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CÓMO DEBEMOS DE TRASVASARNOS

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LA BIBLIA NOS HABLA: “Reposado ha estado Moab desde su juventud, ha estado tranquilo sobre su sedimento; no ha sido vaciado de vasija en vasija, ni ha ido al destierro; por eso retiene su sabor, y su aroma no ha cambiado.” (Jeremías 48:11) Este versículo nos hace ver, que nuestro Padre celestial no es un Dios pasivo, sino más bien que es un Dios activo, es decir: que siempre está en movimiento y por lo tanto usted y yo mi hermano, debemos tener presente, que a nuestro Padre celestial: no le gusta, no le agrada, que la iglesia se acomode y mucho menos que repose como lo hizo el pueblo de Moab. Esto me recuerda a la iglesia de Éfeso, que fue exhortada por su ángel, por haber dejado de amar a su primer amor, ver Apocalipsis 2. Esto nos quiere decir mi hermano, que se quedó pasiva, porque no avanzó a crecer en amores con el Señor, es decir: con Cristo Jesús. Es por eso que usted y yo, como iglesia de Cristo Jesús, debemos de reaccionar, debemos de caminar, debemos de predica

APRENDAMOS A NEGOCIAR CON DIOS

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LA BIBLIA NOS HABLA: “Y llamando a diez de sus siervos, les dio diez minas y les dijo: “Negociad con esto hasta que yo regrese.” (Lucas 19:13) En momentos de angustia y desesperanza, cuando las pruebas o las tribulaciones hacen su entrada triunfal en nuestra existencia, en nuestra vida, clamamos desesperadamente a Dios suplicando por Sus promesas, por Su bendición, por Su intervención divina para la solución del o de los problemas que estamos atravesando en nuestra diario vivir, como ser: de salud, de carácter, es decir: de la carne, económicos…. Pero, usted y yo mi hermano, debemos tener presente, que para poder pedir, que para poder suplicar, debemos de conocer cuáles pueden ser los mejores argumentos para poder negociar ante nuestro Padre celestial. Además, debemos tener presente, que en la actualidad existen personas, que dicen: que con nuestro Padre celestial no se puede negociar: Porque Dios no es un hombre de negocios. Porque Dios no condiciona Sus bendicion