Generación Apartada para Cristo

  La semana pasada comenzamos a hablar de que nosotros tenemos que regresar al diseño original de la Iglesia y dentro de eso dijimos muchas cosas, y dentro de las muchas dijimos: Tenemos que aprender a orar, No como los pecadores, ni como los impíos, ni como los fariseos, ni como los saduceos, sino como se debe... Por eso, abramos la Biblia en el libro de Mateo capítulo 7:7 al 8, para que comencemos con esta maravillosa enseñanza del Señor, Pero antes de que leamos, permítame decirle que para mí en los versículos que vamos a leer se encuentra la clave, los del mundo dirían: El santo grial de la oración: Leamos Mateo capítulo 7:7 al 8: La oración recibirá respuesta. Pedid, y se os dará; Buscad, y hallaréis; Llamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; Y el que busca, halla; Y al que llama, se le abrirá.... Y es aquí en donde surge la pregunta de los 20 pesos: ¿Cuántos anhelamos que nuestra oración reciba respuesta? Amén... Entonces, ¿Que tenemos que hacer? ...

  En este día quisiera comenzar esta maravillosa enseñanza del Señor diciendo: Dios es bueno y dentro de Su bondad desea que nosotros busquemos la unidad, la armonía y el discernimiento... Sabía usted, que todos los finales se parecen a todos los principios en la vida... Y esto es una realidad, ¿Y por qué digo eso? Porque la Biblia nos lo muestra cuando leemos el libro de Génesis capítulo 3 y el libro de Apocalipsis capítulo 12... El libro de Génesis nos muestra en el capítulo 3, que una mujer está siendo perseguida por una serpiente... Por otro lado, el libro de Apocalipsis nos muestra en el capítulo 12, que otra mujer que representa a la Iglesia está siendo perseguida por un dragón y cuando se mira quién es el dragón, dice: Es la serpiente antigua que se llama el diablo y Satanás... Y es más dice la Biblia también, que el Señor Jesucristo dijo: Yo soy el alfa y la omega, el principio y el fin, ver Apocalipsis 1:8... Y SI todavía NO nos quedó bien claro esto, permítame decirle...

  Dios los bendiga amados y amadas, Hoy es un día muy especial, porque hoy usted y yo, amado y amada, nos vamos a exponer al unísono, pero individualmente a uno de los tribunales de Dios a buscar Su misericordia y Su perdón. Hoy nos vamos a presentar ante uno de los tres tribunales de Dios, ¿A qué? A buscar Su perdón, pero antes permítame decirle, que existen tres tribunales: 1.- Número uno: El tribunal del Padre, el del trono Blanco, ver Apocalipsis 20:11… Y usted y yo, No vamos a estar en este, le voy a dar mi posición, un postulado: Cuando abran el libro de la vida, digo yo pues: Todos los que hemos nacido de nuevo vamos a estar ahí.. . A mí me parece, que este tribunal es para los que venían predestinados para perdición, ¿Cómo quienes? Como el faraón y Judas Iscariotes, Y estos, los de esta estirpe, Lamentablemente, No van a resucitar como dicen las Escrituras: Con un cuerpo semejante al de Cristo... Para mí los van a levantar de acuerdo a su alma perdida, Y yo creo amad...

  Dios los bendiga amados y amadas, Hoy quisiera hablar con la ayuda del Señor, Desde luego, de un enemigo que lacera, aflige y preocupa al pueblo de Dios... Hoy quisiera hablarle de:   ESTIRPEMOS LA SEQUEDAD En otras palabras, ¿Qué tenemos que hacer, Desde luego que con la ayuda del Señor, para que no nos sequemos? Es decir: Para que no languidezcamos (Perder el espíritu, el vigor), es decir: Para que no nos marchitemos cuando estemos atravesando por algún desierto o con lo que se está viviendo ahora a nivel mundial, es decir: Con la hambruna, con las guerras y los rumores de guerra. Y en base a eso: A la sequedad, quisiera abordar este tema por medio de siete puntos... Y dice la Palabra del Señor en el libro de Ezequiel capítulo 37:4, que el Señor le da una instrucción, que el Señor le dice: Tienes que profetizar O, mejor dicho:   Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd la Palabra del Señor...   En otras palabras, Ezequiel profetiza con ...