nosotros para que comencemos a decir: Esto que estoy haciendo Señor está mal, Padre tengo que cambiar, pero ¿Por qué no me lo dijiste antes?... Es bueno que el Señor nos hable y nos hable en su tiempo, porque si no nos podría suceder lo que le pasó a aquel evangelista que evangelizó a un rey africano y que tenía siete esposas... El evangelista le dijo: Ya aceptaste al Señor y dice la Biblia: Que solo puedes tener una esposa, porque SI tienes más de una estás cometiendo adultero, ¿Quieres ser cristiano? Sí, le dijo el rey; Entonces, tienes que quedarte solo con una... Pero, ¿Con cuál? Si a todas la quiero; Yo no sé, pero te tienes que quedar solo con una... Al día siguiente se levantó el rey africano bien contento, ya solucioné el problema, ¿Qué hiciste? Le preguntó el evangelista... Mate a seis; No así NO es esto... Escuche: El especialista en arreglar la vida, se llama: Cristo Jesús, es decir: El Señor Jesucristo y el Espíritu Santo...
¿Qué le quiero decir hermano?, Permitámosle a Cristo que crezca en nosotros; Si nosotros se lo permitimos vamos a cambiar, Indiscutiblemente... Pero, ¿Qué es lo que sucede en nuestras vidas? Que nosotros, a veces, por no decir casi siempre, queremos arreglarle la vida a los demás; OK, ya aceptaste a Cristo, entonces ahora lo que tienes que hacer es esto, esto y esto, Y así no es la cosa, la cosa es que Cristo entre en ti y te comience a decir por medio del Espíritu Santo: No me gusta que te comportes así y uno con la lagrimota; Perdón: No me gusta que estés mintiendo, que estés chismeando, que estés murmurando, que estés diciendo esas palabrotas... Señor, perdón, ¡Qué lindo, es que el Espíritu Santo lo haga redargüir a uno!, ¿A usted lo ha redargüido el Espíritu Santo? Si el Espíritu Santo lo ha redargüido, quiere decir que usted está creciendo... Cuando nos sentimos mal, porque hemos cometido algún pecado y decimos: Señor yo no soy digno de levantar las manos; Si usted comete un error y se siente mal; No siente paz, tal cual como no la sentía John Newton, que se sentía acusado y condenado... Consejo: Si tú amado, eres de esas personas, recuerda: Lo que nos dice el apóstol del amor:
...Hijitos míos, os escribo estas cosas para que no
pequéis. Y si alguno peca, Abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el
justo,
ver Primera de Juan 2:1...
Yo quiero que Cristo crezca en mí... Yo quiero que Cristo crezca en ti amado...
Y es aquí en donde surgen las famosas preguntas de los 20 pesos:
¿El Señor Jesucristo, está creciendo en ti, realmente?, ¿Cómo podemos darnos cuenta que Jesús está creciendo en nosotros?, ¿Cuál es el termómetro que nos deja ver que Jesús está creciendo en nosotros?: Las visitas que el Señor Jesucristo hizo al templo, ¿Por qué razón? Porque el hermano que está sentado a su lado, tal vez no lo sabe, pero él es templo; El templo no es en donde usted y yo nos encontramos, esta es una edificación, pero el templo es usted y es el hermano que está sentado a su lado, ¿De donde saque yo esto? De la Biblia, ya que dice:
...¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu
Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois
vuestros?,
ver Primera de Corintios 6:19 RVR 1960...
Por eso, amado, abramos
nuestras Biblias en el libro de Lucas, en el capítulo 2:27, para que comencemos
con esta maravillosa enseñanza del Señor de señores:
“Movido
por el Espíritu fue al templo. Y cuando los padres del niño Jesús le trajeron
para cumplir por Él el rito de la ley.”
Al estudiar el
contexto de este versículo nos damos cuenta que está hablando de Simeón, el
justo y piadoso, que fue movido por el Espíritu Santo a conocer a Jesús, y dice
la Biblia que Simeón lo anhelaba y lo deseaba, pero ese no es el punto, aunque
es hermoso, el punto es:
¿A qué llevaron a Jesús
al templo los padres de Jesús?
A cumplir con el rito de la ley, es decir: A
presentarlo y a circuncidarlo... Pregunto ¿Quieres saber SI Jesús ya llegó como
un niño recién nacido a tu vida?, ¿Ya te presentaste, Saben tus familiares que
ya eres cristiano, lo saben tus amigos, lo saben en tu trabajo, lo saben en tu
escuela?, ¿Y qué te dijeron?... Por otro lado, pregunto: ¿A que más llevaron a
Jesús al templo?: A que lo circuncidaran... Sabía usted, que los judíos
circuncidan a los niños al octavo día de nacidos, porque a esa edad el dolor es
pasajero, pero pregúntele a un hombre de 30 años que lo circuncidaron: ¿Qué
sintió? Dice la Palabra que un día Dina, la hija de Jacob salió de su casa “Y cuando la vio Siquem, hijo de Hamor
heveo, príncipe de la tierra, se la llevó y se acostó con ella y la
violó…Entonces Hamor, padre de Siquem, salió hacia la casa de Jacob a pedirle a Dina para que se casara con su hijo, y
dice la Palabra que “Los hijos de Jacob
respondieron a Siquem y a su padre Hamor, y les hablaron con engaño porque
Siquem había deshonrado a su hermana Dina. Y les dijeron: No podemos hacer tal
cosa, dar nuestra hermana a un hombre no circuncidado, pues para nosotros eso
es una deshonra.”, pero si se circuncidan todos los varones de su pueblo “Entonces les daremos nuestras hijas, y tomaremos vuestras hijas para nosotros, y
moraremos con vosotros y seremos un solo pueblo.”... Entonces dice la Biblia
que todo varón se circuncidó y que al tercer día; El día de mayor dolor “Dos hijos de Jacob, Simeón y Leví,
hermanos de Dina…”, entraron en la ciudad y mataron a espada a todo los
hombres y nadie se pudo defender, porque les dolía tanto que ni siquiera podían
sostener la espada para defenderse. Esto es figura para nosotros, por eso circuncidemos
nuestro corazón mientras seamos niños en el evangelio, en primer lugar, porque así
no nos dolerá… y en segundo lugar, porque SI somos viejos espirituales y
tratamos de quitar el exceso de carne será mucho más doloroso… y sabe que una
de las maneras de circuncidar a alguien es bautizándolo en agua. Y esto nos lo
deja ver el apóstol Pablo en el libro de Colosenses, en el capítulo 2:9 al 12, dice:
Toda la plenitud de la divinidad habita en forma corporal
en Cristo; Y en Él, que es la cabeza de todo poder y autoridad, ustedes han
recibido esa plenitud. Además, en Él fueron circuncidados, no por mano humana
sino con la circuncisión que consiste en despojarse del cuerpo pecaminoso. Esta
circuncisión la efectuó Cristo Jesús y ustedes la recibieron al ser sepultados
con Él en el bautismo. En Él también fueron resucitados mediante la Fe en el
poder de Dios, quien lo resucitó de entre los muertos, NVI...
Como usted escuchó y
puede leer: La circuncisión se puede recibir por medio del bautismo en agua, por
eso yo no concibo, que en algunas congregaciones tengan que poner fechas para
bautizar a los que ya aceptaron a Cristo Jesús con un corazón contrito y
humillado, porque ¿Si no hay un mañana para algunos de ellos?, ¿Qué les
sucederá?, ¿Qué sucederá con la promesa que nuestro Señor Jesucristo dejó en el
libro de Juan capítulo 3:1 al 5, es decir: Con Ver y entrar en el Reino de
Dios? Por eso, No deberían tomar el bautismo como si fuera un rito o una
ceremonia, sino que lo deberían de tomar por lo que es: Una circuncisión, es
por eso, que cuando el evangelista Felipe impulsado por el Espíritu Santo se le
acercó al etíope eunuco del reino de Candace y le habló de Jesús, y este creyó
con todo su corazón en Jesús, inmediatamente mandó a parar el carruaje para que
fuera bautizó, ver Hechos 8:26 al 40.
Por lo tanto, tenemos
que tener presente, en primer lugar: Que la circuncisión de nuestros ojos, oídos
y corazón, lo podemos recibir por medio del bautizo en agua… y en segundo
lugar: Que la circuncisión no es hecha por manos, No es literal. Es en la
carne, tanto para hombres como para mujeres, por eso es que los israelitas
judíos jamás han circuncidado a una mujer, porque no han sido bautizados en
agua, y para eso deben aceptar en su corazón a nuestro Señor Jesucristo como su
Señor y Salvador personal,
¿Qué le quiero decir amado hermano?, Sembremos en nuestro corazón, que cuando nos bautizamos y salimos a novedad de vida, ya no tenemos cuerpo de pecado, ya no podemos pecar deliberadamente, porque hemos sido bautizados para morir con Cristo. Es por eso que el apóstol Pablo nos dice:
¿Acaso no saben ustedes que todos los que fuimos
bautizados para unirnos con Cristo Jesús, en realidad fuimos bautizados para participar
en su muerte?,
ver Romanos 6:3 NVI. por eso: Para mí,
el vivir es Cristo y el morir es ganancia, ver Filipenses 1:21...
Ahora, miremos Lucas capítulo
2:46.
“Y
aconteció que después de tres días le hallaron en el templo, sentado en medio
de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas.”
Miren que crecimiento
el que tuvo nuestro Señor Jesucristo en el templo, aquí hay mucha tela que
cortar, por eso déjeme decirle, en primer lugar: Que muchos cristianos hoy en
día pierden a Jesús en el templo, aunque lleguen a la Iglesia y participan de
las fiestas cristianas, como: Las vigilias, los retiros, los ayunos y la santa
cena; Ellos dejaron a un lado al primer amor, por eso este es un llamado a la
reflexión: Si usted es de los que ha perdido a Jesús en el templo y recuerde
que nuestro cuerpo es el templo; Tiene que encontrarlo desesperadamente, porque
vivir el evangelio sin Jesús, es vivir una religión. Por lo tanto, tenemos que
tener presente, que cuando ya no le sentimos, que cuando ya no lloramos delante
de Su presencia es porque hemos perdido a Cristo Jesús en el templo... Por otro
lado, tenemos que tener bien presente, que cuando tenemos a Cristo Jesús instalado
en nuestro corazón, por medio de la Palabra, de los mensajes, de los himnos, de
los canticos, de las profecías, quiere decir que nuestro Señor Jesucristo está
creciendo en nosotros, ¿Por qué razón? Porque Él vive en nosotros, por eso, yo,
Juan Carlos Bonilla Guerrero, No puedo concebir que algunos cristianos no
deseen escuchar más de Jesús y mucho menos que nos pregunten a nosotros sus
siervos alguna inquietud SI la misma Palabra nos deja ver, que cuando nuestro
Señor Jesucristo estaba creciendo, Él necesitaba que le explicaran las
Escrituras...
¿Qué le quiero decir hermano?, Que SI nosotros queremos que Cristo Jesús crezca en nosotros tenemos que dejar a un lado el orgullo o la ignorancia, ya que ambas pueden evitar que indaguemos o preguntemos... En otras palabras, seamos humildes para que Cristo Jesús crezca en nosotros, Amén...
¿Cuántos queremos,
que Jesucristo crezca en nosotros?
Entonces, ¿Qué tenemos que hacer?, No hacer lo que hicieron los padres de Jesús, ¿Y qué hicieron?
1.- PRIMERO: Perdieron
la comunión, perdieron la comunicación, porque no sabían en donde se encontraba
Jesús... Entonces, ¿Qué tenemos que hacer para que Cristo Jesús crezca en
nosotros? Tener comunión, tener comunicación, ¿Y cómo lo podemos lograr? Por
medio de la oración, de la alabanza, del ayuno y del estudio de la Palabra...
Entre otros.
2.- SEGUNDO: Descuidaron
la presencia del Señor, quizás porque estaban más enfocados en otras cosas...
Por ejemplo: En los afanes de la vida...
Por eso Consejo: Atémonos a nuestro Señor Jesucristo por medio del bautizo en
agua y por medio de la santa cena, porque la mesa del Señor nos da la
oportunidad de morir al yo SI es necesario todos los días...
3.- TERCERO: Fueron irresponsables...
Dice la costumbre judía que los padres tienen la responsabilidad de presentar a
sus hijos a los 12 años y a los 13 años de edad, pero como sus padres no lo presentaron,
Él se presentó solo... Esto quiere decir que nosotros podemos llegar a perder
al Señor por la falta de responsabilidad, es decir: Por incumplir las tareas
paternales delante de nuestro Padre celestial... Recuerde, lo que dice la Palabra:
Enseña al niño el camino en que debe andar, y aun cuando
sea viejo no se apartará de él.”, ver Proverbios 22:6, pero también nos dice:
Padres, no hagan enojar a sus hijos,
para que no se desanimen, sino más bien edúquenlos con la disciplina y la instrucción
que quiere el Señor, ver Colosenses 3:21 DHH y Efesios 6:4 DHH... Y es por
eso amado, que el proverbista nos dice: El
principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la
sabiduría y la enseñanza.”, ver Proverbios 1:7 RVR 1960. Amén.
Ahora, miremos Mateo capítulo
4:5.
“Entonces
el diablo le llevó a la ciudad santa, y le puso sobre el pináculo del templo.”
Al estudiar el
contexto de este versículo nos damos cuenta, que cuando Jesús salió de las aguas del bautismo fue llevado por el Espíritu al
desierto a ayunar durante cuarenta
días y cuarenta noches, y una vez terminado el ayuno, llegó la tentación...
Esto es impresionante y lo impresionante de esto hermano, es que la Biblia nos
deja ver claramente, que Jesús derrotó a la tentación; Derrotó al diablo y que
el Señor lo reprenda...
El diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, lánzate abajo,
pues escrito está: A sus Ángeles te encomendará, y: En las manos te llevarán,
no sea que tu pie tropiece en piedra.
Y Jesús le dijo: También está escrito: No tentarás al
Señor tu Dios,
ver Mateo 4:6 al 7...
El Señor Jesucristo
venció a la tentación, llamase: Diablo o satanás y lo venció: Tres veces, Tres
veces, le dijo: Escrito está, Escrito
está, Escrito está,
¿Qué le quiero decir hermano?, En nuestro caminar, vamos a tener tentaciones y las vamos a vencer con la ayuda del Espíritu Santo, pero para eso tenemos que permitirle al Señor que crezca en nosotros para que Él se convierta en un gigante dentro de nosotros y podamos ser más que vencedores... Por lo tanto, tenemos que tener bien presente, que las tentaciones van a venir a nuestra vida, No para que caigamos, sino para que las venzamos y seamos recompensados, y esto no lo digo yo, lo dice Santiago, el hermano de nuestro Señor Jesucristo, dice:
Bienaventurado el varón que soporta la tentación; Porque
cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha
prometido a los que le aman, ver Santiago 1:12 RVR 1960…
Por lo tanto, tenemos
que sembrar en nuestra mente y corazón, que por muy grande que sea la
tentación, el Señor nos da la salida; El Señor nos encuentra en el punto exacto
de nuestra necesidad, porque ante cualquier prueba tenemos que recordar, que
nuestro Señor Jesucristo vendrá en nuestra ayuda para que podamos salir del
problema que estemos atravesando... Recuerde, que nuestro Señor Jesucristo nos
dejó una promesa maravillosa, que dice:
Y todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el
Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré, ver Juan 14:13 al
14. Gloria a Dios.
Por eso quisiera
terminar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo, que hoy más que nunca,
ya que los días finales nos acechan, usted y yo, tenemos que permitirle a Jesús
que crezca en nosotros para que nos absorba, es decir: Para que nos ayude a
disminuir a nuestro YO, es decir: Para que Cristo more en nosotros y nosotros
vivamos en Cristo, es decir: Para que Cristo NO esté solamente en nosotros, sino
que nosotros también estemos en Él... ¿Cuantos deseamos obtener esa maravillosa
bendición?... Entonces, ¿Qué tenemos que hacer? Me pregunto y le pregunto... Permitirle
al Señor Jesucristo, que crezca en nosotros para que nosotros disminuyamos, ver
Juan 3:30... Así de simple,
¿Y cómo lo vamos lograr?, Ayunando, orando, alabándolo, escuchando sus enseñanzas, por eso, es necesario que escuchemos a sus heraldos y que leamos y estudiemos Su Palabra, tanto en Su casa como en nuestro casa y que también es Su casa, porque la Biblia tiene vida, por eso es que dice la Biblia de SI misma: La Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; Y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón, ver Hebreos 4:12 RVR 1960.
Hermano; Hermana,
permitámosle al Señor que crezca en nosotros...
21 de noviembre de 2020
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